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Actividad 3 Principios Constitucionales

Henry Hurtado Avendaño Código 7302075

Tutor Ing. MARIA FERNANDA SILVA CORONADO

Universidad Militar Nueva Granada


Facultad de Estudios a Distancia
Programa de Ingeniería Civil
Marzo, 2019
RESUMEN

En un video que presenta la Fiscalía colombiana cuando un fiscal de la Justicia


Especial para la Paz, Carlos Julián Bermeo, recibe un fajo de 40 000 dólares, el
hecho deja en tela de juicio a esta jurisdicción. Lo más grave es que la acción es
supuestamente para incidir en la liberación del exguerrillero de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), JESÚS SANTRICH, quien está detenido por
el delito de narcotráfico.
Lo extraño de este proceso es la celeridad con que la justicia ha actuado, primero
en lo rápido que se hicieron las detenciones y segundo la forma en que actuó la
Fiscalía, pues el agente infiltrado había obtenido el dinero de fondos de este mismo
ente de justicia, algunos creen que la intención es desprestigiar a la Jurisdicción
Especial para la Paz (JEP).

ABSTRACT

In a video presented by the Colombian Prosecutor's Office when a Special Justice


for Peace prosecutor, Carlos Julián Bermeo, receives a bundle of 40,000 dollars, the
fact leaves this jurisdiction in question. The most serious is that the action is
supposed to affect the release of the ex-guerrilla of the Revolutionary Armed Forces
of Colombia (FARC), JESÚS SANTRICH, who is being detained for the crime of drug
trafficking.

The strange thing about this process is the speed with which justice has acted, first
in how fast the arrests were made and secondly the way in which the Prosecutor's
Office acted, since the infiltrated agent had obtained the funds money from this same
body of justice Some believe that the intention is to discredit the Special Jurisdiction
for Peace (JEP).
LA CORRUPCION EN JEP

El video que muestra a Carlos Julián Bermeo, un fiscal de apoyo, recibiendo un fajo
de dólares por debajo de una mesa para supuestamente, y según la Fiscalía, incidir
en el trámite de extradición del exguerrillero “Jesús Santrich”, repercutió
negativamente en la imagen de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que
avanza escuchando testimonios en los casos priorizados. Tan pronto salió el video,
críticos del Centro Democrático la rotularon de encubridora de las Farc.

Malos manejos de los recursos durante la creación de la Jurisdicción, cuando todas


las decisiones eran tomadas por el entonces secretario ejecutivo Néstor Raúl
Correa; disputas internas por el poder; problemas de competencia con la justicia
ordinaria y con la Fiscalía General de la Nación; un proceso judicial contra su
directora administrativa, Martha Lucía Zamora, por supuestamente asesorar
indebidamente a los excombatientes de las Farc para ocultar su desaparición.

A esto se le añaden recientes señalamientos por contratos a dedo cuyos


beneficiados eran dos exfuncionarios del Gobierno de Juan Manuel Santos (Miguel
Samper, hijo del expresidente Ernesto Samper y exdirector de la Agencia Nacional
de Tierras; Ricardo Sabogal, exdirector de la Unidad de Restitución de Tierras,
y Juan Sebastián Rozo), han hecho mella. Y ahora está por investigar el tema de
las supuestas coimas. El caso de extradición de Seuxis Hernández Solarte,
conocido como “Jesús Santrich”, y un político condenado por vínculos con
paramilitares meta las manos.

La polémica también ha girado en torno a los procesos de selección de sus


funcionarios. Pilar Rueda, esposa del senador Cepeda, trabaja en la unidad de
investigación de la JEP, lo cual defendió Linares en entrevista a La W Radio. “Ella
acredita condiciones de experiencia amplia y consolidada en materia de género y
derechos de víctimas”.

La hipótesis de los abogados de Santrich, es que hubo un montaje para que


pareciera que el excomandante guerrillero ofrecía una jugosa suma de dinero (2
millones de dólares, de los cuales los 500.000 entregados serían la cuota inicial) a
cambio de no ser extraditado, para así enredar más su proceso judicial.

Los argumentos de lado y lado no cambian lo fáctico: el fiscal Bermeo recibió de


manera sospechosa dinero, sea cual fuera la motivación. Según la Fiscalía, el
cohecho habría sido cometido entre el fiscal Bermeo, el exsenador de Opción
Ciudadana, Luis Alberto Gil (condenado por parapolítica), Yamit Prieto Acero, Luis
Orlando Villamizar y Ana Cristina Solarte (esposa de Bermeo). “Lo acontecido
muestra que, tras la flagrancia que se aprecia en el video hay algo mucho más
profundo y penoso. Tenemos la sensación de que estamos apenas ante la punta
del iceberg. Resulta ostensible que –venga de donde viniere– hay un alto grado de
corrupción respecto al cual deben actuar el Estado y sus autoridades, de modo que
no se perpetúe la impunidad”.
Hoy la Fiscalía podrá destapar las cartas que le quedan en este caso, para mostrar,
cómo más allá de un supuesto fiscal corrupto, toda esa multimillonaria trama toca el
caso más sonado de la Jep: “Santrich”.

La Justicia Especial de Paz afronta uno de los retos más difíciles en su corta
existencia, tras revelarse un nuevo caso de corrupción, que pone en entredicho una
entidad que no puede darse el lujo de generar dudas sobre su rectitud y
honorabilidad.

Linares admite que “el aberrante fenómeno de corrupción que azota al país, mancilló
y afectó de manera grave” a la Jurisdicción Especial de Paz, que es ni más ni menos
la columna vertebral del acuerdo que permitió la entrega de armas de las Farc.

MARCO LEGAL CONTRA LA CORRUPCION

En Colombia existe una amplia legislación y normatividad tendiente a luchar contra


la corrupción, incluyendo sistemas de control social, control político y técnico.

El Estado social de derecho se construye a partir del reconocimiento del ser humano
como sujeto autónomo, dotado de razón, cuya realización integral debe promover
el Estado, garantizándole condiciones dignas para el desarrollo de sus
potencialidades, condiciones que se anulan y diluyen en contextos en los que
prevalezca el interés mezquino de quienes anteponen los suyos particulares a los
de la sociedad, incluso desdeñándolos y sacrificándolos, mucho más si para ello
hacen uso indebido del aparato administrativo que conduce el Estado, de los
recursos que lo nutren, y del ejercicio de las funciones propias de la administración
pública, conductas que por lo general se identifican en los tipos penales que
describen prácticas corruptas. La convención que se examina, en su artículo III,
compromete a los Estados-Partes en la adopción de mecanismos, normas y
medidas de carácter preventivo, que irradien la gestión de los funcionarios públicos,
haciendo posible que ellos se apropien y practiquen "...normas de conducta que
garanticen el correcto, honorable y adecuado cumplimiento de las funciones
públicas."

SOBORNO DE TRASNACIONAL

El objetivo que se propone la Convención al solicitar de los países signatarios la


tipificación como delito de la conducta analizada, coincide con los postulados y
fundamentos del Estado social de derecho, que como tal impone un paradigma
ético a todas las personas, sean éstas servidores públicos o particulares; en
consecuencia, mientras el legislador colombiano procede expresamente a tipificar
el soborno transnacional como delito, el Estado podrá legítimamente y sin contrariar
el ordenamientos superior, brindar asistencia y cooperación a los demás países
miembros de conformidad con las disposiciones de nuestro ordenamiento interno.
Para esta Corporación el compromiso que adquiere el país, de prohibir y sancionar
la conducta que en el instrumento objeto de revisión se denomina "soborno
transnacional", se ajusta a las disposiciones de nuestro ordenamiento superior, al
igual que el compromiso de colaboración al que se obliga el Estado, dentro del
marco de la ley, mientras el legislador procede a tipificarlo como delito.

ENRIQUECIMIENTO ILICITO

El enriquecimiento ilícito es una conducta que en un alto porcentaje de los países


del mundo ha sido tipificada como delito, cuyo sujeto activo es un servidor público,
que se vale de su rango y del ejercicio de sus funciones para incrementar
ilegítimamente su propio patrimonio, causando graves daños al Estado y a la
sociedad. Esa práctica, como todas las conductas que impliquen corrupción,
vulnera los principios fundamentales del Estado social de derecho y atenta contra
los valores que lo rigen, por lo que tipificarla como delito, como compromete a los
países signatarios el artículo de la Convención que se analiza, encuentra pleno
fundamento en los mandatos del ordenamiento superior colombiano.

En la Constitución Nacional, artículo 270, que establece que "la Ley organizará las
formas y los sistemas de participación ciudadana que permitan vigilar la gestión
pública y que se cumpla en los diversos niveles administrativos y sobre sus
resultados". A partir de este mandato y otro cuerpo de artículos relacionados con la
participación ciudadana en el marco de la democracia participativa, son numerosas
las disposiciones legales que aparecen y en las cuales se considera el control fiscal
participativo.

La Ley 42 de 1993 que trata sobre la organización del sistema de control fiscal
financiero y los organismos que lo ejercen, en el artículo 26 señala la facultad de la
Contraloría General de la Republica –CGR- de ejercer el control posterior, en forma
excepcional, sobre cualquier entidad territorial, por solicitud del gobierno
departamental, Distrital o municipal, por cualquier comisión permanente del
Congreso o por la mitad más uno de los miembros de las corporaciones públicas
territoriales. También por solicitud de la ciudadanía a través de los mecanismos de
participación ciudadana establecidos por la ley y como resultado de un ejercicio
previo de control social cuyo resultado motiva esa solicitud.
En Colombia, todas las personas sin importar su nivel educativo, su profesión, su
lugar de vivienda zonas urbanas o rurales tienen una opinión en común: el país está
cansado de la corrupción y que este es el responsable de todos los males del país.
Para acabar con la corrupción y empezar a solucionar aquellos problemas que de
verdad son prioritarios para la sociedad se hace necesario:

➢ Que las personas sean políticamente activas, dejen de ser indiferentes y


se vuelvan más críticas.

➢ Sería bueno que las personas se volvieran más patrióticas, que sientan su
país no solo cuando algún deportista o la selección gana algún torneo.

➢ Lo más importante para que deje de existir la corrupción es que las


personas dejen de pensar que los políticos son indispensables para el
diseño e implementación de las políticas públicas.

La construcción de cultura ciudadana, la promoción de comportamientos que hagan


más fácil la convivencia en las ciudades.

Establecer beneficios por denunciar: Este mecanismo significa que no solo basta
con confesar los crímenes, sino que para obtener verdaderos beneficios los
procesados deben delatar a sus compañeros para desenmarañar la red
delincuencial.

Limitar el financiamiento privado de las campañas: En Colombia, la financiación


pública en las campañas sería beneficiosa para impedir que sean capturadas por
intereses particulares y evitar escándalos como el de Odebrecht y deuda de favores
a terceros.

Modificar el nombramiento de los organismos de control: No podemos poner al


ratón a cuidar el queso, los contralores sean elegidos por medio de un concurso
abierto y público. Esto eliminaría el mecanismo por medio del cual los mismos
políticos que deben ser supervisados designan a sus contralores, lo que pone en
riesgo la vigilancia y el buen manejo de los recursos.
CONCLUSIONES

El sentimiento de sentirse correcto y moral en una sociedad de ‘ladrones y corruptos’


no solo normaliza la corrupción, sino que además aumenta las transgresiones
cotidianas.

El problema es de cultura ciudadana. Habría que romper la representación negativa


de los demás para llegar a una visión más equilibrada entre la propia conducta y la
del otro. De esta manera se superaría el imaginario del “todo el mundo lo hace,
entonces yo también puedo”. Con ello las prácticas corruptas dejarían de verse
como normales

Es evidente que la justicia colombiana afronta una crisis interna, que la aleja
precipitadamente de los conceptos de transparencia, equidad y moralidad que por
mucho tiempo la caracterizaron.

El origen de la corrupción judicial obedece a cuatro aspectos, en su orden:

➢ La falta de una adecuada formación ética en las facultades de Derecho donde


egresaron los jueces corruptos.
➢ La ausencia de una preparación judicial previa a la toma de posesión del
cargo.
➢ La carencia de un órgano especializado de disciplina para los jueces.
➢ La falta de un tribunal de ética jurídica que determine las reglas claras de la
conducta que debe seguir un profesional del Derecho
➢ La competencia de tutela repartida en todos los jueces.

La solución a esta terrible realidad no debe ser acabar la JEP, sino llevar a la justicia
a todos los responsables de este acto y saber desde dónde se operaba, quiénes
están interesados en torcer procesos a favor de Santrich y tratar de blindar a este
crucial operador judicial. Hay que atacar el tema de fondo, así como cuando se
capturó al corrupto fiscal Luis Gustavo Moreno no se pidió acabar con la Fiscalía ni
cuando se destapó el cartel de la toga, no se dirigieron baterías para acabar con la
Corte Suprema de Justicia.
BIBLIOGRAFIA

➢ https://www.elpais.com.co/judicial/jep-descarta-incidencia-de-fiscal-detenido-por-
corrupcion-en-el-expediente-de-santrich.html
➢ http://www.redmas.com.co/start/fiscal-la-jep-tambien-esta-la-mira-la-procuraduria/
➢ https://www.elnuevosiglo.com.co/index.php/articulos/04-2018-investigan-corrupcion-en-
contratos-de-la-jep
➢ https://www.radionacional.co/actualidad/noticias/jep-bermeo-caso-corrupcion

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