1. Autodisciplina: es un valor de suma importancia pues la capacidad de tener un
dominio propio y de exigirse en el cumplimiento de los deberes es una cualidad esencial en el diligenciamiento de las diferentes controversias que se buscan resolver en la vida profesional. 2. Altruismo: En un pensamiento un tanto utópico considero de vital importancia que todos los profesionales antepongan los intereses de otras personas a los propios, ya que como una carrera eminentemente social es necesario tener un nivel de sensibilidad en el que seamos capaces de comprender el dolor ajeno y si esta dentro de nuestras posibilidades y no va en contra de nuestra dignidad ayudar a las personas procurando el bien ajeno. 3. Amabilidad: Como profesionales de una carrera social en muchas oportunidades trataremos con personas de todo tipo debiendo tener una conducta ejemplar en cuanto a nuestro trato con los demás, procurando ser cordial y complaciente en nuestro diario vivir. 4. Calidad: Buscar la excelencia en todos los servicios profesionales que realicemos es de vital importancia al trabajar pues determina la aptitud que tenemos para poder diligenciar los compromisos que tengamos. 5. Comprensión: Como profesionales de una carrera social en muchas oportunidades trataremos con personas de toda condición que no necesariamente sepan explicar sus problemas o aflicciones teniendo que captar y entender que desean expresar las personas, así como el ¿por qué? De sus actuaciones. 6. Constancia: Es el empeño por realizar el trabajo del día a día y enfocado en el estudio y actualización de las ciencias sociales y jurídicas para el eficaz y pertinente ejercicio de esta profesión. Condición que ineludiblemente tiene como efecto multiplicador la satisfacción de un buen servicio de parte de la persona que busca un servicio profesional. 7. Cortesía: Es el buen trato y la práctica de los buenos modales al actuar con respeto de cara al prójimo, sin importar la condición de clase, el origen étnico, la profesión religiosa o preferencia ideológica; incluso al servicio de los desposeídos. 8. Confianza: Es el cuidado de ejercer y trabajar de manera justa para formalizar el desempeño de la labor profesional, en el marco de las buenas prácticas para la asistencia legal que se provee a las personas que buscan el servicio de un abogado. 9. Eficiencia: Se trata de alcanzar con transparencia y pulcritud resultados eficientes y eficaces, ventajosos y satisfactorios para el destinatario de mi servicio profesional. Como experto de las ciencias jurídicas debo vigilar porque en cada sendero que transite se procure la satisfacción de mis clientes, con respeto a su dignidad y calidad humana y en igualdad de condiciones. 10. Firmeza: Como profesional tengo que alcanzar el éxito en cada caso a solucionar, resguardando con integridad cada proceso y ejerciendo con honestidad y honradez. La esencia del profesional del Derecho se fundamenta en su compromiso firme por el respeto y la defensa del derecho humano por la vida, la libertad, la familia, la paz, el bien común y la igualdad. 11. Escuchar: Es la capacidad de tener un interés genuino por las personas y sus casos a resolver. 12. Esfuerzo: Se trata de destacar en todo acto profesional practicando valores éticos, morales así como académicos. Para mi es actuar con buena voluntad, con el propósito de defender causas justas y nobles en pro del quehacer por el bien común y el respeto de la dignidad humana. 13. Honestidad: Es un valor que tiene que ver con la veracidad y las buenas prácticas así como con el buen trato entre colegas y ciudadanos, actuado de manera justa y objetiva en el desempeño de mi profesión no solo ante el sistema de justicia sino también con las personas que busquen mis servicios profesionales. 14. Honorabilidad: Se trata de honrar mi calidad profesional con decoro, obediencia e integridad. Hacer un buen trabajo con espíritu positivo y rectitud, con el objeto de que mis clientes encuentren la solución que los impulse a superar las dificultades que afrontan en sus vidas. 15. Empatía: Como profesional del derecho debo ponerme en los zapatos del otro, comprender a mi prójimo como si se tratará de mí. El prójimo es mi cliente, es la persona que me busca para obtener una solución y por ello debo poner todo mi esfuerzo en buscar soluciones justas y apegadas a derecho y que la otra persona sienta que su situación es importante para mí.