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Punto Xavier
Punto Xavier
En las figuras 1 y 2 se produce un fallo por rotura del hormigón. Obsérvese la cantidad de
material desplazada, llamado cono de hormigón.
En la figura 3 el tipo de rotura representado es la salida del anclaje debido a una falta de
contacto entre material y fijación. Este fallo puede producirse por un fallo de adherencia
(anclaje químico) o por una falta de presión (anclaje mecánico), por ejemplo, debido a la
falta de par de apriete. Tanto en químicos como en mecánicos este posible fallo se ve
agravado por la incorrecta limpieza del taladro, puesto que se favorece el deslizamiento
entre el anclaje y el material.
En la figura 4 se produce un fallo debido a la rotura del acero del propio anclaje.
Formas de rotura a cortante.
La figura 5 corresponde al fallo por rotura del hormigón. Ocurre cuando la distancia al
borde es reducida y falta material para que el anclaje pueda desarrollar toda su capacidad
resistente. Este modo de rotura está influido tanto por la separación entre anclajes como por
la dirección de la carga; no es lo mismo que la carga empuje contra el borde que sea
paralela al mismo.
El proceso constructivo.
c. Armado del primer nivel de anclajes: Se suelen colocar varillas centradas, de diámetro
apropiado, en los orificios previamente perforados. Las varillas colocadas son roscadas en
la parte exterior para facilitar su proceso de tensado y sujeción. Para conseguir que el
refuerzo de los anclajes se mantenga sin contacto con el suelo excavado se utilizan
separadores transversales cada cierta distancia.
d. Hormigo nado parcial del primer nivel de anclajes: Se introduce una manguera flexible
hasta el fondo del orificio excavado, la misma que exteriormente está conectada a una
bomba de hormigón fluido o de mortero. El hormigón o el mortero incluyen componentes
expansivos para compensar la retracción de fraguado. Una vez iniciado el proceso de
bombeo, se extrae lentamente la manguera lo suficiente para permitir que se supere
ligeramente un hormigonado equivalente a la longitud de anclaje del micropilote.
e. Construcción del primer nivel superior de muro: Exteriormente se arma, encofra y funde
el primer nivel superior del muro, teniendo cuidado de que no se integre a las varillas, para
lo que se suele dejar un espacio alrededor de la varilla sin fundir. Además se suele envolver
a la varilla con material no adhesivo como papel de aluminio para asegurar su falta de
contacto temporal con el hormigón del muro. Se deja prevista una ventanilla en el
encofrado para fundir posteriormente la parte del muro que no ha sido fundida en esta fase.
f. Anclado del primer nivel superior de muros: Una vez fraguado el hormigón de un
micropilote y del muro superior al de la varilla de anclaje, se coloca una placa de acero que
tiene un orificio centrado de un diámetro ligeramente superior al de la varilla. Se hace pasar
la varilla a través del orificio, permitiendo que la placa se apoye parcialmente en la
superficie del muro de hormigón. Mediante la colocación de una tuerca exterior, y con el
uso de un torquímetro se procede a tensar la varilla del micropilote hasta que supere aquella
tensión que resistirá el micropilote cuando el muro anclado esté trabajando a su máxima
solicitación.
g. Integración del primer nivel de anclajes al primer nivel superior de muros: A través de la
ventanilla que se dejó para la fundición complementaria del muro se introduce nuevamente
la manguera en el orificio del micropilote y se completa su fundición. Adicionalmente se
funde el hormigón faltante del muro alrededor de la varilla de anclaje.
Los principales factores que ayudan a contribuir con el proceso de corrosión, son los
siguientes:
Cabe destacar que un anclaje sometido a esfuerzos relativamente altos puede originarse la
denominada corrosión bajo tensión, que aparece incluso si el anclaje se encuentra en un
ambiente neutro. El problema se evidencia por la formación de zonas frágiles en el anclaje
a lo que sigue una rotura repentina.
También se utiliza la vaina doble corrugada para asegurar la completa protección contra la
corrosión. La vaina interior de plástico corrugados con tirantes , no debe agrietarse durante
la carga, además de poseer suficiente capacidad adherente con la lechada de cemento en la
interfase interior y exterior para asegurar la máxima capacidad de carga de tirante.
El conducto de plástico o vaina exterior debe tener la suficiente espacio anular para permitir
que penetre con facilidad la lechada de cemento de ambos conductos y tiene que cumplir
con los mismos requisitos de la vaina interior. A la vez, la distancia adecuada entre el
conducto externo y el barreno para que la lechada fluya con facilidad es de 5.00 mm.
Por otro lado, las grietas en la lechada de cemento no deben exceder de 0.10 mm de ancho.
La cabeza de anclaje se encuentra en la parte exterior y debe ser objeto de cuidado especial.
Es común sellarla con cemento o bien protegerla con grasa en el interior de una cubierta
galvanizada.