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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El uso del internet ha aumentado aceleradamente en el mundo actual, más aun con
la popularización de las redes sociales las cuales han generado una diversidad de nuevas
conductas en los individuos y las sociedades con acceso a ellas. Sin embargo, su utilización
excesiva y persistente ha llevado a que en la actualidad se hable de un nuevo tipo de
adicción, otorgándole diversos términos como “adicción al internet”, “adicción a las Redes
Sociales”, “dependientes de Internet”, “usuarios problemáticos de Internet” o “usuarios
patológicos de internet”, donde su importancia clínica y epidemiológica la ha estado
situando como una de las patologías emergentes con mayor impacto en el siglo actual.
(Harfuch, Pacheco, Palomar, y Zavala, 2010; Cía, 2013; Sánchez, 2013).
De acuerdo con Jiménez (2015) la Adicción puede ser entendida, como una
dependencia compulsiva e incontrolable hacia una sustancia, hábito o práctica, a tal grado
que la cesación causa reacciones emocionales, mentales o fisiológicas. La falta de control y
la dependencia son componentes fundamentales de los trastornos adictivos, cualquier
actividad normal, hábito o afición, percibida como placentera, es susceptible de convertirse
en una conducta adictiva. Su característica principal es que la persona pierde el control al
desarrollar una actividad determinada, continuando con ella a pesar de las consecuencias
adversas que acarrea, y dependiendo cada vez más de ella.
Así mismo, Una Adicción consiste en una pérdida de control de la persona ante
cierto tipo de conductas que se caracterizan por generar dependencia, síndrome de
abstinencia, tolerancia, vivir para y en función de esa conducta, etc (Becoña & Cortés,
2011).
Aunque se han propuesto distintos tipos de adicciones, actualmente se pueden
diferenciar en dos grandes grupos: aquellas producidas por sustancias químicas (Adicción a
Sustancias) y aquellas producidas por conductas (Adicciones Comportamentales).. Entre las
primeras se encuentran la adicción al alcohol, a la nicotina y a las drogas ilegales (heroína,
cocaína, marihuana, drogas de diseño, etc.). Entre las comportamentales, el juego
patológico, el comer compulsivo, el sexo compulsivo, el trabajo compulsivo, las compras
compulsivas y la adicción al internet o las nuevas tecnologías (Becoña & Cortés, 2011).
En efecto, el concepto de adicción popularmente incluye el consume de drogas, pero
dada la novedad del Internet y más aun de las Redes Sociales, se ha ampliado esta visión;
por ende, teniendo de base la caracterización y los síntomas de las adicciones a sustancias,
se han tomado elementos de referencia para identificar las posibles adicciones a las redes
sociales (Sánchez, 2013). Por esta razón, según Luendo (2013), se han considerado
adicciones específicamente psicológicas, no químicas que incluyen conductas hacia el
juego, el sexo, el trabajo, las compras o el uso de Internet, las cuales comparten
características comunes con las adicciones a sustancias.
Sin embargo, Luendo (2013), expresa que a pesar del movimiento en ascenso de
autores estudiando la adicción al internet desde la década de los 90’, estas adicciones
psicológicas o no químicas no se encuentran incluidas en el DSM-IV, donde aún el término
de adicción se reserva para los trastornos producidos por el abuso de sustancias
psicoactivas. Igualmente, no existe un consenso en la actualidad sobre este tema, por lo
tanto en la versión más actual del DSM-V del 2013 tampoco incluye el término, no
obstante, otras adicciones comportamentales como el juego patológico y la adicción al sexo
sí forman parte del manual.
Por otra parte, Echeburúa citado por Cía (2013) plantea que cualquier actividad
común que resulte placentera puede generar una conducta adictiva en el indiviuo, ya que lo
esencial de la adicción se presenta cuando la persona pierde el control sobre la actividad y
continua con ella sin importar las consecuencias adversas, esto con tal de aliviar la tensión
percibida, sobre todo en las primeras etapas, lo cual genera graves repercusiones en la vida
cotidiana a nivel familiar, laboral, físico o social.
Ciertamente, los problemas relacionados a este tipo de adicción se hacen presentes
cuando los usuarios a internet descuidan sus rutinas diarias para permanecer conectados,
generando así la pérdida de control sobre sus acciones y originando síntomas iguales a la
adicción a sustancias; tales como abstinencia al no poder acceder a la red, el
establecimiento de tolerancia, donde se aumenta el tiempo de conexión a Internet para
poder sentirse satisfecho y las repercusiones negativas en la vida cotidiana de la persona
así como las consecuencias físicas representadas principalmente por la alteración del sueño
(Cía, 2013).
De acuerdo con Cía (2013) la Adicción al Internet se refiere al deterioro en el
control de su uso que se manifiesta como un conjunto de síntomas cognitivos, fisiológicos y
conductuales, en otras palabras, el individuo realiza un uso excesivo del Internet,
conectandose por tiempos prolongados, lo que le lleva a descuidar otras áreas de su vida
como el descanso, el trabajo, las relaciones sociales, etc.
Además, el pasar más de 3 o 4 horas diarias conectado a Internet facilita que la
persona se aísle de la realidad, generando desinterés por otros temas y actividades
necesarias para su desenvolvimiento cotidiano, lo cual puede provocar declive del
rendimiento académico o laboral, sedentarismo, malos hábitos alimenticios, obesidad y
problemas en las relaciones cercanas (Cía, 2013). Incluso, Salcedo (2016), menciona las
consecuencias negativas que generan el uso de las nuevas tecnologías con acceso a Internet,
donde resalta el tiempo total destinado a su uso, en el cual las actividades antes
consideradas habituales como leer, jugar, pasear, estudiar, entre otros son disminuidas.
Según cifras del IUT (2017), 830 millones de jóvenes gozan de conexión a Internet,
representando a más del 80% de la población joven en 104 países; sin embargo, en los
países en desarrollo sólo el 41% de la población posee acceso a Internet. Por otra parte, el
reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) arrojó que
para el segundo trimestre de 2016, el 59,5% de la población mexicana mayor a los 6 años
es usuaria de internet, lo cual equivale a 65.5 millones de personas. Así mismo, un estudio
sobre la penetración y uso de Internet en Venezuela en el 2017 demostró que existen más
de 17 millones de usuarios del internet, representando el 55% de la población para ese año
(Tendencias Digitales, 2017).
Por otra parte, estudios sobre el uso de redes sociales en personas con acceso a
Internet evidencia altas cifras, tal como es el caso del Estudio Anual Redes Sociales (2017)
realizado en España donde se manifiesta que un 86% de los usuarios entre 16 y 65 años
utilizan redes sociales, lo cual representa más de 19 millones de personas en dicho país.
Igualmente, para final de 2016, el 83% de internautas en México accedió a las redes
sociales haciendo uso de un 38% de su tiempo conectado a Internet, representando 2 horas
58 minutos, siendo más frecuente la hora de la comida y al final del día (Asociación de
Internet.mx, 2017). Así mismo, la cifra es la misma para Venezuela, donde el 83% de los
usuarios de internet hacen uso de las redes sociales, siendo en su mayoría jóvenes adultos
entre los 18 y 34 años de edad (Tendencias Digitales, 2017).
De esta manera, es evidente que existe una cantidad importante de personas a nivel
mundial y especialmente en Venezuela con acceso a Internet y las redes sociales, lo cual
abre campo a la existencia de un uso excesivo que pueda desembocar en adicción.

De los nuevos datos publicados por la UIT, el organismo especializado de las Naciones Unidas para las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se colige que 830 millones de jóvenes gozan de
conexión, lo que equivale a más del 80% de la población joven de 104 países. La edición de 2017 de los
Hechos y Cifras de las TIC de la UIT también traduce un notable aumento en el acceso de banda ancha y los
abonos a esta última, sobre todo, en China.

La tan esperada publicación anual de datos sobre las TIC en el mundo muestra que cada vez más jóvenes de
entre 15 y 24 años utilizan Internet. En los países menos adelantados (PMA), aproximadamente el 35% de los
usuarios de Internet tiene entre 15 y 24 años, frente al 13% en los países desarrollados y al 23% a escala
mundial. Sólo en China y la India, unos 320 millones de jóvenes utilizan Internet.

https://www.itu.int/es/mediacentre/Pages/2017-PR37.aspx
En definitiva, la dependencia a Internet o a las redes sociales está ya instalada cuando: hay un uso
excesivo asociado a una pérdida de control, aparecen síntomas de abstinencia (ansiedad, depresión,
irritabilidad) ante la imposibilidad temporal de acceder a la red, se establece la tolerancia (es decir, la
necesidad creciente de aumentar el tiempo de conexión a Internet para sentirse satisfecho) y se
producen repercusiones negativas en la vida cotidiana con reducción de la actividad física. El sujeto
muestra ansia desmedida por las redes sociales y se produce un flujo de transrealidad que recuerda la
experiencia con drogas (22). . LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS

La adicción a Internet puede considerarse una adicción específicamente psicológica (como la


adicción al sexo, las compras, el trabajo, los videojuegos, la televisión, etc...), con características
comunes a otro tipo de adicciones: pérdida de control, aparición de síndrome de abstinencia,
fuerte dependencia psicológica, interferencia en la vida cotidiana y pérdida de interés por otras
actividades (Echeburúa, 1994). ADICCIÓN A INTERNET- CONCEPTUALIZACIÓN E INTERVENCIÓN

Para la gente el concepto de adicción incluye tomar drogas, la mayoría de las definiciones sobre lo
que es una adicción se centran en el abuso de sustancias. Sin embargo hay un movimiento
creciente de autores (Echeburúa, 1999; Griffiths, 1998) que encuentran una serie de conductas
potencialmente adictivas, incluyendo muchos comportamientos que no implican el consumo de
drogas. Estas adicciones no químicas incluirían conductas como el juego, el sexo, el trabajo, las
compras o el uso de Internet (Echeburúa, 1999).ADICCIÓN A INTERNET- CONCEPTUALIZACIÓN E
INTERVENCIÓN

Sin embargo, las adicciones psicológicas o no químicas no se encuentran incluidas como tales en el
DSM – IV, en las que el término adicción se reserva para los trastornos producidos por el abuso de
sustancias psicoactivas. En el DSM – IV (APA, 1994) la s adicciones psicológicas vendrían incluidas
en los trastornos del control de impulsos, tal como aparece el juego patológico. ADICCIÓN A
INTERNET- CONCEPTUALIZACIÓN E INTERVENCIÓN
Luengo, A. (2004). Adicción a Internet: Conceptualización y Propuesta de Intervención. Revista
Profesional Española de Terapia Cognitivo Conductual, 2, (2004), 22-52. Recuperado de:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3696262

El uso de internet está cada vez mas difundido en el mundo globalizado en el que vivimos. Aunque esta
herramienta en un principio nos permite hacer mejoras en nuestro día a día (recabar información,
mantener el contacto a través del correo electrónico, etc.) su utilización con fines recreativos excesiva y
persistente puede conducir a una adicción. De hecho, su importancia clínica y epidemiológica la sitúa
como una de las patologías emergentes de mayor impacto en el siglo actual. . LAS ADICCIONES NO
RELACIONADAS A SUSTANCIAS

La persona que sufre adicción a internet, se caracteriza por tiempos de conexión muy prolongados con
fines recreativos a lo largo de cada día, que pueden llevarle a descuidar otras áreas importantes de su
vida como el trabajo, las relaciones sociales, la alimentación, el descanso, etc. . LAS ADICCIONES NO
RELACIONADAS A SUSTANCIAS

Los problemas con Internet surgen cuando sus usuarios recreativos descuidan sus rutinas diarias para
permanecer conectados, o bien sustraen horas al sueño nocturno, invirtiendo el ritmo circadiano (se
levantan al mediodía y permanecen conectados hasta el amanecer). Algunos afectados, además de
reducir el número de horas de sueño o actividades, llegan a eliminar comidas. Permanecer conectados
más de 3 a 4 horas diarias facilita el aislamiento de la realidad, el desinterés por otros temas, el bajo
rendimiento académico u laboral, los trastornos de conducta, así como el sedentarismo y la obesidad o
descuidos para alimentarse. . LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS

En definitiva, la dependencia a Internet o a las redes sociales está ya instalada cuando: hay un uso
excesivo asociado a una pérdida de control, aparecen síntomas de abstinencia (ansiedad, depresión,
irritabilidad) ante la imposibilidad temporal de acceder a la red, se establece la tolerancia (es decir, la
necesidad creciente de aumentar el tiempo de conexión a Internet para sentirse satisfecho) y se
producen repercusiones negativas en la vida cotidiana con reducción de la actividad física. El sujeto
muestra ansia desmedida por las redes sociales y se produce un flujo de transrealidad que recuerda la
experiencia con drogas (22). . LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS
Cía, A. (2013). Las adicciones no relacionadas a sustancias (DSM-5, APA, 2013): un primer paso hacia la
inclusión de las Adicciones Conductuales en las clasificaciones categoriales vigentes. Revista
Neuropsiquiátrica, 76, (4), 210-217. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372036946004

En síntesis, algunas conductas normales –incluso saludables- se pueden convertir en anormales según
la frecuencia, intensidad o tiempo y dinero invertidos. Vale decir que una adicción sin droga es toda
aquella conducta repetitiva que produce placer y alivio tensional, sobre todo en sus primeras etapas, y
que lleva a una pérdida de control de la misma, perturbando severamente la vida cotidiana, a nivel
familiar, laboral o social, a medida que transcurre el tiempo (10,11). LAS ADICCIONES NO
RELACIONADAS A SUSTANCIAS
La adicción a Internet puede considerarse una adicción específicamente psicológica (como la
adicción al sexo, las compras, el trabajo, los videojuegos, la televisión, etc...), con características
comunes a otro tipo de adicciones: pérdida de control, aparición de síndrome de abstinencia,
fuerte dependencia psicológica, interferencia en la vida cotidiana y pérdida de interés por otras
actividades (Echeburúa, 1994). ADICCIÓN A INTERNET- CONCEPTUALIZACIÓN E INTERVENCIÓN

La adicción a Internet es un deterioro en el control de su uso que se manifiesta como un conjunto


de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos. Es decir, la persona 'netdependiente' realiza
un uso excesivo de Internet lo que le genera una distorsión de sus objetivos personales, familiares
o profesionales. El trastorno de dependencia de la red se ha conocido con muchos nombres:
desorden de adicción a Internet –Internet Addiction Disorder (IAD)- (Goldberg, 1995), uso
compulsivo de Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet–
Pathological Internet Use (PIU)- (Young y Rodgers, 1998b). ADICCIÓN A INTERNET-
CONCEPTUALIZACIÓN E INTERVENCIÓN

Dentro de la investigación en el tema, se han considerado también la


presencia de factores psicopatológicos, Navarro y Rueda (2007) sostienen
que «La AI (Adicción a Internet) es una dependencia psicológica
caracterizada por un incremento en las actividades que se realizan por
este medio, con malestar cuando la persona no está en línea, tolerancia
y negación de su problemática» (p. 693). Entre estos factores se
encuentran: la depresión, la obsesión y la compulsión. Young & Rogers
(1998a, 1998b) relacionaron la adicción a internet con la depresión y a
partir de ello muchos han investigado esta relación. ADICCIONES PSICOLÓGICAS Y LOS
NUEVOS PROBLEMAS DE SALUD

La dependencia a internet o a las redes sociales está ya instalada cuando


hay un uso excesivo asociado a una pérdida de control, aparecen síntomas
de abstinencia (ansiedad, depresión, irritabilidad) ante la imposibilidad
temporal de acceder a la Red, se establece tolerancia (es decir, la necesidad
creciente de aumentar el tiempo de conexión a internet para sentirse
satisfecho) y se producen repercusiones negativas en la vida cotidiana.
(p. 93) ADICCIONES PSICOLÓGICAS Y LOS NUEVOS PROBLEMAS DE SALUD

Salas, E. (2014). Adicciones psicológicas y los nuevos problemas de salud. Revista Cultura, 28, 111-
146. Recuperado de: http://www.revistacultura.com.pe/revistas/RCU_28_1_adicciones-
psicologicas-y-los-nuevos-problemas-de-salud.pdf

El mundo va cambiando y con la popularización de las RSI


se ha identificado una diversidad de nuevas conductas en
las sociedades y sus individuos. En el campo de la salud,
hoy en día se habla de un nuevo género de “adicciones”
como la Adicción a Internet, al cibersexo o la Adicción a las redes
sociales, temas que la literatura internacional de la psiquiatría
y la psicología aún estudian. . TRASTORNOS DE CONDUCTA Y REDES SOCIALES EN INTERNET

En su caso, se interpretaban dentro


de los “Trastornos de los hábitos y del control de los impulsos”,
como aparece “el juego patológico”, en la Clasificación
Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados
con la Salud (CIE-10).33 Se trata de un trastorno
altamente incapacitante que cursa de forma progresiva y crónica,
que deteriora todas las áreas del individuo.34
Con base en la caracterización de las adicciones químicas,
se pueden retomar algunos elementos de referencia
para poder identificar a la posible y denominada hasta ahora
“adicción a las redes sociales”. . TRASTORNOS DE CONDUCTA Y REDES SOCIALES EN INTERNET
La denominada adicción a Internet y la adicción a las Redes
Sociales en Internet no pueden ser calificadas como tales. No
existe una adicción a Internet sino problemas de conducta
derivados del acceso a la diversidad de contenidos que provee
la Internet. . TRASTORNOS DE CONDUCTA Y REDES SOCIALES EN INTERNET

Sánchez, N. (2013). Trastorno de conducta y redes sociales en internet. Salud Mental, 36, (6), 521-
527. Recuperado de: www.redalyc.org/articulo.oa?id=58229682010

Según Watters, Keefer, Kloosterman, Summerfeldt y Parker (2013) la adicción a Internet se puede
entender como el uso compulsivo y excesivo de esta, provocando un malestar significativo así
como un deterioro en el funcionamiento diario del individuo. Un ejemplo de ello lo encontramos
en el estudio realizado por Lam, Peng, Maü y Jing (2009), quienes señalan cómo al ir aumentando
la presencia de Internet, así como de todas sus herramientas, en el devenir diario de los sujetos,
ha ido provocando nuevas adicciones, siendo los videojuegos y las redes sociales los que más
adictos están generando. SON ADICTOS A LAS REDES SOCIALES LOS ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS?
Marín, V., Sampedro, B. y Muñoz, J. (2015). ¿Son adictos a las redes sociales los estudiantes
universitarios?. Revista Complutense de Educación, 26 (2015), 233-251.Recuperado de:
http://dx.doi.org/10.5209/rev_RCED.2015.v26.46659

La adicción o
dependencia sin sustancia puede definirse como un estado de preocupación
que se presenta producto de la relación con algo o alguien, misma que se
mantiene como medio para conservar el propio control y equilibrio interno
que, además, le proporciona sensación de bienestar al individuo. AUTOESTIMA Y RELACIONES
INTERPERSONALES EN SUJETOS ADICTOS A INTERNET

Young (1999) la define como “un


trastorno caracterizado por una pauta de uso anómala, unos tiempos de
conexión anormalmente altos, aislamiento del entorno y desatención a las
obligaciones laborales, académicas y de la vida social” AUTOESTIMA Y RELACIONES
INTERPERSONALES EN SUJETOS ADICTOS A INTERNET

Jiménez, A y Pantoja, V. (2007). Autoestima y Relaciones Interpersonales en Sujetos Adictos a Internet.


Psicología-Segunda Época, 26, (1), 78-89.

El uso
problemático de Internet se caracteriza por el descuido
de actividades académicas, laborales o domésticas y su
sustitución por actividades en línea, como el correo
electrónico, las redes sociales, el juego y la pornografía
(Caplan, 2003; Echeburúa et al., 2010; Yellowlees y Marcas,
2007). EL MODELO DE LOS CINCO GRANDES FACTORES DE LA PERSONALIDAD Y EL USO
PROBLEMÁTICO DEL INTERNET

La conducta adictiva a internet es definida como un patrón de comportamiento caracterizado


por la pérdida de control sobre su uso y aparición de síntomas ansiosos si se intenta regular
o eliminar su uso. Esta conducta conduce paulatinamente al aislamiento y al descuido de las
relaciones sociales, de las académicas, recreativas, de la salud y de la higiene personal 9. INFLUENCIA DE
LAS TIC EN LA SALUD DEL ADOLESCENTE

Hasta ahora, no hay una definicion concreta de lo


que podria considerarse adiccion a internet. Solo se ha
llegado a encontrar algunos sintomas caracteristicos,
entre los que se destacan preocupacion, impulsividad
incontrolable, tolerancia, sindrome de abstinencia, uso
y esfuerzo excesivo invertido en internet e impedimentos
en la habilidad para la toma de decisiones. LA ADICCION A FACEBOOK RELACIONADA CON LA

BAJA AUTOESTIMA, LA DEPRESIÓNY LA FALTA DE HABILIDADES SOCIALES

Históricamente, cuando se hablaba de adicción nos referíamos a adicción a las drogas. Sin embargo, se
ha descubierto que el elemento esencial de todos los trastornos adictivos es la falta de control, es
decir, el descontrol de la persona afectada sobre determinada conducta, que al comienzo le es
placentera pero que luego va ganando terreno entre sus preferencias hasta llegar a dominar su vida.
LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS

En realidad, al decir de Echeburúa, cualquier actividad normal que resulte placentera para un individuo
puede convertirse en una conducta adictiva. Lo esencial del trastorno es que el enfermo pierde el
control sobre la actividad elegida y continúa con ella a pesar de las consecuencias adversas de todo
tipo que ella produce (5). LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS
. Vale decir que una adicción sin droga es toda aquella conducta repetitiva que produce placer y alivio
tensional, sobre todo en sus primeras etapas, y que lleva a una pérdida de control de la misma,
perturbando severamente la vida cotidiana, a nivel familiar, laboral o social, a medida que transcurre el
tiempo (10,11). LAS ADICCIONES NO RELACIONADAS A SUSTANCIAS

Sin embargo, también se han encontrado consecuencias negativas


respecto al uso de las nuevas tecnologías, entre ellas la más resaltante es el
tiempo total destinado al manejo y uso de éstas, que según datos
disponibles superarían las seis horas diarias (Oliva et al., 2012). Siendo una
de sus consecuencias, la disminución de tiempo dedicado a actividades
antes consideradas como habituales, como el leer, estudiar, jugar, pasear,
etc.; aunado a las dificultades y/o limitaciones por parte de los padres para el
control y supervisión de los sitios a los que los menores pueden ser
expuestos (pornografía, juegos violentos, actos inapropiados, etc.). No
obstante, el mayor riesgo que se puede esperar, como lo cita Oliva (2012),
es el generar un comportamiento adictivo, no solo relacionado a la
dedicación descontrolada, sino a la dependencia que se podría originar y a
la falta de control sobre las conductas generadas por la exposición a la
información procesada; como menciona el mismo autor “esta adicción es
más probable que se genere en el adolescente que en el adulto, debido a
que su corteza prefrontal se encuentra aún inmadura y su autocontrol no ha
alcanzado aún el nivel adulto” (p. 16). RELACION ENTRE ADICCIONES A
REDES SOCIALES Y AUTOESTIMA EN JOVENES UNIVERSITARIOS LIMA
Salcedo, I. (2016). Relación entre Adicción a Redes Sociales y Autoestima en
Jóvenes Universitarios de una Universidad Particular de Lima. (Maestría).
Universidad de San Martín de Porres, Lima, Perú.

Sin embargo, el
uso excesivo genera algunos trastornos psicológicos
en los usuarios como la adicción a las redes sociales,
el aislamiento, ansiedad por permanecer conectados y
atentos a lo que suceda en las redes sociales, perdiendo
la conciencia sobre el tiempo, olvidando realizar otras
actividades y obligaciones, así mismo se desarrolla
una sensación de temor y desconfianza frente a
relaciones interpersonales presenciales, que pueden
llegar a niveles patológicos (Garcés y Ramos, 2010). RIESGO DE ADICCION A LAS REDES SOCIALES,
AUTOESTIMA Y AUTOCONCEPTO

Chóliz y Marco (2011) remarcan este parecido y consideran que esas mismas
características de
las adicciones a sustancias se pueden utilizar para este grupo de “nuevas” adicciones,
cambiando “sustancias”
por tecnologías, internet, videojuegos o redes sociales. A éstas se les conoce también
como
adicciones sin sustancias, sin drogas, no tóxicas (Echeburúa, 1992, 1997). Están
presentes entre las
personas normales, pero por la frecuencia con que se presentan, por su intensidad, o
por el grado
de interferencia que producen a otras conductas socialmente deseables (trabajo,
familia, relaciones
sociales, etc.) se convierten en patológicas y dañinas para los individuos que padecen
de ellas. SALAS-ESCURRA REV PERUANA
De acuerdo con la organización ComScore,3 el uso de RSI es la actividad
más popular en todo el mundo, representan casi uno de
cada cinco minutos empleados en Internet a nivel mundial. TRASTORNOS DE CONDUCTA Y REDES SOCIALES EN
INTERNET
Es interesante conocer que existe un gran número de
RSI con gran diversidad de temáticas y su popularidad depende
en gran medida del área geográfica en la que se ubica
la fuente de soporte, el tema que se atiende y el o los idiomas
originales de los usuarios destinatarios. Diversas fuentes de
información han intentado medir el ranking de las RSI y la
mayoría coinciden en que Facebook, Flickr, LinkedIn, Myspace,
Twitter, Badoo, hi5, Orkut, Qzone, Renren fueron las
principales 10 RSI en el mundo durante 2010–2011, según
reportan Google,4 Periodista Digital,5 Web Empresa 2.0,6 Taringa,
7 SocialDente8 y El Economista.es.9 . TRASTORNOS DE CONDUCTA Y REDES SOCIALES EN INTERNET

El mundo va cambiando y con la popularización de las RSI


se ha identificado una diversidad de nuevas conductas en
las sociedades y sus individuos. En el campo de la salud,
hoy en día se habla de un nuevo género de “adicciones”
como la Adicción a Internet, al cibersexo o la Adicción a las redes
sociales, temas que la literatura internacional de la psiquiatría
y la psicología aún estudian. .

Sánchez, N. (2013). Trastorno de conducta y redes sociales en internet. Salud Mental, 36, (6), 521-
527. Recuperado de: www.redalyc.org/articulo.oa?id=58229682010

Referencias

Asociación de Internet.mx. (2017). 13° Estudio sobre los hábitos de los usuarios de Internet en
México 2017. Ciudad de México, México.

Cía, A. (2013). Las adicciones no relacionadas a sustancias (DSM-5, APA, 2013): un


primer paso hacia la inclusión de las Adicciones Conductuales en las clasificaciones
categoriales vigentes. Revista Neuropsiquiátrica, 76, (4), 210-217. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372036946004

Harfuch, M., Pacheco, M., Palomar, J. y Zavala, D. (2010). La Adicción a Facebook


Relacionada con la Baja Autoestima, la Depresión y la Falta de Habilidades Sociales.
Psicología Iberoamericana, 18, (1), 6-18. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=133915936002

Luengo, A. (2004). Adicción a Internet: Conceptualización y Propuesta de Intervención. Revista


Profesional Española de Terapia Cognitivo Conductual, 2, (2004), 22-52. Recuperado de:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3696262

Salcedo, I. (2016). Relación entre Adicción a Redes Sociales y Autoestima en


Jóvenes Universitarios de una Universidad Particular de Lima. (Maestría).
Universidad de San Martín de Porres, Lima, Perú.
Sánchez, N. (2013). Trastorno de conducta y redes sociales en internet. Salud Mental, 36,
(6), 521-527. Recuperado de: www.redalyc.org/articulo.oa?id=58229682010

Tendencias Digitales. (2017). Penetración y uso de internet en Venezuela. Recuperado de:


https://tendenciasdigitales.com/web/wp-content/uploads/2018/01/Penetraci%C3%B3n-y-
usos-de-internet-en-venezuela-2017.compressed.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México( INEGI) . (2016). Encuesta Nacional sobre
Disponibilidad y Uso de la Información en los Hogares. (ENDUTIH). Ciudad de México, México.

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