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Unidad Educativa Alvernia

Nombre: Valeria Bonete

Curso 3° técnico

Fecha: 16/03/2015

Consulta Biografías

Adolf Hitler

Máximo dirigente de la Alemania nazi (Braunau, Bohemia, 1889 - Berlín, 1945). Hijo de un
aduanero austriaco, su infancia transcurrió en Linz y su juventud en Viena. La formación de Adolf
Hitler fue escasa y autodidacta, pues apenas recibió educación. En Viena (1907-13) fracasó en su
vocación de pintor, malvivió como vagabundo y vio crecer sus prejuicios racistas ante el
espectáculo de una ciudad cosmopolita, cuya vitalidad intelectual y multicultural le era por
completo incomprensible.

De esa época data su conversión al nacionalismo germánico y al antisemitismo. En 1913 Adolf


Hitler huyó del Imperio Austro-Húngaro para no prestar servicio militar; se refugió en Múnich y se
enroló en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). La derrota le hizo pasar
a la política, enarbolando un ideario de reacción nacionalista, marcado por el rechazo del nuevo
régimen democrático de la República de Weimar, a cuyos políticos acusaba de haber traicionado a
Alemania aceptando las humillantes condiciones de paz del Tratado de Versalles (1918).

De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se
convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los
Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita,
anticomunista, antisocialista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este
último componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; este abigarrado
conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las clases
medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influenciado por el fascismo de
Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso,
representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había acelerado.

Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento de
tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff («Putsch de la
Cervecería»). Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel un año y
medio, tiempo que aprovechó para plasmar sus estrafalarias ideas políticas en un libro que tituló Mi
lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.

De nuevo en libertad desde 1925, Hitler reconstituyó el NSDAP expulsando a los posibles rivales y
se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como Goering, Himmler y Goebbels. La profunda
crisis económica desatada desde 1929 y las dificultades políticas de la República de Weimar le
proporcionaron una audiencia creciente entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a
escuchar su propaganda demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y
uniformes.

Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles, los
nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler -que nunca había
obtenido mayoría- se hizo confiar el gobierno por el presidente Hindenburg en 1933.

Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura de
partido único basada en su poder personal. El Tercer Reich así creado fue un régimen totalitario
basado en un nacionalismo exacerbado y en un complejo de superioridad racial sin fundamento
científico alguno (basado en estereotipos que contrastaban con la ridícula figura del propio Hitler).

Tras la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo nombrar Führer o «caudillo» de Alemania y se hizo
prestar juramento por el ejército. La sangrienta represión contra los disidentes culminó en la purga
de las propias filas nazis durante la «Noche de los Cuchillos Largos» (1934) y la instauración de un
control policial total de la sociedad, mientras que la persecución contra los judíos, iniciada con las
racistas Leyes de Núremberg (1935) y con el pogromo conocido como la «Noche de los Cristales
Rotos» (1938) culminó con el exterminio sistemático de los judíos europeos a partir de 1939 (la
«Solución Final»).

La política internacional de Hitler fue la clave de su prometida reconstitución de Alemania, basada


en desviar la atención de los conflictos internos hacia una acción exterior agresiva. Se alineó con la
dictadura fascista italiana, con la que intervino en auxilio de Franco en la Guerra Civil española
(1936-39), ensayo general para la posterior contienda mundial; y completó sus alianzas con la
incorporación del Japón en una alianza antisoviética (Pacto Antikomintern, 1936) hasta formar el
Eje Berlín-Roma-Tokyo (1937).

Militarista convencido, Hitler empezó por rearmar al país para hacer respetar sus demandas por la
fuerza (restauración del servicio militar obligatorio en 1935, remilitarización de Renania en 1936);
con ello reactivó la industria alemana, redujo el paro y prácticamente superó la depresión
económica que le había llevado al poder.
Luego, apoyándose en el ideal pangermanista, reclamó la unión de todos los territorios de habla
alemana: primero se retiró de la Sociedad de Naciones, rechazando sus métodos de arbitraje
pacífico (1933); luego forzó el asesinato de Dollfuss (1934) y el Anschluss o anexión de Austria
(1938); a continuación invadió la región checa de los Sudetes y, tras engañar a la diplomacia
occidental prometiendo no tener más ambiciones (Conferencia de Múnich, 1938), ocupó el resto de
Checoslovaquia, la dividió en dos y la sometió a un protectorado; aún se permitió arrebatar a
Lituania el territorio de Memel (1939).

Pero, cuando el conflicto en torno a la ciudad libre de Danzig le llevó a invadir Polonia, Francia y
Gran Bretaña reaccionaron y estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hitler había preparado
sus fuerzas para esta gran confrontación, que según él habría de permitir la expansión de Alemania
hasta lograr la hegemonía mundial (Protocolo Hossbach, 1937); en previsión del estallido bélico
había reforzado su alianza con Italia (Pacto de Acero, 1939) y, sobre todo, había concluido un Pacto
de no-agresión con la Unión Soviética (1939), acordando con Stalin el reparto de Polonia.

El moderno ejército que había preparado obtuvo brillantes victorias en todos los frentes durante los
primeros años de la guerra, haciendo a Hitler dueño de casi toda Europa mediante una «guerra
relámpago»: ocupó Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Yugoslavia,
Grecia. (mientras que Italia, España, Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia eran sus aliadas, y
países como Suecia y Suiza declaraban una neutralidad benévola).

Benito Mussolini

(Predappio, Italia, 1883-Mezzegra, id., 1945) Político italiano. Hijo de una familia humilde, su
padre era herrero y su madre maestra de escuela. Cursó estudios de magisterio, a cuyo término fue
profesor durante períodos nunca demasiado largos, pues combinaba la actividad docente con

continuos viajes. Pronto tuvo problemas con las autoridades, y fue expulsado de Suiza y Austria,
donde había iniciado contactos con sectores próximos al movimiento irredentista.

En su primera afiliación política, sin embargo, se acercó al Partido Socialista, atraído por su ala más
radical. Del socialismo, más que sus postulados sociales y reformadores, le sedujo su vertiente
revolucionaria. En 1910 fue nombrado secretario de la federación provincial de Forli y poco
después se convirtió en editor del semanario La Lotta di Classe (La lucha de clases).

La victoria del ala radical en el congreso de Reggio nell'Emilia, celebrado en 1912, le proporcionó
mayor protagonismo en el seno de la formación política, que aprovechó para hacerse cargo del
periódico milanés Avanti, órgano oficial del partido. Aun así, sus opiniones acerca de los
enfrentamientos armados de la «semana roja» de 1914 motivaron cierta inquietud entre sus
compañeros de filas, atemorizados por su radicalismo. La división entre Mussolini y el partido se
acrecentó con la proclama de neutralidad del primero tras la entrada de Italia en la Primera Guerra
Mundial en agosto de 1914. En noviembre del mismo año fundó el periódico Il Popolo d'Italia, de
tendencia ultranacionalista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista.

Posteriormente, quiso capitalizar el sentimiento de insatisfacción que se apoderó de la sociedad


italiana tras el fin de la contienda haciendo un llamamiento a la lucha contra los partidos de
izquierdas, a los que señaló como culpables del descalabro, y para ello creó los fasci di
combattimento, grupos armados de agitación que constituyeron el germen inicial del partido
fascista. Consiguió ganarse el favor de los grandes propietarios y salir elegido diputado en las
elecciones de mayo de 1921.

La impotencia del gobierno para hacer frente a la situación en que se encontraba el país y la
disolución del Parlamento allanaron el camino para la denominada marcha sobre Roma, acontecida
el 22 de octubre de 1922. Su entrada triunfal en la capital italiana, en la cual no encontró ninguna
oposición, pues contó con el beneplácito del ejército y del gobierno, motivó su nombramiento de
primer ministro por parte del rey Víctor Manuel III.

Gradualmente, aunque con mayor ímpetu tras el asesinato del diputado socialista Giacomo
Matteotti en 1924, se erigió como único poder, aniquiló cualquier forma de oposición y acabó por
transformar su gobierno en un régimen dictatorial. Apoyado por un amplio sector de la población y
con la baza a su favor de un eficaz sistema propagandístico, realizó fuertes inversiones en
infraestructuras y recuperó viejos proyectos expansionistas, como la conquista de Etiopía (1935) y
la anexión de Albania (1939).

Tras la llegada al poder de Hitler en Alemania, fue acercándose al nazismo, y tras las primeras
victorias alemanas en la Segunda Guerra Mundial, que juzgó definitivas, declaró la guerra a los
aliados. Sin embargo, el fracaso del ejército italiano en Grecia, Libia y África oriental, así como el
avance de las tropas aliadas, motivaron su encarcelamiento por orden de Víctor Manuel III, quien
impulsó un golpe de Estado y decretó el fin del fascismo (julio de 1943).

Liberado por paracaidistas alemanes (12 de septiembre de 1943), creó una república fascista en el
norte de Italia (República de Salò) pero el avance aliado le obligó a emprender la huida hacia Suiza.
Intentó cruzar la frontera disfrazado de oficial alemán, pero fue descubierto en Dongo por
miembros de la Resistencia (27 de abril de 1945), y al día siguiente fue fusilado con su compañera
Clara Petacci.
Stalin

(Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili; Gori, Georgia, 1879 - Moscú, 1953) Dictador soviético.
Era hijo de un zapatero pobre y alcohólico de la región caucásica de Georgia, sometida a la Rusia de
los zares. Quedó huérfano muy temprano y estudió en un seminario eclesiástico, de donde fue
expulsado por sus ideas revolucionarias (1899). Entonces se unió a la lucha clandestina de los
socialistas rusos contra el régimen zarista. Cuando en 1903 se escindió el Partido Socialdemócrata,
siguió a la facción bolchevique que encabezaba Lenin.

Fue un militante activo y perseguido hasta el triunfo de la Revolución bolchevique de 1917, época
de la que procede su sobrenombre de Stalin («hombre de acero»). La lealtad a Lenin y la falta de
ideas propias le permitieron ascender en la burocracia del partido (rebautizado como Partido
Comunista), hasta llegar a secretario general en 1922.

Stalin cmprendió entonces una pugna con Trotski por la sucesión de Lenin, que, ya muy enfermo,
moriría en 1924. Aunque el líder de la Revolución había indicado su preferencia por Trotski (pues
consideraba a Stalin «demasiado cruel»), Stalin maniobró aprovechando su control sobre la
información y sobre el aparato del Partido, aliándose con Zinoviev y Kamenev hasta imponerse a
Trotski. La lucha por el poder se disfrazó de argumentos ideológicos, defendiendo cada bando una
estrategia para consolidar el régimen comunista: la construcción del socialismo en un solo país
(Stalin) contra la revolución permanente a escala mundial (Trotski).

Para Stalin lo esencial era la ambición de poder, pues una vez que eliminó a Trotski (al que mandó
al exilio en 1929 y luego hizo asesinar en 1940), se desembarazó también del ala «izquierda» del
partido (Zinoviev y Kamenev, ejecutados en 1936) y del ala «derecha» (Bujarin y Rikov, ejecutados
en 1938) e instauró una sangrienta dictadura personal, apropiándose de las ideas políticas que
habían sostenido sus rivales.

Stalin gobernó la Unión Soviética de forma tiránica desde los años treinta hasta su muerte,
implantando el régimen más totalitario que haya existido jamás; pero también hay que atribuirle a él
la realización del proyecto socioeconómico comunista en Rusia, la extensión de su modelo a otros
países vecinos y la conversión de la URSS en una gran potencia.
Radicalizando las tendencias autoritarias presentes entre los bolcheviques desde la Revolución,
acabó de eliminar del proyecto marxista-leninista todo rastro de ideas democráticas o
emancipadoras: anuló todas las libertades, negó el más mínimo pluralismo y aterrorizó a la
población instaurando un régimen policial. Dispuesto a eliminar no sólo a los discrepantes o
sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún prestigio o influencia propia, lanzó
sucesivas purgas contra sus compañeros comunistas, que diezmaron el partido, eliminando a la
plana mayor de la Revolución.

Con la misma violencia impuso la colectivización forzosa de la agricultura, hizo exterminar o


trasladar a pueblos enteros como castigo o para solucionar problemas de minorías nacionales, y
sometió todo el sistema productivo a la estricta disciplina de una planificación central obligatoria.
Con inmensas pérdidas humanas consiguió, sin embargo, un crecimiento económico espectacular,
mediante los planes quinquenales: en ellos se daba prioridad a una industrialización acelerada,
basada en el desarrollo de los sectores energéticos y la industria pesada, a costa de sacrificar el
bienestar de la población (sometida a durísimas condiciones de trabajo y a grandes privaciones en
materia de consumo).

La represión impedía que se expresara el malestar de la población, apenas compensada con la


mejora de los servicios estatales de transporte, sanidad y educación. A este precio consiguió Stalin
convertir a la Unión Soviética en una gran potencia, capaz de ganar la Segunda Guerra Mundial
(1939-45) y de compartir la hegemonía con los Estados Unidos en el orden bipolar posterior.

Stalin fue un político ambicioso y realista, movido por consideraciones de poder y no por ideales
revolucionarios. Este maquiavelismo fue más palpable en su política exterior, donde la causa del
socialismo quedó sistemáticamente postergada a los intereses nacionales de Rusia (convirtiendo a
los partidos comunistas extranjeros en meros instrumentos de la política exterior soviética).

No tuvo reparos en firmar un pacto de no agresión con la Alemania nazi para asegurarse la
tranquilidad en sus fronteras, el reparto de Polonia y la anexión de Estonia, Letonia y Lituania
(Pacto Germano-Soviético de 1939). A pesar de todo, Adolf Hitler invadió la URSS, arrastrando a
Stalin a la guerra en 1941. Stalin movilizó eficazmente las energías del país apelando a sus
sentimientos nacionalistas (proclamó la Gran Guerra Patriótica): organizó la evacuación de la
industria de las regiones occidentales hacia los Urales, adoptando una estrategia de «tierra
quemada». Con ayuda del clima, de las grandes distancias y de la lucha guerrillera de los partisanos,
debilitó a los alemanes hasta recuperarse y pasar a la contraofensiva a partir de la batalla de
Stalingrado (1942-43). Después el avance ruso fue arrollador hasta llegar más allá de Berlín.

Reforzado por la victoria, Stalin negoció con los aliados (Estados Unidos y Gran Bretaña) el orden
internacional de la posguerra (Conferencias de Yalta y Postdam, 1945), obteniendo el
reconocimiento de la URSS como gran potencia (con derecho de veto en la ONU, por ejemplo). Los
aliados tuvieron que aceptar la influencia soviética en Europa central y occidental, donde Stalin
estableció un cordón de «Repúblicas populares» satélites de la URSS.

Stalin mantuvo la inercia de la guerra, retrasando la desmovilización de su ejército hasta el


momento en que pudo disponer de armas atómicas (1953) y fomentando la extensión del
comunismo a países en los que existieran movimientos revolucionarios autóctonos (como Grecia,
Turquía, China, Corea.). La resistencia norteamericana a sus planes dio lugar a la «guerra fría»,
clima de tensión bipolar a escala mundial entre un bloque comunista y un bloque occidental
capitalista, que perduraría hasta la desaparición de la URSS.
Unidad Educativa Alvernia

Nombre:Valeria bonete

Curso: 3° técnico

Fecha: 16/11/2014

Partidos y Movimientos Políticos del Ecuador

1. Partido Sociedad Patriótica

Su fundador, presidente vitalicio y líder nacional es el expresidente de la república Lucio Gutiérrez.


Ocupa la Lista 3 en los comicios electorales.

La fundación del partido se debe a la intervención de una toma de poder por parte de una cúpula de
militares, quienes derrocaron, el 21 de enero de 2000, al presidente de Ecuador Jamil Mahuad. Uno
de los integrantes de la cúpula militar era el coronel Lucio Gutiérrez, quien más tarde se retiraría de
sus funciones militares para ingresar a la vida política.

Gutiérrez fundó Sociedad Patriótica y se postuló para la presidencia de la República, llegando a la


segunda vuelta electoral con el líder del PRIAN, Álvaro Noboa Pontón. Ganó las elecciones para la
Presidencia de Ecuador en el año 2002, bajo una plataforma política anti-sistema y de izquierda,
como una alternativa a los desacreditados partidos tradicionales. Dicha plataforma política tuvo
soporte en el movimiento indígena (representado por el Movimiento de Unidad Plurinacional
Pachakutik) y de otros sectores populares.

2. Partido Social Cristiano

El Partido Social Cristiano (PSC) es un partido político ecuatoriano de tendencia conservadora que
se inspira originalmente en la doctrina social de la Iglesia católica, y en una agenda tradicionalista,
doctrinariamente partidario del Estado social y de la economía social de mercado de la democracia
cristiana. Durante la segunda mitad de los años 90 y la primera de 2000 controló las principales
instituciones políticas ecuatorianas, tiempo en que se lo identificó como el líder de la
"partidocracia" nacional. Actualmente se encuentra en la oposición al gobierno de Rafael Correa.

Fue fundado por Camilo Ponce Enríquez y Sixto Durán Ballén en 1951 como Movimiento Social
Cristiano. Sus fundadores llegaron a ser presidentes del Ecuador, el primero en 1956 y el segundo
en 1992, aunque Durán Ballén fue elegido por el efímero Partido Unidad Republicana que fundó
con el propósito de auspiciar su postulación después de una disputa con la cúpula guayaquileña del
PSC, encabezada por el ex presidente León Febres Cordero

3. Partido Avanza

Avanza es un partido político socialdemócrata de Ecuador creado en marzo de 2012 por el


presidente del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y ex-Prefecto de Pichincha, Ramiro
González.3 El partido fue formado principalmente por exmiembros de la Izquierda Democrática,
adaptando además los principios doctrinales del desaparecido partido al contexto actual. También
fue formado por antiguos miembros del Partido Socialista-Frente Amplio, Pachakutik, PRE, entre
otros.4

Para las elecciones presidenciales de Ecuador de 2013 el Partido Avanza respaldó la reelección del
Presidente Rafael Correa, mientras que en las elecciones legislativas fue con candidatos propios,
consiguiendo 5 de los 137 escaños de la Asamblea Nacional.

4. Partido Socialista

El Partido Socialista Ecuatoriano nace como alternativa a los otros dos grupos políticos formales
recién fundados en Ecuador, el Partido Liberal (1923) y El Partido Conservador (1925). En una
Asamblea celebrada en Quito en el mes de mayo de 1926 se constituye de manera formal el Partido
Socialista ideológicamente identificado con el marxismo, en sus inicios proponían la socialización
de los medios de producción y distribución, así como establecer un Estado socialista que tuviera el
control sobre los servicios públicos entre otros.

5. Pachakutik

El Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP) es un movimiento político ecuatoriano


de tendencia indigenista y socialdemócrata, del ala más progresista de esta, surgido en el año 1995
con el fin de representar los intereses del movimiento indígena liderado por la CONAIE. En un
inicio confluyeron en él, además de la CONAIE, la denominada Coordinadora de Movimientos
Sociales (CMS) y la Confederación Única Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino
(CONFEUNASSC-CNC). Pachakutik forma parte de la Unidad Plurinacional de las Izquierdas,
donde obtuvo 6 escaños.

Elemento fundamental de su base ideológica y programática es el respeto a la diversidad expresada


bajo las formas de la interculturalidad, la pluralidad y la plurinacionalidad.

6. Creando Oportunidades

Esta organización política participó electoralmente por primera vez en las elecciones presidenciales
de Ecuador de 2013, y durante la campaña organizó la coalición electoral "Unidos por el Ecuador".5
Su candidato, Guillermo Lasso, obtuvo el segundo lugar, a la vez que Mae Montaño encabezó a los
candidatos a asambleístas en las elecciones legislativas simultáneas. Los resultados de estas
elecciones convirtieron a CREO en la segunda fuerza política del Ecuador, con 11 escaños
parlamentarios.

7. Sociedad Unida Más Acción

El movimiento fue creado por Rodas en el 2012 para participar en las Elecciones presidenciales de
Ecuador de 2013, teniendo problemas en su inscripción al ser rechazadas gran parte de sus firmas
de adherentes por el CNE, pero siendo otorgado personería jurídica por el Tribunal Contencioso
Electoral. Rodas quedó en el cuarto puesto con el 3.90% de los votos y obteniendo un escaño en las
elecciones legislativas de Ecuador de 2013 para Ramiro Aguilar.
8. Alianza PAIS

Alianza País (AP) oficialmente Movimiento Alianza PAIS - Patria Altiva i Soberana es el nombre
del movimiento político ecuatoriano que sirve como organización política a la Revolución
Ciudadana impulsada por el presidente Rafael Correa. La organización política fue lanzada
formalmente en Quito el 19 de febrero de 2006 con un "festival cívico" que sus organizadores
definieron como el "semillero de la nueva patria

9. Movimiento Concertación

Movimiento Concertación, lista 51, es un partido político centrista de Ecuador, llamado


anteriormente Concertación Nacional Democrática. Su presidente es César Montúfar, quien fue
asambleista por Pichincha en el periodo 2009 - 2013. Por las filas de esta organización partidista,
aunque pequeña y sin una importante organización de base, pasaron figuras destacadas de la política
ecuatoriana como Leonardo Viteri, Enrique Herrería, César Rohón, Benjamín Rosales, Cecilia
Calderón, José Pileggi, Mae Montaño quien pasó a Concertación luego de dirigir Una Nueva
Opción (UNO), entre otros.3 Con el tiempo el movimiento perdió su registro ante la autoridad
electoral de Ecuador aunque se mantuvo activo informalmente y con un parlamentario y pasó a
llamarse Concertación Nacional y luego Concertación.

10. Movimiento Unión Ecuatoriana

El ex fiscal general del Estado, Washington Pesántez Muñoz, junto a un nutrido grupo de
fundadores y adherentes, recorren el país y anuncian la aprobación por parte del Consejo Nacional
Electoral del Movimiento Político “Unión Ecuatoriana”, lista 19.

El país necesita cambios importantes, hay que evitar volver al pasado nefasto de la derecha y
mantener distancia con un sistema monopólico del poder, queremos manifestar a la sociedad
ecuatoriana que somos una nueva alternativa”

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