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ETICA EMPRESARIAL

JUAN CAMILO FIERRO CORTES


ID 479207

UNIVERSIDAD UNIMINUTO DE DIOS


DISTANCIA-PRESENCIAL
INTRODUCCION A LA ADMINISTRACION

NEIVA - HUILA
27 DE MARZO DEL 2019
Contacto: juan.fierro@uniminuto.edu.co
La Ética es la búsqueda incesante de bienestar hacía el mayor número de personas

potenciales.

RETROSPECTIVA DE LA RESPONSABILIDAD/ÉTICA

Una vez realizada la visión de la ética según los clásicos, entraré de lleno en la

aplicación de la ética en el mundo de la empresa y las organizaciones.

La misión de toda empresa y organización debe estar sustentada en valores éticos, sin

que por ello se deban arredrar de crear de valor. Todo lo contrario, la creación de valor

resulta ser la mejor manera de demostrar que se va por el buen camino.

Los valores éticos juegan un papel trascendental. Por esta razón la ética no debemos

manejarla en clave de disyuntiva: ética sí o ética no… Por supuesto ética sí, siempre.

Porque actuar bajo el paragua de la no ética sería un atajo que nunca tomaría el buen

empresario que ama a su empresa, o en su caso el ejecutivo o líder al que consideramos

un buen profesional. Las empresas han pasado de ser meros instrumentos al servicio de

sus dueños, a ser agentes vitales de la economía y la Sociedad.

Este nuevo modelo de relación empresa/Sociedad hay que incentivarlo sin esperar

nada a cambio, a priori. El primer impulso de una empresa socialmente responsable sería

la pura munificencia. Aunque los retornos llegan y se fundamentan sobre todo en la

adquisición de un mayor nivel reputación al, cuota de mercado y por ende creación de

valor, entro otros los beneficios.

Por tanto, a la pregunta: “¿Ética y honestidad?”, la respuesta es: “¡Siempre sí!”. Ya lo

dijo una vez Quevedo: “Quien pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde

la honra.”

El concepto de ética empresarial va más allá del cumplimiento exhaustivo de las

normas y leyes básicas. Por el contrario te puedes encontrar empresas de las que hay que

recelar de su prodigalidad, al intentar tapar malas praxis interna con una campaña de
imagen basada en donaciones y mecenazgo; y por el contrario actúan de manera

insensible aplicando reducciones de plantillas ante el menor atisbo de empeoramiento de

sus resultados y/o bajada del precio de sus acciones en el mercado de valores. Resultan

bochornosas las decisiones de despidos masivos por parte de multinacionales que creen

disfrutar del “label” de empresas responsables y éticas. Más bien me parece una soberbia

pamema. La Sociedad no entiende y por tanto rechaza a las empresas que efectúan

comportamientos execrables: despidos indiscriminados de trabajadores sin importarles la

situación personal de los mismos. ¿Podemos considerar esta actuación como ética? No,

en ningún caso. Las empresas deben y tienen que cuidar a sus empleados en toda situación

y momento, no sólo en épocas de bonanza y en condiciones económicas favorables, sino

también en las mal dadas.

Básicamente estos casos han menoscabado de algún modo la buena imagen que

empezaban a acumular los empresarios. Por ello, hemos vuelto a perder muchos puestos

en el “ranking de popularidad” de cara a la sociedad.

La mayoría de las sociedades modernas no aceptan que sigan existiendo conflictos

armados y que gran parte de las personas apenas vivan con un dólar diario; todo ello está

haciendo cambiar a la humanidad entera con respecto sus valores.

LA INFLUENCIA DE LA ÉTICA PERSONAL EN LAS EMPRESAS.

José Manuel Soto decía: todos admitimos hoy en día la primacía de las personas en la

empresa y la necesidad de gestionarla -una creación humana y habitada por seres

humanos- de forma humana, es decir, con emoción.

La componente esencial en la empresa suele provenir desde la impronta de las personas

que habitan en ella y, máxime los que desempeñan funciones directivas y liderazgo en la

misma. Los líderes con su comportamiento influyen más directamente en el modo y la

forma en el que se desarrollan comportamientos éticos dentro de las organizaciones, ya


que el resto tienden a emularlos, sobre todo en sus comportamientos éticos, y lo peor en

los no éticos.

En definitiva la empresa, como organización formada por individuos, se comportará

éticamente si cada individuo apoya y soporta sus acciones sobre los principios éticos

universales. Y para ello hay que tener desarrollados y desplegados convenientemente

sistemas de alerta temprana para detectar cualquier anomalía y, en ese caso, corregirla de

inmediato.

En el caso de Novasoft se ha ido más allá creando un foro que lo conforman más de

sesenta profesionales que disponen del mayor nivel de responsabilidad en la empresa.

Tengamos en cuenta los siguientes principios éticos que existen y que dependiendo

con cuál nos sintamos más identificados así nos irá en nuestro devenir profesional y

personal:

1.- El imperativo Categórico de Kant: Actuar de un modo que el actor crea justo para

cualquier otra persona en situación similar.

2.- Ética convencionalista de Carr: Los individuos actúan para promover su interés

propio hasta el límite de la ley.

3.- La regla del descubrimiento: Pregúntate cómo te sentirías si los pensamientos y los

detalles de tus decisiones fuesen descubiertos o revelados a una audiencia amplia.

4.- La regla de oro: Haz a los demás lo que te gustaría hiciesen a ti.

5.- La Ética Hedonística: haz cualquier cosa de tu propio interés. La virtud está

incorporada en lo que es significativo o valioso para cualquier individuo. No hay

principios morales absolutos.

6.- La Ética de la intuición de Moore: Las personas están dotadas de un tipo de sentido

moral con el que pueden aprender lo que es correcto o equivocado. La solución a los
problemas morales subyace simplemente en lo que sienten o entienden que es correcto en

una situación determinada.

7.- La Ética del Mercado de Smith: Toma acciones egoístas y sigue la motivación de

las ganancias personales en los negocios. Las acciones egoístas en el mercado son

virtuosas porque contribuyen al funcionamiento eficiente de la Economía.

8.- La Ética de los medios y el fin de Maquiavelo: Los fines valiosos justifican los

medios eficientes. El bien común justifica una trasgresión moral.

9.- La Ética del poder y lo Correcto de Nietzche: La justicia se define como el interés

del más fuerte. Es ético lo que un individuo tiene la fuerza y el poder de lograr.

10.- Principio de Proporcionalidad de Garret: Haz lo que quieras hacer si existe una

razón proporcional para hacerlo así.

11.- Ética profesional: Haz sólo aquello que pueda ser justificado ante los colegas.

12.- Ética utilitarista de Betham/Mill: El mayor bien para el mayor número.

Determinar si el daño de una acción está compensado por el bien que genera para otros.

En el entorno de la empresa en ningún caso puede existir ética sin cumplimiento

exhaustivo de legalidad. Este axioma tiene sus matices ya que la ética no siempre coincide

con la legalidad establecida. Ni todo lo ético es legal a priori. Las leyes humanas no

constituyen criterios de moralidad per se. Conviene señalar lo que no dijo el profesor

García Echevarría sobre la ética y el hecho de que no hay que confundir el concepto de

la ética empresarial con el de seudoética, cuyas notas más características expongo a

continuación:

• El economicismo. La frase manida: “tenemos que ser éticos porque eso es rentable,

económicamente hablando”. Encierra en sí misma un concepto que no es propio de una

preocupación ética profunda.

• El legalismo. Que mide la calidad ética por las acciones de adaptación a la legalidad
vigente.

• El conformismo social o el recurso de aceptar la mayoría como criterio para medir la

bondad o maldad de las acciones.

CONCLUSIÓN

La ética debe ser una sustancia osmóticamente activa dentro de las organizaciones y

no sólo letras en un manual de ética y conducta que nadie lee y, que en muchos casos, ni

siquiera conocen la mayoría de empleados.

Las personas, que son al fin al cabo los profesionales que conforman los cuadros

directivos de las empresas, son las que se dejan influir por su entorno cercano y lejano,

puesto que los fenómenos que han irrumpido con fuerza a través de nuevos canales de

comunicación, están provocando que se acelere el proceso de mundialización,

transformando al planeta en una aldea global; pero al fin y al cabo aldea.

COROLARIO: la ética es un ingrediente vital, pues sin él no podríamos desarrollar

la misión trascendente de la empresa de manera sostenible: desarrollar productos,

gestionar expectativas, ofrecer planes de carrera a nuestros colaboradores/empleados,

cubrir los intereses de todos nuestros “stakeholders”.

La no ética es un atajo que no lleva a ninguna parte y que al final lastra a la empresa,

más temprano que tarde.

RELACIÓN EXISTENTE ENTRE EL TAMAÑO DE LA EMPRESA Y

ORGANIZACIÓN CON EL NIVEL DE ÉTICA Y RSC A APLICAR.

Podemos aseverar que el nivel de despliegue de una conducta ética en una pequeña

empresa es similar al de una gran compañía. Pienso que el tamaño no es un elemento que

las diferencien. Lo que sí es cierto es pensar que las grandes compañías invierten más

cantidad de recursos en la comunicación y, por lo tanto, en trasladar esas acciones que

realizan, muchas o pocas, en pro de la responsabilidad social=ética empresarial.


Algunas de las grandes compañías suelen invertir ingentes cantidades de recursos en

mantener canales de comunicación y de ese modo están continuamente comunicando

acciones y una imagen supuestamente ética. Entonces hacen que parezca que las pequeñas

y medianas empresas, con menos presupuesto para tal fin, no hagan nada en ese sentido

y, sin embargo, a ojos del mercado y la sociedad en su conjunto las grandes corporaciones

aparecen como las más responsables y éticas.

En la actualidad existe una mayor presión social hacía la empresa. Este hecho está

resultando esencial para poner fin a las actuaciones empresariales caracterizadas por un

ánimo desmedido de lucro y donde se llega a pasar de puntillas y perder de vista la ética.

Otros factores a tener en cuenta sería la especulación financiera, la seguridad, calidad de

los productos o la veracidad de la publicidad que han arraigado en la conciencia de la

sociedad que, acostumbrada a la falta de legislación para la satisfacción de tales

demandas, exige una actuación de la empresa conforme a los principios y valores éticos

preponderantes. Todo esto hace que una empresa preocupada por la “estética” termina

por descubrirse su verdadera intención y al final volviéndose en su contra.

Sería un contrasentido que empresas que generan abultadas cuentas de resultados

despidan a sus trabajadores que están cumpliendo con su desempeño, por el hecho de

aumentar aún más sus beneficios.

Soy un convencido del siguiente mantra: actuar en todo momento y situación de forma

ética siempre resultará rentable, mientras lo contrario se termina pagando más temprano

que tarde.

El dilema más serio, desde el punto de vista de la ética empresarial, al que me he tenido

que enfrentar: tener que despedir a un colaborador/a. En ese sentido mi escala de valores

la tengo muy bien mensurada y por ello siempre he procurado dar todas las oportunidades

antes de proceder a realizar el acto más ingrato de la actividad empresarial: despedir. En


esos casos se ha dado la paradoja por la cual siempre he tenido menos remordimiento

cuanto más alto en el escalafón estaba el despedido. Es decir, recuerdo que los que más

gozaban de mayor retribución y disponían de prebendas importantes, y aun así se llegaba

a producir en la mayoría de casos un contrasentido, Dios mediante, no contribuían como

se les presuponía a la compañía. En ese sentido me veía en la obligación de invitarles a

salir de la organización. Sin embargo, el momento del despido llegaban a tomárselo muy

mal y casi siempre no reconocían su falta de responsabilidad y entrega requerida,

aferrándose al cargo.

Pienso que este sería el enfoque que le iría mejor a las empresas, ver a los trabajadores

como lo que son, personas, y ser capaces de socializarlas dentro de la organización,

buscarles siempre una salida distinta ante una situación que, a priori, cualquier otra

compañía sin escrúpulos tomaría el camino del despido.

Es un error pensar que poniendo en marcha medidas coercitivas y de control en el seno

de las empresas se puede erradicar el problema de la no ética. Por el contrario pienso que

la mejor solución pasa por la educación y desarrollo de equipos, dónde al final las

personas se motiven y su propio desempeño y consecución de objetivos sean el modo más

eficaz de control. Por consiguiente no hace falta medidas de control directo. Si eres capaz

de hacer que la toma de decisiones esté muy capilarizada, es decir, una organización

mucho más horizontal, menos piramidal, más matricial, al final terminarás dando a tus

colaboradores mayor cuota de responsabilidad. Paradójicamente a mayor cuota de

responsabilidad aumenta el nivel de integración e implicación en el seno de la empresa.

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