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Dislocaciones
Son imperfecciones lineales que distorsionan la red cristalina centrada en torno a una
línea. De no existir la imperfección la red cristalina seria perfecta. Normalmente las
dislocaciones se presentan durante el proceso de solidificación.
El tratamiento térmico en el material es uno de los pasos fundamentales para que pueda
alcanzar las propiedades mecánicas para las cuales está creado. Este tipo de procesos consisten
en el calentamiento y enfriamiento de un metal en su estado sólido para cambiar sus propiedades
físicas. Con el tratamiento térmico adecuado se pueden reducir los esfuerzos internos, el tamaño
del grano, incrementar la tenacidad o producir una superficie dura con un interior dúctil. La
clave de los tratamientos térmicos consiste unas reacciones que se producen en el material, tanto
en los aceros como en las aleaciones no férreas, y ocurren durante el proceso de calentamiento
y enfriamiento de las piezas, con unas pautas o tiempos establecido.
Los tratamientos térmicos han adquirido gran importancia en la industria en general, ya que con
las constantes innovaciones se van requiriendo metales con mayores resistencias tanto al
desgaste como a la tensión.
Tratamientos continuos:
Son básicamente cuatro tipos recocido, normalizado, temple y revenido.
Inician con la etapa de calentamiento hasta que la pieza a tratar alcance la temperatura a
partir de la cual se hará el enfriamiento, seguido por un tiempo de sostenimiento a esa
temperatura y enfriamiento adecuado.
Temple
Propiedades mejoradas:
•Alta resistencia al desgaste
•Dureza excelente
• Ductilidad mejorada (revenido)
• Resistencia a tracción
Revenido
-Mejorar los efectos del temple, llevando al acero a un punto de mínima fragilidad.
-Reducir las tensiones internas de transformación, que se originan en el temple.
-Cambiar las características mecánicas, en las piezas templadas generando los siguientes
efectos:
-Reducir la resistencia a la rotura por tracción, el límite elástico y la dureza.
-Elevar las características de ductilidad; alargamiento estricción y las de tenacidad; resistencia.
Recocido
El recocido es el tratamiento térmico que, en general, tiene como finalidad principal el
ablandar el acero u otros metales, regenerar la estructura de aceros sobrecalentados o
simplemente eliminar las tensiones internas que siguen a un trabajo en frío. (Enfriamiento en el
horno). Esto es, eliminar los esfuerzos residuales producidos durante el trabajo en frío sin afectar
las propiedades mecánicas de la pieza finalizada, o puede utilizarse el recocido para eliminar
por completo el endurecimiento por deformación. En este caso, la parte final es blanda y dúctil
pero sigue teniendo un acabado de superficie y precisión dimensional buenos. Después del
recocido, se puede realizar un trabajo en frío adicional dado que la ductilidad se restaura; al
combinar ciclos de repetición de trabajo en frío y recocido, pueden alcanzarse deformaciones
totales grandes.
Existen 3 etapas consideradas como las más importantes en el proceso de recocido:
Normalizado
El normalizado es un tratamiento térmico que se emplea para dar al acero una
estructura y características tecnológicas que se consideran el estado natural o final del material
que fue sometido a trabajos de forja, laminación o tratamientos defectuosos. Se hace como
preparación de la pieza para el temple.
El procedimiento consiste en calentar la pieza entre 30 y 50 grados Celsius por encima
de la temperatura crítica superior, tanto para aceros hipereutectoides, como para aceros
hipoeutectoides, y mantener esa temperatura el tiempo suficiente para conseguir la
transformación completa en austenita (perlita y ferrita). A continuación se deja enfriar en aire
tranquilo, obteniéndose una estructura uniforme.
Con esto se consigue una estructura perlítica con el grano más fino y más uniforme que
la estructura previa al tratamiento, consiguiendo un acero más tenaz. Es lo que llamamos
perlita fina.