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Todo personal de salud que atiende pacientes obstétricos debe estar familiarizado con los
signos clínicos de shock.
Lo realiza la primera persona del quipo asistencial que establece contacto con el paciente
que sangra y evalua los siguientes parámetros => FC, FR, PA, Temp, SatO2.
El grado de choque los establece el pero parámetro. (entre el pulso, el estado del sensorio,
perfusión y la presión arterial).
Ante signos de choque o perdidas de sangre superior a 1000 ml (shock hipovolémico leve)
se debe activar el código rojo.
En el minuto cero, la activación del código rojo implica varias acciones en forma automática:
alertar al servicio de lab, banco de sangre, alertar al personal y alertar al vehículo de
transporte para trasladar al px en caso de que el instituto no sea suficiente.
2. Tiempo de 1-20 minutos: Reanimación y diagnostico.
Medidas de soporte:
Suministrar O2, garantizar la máxima oxigenación ya sea con mascara-reservorio (8L
x min) o cánula nasal a 4 L x min.
Canalizar 2 vis periféricas #14 o #16
Tomar muestras en tres tubos para: HB, HCTO, plaquetas, tipaje sanguíneo, PT, PTT
y fibrinógeno.
Iniciar la administración en bolo de 2000 ml de solución salina o Hartman.
Clasificar el grado de choque y complementar el volumen de liquido requerido de
acuerdo al estado del choque (si no hay respuesta favorable tras la infusión de 3000
ml, se debe considerar una perdida mayor y debe pedirse transfusiones).
Evacual la vejiga y dejar una sonda de Foley para medir la eliminación urinaria
DETENER LA HEMORRAGIA:
Compresión aortica
La compresión temporal de la aorta abdominal es una maniobra fácil de realizar que debe
ser considerada ante una hemorragia que desestabiliza hemodinamicamente a la paciente,
permitiendo “retrasar” la hipoxia tisular, hasta que se ponga en marcha el protocolo de
hemorragia.
Con la paciente sobre una superficie firme, se comprime con el puñ o encima del ombligo
ligeramente a la izquierda, verificando que la compresió n es efectiva cuando no se advierta
el pulso femoral. En forma intra abdominal, la compresión de la aorta por debajo de las
arterias renales en forma directa por la mano del cirujano o por un compresor aó rtico podri ́a
disminuir considerablemente la hemorragia mientras el cirujano toma control de la
situación.
Se mantendrá la compresió n hasta iniciada la resucitació n o el procedimiento quirú rgico
definitivo.
Fármacos
Oxitocina: La oxitocina endógena es una hormona excretada por los núcleos
supraópticos y paraventriculares del hipotálamo que se almacena en la pituitaria
posterior. La oxitocina se utiliza por vía intravenosa para inducir el parto y estimular
las contracciones uterinas una vez que se ha iniciado el parto. La oxitocina intranasal
se utiliza para favorecer la excreción inicial de leche una vez finalizado el parto.
En choque grave, iniciar la transfusión de sangre tipo especifica sin pruebas cruzadas.
Transfundir 2 uds de GR si la respuesta hemodinámica no mejora después de la
administración de 2-3 L de solución.
Si el sangrado continua y no hay resultado de laboratorio adm 4 uds de GR (O-)
seguidas de 4uds de PFC.
Existen protocolos a nivel mundial para el manejo de hemorragia masiva con= signos
vitales inestables, sospecha de CID o perdida de sangre >1500 ml trasfundir GR,
PFC y plaquetas en proporción de: 4:6:1 o 4:4:1.
Si el diagnostico es una atonía se deben mantener las maniobras compresivas, como el
masaje uterino bimanual o la compresión externa de la aorta y el suministro de uterotó nicos.
DOSIS: infundir 1g IV durante 10-20 min cada 6h, mínimo 4 dosis. Adm junto a otros
medicamentos para conrolar el sangrado.
Si el sangrado es por atoni ́a y su control es difi ́cil, y se cuenta con los recursos suficientes
para realizar un procedimiento quirúrgico, se debe alcanzar un estado óptimo de perfusión
antes de realizarlo. Es necesario definir la necesidad de realizar procedimientos, desde el
menos hasta el más agresivo: la prueba de taponamiento uterino, las suturas de B-Lynch, la
ligadura selectiva de las arterias uterinas y, por ú ltimo, la histerectomi ́a.
RESOLUCION?
TENEMOS 2 ESCENARIOS:
Después de una hora de hemorragia e hipoperfusió n, con o sin tratamiento activo, existe
una alta proba- bilidad de una coagulación intravascular diseminada (CID). Antes de
realizar cualquier procedimiento quirú rgico es necesario garantizar la recuperación
de la coagulación.
- Utilizar el plasma fresco congelado si los valores de TP y/o del TPT son 1,5 veces mayores
al del control. Dosis: 12-15 mL/kg. Cada unidad de 250 mL aporta 150 mg de fibrinógeno y
otros factores de la coagulación. La decisión de aplicar el plasma fresco no depende
directa y exclusiva- mente de la cantidad de gló bulos suministrados, como se
recomendaba anteriormente.
- El crioprecipitado se debe utilizar si el fibrinó- geno es inferior a 100 mg/dL y/o el TPT y
el TP no se corrigen con la administración del plasma fresco. Una unidad de 10 a 15 mL
aporta 200 mg de fibrinógeno, 100 unidades de factor VIII, 80-100 U de factor de von
Willebrand, 50-100 U de factor XIII y fibronectina. Dosis: 2 mL/kg de peso.
• Conservar el volumen ú til circulatorio apoyándo- se siempre en los criterios cli ́nicos de
choque.
Balón de Bakri
Tiene su aplicació n para manejo de una HPP por atoni ́a postparto (colocació n por vi ́a vaginal)
y también en aquella que se produce en una cesárea antes del cierre de la incisió n
(colocació n a través de la histerotomi ́a y sutura posterior).
El balón, cuando está insuflado, se ajusta a la forma de la cavidad, comprime las paredes
del útero y detiene el sangrado por aumento de la presió n intracavitaria. El volumen
máximo de solución fisioló gica que admite el dispositivo es de 500 ml, si bien el promedio
de li ́quido requerido, segú n los reportes de uso, es entre los 200 y 300 ml, para lograr el
efecto deseado del cese de la hemorragia.
La permanencia se estima entre 12 y 24 horas y durante este peri ́odo debe permanecer
colocarse un con taponaje vaginal, para evitar desplazamientos del baló n y la sonda vesical
para permitir la diuresis.
Tienen la ventaja de conservar el ú tero y con una eficacia global del 91.7%.22
Indicación: Atoni ́a uterina, cuando la compresión bimanual del útero consigue parar el
sangrado.
Técnica: Todas se realizan con suturas absorbibles tipo Vicryl.
Sutura de B-Lynch(1a descrita, 1997)
1. Requiere histerotomi ́a, incluso en caso de parto vaginal.
2. Pasar el primer punto a través del margen derecho de la histerotomi ́a, tal y como se indica
en el esquema correspondiente.
3. Pasar la lazada del punto por encima del fondo (de cara anterior a posterior).
4. Entrada de nuevo en la cavidad uterina a través de la cara posterior, a nivel de la
histerotomi ́a, que corresponde aproximadamente al punto de inserción de los ligamentos
ú tero-sacros.
5. Por dentro de la cavidad uterina, translación horizontal del hilo. Sacar el punto por la cara
posterior, simétrico al anterior, pero en el lado izquierdo.
6. Pasar la lazada de nuevo por encima del fondo, pero en sentido inverso (de cara posterior
a anterior).
7. Pasar el punto por la histerotomi ́a, por el lado izquierdo, simétrico al anterior. 8. Hacer
el nudo por debajo de la histerotomi ́a.
Durante todo el proceso es fundamental la compresió n bimanual uterina realizada por un
ayudante, principalmente en el momento de hacer el nudo del punto, para conseguir una
tensión adecuada y uniforme de la sutura.
Sutura de Hayman
PREVENCIÓN
Con el fin de evitar el caos durante la asistencia de una situación cri ́tica, como
la hemorragia obstétrica con choque hipovolémico, es necesario organizar al
equipo humano disponible asignando funciones especi ́ficas, las cuales se
deben conocer y estudiar previamente en los entrenamientos institucionales.
Esta organización del equipo mejora las condiciones de trabajo y facilita la
realización de las funciones para la recuperación y mantenimiento de la vida
de la mujer en choque. Cada miembro participante en el “Código Rojo” debe
cumplir sus funciones con el fin de evitar la duplicación o la falta de realización
de alguna de ellas. La distribución que se propone considera como ideal que
se disponga de cuatro personas. Será necesario adaptarla de acuer- do a la
disponibilidad del equipo humano de cada institución. El personal debe estar
claramente asignado para que en cada turno cada persona conozca su
responsabilidad. Tener disponible un sistema de tarjetas del “Código Rojo”
ayuda al cumplimiento de los objetivos.