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Segundo examen

Mónica Morales Carvajal, B54801

Pregunta #1

El ser humano por naturaleza busca poseer y mantener bienes, especialmente


aquellos que son necesarios para la supervivencia. También es normal el deseo
de poseer dinero y asegurarse una manera de ganarlo. En el principio del segundo
libro de la República se habla de este tipo de bienes a los que se les llama “tercera
clase de bienes” y se describen así: “que son penosas pero que nos benefician, y
que no las deseamos poseer por sí mismas, sino por los salarios y demás
beneficios que se generan de ellas.” (República, II, 357d) Por estas razones y
deseos es que se da el surgimiento de las comunidades económicas, ya que no
nos podemos abastecer a nosotros mismos de todas las cosas que necesitamos y
que deseamos: “cuando un hombre se asocia con otro por una necesidad, con
otro por otra necesidad, habiendo necesidad de muchas cosas, llegan a
congregarse en una sola morada muchos hombres para asociarse y
auxiliarse.”(República, II, 369c). Estas necesidades básicas son alimento,
vivienda, vestimenta entre otras. Cada persona en una comunidad aporta según
sus habilidades y talentos se lo permitan. Su “disposición natural” determina la
tarea que realiza dentro de la comunidad y lo que aportan: su inteligencia,
habilidades o fuerza física.

La polis o también llamada en la República como “estado lujoso” se crea cuando


se analizan los deseos o necesidades no tan (contrariamente) necesarias por lo
que es necesario expandir el territorio del estado, invadiendo estados vecinos. Al
complicarse la vida en comunidad, debido a que las personas quieren más bienes
y lujos, nace la guerra y con ella la necesidad de protegerse y expandirse, para
satisfacer estas necesidades y deseos “extra”. También al nacer el estado
económico y la convivencia entre individuos nace la injusticia y la justicia, que
sobreviene del trato de unos con otros: ¿si contempláramos en teoría un Estado
que nace, .no veríamos también la justicia y la injusticia que nacen en él?
(República, II, 369a). En un ambiente de guerra es necesario que nazcan los
guardianes y gobernantes que deben tener cualidades especiales, los primeros
especialmente porque protegen y luchan por la polis y los segundos debido a que
se necesita organización y liderazgo en conflictos bélicos. En sí lo que decide esta
nueva manera de vida comunitaria es esta habilidad para realizar una sola
actividad que está dada por naturaleza que, además, se considera como un
principio en la República: “cada uno no tiene las mismas dotes naturales que los
demás, sino que es diferente en cuanto a su disposición natural: uno es apto para
realizar una tarea, otro para otra.” (República, II, 369b)

Esta separación entre el estado económico y el estado político puede ser vista
como análoga a la separación que realiza Platón con las partes de alma: la fogosa
y la aperitiva corresponderían a la sociedad económica que solo busca satisfacer
las necesidades básicas, de protección y materiales, mientras la parte racional del
alma es paralela a la sociedad política, en la que los individuos se pueden
desarrollar más allá de sus necesidades primarias. Los gobernantes, propios de la
sociedad política, gobiernan mediante la razón mientras los asalariados
(labradores y artesanos) que reproducen y cuidan el oikos satisfacen las
necesidades propias de una sociedad económica.

En resumen la diferencia entre los dos estados es que el primero (oikos) nace por
la independencia que tenemos en relación con las otras personas para satisfacer
nuestras necesidades materiales y primarias, mientras la segunda nace de deseos
no tan necesarios que hacen que el primer estado se quiera expandir e invadir
otros estados para satisfacer estos deseos o lujos por lo que surge la guerra y con
esta clasificaciones sociales como gobernador y guardián, para la protección y
liderazgo de la polis. Estas nuevas ocupaciones no pueden ser dadas a artesanos
u obreros debido a que estos no tienen la capacidad natural para ejercerlas, deben
ser hombres entrenados y con una particular racionalidad. Para dejar atrás una
sociedad egoísta se necesitaría que cada persona sea justa y cumpla con el deber
que le corresponde por naturaleza y no busque realizar otra tarea que no le sea
propia.
Pregunta #2

La justicia es considerada en la República como una virtud y un bien por sí mismo:


“habría que colocarla en la clase más bella, la de los bienes que anhelamos tanto
por sí mismos como por lo que de ellos se genera, al menos para quien se
proponga ser feliz.” (La República, II, 358ª). Por esto es que se indagan todas las
otras virtudes en función de ella, ya que se le considera fundamental y totalmente
necesaria para que la polis alcance la excelencia.

La moderación, la valentía y la sabiduría equivalen a las tres partes o virtudes en


las que divide Platón el alma y además corresponden a 3 virtudes que se deben
encontrar en el estado, representadas por diferentes labores. Se dice que si el
modelo de estado que han fabricado se ha hecho correctamente este debe ser
bueno y además, “evidentemente, pues, es sabio, valiente, moderado y justo”
(República, IV, 427e)

Primeramente se habla de la sabiduría, encontrada en los gobernantes que son


los que están al frente del Estado y lo lideran. Estos deben ser sabios
necesariamente, ya que para ser estar en esta posición esta virtud les debe ser
dada por naturaleza, por el principio comentado en la pregunta anterior. Este
conocimiento es concebido como “adecuado para la vigilancia”. Seguidamente se
habla de la valentía, que se le asigna a quienes combaten y marchan a la guerra,
es decir a los guardianes. En el libro II también se menciona que estos deben ser
valientes y fogosos. Se dice que la valentía es en algún sentido conservación en
toda circunstancia “esta parte tiene la posibilidad de conservar, en toda
circunstancia, la opinión acerca de las cosas temibles, que han de ser las mismas”
(República, IV, 429d). Después se habla de la moderación que es la capacidad de
ordenar y controlar los placeres y apetitos, cuando se dice que “hay que ser
'dueño de sí mismo'” (430e) debido a que dentro de una persona hay una parte
mejor y una peor, las que deben ser balanceadas y controladas. Esta virtud debe
ser encontrada en los artesanos y obreros, que deben moderarse a sí mismos,
pero esta clasificación se hace más en función de poder dividir la polis en las tres
virtudes. En realidad la moderación se encuentra en todo y en todos: “es esta
concordia y esta armonía natura] entre lo peor y lo mejor en cuanto a cuál de los
dos debe gobernar, tanto en el Estado como en cada individuo.” (República, IV,
432a) En lo personal, concuerdo con el que la moderación debe ser encontrada
tanto en el Estado como en el individuo y en todas las clasificaciones sociales
dentro de la sociedad.

Finalmente, se procede a relacionar estas virtudes con la considerada primaria, la


justicia, pero se hace de manera muy peculiar, mencionando que hacer esta
relación y empezar a hablar de la justicia como algo nuevo es como buscar algo
que siempre se ha tenido en las manos, ya que se ha estado mencionando la
justicia de muchas maneras. La justicia, cuando se hablaba de construir un
modelo de estado, es considerada como “hacer lo que es propio de uno, sin
dispersarse en muchas tareas” (República, IV, 433b). La relación vendría dada por
hacer la cosa o tarea que le corresponde a cada uno de manera adecuada, es
decir los gobernantes liderando y usando la sabiduría de manera adecuada, los
guardianes siendo valerosos y conservando la polis de manera adecuado y los
gobernados siendo moderados en sus tareas, además de tomar lo propio de ellos
y no más de lo necesario. Esto es deducido por Sócrates debido a que estas
virtudes son las que hacen posible al Estado y además permite la conservación
del mismo. En estos términos la justicia se puede ver de una nueva manera: “la
justicia consiste tanto en tener cada uno lo propio como en hacer lo suyo.”
(República, IV, 434a), es decir mantener el orden. De esta manera la injusticia
sería querer hacer algo que no le es propio, por ejemplo un trabajador que quiera
ser gobernante o guerrero y esto sin duda dañaría el Estado.

Como se mencionó al principio, estas tres virtudes también corresponden a la


tripartición del alma que realiza Platón, en cada individuo se encuentran los tres
géneros, ya que de las almas provienen las virtudes que luego son ubicadas en el
Estado. Esto se debe a que el Estado está constituido por personas con almas
que se ven reflejadas en la organización social. Por la sabiduría somos capaces
de aprender, por la valentía de ser fogosos y por la moderación de sentir y desear
placeres.

Pregunta #3

Primeramente en el Banquete se dice que una cualidad como la belleza se puede


dar en muchos cuerpos distintos y esta belleza es equivalente: “la belleza que hay
en cualquier cuerpo es afín a la que hay en otro” (Banquete, 210b), es decir se
puede encontrar en múltiples objetos, todo lo bello estaría emparentado o
conectado de alguna manera. Se explica que a una persona se le aparece la
belleza, no en un objeto o individuo, sino la belleza en sí, como una entidad
propia, única. La belleza como entidad no cambia ni es corrompida, sino las cosas
bellas que pueden existir o no, hecho que le es indiferente a la belleza en sí o al
mundo en general. Por el hecho de que deje de existir una flor bella no significa
que el concepto de bello deja de existir con ella o si por otro lado, la flor es
destruida y se deja de considerar bella. El concepto o idea existe por sí solo y es
perfecto y eterno según Platón, que incluso tiene una teoría de las Ideas. Con
respecto a la epistemología en el Banquete se dice que la manera correcta de
“acercarse” a las ideas es mediante sus manifestaciones en los objetos sensibles:
“empezando por las cosas bellas de aquí y sirviéndose de ellas como de peldaños
ir ascendiendo continuamente” (Banquete, 211c) hasta llegar al conocimiento de
las ideas puras, lo que es en sí y poder contemplarlas es lo que hace que merezca
la pena vivir.

En la República se dice que la multiplicidad se puede ver en los objetos sensibles,


es decir en cosas que son sensibles a los sentidos pero no se pueden pensar en
su totalidad, mientras que la unidad se puede pensar como una “Idea única” que
no se puede ver, algo en sí mismo. En este libro la relación multiplicidad-unidad es
más compleja debido a que una multiplicidad es una unidad y de la misma
manera una unidad es una multiplicidad. Esto es posible gracias al lenguaje ya
que nos podemos referir a muchas cosas buenas (por ejemplo) pero al referirnos a
ellas también estamos hablando del bien en sí mismo, ya que lo rastreamos en las
cosas individuales, con la salvedad de que el bien único existe
independientemente de las cosas buenas singulares. Con respecto al
conocimiento las ideas por ser causas de la ciencia y de la verdad, nos son, según
Platón, cognoscibles. Esta cualidad les viene del Bien único, que también las hace
existir y les da esencia.

En general, Platón habla de lo inteligible y lo visible. Lo inteligible o entendible


corresponde al mundo de las ideas, que son en sí mismas y son únicas, pero por
el hecho de que no sean visibles a la percepción sensible no quiere decir que no
sea posible conocerlas. Estas ideas se manifiestan en las cosas visibles, que son
múltiples y son capaces de verse reflejadas en las mismas. Los objetos percibidos
por los sentidos nos remiten a la idea única y si somos capaces de hacerlo, nos
permiten ir conociendo la Idea en sí misma.

Pregunta #4

Una entidad es lo que es en sí mismo. Aristóteles entiende y explica que hay dos
tipos de entidad, o mejor dicho la entidad está dividida en dos partes que son
dependientes la una de la otra: el compuesto (materia) y la forma. Esta división
forma un hylemorfismo. Además existen entidades de primer y segundo modo,
según la división anterior, las del primer modo (la materia) están sometidas a
corrupción y generación, debido a que la materia está sometida a cambios casi
que constantemente. Por otro lado, las entidades de segundo modo, la forma, no
se pueden corromper o generar, simplemente existen, aunque son imposibles de
detectar en el mundo material por sí solas.

Para Aristóteles es imposible definir o demostrar estos dos tipos de entidad por
separado. Refiriéndose primero a la materia sensible, explica que debido a que las
cosas sensibles individuales, es decir los objetos con los que nos encontramos e
interactuamos día a día son una unión entre forma y materia y esta última es
inconsistente y corruptible, es que los objetos “reales” son contingentes, además
de que no se pueden definir o demostrar por sí solos. A tal punto que sí estas
cosas dejan de ser percibidas resultan oscuras incluso para quienes poseen la
ciencia. No se puede definir una entidad en función de algo que se encuentra en
constante cambio y es propenso muy fácilmente al mismo, pero es de esta manera
que se nos manifiesta para ser percibidos, es por esto que Aristóteles dice
“aquello en que consiste ser-esta-casa-en-particular” (Met. VII, 1039b 25).

Con respecto a la idea o forma, esta es una “realidad individual y separada” y


contrariamente la definición consta de nombres, que necesariamente, debido a
que el lenguaje es una herramienta de comunicación entre diferentes personas,
deben referirse a varias o múltiples cosas o individuos y no solo a una, ya que si
no deberían inventarse palabras para cada cosa individual. Aristóteles expone dos
argumentos para explicar porque no se pueden definir las ideas por sí solas: si se
dice que a pesar de que los nombres o accidentes se dicen en cosas por aparte
pero juntas en solo una cosa surgen dos problemas, primeramente los nombres se
darían en las dos y seguidamente las ideas están compuestas de más ideas, toda
idea es participable de otras, creando una cadena de ideas infinitas que haría
imposible definir algo concretamente. Es a esto que se refiere cuando dice que “no
se genera aquello en que consiste ser-casa” (Met. VII, 1039b 25), es decir que la
entidad no puede existir realmente como solo su forma o su idea.

En general lo que intenta explicar Aristóteles es que los objetos o individuos


específicos y reales con los que podemos interactuar en el mundo material están
divididos en dos partes: la materia y la forma, las cuales no pueden ser definidas
por sí solas ni se pueden definir las cosas desde estas por separado. La primera
porque es sujeta a cambios constantes y no presenta permanencia o contingencia
y la segunda debido a que se puede referir a muchas cosas separadas a la vez.

Referencias:

 Aristóteles (1994) Metafísica. Introducción, traducción y notas de T. Calvo


Martínez. Madrid: Gredos
 Platón. (1985). Diálogos. Tomo II y IV. Introducciones, traducciones y notas
de Eggers Lan, C. Madrid: Gredos.

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