Está en la página 1de 8

El Senado de la Nación

Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones

(S-3080/08)

PROYECTO DE LEY

El Senado y la Cámara de Diputados,...

LEY DE CADUCIDAD DE ASUNTOS PARLAMENTARIOS

Capítulo I

Proyectos de ley

Artículo 1º.- Caducidad.

Todo proyecto de ley sometido a consideración del Congreso que no


obtenga sanción de una de sus Cámaras durante el año
parlamentario en que tuvo entrada en el cuerpo con su recepción en la
mesa de entradas, o en el siguiente, se tendrá por caducado.

Artículo 2º.-Prórroga.

El plazo de vigencia de todo proyecto de ley que obtenga sanción en


alguna de las Cámaras, sea en el primer o segundo año
parlamentario, se prorroga por un año más.

Artículo 3º.- Proyecto aprobado por Cámara Revisora. Caducidad.

Todo proyecto de ley que se apruebe con modificaciones por la


Cámara Revisora en el año de prórroga previsto en el artículo 2º, tiene
un año parlamentario más de vigencia para completar el trámite
establecido en el artículo 81 de la Constitución Nacional, luego del
cual se tendrá por caducado.

Artículo 4º.- Unificación -Caducidad

Cuando dos o más proyectos de ley obtienen sanción de una de las


Cámaras unificados en uno, el plazo de vigencia dispuesto en el
artículo 2º es el del último proyecto presentado.

Artículo 5º.-Exclusiones.

No caducan los proyectos de ley que tienen por objeto la creación o


reemplazo integral de códigos y aquellos mediante los cuales se
aprueban o desechan tratados con naciones extranjeras, conforme lo
previsto por el artículo 75 inciso 22, primer párrafo, de la Constitución
Nacional.
Tampoco caducan los proyectos de ley enviados por el Poder
Ejecutivo sobre la provisión de fondos para pagar los créditos contra la
Nación.

Artículo 6º.- Derecho de veto

Los proyectos de ley o parte de ellos que el Poder Ejecutivo devuelva


observados en uso de la facultad que le acuerda el Artículo 83 de la
Constitución Nacional, y que el Congreso no confirme en el año
parlamentario en que fueran devueltos o en el siguiente, se tendrán
por caducados.

Capítulo II
Asuntos parlamentarios que no son proyectos de ley

Artículo 7º.- Proyectos de decreto, de resolución, de comunicación o


de declaración. Caducidad.

Todo proyecto de decreto, de resolución, de comunicación o de


declaración, sometido a consideración del Congreso, que no obtenga
sanción durante el año parlamentario de su ingreso al cuerpo con su
recepción en la mesa de entradas, se tendrá por caducado.

Artículo 8º.- Asuntos oficiales varios y peticiones de particulares.

Los asuntos oficiales varios y los asuntos referidos a peticiones de


particulares que no sean considerados en el año parlamentario de su
ingreso con su recepción en la mesa de entradas, se tendrán por
caducados.

Artículo 9º.- Excepción.

Quedan exceptuados de la caducidad prevista en el artículo 8º los


asuntos oficiales varios mediante los que se solicita autorización para
que ciudadanos argentinos acepten y usen condecoraciones y
honores otorgados por los Estados con los que la República mantiene
relaciones diplomáticas, según lo establecido en la ley 23.732. La
caducidad de estos asuntos se rige por los artículos 1º, 2º y 4º de esta
ley.

Artículo 10.- Exclusión. Reclamos de particulares sobre provisión de


fondos para pagar los créditos contra la Nación.

No caducan los asuntos referidos a reclamos de particulares


relacionados con la provisión de fondos para pagar los créditos contra
la Nación.
Artículo 11.- Otros asuntos parlamentarios.

Cada cámara establecerá los plazos de vigencia y reglamentará los


procedimientos para la caducidad y archivo de los asuntos
parlamentarios que no están contemplados en esta ley, que se
sometan a su consideración.

Capítulo III
Disposiciones generales

Artículo 12.- Procedimiento de Archivo.

Los presidentes de las comisiones de ambas Cámaras, presentarán al


principio de cada período de sesiones ordinarias, una nómina de los
asuntos que existan en sus carteras y que estén comprendidos en los
artículos 1º, 2º, 3º, 4º, 6º, 7º, 8º y 9º de esta ley, los que sin más
trámite serán mandados al archivo con la antelación correspondiente
puesta por secretaría devolviéndose a los interesados los documentos
que les pertenezcan y soliciten, previo recibo que deberán otorgar en
el mismo expediente. Esta nómina se incluirá en el diario de sesiones.

Artículo 13.- Asuntos pendientes en órdenes del día.

Los asuntos pendientes en órdenes del día que caduquen en virtud de


la presente ley, se girarán a las respectivas comisiones, a los efectos
del artículo anterior.

Artículo 14.- Derogación.

Derógase la ley 13.640 y sus modificatorias leyes 23.821 y 23.992.

Artículo 15.- Comunicación.

Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Nicolás A. Fernández.- Miguel A. Pichetto.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El presente proyecto de ley tiene como objeto rediseñar el régimen de


caducidad y archivos de los asuntos parlamentarios en el Congreso de
la Nación a fin de establecer un criterio único de interpretación del
mencionado régimen por parte de las cámaras y evitar confusiones o
disímiles interpretaciones a la hora de determinar cuándo un asunto
parlamentario ha perdido vigencia parlamentaria.

En el año 1890, el diputado nacional José Miguel Olmedo presentó un


proyecto de ley que establecía las normas para la tramitación de
asuntos sometidos a consideración del Congreso. De ahí, el nombre
de “Ley Olmedo” cuyo número originario fue el 2.714. Luego, en el año
1898, la ley 3.721 insertó algunas modificaciones a la primitiva ley y,
posteriormente, en 1949, se realizaron nuevas modificaciones
mediante la ley 13.640 que se mantuvo vigente durante cuarenta años.

Actualmente, el régimen de caducidad de asuntos parlamentarios está


compuesto por la ley 13.640 citada, con sus modificatorias, las leyes
23.821 del año 1990 y 23.992 del año 1991, y por algunas
resoluciones complementarias de ambas cámaras.

Como expresa Miguel Alejandro Luna 1 , la Constitución Nacional, en


sus artículos 77 a 84, regula en detalle el procedimiento para la
formación y sanción de las leyes. Y si bien en la Ley Suprema se fija el
plazo para que el Poder Ejecutivo se expida sobre las sanciones del
Congreso y aquel durante el cual una iniciativa no puede repetirse de
ser totalmente rechazada por una de las cámaras o cuando no hubiere
acuerdo entre las mismas acerca de las objeciones que le formulara el
Presidente de la Nación, no se encuentran en ella previsiones
específicas respecto del lapso en que los proyectos presentados
deben cumplir íntegramente las etapas en sede parlamentaria.

Señala Luna que ya en el año 1867 comenzó a evidenciarse la


necesidad de establecer un plazo de caducidad de los proyectos
parlamentarios, con el fin de evitar la acumulación de asuntos en las
comisiones de cada Cámara 2 .

En tal sentido, en el año 1868 los senadores Aráoz, Rojo y Oroño


presentaron un proyecto de modificación al reglamento por el cual se
determinaba que los proyectos no sancionados por ambas salas del
Congreso en el curso del período legislativo, caducarían. No obstante,
la iniciativa no prosperó. Posteriormente, en 1869, la comisión de
negocios constitucionales del Senado emitió dictamen favorable en un
proyecto de decreto mediante el cual se establecía la caducidad y
archivo de los proyectos que quedaban pendientes de un año para
otro, sin sanción definitiva de ambas Cámaras. Dicho proyecto fue
aprobado en la cámara de Senadores, pero no en la de Diputados.

1
Luna, Miguel Alejandro; Caducidad de los proyectos legislativos, cap.X, págs. 153/164, de Svetaz, María
Alejandra y otros, Técnica Legislativa, Buenos Aires, Rubinzal Culzoni, 1998.
2
Ob. Cit. 1, pág. 154.
Es recién en el año 1890, como mencioné ut supra, que se aprueba el
proyecto del diputado Olmedo, sancionado como ley 2.714 y base de
la ley vigente.

La llamada Ley Olmedo significó un paso clarificador en la materia, y


el Congreso Nacional funcionó por muchos años, con una
reglamentación de plazos que establecía la duración de dos períodos
y una prórroga; sin embargo, dicha ley, y sus modificatorias -leyes
23.821 y 23.992-, han dado lugar en múltiples ocasiones a distintas
interpretaciones entre ambas cámaras.

Es así, que en este estado de cosas, se hace necesario establecer


alguna forma de entendimiento entre las cámaras, acerca de cómo
debe interpretarse la ley, para evitar conflictos de interpretación que
suelen producirse en la ida y vuelta de los proyectos de una cámara a
la otra.

El texto que se propone se divide en tres capítulos, el primero


establece el régimen de caducidad de los proyectos de ley, el segundo
lo hace en relación a los asuntos parlamentarios que no son proyectos
de ley y el tercero se refiere a las disposiciones generales aplicables a
los asuntos parlamentarios previstos en los capítulos anteriores.

Se mantiene la expresión “año parlamentario” el que se tiene en


cuenta para considerar los períodos durante los cuales está en trámite
un proyecto de ley, entendiéndose por tal el plazo que abarca desde el
1º de marzo hasta el 28 o 29 de febrero del año siguiente.

Los artículos 1º, 2º y 3º de la propuesta que se presenta conservan,


con algunas modificaciones, lo normado en la ley vigente. El artículo 1º
mantiene la primera parte del primer párrafo del artículo 1º de le ley
Olmedo, con el solo agregado de la referencia a la recepción en la
mesa de entradas. El objeto de la modificación es aunar los criterios
existentes en relación a que “la entrada en el cuerpo” podría se la
recepción del proyecto en la mesa de entradas, o que el proyecto
tomara “estado parlamentario”. Con el agregado realizado no caben
dudas de que el plazo de caducidad empieza a correr en forma
automática a partir de la fecha de la constancia de su recepción en la
mesa de entradas.

El artículo 2º reproduce, con variantes de redacción, la segunda parte


del primer párrafo del artículo 1º de la ley Olmedo. Se prefiere darle
autonomía a esta disposición mediante un nuevo artículo ya que por la
misma se está estableciendo una prórroga de un año más en el
período de vigencia del proyecto si éste obtuvo sanción de alguna de
las cámaras, ya sea que ésta se haya producido en el primer o
segundo año parlamentario. Es decir, en estos casos, el período de
vigencia del proyecto de ley con sanción de algunas de las cámaras
será de tres años parlamentarios.

Con el artículo 3º se busca mejorar la redacción del segundo párrafo


del artículo 1º de la ley vigente (Ley Olmedo), ya que la redacción
actual ha llevado a disímiles interpretaciones. La redacción propuesta
es clara, se prevé un año parlamentario más de vigencia para los
proyectos aprobados en revisión con modificaciones, cuando la
aprobación se haya efectuado durante el plazo de prórroga
establecido en el artículo 2º.

Es importante destacar en este punto que aquellos proyectos de ley


que sean aprobados por la cámara revisora con modificaciones, en el
tercer año parlamentario de vigencia del proyecto, es decir en el año
de prórroga otorgado por haber tenido el proyecto sanción de alguna
de las cámaras en el primer o segundo año parlamentario, tendrán en
total una vigencia de cuatro años.

Es lógico que así sea y coherente con la norma, ya que se contempla


el caso de un proyecto de ley que sea aprobado con modificaciones
por la cámara revisora en el último día del año de prórroga (el tercer
año parlamentario) y vuelve a la cámara de origen para su tratamiento.
La cámara de origen debe contar con el tiempo suficiente para tratar la
sanción efectuada por la cámara revisora, de lo contrario no se estaría
respetando el principio de igualdad de la labor de las cámaras en el
funcionamiento parlamentario.

Por su parte, el artículo 4º contempla la práctica legislativa del


Congreso Nacional en los casos en que una sanción legislativa sobre
una ley corresponda a la unificación de varios proyectos de ley
presentados sobre el mismo tema, teniendo en cuenta que en la
unificación puede existir un proyecto de ley presentado en un año
parlamentario y otro proyecto de ley presentado en el año
parlamentario siguiente. Dicha práctica legislativa ha determinado que
el proyecto de referencia que se toma para establecer la vigencia de
los plazos legislativos es el último proyecto presentado. Es de
destacar, que en algunas oportunidades, la falta de criterio uniforme
en este aspecto, ha llevado a sancionar leyes sobre proyectos que se
encontraban pasibles de “caducidad”.

El artículo 5º alude a los proyectos de ley que quedan excluidos del


régimen de caducidad previsto en los artículos precedentes.

Se conservan, con algunas modificaciones, las excepciones


dispuestas en el régimen vigente. En relación a los proyectos de ley
relativos a los códigos, la propuesta sólo exceptúa de la caducidad a
los que creen nuevos códigos o reemplacen integralmente los ya
existentes. Se evita así el cúmulo de iniciativas no tratadas que
promuevan la modificación parcial de dichos cuerpos legales.

En cuanto a los proyectos de ley referidos a tratados con las naciones


extranjeras, la norma no deja dudas respecto a que se trata de
aquellos mediante los cuales se aprueban o desechan dichos tratados.

La tercera de las exclusiones, es decir la no caducidad de los


proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo sobre la provisión de
fondos para pagar los créditos contra la Nación, se mantiene atento a
que el Poder Ejecutivo necesita la conformidad del Congreso para
llevar adelante su plan de gobierno, en cuanto sólo puede gastar de
conformidad a las autorizaciones del presupuesto y de leyes
específicas, ello como resultado de disposiciones constitucionales
atinentes al manejo de las finanzas públicas y a lo previsto por el
artículo 60, de la ley 24156 de Administración Financiera y de los
Sistemas de Control del Sector Público Nacional.

También se mantiene el régimen de los proyectos de ley vetados por


el Poder Ejecutivo – artículo 6º- norma ésta que resulta necesaria a fin
de establecer categóricamente si una ley está en vigencia o no; toda
vez que ocurre frecuentemente que las Cámaras no se pronuncian
sobre el veto del Poder Ejecutivo.

El capítulo segundo prevé el régimen de caducidad de los asuntos


parlamentarios que no son proyectos de ley.

Se propone la unificación de criterios para el tratamiento de las


Cámaras, en materia de caducidad de proyectos de decreto,
resolución, comunicación y declaración. Ello permite una uniformidad
en la interpretación y aplicación práctica del texto otorgándole
coherencia a la norma al evitar que las Cámaras tengan soluciones
dispares en materia de caducidad de esta clase de iniciativas
parlamentarias previstas en los reglamentos de aquellas.

Asimismo, al prever que el plazo de vigencia de estos asuntos


parlamentarios es el año parlamentario de su ingreso al cuerpo con su
recepción en la mesa de entradas, se evita la acumulación de
iniciativas en las comisiones de cada Cámara que muchas veces no
generan, por diversas razones, el suficiente interés por parte de los
legisladores para ser consideradas.

Idéntico plazo se prescribe en el artículo 8º para los asuntos


parlamentarios contenidos en los expedientes oficiales varios y para
las peticiones particulares; con excepción -artículo 9º-, respecto a los
primeros, de aquellos mediante los que se solicita autorización para
que ciudadanos argentinos acepten y usen condecoraciones y
honores otorgados por los Estados con los que la República mantiene
relaciones diplomáticas, según lo establecido en la ley 23.732, los que
se rigen por los artículos 1º, 2º y 4º; ello por cuanto dicha autorización
se concede a través de una ley, razón por la cual resulta razonable
otorgarles el régimen de caducidad previsto para esa clase de
proyectos.

Teniendo en cuenta que el vocablo “asuntos” 3 es un concepto muy


amplio que abarca todo lo que un cuerpo parlamentario tiene a
consideración, es que el artículo 11 prevé que cada cámara
reglamente el régimen de caducidad para los asuntos parlamentarios
no contemplados en este proyecto que pongo a consideración del
Cuerpo.

El último capítulo establece las disposiciones generales aplicables,


congruentes con el propósito de fijar un orden en esta materia.

Finalmente, cabe destacar que la redacción de la nueva ley ha


incorporado el sistema de epígrafes, el cual permite una mejor lectura
y comprensión de su articulado.

Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares que acompañen la


sanción de este proyecto de ley.

Nicolás A. Fernández.- Miguel A. Pichetto.-

3
Conforme explica Fermín Pedro Ubertone, “los “asuntos” son cosas concretas y de diversa índole. El
concepto de “asuntos” incluye proyectos (de ley, de resolución, de declaración, de comunicación, de decreto),
cuestiones de privilegio, comunicaciones del Poder Ejecutivo, peticiones de particulares, etcétera. Cada una
de estas cosas es un “asunto””, en Caducidad de asuntos parlamentarios. Parte general (primera entrega),
publicado en El Derecho Constitucional, año 2007, pág.736 y ss.

También podría gustarte