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HÉROES INCREÍBLES

NARRADOR: Su padre, el señor Hungerton, era verdaderamente la persona menos dotada


de tacto que pudiese hallarse en el mundo; una especie de cacatúa pomposa y desaliñada,
de excelente carácter pero absolutamente encerrado en su propio y estúpido yo. Si algo
podía haberlo alejado de Gladys, era el imaginar un suegro como aquél.

EDWARD: Yo en cambio en lo único que pensaba era en quedar a solas con Gladys. Cuando por
fin se retiró me encontré con ella y cual lejos parecía estar de mí.

GLADYS: Edward, seré directa tengo el presentimiento que te me vas a declarar.

EDWARD: ¿Cómo lo sabes?

GLADYS: las mujeres siempre lo sabemos … llámalo intuición femenina … o evidencia


masculina…

Por favor, no lo hagas. Deja las cosas como están. Sigamos siendo buenos amigos.

EDWARD: Pero Gladys, yo te amo … ¿ por que no puedes amarme?

Gladys: Porque no te pareces en nada al hombre del que pretendo enamorarme

Edward: ¿ y cómo es ese hombre?

Gladys: Es un hombre valiente, capaz de enfrentar el peligro y de mirar a la muerte a los ojos sin
vacilar. Un hombre de grandes hazañas.

Un hombre que no se sentaría a esperar la aventura, sino que saldría a buscarla…

Cualquier hombre puede ser un héroe Edward, está en ustedes conseguirlo y en nosotras reservar
nuestro amor como recompensa.

¿Eres tú esa clase de hombre, querido amigo? Lo siento pero no lo creo.

Edward: Señor Stanley quiero que me envié en nombre del diario a una misión en la que pueda
encontrar aventuras y peligros ¡ cuánto más haya, mejor!

Señor Stanley: ¿tienes mucha prisa por perder la vida Edward?.

Edward: por justificarla, señor…

Stanley: no se puede hallar aventuras a la vuelta de la esquina, muchacho. ¿ que te parece


desenmascarar a un farsante?

Edward: ¡ me parece muy bien! ¿ quien es el sujeto?.

Stanley: El profesor Robert. Hace dos años regreso de Sudamérica, jurando que había localizado
un lugar escondido colmado de animales prehistóricos.

Sr. Stanley: tu misión es exponer sus mentiras.

Edward: de acuerdo.

Sr. Stanley: pero ten cuidado, te recuerdo que le abrió la cabeza a un reportero del telegraph.
Narrador: Edward esa noche asistió a la disertación en el instituto zoológico, dictada por el
naturista Percival Waldron y el intrigante profesor Robert.

Percival: …Esta noche, damas y caballeros, estudiantes, profesores hablaremos sobre la


evolución…

…Sobre cómo hemos pasado desde los moluscos y los reptiles, hasta llegar a la rata canguro ,
que fue el ascendente directo de todos los mamíferos.

Comprendemos además que la evolución no es una fuerza extinta…

Sería triste pensar en el profesor Robert como el punto culminante de un proceso tan complejo
¿verdad?

No, no amigos. La evolución tiene grandes sorpresas reservadas para nosotros.

No nos ha librado de aquellos grandes dinosaurios, para detenerse aquí y ahora. ¡No, señor!

Esos enormes dinosaurios que hoy son el terror de los niños en las salas de los museos, y que se
han extinguido mucho antes de que el ser humano…

PROFESOR ROBERT: ¡¡ No estoy de acuerdo!! ( ¡ Blamm golpea la mesa)

PERCIVEL : ¿ disculpe?

PROFESOR ROBERT: ¡Esos grandes Saurios aun hoy siguen vivos?

PERCIVEL: Profesor Robert prometió que evitaría sus cuentos fantásticos por esta noche.

Profesor ROBERT: No son más fantásticos que los suyos, profesor Edward que afirman
equivocadamente lo contrario. ¡porque lo he visto!

PERCIVEL: Y usted está en lo correcto porque…

¡Ha, claro que sí! en su expedición a sudamerica de la que no tiene pruebas y se rehúsa a revelar
su ubicación.

OTROS : ¡ Embustero! ¡ Fraude! ¡ Échenlo! ¡ Buuu! ¡ sáquenlo ¡ ¡ Estafador!

Profesor Robert: ¡ Esta bien! ¡ Se lo voy a demostrar!.

Haré una nueva expedición al amazona, en donde se encuentra aquello que he llamado “el mundo
perdido”.

Les propongo que designen voluntarios para que me acompañen y testifiquen mi relato.

Ellos dirán entonces si yo soy un fraude o me deben más que una disculpa.

SR. MALONE: ¡Yo lo acompañare, profesor… ¡ ¡ Me urge verlo fracasar!

PROFESOR ROBERT: ¡Gracias profesor, no esperaba menos de usted!

PROFESOR ROBERT: ¿Alguien más?

SR. ROXTON: ¡Yo también iré! Me llamo Lord Roxton, soy deportista y viajero . Conozco el
Amazonas a la perfección y me encuentro en condiciones especiales para realizar esta
investigación.
EDWARD: ¡ aquí, profesor Robert, me llamo Edward Malone, soy periodista del Daily Gazette,
viajaré con intenciones de publicar la verdad de todo cuanto encontremos.

PROFESOR ROBERT: No confio en los reporteros Ewgard Malone, pero bienvenido a bordo.

¡Avise a su jefe, zarparemos mañana mismo!

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