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La necesidad del pensamiento creativo: una aproximación desde Edward de Bono


Fundamentos de la Innovación

Article · June 2014

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Andrea Paola López Rincón


Autonomous University of Bucaramanga
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La necesidad del pensamiento creativo: una aproximación
desde Edward de Bono

Fundamentos de la Innovación

Andrea Paola López Rincón

Universidad Autónoma de Bucaramanga


Facultad de Educación
Maestría en Educación
Bucaramanga
2014
La necesidad del pensamiento creativo: una aproximación
desde Edward de Bono

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más


importante que el conocimiento.
Albert Einstein

La intención del presente escrito es descifrar qué tan necesario y determinante es pensar
creativamente en nuestra sociedad. Autores como el sociólogo polaco Zigmunt Bauman
manifiestan su preocupación por la época, atravesada por las crisis sociales, económicas,
morales, entre otras; e invita a pensar alternativas que procuren soslayar estas depresiones.
Qué tanto puede aportar el pensamiento creativo en este sentido. Acaso la creatividad es
sólo un asunto de mercadeo y publicidad en busca de crear necesidades para generar
valores y ganancias. Se intenta desde ahora un acercamiento a las ventajas del desarrollo
del pensamiento creativo desde ciertas indicaciones expresadas por el escritor y psicólogo
maltés Edward de Bono en su obra El pensamiento creativo. El poder del pensamiento
lateral para la creación de nuevas ideas.

Necesidad teórico-práctica de la creatividad

La creatividad no es sólo una manera de hacer mejor las cosas. Sin creatividad no
podemos utilizar plenamente la información y la experiencia disponibles, encerradas
dentro de viejas estructuras, viejas pautas, viejos conceptos y viejas percepciones.
Edward de Bono

Es conveniente comprender la naturaleza de la creatividad antes de aplicar las técnicas


creativas. El autor empieza por distinguir entre ser «creativo» y «creatividad», donde se
entiende lo primero como la creación de algo que antes no existía, que en esencia es un
ejemplo de la segunda; sin embargo, si esto nuevo es incapaz de producir un impacto en la
sociedad y generar, a su vez, un valor, entonces, no se ha logrado llevar a cabo la
creatividad. En cambio, se ha conseguido crear algo con un sello particular que puede llegar
a convertirse en estilo o moda, desde lo cual se engendrarán nuevas creaciones enmarcadas
en sus rasgos característicos. En este sentido, se puede concluir, que ser creativo, como el
artista, no necesariamente es desarrollar la creatividad, aunque sí conlleve un cambio en la
percepción y la forma de expresión.

Por su parte, la creatividad fomentada mediante ciertas técnicas creativas es utilizada para
cambiar conceptos y renovar nuestra manera de percibir la realidad, desde donde se generen
ideas innovadoras, que ocasionen beneficios para el productor, en tanto que, ostentan un
nivel de aceptación en la sociedad.
Más aún, cómo funciona el desarrollo del pensamiento creativo en el cerebro humano.
Bono afirma que es posible explicar la necesidad de creatividad de manera razonada, y
sostiene que “La comprensión de la lógica (…) no basta para convertir en más creativa a
una persona; pero sí para ayudarla a concienciarse de la necesidad de la creatividad”
(Edward de Bono, 2004).

Para el psicólogo, el humor constituye un «sistema de información autoorganizado» que


encarna un comportamiento significativo para el cerebro humano, de ahí que demuestre
cómo ciertas percepciones pueden reconfigurarse de súbito. Proceso que configura la
esencia de la creatividad. El autor distingue dos sistemas de información: pasivos y activos.
Los primeros son sistemas de información inertes donde la actividad proviene de un ente
organizador externo que tiene funciones como ordenar y hacer circular la información
obtenida. Por otro lado, los sistemas de información activos se organizan a sí mismos, sin la
ayuda de un organizador externo, es decir, son autoorganizados. Así, según las
investigaciones del autor, el sistema nervioso del cerebro permite que la información que
ingresa se organice a sí misma en una sucesión de estados o pautas que establecen, al
mismo tiempo, una secuencia que crea un camino o modelo. En consecuencia, estos
patrones permiten reconocer la información en función de la experiencia anterior, así “cda
vez que miramos a nuestro alrededor nos disponemos a ver el mundo en función de
nuestras pautas previas” (Edward de Bono, 2004). No obstante, la totalidad de la
información que llega al sistema nervioso cerebral necesitaría de un enorme número de
estas pautas para abordar todo tipo de situaciones; de modo que, cuando aparece una pauta
lateral, que difiere de la organización previa del cerebro, se sigue en el camino principal
desde la experiencia previa la mayoría de veces. Sin embargo, si se entra en el camino
lateral desde otro punto se ocasiona un fenómeno de asimetría que es donde se ocasiona el
buen humor y la creatividad. Este modelo se explica de esta forma:

Todo lo vemos de cierto modo. Esperamos que todo se haga de cierta


manera. Y si nos las arreglamos para cruzar desde el camino principal al
camino lateral, entonces podemos retroceder hasta el punto de partida y
conseguir nuestra “intuición” creativa o nuestra nueva idea (Edward de
Bono, 2004)

Ahora bien, el autor asegura que este fenómeno puede fomentarse mediante las técnicas de
provocación que son “ciertos métodos que nos ayudan a salir del camino principal para
aumentar nuestras posibilidades de llegar al camino lateral” (Edward de Bono, 2004). De
ahí la expresión de «pensamiento lateral» que invita a desplazarse hacia los lados en lugar
de ir en la dirección normal.

Por lo anterior, la propuesta del pensamiento creativo consiste en escapar de las pautas
establecidas por la experiencia previa y poder establecer nuevas secuencias. En resumen,
“Cambiar las pautas resulta tan difícil como el intento de asignar un significado nuevo a
una palabra” (Edward de Bono, 2004). En otras palabras, cuando cierta información no
consigue integrarse en las pautas establecidas y no se desarrolla el pensamiento lateral, no
se usa la creatividad, se desperdicia esa información nueva.

Por su parte, la necesidad práctica de la creatividad hace alusión a cómo una idea nueva
puede significar en dos sentidos: primero, seguir adelante ante el advenimiento de un
problema o una crisis; segundo, los beneficios o ventajas que aporta la idea. El autor
propone tres ejemplos de cómo la creatividad contribuye a la industria, ya sea en la
reducción de costos mediante la reestructuración del trabajo, el mejoramiento de la calidad
en el hacer bien y de otro modo, como en las nuevas posibilidades que pueden generarse
aún en las industrias más tradicionales. Muchas veces se continúa haciendo lo mismo por
miedo al fracaso, en efecto, lo nuevo conlleva un alto riesgo de posibilidades de pérdida.
Asimismo, reparar no es lo más recomendado en un mundo competitivo porque se
compromete la supervivencia de la organización. Lo mejor es innovar, aunque no siempre
se obtenga el resultado esperado, se debe, por tanto, descartar miles de nuevas
posibilidades. Esto supone buscar por encima de los demás, ir más allá del análisis y el
razonamiento correcto y pensar nuevos conceptos.

Para el autor, el pensamiento griego clásico dejó una herencia a la humanidad que, en
ocasiones, va en contra del desarrollo del pensamiento creativo, se refiere a la “obsesión
por la argumentación y el pensamiento crítico”, pues, puede ocurrir que ciertas ideas sean,
en apariencia, ilógicas o alocadas. Por esto, propone el uso de la hipótesis como
herramienta creativa, “Una hipótesis es una suposición o una especulación. Esto tiene
varios méritos. Proporciona un marco de trabajo para observar la información y así se
puede empezar el descubrimiento de datos inadvertidos hasta entonces” (Edward de Bono,
2004). Tener una hipótesis por trabajar supone que se tiene una posibilidad de pensar pero
que se cierran otras; por tanto, lo conveniente es tener múltiples hipótesis de trabajar a fin
de considerar la información desde distintas posibilidades.

Mitos acerca de la creatividad

Edward de Bono identifica varios mitos o ideas falsas sobre el pensamiento creativo. Entre
estas encontramos, en primer lugar, que la creatividad no es un estado natural, es decir,
puede ser enseñada. El entrenamiento en determinadas técnicas creativas permite a los
novatos ejercitarse y a las personas experimentadas en el tema les brinda nuevas formas
para el desarrollo de la creatividad. El pensamiento lateral no necesariamente proviene de
personas catalogadas como rebeldes, toda vez que un sujeto se ponga en cuestión puede
alcanzarlo. El “racismo hemisférico” que surge de la diferenciación entre el hemisferio
derecho y el hemisferio izquierdo no cabe en este proceso, según el autor “cuando una
persona está entregado al pensamiento creativo se observa que su hemisferio izquierdo y su
hemisferio cerebral derecho están en actividad al mismo tiempo” (Edward de Bono, 2004).
La creatividad y el arte no son sinónimos. Por lo general, los artistas adoptan un estilo
singular que los diferencia, aspecto importante del estado creativo, pero no siempre son
buenos maestros de creatividad, además, el pensamiento lateral es una búsqueda no
constante, esto es, no se detiene en ningún estilo o moda. También, es necesario eliminar
las inhibiciones para alcanzar el estado normal de creatividad que puede llegar a un estado
no natural superior por medio de la aplicación de los métodos. La técnica de provocación
“consiste en apartarnos de la pauta de percepción normal y colocar nuestra mente en una
situación inestable, desde la cual podamos avanzar hacia una nueva idea” (Edward de
Bono, 2004), no se recomienda compararla con la locura porque puede transmitir una
impresión falsa que desanima el uso de la creatividad. Por su parte, el trabajo en grupo
aunque es una parte esencial del proceso, no es necesario. El autor recomienda la
generación de ideas de forma individual y el desarrollo de manera grupal, “La idea
originaria fundamental de la movilización mental consistía en que los comentarios de los
otras personas estimularían nuestras propias ideas, en una especie de reacción en cadena de
ideas” (Edward de Bono, 2004).

En conclusión, no existe exclusión dentro del desarrollo del pensamiento creativo. Las
técnicas permiten que cualquier persona mejore sus habilidades creativas de pensamiento
sin tener en cuenta su sexo, edad, origen, etc. “Todo depende de los hábitos, la formación y
las expectativas de cada individuo” (Edward de Bono, 2004)

Ambientes de creatividad

La inocencia propia de la infancia como un campo libre de prejuicios; la experiencia en los


adultos fundamental para disminuir los riesgos; la motivación y curiosidad en la búsqueda
de nuevas alternativas; la capacidad de valorar una idea creativa, aun cuando surge
producto de la casualidad, el azar o el error; dejar los límites de la lógica y pensar nuevas
ideas fuera de los paradigmas vigentes, son algunas de las fuentes de creatividad
propuestas por el autor, acompañadas del uso de las técnicas creativas sistemáticas que
tienen como fin modificar la percepción para desarrollar la capacidad de pensar
creativamente, lejos del sistema de pautas tradicionales.

Lo anterior con el fin de perfeccionar un producto, resolver un problema, crear nuevos


conceptos y valores para la generación de oportunidades, en resumen, estar dispuesto a
hacer las cosas de una manera inusual. El autor enfatiza “En un tema como «la
creatividad», no se puede señalar a una persona con el dedo y pedirle que sea creativa.
Hacerlo sería injusto e incómodo” (Edward de Bono, 2004). Por consiguiente, para el
desarrollo del pensamiento lateral es preciso un ambiente poco autoritario, propicio para la
espontaneidad y la participación voluntaria, que puede ser motivada por ciertas técnicas de
participación donde la persona reconozca su lugar dentro del grupo.
Una metodología didáctica y pedagógica

Pensar de forma diferente evitando el análisis y la crítica, irrespetar el razonamiento lógico


en busca de posibles nuevos paradigmas desde cualquier área del conocimiento, ser
curioso, perder el miedo a la equivocación, al error, son formas de empezar un cambio en
nuestro funcionamiento cerebral. Sin embargo, es de reconocer que la mayoría de actitudes
que se acaban de mencionar no son elogiables en el común de la sociedad, aspecto que
limita el desarrollo del pensamiento lateral, por ende, la búsqueda de nuevas posibilidades
de trabajo. El pensamiento creativo es una apuesta por el cambio, la innovación, una
aventura en contra de lo común, que tal vez deba desmitificar muchos aspectos hasta llegar
a la mayoría de las personas; además, es una exigencia al pensamiento percibir la realidad
y las informaciones que de ella nos llegan de modo desacostumbrado.

El filósofo y educador estadounidense Matthew Lipman hace una propuesta innovadora


sobre el estudio de la filosofía para niños como personas capaces de desarrollar
razonamientos filosóficos de forma creativa por medio de la reflexión de textos literarios.
Así por ejemplo, la lectura de la novela policíaca exige estar atento en cada detalle que
puede ser fundamental para la resolución del caso, la lectura de poemas y cuentos donde
intervienen niños permite que desarrollen su lenguaje y lo expresen de forma oral, escrita o
cualquier manifestación artística que permita ampliar los significados de lo conocido. Los
símiles, las metáforas y las analogías son las formas más recurrentes de la creatividad
infantil, “Por medio de modelos de ficción es posible mostrar a los niños que pueden
pensar en sí mismos de forma más razonable y original” (Matthew Lipman, 1992), una
forma más abierta de hacer filosofía desde la cotidianidad del infante que le permita abrir
su mente a nuevas posibilidad y esté en libertad de expresarlas según sus aptitudes. Para
esto es necesario crear el ambiente en donde el profesor lejos de adoctrinar al estudiante
fomente y permita el pensamiento propio.

El desarrollo de la creatividad podría brindar alternativas de solución en el sector de la


educación ante el panorama poco atractivo de ésta para los estudiantes, ¿cómo hacer menos
aburridas y más significativas las clases? Son preguntas que están por resolver desde la
creatividad como apoyo para la pedagogía en el sector educativo. Despertar el interés de
los estudiantes, fundamentar el sentido del estudio y llevar a cabo un aprendizaje que sea
significativo a nivel personal y cognitivo son los retos en espera de ser solucionados.
Bibliografía

 Edward de Bono. (2004). El pensamiento creativo. El poder del pensamiento lateral en la


creación de nuevas ideas. México: Paidós.

 Matthew Lipman, A. M. (1992). La filosofía en el aula. Madrid: Ediciones de la Torre.

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