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BENJAMIN BLOOM

La Rueda de Bloom donde se muestra la Taxonomía cognitiva del psicólogo estadounidense.

Benjamin Bloom (Lansford, Pensilvania, 21 de febrero de 1913 - 13 de septiembre de 1999) fue


un influyente psicólogo y pedagogo estadounidense que hizo contribuciones significativas a la
taxonomía de objetivos de la educación. Otras contribuciones suyas estuvieron relacionadas
con el campo del aprendizaje y el desarrollo cognitivo.

Biografía

Titulado por la Universidad Estatal de Pensilvania (1935) se doctoró en Educación en la


Universidad de Chicago en marzo de 1942. De 1940 a 1943, formó parte de la plantilla de la
Junta de Exámenes de la Universidad de Chicago, tras lo cual pasó a ser examinador de la
universidad, puesto que desempeñó hasta 1959. Su primer nombramiento como profesor en
el Departamento de Educación de la Universidad de Chicago tuvo lugar en 1944. Con el
tiempo, en 1970, fue distinguido con el nombramiento de Catedrático Charles H. Swift. Fue
asesor en materia de educación de los gobiernos de Israel, India y de varios otras ciudades.

Taxonomía

La taxonomía de objetivos de la educación de Bloom se basa en la idea de que las operaciones


mentales pueden clasificarse en seis niveles de complejidad creciente.1 El desempeño en cada
nivel depende del dominio del alumno en el nivel o los niveles precedentes. Por ejemplo, la
capacidad de evaluar —el nivel más alto de la taxonomía cognitiva— se basa en el supuesto de
que el estudiante, para ser capaz de evaluar, tiene que disponer de la información necesaria,
comprender esa información, ser capaz de aplicarla, de analizarla, de sintetizarla y, finalmente,
de evaluarla. La taxonomía de Bloom no es un mero esquema de clasificación, sino un intento
de ordenar jerárquicamente los procesos cognitivos.

Bloom orientó un gran número de sus investigaciones al estudio de los objetivos educativos,
para proponer la idea de que cualquier tarea favorece en mayor o menor medida uno de los
tres dominios psicológicos principales: cognoscitivo, afectivo, o psicomotor. El dominio
cognoscitivo se ocupa de nuestra capacidad de procesar y de utilizar la información de una
manera significativa. El dominio afectivo se refiere a las actitudes y a las sensaciones que
resultan el proceso de aprendizaje. El dominio psicomotor implica habilidades motoras o
físicas.

Bloom, junto a su grupo de investigación de la Universidad de Chicago, desarrolló una


taxonomía jerárquica de capacidades cognitivas que eran consideradas necesarias para el
aprendizaje y que resultaban útiles para la medida y evaluación de las capacidades del
individuo. Su taxonomía fue diseñada para ayudar a profesores y a diseñadores educacionales
a clasificar objetivos y metas educacionales. Su teoría estaba basada en la idea que no todos
los objetivos educativos son igualmente deseables. Por ejemplo, la memorización de hechos, si
bien una cualidad importante, no es comparable a la capacidad de analizar o de evaluar
contenidos.

La taxonomía de Bloom la clasificación de los objetivos educativos más usada y conocida en


entornos educativos. Bloom definía tres ámbitos en los que deben ubicarse los objetivos de la
enseñanza:

Ámbito cognitivo: Conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis, evaluación.

Ámbito Afectivo: Recibir (atender), responder, valorar, organización, caracterización según


valores.

Ámbito psicomotor, que es el ámbito menos desarrollado en las investigaciones de Bloom.

Los presupuestos teóricos de Bloom partían de las bases teóricas del conductismo y del
cognitivismo.

Taxonomía de objetivos de la educación


La Rueda de Bloom donde se muestra la Taxonomía cognitiva del psicólogo y físico
estadounidense.

La taxonomía de Bloom es un conjunto de tres modelos jerárquicos usados para clasificar


objetivos de aprendizaje en niveles de complejidad. La taxonomía de Bloom asume que el
aprendizaje a niveles superiores depende de la adquisición del conocimiento y habilidades de
ciertos niveles inferiores. Al mismo tiempo, muestra una visión global del proceso educativo,
promoviendo una forma de educación con un horizonte holístico.

Hay tres dimensiones en la taxonomía de objetivos de la educación propuesta por Benjamin


Bloom:

Dimensión afectiva

Dimensión psicomotora

Dimensión cognitiva

Dimensión afectiva
El modo como la persona reacciona emocionalmente, su habilidad para sentir el dolor o la
alegría de otro ser viviente. Los objetivos afectivos apuntan típicamente a la conciencia y
crecimiento en actitud, emoción y sentimientos.

Hay cinco niveles en el dominio afectivo. Mencionando los procesos de orden inferiores a los
superiores, son:

Recepción - El nivel más bajo; el estudiante presta atención en forma pasiva. Sin este nivel no
puede haber aprendizaje.

Respuesta - El estudiante participa activamente en el proceso de aprendizaje, no sólo atiende a


estímulos, el estudiante también reacciona de algún modo.

Valoración - El estudiante asigna un valor a un objeto, fenómeno o información.

Organización - Los estudiantes pueden agrupar diferentes valores, informaciones e ideas y


acomodarlas dentro de su propio esquema; comparando, relacionando y elaborando lo que
han aprendido.

Caracterización - El estudiante cuenta con un valor particular o creencia que ahora ejerce
influencia en su comportamiento de modo que se torna una característica.

Es importante tener en cuenta que si el estudiante no está motivado, el interés por aprender
es muy bajo.

Dimensión psicomotora

La pericia para manipular físicamente una herramienta o instrumento con la mano o un


martillo. Los objetivos del dominio psicomotor generalmente apuntan en el cambio
desarrollado en la conducta o habilidades.

Comprende los siguientes niveles: - Percepción - Disposición - Mecanismo - Respuesta


compleja - Adaptación - Creación

Dimensión cognitiva

Es la habilidad para pensar sobre los objetos de estudio. Los objetivos del nivel cognitivo giran
en torno al conocimiento y la comprensión de cualquier tema dado.

Hay seis niveles en la taxonomía propuesta por Benjamín Bloom y colaboradores. En orden
ascendente son los siguientes:

Conocer
Muestra el recuerdo de materiales previamente aprendidos por medio de hechos evocables,
términos, conceptos básicos y respuestas

Conocimiento de terminología o hechos específicos

Conocimiento de los modos y medios para tratar con convenciones, tendencias y secuencias
específicas, clasificaciones y categorías, criterios, metodología.

Conocimiento de los universales y abstracciones en un campo: principios y generalizaciones,


teorías y estructuras

Comprender

Entendimiento demostrativo de hechos e ideas por medio de la organización, la comparación,


la traducción, la interpretación, las descripciones.

Traducción

Interpretación

Extrapolación

Aplicar

Uso de conocimiento nuevo. Resolver problemas en nuevas situaciones aplicando el


conocimiento adquirido, hechos, técnicas y reglas en un modo diferente

Analizar

Examen y discriminación de la información identificando motivos o causas. Hacer inferencias y


encontrar evidencia para fundamentar generalizaciones

Análisis de los elementos

Análisis de las relaciones

Análisis de los principios de organización

Crear (Síntesis)

Compilación de información de diferentes modos combinando elementos en un patrón nuevo


o proponiendo soluciones alternativas

Elaboración de comunicación unívoca

Elaboración de un plan o conjunto de operaciones propuestas

Derivación de un conjunto de relaciones abstractas

Evaluar
Presentación y defensa de opiniones juzgando la información, la validez de ideas o la calidad
de una obra en relación con un conjunto de criterios

Juicios en términos de evidencia interna

Juicios en términos de criterios externos

Críticas a la taxonomía

La taxonomía ha sido un referente en educación en los últimos 60 años, sin embargo, los
avances tecnológicos en el estudio del cerebro, el surgimiento de la neurociencia cognitiva y
otras evidencias hacen poco viable mantener su sustento epistemológico. A continuación se
presentan un resumen de críticas a la taxonomía (para ampliar visitar este sitio):

1. Se basan en los principios conductistas que predominaba a principios de siglos en la


psicología. Un dato adicional, es que la taxonomía surge en los comienzos de la revolución de
las ciencias cognitivas a mediados del siglo XX. Por tanto, son 60 años en el cual se ha
avanzado mucho en la comprensión de la naturaleza del aprendizaje humano en diversos
campos.

2. Tiende a una fragmentación del currículo y eso lleva a una falta de visión integral de los
objetivos del sistema educativo. Así mismo se da entender que los docentes deben enfatizar
primero en la memorización de todo el currículum antes que los estudiantes puedan
comprender o aplicar el conocimiento. Ya que se concibe el proceso educativo como
predeterminado y mecanicista (Aubrey y Riley, 2016).1

3. Se ha caído en el error de considerar la taxonomía una teoría sobre el aprendizaje. Como


si la taxonomía pretendiera explicar cómo aprenden los seres humanos. La taxonomía sirve
para planificar y evaluar, no para explicar. Además, son 60 años en que se ha avanzado mucho
en la comprensión del aprendizaje humano. En estas últimas dos décadas la neurociencia
cognitiva ha aportado valiosos conocimientos sobre la lectura, la escritura, la dislexia, la
discalculia, las emociones, los tipos de memoria, entre otros.

4. La ambigüedad y la falta de mayor precisión en algunos conceptos como “conocimiento”


o “recordar”. Por ejemplo, en el caso de recordar, es decir la memoria, se describe en la
taxonomía como si esta fuera una sola. En cambio, la neurociencia cognitiva ha identificado
diversos tipos de memorias que funcionan de forma independiente e interrelacionadas: la
memoria inmediata, la memoria operativa y las memorias a largo plazo (episódica, semántica,
procedimental entre otras)(Carrillo-Mora,20102 ) . Todas ellas muy activas en el proceso de
aprendizaje de una persona.

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