Está en la página 1de 2

Tabaco y Licor: Drogas Sociales

El consumo del tabaco y del licor, está muy difundido en nuestra sociedad,
aceptamos e incluso promovemos su consumo los fines de semana y en fiestas y
reuniones. Hasta resulta ser índice de buena educación el ofrecerlo en ocasiones
sociales y de consumo obligado en momentos trascendentes de la vida, como
matrimonios, graduaciones, sepelios.
Respecto al hábito de fumar, la difusión de los
daños que ocasiona y la restricción para hacerlo en
lugares públicos, merece felicitarnos como
sociedad. Es muy agradable ingresar a un lugar
público y comprobar que efectivamente se cumple
esta disposición. Asimismo, por lo menos en nuestro
país, la restricción se ha ampliado a medios
masivos de publicidad como la televisión.
Disposiciones similares, en cuanto a medios
publicitarios, deberían adoptarse para el
consumo de licor, incluyendo a la cerveza. Debe
promoverse la regulación de su publicidad,
restringiendo horarios y difundiendo, en forma
permanente, los efectos nocivos de su abuso.
El licor es una droga peligrosa, causante del mayor
número de casos de adicción y de accidentes
asociados a sus efectos psicotrópicos (cambios
temporales en la percepción, ánimo, estado de
conciencia y comportamiento). En el Perú, su consumo se viene incrementando,
sobretodo en menores de edad, sector en el que se potencia peligrosamente, como
adicción asociada, el consumo de drogas alucinantes.
El alcoholismo afecta a 75 mil peruanos de entre 14 y 25 años, según lo reporta la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y somos el sexto consumidor de alcohol en
América Latina.

El Centro de Información y
Educación para la
Prevención del Abuso de
Drogas (CEDRO) advierte
que “existen evidencias que
en el Perú hay
aproximadamente un millón
de alcohólicos”.

Según las estadísticas del


Ministerio de Salud, los
peruanos más afectados
por este problema son los
varones adultos de las
zonas urbanas y las regiones con más alcoholismo son Callao, Cuzco, Lima, Junín,
Arequipa, La Libertad y Tacna.

Algo más alarmante, según CEDRO, los adolescentes, mujeres y hombres, toman
ahora con la misma intensidad y la edad de inicio es más baja, tanto en hombres
como mujeres, quienes empiezan a consumir alcohol a partir de los 12 ó 13 años
de edad.

Esta realidad plantea como exigencia de la sociedad, un programa de prevención


conjunto con las autoridades respectivas, promoviendo diversas alternativas paralelas:
regular la publicidad del consumo de licor, fomentar actividades deportivas a todo nivel: en
instituciones educativas, entidades estatales, empresas privadas, clubes, etc.
(campeonatos de ciclismo, fulbito, básquetbol, natación, vóleibol, caminatas, danzas, etc).
Actividades que deberían promoverse sin importar la edad, cada persona podemos
adecuarnos en función a nuestra realidad, para desarrollar actividades físicas saludables.

Reflexión final: no esperemos que los índices de consumo de las “drogas sociales”,
alcancen niveles incontrolables, ni tampoco esperemos que el “estado”, a través de las
instituciones correspondientes desarrolle sólo esta labor; ya sea en forma individual,
desde nuestro centro laboral, en los centros educativos en las reuniones familiares,
promovamos el deporte.

Carlos Urteaga Becerra, Marzo 2015.

DNI 26602965

También podría gustarte