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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

PSICOLOGÍA CLÍNICA

SALUD PÚBLICA II

MONOGRAFIA

INEQUIDADES DE GÉNERO

INTEGRANTES:

ESTEFANI GUALOTO

EVELYN GUALLIMBA

JENNIFER ORTEGA

LORENA PAREDES

KATHERINE SUQUILLO

DOCENTE: DR. PATRICIO JACOME

21 de mayo de 2019
Tabla de contenido

Introducción ...................................................................................................................... 4

Justificación ...................................................................................................................... 5

Objetivos........................................................................................................................... 6

Objetivo General ........................................................................................................... 6

Objetivos Específicos ................................................................................................... 6

Marco Teórico .................................................................................................................. 7

Capítulo I .......................................................................................................................... 7

Definición ......................................................................................................................... 7

Inequidad ...................................................................................................................... 7

Desigualdad .................................................................................................................. 7

Género ........................................................................................................................... 7

Igualdad de género ........................................................................................................ 8

Equidad de género ........................................................................................................ 9

Inequidad social ............................................................................................................ 9

Inequidad de género ...................................................................................................... 9

Violencia de género .................................................................................................... 10

Capítulo II ....................................................................................................................... 11

Etiología ......................................................................................................................... 11

1. Etiología histórica: Modos de producción .............................................................. 11

2. Etiología Biológica: La biologización del género .................................................. 14

3. Etiología Social: La construcción social del género ............................................... 15


4. La publicidad .......................................................................................................... 20

Capítulo III ..................................................................................................................... 22

Tipos de inequidad de género ........................................................................................ 22

Inequidades políticas ................................................................................................... 22

Inequidades económicas ............................................................................................. 22

Inequidades sociales ................................................................................................... 32

Inequidades culturales ................................................................................................. 44


Introducción

La inequidad de género ha sido uno de los obstáculos sociales más antiguos no


sólo en el Ecuador sino en todo el mundo, incluso en los países más avanzados, a pesar
de políticas fuertemente enfocadas en el género, aún existen marcadas brechas entre
hombres y mujeres.

Se puede determinar que existen muchos campos en los que la inequidad de


género está inmersa como en la nutrición, la educación, economía participación
ciudadana, acceso a la salud y poniendo un poco de énfasis en la salud sexual y
reproductiva.

El origen de esto es la división tradicional del trabajo que determina la posición


del hombre en la esfera de lo productivo y público y la de la mujer en lo reproductivo,
doméstico y privado. Las mujeres han sido discriminadas en cuanto a su participación
en el mercado laboral, con menor salario y desigual acceso a la toma de decisiones en
las esferas económicas y políticas, pesando sobre ellas, además, un trabajo "invisible" y
no valorado.

Hacemos un breve análisis sobre la inequidad de género, que hace relación a


cómo hombres y mujeres son tratados en la sociedad de manera desigual, lo que se
refleja en el hecho de que las mujeres tienen menos ingreso, menos poder, menos
prestigio y menos libertad personal.

Esta inequidad de género asoma, sobre todo, muy marcada en el ámbito del
trabajo y en el mundo de la política. La discriminación de las mujeres puede
manifestarse en el hecho de que, a pesar de realizar trabajos similares, las mujeres
reciben menor remuneración, tiene menor estabilidad y menos posibilidades de ascenso,
a pesar de que las mujeres constituyen más de la mitad de la población, tienen una nula
o mínima representación en las instituciones gubernamentales.

Ahora, estas inequidades existentes pueden mantenerse y profundizarse, o


reducirse, según el carácter de las políticas, programas, proyectos y acciones de los
gobiernos. Para lograr una reducción, por tanto, es necesario que estos tengan un
enfoque de género.
Justificación

El tamaño de la población que está siendo afectada por la inequidad de género es


alto como la falta de información sobre ella en el contexto ecuatoriano. En el 2011
Ecuador está en el puesto 45, cinco más abajo que en 2010, y 22 más abajo que en 2009,
una de las razones por las cuales Ecuador descendió en el ranquin de equidad de
avances y retrocesos de la equidad, fue la reducción del número de mujeres que
participan en la política ecuatoriana, ya sea por elección popular o por nombramiento
directo, así como su participación económica en general.1

Para dar respuesta a esta realidad y en consonancia con su ya larga preocupación


por la equidad en materia de salud, la OMS, como asunto de política y buena práctica en
salud pública, se propone integrar las consideraciones de género en todas las facetas de
su labor.2

A pesar de que Ecuador es considerado como un país de Desarrollo Humano


Alto según la clasificación 2010 del último Informe sobre Desarrollo Humano
publicado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), las
desigualdades en el país son alarmantes. El área rural e indígena sigue estando
desprotegida y sigue luchando por sus Derechos, entre los cuales se encuentran
ineludiblemente los Derechos de las Mujeres. En este sentido son especialmente
preocupantes las situaciones de violencia de todo tipo que se viven tanto en el ámbito
urbano como en el rural.

Empezando con la nueva Constitución ratificada el 28 de septiembre de 2008


hasta el nuevo Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013 donde desde los Proyectos
Bilaterales de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo) han colaborado para la transversalización de género. El marco formal está
dado, queda ahora el reto de que esos avances formales se traduzcan en una verdadera
igualdad entre mujeres y hombres.3

1
Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011, Foro Económico Mundial
2
Política de la OMS en materia de género (2002)
3
Plan de acción de GENERO EN DESARROLLO de la cooperación española en Ecuador 2011-2014
http://www.upec.edu.ec/dmdocuments/DESCARGASUPEC/PlanGeneroenDesarrollo2011-2014.pdf
Objetivos

Objetivo General

 Identificar mediante un análisis investigativo cuales son los factores que


determinan con mayor influencia la inequidad de género.

Objetivos Específicos

 Describir los tipos de inequidad de género que se presentan en los individuos y


en la sociedad.
 Analizar cuál es la incidencia y prevalencia de la inequidad de género en un
estudio específico.
 Determinar medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria que ayuden
en la disminución de la inequidad de género y ayuden a prevalecer la equidad.
Marco Teórico

Capítulo I

Definición

Inequidad

“La inequidad es la falta de equidad que surge como producto de la

concentración de poder en unas clases sociales, o en ciertos grupos étnicos o en

uno de los géneros; es decir, es la característica inherente a una sociedad que

impide el bien común, e instituye la inviabilidad de un reparto humano que

otorgue a cada quien según su necesidad y le permita aportar plenamente según

su capacidad...” (Breilh, 2002, p.6)

Desigualdad

“La desigualdad, en cambio, es una expresión observable típica y grupal de la

inequidad; expresa un contraste —de una característica o medida— producida

por la inequidad...” (Ibíd.)

Género

Según Gómez (2002, p. 328):

“Hace referencia al significado social de la diferencia biológica entre

los sexos, este significado se asocia con la construcción social de esferas de

actividad masculinas y femeninas, cuya diferenciación se traduce en asimetrías

institucionalizadas entre hombres y mujeres en el acceso a los recursos y en el

poder sobre ellos. El objeto de interés en materia de género no son la mujer o el

hombre, sino las relaciones de desigualdad social entre ellos y el impacto que

esta desigualdad ejerce sobre la vida de las personas”.


Según Barbieri (1993, p. 149):

“Los sistemas de género/ sexo son los conjuntos de prácticas, símbolos,

representaciones, normas y valoraciones sociales que las sociedades elaboran a

partir de la diferencia sexual anatomo-fisiológica y que dan sentido a la

satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de la especie humana y

en general al relacionamiento entre las personas”.

Según Gómez (2013, p.61- 62):

“Es una realidad compleja basada fundamentalmente en el conjunto de

atribuciones culturales que se vierten sobre el sexo biológico. Se trata de las

características y rasgos considerados apropiados para hombres y para mujeres

conforme una ideología dominante (…) el cual tiene dos vertientes: la primera

son los contenidos socioculturales que se refieren a los constructos

“masculinidad” y “feminidad”; la segunda la experiencia personal que cada

persona tiene su proceso de sexuación (…)”.

Por lo tanto, el género es un conjunto de creencias, rasgos personales, actitudes,

sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian a hombres y mujeres a

través de un proceso de construcción social que tiene varias características: ser un

proceso histórico y establecer una relación jerárquica”, es decir de poder de los hombres

sobre las mujeres.

Igualdad de género

Se entiende una situación en la que mujeres y hombres tienen las mismas

posibilidades, u oportunidades en la vida, de acceder a recursos y bienes valiosos desde

el punto de vista social, y de controlarlos. El objetivo no es tanto que mujeres y


hombres sean iguales, sino conseguir que unos y otros tengan las mismas oportunidades

en la vida. Para conseguirlo, a veces es necesario potenciar la capacidad de los grupos

que tienen un acceso limitado a los recursos, o bien crear esa capacidad (UNESCO, s.f.

p. 105).

Equidad de género

Se entiende el trato imparcial de mujeres y hombres, según sus necesidades

respectivas, ya sea con un trato equitativo o con uno diferenciado pero que se considera

equivalente por lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las

posibilidades. En el ámbito del desarrollo, el objetivo de lograr la equidad de género, a

menudo exige la incorporación de medidas específicas para compensar las desventajas

históricas y sociales que arrastran las mujeres (Cortez, 2006).

Inequidad social

Expresa las contradicciones sustanciales de poder que enfrentan los grupos

existentes en una sociedad. Contradicciones que determinan tres procesos

interdependientes, donde la apropiación y reproducción del poder ocurre, así mismo, en

tres dominios de distinta generalidad y peso determinante que son: las relaciones

sociales (de clase) dadas por la ubicación de propiedad en la estructura productiva; las

relaciones etno-nacionales que existen y las relaciones de género (Breilh 1996 ).

Inequidad de género

Es la concentración del poder en uno de los géneros, lo cual desencadena la

desigualdad de lo mismo, y abarca varios aspectos relativos al tratamiento que se le da

a una persona dentro de una sociedad dependiendo de su género. Este tipo de


diferenciaciones suelen estar definidas por el papel que en determinada cultura se le

otorga a una persona en función de su género. En este sentido se puede hablar de

patriarcado o matriarcado cuando el papel de dominio y gobierno en una sociedad recae

sobre la figura del hombre o de la mujer, respectivamente (Blázquez, 2001).

Violencia de género

Las Naciones Unidas (2008) definen la violencia contra la mujer como "todo

acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico,

sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o

la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la

privada".
Capítulo II

Etiología

Las causas que han generado inequidad de género, desde tiempo remotos hasta

la actualidad no han variado, todas las cusas se ven cimentados en intereses de grupos

de poder, en el sistema capitalista y el gobierno como principal facilitador o inhibidor

de la inequidad en género. Además la vida de las mujeres en las sociedades

inequitativas se construye en un proceso de distribución desigual del poder. No sólo del

poder que controla la propiedad y el uso de las riquezas materiales, sino del poder que

se requiere para definir y expandir la identidad, los proyectos y los sueños. Aunque son

muchas las teorías que intentan explicar la inequidad de género, el conocimiento de sus

causas precisas sigue siendo escaso; no obstante es de conocimiento general que existe

en la mayoría de las sociedades mayor falta de equidad en mujeres que en hombres y

por es necesario precisar las causas que la generan.

1. Etiología histórica: Modos de producción

Modo de Producción Primitivo: División sexual del trabajo.

Según Evelyn Reed (1984, p. 45).

"La ausencia de competitividad sexual en la naturaleza fue una de las razones

que permitieron a las mujeres tener un papel determinante en la creación de un

sistema social carente de relaciones competitivas destructivas”

El Patriarcado.
“La base objetiva sobre la que descansa el patriarcado… es fundamentalmente,

el control que los hombres ejercen sobre la fuerza de trabajo femenina, pero en sociedad

donde se acumule un excedente apropiable y tienda a concentrarse el poder” (Breilh,

1996 pág. 88-89).

La división sexual de trabajo y la acumulación masculina de excedente y poder,

son procesos que existieron antes del surgimiento de las clases sociales, y que persisten

en las formaciones socialistas. Se puede aseverar que, de todos modos, en la sociedad de

clases las fuentes de acumulación del poder de género y del poder de clase son las

mismas, el origen del poder patriarcal y del poder clasista es el mismo y esas dos formas

del poder se alimentan mutuamente.

La exclusión sistemática y predominante de las mujeres del dominio sobre los

recursos productivos esenciales y la formación de una cultura patriarcal que restringe y

controla la sexualidad femenina mediante la camisa de fuerza instituida de nexos

opresivos dados en el patrón clásico de la familia, están ligados a la opresión social

global. El patriarcado, por tanto, tiene una base material que organiza la reproducción

de la especie, la sexualidad, los comportamientos y normas, la crianza de los hijos y un

conjunto de construcciones culturales ligadas al Poder, bajo un mismo proyecto

estratégico de control de la propiedad y de los recursos para la reproducción cultural.

“Los hombres criados en estructuras familiares patriarcales en las que se

estimulan los papeles tradicionales de los géneros tienen mayores

probabilidades de convertirse en adultos violentos, de violar a mujeres que

conocen y de golpear a sus compañeras íntimas, en comparación con los

hombres criados en hogares más equitativos” (García, 2000)


Modo de Producción: Feudalismo.

Modo de Producción Capitalista.

Inequidad
social

Inequidad Inequidad
étnica de género

Inequidad social.

Inequidad étnica.

Un enfoque basado en experiencias de opresión y exclusión originadas en la

diferencia por raza— divide artificialmente el mundo femenino en blancas y negras;

termina con la visión centrada exclusivamente en el género; desplaza, de un modo hasta

entonces inimaginable, la centralidad de la diferencia de género; pone en la mesa el

tema de la inequidad racial; por último, derriba la idea de una "cultura femenina"

unitaria, coherente y solidaria y reconoce la existencia de tensión y conflicto en el seno

igualitario de aquel idílico imaginario de las mujeres del mundo. Se pasa de la

consideración exclusiva del género al reconocimiento del binomio género/raza, ambos

postulados como diferencias colectivas que exigen ser equitativamente consideradas y

de modo articulado en los estudios y en las luchas (Pierucci, 1999)


2. Etiología Biológica: La biologización del género

En la identificación de las personas (masculino o femenino) en base a su sexo, se

toman en cuenta una serie de diferencias sexuales y biológicas en hombres y mujeres

que son atributos al fenotipo del ser humano (conjunto de caracteres visibles que un

individuo presenta como resultado de la interacción entre su genotipo y el medio);

provocando la diferenciación del poder y dominio sobre el ámbito familiar, educativo,

social, político, y cultural, porque de alguna u otra manera esto influye en la

subjetividad individual y colectiva.

Según Breilh (1996, p. 25:

“Los diferentes atributos del fenotipo femenino y masculino, como las que se

refieren a sus distintas capacidades ergonómicas y osteomusculares, las

diferencias del psiquismo básico y del sistema límbico de regulación de las

emociones, las diferencias de sus órganos y funciones reproductivas y de la

sexualidad, por ejemplo, determinaron roles distintos frente a la sociedad,

papeles diferentes ante la producción y una ubicación estratégica desigual

respecto a la captación y control de los excedentes y el dominio social. Así se

dio un proceso dialéctico entre la parte animal de las diferencias de sexo y la

diferencia histórica social de las diferencias e inequidades de género. De ese

modo, las disimilitudes genotípicas y fenotípicas devinieron en diferencias

fundamentales de poder y dominio sobre todos los ámbitos de la reproducción

social: el trabajo, la vida familiar y cotidiana, el quehacer político y la

capacidad para incidir en las ideas, en la cultura y en la subjetividad”.

Tabla 1: Diferencias entre Sexo y Gènero


Sexo Género
Hecho biológico/natural Hecho cultural/ social
Características biológicas (anatómicas, Características que la sociedad y la
biológicas, hormonales, etc.) cultura atribuyen a cada sexo
Mujer/Hombre
Hombre/Mujer
Femenino/Masculino
Universal Contexto/Histórico

Adquirido al nacer Aprendido

Fuente: Mora, L (diciembre 2006). Igualdad y Equidad de Gènero: Aproximación

Teórico-Conceptual. Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFDA)

3. Etiología Social: La construcción social del género

Esta construcción biológica del género conlleva al fortalecimiento de unan

concepción subjetiva del hombre y la mujer, originando la aparición de construcciones

ideológicas sobre la feminidad y la masculinidad, y por ende, los roles que se asumen

como propios de cada género y que se permiten, y las opciones de desarrollo de los

mismos que la sociedad hace posibles, así como las formas de entender la

heterosexualidad u homosexualidad corresponden a las relaciones de género que, que en

definitiva son relaciones de poder.

En el nivel general de la sociedad se descubren esos patrones de género, los

cuales se realizan y reproducen en las relaciones interpersonales, no sólo del hogar, sino

del ámbito de trabajo, en las actividades culturales y en el campo del quehacer político.

Ideologías

Según las construcciones socioculturales mencionan que se valoran de manera desigual

las características biológicas de los sexos, y con base en esta desigualdad se ha

adjudicado un conjunto de prácticas, ideas y representaciones sociales que

aparentemente son “inherentes” a lo masculino y lo femenino. (Mora, 2010, p.37).

Ideologías tradicionales.

Según Finkler (1997) señala que las ideologías tradicionales refuerzan la

dependencia económica de la mujer con respecto al hombre, los conceptos sobre su


papel en el hogar, su inferioridad social y la forma en que estas ideologías se transmiten

también a través de la práctica biomédica (Rosa, septiembre-diciembre 2010).

Ideologías sexuales.

Además se habla de un tipo de ideología que ha influido en el proceso de

inequidad de género, como las ideologías sexuales que sirven para legitimar o justificar

derechos, responsabilidades, restricciones, recompensas diferentes y desiguales para

hombres y mujeres, estas van a ser más estables y resistentes al cambio, debido a su

amplio arraigamiento en la sociedad dada la estratificación de los sexos, las ideologías

sexuales suelen legitimar la autoridad masculina sobre las mujeres, sobre todo en las

principales religiones del mundo. Entonces en general, las ideologías sexuales asignadas

a las mujeres menos responsabilidades y más restricciones a los hombres. Sus

recompensas son más simbólicas y sus derechos son de protección, mientras que los

derechos de los hombres son más reales y positivos (Seltzman, 1989 p. 83).

De esta manera vemos que las ideologías sexuales implantadas en la sociedad

son de bastante influencia, generando una estratificación proclive hacia los hombres,

con una mirada a la mujer de subordinación.

Sistema de género.

Es la forma en que las sociedades simbolizan al cuerpo sexuado y sus usos para

articular y ordenar las relaciones sociales. Del sistema de géneros se derivan tres

ideologías dominantes que sustentan la opresión del género (Ortiz, 2004):

Estereotipos de género.

Son el “deber ser” en función del sexo definido por cada una de las sociedades e

incluyen un conjunto de creencias, prescripciones, reglas, expectativas y atribuciones —


la mayoría de las veces implícitas— de cómo deben ser hombres y mujeres, es decir,

definen lo que significa lo masculino y lo femenino.

Según Seltzman (1989)

“los estereotipos son construcciones sociales, que se ha incluido en el

género, que dotan a los hombres y a las mujeres de características o cualidades

sexuales específicas, vistas las mujeres como parte de la procreación, de la

alimentación; y los hombres como parte de las principales fuentes de

producción”.

Tabla 2: Estereotipos de género


Hombre: Masculino Mujer: Femenina
Estereotipos
Objetivo Subjetiva
Camisa, pantalón, zapatos Blusa, faldas, tacos(colores
Vestido
formales (color oscuros) claros)
Fuerza, pragmatismo y Ser caritativa, cooperadora e
Usos del cuerpo
competitividad. influenciable.
Independencia, racionalidad,
egoísmo, agresividad; ser
Ademanes Fragilidad y delicadeza
impositivo, dominante y
activo.
Mayor expresión corporal
Posturas Poca expresión corporal
(caminar, sentarse, pararse )
Dependencia, inseguridad,
sentimentalismo,
Confianza, seguridad y expresividad afectiva y
Porte
virilidad emocional, ternura,
sumisión, pasividad,
debilidad.
Androcentrismo.

Es la superioridad de lo masculino sobre lo femenino. Por lo tanto, los géneros

deben mantener una relación asimétrica entre sí, siendo lo masculino superior a lo

femenino. De esta manera, las características, actitudes y valores considerados

masculinos son evaluados de forma positiva y los individuos que los poseen tienen

un status superior, mientras que los símbolos definidos como femeninos son devaluados

o por lo menos vinculados con la ambigüedad o la dualidad.


Tabla 3: Androcentrismo
Hombre/Masculino Mujer/Femenino
Esfera del Mercado Esfera del Cuidado
Espacios definidos Esfera pública Esfera doméstica -
Cultura privada Naturaleza
Mayor valoración Menor valoración
Mayor reconocimiento y Menor reconocimiento y
Valoración social , prestigio social acceso a prestigio
estratificación de Predominio en posiciones Menor acceso a
género de poder posiciones de poder
Mayor acceso a toma Restricciones en la toma
decisiones de decisiones

Fuente: Mora, L (diciembre 2006). Igualdad y Equidad de Gènero: Aproximación

Teórico-Conceptual. Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFDA)

Heterosexismo.

Es el sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma de

conducta, identidad, relación o comunidad diferentes de las heterosexuales.

Por lo tanto, el sistema de géneros tiene dos dimensiones: a) la simbólica, que

hace referencia al conjunto de significados culturales atribuidos en función del sexo, y

b) la dimensión normativa, en tanto que tal conjunto de significados articula y ordena

las relaciones entre los sexos y en el interior de los sexos al determinar los límites de los

comportamientos que se consideran válidos.

Además, lo anteriormente mencionado determina la identidad de género de una

persona, y adicionalmente esta última, conlleva al establecimiento de roles de género,

que inmersos en nuestro contexto social, generan la inequidad de género en el ámbito

político, social, económico y cultural, cuya mayor evidencia son las desigualdades de

gènero.

Según Ortiz (2004):

“La identidad de género se refiere a la experiencia subjetiva de pertenencia a

uno de los géneros (“soy femenina”, “soy masculino”) e incluye las ideas,
actitudes, deberes y prohibiciones o límites de lo que significa pertenecer a un

género o al otro.”

Según Lagarde (1994: 403):

La identidad femenina es:

“La autoidentidad femenina tiene una marca común construida en el cuerpo: los

haceres, el sentido y el fin de la existencia, están en la vida de otras/os, en el

vínculo con otras/os. Cada mujer debe ser cuerpo que vive para otras/os”

(Herrera & Rodríguez, 2007, p.170)

La identidad masculina es:

“el cuerpo masculino contiene subjetividad de un ser poderoso, no anclado,

con un amplio espectro de haceres, dueño de sus creaciones, libre. Ser hombre

es ser para sí en su mundo” (Ibíd.).

Según Ortiz (2004), el rol de género.

“Conjunto de normas o expectativas culturalmente establecidas que definen la

manera en que las personas de un género deben comportarse”.

Tabla 3: Roles de género


Hombre/Masculino Mujer/Femenino
Trabajo reproductivo no
Trabajo productivo
remunerado
remunerado
“Dueña de casa”/ “Madre-
Proveedor
esposa”
Ser para sí
Ser para otros
Sujeto
Objeto

Fuente: Mora, L (diciembre 2006). Igualdad y Equidad de Gènero: Aproximación

Teórico-Conceptual. Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFDA)

Normas.

Las normas que entretejen la inequidad de género, tenemos las normas sexuales,

estas especifican conductas particulares para hombres y mujeres, independientemente de


la clase social se espera que las mujeres casadas que cumplan con los roles de

alimentación asociados con la familia e incluso cuando sus familias tiene dinero

suficiente para para contratar un servicio (Seltzman, 1989 p. 83).

4. La publicidad

La publicidad en los medios de comunicación generará inequidad de género

cuando trate de manera estereotipada la labor de hombres y mujeres, cuando se alimente

de los tópicos que alrededor del género existen y cuando este degrade a las mujeres.

La publicidad que se transmite a través de los medios de comunicación

coadyuva a reforzar y canalizar los diversos estereotipos sociales que aparecen como

funcionales a los requerimientos de la estructura de poder. En tal sentido, la publicidad

afirma y reproduce estereotipos de género, asignando, principalmente, valores

domésticos y sexuales a las mujeres, o más específicamente a lo femenino (Quintana,

abril 2014).

Según Sánchez (2002), los elementos connotativos y denotativos del mensaje

publicitario se encuentran en intima asociación con las características y circunstancias

políticas, culturales y sociales que vive un colectivo en un momento determinado.

(Espín., Marín., Rodríguez. 2004).

Martínez (2000) menciona que persisten los estereotipos tradicionales sobre el

rol de género femenino en la representación que se hace de la mujer en los diferentes

medios de comunicación. En general, continúan devolviéndonos una imagen tradición y

estereotipadas de las mujeres. (Espín., Marín., Rodríguez. 2004).

Mediante el uso del cuerpo de las mujeres, la publicidad perpetúa y refuerza la

asociación de ellas a las tareas y labores domésticas y maternas. De esta manera se

promueve, la asociación de productos de hogar a valores calificados de femeninos como


la delicadeza, el cuidado, la fragilidad, entre otros. De igual modo, la consideración de

los cuerpos de las mujeres como objetos sexuales dispuestos al deseo masculino,

provoca la cosificación de la mujer como mercancía sexual de deseo y placer, para

consumo del hombre (Quintana, abril 2014).

Entonces, las mujeres son objetos valiosos para la publicidad, y sobre todo,

objetos sexuales, o cuidadoras, no en cuanto a sujetos de derechos, con nombre y

opiniones propias (Subirats, 1998).

Esto se evidencia en la fragmentación del cuerpo de la mujer, al mostrar

solamente piernas, caderas, busto y boca, así como su exposición voluptuosa para la

mercantilización de una serie de artículos, incluyendo su exposición para objetivos

meramente sexuales. También, se observan representaciones de subordinación del

género femenino, ante el género masculino. Todos estos casos, constituyen mecanismos

efectivos para despojar a las mujeres de su dignidad humana.

Por lo tanto, al ahondar en la publicidad encontramos que la inequidad de

gènero, denigra más a la mujer, porque son tratadas como objeto y no sujeto.
Capítulo III

Tipos de inequidad de género

Inequidades políticas

Poder y toma decisiones.

Mujeres en puestos de elección popular.

En cuanto a puestos de elección popular en las diferentes dignidades y procesos

electorales, las mujeres han alcanzado el 24,6% en las elecciones del año 2000, el

21,1% en las elecciones del 2002, el 26,5% en las elecciones del 2004, el 26,4% en las

elecciones del 2006 y el 23,3% en las elecciones del 2009, en cumplimiento de lo

establecido en la Ley de Cuotas. Pese a la cuota con alternancia y secuencia, el avance

de la participación política electoral no logró una presencia significativa.

Gráfico 1: Porcentaje de mujeres en puestos de elección popular, por años.

Fuente: INEC, CONAMU (2005) y Consejo Nacional Electoral 2009

Respecto a los cargos de la función legislativa, la denominada Ley de Cuotas del año

1998, marcó una tendencia en cuanto a la participación política de las mujeres en este ámbito.

A partir de la aplicación de este marco legal, la incorporación de las mujeres registra valores

importantes, si se analiza respecto a los años 90. Para el proceso electoral del año 2009, este

porcentaje correspondió al 32,3% del total de asambleístas electos, mientras para el año 2013,

ésta fue del 40,15% (CNE, 2013).


Gráfico 2: Participación de mujeres en la función legislativa (en porcentaje), años

1990-2013.

Fuente: Archivo de la Función Legislativa y Friedenberg, obtenido de

http://www.flacsoandes.org/generoycultura/?cat=45), y Consejo Nacional Electoral

2013.

Mujeres en cargos públicos de designación.

Respecto del acceso de las mujeres a cargos públicos de designación, se observa

que en el gabinete ministerial, desde el año 2007 se incrementa la participación

femenina, siendo el año 2010, el que presenta una mayor participación de las mujeres en

las Secretarías de Estado.

Gráfico 3: Mujeres integrantes en el gabinete ministerial.


Fuente: Presidencia de la República.

También, en otros ámbitos se constata avances, para el año 2012, por ejemplo,

en la Corte Nacional de Justicia la participación femenina corresponde al 42,9%, en el

Consejo de Participación Ciudadana y Control Social el 57,1% y en el Consejo

Nacional Electoral el 40,0% nivel de autoridades, como resultado de la aplicación de

medidas de acción afirmativa establecidas por la Constitución y las leyes, así como por

la decisión política de las autoridades.

Mujeres en otros.

Existe un déficit de registros oficiales que den cuenta de la participación política

de las mujeres en otros espacios de decisión. No existe información sobre sindicatos,

gremios profesionales, artesanales, organizaciones sociales, cámaras empresariales que

tengan desagregado por sexo las listas de sus integrantes, así como la conformación de

sus directivas y en el caso de tenerlas, no están actualizadas, ni de acceso público. Por

ejemplo, en el MIES se viene registrando hasta la fecha, a las organizaciones de

mujeres. Su registro está desconcentrado en cada zona y no se cuenta con un estimado

nacional.
Inequidades económicas

El capitalismo, un modo de producción salvaje que conduce al menoscabo de lo

humano (disminución del valor humano) porque desde las esferas del poder se difunde

una arrogante visión de desarrollo, caracterizada por: empresarial-autoritaria, occidental

y androcéntrica; un enfoque que desdeña el interés colectivo, la participación popular, la

pluralidad cultural y las auténticas necesidades de género. Ese enfoque gira alrededor

del crecimiento económico, del progreso tecnológico y de la primacía de una lógica

competitiva y eficientista, que son consustanciales a la reproducción del aparato

empresarial en manos de los grupos hegemónicos (Breilh, 1996).

La economía desde la epistemología surge de dos dicotomías fundacionales, la

que enfrenta a lo económico versus lo no económico, y la que enfrenta al trabajo versus

el no trabajo (Pérez, 2006). Esta estructura generalizada coloca a las mujeres en estado

de exclusión, al considerarlas como parte de lo no económico y el no trabajo, al separar

en dos esferas: la producción y la reproducción. Supone a la producción como esfera

valorada y a la reproducción como no valorada. La primera responsabilidad “natural” de

los hombres mientras que la segunda, responsabilidad “natural” de las mujeres. Este

posicionamiento reafirma relaciones de reproducción jerárquicas de poder, entre lo

masculino sobre lo femenino.

El trabajo.

Entonces, las desigualdades de género en el ámbito del trabajo son (Quintana, abril

2014):

 El tiempo total de trabajo (trabajo remunerado más trabajo no

remunerado): Las mujeres (tanto del área urbana como rural) trabajan más

horas semanales que los hombres.


Gráfico 4: Tiempo total del trabajo por sexo y área (horas y minutos).

Fuente: INEC – CDT. Encuesta Específica de Uso del Tiempo 2012.

 El tiempo en el trabajo remunerado y no remunerado: Las mujeres dedican

más tiempo al trabajo no remunerado (trabajo doméstico + cuidado de los hijos),

mientras que los hombres destinan más tiempo al trabajo remunerado. Esto,

producto que la división sexual del trabajo, conllevó a que la reproducción de la

vida esté relegada al trabajo doméstico no remunerado, realizado principalmente

por mujeres, mientras que la producción de bienes y servicios mercantilizados, a

través del trabajo remunerado por los hombres.

Gráfico 5: Distribución del tiempo del trabajo remunerado y no

remunerado.
Fuente: INEC – CDT. Encuesta Específica de Uso del Tiempo 2012.

 El tiempo promedio semanal del trabajo no remunerado: Los hombres

destinan menos tiempo a la semana al trabajo no remunerado, en comparación

con las mujeres. Las tareas de cuidado son asumidas principalmente por las

mujeres con menor acceso a recursos, estos pueden deberse principalmente por:

el número de hijas e hijos, carencia de apoyo de servicios e infraestructura,

menores posibilidades de acceso a ingresos propios, entre otros. Esto, limita el

tiempo de las mujeres para realizar otras actividades como: la educación,

necesidades personales, tiempo libre, actividades que permitan mejorar su

calidad de vida.

Gráfico 6: Tiempo promedio semanal de trabajo no remunerado.


Fuente: INEC – CDT. Encuesta Específica de Uso del Tiempo 2012.

En general, la participación de las mujeres en los procesos económicos está

orientada a actividades reproductivas y de mantenimiento del hogar, a producir bienes y

servicios para la sostenibilidad de la familia; labores que no son remuneradas en su

totalidad. Mientras que, los hombres tienen mayor participación en actividades

organizacionales, trabajo comunitario, mingas, reparación y mantenimiento y una mayor

intervención en el trabajo remunerado, constatándose una reproducción de los roles de

género asignados socialmente a hombres y mujeres.

Producción y Empleo

Según los datos de la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo (INEC,

2013) la Tasa de Participación Global de las mujeres en el período 2007-2013, oscila

entre el 47,6% y el 42,5%; mientras que para los hombres es del 70,2% y el 65,1%

respectivamente.

Gráfico 7: Indicadores de mercado laboral, población de 10 años y más, según sexo


Fuente: INEC-Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo - ENEMDU-

Diciembre 2007-2013.

Aproximadamente, la mitad de la población femenina en edad de trabajar, está

articulada a procesos productivos, a pesar de que esta participación ha crecido

paulatinamente, todavía existe un gran rezago respecto a la participación de los

hombres.

Igualmente, la Tasa de Ocupación Global de mujeres ha crecido de manera

progresiva en los últimos años; así mientras en el año 2007 fue del 92,4% para el 2013

llega a ser del 93,9%, a nivel nacional. Situación contraria sucede con las tasas de

desempleo en los últimos 6 años éstas tienden a la baja; sin embargo, las tasas de

desocupación son más altas para las mujeres, respecto a sus pares varones.

La inserción en el mercado laboral para las mujeres depende en mayor medida

del nivel de educación. Para el año 2013, a nivel nacional hay un 24.9 % de mujeres con

educación superior dentro de la PEA ocupada, frente a un 16.9 % de hombres en igual

condición. En el área urbana, la tendencia se mantiene con 32.6% para las mujeres

frente al 24,3% de los hombres, análogamente en el área rural los hombres representan

el 3,9% y las mujeres el 6,9%. (INEC, 2013). Pero, si bien la Tasa de Ocupación Global

es alta, bajo la condición de ocupados plenos17 el 47,0% son mujeres, mientras que los

hombres el 58,9%, y bajo la modalidad de subempleo el 52,6% son mujeres y el 40,8%

son hombres (INEC, 2013), En caso de los desocupados (as), porcentualmente se ubican

en 6.1% mujeres y 4.0% hombres.


Gráfico 8: Indicadores de mercado laboral, población de 10 años, según sexo y

porcentajes.

Fuente: INEC-Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo - ENEMDU-

Diciembre 2013.

La articulación de las mujeres al mercado laboral está centrada en su mayoría en

torno al subempleo. Si esta tendencia comparamos con la categoría ocupacional, el 34%

de las mujeres están bajo la categoría de cuenta propia. Existe un mayor porcentaje de

subempleo en las mujeres del sector rural (85,3%) en comparación con las mujeres del

área urbana (49,8%).

Respecto a los niveles de desocupación, el 6,1% son mujeres; mientras el 4,0%

son hombres (INEC, 2013). Esta situación evidencia las relaciones desiguales y de

desventaja en el mercado laboral por género. La participación de las mujeres en el

ámbito económico, en la actualidad, tiene avances importantes; sin embargo, falta

mucho para el cumplimiento cabal del principio de igualdad de derechos, deberes y

oportunidades.

Ingresos

Una de las brechas de desigualdad más relevantes entre hombres y mujeres son

los ingresos monetarios. Según el INEC (2013) las mujeres, en general, perciben el
79.1% de ingresos en relación a los hombres, como se muestra en la Tabla N°13. Las

mujeres del área rural son las que más desventaja tienen, el porcentaje de desigualdad es

del 72,9% respecto a sus pares masculinos.

Gráfico 9: Ingreso promedio de la ocupación según área y sexo, en dólares.

Fuente: INEC, Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo - ENEMDU-

Diciembre 2013.

Según área territorial, datos comparativos del 2003 en relación al 2013, muestran

que la brecha del ingreso tiene una ligera tendencia a una mejoría, sobretodo en el área

rural, donde la brecha se redujo de 52,9 al 27,1 puntos, como se aprecia en el Gráfico

N°25; en cambio, en el área urbana pasó de 33,0 a 23,2 puntos. Existe una relación

directa entre los niveles de estudio y los ingresos; las mujeres con niveles de instrucción

superior/postgrado, son las que se posicionan mejor remunerativamente, aunque siguen

por debajo del promedio masculino (INEC, 2013).

Gráfico 10: Brecha de ingresos en la ocupación, según área.


Fuente: INEC, Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo - ENEMDU-

Diciembre 2013.

Inequidades sociales

La educación y conocimiento.

Analfabetismo: Es un indicador que permite identificar las desigualdades en el

acceso, permanencia y culminación del proceso educativo en base a prejuicios de

género, edad, discapacidad, por pertenecer a pueblos y nacionalidades, o por situaciones

de movilidad humana.

A nivel nacional, la tasa de analfabetismo en las mujeres es mayor a los hombres

(pero no significativamente). Sin embargo, analizando este indicador por ubicación

geográfica, encontramos que las mujeres del área rural contemplan altas tasas de

analfabetismo, en comparación con los hombres.

Gráfico 11: Tasas de analfabetismo según área y sexo.


Fuente: INEC, Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo - ENEMDU- Diciembre

2013.

De acuerdo a la desagregación por etnia, se evidencia que las mujeres indígenas

tienen una mayor tasa de analfabetismo, seguid de las mujeres montubias,

afroecuatorianas, mestizas y las blancas.

Gráfico 12: Tasas de analfabetismo, según etnia y sexo.

Fuente: INEC- Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo, Diciembre

2013
Deserción escolar: Según el Ministerio de Educación (2009), la deserción

escolar es mayor en las niñas (alrededor de los 10 años), en comparación con los

hombres. Esto, producto de factores de discriminación de género, los cuales determinan

que alrededor esta edad, las niñas comienza a asumir responsabilidades de trabajo no

remunerado como; la realización de actividades domésticas, y el cuidado de hermanas

y hermanos menores y personas mayores de la familia.

Educación Superior: En la Universidad Central del Ecuador, la segunda más

grande del país, en el período 2010-2011, el 61,8% (28.859) de estudiantes son mujeres,

mientras que, el 38,2% (17.751) son hombres (UCE, 2011).

De esto, es relevante considerar que la feminización de la matriculación está

vinculada a materias relacionadas con el cuidado y áreas administrativas, denotando que

aún se mantiene la selección de carreras bajo una matriz sexo-genérica.

Entonces, se puede evidenciar que la mayor presencia de las mujeres se orientan

hacia las Ciencias Administrativas, Ciencias Médicas, Filosofía, Letras y Ciencias de la

Educación, en cambio, en los hombres la tendencia es hacia carreras más cuánticas-

ciencias duras- como: Ingeniería en Ciencias Físicas y Matemática, Geología y Minas,

Ciencias Agrícolas y Artes.

Tabla 1: Porcentaje de estudiantes de pregrado por carreras, según facultad y sexo

Universidad Central del Ecuador, año 2011.


Fuente: Universidad Central del Ecuador, 2011.

A nivel de posgrados existe la misma tendencia, no sólo en cuanto a la mayor

presencia femenina, sino también en cuanto a la orientación profesional (UCE, 2011).

Esto básicamente, obedece a profundos patrones culturales androcéntricos,

preestablecidos por la sociedad que cataloga a las mujeres con una vocación “natural”

hacia las profesiones que tienen que ver con la: familia, salud, educación, en relación

horizontal, con el ámbito doméstico y las capacidades administrativas innatas.

Gráfico 13: Carreras a nivel de posgrados en porcentajes según sexo.


Fuente: Universidad Central del Ecuador, 2011.

Información levantada por el CEAACES (2012), muestra que un ámbito que

sigue absolutamente masculinizado dentro de la educación superior, es la docencia

universitaria, apenas, el 27% de docentes universitarias son mujeres, mientras el 73%

son hombres, se demuestra que existe una brecha muy profunda de género, que refleja la

inequidad en el ámbito académico.

Gráfico 14: Participación de las mujeres en el sistema de educación, según

personal docente.
Fuente: Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la

Educación Superior, CEAACES, 2013.

La mayor brecha de género que se advierte en la educación superior se refiere a la

escasa participación de mujeres en puestos de decisión a nivel de rectorado, decanatos.

Una posible explicación de este fenómeno es que para las mujeres es difícil conciliar el

trabajo remunerado con el trabajo no remunerado. Además, de las estructuras de poder

androcéntricas que priman en los espacios académicos. Las mujeres mayoritariamente

se encuentran en el ámbito administrativo del sistema de educación superior.

Entre algunas regularidades sobre la situación social de las mujeres, se pueden

resaltar la agudización de varios procesos combinados (Breilh, 1996):

a. Un incremento de la proporción de hogares en los que existe jefatura femenina, pero

sin los soportes jurídicos y salariales que tienen los varones.

b. Una expansión del trabajo femenino de baja calificación.

c. La agudización del peso de la triple carga de actividad femenina para supervivencia

-la del trabajo insertado, la de la práctica doméstica (incluidas las tareas de gestión

política en el barrio o comunidad) y la de las funciones y tareas de reproducción,

todo aquello sin apoyo masculino.

d. Una migración (inmigración) de fuerza de trabajo femenina.


e. Una feminización de las profesiones que pierden prestigio relativo y de oficios de

alta peligrosidad epidemiológica.

f. Una agudización de la falta de acceso a los bienes de consumo y servicios, tanto

generales, como los específicos de género, que apoyan las tareas reproductivas y de

crianza a cargo de las mujeres (guarderías por ejemplo).

La salud.

Conocimiento y utilización de métodos anticonceptivos.

En el Ecuador, a nivel nacional el 92,5% de las mujeres en edad fértil conoce sobre algún

método anticonceptivo, pero apenas el 49,4% utiliza alguno de ellos. Los métodos más

utilizados por las mujeres son: ligadura 35,7%, píldora 18,5%, ritmo o calendario 15,6%, DIU

13,9%, inyección 9,9%, y solo un 4,3% condón. (INEC–ECV, 2006).

Tabla 2: Conocimiento de métodos anticonceptivos, según tipo y área.

Gráfico 15: Uso de métodos anticonceptivos, según tipo y área.


Fuente: INEC – Encuesta de Condiciones de Vida 2005-2006

Fecundidad.

La tasa global de fecundidad –TGF, la cual corresponde al número de hijos e hijas que

en promedio tiene una mujer en edad fértil, evidencia una tendencia a la disminución a partir

de la década de los ochenta. De acuerdo al Censo de Población y Vivienda del año 1982, el

promedio total de hijos por mujer en el Ecuador era de 5,3 y 2,4 en el año 2010. Este descenso

se aprecia tanto en el área urbana como rural, siendo esta última la que registra mayor

disminución de 4,4 en el 2001 a 2,7 en el 2010. (INEC – Censo de Población y Vivienda, 2010).

En cuanto al uso, se observa que las mujeres del área rural son las que más utilizan

estos métodos, a pesar que los conocen menos que las mujeres del área urbana.

Gráfico 16: Tasa global de fecundidad.

Fuente: INEC - Censos de Población y Vivienda 1982 – 2010.

Mortalidad materna.

En Ecuador la tasa de mortalidad materna nacional, experimenta una importante

disminución hasta el año 2006; no obstante, la tendencia aumenta a partir del año 2009

llegando en el 2012 al 87,15 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos (INEC - Anuario

de Nacimientos y Defunciones, 2012). La crisis económica y financiera de los años 1999-2000,

tuvo repercusiones en el deterioro de los servicios de atención médica a las mujeres, lo que

podría explicar en parte la tendencia al aumento de la mortalidad materna.


Gráfico 17: Tasa de mortalidad materna.

Fuente: Base de datos de nacimientos y defunciones 2012

Morbilidad de las mujeres.

Existe una tendencia marcada a que las mujeres se enfermen por causas vinculadas al

cumplimiento de roles que se asocian a su feminidad. Los embarazos terminados en aborto, la

atención materna relacionada con el feto y con la cavidad; y otras complicaciones relacionadas

con el embarazo y el parto, son las principales causas de morbilidad de acuerdo a las

estadísticas del Anuario de Egresos Hospitalarios 2012 del INEC.

Tabla 3: Diez principales causas de morbilidad femenina, año 2012.


Fuente: INEC - Anuario de Egresos Hospitalarios 2012.

Deporte y recreación.

Aún se mantiene la segregación por sexo en las competencias deportivas de

máximo nivel que se permean hacia la práctica y enseñanza de deportes recreativos y la

cultura física. Lo que conlleva a la falta de políticas deportivas con perspectiva de

género y se omite el principio de igualdad y no discriminación en el momento de

diseñar y gestionar las políticas deportivas, tanto en lo público como en las

organizaciones deportivas privadas. Se reafirman diferencias de trato, se produce una

invisibilidad de mujeres deportistas y de mujeres que participan en la enseñanza,

arbitraje, cuerpo médico y dirigencia del deporte.

Al hacer, un simple recuento de las personas que participaron en los Juegos

Olímpicos del 2012, del total de 36 deportistas, 13 fueron mujeres y 23 hombres, brecha

que se profundiza en cuanto al deporte paralímpico. Respecto a las competencias

deportivas; la diferenciación por sexo se encuentra estereotipada según las pautas

culturales de desarrollo deportivo por sexo. Así, las cifras más altas de participación de
hombres, se registran en el fútbol y básquet masculino, en las últimas décadas se

desarrollan estas prácticas deportivas en el ámbito femenino (Quintana, abril 2014).

En el deporte asociativo y de ocio, tienen menos participación las mujeres

jóvenes y adultas que los hombres jóvenes y adultos. Esto se explica por dos problemas

estructurales determinantes: el acceso al terreno deportivo y las ofertas de horarios, que

son deliberadamente establecidos para privilegiar el deporte masculino, sin tomar en

cuenta la conciliación de estas actividades con la vida familiar y las actividades de

cuidado. Las estructuras asociativas y las federaciones son copadas por los hombres,

mientras que el deporte informal a menudo se muestra como la opción estructural para

las mujeres, por ejemplo la práctica de aeróbicos. La infraestructura deportiva y los

espacios públicos están diseñados para el uso de deportes, que son practicados en su

mayoría por los hombres. En consecuencia se establece una importante disparidad de

acceso a recursos, participación y excelencia.

Por lo tanto, esto evidenciamos en una encuesta realizada por el INEC (2012),

donde se encontró que, a nivel nacional, apenas el 28.7% del total de las mujeres

participan en deportes y ejercicios, mientras que los hombres a nivel nacional bordean

el 71 %. La baja participación de las mujeres en estas actividades, posiblemente se debe

a las labores de trabajo doméstico y de cuidados que realizan en los hogares. Respecto

al esparcimiento, entretenimiento, aficiones, juegos y pasatiempos realizados en casa,

esta brecha se reduce.

Gráfico 18: Participación en actividades relacionadas con deporte y recreación,

según área y sexo.


Fuente: INEC - CDT. Encuesta Específica del Uso del Tiempo 2012.

Ambiente.

El ambiente desde una perspectiva de género está articulado a lógicas diferentes

en el uso, administración y control de los recursos naturales. Las mujeres responden a

una estructura estereotipada de roles, que les asigna al trabajo de cuidados, doméstico

no remunerado y a la producción para el autoconsumo. Según la EUT (INEC, 2012), las

mujeres del área rural tienen una mayor participación en actividades productivas para el

autoconsumo respecto a los hombres, que incluye el manejo y uso de recursos naturales.

Gráfico 19: Distribución de la participación en actividades productivas para

autoconsumo, área rural, según sexo.

Fuente: INEC – CDT, Encuesta Específica de Uso del Tiempo 2012.


Por lo tanto, Se observa que las mujeres tienen mayor participación en

actividades asignadas al ámbito doméstico; mientras que, los hombres realizan

actividades más valorizadas socialmente, como son la caza y pesca.

Inequidades culturales

Analfabetismo digital.

A pesar de la importancia de estar articulados a la tecnología de

información y comunicación digital y en especial al internet, en el Ecuador

existe un alto porcentaje de población que se le considera analfabeta digital. El

analfabetismo digital se refiere al acceso y uso de información y manejo de TIC.

Entonces, a nivel nacional es del 31,1% mujeres y el 24,4% hombres. En el

ámbito rural, las mujeres representan 43,2% y los hombres el 34,4%. En lo

urbano las mujeres son el 24,7% y los hombres el 18,6%, lo que evidencia que

las mujeres rurales presentan las más altas tasas de analfabetismo digital.

Gráfico 20: Tasas de analfabetismo digital, según área y sexo.

Fuente: INEC - Censo de Población y Vivienda 2010.


Capítulo IV
Capítulo V

Epidemiología

Antes de abordar la epidemiología, es necesario recalcar que la inequidad de

género se refiere a la discriminación, que produce problemas de distribución y

problemas de asignación con altos costos para la sociedad. Los problemas de

distribución tienen un impacto directo en la mujer y son compartidos con grupos

vulnerables4.

En Ecuador existen algunos datos sobre la inequidad de género que se producen

en las diferentes áreas de participación. La primera que trataremos es el ámbito de la

Nutrición, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Nutrición

En este punto se hace referencia al modo de nutrición, en base a las preceptivas

tradicionales enfocadas en los roles que deben cumplir cada género, los cuales están

construidos en una estructura patriarcal, es decir, es un tipo de organización social en la

cual la autoridad que la ejerce es el hombre, teniendo el poder prácticamente de todo.

Es por ello que tradicionalmente el hombre debe tener una mejor nutrición para

poder desarrollar todas las funciones principalmente la de generar ingresos económicos,

mientras tanto la mujer se encargaba del cuidado del hogar y por supuesto de los hijos.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT-ECUADOR,

2011-2013), Prevalencia de consumo excesivo de carbohidratos y grasas a escala

nacional, por sexo, grupo étnico y subregión; el 29,7% de hombres consume más

4
En México en el mercado laboral aún es considerable la brecha de género. En el 2008, 80% de los
hombres participan en el mercado laboral y 42% de las mujeres.
carbohidratos y un 28,7% de mujeres lo consume; referente a las grasas hay más

consumo por parte de las mujeres con un 7,2% y los hombres con un 4,8%.

Por lo tanto, como consecuencia de la mala alimentación y distribución, se

genera algunos inconvenientes como:

Desnutrición

El problema en Ecuador no es la falta de disponibilidad de alimentos, es la

inequidad en el acceso a una alimentación adecuada que tiene por factores

educativos y por otra, factores económicos. Según la Unicef Ecuador.

Según la ENSANUT-ECU 2011-2013 en la Población Escolar de 5 a 11 años,

hay 340 000 personas con retardo en talla (desnutrición crónica); en el género femenino

el 14,8% presenta retardo en talla, mientras que un 15% de hombres tiene retardo en

talla.

Obesidad

En la Población Escolar de 5 a 11 años, la Prevalencia de retardo en talla,

sobrepeso u obesidad, según la ENSANUT-ECU 2011-2013, hay 678 000 con

sobrepeso u obesidad; en el género femenino el 27,1% tiene sobrepeso u obesidad,

mientras que en el género masculino un 32,5% presenta sobrepeso u obesidad.

La Prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población de 20 a menos de 60

años, según ENSANUT a nivel nacional hay 62,8% que equivale a 4.876.076 personas

y en la Encuesta de Salud, Bienestar del Adulto Mayor (SABE I, 2010), hay un 59%

equivalente a 682.109 personas, obteniendo un total de 5.558.185 personas con

sobrepeso y obesidad en el país.


Anorexia y Bulimia

Lamentablemente en el Ecuador no existen datos sobre la prevalencia e

incidencia de la anorexia nerviosa y bulimia nerviosa.

A nivel mundial la prevalencia se estima que aumentó ligeramente, alcanzando

alrededor del 0,3% o incluso superado el 2,2%.

La mayor prevalencia de este trastorno es entre los adolescentes del sexo

femenino, aunque Swanson y col, en un estudio de adolescentes de 13 a 18 años

de edad, no han encontrado diferencias significativas a lo largo del tiempo entre

ambos sexos.5

Actualmente con la globalización estos tipos de problemas como son la anorexia

nerviosa y la bulimia nerviosa van aumentando e incluso las edades de inicio son más

tempranas.

La aparición de AN y BN y, en especial, los síndromes parciales, es mayor en la

adolescencia, dada la magnitud de los cambios biológicos, psicológicos y de

redefinición del papel social en esta etapa de la vida, asociada a la

preocupación por el culto a la belleza. En su mayoría, las adolescentes y adultas

jóvenes están entre los grupos con mayor prevalencia de los TCA, aunque la

ocurrencia no es despreciable entre los adolescentes varones, tampoco entre los

niños en edad escolar.6

Educación

5
Portela de Santana, M. (2012). La epidemiología y los factores de riesgo de los trastornos alimentarios
en la adolescencia. Recuperado el 1 de junio de 20116, de SCIELO:
http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v27n2/08_revision_07.pdf
6
Portela de Santana, M. (2012). La epidemiología y los factores de riesgo de los trastornos alimentarios
en la adolescencia. Recuperado el 1 de junio de 20116, de SCIELO:
http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v27n2/08_revision_07.pdf
Nivel de instrucción por área

Según datos del INEC, Censo de Población y Vivienda (2010), en el Nivel de

instrucción por área hay un total de 6.587.844 mujeres y 6.433.378 de hombre, y se

obtiene que;

 Nivel de instrucción; Hay 369.164 (5,6%) mujeres que no presentan

ninguno de los niveles de instrucción, mientras que 285.518 (4,4%)

hombres no tiene instrucción. Generándose una disminución en el género

masculino a diferencia del femenino

 En la Educación Básica existe una diferencia significativa; hay 3.712.921

(56,4%) mujeres y 3.743.766 (58,2%) hombres.

 En el Nivel Superior y/o postgrado ocurre lo contrario se obtiene un

aumento en el género femenino con 971.021 (14,7%), mientras que hay

874.217 (13,6%) hombres que tiene este nivel de instrucción.

En el área rural hay una menor participación de las mujeres en los niveles de

instrucción preescolar, educación básica y bachillerato, es decir, que hay más acceso de

los hombres en estos niveles; mientras que hay una mayor participación de las mujeres

en el nivel superior y /o posgrado.

Y en el área urbana hay una mayor participación de los hombres solo en el nivel

preescolar, y por ende mayor acceso de las mujeres a niveles como educación básica,

bachillerato y superior y / o postgrado.

En conclusión se puede identificar que a nivel nacional hay una gran diferencia

referente al acceso a nivel de instrucción ya que los hombres tiene más participación

que las mujeres, pero ocurre que existe más mujeres que culminan con el nivel superior
y / o postgrado, lo que daría a entender que en el ámbito laboral tienen más acojina, lo

cual no es así y se ve reflejado en los siguientes datos.

Economía

En la parte Económica se evidencian inequidades de género por las perspectivas

tradiciones que se tiene aún del rol que debe cumplir la mujer.

En el Mercado laboral a nivel nacional:

El INEC en la Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo-

ENEMDU-(diciembre, 2012)-Población de 10 años y más, arroja los siguientes datos:

En la Población Económicamente Activa (PEA); hay 2.698.053 (42,5%) de

mujeres y 4.081.415 (67,4%) de hombres. A continuación se ve los porcentajes en las

diferentes divisiones

 Ocupados

Hay 2.566.461 (95,1%) de mujeres y 3.932.369 (96,3%) de hombres.

 Subempleados

Hay 1.550.896 (60,4%) de mujeres y 1.931.969 (49,1%) de hombres.

 Desocupados
Hay 131.592 (4,9%) de mujeres y 149.046 (3,7%) de hombres.
Gráfico 1.

Gráfico 2.
Gráfico 3.

La participación en el mercado laboral entre mujeres y hombres tomando de

referencia el año 2007 hay una diferencia de 22.6% y para el año 2012 hay una

diferencia de 21,4%, es decir, que con el pasar de los años hay menor participación de

las mujeres.

Gráfico 4.
Participación Política

Mujeres en puestos de Elección Popular:

Según datos del Concejo Nacional Electoral (2009), solo 14.388 (42,8%)

mujeres son candidatas en las diferentes dignidades, mientras que 19.243 (57,2%)

hombres son candidatos, es decir que hay una diferencia de género del 14,4% que

equivale a 4.855 mujeres.

Gráfico 5.
Gráfico 6.

Estrés

En el mundo latinoamericano, la presión social también se produce, sobre todo,

en los polos metropolitanos, pero además, se continúa con un creciente

deterioro de los sueldos y salarios que acentúa las marcadas diferencias de


clase e incrementa los motivos para la aparición de problemas mentales,

muchas veces manifiestos, pero la mayor parte ocultos.7

En el grupo se efectuó con la aplicación de una encuesta integrada por cuatro

componentes:

 Cuestionario social y laboral

 Prueba EPI~ para estudio de estresores

 Prueba GI-IQ-28 para análisis de sufrimiento mental)

 Exploración dc cuatro dominios de malestar psicológico (síntomas

somáticos, ansiedad-insomnio, disfunción social y depresión severa).

La magnitud del sufrimiento mental encontrado en los internos de Quito es

grave. Si se comparan los índices de Goldberg (GHQ-28) detectados.

El índice de 71.8% de positividad encontrado con la prueba de Goldberg es

mucho más alto de lo esperado y podría reflejar una reactividad exacerbada en

una población con gran malestar e inconformidad. Aun así, deja mucho que

pensar sobre un manifiesto malestar. Se estudió, además, el nivel de estresores,

encontrándose una neta diferenciación de la magnitud y configuración de

patrones estresantes en los internos pertenecientes a distintos conglomerados

sociales, según los diversos niveles de ingreso y según los géneros.8

Salud

Acceso a los seguros de salud a nivel nacional:

7
Breihl, J. (1992). Trabajo hospitalario, estrés y sufrimiento mental. Recuperado el 1 de junio de 2016,
de http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3379/1/Breilh%2c%20J-CON-097-
Trabajo%20hospitalario.pdf
8
Breihl, J. (1992). Trabajo hospitalario, estrés y sufrimiento mental. Recuperado el 1 de junio de 2016,
de http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3379/1/Breilh%2c%20J-CON-097-
Trabajo%20hospitalario.pdf
Según el INEC en la Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo

(diciembre 2012), se puede evidenciar que referente a los seguros del IEES, Seguro

General y al ISSFA, ISSPOL, una inequidad en el género femenino:

 IEES, Seguro General solo el 20,8% que equivale a 1.555.482 mujeres acceden

al seguro, mientras que el 26,4% que equivale a 1.905.342 hombres accede al

mismo.

 ISSFA, ISSPOL solo un 0,9% que equivale a 64.731 mujeres pueden acceder,

mientras que el 1,3% que equivale a 96.348 hombres acceden dicho seguro.

Gráfico 7.

En el Área Rural se puede evidenciar que hay inequidad referente al género

masculino considerable, ya que 1.525.083 (21,2%) de hombres no tienen ningún tipo de

seguro, y 1.473.398 (60,1%) de mujeres no tienen seguro.


En el Área Urbana ocurre lo contrario, 3.031.634 (60,3%) mujeres no cuentan

con un seguro y 2.647.430 (36,8%) hombres no tiene seguro.

Gráfico 8.

Gráfico 9.

A continuación se puede identificar una diferencia significativa referente al

acceso a los seguros de Salud Social y/o Privado, según los datos del INEC; un 60,2%

de las mujeres no tienen seguro y solo un 57,9% de los hombres tampoco tienen acceso
a un seguro; mientras que solo un 39,8% de las mujeres tiene seguro y un 42,1% de los

hombres cuentan con un seguro.

Gráfico 10.

Salud Sexual y Reproductiva

Gráfico 11.

La incidencia de embarazos en la adolescencia se relaciona, entre otros

aspectos, con limitaciones e insuficiencias en el acceso a los servicios de salud

sexual y salud reproductiva, así como a la falta de información y educación

sexual oportuna.
Según el ENEMDU (2013), las adolescentes de 15 a 19 años un 8,2% son

madres o están en periodo de lactancia.

Esta situación pone a las mujeres en alto riesgo de consecuencias en su salud,

deserción escolar, inserción precaria en el mercado laboral, reproducción de la pobreza.

(PNBV 2013-2017)9

Gráfico 12.

9
Agenda nacional de las mujeres y la igualdad de género. (2103). Recuperado el 30 de mayo de 2016, de
Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo: http://www.planificacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2014/09/Agenda-Nacional-de-Mujeres-y-Igualdad-de-Genero.pdf
Capítulo VI

Medidas de Prevención en la Inequidad de Género

Medidas de prevención primaria

Son “medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema

de salud mediante el control de los factores causales y los factores

predisponentes o condicionantes” (OMS, 1998, Colimón, 1978).

“Las estrategias para la prevención primaria pueden estar dirigidas a prohibir

o disminuir la exposición del individuo al factor nocivo, hasta niveles no

dañinos para la salud. Medidas orientadas a evitar la aparición de una

enfermedad o problema de salud, mediante el control de los factores causales y

los factores predisponentes o condicionantes” (OMS, 1998, Colimón, 1978).

Entonces, para evitar la reproducción social de la inequidad de género en nuestro

contexto, las medidas de prevención primaria estarán focalizadas en las siguientes

temáticas:

 La violencia de género.

 El machismo.

 Los antivalores en el ámbito familiar.

 Inequidad política, social, económica y cultural del género.

 Los estereotipos y roles de género en la familia.

 El patriarcado: El poder en un solo género afecta las relaciones de género.

Estas y otras temáticas, serán canalizadas a niñ@s, adolescentes, jóvenes, mujeres y

hombres, de diferentes clases sociales, grupo étnicos y nivel de instrucción; con la


finalidad de abarcar a la mayor cantidad de población, y así destejer del nudo social

de la inequidad de género.

Por lo tanto, se emplearán las siguientes estrategias:

1. Colocar spots publicitarios (en vallas) en las principales calles y avenidas de la

ciudad, sobre el fomento de la equidad de género.

2. Instalar pantallas gigantes en los edificios en el Ministerio de Salud, Ministerio

de inclusión Económica y Social, Ministerio de Justicia y Derechos; Ministerio

de trabajo, entre otros; para reproducir videos informativos sobre la temática.

3. Organizar y realizar actividades lúdicas (cantar, pintar, etc.) con los niños de los

centros de educación inicial.

4. La Psicoeducación, la finalidad es educar y/o informar sobre la equidad de

género en la población “no enferma.”, a través de la realización de talleres,

charlas y debates en barrios, comunidades, escuelas y colegios de la zona.


Medidas de prevención secundaria

Estas medidas preventivas en el segundo nivel están encaminadas hacia la violencia de

genero la cual es una de las formas más comunes de inequidad de género en el Ecuador, a lo

largo de los años en el país la inequidad ha sido mesurada pero no erradicada en su totalidad es

por ello la importancia de la prevención de la inequidad, su control y seguimiento.

Es por ello que hoy en día se crean un sin número de programas de prevención como el

“Plan Nacional de Sensibilización y Prevención De La Violencia De Genero”10 el cual esta

direccionado según los niveles de complejidad de la inequidad y el grado de afectación de esta

hacia las personas, en estos se evidencian los objetivos a alcanzar con dichas medidas, en los

cuales se ven implicados los factores de intervención directa e indirecta para este tipo de

prevención Luis Bonino propone un enfoque :

NIVEL DE Prevención Prevención Prevención


INTERVECION Terciaria Secundaria Primaria

EFECTOS Corto y mediano plazo Largo Plazo


DE LA
INTERVENCION

OBJETIVOS Mejorar la respuesta frente a la violencia de genero Conseguir un cambio


ESTRATAEGICOS en el modelo social
avanzando en el
derecho de
ciudadanía
ACTORES
IMPICADOS Poderes públicos organizaciones y personas expertas sociedad civil

10
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (S.N.) Plan nacional de sensibilización y prevención de la
violencia de genero. Recuperado de
http://www.violenciagenero.msssi.gob.es/planActuacion/otrasMedidas/pdf/Pl
a. Justicia f. Educación
b. Seguridad g. comunicación
c. Salud
d. Servicios básicos
EJES DE e. Información
h. Investigaciones y estudios
INTERVENCION
i. Formación de profesionales
j. movilización de actores.
k. coordinación de actores.
l. seguimiento y evaluación.

La segunda medida adoptada para erradicar la inequidad de género está centrada hacia

la población de mayor riesgo, su principal objetivo está en identificar el problema de forma

temprana detectando los factores de riesgo y factores protectores en este problema con la

finalidad de potencializar los factores protectores y disminuir los de riesgo (Quintana, S.N.),

creando programas de sensibilización, los cuales irán dirigidos principalmente a establecer un

poder legislativo para el futuro.

Específicamente la acción de la prevención secundaria en este ámbito es reducir el

progreso o las consecuencias de una situación de malos tratos ya establecida, minimizando las

secuelas y sufrimientos causados. Incluye la adopción de medidas de acción positiva. Las cuales

permitirán una mejor inclusión del género femenino en ámbitos laborales, educativos y

jurídicos, reduciendo los niveles de inequidad presentes en la sociedad entre las medidas

adoptadas TRAMA11 se centra en la violencia de género y menciona que existe la:

 “Formación a las y los profesionales para la detección precoz.

 Empoderamiento de las mujeres.

 Aprobación y aplicación de leyes contra la violencia de género”. (p.7)

11
Asociación Civil Trama Lazos para el Desarrollo: Es una Asociación Civil sin fines de lucro que trabaja
desde la comunicación social apoyando a grupos, organizaciones, movimientos y comunidades
comprometidas con la equidad y los derechos humanos. recuperado de:
http://www.trama.org.ar/quienes-somos/
Formación de profesionales para la detección precoz

La implementación de profesionales de la salud en la detección temprana de la

inequidad de género puede ayudar a adoptar normativas que acojan las necesidades en términos

de inequidad pero sobre todo en el tema sobre violencia de género que es uno de los aspectos

más comunes en los que se presenta la inequidad como lo menciona el Ministerio de Trabajo y

asuntos sociales en el Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de género

Adopción de criterios comunes para la formación básica, especializada y

continua en materia de igualdad entre hombres y mujeres y de violencia

de género del personal del Sistema Nacional de Salud (S.N. pag.19)

Según Esta estrategia preventiva, esto debe realizarse formando un conjunto de

profesionales sanitarios en materia de violencia de género en este caso y otros profesionales en

el ámbito legal sobre los derechos, hacia la inclusión de genero los cuales tendrán una

formación basada en criterio comunes sobre lo necesario para calidad de vida e indicadores de

evaluación para sanción si fuese al caso sobre la ruptura del registro legal.

Empoderamiento

En este punto se maneja el aspecto del empoderamiento, autonomía de las mujeres e

igualdad de género en el cual se menciona que: “La autonomía y el empoderamiento de las

mujeres constituyen un requisito indispensable para el logro de la igualdad de género” (Pautassi,

2007) estos dos factores además de ser procesos individuales y políticos que se utilizan para el

cumplimiento de los derechos humanos suelen ser vistos como términos diferentes los que

determinan aspectos distintos de un mismo proceso.

De este modo el termino empoderamiento alude a la toma de conciencia hacia

modificar e impugnar un hecho hacia una necesidad tanto en contexto público como privado, es

así que las Naciones Unidas incorporo de empoderamiento el concepto en los Objetivos del

Desarrollo del Milenio el cual se refiere a “promover la igualdad de género y el


empoderamiento de las mujeres”. Es así que la CEPAL 12
y otros organismos del sistema de

Naciones Unidas las cuales elaboraron un informe en 2005 en el cual se hace relación entre la

mayor igualdad y empoderamiento de las mujeres sobre sus derechos y el logro de los objetivos

necesarios para identificar los efectos negativos de las distintas formas de desigualdad para las

mujeres (ONU, 2005, pág. 113).

En el cual la autonomía de la mujer delimita en si el accionar a ejercer o no sus derechos

y obligaciones, para un mejor entendimiento se define a la autonomía en términos políticos “la

capacidad de las personas para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, de manera

de poder ser y hacer en función de sus propias aspiraciones y deseos en el contexto histórico que

las hace posibles” (CEPAL, 2011, pág. 9), este es un factor primordial como garantía del

cumplimiento pleno de los derechos humanos, en relación con la inequidad de género la

autonomía se mira como:

“el grado de libertad que una mujer tiene para poder actuar de acuerdo

con su elección y no con la de otros. En tal sentido, hay una estrecha

relación entre la adquisición de autonomía de las mujeres y los espacios

de poder que puedan instituir, tanto individual como colectivamente. En

realidad, el grado de autonomía de un sujeto singular es inseparable del

grado de autonomía del grupo social al que pertenece. Es decir, el grado

de autonomía personal que una mujer pueda desplegar dependerá también

de la autonomía posible de su grupo social y de aquella que las mujeres de

la sociedad a la que pertenece hayan alcanzado. En síntesis, la autonomía

de un grupo social no depende exclusivamente de la voluntad personal de

quienes a él pertenecen. Para que alguien pueda saber qué quiere en su

vida y cómo lograrlo, que se sienta con derecho a decir no, a incidir en su

realidad para lograr sus proyectos, necesita un tipo de subjetividad cuya

12
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es el organismo dependiente de
la Organización de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la
región. Sus labores se concentran en el campo de la investigación económica.
construcción no depende exclusivamente de su psiquismo. Entran en juego

aquí condiciones de posibilidad histórico-sociales de gran complejidad, y

bueno es reconocerlo, de lenta y difícil modificación” (Fernández, 1999,

citado en Naciones Unidas, 2005, pág. 114).

Comprendemos entonces que la autonomía para la mujer se centra en contar con la

capacidad para tomar libremente decisiones que afectaran su vida, para lograr una completa

autonomía se requiere liberar a las mujeres de las obligaciones impuestas por la sociedad acerca

de los derechos reproductivos de la misma manera eliminar la violencia de género y generar

medidas para que las mujeres participen en la toma de decisiones en el mismo grado de

condiciones que los hombres y viceversa. Es por ello que se instaura en la constitución leyes

que ofrecen a la mujer la posibilidad de participar en la toma de decisiones lo que se denomina

autonomía física, económica y política de las mujeres (Benaventer y Valdés. 2014)

Aprobación y aplicación de leyes contra la violencia de género.

El primer marco legal en establecer como importante la igualdad de género en el mundo

fue la declaración de Beijin la cual proclama:

“La igualdad entre mujeres y hombres es una cuestión de Derechos

Humanos y constituye una condición para el logro de la justicia

social, además de ser un requisito previo necesario y fundamental

para la igualdad, el desarrollo y la paz. Para obtener un

desarrollo sostenible basado en las personas, es indispensable que se

produzca un cambio en las relaciones sociales que repose en la

igualdad entre los géneros.” (Declaración de Beijin, 1995)

En este ámbito se establecen la aprobación de leyes que ofrezcan la equidad para llegar

a un mismo grado de igualdad en el desarrollo social y personal de la mujer, de esta manera se

crean derechos que brinden protección a la autonomía de las mujeres en el ejercicio de sus
derechos, es así que en el 2008 en la constitución del Ecuador se logran reformas legislativas

que incorporan y garantizan importantes avances para los derechos humanos de las mujeres 13,

obteniendo avances fortaleciendo al texto constitucional de 1998.

Es por ello que se proponen políticas públicas para la igualdad de género las cuales van

brindar protección en el marco legal a la mujer y a su vulneración en cualquiera de los

siguientes aspectos (Benaventer &Valdés, 2014).

 Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador

(Código de la Democracia), que entre otras medidas de acción afirmativa, además de

regular la aplicación de la paridad entre hombres y mujeres en las listas para elecciones

pluripersonales, establece como impedimentos para las candidaturas el haber ejercido

violencia de género e incumplido con los pagos de alimentos de hijos e hijas.

 Ley 103 contra la Violencia la Mujer y la Familia (1995), que tiene por objeto

proteger la integridad física y psíquica y la libertad sexual de la mujer y los miembros

de su familia, mediante la prevención y sanción de la violencia intrafamiliar y los demás

atentados contra sus derechos y los de su familia. Sus normas deben orientar las

políticas del Estado y la comunidad sobre la materia.

 Ley de Amparo Laboral (1997), que promulga la contratación de un porcentaje

mínimo de trabajadoras (mujeres). Las Cortes Provinciales deben estar integradas por

un mínimo del 20% de mujeres como ministras y juezas. Igualmente deben estar

conformados por un mínimo del 20% de mujeres los cuerpos de jueces, notarios,

registradores y demás curiales.

 Ley de Cuotas (2000), un conjunto de normas inmersas en la Ley de Elecciones que,

principalmente, establecen una cuota mínima de mujeres en las listas electorales, y la

ubicación alternada y secuencial para obtener la igualdad de oportunidades en el acceso

13
El Art.11 recoge la base sobre la que ha de sostenerse el ejercicio de estos derechos fundamentales,
introduciendo algunos puntos relativos a la equidad muy importantes para el análisis del presente informe
ya que refleja, por ejemplo, la igualdad de todas las personas, la no discriminación por razón de género, la
prevalencia de los instrumentos internacionales de derechos humanos, o la ejecución de medidas
afirmativas.
para mujeres y hombres. La cuota partió de una base del 20% y subió el 5% en cada

proceso electoral, hasta llegar al 50% en el año 2008.

 Ley Orgánica Reformatoria de la Ley Orgánica del Servicio Civil y Carrera

Administrativa (LOSCCA)14 y del Código del Trabajo (2009), mediante el cual se

incorporan a dichos cuerpos legales disposiciones para reconocer a los trabajadores y a

los servidores públicos el derecho a licencia por paternidad con remuneración.

Adicionalmente, se reconocen licencias por adopción y para el tratamiento médico de

hijas e hijos que padecen enfermedades degenerativas. De igual manera, se modifica la

disposición legal vigente sobre la licencia con remuneración por maternidad y

paternidad a favor de las trabajadoras y servidoras públicas en caso de nacimientos

múltiples.

 Reformas del Código Penal (de 1998 en adelante) y del procedimiento penal (2005),

por las que se modificó el tipo penal de la violación, la violación agravada, el acoso

sexual, el proxenetismo y la corrupción de menores, entre otros. También se

introdujeron avances como el respeto a la víctima tanto como a la persona imputada, el

derecho a un traductor si la persona imputada no entiende español (que incide en los

casos de violencia en zonas con alto porcentaje indígena y no hispanohablantes); un

listado de delitos que se pueden juzgar como “delitos de instancia particular7”, o el que

las contravenciones de violencia intrafamiliar sean juzgadas por jueces y juezas

especiales (antes solo se aducía en caso de contravenciones militares, policiales o de

tránsito).

Como planes y políticas públicas destacamos:

 Plan Nacional para el Buen Vivir 2009- 2013 -“Construyendo un Estado

plurinacional e intercultural” (PNBV)15 , que incorpora políticas y metas de igualdad

14
Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa. Recuperado de :
http://www.ecuadorlegalonline.com/biblioteca/ley-de-servicio-civil-y-carrera-administrativa-loscca/
15
Entre las orientaciones éticas que guían este plan se encuentra la justicia intergeneracional e
interpersonal que considera el impacto ambiental y social que supone el uso de los recursos naturales y las
de género y derechos de las mujeres establecidas en 46 políticas implícitas y 16

políticas explícitas de un total de 92 y 119 estrategias explícitas dirigidas al

mejoramiento de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Se propone como

objetivo fundamental la garantía de derechos a cada persona, pero hace énfasis en

acercar ese ejercicio pleno a las personas y colectivos que históricamente han estado

discriminados o privados de él.

 Plan Nacional de Erradicación de la Violencia Intrafamiliar y de Género, hacia la

Niñez, Adolescencia y Mujeres (PNEVG)16, que considera este tipo de violencia como

una violación a los derechos humanos. Contiene aspectos como la creación de un

Sistema Integral de Protección a niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de

violencia; el acceso a la justicia para las víctimas, haciendo hincapié en la gratuidad y la

celeridad de los trámites; o el cambio de patrones socioculturales discriminatorios a

través de programas y campañas de sensibilización. Dentro del PNEVG, se encuentran

comprometidos los Ministerios del Interior, de Educación, de Salud, de Inclusión

Económica y Social, de Justicia y Derechos Humanos y Cultos, la Comisión de

Transición hacia la Igualdad de Género y el Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia

(CNNA).

Dentro de los ámbitos de la normativa legal existen actores los cuales serán encargados

de atender a las mujeres víctimas de violencia de género y discriminación en el aspecto labora

los cuales son:

 Comisaría de la mujer y la familia, la información debe enviarse al Ministerio Público.

Ninguna autoridad puede negarse a hacer el registro de la denuncia.

 Ministerio Público: presenta la denuncia a la justicia.

 Defensoría Pública: defiende gratuitamente a la mujer.

acciones y decisiones económicas que se toman en el presente, así como la equidad de género y el
reconocimiento de la diversidad cultural del país.
16
Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género. Aprobado el 5 de noviembre y
presentado públicamente el 10 de diciembre de 2009.
 Juzgados de violencia doméstica, tribunales de violencia doméstica y tribunales

criminales: juzgan los casos que les son asignados y determinan las medidas de

protección y la ejecución de la sentencia.

 Hospitales públicos: atienden a las mujeres víctimas de violencia sexual y garantizan el

acceso a los servicios de anticoncepción de emergencia, así como la atención necesaria

en lo referente a infecciones de transmisión sexual, VIH y aborto legal.

En la prevención secundaria las medidas preventivas están dirigidas a la

implementación de leyes que brinden protección a la mujer y le peritan el ejercer actividades

con igual grado de remuneración que un hombre de la misma manera estaba dirigida a brindar

apoyo a los hombres en aspectos de maternidad brindando el mismos derecho a licencia por

paternidad dejándole estar junto a su familia en ese tiempo y los actores implicados para la

aplicación de las políticas mencionadas en su mayoría son los sectores legales como

Comisarias, Juzgados, Notarias, Intendencias, etc.


Medidas de prevención terciaria

Según TRAMA en la prevención terciaria lo que busca conseguir es “Reducir el

progreso o las consecuencias de una situación de malos tratos ya establecida, minimizando las

secuelas y sufrimientos causados. Incluye la adopción de medidas de acción positiva.”

(TRAMA, 2009). Y para lo cual propone identificar el ámbito de acción de la prevención

terciaria la que es:

 “Creación y, en su caso, adecuación de servicios y recursos.

 Medidas de acción positiva y protección hacia las mujeres

violentadas y sus hijos e hijas.

 Apoyo a la autonomía personal de las mujeres violentadas.-

Aprobación y aplicación de leyes contra la violencia de género”.17

Creación y, en su caso, adecuación de servicios y recursos.

Dentro de la ayuda que se pretende brindar en la atención terciaria encontramos las

casas de acogida a víctimas de violencia de género, en las mismas tenemos también apoyo a

niños quienes son víctimas indirectas de este hecho, ya hoy en día se menciona también el

apoyo legal que se le brinda a los hombre en ámbitos de violencia porque hoy en día la

inequidad de género no solo afecta a mujeres sino también a hombres.

En el aspecto de apoyo emocional y psicológico que se brinda a las personas víctimas

de violencia de género encontramos los principales reactores que brindan ayuda esto lo

menciona (BANCAJA, 2003) clasificando los centros de ayuda según su topología:

17
Asociación Civil Trama –Lazos para el Desarrollo. (octubre 2009). Aportes para le sensibilización
sobre la violencia de genero a nivel local y comunitario. Recuperado de:

http://www.alianzaintercambios.org/files/doc/1260781284_Sensibilizacion.pdf
a) Casas de Acogida para mujeres en situación de emergencia estos medios de ayuda

brindan atención integral para las mujeres y sus hijos si estos han sido víctimas de

violencia, los cuales precisan de un lugar de acogida de carácter urgente. Se trata de

centros creados para dar una respuesta urgente de amparo y protección a las víctimas de

violencia de género.

b) Centros de Acogida estos son centros de alojamiento temporal y de atención integral

a las mujeres. Atienden a jóvenes gestantes y a mujeres víctimas de malos tratos. En

estos Centros, las mujeres atendidas están acompañadas de los hijos/as menores. La

estancia puede prolongar-se hasta un año, prorrogable si la situación lo aconseja.

c) Viviendas Tuteladas Definidas como “hogares funcionales”18, de dimensiones

reducidas, donde conviven mujeres autosuficientes en régimen parcialmente auto

gestionado. Igualmente, las mujeres están acompañadas de sus hijos/as menores si los

tuvieran. Al igual que en el caso anterior, la estancia puede ser de un año, que puede

prolongarse en determinados casos.19

La intervención terciaria en el aspecto de inequidad de género está centrada en brindar

acogida y ayuda psicológica a mujeres víctimas de violencia de género y cada una de estas casa

hogar están preparadas para ello, al mismo tiempo se brinda acogida a las victimas indirectas de

dicha violencia, niños, niñas y adolescentes sin distinción de género. Y entre las medidas más

comunes que se adoptan en este grado de prevención son:

 Intervención en sobre las practicas violentas, esto se realiza a nivel individual

brindando terapia de alivio a la víctima y si fuese oportuno al agresor, al igual que las

situaciones que puedan generar violencia de genero.

18
El Hogar Funcional o piso de acogida es una vivienda, integrada en el barrio, donde pueden residir
durante todo el año un máximo de diez niños, niñas o adolescentes atendidos por un equipo de
educadores/as. Este recurso se dirige a población infantil-juvenil, cuyas necesidades básicas no pueden
ser cubiertas por sus familias.
19
Cotino, J. (s.f.). Protocolo de actuación para la atención de las mujeres víctimas de violencia de
genero. Obtenido de http://www.upv.es/entidades/VRSC/info/U0711359.pdf
 Influir en las relaciones interpersonales para trabajar creando entornos más saludables y

libres de violencia e inequidad de género.

 Controlar que la estructura de los espacio públicos no promueven posibilidades de

agresión (espacios inaccesibles, que violenten a la persona) y si es necesario adecuarlos

para evitarse la violencia de genero.

 Hacer frente a la desigualdad de género y a las actitudes y prácticas culturales adversas,

en especial a los factores sociales, culturales y económicos que contribuyan a la

proliferación de desigualdad de género y violencia de genero tomando medidas para

modificar estos factores garantizando el acceso equitativo a los bienes, servicios y

oportunidades laborales, médicos, económicos y educativos.


Conclusiones

 La participación de las mujeres en el campo laboral sigue siendo bastante


limitada, principalmente por el hecho de ser mujeres en muchos casos estar
casadas y estar a cargo del cuidado de los hijos y de la organización del hogar,
esto le da a pensar que no le resta tiempo para su participación en cualquier
actividad fuera de su casa.
Recomendaciones

 Que se respeten los derechos ya que todos estamos en la capacidad de


desempeñar las mismas labores, todo depende de uno, cuando uno se lo propone
puede llegar a ser mejor en lo que desea sin importar si es hombre o mujer.
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