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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARRREAL

FACULTAD DE CIENIAS NATURALES Y MATEMÁTICA

Escuela profesional de Biología

INTEGRANTES:
 Enriquez Marin, Elaine Alison

 Bolivar Quispe, Sara

 Sierra Aroni, Jaide

 Chauca Palacios, Karina

 Cabrejos Rueda, Sandra Isabel Carmen

CURSO: Ecosistemas y biodiversidad

PROFESOR: Lorena Torres Alvariño


PABELLÓN LA VOZ DE LAS CIUDADES SOSTENIBLES

El mundo ha cambiado y seguirá cambiando. En unos años quizá utilicemos la


energía del viento en nuestros hogares, mientras nuestras ciudades serán modelo
de desarrollo sostenible en las que se integre el campo con las urbes y donde se
promueva el uso masivo de ciclovías. Y tú, ¿ya sabes qué es una ciudad
sostenible?
Una ciudad sostenible es aquella que incorpora dentro de sus planes locales una
serie de medidas para ofrecer calidad de vida a sus habitantes. Siempre busca
resolver los problemas causados por su propio funcionamiento, reduciendo o
minimizando los impactos sobre el medio natural y maximizando el cuidado y uso
de sus recursos.
Una ciudad sostenible debe conectarnos de manera rápida y eficiente. Debe
permitirnos respirar aire limpio, disfrutar de espacios públicos verdes; vivir en
condiciones ideales para todas y todos; emprender para crecer; y valorar el
patrimonio del pasado histórico.
La problemática climática y medioambiental se perfila cada vez más como un reto
para las ciudades, especialmente para aquellas donde está dándose un rápido
proceso de urbanización y crecimiento poblacional. El análisis de su estado de
situación es mejor entendido a partir de estudios metabólicos de la entrada y
salida de flujos de materiales y de energía. Este tipo de evaluaciones se han
realizado para diversas ciudades y para distintos aspectos, pero en América Latina
están prácticamente ausentes. (Delgado, Campos y Rentería, 2012)
Una ciudad puede considerarse sostenible si en su gestión cuenta con las
siguientes cinco dimensiones:

1. Medioambiental

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2. Social

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3. Economía – Productiva

Promueve el desarrollo económico local, competitivo y sostenible. Mejora la


calidad y cantidad de empleos, y permite el acceso eficiente a productos y
servicios, así como la cooperación entre ciudades con distintas capacidades.

Para que una ciudad, un espacio, sea sostenible y se lleven a cabo las diversas
actividades sociales y económicas de las personas, es necesario que estén
identificados aspectos indispensables que permitan garantizar condiciones de
desarrollo y una adecuada calidad de vida. (Ministerio del Ambiente, 2015)

Las economías más justas son más resilientes y gozan de más armonía social y
ambiental. La economía peruana está creciendo, pero este crecimiento no está
llegando a toda la población. Un acceso más equitativo a los recursos naturales
puede beneficiar tanto a las personas como al planeta. Los casos en que las
comunidades tienen voz e influencia en las decisiones llevan a mejores resultados,
tanto para el medio ambiente, como para la economía local. (Coalición para la
Economía Verde, n.d.)

Para conseguir el desarrollo económico sostenible, las sociedades deberán crear


las condiciones necesarias para que las personas accedan a empleos de calidad,
estimulando la economía sin dañar el medio ambiente. También tendrá que haber
oportunidades laborales para toda la población en edad de trabajar, con
condiciones de trabajo decentes. Asimismo, el aumento de la productividad
laboral, la reducción de la tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes, y
la mejora del acceso a los servicios financieros para gestionar los ingresos,
acumular activos y realizar inversiones productivas son componentes esenciales
de un crecimiento económico sostenido e inclusivo. El aumento de los
compromisos con el comercio, la banca y la infraestructura agrícola también
ayudará a aumentar la productividad y a reducir los niveles de desempleo en las
regiones más empobrecidas del mundo. (Moran, n.d.)

Con el objetivo de promover el desarrollo y el aprovechamiento sostenible de


nuestros recursos naturales, conservar el ambiente y crear conciencia en las
personas, el Ministerio del Ambiente del Perú baja su trabajo en dos ejes
estratégicos: Perú Natural y Perú Limpio.

3.1. Perú Natural

Bionegocios: Impulsar emprendimientos sostenibles del bosque y la


biodiversidad
Biodiversidad: Promover la inversión privada para la cosecha y
comercialización de frutos y granos nacionales.

Ecosistemas y agua: Afrontar la escasez de agua considerando el punto de


generación de este recurso, que son las cabeceras de cuencas altas.

3.2. Perú Limpio

Residuos sólidos: Promover la formalización de pequeñas y medianas


empresas de reciclaje.

Ecoeficiencia: Incentivar acuerdos voluntarios de las empresas e industrias


para una producción más limpia.

Entidades públicas sostenibles: Impulsar hábitos ecoeficientes en estas


instituciones

3.3. Residuos: ¡Qué problema!

En el año 2017 la provincia de Lima generó casi tres millones y medio de


toneladas de residuos sólidos, lo que representa más de nueve mil toneladas al
día.

Una sola persona produce al año 22 kg de basura, casi el peso de tres


refrigeradores vacíos.

La gestión de residuos sólidos generados en las casas, las empresas y las


instituciones son responsabilidad de las municipalidades. Para ello es
importante que las personas paguemos nuestros arbitrios, con ello
garantizaremos que el sistema de recolección, separación y disposición final de
los residuos funcione.

La gestión de residuos no empieza cuando los empezamos a generar: empieza


en el momento en que adquirimos los productos que vamos a consumir. Por
ello, se tienen que repensar los proyectos para darles un enfoque más realista
del proceso. Es fundamental que cuenten con una inversión fuerte en educación
para que seamos consumidores social y ambientalmente responsables de modo
que cada vez, por ejemplo, que vayamos a la panadería o al mercado llevemos
bolsas de tela reusables o canastas, y no usemos bolsas de plástico que no son
reciclables. Además, se necesita educar a los empresarios, pues ellos también
deben tener una responsabilidad extendida al productor; es decir, que si se
sacan productos al mercado, estos deben estar en envases biodegradables o
reciclables. Pensemos en las empresas de cerveza o de bebidas gaseosas que
llegan a todos los rincones del Perú, inclusive en canoa para acceder a
comunidades nativas: ¿por qué, entonces, al regreso, no traen sus envases de
vuelta? ¿Por qué les dejan esos residuos a las comunidades y no se hacen
cargo de ellos? (MINAM, 2015)

Todo lo que se recicla debería ser a través de una recolección selectiva a


manos de los recicladores. Ya hay una ley en el Perú, y otras similares en
países como Brasil y en República Dominicana, que regula tal proceso. El paso
siguiente es que nuestros países generen empleos en el reciclaje. Hay mucha
gente desempleada y se podría ahorrar mucho dinero si, más bien, nos
enfocásemos en seleccionar los residuos como paso fundamental y previo al
envío de estos a las plantas. Esas instalaciones van a poder funcionar
adecuadamente solo si hacemos la separación en el origen; si no, llegan los
residuos mezclados y las fajas para transportarlos se rompen constantemente.
El punto no es rechazar la tecnología a priori, sino ser coherentes con nuestras
características de país, de lo que tenemos. De hecho, ya los recicladores están
haciendo un buen trabajo. Se debe resaltar que, según un estudio del año 2009,
gracias al recojo de papel y cartón de los recicladores informales, se evitó la
tala de dos millones de árboles. En otras palabras, lo ideal es que menos
residuos vayan a disposición final, como en el caso de Lima donde hay cuatro
rellenos sanitarios y ninguno posee plantas de compostaje, a pesar de la aridez
de la ciudad y de lo conveniente que sería producir compost para enriquecer los
suelos. (MINAM, 2015)

Hemos visto la importancia de los recicladores y su potencial impacto frente a la


contaminación en las ciudades, pero ¿por qué debemos apoyar su
formalización? En primer lugar, la formalización les permite ser incluidos en el
sistema productivo y como pieza clave de la gestión municipal de los residuos
sólidos. Así, podrán insertarse también en el mercado económico y competir en
mejores condiciones con empresas e instituciones. Ser formales les facilitará
alianzas y apoyos para garantizar la sostenibilidad del desarrollo de su actividad
económico-productiva. Finalmente, lo más valioso del proceso de formalización
es que permite la mejora de condiciones laborales y esto, a su vez, se refleja en
la mejora de la calidad de vida del reciclador y su familia. Para formalizarse, por
su parte, los recicladores deben cumplir con determinados requisitos, como
formar parte de una organización de recicladores (asociación o MYPE),
vacunarse y llevar las capacitaciones necesarias. (MINAM, 2015)
3.3.1. ¿En cuánto tiempo desaparecen?

6 meses a 1 1000 años 5 a 10 años


año

5 a 10 años 10 años 30 años

100 años 100 a 1000 200 años


años

3.4. Empleos para avanzar hacia la Sostenibilidad

Entendemos por empleos sostenibles todos aquellos que contribuyan a


sentar las bases de un futuro sostenible y satisfactorio para el conjunto de los
seres humanos, es decir, que contribuyan a la necesaria transición desde la
actual situación de emergencia planetaria a sociedades sostenibles en las
que se universalicen y respeten todos los Derechos Humanos. Los
presentaremos resumidamente, agrupados en los siguientes apartados:

3.4.1. Empleos asociados a la transición de la economía marrón a


la Economía Verde, solidaria y sostenible

 Lograr la transición energética, sustituyendo los recursos fósiles


por energía limpia y renovable (primer pilar de la 3ª Revolución
Industrial). Ello exige eliminar los actuales subsidios a los
recursos que dañan el medio ambiente (programando
alternativas de trabajo) y dar ventajas fiscales a las energías
renovables y descentralizadas

 Incrementar la eficiencia de aparatos, sistemas y procesos,


favoreciendo el ahorro energético y reduciendo el consumo de
otros recursos básicos (agua, suelo cultivable…)

 Incrementar, en particular, la eficiencia de los edificios (que


pueden convertirse en generadores locales de energía,
constituyendo el segundo pilar de la 3ª Revolución Industrial),
priorizando las rehabilitaciones (aislamiento térmico, sistemas
de ventilación…) y el diseño urbano sostenible para una mejor
eficiencia energética, reducción de la contaminación, etc.

 Desarrollar formas de almacenar la energía procedente de


fuentes renovables que faciliten la conversión de los suministros
intermitentes de estas fuentes de energía en recursos
permanentes (hidrógeno, pilas de combustible…: tercer pilar de
la 3ª Revolución Industrial)

 Impulsar formas de transporte sostenible y fortalecer las


infraestructuras adecuadas

 Promover políticas alimentarias sostenibles que contemplen


toda la cadena, desde la producción, almacenamiento y
transporte hasta el consumo, evitando la degradación ambiental
de la agricultura industrial (que concentra la tierra en pocas
manos y practica el monocultivo) y garantizando una producción
diversificada y sostenible y el bienestar campesino, dotando de
servicios al mundo rural (la agricultura sigue siendo el sector
que más empleo genera a escala planetaria)

 Impulsar la investigación e innovación en proyectos sostenibles

3.4.2. Empleos asociados al Desarrollo de políticas de protección


del medio

 Protección y restauración de los ecosistemas (infraestructuras


ecológicas, áreas terrestres y marítimas protegidas) y defensa
de la biodiversidad, evitando las extracciones depredadoras y
favoreciendo el uso sostenible de los servicios ambientales,
imprescindibles para el bienestar humano

 Combatir todas las formas de contaminación y realizar una


adecuada reducción y gestión de residuos

 Favorecer el turismo sostenible, respetuoso con el medio


ambiente y la diversidad biológica y cultural

3.4.3. Empleos asociados a la Promoción de pautas de


comportamiento sostenibles

 Promover la educación socioambiental para la Sostenibilidad.


Fortalecer la conciencia pública sobre los impactos negativos
que tienen los patrones de consumo insostenibles y sustituir la
cultura prevaleciente de consumismo por la de Sostenibilidad

 Favorecer el consumo responsable y el comercio justo con


legislación adecuada, generalizando el eco-etiquetado

 Favorecer la reutilización y el reciclado de materiales con


instalaciones adecuadas

Estas y otras medidas que requieren millones de puestos de trabajo,


incluidos los del personal necesario para garantizar su cumplimiento,
exigen potenciar la participación ciudadana en las instancias políticas y toma
de decisiones: no es posible una verdadera transición a sociedades
sostenibles sin la participación de la ciudadanía.

4. Planificación

Incentiva un trasporte urbano seguro, eficiente, asequible y sostenible, con


opciones no motorizadas como el uso de bicicletas. Se ocupa de no extender más
el área de la ciudad y brindar servicios de calidad.

4.1. El Transporte

El transporte es el sector responsable del mayor y más acelerado crecimiento


en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del
cambio climático. Es a su vez un sector fuertemente desafiado ante
potenciales escenarios de escasez de recursos energéticos que demanden
una mayor eficiencia energética para asegurar la sostenibilidad en el
desarrollo. Para hacer frente a estos retos será preciso adoptar enfoques
innovadores en las políticas de transporte y establecer prioridades
considerando los beneficios integrales. La diversificación de la matriz modal,
por medio del aumento de la participación de modos menos intensivos en
carbono, procurando mejoras de eficiencia al interior de cada modo y en la
gestión de las principales cadenas logísticas resultarán un significativo aporte
para la seguridad energética y la reducción de emisiones, mejorando también
la competitividad del país. El paso hacia el transporte sostenible y de bajo
carbono requerirá de nuevas y mejores capacidades, tecnologías y fuentes de
financiamiento. La experiencia del transporte en las iniciativas del mecanismo
de desarrollo limpio (MDL) ha tenido magros resultados; se necesita trabajar
activamente para asegurar la inclusión del sector dentro del régimen de
financiamiento climático post Kioto para facilitar los cambios necesarios.
(Barbero y Rodríguez, 2012)

El tráfico y la movilidad en sus expresiones motorizadas forman parte de lo


que se ha venido en denominar el núcleo duro o menos moldeable de la crisis
ecológica de la ciudad. Primero porque parecen eludir la discusión racional
acerca de su compatibilidad con los recursos disponibles o con la habitabilidad
de los lugares que les sirven de soporte; simplemente se admite con
frecuencia que el tráfico crece en número y velocidad y que ello contribuye a
satisfacer los deseos y necesidades de la población. Y segundo, porque son la
causa principal de los aspectos más conflictivos del medio ambiente urbano
tales como la contaminación, el ruido, el consumo excesivo de recursos o la
ocupación extensiva del espacio. Sin transformar la movilidad no parece
posible racionalizar o hacer más habitable el entorno de nuestras ciudades.

La aplicación, por ejemplo, de fuentes energéticas alternativas en el transporte


urbano ha de analizarse no sólo a través de las ventajas locales que supone -
disminución de la contaminación atmosférica-, sino también en el cómputo de
sus repercusiones globales; el empleo de energía eléctrica en la propulsión de
vehículos elimina buena parte de las emisiones a la atmósfera urbana, pero
implica la emisión de contaminantes en el lugar de generación, generalmente
fuera de las ciudades.

Desde ese punto de vista, es insuficiente señalar que el tráfico y la movilidad


representan buena parte del núcleo duro de la crisis ecológica de la ciudad,
pues realmente son la clave también de múltiples distorsiones sociales y
culturales presentes en las ciudades: el peligro y el riesgo de las calles y vías,
la ruptura de la multifuncionalidad del espacio público, la reducción de la
comunicación vecinal o la pérdida de autonomía de los grupos sociales más
débiles. (Sanz, 1997)

4.1.1. Estrategias para la movilidad y accesibilidad sostenibles

Desde hace muchos años se vienen proponiendo soluciones a nivel


mundial para reducir los daños de contaminación en las ciudades que
persisten hasta la actualidad, planes gubernamentales como
municipales con el fin de ser una ciudad sostenible en torno al
transporte, proponiéndose lo siguiente:

 Mejora y coordinación de las redes de transporte colectivo.

 Liberación de espacio viario para su uso por los vehículos del


transporte colectivo.

 Mejora de las estaciones y terminales del transporte colectivo para


aumentar su atractivo.

 Mejora de la imagen pública del transporte colectivo y de sus


cualidades sociales y ambientales.

 Reducción del consumo energético, de las emisiones


contaminantes y del ruido producido por los vehículos del transporte
colectivo.

 Promoción e incentivos para los desplazamientos andando y en


bicicleta.

 Creación de redes de itinerarios peatonales y ciclistas.

 Supresión de barreras para peatones y ciclistas.

 Rehabilitación cultural de los desplazamientos peatonales y


ciclistas.

 Creación de numerosos equipamientos (deportivos, educativos,


culturales, asistenciales, etc.) que permiten satisfacer las
necesidades básicas sin desplazamientos lejanos.

 Implementación, creación, amueblado e iluminado también nuevos


espacios públicos (jardines, plazas, parques) y transformado los
antiguos carriles (plantación de 4.000 árboles en las calles), de
manera que la calle ha empiece a ser un lugar de estancia,
comunicación y convivencia en vez de un agujero negro que
fomenta la huida hacia el exterior, en especial de grupos sociales
como los ancianos o las parejas jóvenes con niños.

Congestión vehicular en la capital peruana. (2019). Recuperado de


https://www.google.com/search?q=transito+sostenible&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ve
d=0ahUKEwi0mPGZzpPiAhWHrVkKHZKVCa8Q_AUIDigB&biw=1366&bih=608#imgdii=m
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Montpellier Ciudad francesa encaminada a la sostenibilidad. (2019). Recuperado de
https://www.google.com/search?biw=1366&bih=608&tbm=isch&sa=1&ei=S9TWXN3_Mcyt
5wLv45iwBg&q=transito+de+una+ciudad+sostenible&oq=transito+de+una+ciudad+sosteni
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ya9HDdM:&imgrc=dFbnMUTZfcirdM:

Un estudio reciente publicado por la Corporación Andina de Fomento (CAF)


referido a la infraestructura en el desarrollo integral de América Latina analiza la
situación de los principales sub-sectores – incluida la del transporte - y los
principales retos que enfrentan. El rol de la infraestructura del transporte y la
logística resulta un factor central en el proceso de desarrollo regional, y
contribuyendo a la mejora en la calidad de vida, la inclusión social y el acceso a
oportunidades para las comunidades aisladas, integrando el espacio nacional, a la
vez que apoyando el crecimiento, mejorando la competitividad y brindando
oportunidades de diversificación de la economía (Barbero, 2011b).

5. Gobernanza

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CONCLUSIONES

La cuestión urbana en países pobres, como los latinoamericanos, tiende a


ser más problemática y compleja dada la limitada o comprometida capacidad
de toma de medidas y acciones. Los medios económicos son restrictivos y las
condiciones políticas altamente complejas y deficientes, al menos
comparativamente hablando. Se trata de un escenario en donde además, la
variable de la pobreza, sobre todo en los cinturones de miseria, pero también
de las zonas rurales de la ciudad, representa un enorme reto para cualquier tipo
de reconfiguración de lo urbano.

El transporte debe ser el factor clave para el desarrollo integral y sostenible de las
futuras ciudades. Es necesario, para ello, visualizar ciudades a largo plazo para
poder planificarlas de manera eficiente. Este trabajo debe ser multidisciplinario y
se debe comprometer a los Estados en su ejecución; además, debe haber una
participación pública y construir la confianza entre ciudadanos e instituciones.
Todos los países, independientemente de sus niveles de ingreso, tienen la
oportunidad de propiciar un crecimiento económico duradero al mismo tiempo que
buscan reducir los riesgos generados por el cambio climático. De esta manera, es
una oportunidad que constituye un gran potencial para invertir en mayor eficacia,
transformación estructural y en cambio tecnológico en tres sistemas clave:
ciudades, uso de la tierra y energía.

En el Perú somos más de 32


millones de personas y en Lima,
más de 9 millones y medio de
habitantes. Cuatro de nuestras
ciudades cuentan con poblaciones
más numerosas que los países de
Islandia y Bahamas.

BIBLIOGRAFÍA

BARBERO, José. 2011b. La Infraestructura en el Desarrollo Integral de América


Latina. Diagnóstico estratégico y propuestas para una agenda prioritaria.
IDdeAL 2011. Corporación Andina de Fomento (CAF).
http://caf.com/attach/19/publicaciones/infraestructura/index.html

BARBERO, José A., Rodríguez Tornquist, Rodrigo, TRANSPORTE Y CAMBIO


CLIMÁTICO: HACIA UN DESARROLLO SOSTENIBLE Y DE BAJO
CARBONO. Revista Transporte y Territorio [En línea] 2012, [Fecha de
consulta: 11 de mayo de 2019] Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=333027352004ISSN

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Sostenibles.pdf

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[En línea] Disponible en: http://economiaverde.pe/verdometro

MORAN, M. (n.d.). Crecimiento económico - Desarrollo Sostenible. Recuperado


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