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Este cuento a simple vista nos encierra en un mundo de preguntas como por
ejemplo: ¿Acaso la familia de vicuñas, el grupo de vizcachas, el rebaño de
ovejas, el colibrí y Doña Zorra podrán ayudar a mamá cóndor? ¿Cuál será el
papel que desempeñará cada uno de estos personajes en la solución del
problema? ¿Terminará el relato con el encuentro del huevo o sucederá algo
inesperado?
Para saber y entender lo que sucede vale la pena leer el cuento y es ahí
donde pretendemos llegar puesto que nuestro objetivo es concientizar y
motivar la lectura en los niños porque esto influye en el desarrollo
estudiantil del alumno.
Este trabajo ha sido hecho con mucho esmero y dedicación, esperamos que
sea provechoso para los lectores ya que podemos concluir que el cuento nos
deja un hermoso mensaje el cual es que debemos ser perseverantes en
cualquier acción que decidamos realizar y no rendirnos nunca pues todo
esfuerzo merece su recompensa, además nos ayuda a entender el amor de
una madre para con sus hijos y es ahí donde se ve reflejado que la familia es
lo más importante.
¿Dónde está mi huevo?
Jaiñachu: Buen día señora… Aquí nadie ha visto nada, lo siento mucho. Pero
vamos rumbo a la laguna, así que podemos buscarlo por el camino.
Mama Cóndor: ¡Qué gran idea!, como ustedes son artos en la manada pueden
encontrarlo. ¡Muchas gracias, señor jaiñachu!
Mama Cóndor: Clarooo!!! Como ustedes son veloces serán de gran ayuda para
encontrar pronto mi huevo. Gracias!!!
Colibrí: ¿Yo? Pero soy tan chiquito que parezco una mosca a su lado. ¿Cómo
podría ayudarla?
Mama Cóndor: Justo por eso, como eres pequeño puedes buscar en los
lugares donde yo no puedo llegar.
Zorra: Buen día, querida. ¡Qué terrible noticia! ¡Un huevo extraviado! Lo
siento mucho, querida, no lo he visto, pero con muchíííísimo gusto te ayudaré
a buscarlo.
Mama Cóndor: Gracias, espero que con su gran olfato pueda encontrarlo.
Narrador: Mama Cóndor voló durante mucho rato sin saber dónde más buscar
y luego, cansada y muy triste, regresó a su nido. Por un momento pensó que
alguien podía haber regresado a su huevo, pero al llegar… nada. Seguía tan
vacío como lo había dejado, solo le quedo llorar desconsoladamente. En eso,
el pequeño colibrí apareció revoloteando y muy agitado le dijo.
Colibrí: ¡Señora cóndor! ¡Señora cóndor! Las vizcachas dicen que la zorra
escuchó a los pastores de la oveja hablando con el granero sobre un huevo en
la vicuña que había puesto una gallina gigante.
Mama Cóndor: ¿Qué, qué?
Colibrí: Digo…, digo… que las vizcachas dicen que la zorra escuchó a las ovejas
del pastor hablando con las vicuñas sobre una gallina en el granero que había
puesto un huevo gigante. ¿No será su huevo perdido? ¡Un huevo gigante! La
zorra estaría encantada de comérselo. ¡Debemos llegar primero!
Mama Cóndor: Allí hay una rendija pero no puedo ver nada…
Todos: ¿Y el huevo?
Narrador: Todos casi matan al colibrí por haberles hecho pensar lo peor,
pero estaban tan contentos cuando vieron salir del granero a una gallina
empujando con la cabeza a un pichoncito desnudo y enclenque que graznaba
llamando a mamá.
Todos: Hay colibrí que susto nos diste…
Narrador: Los animales le abrieron paso a mamá cóndor que, muy agradecida
con todos, fue a reencontrarse con su pequeño para llevarlo al nido, abrigarlo,
alimentarlo y cuidarlo de otra posible caída.
FIN