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Marco Teórico
Marco Teórico
Antecedes.
La educación en valores, como cualquier otra modalidad educativa, tiene
su fundamentación teórica en una serie de presupuestos filosóficos,
psicológicos o sociológicos, cada uno de los cuales tiene una determinada
concepción sobre los valores y sobre el proceso de aprendizaje y de la
intervención educativa, que hacen posible su adquisición. A partir de las
diferentes interpretaciones que de la conducta humana y de las causas que
la determinan han aportado la teoría conductista, la teoría de la
comunicación oletearía cognitiva se han estructurado un conjunto de
estrategias y de técnicas con el propósito de orientar la educación en
valores en el aula. Tomando como referencia dichas corrientes de
pensamiento psicológico las hemos clasificado en enfoque tradicional y
enfoque innovador (Parra, J. M. 2003: 78).
Las Matemáticas en el mundo de hoy, pueden considerarse como una
herramienta que puede ser utilizada en la búsqueda de resultados y
soluciones, y como un estilo de pensamiento que guía la actividad en sus
diferentes formas. La adquisición de ciertas habilidades matemáticas y
estadísticas básicas y la comprensión de ciertos conceptos son
imprescindibles para un funcionamiento efectivo de la sociedad actual. Sin
embargo, es frecuente observar la preocupación de alumnos y profesores
por el rendimiento inadecuado y por el rechazo a la asignatura de
Matemáticas. sentimientos, valores y actitudes son también aspectos
importantes de la educación. (Bazán, J. L., & Aparicio, A. S. 2006: 8).
Los valores, asociados durante mucho tiempo por motivos ideológicos sólo
con los enfoques humanista o espiritualista de la educación, se han ido
imponiendo en los últimos decenios como un tema inherente a todos los
planteamientos de reforma y de mejoramiento de los servicios educativos
y, desde esta base, como exigencia de todo proyecto de reconstrucción
social y de desarrollo humano. Un nuevo sentido formativo de la escuela y
de su eficacia social y pedagógica se ha generalizado en el discurso
educativo para dejar claro que la educación es, por naturaleza, una
cuestión de valores, un proceso de formación moral. El binomio educación
y valores, si bien parece referirse a un objeto inmediatamente
aprehensible, en realidad suscita diversos interrogantes, donde el
fundamental es si se trata, efectivamente, de dos cosas distintas,
separables. Con otra perspectiva, la pregunta que puede plantearse es:
¿qué queremos comprender y resolver cuando separamos dos entidades
que se implican sustantivamente una a la otra, tanto social como personal
y pedagógicamente? El propósito, al hacer la distinción, es lograr mayor
claridad en la justificación de un ideal de formación y en la organización de
la acción (Barba, B. 2005: 9)