Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Consagración A Dios
Consagración A Dios
Hemos estado estudiando todas las cosas maravillosas que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Hemos
visto cómo Dios nos puso en Cristo, cómo nos libró del reino de las tinieblas, cómo nos ha librado del poder del
pecado, del Yo, de la carne, del mundo y de Satanás. Hemos visto cómo Cristo volvió para vivir en nosotros a fin
TODAS ESTAS COSAS MARAVILLOSAS SON "las misericordias de Dios". Merecemos nada menos que la
muerte, pero Dios nos ha dado gratuitamente todas estas grandes bendiciones. Ahora Dios nos pide que hagamos
algo por Él.
¿QUÉ NOS PIDE DIOS QUE HAGAMOS? Dios pide que nos consagremos a Él. Escuchemos lo que Dios nos dice
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12:1).
consagración? Estas son preguntas importantes, y vamos a encontrar las respuestas en esta lección.
LO QUE SIGNIFICA LA CONSAGRACIÓN
¿Qué es la consagración? La consagración es dar mi vida a Dios para que Él haga Su voluntad en vez de la mía.
Significa que presente mi cuerpo como un "sacrificio vivo" a Él. Los animales que se ofrecían a Dios en el Antiguo
Testamento eran matados. Eran sacrificios muertos. Dios no me pide poner mi cuerpo sobre un altar para ser
matado. En vez de eso, Él pide que me convierta en "sacrificio vivo". Esto quiere decir que Él desea que yo viva
LOS SACRIFICIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO eran símbolos del Señor Jesús. Por ejemplo, cuando se
ofrecía un cordero como expiación por el pecado, era un símbolo o figura del Señor Jesús muriendo en la cruz por
nuestros pecados.
Pero había otro sacrificio que no tenía nada que ver con el pecado. Este sacrificio se llamaba "holocausto".
EL HOLOCAUSTO
¿Qué representaba el holocausto? Representaba al Señor Jesús ofreciendo Su vida al Padre para hacer Su
voluntad. Este sacrificio era de gran valor para Dios, y de el podemos aprender muchas cosas acerca de la
consagración.
LA CONSAGRACIÓN
ES VOLUNTARIA
Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová . . . de su voluntad lo ofrecerá . . . (Levítico
1:2-3).
Esto nos dice que la consagración es "a Jehová", y que debe ser voluntaria. Dios no me obliga a que consagre mi
vida a Él; en vez de eso, dice: "Te ruego". Dios quiere que le dé mi vida, no porque tenga que hacerlo, sino
porque le amo y deseo servirle.
CONSAGRACIÓN ES AL SEÑOR
Cuando me consagro al Señor, ¿quiere eso decir que estoy dando mi vida para convertirme en predicador o en
misionero? No, no me consagro para ser ni predicador ni misionero. Me consagro al Señor, para hacer Su
voluntad dondequiera que esté, en la escuela, en el hogar, en el trabajo o a cualquier parte que me envíe. Dios es
quien decide lo que quiere que yo haga y dónde quiere que le sirva, y lo que Él escoja para mí seguramente será
lo mejor.
LA CONSAGRACIÓN ES LA OFRENDA DE UNA VIDA ENTERA A
DIOS
Dios permitía que se usaran cuatro clases de animales como sacrificios en el holocausto. Los ricos llevaban un
animal caro tal como un buey; los que eran menos ricos llevaban una oveja y los que no podían comprar ninguno
de éstos, llevaban palomas o tórtolas. Pero, en cada caso, consistía en ofrecer una vida entera a Dios. Dios no
podía aceptar menos que eso.
¿Qué nos dice esto acerca de la consagración? Nos dice que la consagración es ofrecer una vida entera a Dios. No
puedo dar a Dios una parte de mi vida y guardar una parte para mí mismo. Esto no satisfacería a Dios, y tampoco
a satisfacería mí. Todo el gozo y la bendición en la vida cristiana dependen de que nosotros no retengamos nada
de Dios.
LA CONSAGRACIÓN ES FINAL
Una vez que un animal era colocado en el altar como un holocausto a Dios, ya no se quitaba. Era santo a Dios. La
Biblia dice:
Una vez que yo haya consagrado mi vida a Dios, ya no podré tomarla de nuevo. Dios espera que mi consagración
a Él sea una sola vez para siempre.
¿Qué pasa si caigo en pecado? ¿Quiere decir eso que debo "rededicar" mi vida a Dios? No, no quiere decir eso. Si
he pecado, debo confesar mis pecados a Dios para que pueda gozarme de Su comunión otra vez, pero no es
necesario "rededicar" a Dios algo que ya se le ha dado.
LA CONSAGRACIÓN ES CONTINUA
El holocausto era ofrecido a Dios cada mañana y cada tarde, día a día, continuamente. ¿Qué nos dice esto en
cuanto a la consagración?
Esto nos dice que nuestra consagración debe ser continua. Mi consagración se inicia con el hecho de entregarme al
Señor, pero no termina ahí. Debo vivir continuamente mi consaconsagración. Día a día me ofrezco al Señor para
hacer Su voluntad en lugar de la mía. Esto es lo que el Señor Jesús quiso decir cuando dijo:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas
9:23).
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo . . . y que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio . . . (1 Corintios 6:19-20).
Estos versículos me dicen claramente que yo no me pertenezco. Pertenezco al Señor. He sido comprado por un
precio.
¿CUÁL FUE EL PRECIO que el Señor Jesús pagó por mí? ¡Su propia sangre preciosa! La Biblia dice:
sabiendo que fuisteis rescatados . . . no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo . . .
(1 Pedro 1:18-19).
El Señor Jesucristo me ha redimido; Él es mi Señor y Amo; pertenezco a Él. Ya que pertenezco al Señor, es justo
que me entregue a Él. La pregunta no es si pertenezco al Señor, sino si, "¿He entregado al Señor lo que ya le
pertenece?"
La consagración es sencillamente reconocer que Cristo es mi dueño y decirle a Él: "Señor, soy tuyo por derecho, y
EL MOTIVO DE LA CONSAGRACIÓN
Yo sé que debo entregarme al Señor, pero, ¿qué es lo que me hace desear hacerlo? Es el amor de Cristo. La Biblia
dice:
CUANDO EL AMOR DE CRISTO toca mi corazón, no puedo hacer más que postrarme ante Él y ofrecerle toda mi
Y el Dios de paz . . . os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en
vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo . . . (Hebreos 13:20-21).
Los Evangelios nos dicen cómo el Señor Jesús hizo la voluntad de Su Padre cuando Él vivió aquí en la tierra. El
libro de los Hechos nos cuenta cómo continuaba haciendo la voluntad del Padre por medio de los apóstoles y
discípulos de esa época. Ahora el Señor Jesucristo quiere obrar mediante nosotros para hacer la voluntad de Dios.
Para hacer eso, Él necesita que le ofrezcamos nuestros cuerpos como sacrificio vivo.
EL SEÑOR JESÚS NO TIENE MANOS para hacer la obra de Dios aquí en la tierra, a excepción de nuestras
manos. Él no tiene pies para llevar el mensaje de Dios a los perdidos, excepto nuestros pies. No tiene labios para
hablar a los hombres de la salvación de Dios excepto nuestros labios. Esa es la razón porque la Biblia dice:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12:1).
Cuando nos entreguemos completamente al Señor Jesús, Él obrará por medio de nosotros en la misma forma
como el Padre obró por medio de Él.
La Biblia nos dice que debemos presentarnos a Dios "como vivos de los muertos". Dios no quiere que yo le ofrezca
mi vida antigua de egoísmo. Es la nueva vida en Cristo la que Dios quiere que le presente. La Biblia dice:
. . . presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos . . . (Romanos 6:13).
DIOS NO PUEDE USAR NADA de la vida vieja. Solamente los que son "vivos de los muertos" pueden servirle. Es
sólo cuando veo que he sido crucificado juntamente con Cristo, sepultado con Él y resucitado con Él, que puedo
EL RESULTADO DE LA CONSAGRACIÓN es que yo muero a mis propios planes y aspiraciones; y que vivo para
ante los ojos de los hombres. Él vino para hacer la voluntad de Su Padre. Aunque era Dios, se humilló a Sí Mismo
y tomó forma de siervo. Fue obediente a la voluntad de Dios, hasta en la propia muerte de cruz. Ahora Dios nos
dice a nosotros:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús . . . (Filipenses 2:5).
No pienses que si consagras tu vida al Señor, llegarás a ser un predicador famoso o un evangelista mundial.
Nuestro Salvador fue despreciado y rechazado por los hombres. Somos Sus siervos, y la Biblia dice:
No, no seremos grandes ante los ojos de los hombres, pero hay una gran bendición en la consagración. ¿Cuál es?
LA BENDICIÓN DE LA CONSAGRACIÓN está en hallar la voluntad perfecta de Dios para mi vida. Dios tiene un
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).
CUANDO YO CONSAGRE MI VIDA al Señor, Él me puede mostrar el trabajo que tiene para mí. Mi mayor
satisfacción llega cuando encuentro la voluntad de Dios para mi vida, y la hago. Piensa en el gozo de encontrar al
DIOS ME HA PEDIDO que le presente mi cuerpo como sacrificio vivo. No hay substituto para eso. La oración, la
lectura de la Biblia, el servicio cristiano, testificar, asistir a la iglesia; todo esto es bueno, pero no toma el lugar de
la consagración.
¿Entiendes lo que Dios te está pidiendo? ¿Has comprendido que perteneces a Él, todo lo que eres y todo lo que
tienes, para siempre? ¿Has considerado lo que Él ha hecho por ti? ¿Ha tocado tu corazón el amor de Cristo tanto
como para que tú quieras entregarte a Él? Si así es, estudia cuidadosamente la siguiente declaración de
consagración; luego, si ésta es tu decisión, fírmala.
Mí Consagración
1 Corintios 6:19-20.
2 Cor. 13:3
Romanos 8:9-10.
Creo que Él busca llevar a cabo Sus propósitos por medio de mí.
Juan 15:16
Efesios 2:10
Romanos 6:13.
Señor Jesús, este día, consagro definitivamente mi vida a Tí para confiar, obedecer y servirte lo