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INDICE

Contenido

INDICE ...................................................................................................................................... 2
1. DERECHOS HUMANOS ................................................................................................ 4
2. MEDIO AMBIENTE ........................................................................................................... 6
3. HOMBRE Y NATURALEZA ............................................................................................ 7
4. DESARROLLO SOSTENIBLE ...................................................................................... 9
4.1. El calentamiento global ................................................................................................... 10
4.2. La Deforestación ............................................................................................................. 11
5. INSTRUMENTOS DE DERECHOS HUMANOS Y PROTECCIÓN DEL
AMBIENTE .................................................................................................................... 12
INTRODUCCION

Es del todo conocido que el derecho evoluciona tras los cambios sociales respondiendo a las
realidades y buscando la satisfacción de las demandas de una colectividad determinada por su
entorno y circunstancias históricas específicas. Es por esta razón que, al parecer, el
reconocimiento formal de los derechos ambientales no se produjo sino hasta hace poco.

Y es que, en tiempos no muy lejanos, el disfrute del entorno natural era del todo cotidiano y
parte de una realidad incuestionable. Los elementos químicos, físicos y biológicos han
acompañado al ser humano desde el principio de su historia y han formado parte trascendental
de nuestro desarrollo, implantándose en el ideario colectivo como un aspecto inmutable de la
vida. Sin embargo, el paso del tiempo comenzó a dar síntomas de crisis ecológica. La
deforestación y extinción de ciertas especies animales y vegetales fueron las primeras señales
de una crisis generada por el propio ser humano.

El objetivo del presente trabajo es analizar una de las vías de protección del entorno natural;
los derechos humanos. Nos parece importante tratar la cuestión primeramente porque los
derechos humanos se han convertido en una herramienta fundamental en el desarrollo de los
países y se han erigido como un parámetro clave para determinar el avance jurídico de una
sociedad. Ello explica que se acepte la incorporación de nuevos derechos al catálogo de
garantías fundamentales ya consagradas, y es que este es un medio para proteger eficazmente
de las nuevas amenazas al ser humano y uno de esos nuevos desafíos, como hemos visto, es
la alteración del medio ambiente. Al analizar la evolución de los derechos humanos nos
percataremos que nos movemos desde aquellos que fueron considerados más básicos y
fundamentales en una época determinada, hacia unos de gran relevancia para la convivencia
de un mundo globalizado.
1. DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos son derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de
ser hombre, derechos que le son inherentes y que deben de ser consagrados y garantizados por
la sociedad. En efecto, se entiende por derechos humanos al conjunto de prerrogativas
inherentes a la naturaleza de las personas en su sentido universal, por lo tanto no cabrían
excepciones en razón del género, raza, religión u otras diferenciaciones equivalentes.

Su realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive
en una sociedad jurídicamente organizada, mismos derechos que deben ser establecidos por
la Constitución y las leyes y, desde luego, reconocidos y garantizados por el Estado.

Son para todos los individuos, sin importar sexo, edad, posición social, partido político,
creencia religiosa, origen familiar o condición económica.

 INCONDICIONALES: Sus límites son los propios lineamientos


y procedimientos que determinan su ejercicio.

 INALIENABLES puesto que no pueden transferirse porque son de cada persona y


forman parte inherente de cada uno.

 UNIVERSALES IRRENUNCIABLES pertenecen a cada persona por eso son


intransferibles, al contrario, cada uno los puede exigir y desde luego tiene la facultad para
disfrutar de ellos.

Desde la Antigüedad se percibió la inclinación del Hombre por el Bien y a partir de ello se
formó el primer principio de la Naturaleza Humana "Haz el Bien y evita el Mal". Se lo
considera también en la formulación de la Razón Recta y Formada con la capacidad de
Discernir la conducta buena como la Justa y la Mala como la Injusta.

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La Naturaleza Humana le permite al hombre entender la titularidad de estos derechos que son
Inviolables e Irrenunciables y a partir de allí deducimos que no pertenecen a la Persona estatal
o estado sino a la propia persona como humano natural.
Otros ejes de la Fundamentación de los Derechos Humanos es el ejercicio del
Reconocimiento, Respeto, Promoción y por sobre todo el sentido de Propiedad de cada
persona.

A partir del Eje Político podemos encontrar pensamientos desde la Concepción del Estado
como fuente Superior y Absoluta, permitiendo el avance totalitario y su sentido de
Endiosamiento. Desde el Liberalismo se manejó la libertad irrestricta de todos los hombres
sin que tengan que cumplir Obligaciones sino limitarse unos a otros.
Como resultante de todos estos se terminó por entender que la Fundamentación de los
Derechos Humanos es el producto de la Razón Humana

Mucho tienen que ver los derechos humanos con la democracia. Los Estados donde se los
reconoce, respeta, tutela y promueve son democráticos. Y los que no los reconocen son no
democráticos, o bien, autoritarios o totalitarios. Para que estos derechos humanos puedan
realizarse, y reconocerse dentro de un ámbito real, el Estado, debe encontrarse en democracia.
La democracia es la que permite que todos los hombres participen realmente del gobierno de
manera activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de
los derechos humanos. En todos los sistemas donde no existe base de democracia, existen
diversas situaciones donde falta equidad y justicia.

1.1 Derechos Civiles y Políticos

En el origen, los derechos individuales son concebidos a partir de la expresión de los "derechos
innatos" o "esenciales". El portador, que era el hombre, en el estado de naturaleza, antes de la
entrada hacia el Hombre en la Sociedad. El Hombre ingresó a este estado social por medio de
un pacto reconociendo, reforzando y garantizando los Derechos preexistentes.
Ante esto se proclamó la facultad de todo ser Humanos frente al Estado de la siguiente manera:

1. Derechos Civiles: exigencia de los hombres frente al poder del Estado, fijando exclusión
de su Actuación. "Derecho de Autonomía"

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2. Derechos Políticos: Participación de los Ciudadanos en la conformación del Estado por
medio del Derecho a Sufragio. "Derecho de Participación"

Los Derechos Individuales están vinculados Ideológicamente con el pensamiento Liberal


Burgués y se consolidaron en las formas posteriores del Estado de Derecho.
El sujeto activo de este es la persona individual, considerada absoluta y aislada,
denominándola finalmente "derechos individuales"
Mientras tanto el sujeto pasivo está constituido por los Poderes del Estado.

1.2 Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Son los denominados Derechos de Segunda Generación. Son resultantes de los cambios
producidos por la Revolución Industrial y la Tecnológica, al advertirse la necesidad de la
intervención del Estado en la defensa de los derechos a la Educación, Salud, libre
Sindicalización, la cultura y otras actividades de importancia similar.

Se observa igualmente que los partidos políticos se fueron constituyendo como elementos
esenciales de la democracia. Recalcamos también que estos Derechos tienen la características
de ambigüedad en el sentido de la Aplicación ya que podemos caracterizar por ej que el
derecho al Trabajo puede verse como de carácter Económico pero también Social.

2. MEDIO AMBIENTE

El Medio Ambiente se trata del entorno que condiciona la forma de vida de la sociedad y que
incluye valores naturales, sociales y culturales que existen en un lugar y momento
determinado.
El aire que respiramos es otro de los elementos del medio ambiente que alteramos
considerablemente a causa de nuestra irresponsabilidad y por negarnos a usar nuestro cuerpo
tal y como hacen el resto de los animales. La basura puede afectar el aire, al agua y al suelo,
y permitir el desarrollo de algunos animales nocivos para el hombre (roedores, alimañas, etc.)

El medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y artificiales que están
interrelacionados y que son modificados por la acción humana. Se trata del entorno que
condiciona la forma de vida de la sociedad y que incluye valores naturales, sociales y
culturales que existen en un lugar y momento determinado.
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Los seres vivos, el suelo, el agua, el aire, los objetos físicos fabricados por el hombre
componen el medio ambiente. La conservación de éste es imprescindible para la vida
sostenible de las generaciones actuales y de las venideras. Podría decirse que el medio
ambiente incluye factores físicos (como el clima y la geología), biológicos
(la población humana, la flora, la fauna, el agua) y socioeconómicos (la actividad laboral, la
urbanización, los conflictos sociales).

La ecología es otra noción vinculada al medio ambiente, ya que se trata de la disciplina que
estudia la relación entre los seres vivos y su entorno, cuya subsistencia puede garantizarse a
través de un comportamiento ecológico, que respete y proteja los recursos naturales.
Lamentablemente, el ser humano hace lo posible por atentar contra su propia especie y contra
las demás, a través de diversas acciones que afectan a cada uno de los elementos que
componen el medio ambiente. Comenzando por el suelo y el agua, los residuos inorgánicos
arrojados en la naturaleza constituyen una auténtica bomba de tiempo: a menos que alguien
los recoja, llegará el día en que se interpongan entre los animales y el suelo.

El aire que respiramos es otro de los elementos del medio ambiente que alteramos
considerablemente a causa de nuestra irresponsabilidad y por negarnos a usar nuestro cuerpo
tal y como hacen el resto de los animales. Si los automóviles existieran para asistir a individuos
con discapacidades físicas o simplemente para realizar viajes de larga distancia, quizás sería
más aceptable considerarlos indispensables. Sin embargo, un gran número de personas
dependen de sus coches para desplazarse por la ciudad, sin importar la distancia a recorrer, y
esto potencia el volumen de contaminación que generamos a diario.

Por último, los edificios, los monumentos, los bancos de las plazas, los puentes y todo aquello
que el ser humano construye y que también forma parte de su medio ambiente, sufren de la
acumulación de residuos, de la contaminación del aire y de la destrucción deliberada por parte
de los propios ciudadanos.

3. HOMBRE Y NATURALEZA

Las relaciones del hombre con el ambiente no habían sido objeto de tanta reflexión en ningún
momento de la historia hasta el siglo XX, no obstante, de existir en el mundo Griego un

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acercamiento del hombre al cosmos. Tal vez este fue el único instante en donde el hombre se
pensó a sí mismo y se contempló como parte de la vida y del ambiente. Hoy veinticinco siglos
después nos vemos inmersos en serios problemas ecológicos en donde somos conscientes de
la necesidad de “pensarnos nuevamente como parte del ecosistema, y enteramente
dependientes de este”.
La historia del hombre se ha caracterizado por la constante búsqueda de instrumentos que
establezcan relaciones con la naturaleza, de esta forma el hombre la utiliza y adapta a sus
necesidades, transformándola permanentemente. “Dicha modificación permanente de la
naturaleza afecta al mismo tiempo al hombre, originando cambios en sus condiciones de vida
y en las relaciones con sus semejantes”

La actividad de la especie humana en los últimos diez mil a quince mil años ha tenido gran
influencia ambiental, dado el incremento poblacional del hombre y el desarrollo veloz de su
capacidad tecnología, ambos fenómenos se han constituido en agentes pasivos ante el poder
transformador del hombre, quien ha desarrollado su capacidad de adaptación “en forma muy
superior en relación con las demás especies

“La protección y el mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental que afecta
el bienestar de los pueblos y el desarrollo económico del mundo entero, un deseo urgente de
los pueblos de todo el mundo y un deber de todos los gobiernos.
Esta Declaración tiene un vasto contenido de principios y recomendaciones acerca de la
protección al medio ambiente y el desarrollo sostenible, de los cuales podemos resaltar:

Principio1

“El hombre tiene derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el disfrute de condiciones


de vida adecuadas en un medio de calidad tal que le permita llevar una vida digna y gozar de
bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para las generaciones
presentes y futuras”
Principio 3

“Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”.

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Principio 8

“El desarrollo económico y social es indispensable para asegurar al hombre un ambiente de


vida y trabajo favorable y crear en la tierra las condiciones necesarias para mejorar la calidad
de vida”.
Principio 11

“Las políticas ambientales de todos los Estados deberían estar encaminadas a aumentar el
potencial de crecimiento actual o futuro de los países en desarrollo y no deberían menoscabar
ese potencial ni obstaculizar el logro de mejores condiciones de vida para todos, y los Estados
y las organizaciones internacionales deberían tomar las disposiciones pertinentes con miras a
llegar a un acuerdo para hacer frente a las consecuencias económicas que pudieran resultar,
en los planos nacional e internacional, de la aplicación de medidas ambientales”.

Principio 19

“Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las
generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de la
población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión publica bien informada
y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en su
responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión
humana”

4. DESARROLLO SOSTENIBLE

Según la ONU, “ El desarrollo sostenible busca mejorar la calidad de vida de todas las
personas del mundo sin aumentar el uso de los recursos naturales mas allá de la capacidad de
la tierra”

Encontramos documentos oficiales y conferencias que tratan sobre el desarrollo sostenible


como la conferencia de la ONU sobre el Medio ambiente Humano en Estocolmo la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y el Desarrollo o Cumbre de la
Tierra, la cual produjo los siguientes documentos de gran importancia: El Programa 21, La
Declaración de Río sobre el medio Ambiente y Desarrollo, la estructura de la Convención en
Cambios Climáticos de las Naciones Unidas, La Convención de Diversidad Biológica y la
Declaración de los Principios de los Bosques, y la Cumbre Mundial sobre

Desarrollo Sostenible llevada a cabo en Johannesburgo, en Agosto 26 a Septiembre 4, de 2002


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que tratare a continuación.

No obstante, es importante mencionar La Carta de la Tierra o Declaración de Río, que contiene


un “código ético global para el desarrollo sostenible”, señalando 4 principios fundamentales:

 Respetar la tierra y la vida en toda su diversidad

 Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor

 Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.


 Asegurar que los frutos y la belleza de la tierra se preserven para las generaciones presentes y
futuras

Las Naciones Unidas manifiestan en la Cumbre sobre el Desarrollo sostenible cuales son los
planes de acción para construir “un estilo de vida realmente sostenible”, donde el desarrollo
sostenible, sustituya el crecimiento económico31 por un desarrollo social, humano y del medio
ambiente32 que se base en la idea de una naturaleza divina33, donde el mundo es un ser
viviente, donde todas las formas de vida son iguales y donde el ser humano no puede abusar
de su dominio sobre ellas.

4.1. El calentamiento global

El carácter único y global del clima fue percibido a principios del siglo pasado, dada la
importancia que atmósfera y océano tenían en la temperatura media del planeta y que parte de
la energía que llegaba del Sol era de alguna forma, retenida por la atmósfera.

En la actualidad se tiene la idea que la temperatura media global de la Tierra es el resultado


del equilibrio que existe entre la energía que llega del espacio (radiación solar), la pérdida de
calor (enfriamiento), y la cantidad de calor que es retenido en la atmósfera49; esta absorbe
parte de la radiación de la tierra a través de algunos gases, llamados gases de efecto
invernadero, los mismos sirven de protección a la atmósfera y contribuyen a mantener el calor
de la Tierra.

El efecto invernadero es un fenómeno natural y necesario producido por la retención de gases


como el Dióxido de Carbono el metano y ozono.

Después del vapor de agua, estos son los gases "naturales" que mayor influencia ejercen sobre
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el efecto invernadero; no obstante sin ellos la temperatura de la tierra sería más baja.

La emisión de CO2 y otros gases son el resultado del uso de combustibles que como el petróleo
y el gas pueden cambiar eventualmente el clima de la tierra. De esta forma el efecto
invernadero se explica “por la absorción que estos gases hacen en la atmósfera de radiación
infrarroja emitida por la tierra y calentada por el sol. “Este fenómeno no se ha comprobado
científicamente, pero se cree que ya comenzó con una probabilidad de que la temperatura
media de la tierra ascienda entre 1 y 4.5 grados alrededor del año 2100, trayendo como
resultado el aumento del nivel del mar hasta 6 cm por década como consecuencia de las altas
temperaturas en las zonas glaciares”.

4.2. La Deforestación

Los árboles juegan un papel muy importante en la preservación dl medio ambiente porque
capitalizan gran cantidad de carbono que de otra manera pasaría a la atmósfera como CO 2.
Así mismo, la tala de los bosques genera un efecto agravante en el problema de la
contaminación del aire, puesto que la naturaleza pierde su capacidad de absorber algunos
gases contaminantes.

La composición del aire y su relación con los seres vivos debe guardar un constante equilibrio,
ya que los seres humanos y los animales inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono,
mientras que los vegetales toman dióxido de carbono y liberan oxígeno, este proceso se ve
alterado cada vez que el hombre tala bosques sin preocuparse por la posterior reproducción
de estos.

En la Amazonía se estima que la deforestación alcanza el 10% de su superficie al igual que en


otros bosques como los de Alaska, Canadá, Escandinavia y Rusia, esto unido a los problemas
como la disminución considerable de la biodiversidad, el mundo urbano, la escasez de agua
amenazan nuestro futuro con un impacto ambiental de graves consecuencias para la especie
humana y todas las demás especies que habitan este planeta indescifrable.

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5. INSTRUMENTOS DE DERECHOS HUMANOS Y PROTECCIÓN DEL
AMBIENTE

AMERICA

La “Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre” aprobada el 2 de mayo


de 1948, siete meses antes que la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos
es el primer instrumento referido enteramente a los Derechos Humanos y en especificar qué
garantías son fundamentales y proclamar la necesidad de su protección106.

Esta declaración presenta como particularidad el ser la única que incluye tanto un catálogo
de derechos a proteger (artículo 1 a 28), como los deberes que cada ser humano tiene para con
la sociedad (artículos 29 a 38). Cabe Señalar que en este instrumento la protección Medio
Ambiente no es nombrada como derecho de las personas y menos aún como un deber de las
mismas. Buscando una fórmula que nos permita alegar la protección del entorno en base a la
Declaración Americana, encontramos en su artículo 28, referido al alcance de los derechos
del hombre, una cláusula de limitación general que al parecer podría sernos útil ya que
posibilita que el respeto al medio ambiente sea alegado como una limitación al ejercicio de
otro derecho.

En efecto, el artículo en cuestión señala que los derechos de las personas están limitados por:
1. los derechos de las otras
2. la seguridad de todos
3. las justas demandas del bienestar general y del desenvolvimiento democrático.

Por lo tanto, puede entenderse que la protección del entorno debiese ampararse en una de estas
tres causales de limitación para ser efectivamente protegido en el contexto de la Declaración.
En el continente americano encontramos otro instrumento que contempla la referida “Cláusula
de limitación general”, en términos similares a la Declaración, es la “Convención Americana
sobre Derechos Humanos” de 1969, principales instrumentos sobre derechos fundamentales
en la región y que, debido a que adoptó la forma de un tratado, es de obligatorio cumplimiento
sólo para aquellos Estados que la han suscrito.

Sin embargo, el derecho regional interamericano da un paso adelante en la protección del

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medio ambiente en comparación al sistema europeo, el cual, como ya hemos señalado, no
cuenta con instrumento alguno que consagre al derecho del medio ambiente como una garantía
fundamental. En efecto, el recurso a la “Defensa Indirecta” del derecho al medio ambiente, ya
sea a través de las cláusulas de limitación o por la protección de otro derecho humano no son
los únicos mecanismos de protección del entorno con el que cuenta el continente americano,
ya que dentro de la región se ha consagrado directamente al Medio Ambiente Sano como un
derecho humano en el Protocolo Adicional a la convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San
Salvador” de 1988.

Este instrumento, en su artículo 11 establece:

1. Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios
públicos básicos.
2. Los Estados partes promoverán la protección, preservación y mejoramiento del
medio ambiente.

6. DERECHOS HUMANOS Y ESTADO SOCIAL DE DERECHO

Principios como la equidad, la solidaridad y la prevalencia del interés general han construido
en el mundo el concepto de Estado social de derecho y, por tanto, le han dado una nueva visión
y una nueva dimensión a los derechos humanos, especialmente luego de la gran crisis de los
años treinta y de los devastadores efectos de la Segunda Guerra Mundial, las explosiones
atómicas y las armas químicas.

La Corte Constitucional, en sentencia T-235 de 1993, dejó sentada, con claridad suficiente,
esa nueva concepción de los derechos humanos, al señalar:

Doctrinaria y jurisprudencialmente se ha sostenido que la concepción del Estado social de


derecho plasmada en el artículo lo. de la Carta, comporta una transformación radical en el
papel que asume el ente estatal respecto de la sociedad; se pasa de la actitud pasiva y de
abstención propia de la primera época de evolución de la organización política, inspirada en
el pensamiento liberal clásico, a una etapa posterior caracterizada esencialmente por un rol
activo, fruto del compromiso del Estado con la denominada “cuestión social”; paralelamente,

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el catálogo de derechos reconocidos al hombre, se amplía de manera notable, como que a más
de los derechos y libertades individuales, se proclaman y adoptan en las constituciones
derechos sociales, económicos y culturales, que en la mayoría de los casos involucran
prestaciones a cargo del Estado.

A su vez se opera un cambio en la forma de considerar al hombre y a su relación con lo


político; ya no se trata del individuo aislado, volcado sobre sí mismo, toma- do en abstracto y
como titular de un conjunto de derecho genéricos, sino de la persona inmersa dentro de un
contexto social, sujeta a un conjunto influencias condicionadas por ellas, cumpliendo un papel
determinado y con frecuencia situada en condiciones desventajosas, que la efectiva
intervención del Estado pro- cura superar mediante el cumplimiento de los deberes sociales
que le son propios.

Pero, ¿a cuáles derechos nuevos, sociales, económicos y culturales se está refiriendo la Corte?

Pues, en primer lugar, a los llamados derechos sociales, no derechos solidarios, como también
los llama la doctrina, y a los que algunos han tendido a asimilar como “normas de carácter
programático”, pues requieren de la intervención estatal para su satisfacción, exigencias de
los ciudadanos que se consideran fundamentales, al decir del profesor Enrique Pérez Luño, y
que ordinariamente necesitan de la ley para lograr su eficacia o de la discrecionalidad del juez,
en casos de ausencia de norma, como ha venido ocurriendo en Colombia con la aplicación del
“bloque de constitucionalidad”.

En segundo lugar, se refirió la Corte, fundamentalmente, a los derechos colectivos, que


históricamente se pueden ubicar como resultado de la segunda conflagración mundial, que no
obstante los adelantos científicos y tecnológicos, que se suponen ocurren en pro de la
humanidad y de su calidad de vida, generaron y dejaron al descubierto la capacidad
depredadora y de destrucción del hombre, frente a sí y frente a la naturaleza.

Surgen entonces los derechos de tercera generación, como respuesta jurídica a los “daños”
que produce el hombre o mejor la empresa en su afán de desarrollo y progreso tecnológico,
los cuales se causan, no a las personas individualmente consideradas, sino a grandes masas,
pueblos y colectividades enteras, es decir, a la humanidad, como ha venido ocurriendo con el
daño ecológico o daño ambiental.

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Se enfrentan, en consecuencia, los intereses económicos y de producción del comerciante o
del industrial, individualmente considerado, o de la “empresa”, en tanto es colectivo, tomada
como la actividad organizada económicamente, con fines de lucro y para lograr un resultado
productivo de mercancías, en general.

Estas “personas”, consideradas de manera individual o como parte de la ficción jurídica


organizada, son titulares de derechos humanos, de derechos individua- les, que eventualmente
entran en conflicto con los derechos colectivos, que re- presentan intereses “difusos “y que,
por tanto, afectan al grupo social, al conglomerado, de forma masiva.

Al respecto, el profesor Doménico Pisciotti, resume con certeza:


Desde la segunda posguerra, nuevos tipos de derechos e intereses legítimos, que no se pueden
atribuir a grupos sociales determinados, sino a un número impreciso de personas, han llevado
a replantear otra categoría de derechos como los que estamos comentando.

Hablar de los orígenes de los derechos de tercera generación es hablar de la acelerada


evolución tecnológica e industrial y de comercio transnacional en que vive el mundo en los
últimos tiempos, causando y produciendo afectaciones a derechos o intereses de personas que
se encuentran dispersas y no se han organizado, debido a que dicho menoscabo no se
encuentra en grupos sociales identificados, sino en forma muy amplia en diversos sectores
sociales, por lo que no resulta sencillo conocer ni identificar a los lesionados en su esfera
jurídica en virtud de problemas contemporáneos, como la prestación masiva de bienes y
servicios, la alteración del medioambiente, la marginación en las sobrepobladas zonas urbanas
y la constante destrucción del patrimonio natural, artístico y cultural.

 ¿Y quiénes, nos preguntamos, realizan esos daños, esas afectaciones a los derechos
colectivos? ¿Y por qué razones o motivos lo hacen?
 ¿Cuántas hectáreas de bosques primarios se destruyen anualmente?
 ¿Cuántas fuentes de agua se extinguen y agotan en el mismo lapso?
 ¿Qué cantidad de tierras se vuelven improductivas por la erosión?
 ¿En qué proporción se contaminan los recursos de agua potable?
 Las grandes urbes, ¿qué niveles de polución, de contaminación, soportan?
 ¿Cuántas grandes especies de fauna y flora están en vías de extinción?

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Son las grandes empresas, especialmente las multinacionales, las que ocasionan el daño
ambiental o ecológico; es el hombre, generalmente asociado, el gran depredador de la
naturaleza y ¿por qué lo hace?

Son pretexto del desarrollo, el avance, la tecnología y la ganancia. Por ello la sociedad mundial
ha cuestionado severamente el concepto y la cobertura general, del llamado “desarrollo
sostenible” pues ha servido para otorgar visa de legalidad al daño y a la depredación, incluso
dentro del marco jurídico y normativo.

En efecto, para el caso colombiano, a contrapelo del texto del Código de los Re- cursos
Naturales Renovables y del Medio Ambiente, el Decreto 2811 de 1974, recientemente la Ley
99 de 1993, introdujo en su artículo 3 el concepto “utilitarista” de desarrollo sostenible.

Artículo 3.- Del concepto de desarrollo sostenible. Se entiende por desarrollo sostenible el que
conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de vida y al bienestar social,
sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar el
medioambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la satisfacción de sus
propias necesidades.

Mientras el Código de los Recursos Naturales se redactó con base en la declaración de


Estocolmo de 1972, la Ley 99 de 1993 se proyectó teniendo como fundamento la declaración
de Río de 1992, que ya venía influenciada por las tendencias aperturistas del neoliberalismo.

Veamos: si bien se incluyen en el concepto de desarrollo sostenible finalidades tan laudables


como la calidad de vida y el bienestar social, ellos están atados al concepto de “crecimiento
económico” que es el efecto directo y primario de aquél; en otros términos: explotación
económica, intensiva y técnica de los recursos naturales, evitando el deterioro del
medioambiente, ese es el contenido y el alcance del llamado desarrollo sostenible por la
declaración de Río.

Contrasta, naturalmente, con el contenido y el texto de los “principios” de la declaración de


Estocolmo, donde la base de los derechos fundamentales para la humanidad son la
preservación, conservación y mejora del medioambiente, principios que se reflejaron en el
Decreto 2811 de 1974, con el alcance de los mismos, incluidos en la declaración de Río, los

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cuales fueron el sustento para los redactores de la Ley 99 de 1993.

6.1. DECLARACIÓN DE ESTOCOLMO

“Principio 1. El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igual- dad y el disfrute


de condiciones de vida adecuadas, en un medio de calidad tal, que le permita llevar una vida
digna y gozar de bienestar y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para
las generaciones presentes y futuras. A este respecto, las políticas que promueven o perpetúan
el apartheid, la segregación racial, la discriminación, la opresión colonial y otras formas de
opresión y de dominación extranjera, quedan condenadas y deben eliminarse” (énfasis
agregado).

Acorde con dicho principio, nuestro Código ambiental de 1974, en su artículo 2, determinó
los objetivos del mismo y expresó:

“Fundado en el principio de que el ambiente es patrimonio común de la humanidad y necesario


para la supervivencia y el desarrollo económico y social de los pueblos, este Código tiene por
objeto:

Lograr la preservación y restauración del ambiente v la conservación, mejoramiento y


utilización racional de los recursos naturales renovables, según criterios de equidad que
aseguren el desarrollo armónico del hombre y de dichos recursos, la disponibilidad
permanente de éstos y la máxima participación, para beneficio de la salud y el bienestar de los
presentes y futuros habitantes del territorio nacional” (énfasis agregado).

Son fundantes en la noción los principios aludidos de preservación y conservación, y se


anteponen, de manera superlativa, a la utilización de tales recursos.

6.2. DECLARACIÓN DE RÍO

La declaración de Río, veinte años más tarde, se aparta diametralmente del enfoque
conservacionista de Estocolmo, invierte las premisas y los va- lores, y somete el
medioambiente a ser una “parte” más de la explotación económica, del crecimiento del

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producto a nivel general.

Baste señalar el contenido del Principio 4 de la declaración: “A fin de alcanzar el desarrollo


sostenible, la protección del medioambiente deberá constituir parte integrante del proceso de
desarrollo y no podrá considerarse enferma aislada” (énfasis agregado).

Se dejan de lado los derechos humanos fundantes, como la libertad y la igualdad, y se impone
como postulado básico, insustituible, dínamo impulsador de los futuros tiempos, el desarrollo
sostenible, es decir, el crecimiento económico, la extracción productiva y dentro del mismo,
como una “parte “sometida y secundaria, y no como factor primario, se coloca al
medioambiente.

Para el caso colombiano estas dos tendencias se ven reflejadas en la utilización y el cobro de
las tasas retributivas, pues mientras en el Código de los Recursos Naturales de 1974 se toman
como facultativas, opcionales y secundarias, ya que la política es la de la prevención y la
protección, no la de explotación de los recursos, en la Ley 99 de 1993 se hacen impositivas,
compensatorias y prioritarias, como parte del presupuesto y las rentas de las corporaciones de
desarrollo. Es por ello que la Ley 99 incluyó el artículo 18 del Código ambiental dentro de las
pocas derogatorias expresas que aquélla dispuso al entrar en vigencia.

En efecto, el artículo 18 derogado decía que: “..podrá sujetarse al pago de tasas retributivas
del servicio de eliminación o control de las consecuencias de las actividades nocivas
expresadas”. Y agregaba: “También podrán fijarse tasas para compensar los gastos de
mantenimiento de la renovabilidad de los recursos naturales renovables” (énfasis agregado).
Hoy, la Ley 99 de 1993, en su artículo 42, Tasas retributivas y compensatorias, impone que la
utilización de los recursos: “...se sujetará al pago de tasas retributivas por las consecuencias
nocivas de las actividades ex- presadas” (énfasis agregado).

Es decir, que da por descontado el perjuicio, la nocividad de tales utilizaciones directas o


indirectas y por eso las llama “tasas compensatorias” ...

Acotemos como conclusión que ello es fiel reflejo económico y efecto normativo del Principio
7 de la declaración de Río, que incluyó el mea culpa de los países desarrollados sobre su
inmensa responsabilidad en la degradación del medioambiente en las zonas más deprimidas,

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pero que ha llevado a la aplicación de la inmoral política del “PPV” (pague por ver) de las
cadenas de televisión, solo que aquí es: “pague por destruir...”.

Es la aplicación de la diabólica utilización del capital y del dinero para compensar, para
justificar las actividades productivas y extractoras de las grandes potencias, con
depredación y contaminación: yo destruyo, yo de- vasto, yo talo, pero pago por ello.

7. CONCLUSIONES

La defensa del derecho colectivo al medio ambiente sano presenta un panorama amplio y
ambiguo, rígido y flexible esencialmente complejo dada la naturaleza del derecho que se
cuestiona. En efecto este trabajo plantea un camino, una perspectiva, una idea de la concepción
de medio ambiente sano y todo el conjunto de elementos que lo integran, del daño ambiental
y su responsabilidad y de las acciones populares como mecanismo idóneo contemplado en
para su efectiva protección.

No podemos desconocer la necesidad del mundo actual de preservar su entorno o de cuidar su


hábitat y su ecosistema, por cuanto estos son entendidos como sustento de su propia vida. Sin
embargo, esta conciencia no ha generado el resultado suficiente, ya que la contaminación que
sufren los mares y ríos nuestra atmósfera como consecuencia del desenfrenado nivel de vida
donde el reciclaje no es una cultura, en donde los constantes derramamientos de petróleo, el
crecimiento de las basuras sin un medio eficaz para su degradación, y últimamente las guerras
que dejan un holocausto con su paso de devastación, al que difícil pueden sobrevivir las
especies, no muestran más que la falta de sensibilidad de las culturas hacia la preservación de
un medio ambiente sano, pese a existir mecanismos aptos y eficaces para su defensa.

La preocupación por el medio ambiente surge en consecuencia del acelerado nivel de vida de
la humanidad, basado en la basta industrialización, sobre poblamiento, avanzada tecnología,
consumismo, e inconciencia social, situaciones generadoras de afectaciones a derechos
comunes de los individuos como miembros de la colectividad, derechos que como el
medio ambiente tiene un contenido esencialmente fundamental y arraigado al bien más
preciado del hombre, la vida.

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Esta necesidad de preservar el medio ambiente ha generado que a nivel internacional se creen
mecanismos para la defensa del mismo, mecanismos que se determinan a través de la acción
concertada del Estado y la sociedad.

Sin embargo esa conciencia colectiva no es suficiente, el desconocimiento acerca de los


derechos comunes propios de nuestro ser colectivo, y sus medios de defensa hacen imposible
la aplicación justa del derecho.

Solo en la medida en que los individuos y el Estado participen de manera concertada en la


toma de decisiones relativas a la lucha por conservar el medio ambiente y a la ejecución de
mecanismos idóneos y justos para su defensa, se entenderá que el utópico desarrollo sostenible
será el único desarrollo a alcanzar por el ser humano.

En conclusión, opinamos que no estamos ante un nuevo derecho humano sino ante una nueva
modalidad de violación de estos derechos, una cada vez más presente y con mayores
implicancias, y que, por lo tanto, requiere de nuestra atención y estudio en profundidad.

8. BIBLIOGRAFIA

1. FAÚNDEZ, Ledesma H. El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos:


Aspectos Institucionales y Procesales. 2ª ed. rev. San José, Costa Rica, Instituto
Interamericano de Derechos Humanos, 1999. 785p.
2. CUMBRE MUNDIAL SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE Johannesburgo,
Sudáfrica; Agosto 26 Septiembre 4, de 2002.

3. Vallenas Gaona Jesus Rafael. “Hacia un sistema Peruano de Responsabilidad Civil


Extracontractual frente al Daño Ambiental.” Editorial universidad Nacional
Altiplano. Surquillo abril de 2002.

4. COURTIS C. Ocho ideas para litigar casos ambientales ante el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos. En su: Derechos sociales, ambientales y relaciones entre particulares:
nuevos horizontes. Bilbao, Universidad de Deusto, 2007. 113p. (Serie de cuadernos Deusto
de Derechos Humanos).

 FAGGI E. La Transversalidad del Derecho Ambiental. Revista de Derecho


Ambiental: Doctrina, Jurisprudencia, Legislación y Práctica. (5): 15-30, enero-marzo, 2006.
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 Educando par un desarrollo sostenible. UNESCO, 1997.www.unesco.org.


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