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Masacre de Muttur

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Masacre de Muttur

Distrito de Trincomalee en Sri Lanka. Al sur de la bahía se


encuentra la ciudad de Muttur.

Lugar Muttur, Sri Lanka

Coordenadas 8°33′58″N 81°13′59″ECoordenadas:


8°33′58″N 81°13′59″E (mapa)

Blanco(s) Trabajadores de Acción contra el Hambre

Fecha 4 o 5 de agosto1 de 2006

Tipo de ejecuciones
ataque

Arma(s) desconocidas

Muertos 17

Heridos 0

Sospechoso(s) Fuerzas Armadas de Sri Lanka


Motivación Intimidación a ONG.

[editar datos en Wikidata]

La masacre de Muttur tuvo lugar el 4 o 5 de agosto de 2006, cuando 17 empleados de


la ONG internacional francesa Acción contra el Hambre (conocida internacionalmente como
Action Contre la Faim, o ACF) fueron asesinados a quemarropa en la ciudad de Muttur, cerca
de Trincomalee, en Sri Lanka. Las víctimas pertenecían a la etnia tamil, y todos ellos eran de
nacionalidad srilanquesa.2 La matanza está considerada una masacre sin precedentes en la
historia de las ONG.3

Tras el suceso, enmarcado en la Guerra Civil de Sri Lanka, las fuerzas gubernamentales y los
guerrilleros Tigres tamiles se acusaron mutuamente de los hechos. Aunque la autoría de la
matanza nunca ha sido esclarecida, varios informes señalan a las fuerzas especiales del ejército
de Sri Lanka como autores materiales de los asesinatos.4

Índice

 1Contexto

 2Hechos

 3Reacciones

 4Investigación

 5Documental

 6Referencias

Contexto[editar]

Tras el terremoto del océano Índico y el subsecuente tsunami que asolaron gran parte de Sri
Lanka en 2004, la sección francesa de Acción Contra el Hambre mantuvo en la localidad
de Muttur (al noreste del país) un contingente de ayuda humanitaria, especializado
en saneamiento, agronomía y gestión de proyectos.5 En los días precedentes a la matanza, y en
el marco de la Guerra Civil de Sri Lanka, se habían producido en la zona intensos combates
entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil.5

Hechos[editar]

El 6 de agosto de 2006, después de que la zona se hubiera pacificado tras los combates entre
el ejército ceilanés y los rebeldes tamiles, aparecieron en la oficina-almacén de Acción Contra
el Hambre los cuerpos sin vida de 17 empleados (13 hombres y 4 mujeres, todos ellos nativos
del país y de edades comprendidas entre 23 y 54 años) que la organización tenía en Muttur.
Los cuerpos fueron hallados en el patio del recinto, y presentaban todos ellos disparos en la
cabeza.3 ACF envió a la zona un equipo, que consiguió recuperar los cadáveres y trasladarlos al
hospital de Trincomalee.

Una vez que los hechos alcanzaron trascendencia internacional, las fuerzas gubernamentales y
la guerrilla de los Tigres tamiles se culparon mutuamente de la matanza.2
Reacciones[editar]

El gobierno de Sri Lanka negó su responsabilidad, pero la Misión de Observación de Sri


Lanka informó de sus sospechas de que el ejército de Sri Lanka era el responsable de los
asesinatos. De acuerdo con sus conclusiones,

"(...)existe el convencimiento de que no había [en la zona] ningún otro grupo armado más que
las fuerzas de seguridad, que en realidad podrían estar detrás del acto"6

El jefe de la Misión, el coronel sueco retirado Ulf Henricsson, al ser interrogado sobre el hecho,
dijo que se trataba de "uno de los crímenes más graves contra los trabajadores humanitarios
en todo el mundo."6

Investigación[editar]

Barcaza de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil, que habían tomado la ciudad
de Muttur semanas antes del suceso. La masacre se desarrolló justo cuando las fuerzas
gubernamentales recuperaron el control de la ciudad, lo que ocasionó la acusación mutua
entre ambas fuerzas. La organización guerrillera se disolvió en 2009, tras su derrota militar y la
muerte de su fundador, Velupillai Prabhakaran. No obstante, la investigación oficial exoneró al
ejército cingalés de la matanza, pese a que es habitualmente considerado por organizaciones
internacionales el responsable de la muerte de los cooperantes.4

El proceso abierto en septiembre por la justicia ceilanesa estuvo plagado de irregularidades,


como la ausencia total de testigos y la prohibición total de público y prensa durante las vistas.
Además, el gobierno de la isla impidió la presencia de observadores internacionales durante el
proceso.2 En octubre, a petición de la investigación, se procedió a la exhumación de los
cadáveres para recuperar las balas que se encontraban en sus cuerpos, con el fin de realizar
un informe balístico que permitiera determinar qué tipo de armas efectuaron los disparos.7

En un informe de la Asamblea General de las Naciones Unidas se señaló que "las autoridades
de Sri Lanka han demostrado no poder o no querer resolver el problema del creciente número
de asesinatos selectivos de empleados de organizaciones internacionales de ayuda
humanitaria en el territorio controlado por el Gobierno". Asian Centre for Human
Rights apuntó que las investigaciones sobre la matanza de los 17 trabajadores de Acción contra
el Hambre habían sido infructuosas.8

El presidente del país, Mahinda Rajapaksa, formó una comisión oficial de investigación,
compuesta por técnicos cingaleses y observadores internacionales. La comisión determinó, en
julio de 2009, que "ni el Ejército de Tierra ni la Marina estaban presentes en el sector donde se
cometió la masacre", descartando la autoría por parte de las fuerzas armadas del país.9

El 1 de abril de 2008, la organización "Profesores Universitarios para los Derechos Humanos",


dirigida por antiguos profesores de la Universidad de Jaffna, y crítica tanto de las actividades
de los Tigres como del Gobierno de Sri Lanka, publicó su "Informe Especial #30",10 que trata
exclusivamente de la matanza del personal de ACF. Este informe cita a un miembro de la
Guardia Nacional de Sri Lanka y dos agentes de policía con sede en la Estación de Policía de
Muttur como autores de la matanza, pero añade que varios miembros de las Fuerzas
Especiales de la Marina formaban parte del grupo que entró en el recinto de ACF y
permanecieron pasivos mientras el personal de ACF era asesinado.410 La organización
internacional Human Rights Watch describió el informe como un "brillante ejemplo de trabajo
de investigación".4 Para Human Rights Watch, este informe demuestra que "las investigaciones
del gobierno en la masacre eran poco más que una broma de mal gusto, jugando con las
familias de las víctimas y la comunidad internacional."4

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