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438-2014 LIMA
Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas seiscientos noventa y ocho por Fernando
Tetsukazu Kinjo Tamashiro, contra la resolución de vista de fojas seiscientos setenta y siete, su
fecha catorce de noviembre de dos mil trece, expedida por la Segunda Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima que confirma la sentencia
apelada de fecha once de julio de dos mil trece que declara infundada la oposición formulada
por la parte demandada y designa como administradores judiciales de las acciones y derechos
de la sucesión intestada Shintetzu Kinjo Gakiya-Juana Tamashiro Oshiro correspondientes a
Compañía La Colmena Sociedad Anónima a Gladys Kinjo Tamashiro y Mary Kinjo Tamashiro; en
los seguidos por Gladys Kinjo Tamashiro y otra con Fernando Tetsukazu Kinjo Tamashiro y
otros; sobre Administración Judicial de Bienes.
Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del veintidós de mayo de
dos mil catorce, obrante a fojas cincuenta y cinco del cuadernillo formado en este Supremo
Tribunal por la causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil a través del cual
Fernando Tetsukazu Kinjo Tamashiro denuncia:
b) La afectación del Principio de Congruencia Procesal regulado en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, alega que la Sala se ha pronunciado sobre pretensiones y
posiciones no planteadas por ninguna de las partes, toda vez que no solo ha concedido la
administración judicial sobre acciones inexistentes sino que incluso se pronuncia
indebidamente sobre interpretar los alcances y efectos del acuerdo de partición de bienes del
causante Shintetsu Kinjo Gakiya celebrado entre las partes en Japón; asimismo, declara un
supuesto derecho de las solicitantes sobre acciones inexistentes de la sucesión de Shintetsu
Kinjo Gakiya e incluso declara la supuesta existencia de porcentajes que le correspondería a
éstas. Califi ca y declara la ineficacia del acuerdo de partición de bienes del causante Shintetsu
Kinjo Gakiya celebrado entre las partes y por el que el recurrente adquirió una serie de
derechos correspondientes al causante;
f) La inaplicación del artículo 2110 del Código Civil; alega que el “Acuerdo Familiar de
Repartición de Herencia del Patrimonio de Shintetsu Kinjo Gakiya” resulta válido, habiéndolo
así declarado las instancias judiciales de Japón, por ello la presente pretensión de
administración judicial de supuestas acciones de Shintetszu Kinjo Gakiya no existen, ya que
éstas fueron atribuidas a Fernando Tetsukazu Kinjo Tamashiro.
CONSIDERANDO:
Primero:
Que, del examen de los autos se advierte que a fojas ciento dos, las demandantes Gladys
Kyomi Kinjo Tamashiro y Mary Yurie Kinjo Tamashiro solicitan se les nombre Administradoras
Judiciales de las cincuenta y seis mil quinientos cincuenta y nueve acciones que aparecen a
nombre de su padre Shintetzu Kinjo Gakiya en la empresa Compañía Inmobiliaria La Colmena
Sociedad Anónima-CILCSA Como sustento fáctico de su pretensión manifiestan lo siguiente:
c) En dicho proceso judicial las demandantes obtuvieron medidas cautelares para preservar la
existencia de los bienes inmuebles de propiedad de la empresa, con el fi n de evitar que el
demandado Fernando Kinjo con la ilegal mayoría de acciones obtenida en base a la
falsificación de las firmas de sus padres, venda o grave los mismos. Dicha medida se encuentra
vigente al haber sido renovada;
d) Que su hermano Fernando Kinjo Tamashiro en contubernio con su hermana Esther Kinjo
Tamashiro haciendo uso de una mayoría de acciones que no les correspondía, escondieron
dichas acciones de la masa hereditaria y les apartaron dolosamente de la administración de la
empresa, autonombrándose como gerentes para disponer de sus dineros e hipotecar uno de
sus bienes inmuebles a favor del Banco de Crédito, con el objeto de obtener préstamos en
beneficio de terceros y de ellos mismos, en perjuicio de la empresa y de las suscritas;
Segundo:
Que, admitida a trámite la demanda en la vía de proceso no contencioso, por escrito de fojas
doscientos sesenta se apersona al proceso Fernando Tetsukazu Kinjo Tamashiro formulando
contradicción en los siguientes términos:
a) que las solicitantes deben agotar los medios previos regulados en la Ley General de
Sociedades para elegir al representante de las acciones que alegan tener en copropiedad;
c) que no existen acciones de la sucesión Shintetsu Kinjo dado que tras la muerte del padre de
las solicitantes se celebró un acuerdo familiar de repartición de herencia del patrimonio de
Shintetsu Kinjo en la que se acordó que toda deuda u obligación así como propiedades o
bienes pertenecientes al señor Shintetsu Kinjo corresponderían a Fernando Tetsukazu Kinjo
Tamashiro;
d) que el Juez competente para conocer una demanda que tiene como pretensión la
administración judicial de bienes es el Juez Civil y no el Juez Comercial.
Tercero:
Que, valoradas las pruebas y compulsados los hechos expuestos por las partes, por resolución
de primera instancia de fecha once de julio de dos mil trece se declara infundada la oposición
formulada por la parte demandada, designando como administradoras judiciales de las
acciones y derechos de la sucesión intestada Shintetzu Kinjo Gakiya-Juana Tamashiro Oshiro,
correspondientes a la Compañía La Colmena Sociedad Anónima a Gladys Kinjo Tamashiro y
Mary Kinjo Tamashiro.
c) que si bien el emplazado sostiene que el Vigésimo Tercer Juzgado Civil de Lima, confirmado
por la Tercera Sala Civil de Lima, han declarado la nulidad de las actas de treinta de marzo de
mil novecientos ochenta y dos, seis de setiembre de mil novecientos ochenta y dos y veintitrés
de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro y que dicha nulidad se extendió solo a los actos
jurídicos relativos a la distribución y atribución de acciones mas no a los demás acuerdos
posteriores, no declarados nulos, ya que éstos surtieron plenos efectos, sin embargo, la
decisión judicial adoptada en dicho proceso no solo se trata de una decisión firme cuyos
efectos deben acatarse y procederse conforme al estatus que establece dicha resolución sino
además, porque no puede ingresar a analizar y tener en cuenta los acuerdos que con
posterioridad haya efectuado la empresa emplazada, toda vez que los mismos no son materia
de este procedimiento;
Cuarto:
Que, apelada la resolución de primera instancia, la Sala superior mediante resolución de vista
de fecha catorce de noviembre de dos mil trece confirma la recurrida por las siguientes
consideraciones:
a) Se ha acreditado con sentencia firme que el demandado se adjudicó el cincuenta y cinco por
ciento de empresa a su favor al amparo de acuerdos de transferencia de acciones de los años
mil novecientos ochenta y dos y mil novecientos ochenta y cuatro, los cuales fueron
declarados nulos en el año dos mil ocho, por sentencia ejecutoriada dictada en un proceso
judicial de nulidad de acto jurídico recaído en el Expediente número 43892-1998, en el cual no
se hizo valer el medio probatorio denominado “Repartición por Acuerdo Familiar entre los
herederos del Patrimonio de Shintetsu Kinyo”; más bien por el contrario, se determinó que se
había falsificado las firmas de los señores Shintetsu Kinyo y su cónyuge Juana Estela
Tamashiro;
b) De otro lado, el citado acuerdo contiene una referencia genérica que pareciera una
disposición testamentaria del padre, pero se ha presentado como un acuerdo conciliatorio
entre madre y hermanos posterior al fallecimiento de aquél. Además, la referencia es genérica
y no es claro si se referiría a bienes ubicados en Japón o a la universalidad de bienes,
incluyendo los ubicados o constituidos en el Perú como las acciones de la Compañía
Inmobiliaria La Colmena;
c) Se observa que la sucesión intestada del causante Shintetsu Kinyo inscrita en el Asiento
A0001 de la Partida 12517262 de los Registros Públicos en el año dos mil diez establece como
herederos a la madre y a los cuatro hijos; asimismo, la declaración de sucesión intestada de la
madre Juana Estela Tamashiro Oshiro, fallecida el año mil novecientos noventa y tres, inscrita
en agosto de dos mil diez establece como herederos a sus cuatro hijos. Estas declaraciones de
sucesión intestada no han sido impugnadas por la parte demandada, por lo que los acuerdos
adjuntados del año mil novecientos ochenta y cinco en Japón carecen de fuerza probatoria
frente a los instrumentos peruanos adjuntados;
d) El derecho que asiste a las demandantes respecto del porcentaje de acciones que les
corresponde se encuentra en una situación de entrampamiento debido a que las normas
societarias establecen que en caso de copropiedad de las mismas se debe proceder a nombrar
un representante de consenso entre los cotitulares, para que se ejerzan los derechos
inmanentes a ellas, lo que en un caso como el presente no es viable, siendo una barrera
infranqueable la conducta de los hermanos de las recurrentes respecto a no permitir la
participación de éstas, basados en formalismos y en ciertos vacíos legales que utilizan para
continuar realizando actos que desde la sentencia judicial de nulidad de acto jurídico son
claramente ilegitimas, por cuanto van en contra de la buena fe;
e) Las alegaciones relativas a que no se han inscrito las acciones (indicadas en la sentencia
judicial de nulidad de acto jurídico) deben ser desestimadas, por cuanto justamente es la parte
demandada que se mantiene en control total de las mismas (sin acuerdo de partes ni
designación judicial, sino solo por la vía de los hechos), quien impide su inscripción;
f) El artículo 851 del Código Civil establece que en tanto la herencia permanezca indivisa (como
en el presente caso, en que los hermanos son copropietarios de las acciones) será
administrada por el albacea o por el apoderado común nombrado por todos los herederos o
por un administrador judicial, sin embargo, si los copropietarios no logran ponerse de acuerdo
en cuanto a quien deba representarlos, la norma civil prevé la posibilidad de nombramiento de
un administrador por el Juez, de acuerdo a las circunstancias del caso específico.
En el presente caso, tales circunstancias se han presentado, dado que los derechos declarados
y reconocidos en sede judicial (proceso de nulidad de acto jurídico), así como las declaraciones
de sucesión intestada han quedado firmes y constituyen prueba plena de su existencia, no
obstante lo cual persiste el estado de insatisfacción del interés digno de tutela, como si no
existieran, lo cual no puede continuar, por cuanto ello significaría que la finalidad fundamental
del proceso habría quedado burlada.
Quinto:
Que, debe analizarse en primer lugar la causal por infracción de la norma adjetiva, pues debido
a su naturaleza y a los efectos que produce, si mereciera amparo carecería de objeto
pronunciarse respecto de la causal por infracción de la norma sustantiva.
Sexto:
Séptimo:
Que, previamente se debe señalar que el agravio contenido en el apartado a) por afectación
del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales regulado en el artículo 139.5
de la Constitución Política del Perú y la inaplicación del artículo 91 de la Ley General de
Sociedades contenido en el apartado d), serán analizadas en un solo momento al contener los
mismos fundamentos. En ese sentido, el recurrente sostiene que al resultar ser el presente
proceso uno de administración judicial de acciones, se debió verificar previamente la
existencia de la sucesión Shintetsu Kinjo Gakiya - Juana Estela Tamashiro Oshiro; además que
dichas acciones se encuentren registradas en el libro matrícula de acciones de la Compañía
Inmobiliaria La Colmena Sociedad Anónima.
Por lo demás, las acciones no se encuentran inscritas a nombre de la sucesión debido a que
según, lo establecido por la Sala Superior, los demandados han impedido dicha acción al
encontrarse en el control de hecho de la sociedad.
Octavo:
Que, a mayor abundamiento, se advierte que la argumentación del recurso respecto a esta
causal por error in procedendo se refi ere a cuestiones de probanza, lo que no es factible
analizar en sede casatoria por no ser ésta una tercera instancia ordinaria ni tratarse de un
recurso de nulidad; en ese orden de ideas, la sentencia de mérito se encuentra motivada en
forma adecuada, no evidenciándose causal de nulidad alguna que vulnere el derecho a un
debido proceso.
Noveno:
Que, en relación al apartado b) del recurso de casación declarado procedente, debe relevarse
en línea de principio que la congruencia procesal es aquel “principio normativo que delimita el
contenido de las resoluciones judiciales que deben proferirse de acuerdo con el sentido y
alcance de las peticiones formuladas por las partes (...) para que exista identidad jurídica entre
lo resuelto y las pretensiones” (Hernando Devis Echandía, Teoría General del Proceso, Tomo
dos página quinientos treintitrés); de lo anterior se sigue que los jueces tienen el deber de
motivar sus resoluciones, como garantía de un debido proceso, no estando obligados a darle la
razón a la parte pretendiente, pero sí a indicarle las razones de su sinrazón y a respetar todos
los puntos de la controversia fijados por las partes.-
Décimo:
Que, siendo esto así, este Supremo Tribunal considera que no se ha transgredido el Principio
de Congruencia en las resoluciones expedidas por ambas instancias, puesto que se ha resuelto
la controversia de acuerdo con las pretensiones y argumentaciones descritas por las partes y
sobre la base del caudal probatorio aportado al proceso. En ese sentido, el A quem aplicando
el criterio de valoración conjunta y apreciación razonada de la prueba presentada previsto en
el artículo 197 del Código Procesal Civil ha establecido que el Acuerdo de Partición de Bienes
presentado por el recurrente deviene en un documento inoficioso al no haber creado
convicción en el juzgador sobre la veracidad de sus argumentos, siendo adecuado sostener
que el criterio de valoración que tienen los juzgadores respecto de los medios probatorios no
puede ser modificado por este Supremo Tribunal, razones por las cuales no se evidencia la
vulneración a las normas procesales y constitucionales invocadas por el recurrente en este
extremo.
Décimo Primero:
Que, en cuanto a la causal por infracción normativa denunciada en el apartado c), es menester
precisar que la afectación al Principio del Juez Predeterminado por Ley denunciado por el
recurrente, resulta ser un tema cuya decisión ha sido debatida y analizada de manera amplia
en sede de instancia al haber quedado establecido que tratándose de un pronunciamiento
respecto de acciones de una sociedad, es evidente que resultan competentes los jueces de la
subespecialidad comercial, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1.1 literal b) de la
Resolución Administrativa número 006-2004-SP-CS. Por lo demás, no se aprecia que la Sala
Superior hubiese emitido pronunciamiento sobre temas ajenos a su jurisdicción dado que en
este caso en particular lo que la Sala Superior ha verificado es que las acciones de la sucesión
de Shintetsu Kinjo Gakiya en la Compañía Inmobiliaria La Colmena Sociedad Anónima
constituye un bien en copropiedad sobre el cual no existe una administración consensuada
entre los copropietarios motivo por el cual las instancias de mérito han declarado a las
demandantes como administradoras judiciales de tales acciones.
Por lo demás, en cuanto a la afectación del principio ne bis in ídem denunciado, dicha causal
debe igualmente ser desestimada por cuanto según se dejó anotado en líneas precedentes, las
acciones de la Compañía Inmobiliaria La Colmena Sociedad Anónima no se encuentran
inscritas a nombre de la sucesión por cuanto los demandados han venido impidiendo su
inscripción debido a que ostentan el control de hecho de la sociedad.
Décimo Segundo:
Que, finalmente, a través de la causal por inaplicación de los artículos 2050 y 2110 del Código
Civil denunciado en los apartados e) y f), el recurrente pretende darle validez y eficacia al
denominado “Acuerdo Familiar de Repartición de Herencia del Patrimonio de Shintetsu Kinjo
Gakiya”. Sobre el particular es necesario precisar que una de las garantías que asisten a las
partes del proceso es la de presentar los medios probatorios necesarios que posibiliten la
creación de convicción en el juzgador sobre la veracidad de sus argumentos. En el presente
caso, el referido documento según lo determinado por la Sala Superior no ha resultado ser un
documento idóneo y relevante para la dilucidación de la presente causa al no resultar claro si
el citado Acuerdo hace referencia a la universalidad de bienes, a los bienes ubicados en el
Japón o en el Perú, lo que signifi ca que en aplicación del criterio de valoración conjunta y
apreciación razonada de la prueba previsto en el artículo 197 del Código Procesal Civil, el
Colegiado Superior ha determinado que el referido documento no le ha generado convicción
para acreditar los hechos alegados; por lo que la causal material denunciada debe igualmente
desestimarse por improbada.
Décimo Tercero:
Que, las razones precedentemente anotadas conducen a considerar que en el caso sub
materia, en la sentencia de vista no se ha infringido las normas de derecho material ni procesal
antes anotadas, en consecuencia debe desestimarse por infundado el presente recurso de
casación.
Por tales consideraciones y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Fernando Tetsukazu Kinjo Tamashiro
corriente a fojas seiscientos noventa y ocho; en consecuencia, NO CASAR la resolución de vista
de fojas seiscientos setenta y siete, de fecha catorce de noviembre de dos mil trece, emitida
por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Ofi cial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Mary Yurie Kinjo Tamashiro y otra con Fernando
Tetsukazu Kinjo Tamashiro y otros, sobre Administración Judicial de Bienes; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor Calderón Puertas por vacaciones del Juez Supremo
Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.