LA AUTOESTIMA las demás personas todo el tiempo para sentirme
aceptada. Esto no es tener una autoestima saludable.
Como su nombre lo indica, la autoestima es el
sentimiento que cada persona tiene por si misma. Si
alguien se considerada valioso para para si mismo y
para los que lo rodean, su autoestima es adecuada,
pero si por el contrario se siente una persona poco
importante e improductiva, su autoestima es baja.
Las personas con adecuada autoestima se sienten bien
consigo mismas, por lo que tienen una capacidad para
enfrentar retos y establecer relaciones satisfactorias y
saludables con quienes los rodean. Estas personas se
aprecian a si mismas y valoran a los demás. Saben
expresar de manera adecuada lo que piensan, sienten y
creen. Tienen confianza en si mismas, en sus
capacidades y fortaleza, y por ello buscan la manera
de lograr sus metas.
Por el contrario, las personas que tienen una
autoestima baja a menudo sienten que no valen
mucho, experimentan ceñimientos de soledad y
tristeza. Se sienten menos que los demás y piensan
que no son capaces de hacer las cosas bien.
¿Cómo se forma?
Una autoestima adecuada se forma en gran medida
como resultado de las experiencias y mensajes que
dentro de la familia y la escuela nos hicieron sentir
valiosos e importantes, es por eso que los padres y
educadores
deben comprender la necesidad que tienen los hijos e
hijas de ser aceptados como son y de ser reconocidos
como personas importantes dentro del núcleo familiar.
COMO DESCUBRI QUE ES LA AUTOESTIMA
Un día decidí investigar para saber que es la
autoestima y finalmente me encontré con la palabra
mágica. Empecé a leer mucho acerca de este tema y
me encontré con diferentes definiciones e ideas.
Algunas personas la explicaban como algo egoísta,
otros como algo superficial.
Seguí investigando el significado hasta que finalmente
descubrí el significado real. Como es posible que uno
pueda amar a otras personas si no se ama a sí mismo?.
Esto suena muy simple, pero no lo era para mí.
A través del tiempo he descubierto que la autoestima
es la fuente de todo en nuestra vida. También descubrí
que yo no me conocía a mí misma, que no tenía una
relación conmigo misma porque siempre estaba
pendiente de las demás personas.
Mi camino ha comenzado muchos años atrás, paso a
paso tratando de encontrar el verdadero significado de
esta palabra.
Me he dado cuenta que la falta de claridad con
respecto a la buena autoestima surgió como
consecuencia de que fui educada para ser humilde,
darle más importancia a las necesidades de los demás
y no a las mías, siempre decir que si no molestar ni
crear problemas. En conclusión, tratar de complacer a
Esta forma de pensar que es baja autoestima es un
patrón my difícil de romper, sin embargo, desde hace
muchos años atrás yo comencé esta jornada y he
llegado a un lugar donde puedo identificar mis
necesidades, puedo decir "no", e incluso he llegado a
un lugar donde puedo enfrentar el rechazo de los
demás y sentirme bien acerca de mi misma.
Yo me he comprometido a honrarme a mí misma, no
con egoísmo pero con el compromiso de apreciar
quien soy yo. Yo sé ahora que si yo no cuido de mi
misma y no me respeto a mi misma nunca voy a poder
cuidar ni respetar a los demás.
EL AUTOCONOCIMIENTO
Alrededor de los doce años se alcanza un desarrollo
intelectual y afectivo que motiva el deseo de
independencia, de tomar decisiones propias y de crear
una identidad. Los amigos empiezan a ser el centro de
atención. Con las personas de su misma edad, el
preadolescente comparte intereses y gustos. Comienza
a salir en grupo sin tanta vigilancia y ensaya
conductas nuevas.
En esta etapa, llamada por los psicólogos la
adolescencia temprana o pre adolescencia, el grupo de
amigos es muy importante. Uno aprende y se divierte
compartiendo muchos momentos con ellos. Pero,
justamente para madurar como una persona
independiente, es necesario que el individuo no sea
una réplica exacta de los otros.
Junto a las actividades grupales es usual que en esa
época también se tengan momentos de intimidad
personal. Estos son momentos de soledad y
tranquilidad, que se pasan leyendo, escuchando
música o pensando, y deben ser respetados por la
familia y amigos.
Para poder alcanzar la independencia es necesario que
el preadolescente se conozca mejor, sepa cómo él
como persona, que características tiene y de qué
manera se relaciona con los demás. Para ello debe
“observarse”, es decir, darse cuenta de lo que siente y
lo que hace.
Los principales aspectos del autoconocimiento son los
siguientes:
Aptitudes y habilidades: Incluyen los rasgos físicos
(estatura, peso, contextura, apariencia), habilidades
deportivas, intelectuales (inteligencia verbal,
numérica, memoria, inteligencia emocional, musical,
espacial) y características sociales (empatía, simpatía,
liderazgo).
Intereses, preferencias y pasatiempos: Pueden ser
de tipo intelectual, artístico, musical, deportivo, sobre
informática o viajes.
Tipo de carácter o personalidad: alegre-triste,
extrovertido-introvertido, activo-reposado, optimista-
pesimista, etc.
Criterios y conducta moral: principios, valores,
religión. ¿Cuál es su escala de valores? ¿A qué le da
más importancia? ¿Al deporte, a los conocimientos
científicos, a los amigos, o al dinero? ¿Practica su
religión o no?
TOLERANCIA A LA FRUSTACION
Los bebes bien cuidados por sus padres se
acostumbran a tener todo lo que necesitan en cuanto a
alimentación, higiene, atención y amor. Cuando lloran
se les atiende en todas sus necesidades, se les hace
cariño, se les engríe.
Alrededor de los dos años de edad los padres
comienzan a “educarlos”, les enseñan cómo, cuando y
donde comer, bañarse, jugar, etc. Ya no pueden
satisfacer todos sus deseos pues ahora los niños están
explorando el mundo y quieren probar cosas nuevas
como, por ejemplo, meter el dedo al enchufe, empujar
al hermano o morder al perro.
Los padres ponen freno a estas conductas, entonces
los niños se rebelan y empiezan a ser más
demandantes. Los pequeños quieren seguir siendo el
centro del mundo, tratan de seguir imponiendo su
voluntad, no tienen capacidad de espera: lo que
quiere, lo quieren “aquí y ahora”.
Esto no es posible, pero los niños no lo entienden, y al
sentirse frustrados reaccionan insistiendo, llorando,
exigiendo, gritando y haciendo las tan famosas
“pataletas”.
Con el paso de los años y con la aplicación de una
disciplina positiva, el niño va aprendiendo a controlar
sus impulsos, sabe expresar mejor sus emociones y
enfrentar las frustraciones.
En lugar de “explotar” y dar rienda suelta a las
emociones negativas, las personas, al madurar,
aprenden a controlar su enojo y tratan de resolver los
problemas de forma pacífica.
¿Por qué se frustran las personas?
A cualquier edad existen motivos para molestarse. Por
ejemplo, los niños pequeños se molestan porque no
los dejas comer dulces antes de almorzar; las mamás,
porque se descompone algún artefacto
electrodoméstico, y los profesores, porque sus
alumnos no atiendes la clase.
Los preadolescentes también tienen sus razones para
enfadarse. Por ejemplo:
En la casa:
“Cuando usan cosas sin permiso”
“Cuando entran a mi cuarto sin tocar la puerta”
“Cuando mis hermanos me fastidian”
“Cuando no me dan permiso”
“Cuando no me dan dinero”
“Cuando critican la música que escucho o al ropa que
me pongo”
En el colegio:
“Cuando me dejan demasiada tarea”
“Cuando el profesor me ignora o me habla mal”
“Cuando mis compañeros se burlan de mí”
“Cuando no me toman en cuenta “
En otros momentos:
“Cuando me juzgan mal sin razón”
“Cuando me piden cosas a cada rato”
“Cuando hablan mal de mí”
SOLUCIONES POSIBLES
Para poder enfrentar estos momentos de frustración,
hay que evitar una reacción impulsiva como gritar,
llorar y agredir física o verbalmente a las personas. S
más eficaz controlarse, tomar distancia y tratar de
ubicar el origen del problema.
Si uno mismo es el responsable de haber originado la
actitud de molestia, entonces lo ideal es tratar de
modificar nuestra conducta para evitar que vuelva a
suceder.
Por ejemplo, si l problema es que no sostienen
confianza para mandarnos a comprar a ala bodega, y
sabemos que es porque antes nos hemos equivocado
en los productos que debíamos comprar, es probable
que lo mejor sea pedir que nos den otra oportunidad y
apuntar en un papel la lista de productos.
Si el responsable es otro, se debe comunicar a esa
persona que sería mejor que se comportara de modo
diferenta. Por ejemplo, si nuestros hermanos toman
las cosas sin pedirlas, hay que hablar con ellos,
explicarles que a ellos tampoco les gustaría que les
hicieran lo mismo.
Hay que aclararles que algunas cosas no se las
prestaremos por diferentes motivos (son nuevas, se
pueden romper, son nuestras favoritas, etc.). También
hay que decirles que hay otras cosas que sí las
prestaríamos siempre y cuando pidan permiso antes,
pues todos deben respetar la propiedad de los demás
para poder vivir en armonía.