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PRIMEROS AUXILIOS

Concepto básicos Se entienden por primeros auxilios los


cuidados inmediatos, adecuados, y
temporales que se aplican a una persona
víctima de un accidente o enfermedad
repentina, en el lugar de los acontecimientos
y antes de ser trasladado a un centro
asistencial.

Objetivos Conservar la vida.


Evitar complicaciones físicas y psicológicas.
Aliviar el dolor físico.
Ayudar a la recuperación.
Asegurar el traslado de los accidentados a un
centro asistencial.

Materiales básicos (maletín)  Guantes descartables de látex para


no contaminar heridas y para
seguridad de la persona que asiste a
la víctima.

 Gasas y vendas limpias (de 7 y 10 cm.


de ancho) para limpiar heridas y
detener hemorragias.

 Apósitos estériles para limpiar y


cubrir heridas abiertas.

 Cinta adhesiva para fijar gasas o


vendajes.

 Tijera para cortar gasas y vendas o la


ropa de la víctima.

 Antisépticos, yodo povidona, agua


oxigenada (de 10 volúmenes) o
alcohol para prevenir infecciones.

 Jabón neutro (blanco) para higienizar


heridas.

 Alcohol en gel y líquido para


higienizar las manos.

Heridas TTOS. EN CASO DE CORTADURAS MENORES:

 Lávese las manos con jabón o un limpiador


antibacteriano para prevenir una infección.

 Luego, lave completamente la herida con


agua y un jabón suave.

 Use presión directa para detener el sangrado.

 Aplique un ungüento antibacteriano y un


vendaje limpio que no se pegue a la herida.

EN CASO DE PUNCIONES MENORES:

 Lávese las manos con jabón o un


limpiador antibacteriano para
prevenir una infección.

 Enjuague el sitio de la punción


durante al menos 5 minutos con agua
corriente y luego lave con jabón.

 Busque objetos dentro de la herida


(pero no hurgue). Si encuentra
alguno, NO lo retire, sino que acuda
al servicio o sala de urgencias.

 Si no puede ver nada dentro de la


herida, pero falta un fragmento del
objeto que la causó, busque también
atención médica.

 Aplique un ungüento antibacteriano y


un vendaje limpio que no se pegue a
la herida.

HEMORRAGIAS SUS TECNICAS

Es muy importante saber cómo actuar o qué


medidas tomar ante cada tipo de hemorragia.
Ante una hemorragia externa: hay que
realizar una compresión directa, aplicando
gasas sobre la herida y haciendo presión
fuerte. La presión directa se puede sustituir
por un vendaje cuando la herida pare de
sangrar, cuando la superficie sea amplia o si
hay más heridos para atender.

Si la hemorragia se produce en las


extremidades, se debe elevar la parte
lesionada por encima del corazón,
disminuyendo la presión de la sangre en el
lugar de la herida y haciendo, en cambio,
presión directa sobre la arteria
correspondiente, según sean brazos o
piernas, comprimiendo con la yema de los
dedos el vaso sanguíneo contra el hueso
situado debajo de la arteria.

Si sangran los miembros superiores, haremos


presión con la palma de la mano sobre la
arteria braquial o humeral (situada en el
brazo; hay que presionar a la altura de la
flexura o parte delantera del codo).

Si el sangrado se produce en los miembros


inferiores, presionaremos con el talón de la
mano en la ingle, sobre la arteria femoral,
que recorre la pierna desde el muslo hasta la
parte posterior de la rodilla.
Ante una hemorragia interna: si es capilar,
basta aplicar frío local sobre la piel
(protegiéndola con un paño o una gasa), ya
que el frío contrae los vasos sanguíneos y
reduce el hematoma. Si es venosa o arterial,
tendremos que vigilar si el abdomen está
sensible o rígido, si hay sensación de mareo o
desvanecimiento, palidez extrema, pulso
débil o imperceptible, o si aparecen
hematomas, sangre en vómito o sangre por
recto o vagina.
Ante una hemorragia exteriorizada: existen
diversos tipos y formas de proceder:
 Otorragia (hemorragia en el oído): es la
única que no hay que intentar detener,
puesto que si no dejamos que salga la sangre,
ésta se acumula en el interior del cráneo y
puede ocasionar graves lesiones. Hay que
tumbar al afectado del lado por el que se
produce la hemorragia, colocar una gasa que
empape y trasladarlo al hospital.
 Epistaxis (hemorragia nasal): colocar a la
persona sentada y con la cabeza inclinada
hacia delante; tranquilizarle y comprimir con
dos dedos las fosas nasales durante al menos
2 minutos. Si al levantar la compresión, la
hemorragia no ha cesado, será necesario
reanudar la compresión. Cuando la
hemorragia es importante, se utiliza el
taponamiento con gasa enrollada y mojada
en vaselina o agua oxigenada mientras se
traslada a la persona un centro sanitario.
 Hemoptisis (hemorragia proveniente de
bronquios o pulmones): colocar al afectado
semisentado (sentado con la espalda
reclinada hacia atrás en un ángulo de unos 45
grados), aplicarle hielo en el tórax, conservar
la materia expulsada tras los golpes de tos y
acudir a un centro sanitario.
 Hematemesis (sangre que sale por la boca
proveniente de vías digestivas): colocar a la
persona afectada en posición decúbito supino
(acostada boca arriba en el sueño) y aplicar
hielo en el abdomen.
 Hemorragia del ano: si son rectorragias, la
sangre es de color rojo intenso, y habría que
aplicar un apósito absorbente. Si son las
llamadas melenas, las heces son de color
negro y malolientes, lo que requiere un
traslado urgente al hospital.
 Hemorragias vaginales: si el sangrado es
abundante, consultar con un profesional
sanitario.
 Hematuria (sangre en la orina): hay que
acudir a un centro sanitario.

Quemaduras, tipos Hay tres niveles de quemaduras:

 Las quemaduras de primer grado afectan solo


la capa externa de la piel. Causan dolor,
enrojecimiento e hinchazón.

 Las quemaduras de segundo grado afectan


ambas, la capa externa y la capa subyacente
de la piel. Causan dolor, enrojecimiento,
hinchazón y ampollas. También se llaman
quemaduras de espesor parcial.

 Las quemaduras de tercer grado afectan las


capas profundas de la piel. También se
llaman quemaduras de espesor total. Causan
piel blanquecina, oscura o quemada. La piel
puede estar adormecida.

Las quemaduras se dividen en dos grupos.

Quemaduras menores:

 Quemaduras de primer grado en cualquier


parte del cuerpo

 Quemaduras de segundo grado de menos de


2 a 3 pulgadas (5 a 7 centímetros) de ancho

Quemaduras mayores que incluyen:

Quemaduras de tercer grado

 Quemaduras de segundo grado de más de 2 a


3 pulgadas (5 a 7 centímetros) de ancho

 Quemaduras de segundo grado en las manos,


los pies, la cara, la ingle, los glúteos o sobre
una articulación importante

Usted puede tener más de un tipo de


quemadura al mismo tiempo.

Fracturas tipos y atencion Es la ruptura total o parcial de un hueso por


diversas causas; lo más común es que se deba a
un accidente, una caída fuerte o una lesión
deportiva. La fractura provoca un dolor intenso
y dependiendo de la gravedad puede necesitar
cirugía para recomponer el hueso.

Tipos
Existen distintas formas de clasificar las roturas
de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se
clasifican de la siguiente manera:
 Fractura completa: El hueso se rompe en
dos partes.
 Fractura en tallo verde: El hueso se
rompe pero no se separa en dos partes.
Es típica de los niños.
 Fractura simple: El hueso se quiebra por
una parte.
 Fractura conminuta: El hueso se quiebra
en más de una parte o se astilla.
 Fractura abierta: El hueso sobresale a
través de la piel.
 Fractura cerrada: Hay rotura pero no
sobresale el hueso por la piel.

Fracturas por estrés


Son las que se dan al ejercer presión de forma
repetitiva en los huesos. Se pueden distinguir
dos tipos:
 Fracturas por debilidad: por haber algún
tipo de deficiencia ósea que debilite los
huesos, como la osteoporosis.
 Fracturas por fatiga: a causa de una
actividad exagerada y repetitiva. Es
frecuente en los deportistas o en
aquellas personas que realizan
actividades físicas de manera frecuente.
Tratamiento
Es importante que la persona que ha sufrido
una fractura realice la menor cantidad de
movimiento posible, ya que puede causar
más dolor o complicaciones. Se debe esperar
a que lleguen profesionales médicos que
sepan cómo actuar. En caso de que se trate
de una fractura abierta, es necesario
intervenir rápidamente para evitar que se
infecte.

El médico que intervenga al paciente


realizará una radiografía para identificar la
posición del hueso fracturado. Es importante
conocer la causa de la fractura, pues ayuda al
médico a identificar los huesos dañados y
cómo tratarlos. Una vez identificada, se
recolocará el hueso en su posición original. Si
el hueso es muy largo o se ha fracturado en
más de dos partes, es posible que el médico
realice una cirugía e introduzca un clavo de
metal para consolidarlo. Este clavo será
quitado una vez el hueso haya sanado.

Si no hay necesidad de insertar un clavo, el


hueso se recompondrá de forma natural. Los
huesos comenzarán a producir células y vasos
sanguíneos que irán cerrando las partes
fracturadas del hueso hasta recuperar su
forma original. También se pueden utilizar
injertos óseos para acelerar la cicatrización
que producen estas células.

Cuando los huesos se han desplazado en gran


medida más allá de su posición original, se
lleva a cabo una osteosíntesis, es decir, una
cirugía para recolocar los huesos. Esto se
hace mediante placas, tornillos, agujas o
cerclajes con alambres.

Una vez recolocado el hueso, el médico aplica


una escayola sobre la parte afectada y no la
retirará hasta que el hueso se haya soldado,
proceso que puede tardar de una o varias
semanas dependiendo de la gravedad de la
fractura.
Inmovilización, sus técnicas
Las técnicas más comunes de inmovilización

Collarín cervical

Inmovilizador de cabeza

Inmovilización espinal

Inmovilización de extremidades

Shock actuación esto es lo que debemos hacer en caso de


shock:
En primer lugar se debe avisar a los servicios
de emergencias, proporcionando datos
precisos y concisos de la víctima y su
situación.
Si la persona está inconsciente, se examina la
respiración y la circulación y, de ser necesario,
se comienza realizar las maniobras de
reanimación cardiopulmonar.
Examinar al accidentado: valorar si puede
tener una lesión en la columna, cabeza o
cuello, en cuyo caso no se le debe mover. Si
se descartan estas lesiones y la persona está
consciente, se procede a ponerla en posición
de shock, esto es, boca arriba (sin la cabeza
levantada) y con las piernas levantadas
aproximadamente 30 centímetros. Con esto
ayudaremos a que la sangre retorne de las
extremidades al corazón y al cerebro.
Observar si el afectado tiene heridas u otras
lesiones, ya que puede que esté perdiendo
sangre y en ese caso lo necesario será cortar
la hemorragia y administrar los primeros
auxilios correspondientes.
La persona debe estar cómoda, sin ropa
ajustada que pueda molestar, y mantenerlo
caliente. Lo apropiado es taparlo con una
manta o ropas.
Valorar su estado general cada cinco minutos
por si empeora.
Puede que el accidentado vomite o tenga
muchas secreciones bucales, en este caso se
le gira la cabeza hacia un lado, por supuesto
siempre que no se sospeche de lesión de
columna, en cuyo caso se debe girar el cuerpo
entero en bloque, como una unidad.
No dar nada de beber ni comer a la víctima de
un shock.
Es importe que no se levante ni deambule
sola, mantener la posición de shock.
No dudar al llamar al servicio de emergencias
ni esperar a que la situación se agrave.
No abandonar al accidentado, permanecer a
su lado valorando constantemente su estado
hasta que los servicios de emergencia acudan.
Intoxicaciones su reconocimiento Como reconocer una intoxicación por
ingestión:
Los signos de una intoxicación por ingestión
son:
Dolor y cólicos abdominales.
Náusea o vómitos.
Diarrea.
Quemaduras, hedor o manchas alrededor y
en el interior de la boca.
Letargo o falta de respuesta.
Recipiente de la sustancia tóxica cerca.
Tratamiento de las intoxicaciones por
ingestión

1. Determine lo siguiente:
La edad y el tamaño de la víctima.
Qué ingirió, si es posible saberlo,
generalmente el recipiente queda cerca del
suceso, si es así, lea la etiqueta y tome
muestra del vómito para ser analizado.

Cuánto se ingirió (por ejemplo, una docena de


comprimidos).
Aproximadamente el tiempo de ingestión.
2. En el caso que la persona afectada
responda, llame al centro de intoxicación
local. La mayoría de las intoxicaciones se
pueden tratar siguiendo instrucciones
medicas o en su defecto traslado inmediato a
un centro asistencial.
3. En el caso que el afectado no responda,
abra la vía aérea verifique la respiración y
trate según corresponda el caso.
Llame al servicio de emergencias local.
4. En el caso que respire colóquela en
posición de recuperación sobre el costado
izquierdo, para demorar la absorción del a
sustancia tóxica y si empieza a vomitar evitar
que aspire el vómito hacia el interior de los
pulmones.
Reanimación cardiopulmonar. pasos 1.- ESTABLECER NIVEL DE CONCIENCIA:
Debemos comenzar por determinar si la
escena es segura y verificar el nivel de
conciencia de la víctima y sus potenciales
lesiones (como lo establecen los Principios de
acción de emergencias). Si esta inconsciente,
llamar al servicio de emergencias o pedir a
otra persona que lo haga, y comenzar con la
evaluación primaria.
2.- ABRA LAS VÍAS AÉREAS:
Si la víctima esta inconsciente, debe
determinar si ésta respira adecuadamente.
Para ello debe acomodarla en una superficie
plana, rígida y en posición boca arriba.
El socorrista se debe colocar al costado
derecho de la víctima, listo para realizar las
Compresiones torácicas y las ventilaciones de
rescate, de ser necesario.
Abra la vía aérea realizando la maniobra de
hiperextensión, cuidadosamente.
Remueva cualquier material extraño o vómito
que se observe en la boca. Saque líquidos de
la boca con los dedos índices y medio, de la
mano enguantada.
3.- RESPIRACIÓN

La respiración se debe valorar para


determinar si está ausente o es inadecuada.
Para evaluarla, se usará la técnica del VOS,
esto es: Ver, Oír, Sentir.
La mayoría de víctimas de un paro
respiratorio o cardíaco no tendrán señales de
respiración. Otras víctimas, harán un esfuerzo
aparente de respirar con obstrucción de las
vías aéreas superiores, ello probablemente
podrán hacerlo al abrirles las vías aéreas.
Si la víctima recupera su respiración y sus
señales de circulación (Respiración normal,
tos o movimientos) durante o luego de la
reanimación, mantenga abiertas las vías
aéreas hasta que la víctima este consciente.
Colóquela en posición de reposo si su
respiración o señales de circulación son
adecuadas.
La posición de recuperación es usada en el
manejo de víctimas que, estando
inconscientes, respiran y tienen señales de
circulación, en estos casos las vías aéreas
pueden ser obstruidas por la lengua, moco o
vómito. Para prevenir estos problemas la
víctima se coloca en una posición de costado
de manera que los fluidos puedan drenar
fácilmente de su boca.
Ventilación boca a boca:

Esta es una forma rápida y efectiva de


proveer oxígeno a la víctima, ya que el aire
exhalado por el socorrista contiene el
suficiente oxígeno para cubrir sus
necesidades.
Para proveer las ventilaciones de auxilio,
mantenga abiertas las vías aéreas de la
víctima, cierre las fosas nasales nariz de la
víctima haciendo pinza con sus dedos índice y
pulgar para evitar que el aire que suministra
se escape por esta, tome una respiración
profunda y selle sus labios alrededor de la
boca de la víctima haciendo un sello
hermético. Suministre dos respiraciones
lentas y profundas con una duración cada
una de aproximadamente 2 segundos,
asegurándose que el tórax se expanda con
cada ventilación.

Mordeduras: perros rabioso, serpientes


Mordeduras de perro

Magnitud del problema

No existen estimaciones mundiales de la


incidencia de las mordeduras de perro, si bien
los estudios indican que son la causa de
decenas de millones de lesiones cada año. En
los Estados Unidos de América, por ejemplo,
cada año sufren mordeduras de perro
alrededor de 4,5 millones de personas. De
estas, casi 885 000 recurren a asistencia
médica; 30 000 se someten a procedimientos
reconstructivos; entre el 3% y el 18%
contraen infecciones, y se producen entre 10
y 20 fallecimientos. En otros países de altos
ingresos, como Australia, el Canadá y Francia,
las ingresos bajos y medianos están más tasas
de incidencia y letalidad son comparables.

Los datos relativos a los países de


fragmentados, si bien algunos estudios
muestran que los perros son responsables del
76% al 94% de las mordeduras de animales.
Las tasas de letalidad por mordedura de perro
son más altas en los países de ingresos bajos y
medianos que en los países de ingresos altos,
ya que la rabia es un problema en muchos de
esos países, y puede que no se disponga de
tratamiento posexposición y no exista un
acceso adecuado a la atención de salud. Se
estima que cada año mueren de rabia 59 000
personas, y las mordeduras de perros
rabiosos son la causa de la gran mayoría de
esas muertes.

Mordeduras de serpiente

Magnitud del problema

Hasta cinco millones de personas sufren cada


año mordeduras de serpiente. Las de
serpientes venenosas pueden provocar una
enorme morbilidad y mortalidad. Se calcula
que cada año se producen 2,4 millones de
intoxicaciones por mordedura de serpiente y
entre 94 000 y 125 000 defunciones, además
de unas 400 000 amputaciones y otras
consecuencias graves para la salud, como
infecciones, tétanos, deformaciones
cicatrizales, contracturas y secuelas
psicológicas. Cuando el acceso a la atención
sanitaria es deficiente y escasean las
antitoxinas, aumenta la gravedad de las
lesiones y sus resultados.

Picadas de insectos: garrapatas, arañas, Las picaduras de garrapata son relativamente


alacranes, avispas y abejas frecuentes y su abordaje también se
encuentra muy influenciado por la sabiduría,
ciencia y tradición popular. Un aspecto muy
importante es el de su extracción9. Para ello
se recomienda solo una tracción continua
mediante pinzas estériles de punta fina y
curva, con una intensidad constante, hasta
que la garrapata se suelte sola. Hay que
pinzar la garrapata lo más cerca posible de la
superficie de la piel antes de traccionar. No se
debe tirar desde las patas o retorcer la
garrapata, puesto que esto facilita el depósito
de restos del insecto dentro de la piel. No se
recomienda la aplicación de éter, barniz, laca
de uñas ni aceites, puesto que todo ello
puede hacer que la garrapata se estrese e
inocule material infeccioso al paciente.
Tampoco se recomienda quemar la garrapata
tras su extracción, ni aplastarla con los dedos,
sino incluirla en alcohol o en una bolsa o
contenedor sellado y enviarla para su
posterior reconocimiento en centros
especializados.
La importancia clínica de las garrapatas se
debe a su papel como vector transmisor de
determinadas enfermedades específicas,
como por ejemplo la fiebre botonosa,
enfermedad de Lyme, babesiosis, ehrlichiosis,
TIBOLA (siglas en inglés de tick-borne
lymphadenopathy) y neuropatías tóxicas
(parálisis tipo Guillain-Barré). A pesar de todo
ello, en la actualidad y tras una picadura se
recomienda solo observación clínica pero no
antibioterapia profiláctica, ya que el
desarrollo de estas enfermedades es
infrecuente y la eficacia de la profilaxis con
antimicrobianos no está probada.
Las abejas poseen un aguijón dentado o
arponado que, al picar, queda incrustado en
la herida junto a parte del abdomen,
provocando la muerte del insecto. Sin
embargo, el aguijón de la avispa es liso y no
queda clavado, por lo que puede picar varias
veces consecutivas. En ambos casos, se
inocula un veneno que contiene mediadores
de la inflamación, principales responsables de
los síntomas asociados. Las sobreinfecciones
bacterianas y las celulitis son raras, salvo si se
realiza una extracción inadecuada del aguijón.
Las reacciones alérgicas son más frecuentes
tras la picadura de avispa. Una posibilidad es
la reacción sistémica tóxica tras picaduras
múltiples (ataque de enjambre); la gran
liberación de aminas e histamina al torrente
circulatorio provoca una clínica similar a la de
una reacción anafiláctica y precisa de un
tratamiento similar, pero no debe confundirse
en su diagnóstico con una reacción alérgica.

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