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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


SOCIEDAD Y MEDIO AMBIENTE

Andrea Cabrejo 20152155008


Carlos Corredor 20151155006
Cristina Collantes 20152155010
Rocio Ducuara 20152155011
Zulay Venegas 20161155036

Introducción

El pensamiento científico clásico del siglo XIX generaba visiones de mundo


parcializadas de acuerdo a una sola disciplina, su ruptura en el siglo XX permitió que hubiese
miradas más amplias y complejas acerca de las necesidades de los seres humanos y su
contexto; es así como la interdisciplinariedad toma protagonismo, pues se imposibilita
realizar análisis objetivos sin el estudio de diversas disciplinas que estudian la realidad y sus
múltiples interacciones.
Por lo cual el objetivo del presente ensayo es analizar la repercusión de la
complejidad en las ciencias sociales y como estos toman importancia en el estudio de
diversas problemáticas, en este caso las ambientales, para esto se propone como pregunta
orientadora ¿Cómo el influjo del pensamiento complejo en la racionalidad humana y el
conocimiento científico social contribuyen a la comprensión holística de las necesidades
ambientales en la actualidad?, pregunta que será abordada desde tres elementos
fundamentales para la comprensión de este fenómeno, tales son la transformación de la
ciencia, el nuevo pensamiento y finalmente el escenario ambiental.

Hipótesis

El pensamiento complejo al aportar estructuras analiticas interrelacionales, parte de la


premisa de comprender de forma holística, sistémica y más aún compleja, la
interdependencia de factores en un fenómeno dado, tal como serían las necesidades
ambientales, esto permite discernir los tipos de interacciones y sus efectos en las dinámicas
sistémicas, dejando de lado la interpelaciones reduccionista en la ciencia social.

Objetivo

- Analizar la reestructuración racional, epistemológica y disciplinar de las Ciencias


Sociales en la contemporaneidad bajo la influencia ascendente del pensamiento
complejo como aporte a los nuevos planteamientos para la comprensión de las
necesidades ambientales

La transformación de la ciencia
Las disciplinas que integran las ciencias sociales históricamente han sufrido
replanteamientos constantes de sus enfoques epistémicos y metodológicos, que les ha
permitido integrarse en cada momento de la historia a la realidad. La ciencia social como
afirma Wallerstein (1996) es una empresa del mundo moderno, que tienen sus raíces desde el
siglo XVI, como parte fundamental en la construcción del actual mundo moderno.
El paradigma Cartesiano imperante en la modernidad, fue la base principal desde la
cual se apoyó la ciencia social, este se basa en la premisa de “la distinción fundamental entre
la naturaleza y el ser humano, entre la materia y la mente, entre el mundo físico y el mundo
social” (Sotolongo & Delgado, 2006, pág.4), desde el cual se crea la relación naturaleza-
hombre, que repercute en todo el desarrollo de la dinámica ambiental. A principios de siglo
XX se genera una ruptura de ese ideal clásico de racionalidad del paradigma cartesiano,
generando nuevas formas de entender y comprender los problemas de la modernidad, una de
esas propuestas teóricas nuevas fue el enfoque de la complejidad, que “retan el ideal clásico
de racionalidad como transición del ideal de simplificación propio de la racionalidad hacia
uno de la complejidad” (Sotolongo & Delgado, 2006, pág.41). Complejidad desde la que las
disciplinas de las ciencias sociales deben transitar para la resolución de las problemáticas
existente, entre ellas la ambiental.
La teorización sobre el paradigma complejo en 1960 llevó a las ciencias a replantear
sus sujetos, objetos, escenarios, metodologías y posiciones disciplinares para comprender las
estructuras sistémicas e interacciones dadas en la realidad, lo que implica en buena medida,
un quiebre o discontinuidad en la historia de la ciencia o más precisamente dicho, en la
racionalidad científica occidental, permitiendo así reconocer la importancia de las estructuras
ético-políticas para una ciencia que brinde nuevas respuestas a los interrogantes del nuevo
siglo mediante una racionalidad postclásica que habilite e incorpore problemas vedados por el
pensamiento científico moderno, representados por su mecanicismo, reduccionismo o
determinismo de las problemáticas actuales, fragmentando el estudio de la epistemología de
la ciencia como también los fenómenos de seno social dentro de las interrelaciones que
denota el sistema cultural-biofísico .
Un ejemplo plausible es la construcción de la máquina turing que necesito de varias
disciplinas en diálogo para poder elaborar una idea de conjunto que permitió dar los primeros
indicios de la cibernética, realizando investigaciones no lineales con matemáticas , lógica y
criptografía desencadenado un sistema complejo que obtuvo una gran ventaja en la segunda
guerra mundial para los aliados, se evidencia entonces la preponderancia de las múltiples
relaciones no lineales que se auto-organizan para estudiar la realidad en su totalidad.
En este nuevo escenario las ciencias sociales deben reconsiderar su estructura
organizacional y la relación seres humanos- naturaleza teniendo en cuenta tres principios:
complejidad, organización y sistema, para así poder reinterpretar las nuevas emergencias que
suscitan cambios en los paradigmas que ha cimentado la ciencia hasta la actualidad.
El paradigma complejo y la nueva epistemología, transforman la producción de
conocimiento científico y acarrean nuevas interpretaciones de las acciones de los sujetos y
sus impactos en las diferentes esferas de la vida social. Una nueva cognición compleja se ha
comenzado a expresar en las teorías contemporáneas que se despliegan a nueva racionalidad,
que en la actualidad busca abrirse campo en las disciplinas del conocimiento. De esta manera
según Delgado & Sotolongo (2006) se está asistiendo a la maduración de una revolución
científica de nuevo tipo cuyo resultado es un cuadro del mundo denominado complejidad.
Tal como afirma La comisión Gulbenkian (1996) las Ciencias Sociales en este
escenario, requieren de abrirse y organizarse de tal forma que den planteamientos
conglomerados acordes a la necesidad de estudiar la realidad social como un todo, esto a
disposición de un orden estructural que evidencie las relaciones de los elementos espacio-
temporales reconociendo las relaciones en su conjunto y tomando todos los sectores como
sistemas autónomos y complejos.

El nuevo pensamiento

El saber contemporáneo ha traído consigo nuevos enfoques y nuevas formas de


pensar la realidad social, reinventando las formas de ser y estar en el mismo, tal como afirma
Morin (1990) la complejidad se asume como un principio del pensamiento que reconoce la
inexistencia de certezas absolutas y más bien asume condiciones inexactas y de
incertidumbre, las cuales renacen la condición natural más trascendente del hombre que es su
curiosidad.
Para este autor, padre fundante de la teoría del pensamiento complejo, la parcelación
disciplinaria y su transmisión escolar, han forjado una idea fragmentada del mundo,
despojando a los objetos y sujetos de una comprensión relacional de sus interacciones, sin
embargo se necesitan de nuevas categorías en construcción para explicar las nuevas
divergencias del siglo actual: el desorden, el caos, la no- linealidad, el no equilibrio, la
indecibilidad, la incertidumbre, la contradicción, el azar, la temporalidad y la
autoorganización.
A partir de nuevas reconstrucciones epistemológicas en las ciencias sociales “la
complejidad tomas dos corrientes predominantes: Corriente Restringida o ciencias de la
complejidad como un abordaje fundamentalmente metodológico, técnico y procedimental de
la complejidad, basado en la utilización de lenguajes formales, modelos matemáticos y la
simulación computacional” (Prigogine & Nicolis, 1987); La segunda corriente se denomina
complejidad general se ha desarrollado principalmente en el mundo franco-latino, este
enfoque puede ser definido como una epistemología transdisciplinar, el sujeto del
pensamiento complejo no es meramente un sujeto reducido a su dimensión epistémica-
racional, por el contrario, es un sujeto abierto a la complejidad humana.

En las dos corrientes se evidencia un eje articulador de conceptos como: complejidad-


organización, organización-sistema, complejidad-sistemas, las cuales denotan múltiples
interacciones propiciado puntos de encuentro para las problemáticas vedadas en la
modernidad:

● Complejidad-Organización: Como la existencia de fenómenos organizados permite


suponer la existencia de un principio opuesto a la dispersión. Es decir, hay
organización cuando hay algo que resiste a la dispersión, a la disgregación, a la
disolución, según Morin (1990) implica pensar en un principio organizador que
permita unir y mantener las partes o elementos de una totalidad organizada.
● Organización-sistema: La noción de sistema remite a la idea de totalidad, de unidad,
de conjunto; la cual agrupa, reúne, contiene, distintos elementos interrelacionados.
Según Bertalanffy (1968), los términos sistema y organización se implican
mutuamente, y es imposible concebir el uno sin el otro. Por lo tanto debemos pensar
los sistemas en términos organizacionales y, al mismo tiempo, pensar las
organizaciones en términos sistémicos, reconociendo la interdepencia fomentando la
visión holística que complemente las divergencias de la ciencias sociales actuales.

● Complejidad-Sistema: la articulación de los conceptos está en construcción ya que


rara vez explicitan las diferencias con el pensamiento / paradigma sistémico, por lo
cual algunas preguntas son útiles para los debates actuales ¿Cuáles son las similitudes
y diferencias entre el paradigma sistémico y el paradigma de la complejidad? ¿Existen
algunas barreras para determinar el uso práctico del pensamiento complejo?.es así
como se evidencia la necesidad de reinterpretar el paradigma racional para
profundizar las epistemologías de segundo orden que soslayan el racionalismo de
principios de la modernidad para profundizar en las problemáticas ambientales.

Se reconoce entonces la emergencia de una una revolución paradigmática, que es


lenta y múltiple, una lucha entre las antiguas formas de pensamiento duras y resistentes y la
nuevas formas de pensamiento que son aún embrionarias. Es así cómo se vive en un periodo
inicial de repensar las perspectivas del conocimiento que sea digno para la humanidad, es de
subrayar el contenido ético-político para buscar nuevas alternativas que reconsidere las
acciones del individuo en su entorno, problematizando las relaciones de interdependencia no
lineales, de reconocimiento múltiple “La complejidad es un cierto número de principios que
ayudan al espíritu autónomo a conocerse” (Morin, 2007) por lo cual la complejidad teje,
articula y organiza aquellos fenómenos o problemas en donde intervienen un número amplio
de factores o variables interrelacionados que conforman un todo orgánico.

El escenario ambiental

El enfoque de la complejidad ha rescatado perspectivas que se integran de forma


directa con el escenario ambiental, como afirma Maldonado (2007) la complejidad ha logrado
una revaluación de la visión holística, que se orienta hacia el estudio de la totalidad y de sus
propiedades emergentes, desde la cual la problemática ambiental debe ser abordada, ya que
integra una simultaneidad de sistemas, que interactúan entre sí y generan relaciones que
pueden tener efectos nocivos hacia el ambiente.
Se genera un nuevo diálogo del hombre con la naturaleza, pues la complejidad
incorpora el determinismo, la causalidad, y la certidumbre, límites que son impuestos por la
creatividad de la naturaleza. Los sistemas de la naturaleza además de ser dados de antemano,
devienen en el transcurso mismo de la interacción, siendo así emergentes según las
interacciones que se establezcan.
Hoy las ciencias sociales son llamadas al replanteamiento y reconstrucción de una
nueva metodología de análisis que integre el enfoque ambiental, su rol frente a este es el de
poder analizar las maneras y las formas como la organización social influyen en la
conservación o deterioro del mismo medio, recíprocamente la influencia del medio en el
desarrollo o declive del sistema social, entendiendo pues la perspectiva ambiental como un
campo interdisciplinario donde las ciencias sociales son transversales para su estudio.
Bajo este orden de ideas, desde la contemporaneidad el escenario ambiental gana
resonancia, puesto que en este confluyen diversos elementos que son comprensibles desde los
análisis interdependientes de las acciones humanas, siendo este escenario un constructo social
e histórico, siendo el “estudio interdisciplinario de las relaciones existentes entre las formas
de organización social y su medio físico-biótico” (Delgado & Sotolongo. 2006, pag. 25). La
relación entre naturaleza y ser humano cobra resonancia en el desarrollo de una nueva
perspectiva del ambiente, generando una relación entre la sociedad y su entorno,
considerando la naturaleza como un espacio de substrato de la actividad económica, socio-
política y de articulación simbólica del ser humano.

Conclusiones

La revolución contemporánea del saber ha transformado la ciencia, proponiendo un


paradigma que permite una ruptura sobre los límites de la formulación de problemas
referentes al conocimiento científico y la vida social, esto con la premisa de que la
investigación científica no es absoluta.
Las múltiples problemáticas de la sociedad contemporánea tienen orígenes complejos
que deben ser vistos desde diversas perspectivas, por esto es necesaria la observación
detallada desde diferentes posturas epistemológicas y disciplinares, sin embargo en lo
referente al conflicto ambiental es necesario integrar posturas bioéticas que sean acordes a
estas necesidades y que tengan como finalidad el mejoramiento no solo de las prácticas
medio ambientales, sino que esto influya en la calidad de vida del mismo ser humano.
Es necesario comprender entonces que las interrelaciones no lineales permiten
reinterpretar las nuevas divergencias que problematizan nuestra vida cotidiana en relación
con el medio ambiente, por lo tanto es necesario el replanteamiento de una base ético-
política para la comprensión de la realidad que nos provea de elementos que denoten una
conciencia ambiental en la esfera pública y privada .Es por esto que la reestructuración del
pensamiento desde una perspectiva ambiental permite establecer las nuevas direcciones hacia
el territorio el hábitat y el uso del suelo; poniendo en práctica las nuevas propuestas que
emergen desde el campo, en la ciudad, en la vida cotidiana, y así resignificar las acciones del
ser humano con el ambiente reconociendo esa relación indisoluble entre el hombre y la
tierra que desarrolle una nueva mirada holística hacia una educación ambiental responsable
con nuestro presente.
La educación ambiental toma un rol prioritario en la reconstrucción y aplicación de
conceptos de las ciencias sociales, lo que se refleja en las nuevas miradas que organizan los
sistemas ambientales permitiendo jerarquizar los objetivos sin ningun limite dentro de la
academia, entonces es de vital importancia articular la mirada sistémica en las facultades de
ciencia y educación con los conocimientos tradicionales de la población, que genere una
construcción continua, colocando en el crisol de la investigación la relación entre bioética
del individuo y el espacio.
Bibliografía

- Bertalanffy, L. (1968) La teoría de los sistemas, Fondo de cultura economica de


Mexico, México D.F
- Delgado, C. & Sotolongo, P. (2006) La revolución contemporánea del saber y la
complejidad social. CLACSO.
- Maldonado, C. (2007), Complejidad: ciencia, pensamiento y aplicación. Universidad
Externado de Colombia, Buenos Aires, Argentina.
- Morin, E. (1990), Introducción al Pensamiento Complejo, 4ªreimpresión, 1º ed.
Gedisa, Barcelona
- Morin, E. (2007) La cabeza bien puesta: bases para una reforma educativa, Nueva
Visión, Buenos Aires, Argentina.
- Prigogine, I. & Nicolis, G (1987), La estructura de lo complejo. 997, 1º ed. Alianza,
Madrid.
- Wallerstein, I. (Ed.). (1996). Abrir las ciencias sociales: informe de la Comisión
Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales. Siglo XXI.

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