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UN POCO DE HISTORIA (LEON WALRAS)

Marie-Esprit Léon Walras (1834-1910), nació en Evreux (Francia) y murió en


Clarens (Suiza). Inicio la carrera de ingeniero en minas, aunque no la terminó. Al
principio se ganó la vida en varios empleos y dedicándose al periodismo aprovechó
la ocasión para exponer sus ideas de reforma social. De 1866 a 1868 fue director
de Le Travail, periódico del movimiento cooperativista. En 1860 expuso una
conferencia, en el congreso internacional sobre temas fiscales de Lausana (Suiza),
que tuvo muy buena acogida y le valió, diez años después, para que se le ofreciera
la recién fundada cátedra de economía política en la facultad de derecho de la
Universidad de Lausana. En esta cátedra tuvo la oportunidad de dedicarse de lleno
a la investigación y al estudio de la economía de 1871 a 1892, afición que
conservaría hasta su muerte.

En su libro Economía política y justicia (1860) se decanta, a pesar de sus ideas de


reformador social, por un régimen de libre competencia para lograr la justicia social
y pone las bases para afrontar un estudio de la economía asentado en principios
distintos del valor-trabajo.
El desarrollo de esos estudios económicos los realizaría en su etapa de profesor de
economía. En la cual lo primero en publicar fue un opúsculo titulado Principios de
una teoría matemática del cambio (1873), donde se encuentran los fundamentos de
su principal obra Elementos de economía política pura (publicados en dos partes en
1874 y 1877); la segunda parte de esta obra contiene sus artículos Ecuaciones del
cambio (1875) y Ecuaciones de la producción y de la capitalización (1876).
Otras obras de este autor son Teoría matemática de la riqueza social (1883), Teoría
de la moneda (1886), Estudios de la economía social (1895) y Estudios de economía
aplicada (1898).
El gran mérito analítico de Leon Walras fue llegar al final de la idea, percibida por
autores anteriores (Cantillon, Quesnay, Smith, Ricardo…), de ser la economía
universo compuesto por cantidades de diversas variables, o magnitudes,
interdependientes.
Partió, como había hecho Cournot, del análisis del equilibrio parcial en los
intercambios; luego estimó el cosmos económico como un gran conjunto de
intercambios afectados simultáneamente por multitud de variables, llego a
representar matemáticamente todo el sistema económico como interdependiente
mediante un sistema de ecuaciones compatible, cuya solución expresa el equilibrio
general de la economía.
CULMINACIÓN DE UNA IDEA

Intercambio: Walras no necesito distinguir entre valor de uso y valor de cambio: el


precio es un índice del valor de las cosas que se establece en el mercado.
El fundamento del precio, o valor de cambio, se encuentra en la relación existente
en el mercado entre la escasez relativa de las mercancías y la utilidad que éstas
proporcionan al consumidor, según sean “las intensidades de las últimas
necesidades satisfechas” (citado por Dobb, 1973, pp. 222 y 223), de forma que los
precios son proporcionales a éstas. En principio podemos identificar la 2a ley de
Gossen.
La utilidad, para Walras, aunque depende de la apreciación de los sujetos, es una
aptitud objetiva que poseen las cosas para satisfacer necesidades, sin entrar en el
aspecto subjetivo de las consideraciones éticas o morales; según él dice: “El que
una sustancia química sea buscada por un médico con fines curativos, o por un
asesino para envenenar a alguien, puede ser muy importante desde otros puntos
de vista, pero es totalmente indiferente desde el nuestro. La sustancia es útil en
ambos casos, y puede serlo más en el segundo que en el primero.
Walras también observó que las necesidades dejan de ser apremiantes cuando se
dispone en abundancia del bien que las satisface. Por ese motivo cuanto mayor sea
la cantidad poseída de un bien, tanto menor es la intensidad de la necesidad que
satisface; es decir, la utilidad atribuible a la última cantidad dispuesta del bien (la
utilidad marginal) es cada vez menor. En este principio se puede identificar la 1ª ley
de Gossen.
Representó gráficamente esta utilidad marginal de forma decreciente a medida que
crecía la cantidad poseída de un bien. La representación era una línea en escalera
cuando se trataba de bienes no divisibles, mientras que era una línea continua y
decreciente cuando los bienes se podían dividir infinitesimalmente.
La demanda, que relaciona precios de mercado con cantidades de bienes, guarda
relación con la utilidad marginal, de modo que los precios siguen la misma vicisitud
que la utilidad marginal con respecto a las cantidades. En consecuencia, la
demanda es una función decreciente del precio [D=f(P)] que puede ser obtenida a
partir de la función de utilidad marginal.
En el mercado, el precio queda determinado cuando se igualan (o equilibran) la
demanda con la oferta. El equilibrio entre ambas cantidades se establece por las
variaciones de los precios, pues las condiciones del mercado originan un aumento
del precio de los productos cuya demanda supera a la cantidad ofrecida y una
disminución del precio cuando la demanda es inferior a la oferta.
Como se observa, Walras establece una condición de equilibrio sustentada en el
principio del exceso relativo de demanda o de oferta. Mas, como tras la oferta se
encuentra el proceso de producción que requiere bastante tiempo para variarlo,
ambos excesos relativos dependen a corto plazo de las alteraciones de la demanda.
La consecución del equilibrio en un mercado de varias mercancías es explicada por
Walras mediante un proceso de tâtonnement, o teoría del tanteo, que es un
procedimiento de ensayo y error, partiendo de unos precios arbitrarios se observa
los resultados en el mercado y a continuación se varían los precios de acuerdo con
el principio antes expuesto sobre los excesos relativos de demanda o de oferta; o
sea, se suben los precios de las mercancías "cuya demanda efectiva es superior a
su oferta efectiva y una baja del precio de las demás".
Procediendo de este modo, en varios tanteos se llega a la "condición necesaria y
suficiente" para que "exista equilibrio en el mercado": "que a los precios vigentes la
demanda efectiva de cada mercancía sea igual a su oferta efectiva"
Walras, al igual que Cournot, estudió diversos tipos de mercado, el de competencia
perfecta y el de monopolio, llegando a iguales resultados que antecesor. Pero, a
diferencia de Cournot, empezó por el mercado de competencia perfecta. Este
mercado lo suponía ideal, meramente hipotético, ya que, en la práctica, "los
mercados mejor organizados desde el punto de vista de la competencia […como]
las bolsas de valores, las de comercio, los mercados de granos, de pescado, etc."
sólo eran una aproximación al de competencia perfecta.
Definió la competencia perfecta como la condición en la que se encuentran aquellos
"mercados [...donde] ninguna operación tenga lugar sin que sus condiciones sean
anunciadas y conocidas, sin que los vendedores puedan competir a la baja y los
compradores al alza"
Justificó la adopción de esta hipótesis de la competencia perfecta, en analogía a lo
que se hacía en otras ciencias, del siguiente modo: "en mecánica pura se trabaja
sobre la hipótesis de máquinas sin fricciones"

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