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MESÍAS O ANTICRISTO

Amiga, justifico la rabia con la que has definido la publicidad que en tiempos
electorales inundan los medios de comunicación, quienes pretenden hacerse del poder,
con nuestro voto nada democrático (ya que es obligatorio).

Tu definías con una sola palabra la hipócrita actitud de los políticos de nuestra patria:
“mesías”.

Pero déjame aclararte mi querida amiga que el Mesías es anhelado por los pueblos que
se sienten oprimidos.

El Mesías tiene el deber ineludible de redimir a su pueblo, de salvarlo, aun a costa de su


propia vida.

El Mesías viene a servir no a ser servido.

El con su sabiduría y con su amor no solo liberta, el mismo es ejemplo de una nueva
forma de vivir. Allí está la redención verdadera, en el nuevo hombre. La nueva sociedad
se construye con personas que han nacido de nuevo, que han abrazado principios de
lealtad, humildad, sencillez, hermandad.

Por el contrario el Anti Cristo y los anti cristos modernos, hablan como Mesías pero
actúan como tirano.

La soberbia les inunda hasta desbordar en cada palabra, en cada gesto.

El Anti Cristo se cree superior a todos, dueño de la verdad.

Busca el Poder por el poder.

El mundo gira en torno a él.

Es egoísta, engreído, soberbio, altivo; y por lo tanto, es desleal, y maquiavélico.

Hoy abraza y sonríe con unos, mañana los insulta y los difama.

El anti cristo no respeta la dignidad divina que reposa en cada ser humano, frente a su
propio espejo él es un dios, su propio dios.
El Anti Cristo se refugia en la religión para aplacar sus maldades, latrocinios y
crímenes.

El no asesina, ni manda a matar, tiene quien lo haga por él, solo tiene que señalar con su
dedo, y vilipendiar con su lengua y sus perros se encargan de perseguir, de morder, de
encarcelar, de asesinar.

Hay alguno por allí, que más que cualquier otro, se las da de mesías, por su formación
curuchupa, por sus capillas privadas en su palacete… pero sus palabras son veneno, son
muerte; su soberbia arrogancia infinita, sus manos están hace rato manchadas de sangre.

Lobo vestido de oveja, ni las mil bendiciones de sus curas asalariados podrán borrar las
injusticias cometidas por su soberbia. Este es señor de la vanidad, del engreimiento,
esclavo de su propia vanidad.

A este anti Cristo le queda el tiempo contado, porque desde el cielo se ha decretado su
caída, por la sangre inocente que gime en contra de él; por los encarcelados
injustamente por haber defendido la Pacha Mama… es cuestión de tiempo, su final ha
sido decretado.

Y junto con el caerán sus perros, sus asesinos, sus torturadores, esas ratas que se han
enriquecido con la soberbia de su manda más.

RNG.

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