Está en la página 1de 2

CULTO Y ADORACIÓN EN EL

NUEVO TESTAMENTO

Introducción

Aunque el Nuevo Testamento es más importante para el creyente, en cuanto a ver


cómo debemos adorar a Dios, lo interesante es que tenemos menos material que
estudiar. Sin embargo, lo poco que tenemos es de gran ayuda e importancia, para
complementar lo que el Antiguo Testamento nos enseña acerca del culto a Dios.

1. EL CULTO EN LA SINAGOGA

El Señor Jesús adoró al Padre en la sinagoga. Fue en la sinagoga, también, que los
discípulos de Cristo aprendieron a adorar a Dios. En el libro de los Hechos, vemos que
por algunos años, los creyentes seguían asistiendo al culto en la sinagoga. Es obvio
que el culto en la sinagoga influenció mucho el culto en la Iglesia.

En la sinagoga, el culto de los judíos seguía el siguiente esquema:

i. La Recitación del Credo (Deut 6:4-9; 11:13-21 y Núm 15:37-41).

ii. La Oración. Esta estaba dividida en dos partes:

a. Alabanzas
b. Peticiones: por ayuda en entender la Ley; por la conversión y el perdón
de los pecados; por la protección y la bendición de Israel.

iii. La Lectura de la Escrituras: éstas incluían una lectura del Pentateuco, una
lectura de los libros ‘proféticos’, y otra lectura de los Escritos.

iv. La Predicación.

v. El Canto de los Salmos. Esto se hacía sin instrumentación.

vi. La Bendición Aarónica (Núm 6:24-26).

En las sinagogas, los hombres y las mujeres eran segregados.

2. EL CULTO EN LA IGLESIA

Aunque el culto cristiano siguió muchos de los elementos del culto en la sinagoga, el
‘vino nuevo’ del evangelio, requería de ‘odres nuevos’. Por eso hay continuidad y
discontinuidad en el culto cristiano.

Una de las primeras diferencias tuvo que ver con el lugar. En el AT, el lugar del culto
era muy importante (tabernáculo y templo); en cierta manera, eso también se dio en
la sinagoga. Pero a la luz de Juan 4:20-24, el lugar del culto cristiano vino a ser
totalmente secundario. Lo importante era el espíritu. Cada grupo de cristianos era
considerado templo del Espíritu Santo (1 Cor 6:19). Dondequiera que se reunían, allí
estaba Dios presente, y se podía adorar a Dios.
Durante los primeros años, los creyentes usaron sus casas, como lugar de culto (Hch
2:46; 12:12; Rom 16:5; 1 Cor 16:19; Col 4:15). Posteriormente, se reunían al aire
libre. Finalmente, después de la conversión de Constantino, comenzaron a usar
lugares específicos (‘templos’).

En Hch 2:42, Lucas nos ofrece un cuadro de los elementos importantes en el culto
cristiano:

i. La predicación (“la doctrina de los apóstoles”).


ii. La confraternidad (“la comunión unos con otros”).
iii. La santa cena (“en el partimiento del pan”).
iv. Las oraciones (“en las oraciones”).

A esto, debemos sumar la lectura de las Escrituras (1 Tim 4:13; Col 4:16; 1 Tes 5:27).

Una de las mayores diferencias entre el culto cristiano y el culto judío (en la sinagoga)
era la presencia y la manifestación del Espíritu Santo. Pablo habla de esto en Efe
5:18-20). El Espíritu Santo dirigía e inspiraba el culto. Lamentablemente, cuando se
dieron algunos abusos, los apóstoles tuvieron que imponer cierto orden (ver 1 Cor 11-
14, y 1 Tim 2). Sin embargo, se resistieron a imponer una liturgia. Preferían un culto
un poco ‘desordenado’, antes que algo mecánico y dirigido por los hombres.

Todos podían participar en el culto, especialmente en las oraciones y en el canto –


incluyendo las mujeres. Sin embargo, la predicación estaba a cargo de los líderes
varoniles (apóstoles y ‘ancianos’); ver Hch 6:2,4; 1 Tim 2:11-12; 5:17. Se esperaba
que los varones tomaran mayor participación en las oraciones (1 Tim 2:8-9); las
mujeres lo podían hacer, siempre en cuando lo hacían con un espíritu de sometimiento
(ver 1 Cor 11:5). Todos podían ser inspirados por el Espíritu Santo, en el uso de los
dones (lenguas y profecía).

Cuando se cantaba, se usaban salmos, himnos y cánticos espirituales (Col 3:16). Los
cristianos resumían algunas doctrinas en forma de cantos (Fil 2:5-11; Col 1:15-20; 1
Tim 3:16; 2 Tim 2:11-13). El canto se entendía como un “sacrificio de alabanza…fruto
de labios que confiesan su nombre” (Heb 13:15).

A lo largo de 2,000 años, el culto cristiano ha variado muchísimo, adoptando formas


culturales tomadas de todo el mundo. La naturaleza universal de la Iglesia, sumada la
presencia y obra del Espíritu Santo, permitía y justificaba eso. Sin embargo, ciertas
cosas quedan como normas universales:

- El culto es Trinitario. Se adora a Dios el Padre, por medio de Dios el Hijo, bajo
la inspiración de Dios el Espíritu Santo.
- La lectura y exposición de la Palabra de Dios son centrales.
- La congregación participa en las oraciones y en la alabanza.
- Se aplican las ordenanzas (la santa cena y el bautismo).

3. EL CULTO EN LA ETERNIDAD

El libro de Apocalipsis nos da a entender que el culto continuará por toda la eternidad,
con el énfasis sobre la alabanza y la adoración, dirigida al Padre y al Hijo, bajo la
inspiración del Espíritu Santo (Apo 4-5).

También podría gustarte