Está en la página 1de 7

Filosofía de coaching

La filosofía del coaching se basa en el descubrimiento interno del


talento intrínseco de la persona. Así pues, el coaching pretende la
búsqueda de las capacidades propias que generen la habilidad de
encontrar las respuestas o soluciones pertinentes, es decir, se dirige a
extraer el potencial y a ayudar a la persona a pensar por sí misma, con
el fin de que, de forma autónoma, pueda encontrar las respuestas a
sus problemas.

El coaching es la herramienta que acompaña al coachee en tal


aprendizaje para que éste adquiera el conocimiento por sí mismo. El
coach se limita a apoyar al coachee en su cambio, pero promueve que
el cliente sea el responsable de su vida y no ofrece soluciones hechas
ni da consejos.

Además, el coaching ofrece un programa individualizado y personal


para cada cliente, siempre creativo, completo y lleno de recursos, que
estimule el autodescubrimiento, propicie la motivación y el estímulo
en el proceso por parte del coachee e identifique y aclare todos
aquellos aspectos que constituyan una duda para este último.

Etimología del coaching

La etimología de la palabra nos lleva a la Hungría del siglo XV, a un


pueblo denominado Kocs que se encontraba situado a orillas del
Danubio y a 70 kilómetros de Budapest. Esta población se convirtió
en un lugar de paso entre Viena y Pest y revolucionó la incipiente
industria del transporte al fabricar algunos de los carruajes más
sofisticados, cómodos y veloces; se hizo muy popular porque allí se
construía uno de los mejores carruajes de caballos del mundo ya que
iba provisto de suspensiones de muelles que hacía que los pasajeros
tuviesen un viaje más cómodo entre estas dos ciudades. (Hall, 2010).
Ir de un punto a otro de la forma más rápida y eficaz comenzó a
identificarse con el nombre del pueblo y de este hecho provienen
precisamente, las raíces de la palabra Coaching.

Los coches con un diseño cómodo y lujoso superaban a cualquier


medio de transporte de la época y eran utilizados por la aristocracia.
Su lema era “le llevamos a su destino de una forma más rápida y más
cómoda”. Se hablaba de los “kocsi szekér” (carruaje de Kocs) como
símbolo de la excelencia. La doble acepción de coach -carruaje y
entrenador en inglés- es una metáfora sobre el hecho de que las
determinadas personas (coaches) se conviertan en el mejor vehículo
para transportar a otras (coachee o cliente) hacia sus metas con el
mayor éxito, rapidez y solvencia posible.

Asimismo, la función de un coach es la de transportar a las personas


del lugar en el que se encuentran actualmente a otro donde quieren
llegar. Y al igual que en el coche, es el conductor el responsable del
rumbo, así como de las decisiones y consecuencias que se tomen
durante el mismo. El coche en sí no es más que una ayuda, una
herramienta que nos permite llegar antes a nuestro destino.

El término coach procede del verbo inglés ‘to coach’, que significa
entrenar. Aunque todos relacionemos la palabra entrenador con el
deporte, en el siglo XVIII en las universidades inglesas se utilizaba el
término coach para designar a los entrenadores tanto académicos
como deportivos. El proceso de coaching es un método de
entrenamiento donde el coach (entrenador) acompaña al coachee
(entrenado) en un proceso sistematizado cuyo objetivo es conseguir
los objetivos propuestos, así como un desarrollo armónico de la
persona.

El término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como


cocchio, al inglés como coach y al español como coche, siendo a
mediados del siglo XVI cuando se escucha por primera vez el término
en nuestro país gracias a una declaración de Luis de Ávila (Guerra de
Alemania – 1548): “Se puso a dormir en un carro cubierto, al que en
Hungría llaman coche”. Años más tarde aparecerá el término coche
integrado en el léxico español en una obra de Fonseca (1569), según
atestigua el Diccionario de Autoridades (1729, s.v.).

En la actualidad, el coaching empieza a conocerse en el mundo


deportivo gracias a Tim Gallwey, con su libro ‘The Inner Game of
Tennis’, donde la palabra interior (inner) se utiliza para indicar el
estado interno del jugador; en palabras de Gallwey “el oponente que
habita en la cabeza del propio jugador es más importante que el que
está al otro lado de la red”, afirmado que: “si un ‘coach ‘ puede
ayudar a un jugador a eliminar o reducir los obstáculos internos de
su desempeño, fluye una inesperada capacidad natural sin necesidad
de transmitirle en exceso cuestiones técnicas”. Gallwey estableció que
“el coaching consiste en liberar el potencial de una persona para
incrementar al máximo su desempeño”.

Influencias del coaching

Son numerosas las influencias del coaching, entre las que podemos
destacar como más importantes las siguientes:

Influencias filosóficas:

- Sócrates: diálogo mayéutico. Siguiendo el actuar de Sócrates,


el Coach ayuda a que el cliente explore su vida para que
merezca realmente ser vivida. Para conseguirlo, la metodología
se basa en el diálogo mayéutico con una función práctica para
su vida.
- Platón: la búsqueda de la verdad dentro de uno mismo. En el
pensamiento de Platón, reconocemos la estructura de sus
diálogos como sesiones de coaching primitivas. Una de las
conclusiones más evidentes, el análisis de sus diálogos, es la
importancia de las preguntas como herramienta de trabajo que
potencia las conversaciones y que sirven de método para la
adquisición del conocimiento en nuestros clientes.
- Aristóteles: la práctica reiterada y el potencial personal.
Aristóteles nos ha enseñado a trabajar principalmente con el
nivel “Apetitivo intelectivo” (honores, reconocimientos y
autorrealización) del hombre. Nos dice básicamente que el
hombre puede llegar a ser lo que desee, dependiendo de las
cosas que grave en su mente. Podemos pasar del ser,
entendiéndolo como “lo que nos viene dado” o primera
naturaleza, al debe ser, nuestra segunda naturaleza.
- Humanismo: la consecución del pleno potencial e innovación.
A mediados de los años 80, cuando la psicología humanista
entra en devaluación, comienza a gestarse el Coaching tal y
como lo conocemos hoy en día. El coaching habla el mismo
lenguaje de la psicología humanista, con conceptos como:
Conciencia, Libertad, Voluntad, autorrealización y liberación
del potencial.
- Existencialismo: la capacidad de elección del ser humano. El
eje central del coaching es, así como determinó la filosofía
existencialista, la existencia individual. Es así como los seres
humanos tenemos la capacidad de darnos cuenta o tomar
conciencia de nosotros mismos para replantearnos nuestro
propio proyecto de vida. Por ello en el coaching es fundamental
esta reflexión interna y la toma de conciencia tanto interna
como del entorno que nos rodea.

Influencias psicológicas:

- Cognitivismo: percepción, pensamiento y acción, la


interpretación de la realidad.
- Sistémica: el entorno, contexto y visión global. Terapia breve.
- Humanista: es posible desligarse del pasado y del destino; la
capacidad de elección, la consecución de objetivos.
- Emocional: las emociones, sus consecuencias y la forma de
modularlas
- Psicoanálisis: la investigación de los procesos mentales; la
asociación libre y el análisis de transferencia.

Influencias del construccionismo

El construccionismo nos ha enseñado a facilitar, en los clientes, la


construcción del conocimiento (del mundo interior y exterior).
Gracias a esta influencia, el pensamiento, el lenguaje y la acción son
fundamentales en los procesos de coaching y determinan nuestro ser
y hacer.

Influencias del análisis transaccional

Superar las influencias pasadas y análisis de las transacciones


(relaciones) entre diferentes estados del yo. Fue creado por Enric
Berne. Encuadrado dentro de la psicología humanista es una
herramienta singular y a la vez muy completa para analizar y
comprender comportamientos. Permite conocer y comprender
muchos de los aspectos que intervienen en el desarrollo del proceso
de “crecer como persona” facilitando los procesos de cambio. Se basa
en cómo se relacionan los tres estados del Yo: el estado “padre”, el
estado “niño” y el estado “adulto”.

Influencias de la Gestalt

Enfoque desde una visión holística. La terapia Gestalt también se le


llama es la terapia del Darse Cuenta y que se basa principalmente en
la toma de conciencia. Nació a principios de los años 40 y su creador
fue el doctor Fritz Perls. Tiene en cuenta emoción, cuerpo, mente y
espíritu, partes del individuo que se relacionan y tienen influencia
entre sí. En palabras de Perls, como personas, nos enseña a desarrollar
nuestro potencial innato.
Influencias de la programación neurolingüística (PNL)

Mejora de la comunicación. La Programación Neurolingüística (PNL)


es una disciplina que surge a mediados de los años 70, según la cual
se establece la existencia de una conexión entre los procesos
neurológicos, el lenguaje y los patrones mentales o de
comportamientos aprendidos. Según esta teoría, dichos patrones se
pueden cambiar para lograr las metas que se desean. Tanto el
Coaching como la PNL ofrecen técnicas e instrumentos que se
consideran imprescindibles para el liderazgo de equipos.

También podría gustarte