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FACULTAD DE HISTORIA
DOCTORADO EN HISTORIA
DOCTOR EN HISTORIA
DIRECTORES DE TESIS
2
Agradecimientos
A mis padres y hermanos, que siempre han estado ahí en los momentos más importantes,
pero sobre todo en los más complicados; a mi esposa y mi hijo que son el motor principal.
Al Dr. Rigoberto Arturo Román Alarcón, no solo por su dirección en mis estudios de
posgrado, sino por la amistad que me ha brindado por tantos años.
A la Facultad de Historia que me ha brindado tanto; a mis profesores, Dr. Gustavo Aguilar,
Dr. Eduardo Frías, Dr. Arturo Sánchez Parra, Dr. Arturo Carrillo; mi admiración y respeto
para ellos.
A mis compañeros del programa de doctorado, en especial a Sara, Ricardo y Fabiola que
siempre tuvieron palabras de aliento en los momentos más difíciles.
Por último a mis amigos que hicieron de mis momentos libres en la escuela algo muy
divertido. A Adryan, Rigel, Jox, Alfredo, Largo, Kelly
3
Índice
Introducción
Capítulo I
Marco teórico - metodológico
Capítulo II
La Región – Producción Pesquera del Golfo de California
2. Introducción 62
2.1. Aspectos físico-biológicos del Golfo de California 63
2.2. Entorno económico del golfo de California 66
2.3. Conformación histórica de la Región-Producción Pesquera:
4
Mazatlán 69
2.3.1. Mazatlán: perfil económico y territorial 69
2.3.2. Mazatlán en el siglo XIX 70
2.3.3. La economía mazatleca de principios del siglo XX 74
2.3.4. La revolución en Mazatlán 77
2.3.5. Economía mazatleca posterior a la revolución 79
2.3.6. Mazatlán y atisbos de una nueva economía 83
2.4. Conformación histórica de la Región-Producción Pesquera:
86
Guaymas
2.4.1. Guaymas: perfil geográfico-territorial 86
2.4.2. Guaymas en el siglo XIX 87
2.4.3. Lo que la Revolución se llevó en Guaymas 90
2.4.4. Reconversión del tejido productivo guaimense 96
2.4.5. Inicios de la actividad pesquera en Guaymas 100
2.5. Conclusiones: aspectos históricos de una región-
102
producción
Capítulo III
Mazatlán: Cohesión y Desarrollo de un Tejido Productivo Local
Introducción 108
3.1. Génesis de la actividad pesquera en Mazatlán: 1950-1961 109
3.2. Nuevas estructuras en la red empresarial: dinero lejos de las 122
redes, 1961-1968
3.3. Desenvolvimiento del entramado productivo: crisis y 140
renovación de la pesca de camarón 1969-1981
3.4. Renovación de la iniciativa privada, disgregación de la red 155
empresarial pesquera, 1982-1991
3.4.1. Fin del sueño cooperativista: el sector social en los tiempos 166
de neoliberales
Conclusiones 170
5
Capítulo IV
Guaymas: La vida entre redes
Introducción 173
4.1. Inicio de la actividad pesquera en Guaymas: 1940- 1961 174
4.2. Transición productiva temprana; del camarón a la sardina, 187
1961- 1968
4.3. Transición productiva temprana; del camarón a la sardina, 202
1979- 1981
4.4. Heterogeneidad productiva, la inconstancia como constante 215
del tejido productivo guaimense 1982-1989
Conclusiones 222
Capítulo V:
Historia de dos puertos y una región
Conclusiones Generales
Anexos
Bibliografía
6
Introducción
Así, el trabajo toma la pesquería de camarón como punto de partida para analizar
el desenvolvimiento económico de cada una de las localidades, ya que se
considera a esta como el agente detonante de la región. Adelantando aspectos de
la investigación, se tratara de determinar cuál fue el proceso a través del cual los
8
puertos parten de la pesca de camarón diversificando a pesca de atún y turismo
en Mazatlán y pesca de sardina en Guaymas.
9
De lo anterior se desprenden las preguntas de investigación sobre las cuales
girara la construcción historiográfica de nuestra investigación:
Siguiendo las preguntas de investigación los objetivos que se plantea este trabajo
son acordes a los cuestionamientos, determinar cuál fue el camino de desarrollo
económico que siguió cada de uno de los puertos tomando como eje de análisis el
estudio de la pesquería de camarón. De igual manera se pretende diseñar cual fue
la estructura básica de los tejidos productivo y empresarial que se desarrolló en
ambas ciudades.
10
ambas localidades. Este proceso de desarrollo fue posibilitado por las relaciones
que se establecieron entre los diferentes actores económicos, sin embargo, fue la
conformación de un tejido empresarial sólido el hecho fundamental para el
establecimiento de un tejido productivo local capaz de posicionar a ambos puertos
como dos de los más importantes dentro del Pacífico mexicano. .
11
Capítulo I
12
1.1. Desarrollo: construcción constante y subjetividad.
1
Pablo Bustelo, Teorías contemporáneas del desarrollo económico, Ed. Síntesis, 1999.
2
Sergio Boisier, “Desarrollo (Local): ¿De qué estamos hablando?”, en Antonio Vázquez Barquero (comp)
Transformaciones globales, instituciones y políticas de desarrollo local, Homo Sapiens, España, 2001 ; Pablo
Bustelo, op. cit. p.78
3
Osvaldo Sunkel, Subdesarrollo Latinoamericano y la teoría del desarrollo, Siglo XXI, México, 1970
4
Solari Jutkowitz, Teoría, Acción Social y Desarrollo en América Latina, Siglo XXI, Buenos Aires, 1976
13
además tiene un efecto positivo sobre el resto de las actividades y el nivel de vida
de una población.
14
construcción científica a paradigmas científicos holísticos como los propuestos
por autores como Maturana6, Morín, Fukuyama, Habermars. Así, podemos
asegurar que dicho concepto no sólo no puede definirse de una vez y para
siempre, sino que además se encuentra en un proceso de construcción constante.
7
Sergio Boisier, “El vuelo de un cometa. Una metáfora para una teoría del desarrollo territorial”, en Serie
Ensayos – ILPES No. 37, CEPAL-ILPES, Chile, 1997. pp. 41-79.
8
Antonio Vázquez Barquero, Desarrollo, redes e innovación: Lecciones sobre desarrollo endógeno, Ed.
Piramide, Barcelona, 1999.
9
Francisco Calderón, Distrito turístico rural un modelo teórico desde la perspectiva de la oferta, Edición
electrónica gratuita, España, 2007.
10
Sergio Boisier, “El vuelo de un cometa”, op. cit. p.10.
15
1.2.1. Desarrollo territorial
11
Celso Furtado, Desarrollo y estancamiento en América Latina (enfoque estructuralista), en Desarrollo
económico. Vol. VI N° 22-23, América Latina 3, París, 1966.
12
Sergio Boisier, “Teorías y metáforas sobre el desarrollo territorial”, en Revista Austral de Ciencias Sociales
N° 2, Chile, 1998.
13
Michael Storper, Desarrollo territorial en la economía global del aprendizaje: El desafío de los países en
desarrollo, Revista Eure. Vol. XX, N°60, Chile, 1994.
16
trabajo, cada territorio se encuentra en posibilidad de desarrollar una actividad
diferenciada dotándolo así de competitividad.
Aun y cuando los estudios sobre el territorio son cada vez menos en comparación
con otros de diferentes parámetros espaciales del desarrollo, su realización sigue
arrojando luz sobre el devenir de territorios a pequeña escala. Mozas y Bernal
sustentan que a través del estudio de las zonas rurales como un territorio es
factible determinar dinámicas capaces de generar progresos para las economías
más reprimidas.14
Tomando en cuenta que son los estudios de territorialidad los propicios para
analizar los procesos de acumulación en zonas marginadas o de reciente
incursión en la dinámica económica global, el marco teórico de esta corriente de
pensamiento se convierte en una herramienta poderosa aunque limitada para el
análisis histórico de los procesos que han seguido determinadas actividades
económicas a partir de su posicionamiento geográfico.
Uno de los modelos que se han desarrollado a partir de los estudios territoriales y
que se analizará más adelante en este capítulo, se puede apreciar el carácter
integral que estos análisis pueden llegar a desarrollar. A partir de la utilización del
concepto Milieu innovateurs, Elies Furio
Compartir un mismo espacio, una misma historia económica y una cultura técnica
idéntica constituye destacables elementos de construcción de una identidad
colectiva local, en otros términos, de un milieu. El milieu deviene la expresión de la
proximidad, no solamente espacial, sino igualmente cultural y social entre agentes
(…) El milieu remite a un todo coherente en el que se articulan un sistema
territorial de producción y una cultura técnica local. La coherencia de los diferentes
agentes reside en una manera común de aprender las situaciones, los problemas y
las oportunidades. El espíritu de empresa, las prácticas organizacionales, los
14
Adoración Mozas y Enrique Bernal, Desarrollo territorial y economía social, Revista de economía pública,
social y cooperativa, N° 55, España, 2006. pp.128
17
comportamientos empresariales, el modo de utilizar la técnica, de aprehender el
mercado son partes integrantes y constitutivas del milieu.15
Si bien, esta conceptualización es una que difiere de muchas otras, nos permite
acercarnos a los componentes fundamentales de lo regional. Según explica
Boisier, toda concepción de desarrollo regional debe de tomar en cuenta tres
dimensiones: una dimensión espacial, una dimensión social y una dimensión
individual. El desarrollo regional se instala en lo territorial pero encuentra su
15
Elies Furió, Desarrollo territorial y procesos de innovación: Los Milieux Innovateurs, Edición electrónica
gratuita, Lyon, 1996. p.10. https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-00516147
16
Bruno Lecoq, Organisation industrielle, organization territoriale: une approche integree fondee sur le
concept de reseau, Revue d’Economie Regionale et Urbanie. N° 34, Paris, 1991, p.328
17
Sergio Boisier, “Desarrollo (Local)”, op. cit. p.12
18
conclusión en lo individual, en la generación de condiciones básicas para la
concreción de los proyectos de desarrollo de cada individuo.
Si para autores como Boisier y Störh el desarrollo regional cuenta con esferas o
dimensiones inamovibles, también presenta un bloqueo epistemológico
importante, el concepto de región. Y es que como plantea Tarracena18 el concepto
de región y más aún, el de región histórica se encuentra en un constante debate
epistemológico.
Recoger todas las voces que han participado de la discusión sobre el concepto
región, requeriría un esfuerzo además de extenuante, multidisciplinario, no siendo
este espacio el adecuado para hacerlo. De manera reduccionista podemos
plantear que la principal problemática de este concepto radica en el precisar su
naturaleza, mientras que para ciertas corrientes de pensamiento la región es una
realidad dada partiendo de determinadas características territoriales; otras
corrientes de pensamiento la definen como construcciones epistemológicas, que
parten de parámetros arbitrarios dependiendo la disciplina científica desde la cual
se construya.
18
Arturo Tarracena, “Propuesta de definición histórica para región”, Estudios de historia moderna y
contemporánea de México, N°25, México, 2008, pp. 17
19
económica se puede definir como región - producción, región - localización, región
– red.19
19
José L. Sánchez, “La región y el enfoque regional en geografía económica”, Boletín de A.G.E. N° 32, España,
2001, p. 8
20
1.2.3. Desarrollo local
Siguiendo una lógica de amplitud en cuanto a la magnitud del espacio del objeto
de estudio, es el parámetro de lo local el que se encuentra un nivel por debajo del
desarrollo regional. De esta manera tenemos que al encarar un estudio de
carácter local se hace en comparación con una idea territorial mayor, es decir, sólo
se puede definir a una localidad en la medida de una función territorial que sea
capaz de congregar hacia su interior diversos parámetros locales; un estado es
local en relación de un país, un municipio es local en función de un estado.
Más que categorías de estudio, Francisco Albuquerque plantea los objetivos que
busca un plan de desarrollo local así como los recursos de los que se vale para
cumplir con estos.
20
Franciso Albuquerque, Teoría y práctica del enfoque de desarrollo económico local, CEPAL, Chile, 2003,
p.26
21
Siguiendo con la idea de Albuquerque encontramos que este amplía y nos brinda
los parámetros de estudio al abarcar de manera exhaustiva los recursos de los
cuales se valen los actores locales para alcanzar determinado nivel de desarrollo.
Es en este punto donde la perspectiva de Albuquerque se convierte en una
herramienta metodológica importante, ya que nos permite establecer un mapa
conceptual sobre los parámetros y su nivel de interacción que debemos de
analizar para establecer la existencia o el tipo de existencia de un proceso de
desarrollo local. Para el autor estos recursos son: Recursos físicos (económicos,
técnicos, sociales, ambientales); Recursos humanos (disponibilidad de empleo,
cualificación, calidad laboral); Recursos económicos y financieros; Recursos
tecnológicos; Recursos sociales o culturales (articulación social, ética ante trabajo,
actitud innovadora, valoración del entorno natural)
Por último, cerrando con el pensamiento del autor encontramos que define a
aquellos agentes que se vuelven indispensables en la administración de los
recursos para llegar a cumplir con los objetivos del desarrollo entre los cuales
encuentra: administraciones locales-regionales, Estado central, universidades,
empresarios.
Con una postura menos practica y más teórica encontramos lo propuesto por José
Arocena quien plantea que dependiendo de las distintas articulaciones que se
producen entre la historia y la estructura socioeconómica de una zona
determinada, las modalidades de desarrollo que se presentan son de diversa
naturaleza. Partiendo del dicho grado de integración y la capacidad de respuesta
21
Francisco Albuquerque, Metodología para el desarrollo económico local, Edición electrónica gratuita,
España, 1994.
22
diferenciada de la sociedad local, Arocena, define una serie de clasificaciones
para el desarrollo.22
22
José Arocena, El desarrollo local: Un desafío contemporáneo, Taurus, Uruguay, 2002.
23
Ibíd.
23
(de empresas, instituciones, y entidades de servicios) permiten mejorar la
productividad y competitividad de las empresas y territorios.24
Por último para Boisier el desarrollo local a diferencia del regional, es un concepto
de mayor complejidad en la medida en que no sólo funciona como un contenedor
de relaciones sino por si mismo presenta un contenido social complejo. A su vez,
el desarrollo local sólo puede ser apreciado desde arriba, desde una mirada más
general, lo que convierte al desarrollo local dependiente de una idea de región.25
24
Antonio Vázquez Barquero, Desarrollo endógeno. Teoría y políticas del desarrollo territorial,
Investigaciones regionales N°11, Madrid, 2007.
25
Boisier, “Desarrollo (Local)”, op. cit. p.12
24
su comportamiento se puede definir el tipo de desarrollo que han presentado y
plantear propuestas para dinámicas socio-económicas posteriores.
Dentro de las concepciones espaciales con que cuenta los procesos de desarrollo
encontramos aquella que se encuentra en el lumbral del conocimiento y que se
presenta como el paradigma dominante en los estudios de desarrollo: Desarrollo
Endógeno. Aunque como concepto aparece a la par del desarrollo local a
mediados de la década de 1960 y hace referencia a una territorialidad similar a lo
local, en los últimos años ha encontrados acepciones que los despegan de lo local
y lo presentan como un concepto de naturaleza interdisciplinaria.
25
Desarrollo endógeno significa, en efecto, la capacidad para transformar el sistema
socio-económico; la habilidad para reaccionar a los desafíos externos; la
promoción de aprendizaje social; y la habilidad para introducir formas específicas
de regulación social a nivel local que favorecen el desarrollo de las características
anteriores. Desarrollo endógeno es, en otras palabras, la habilidad para innovar a
nivel local.26
Siguiendo con los postulados de Garofoli, este deja ver que si bien existen una
pluralidad de caminos o trayectorias en los modelos de desarrollo local, dentro del
desarrollo endógeno no existen etapas fijas, por lo que es posible que
encontremos procesos no-lógicos dentro de los fenómenos individuales del
desarrollo. Así, la capacidad para controlar localmente aspectos como proceso de
acumulación, capacidad de innovación y expansión del mercado son aspectos
fundamentales del desarrollo endógeno.27
Siguiendo la lógica de Elies Furió existen muchos autores que centran su atención
en la capacidad de sustentabilidad que se genera en una economía territorial a
partir de la aparición de un proceso de endogeneidad, poniendo en manos de los
actores la responsabilidad de generar estas condiciones. Fúa (1994) expande la
26
Giaocchino Garofoli, Las experiencias de desarrollo económico local en Europa: las enseñanzas para
América Latina, Universidad Varese, Italia 2009, p. 12
27
Giaocchino, Garofoli, “Desarrollo económico, organización de la producción y territorio” en Desarrollo
Económico Local en Europa, Colegio de Economistas, Madrid, 1995.
28
Elies Furió, “El desarrollo económico endógeno y local: reflexiones sobre su enfoque interpretativo”,
Estudios Regionales N° 40, Valencia 1994. p. 102
26
discusión sobre cuáles son estos actores y cuál es el rol que cada uno de estos
deben de jugar dentro de la dinámica económica.
Lo realmente decisivo para que el desarrollo sea sostenible y duradero son los
factores que determinan la competencia espacial del territorio, entre los que
destacan la capacidad empresarial y organizativa, la cualificación de la mano de
obra, la instrucción de la población, los recursos medioambientales y el
funcionamiento de las instituciones.29
29
Giorgio Fua, Problemas del desarrollo tardío en Europa, Ed. Institucio Alfons el Magnanim, Valencia, 1994.
30
Sergio Boisier, Desarrollo endógeno: ¿Para qué?, ¿Para quién? (El humanismo en una interpretación
contemporánea del desarrollo), Universidad Católica de Chile, Chile, 2004
27
Como se puede analizar en la definición anterior, Boisier importa categorías de
análisis de diversas escuelas del pensamiento económico que no coinciden en
tiempo ni corriente teórica. Si bien, se preserva la idea de territorialidad, esta se
complejiza en la medida en que se adhieren al discursos preceptos de carácter no
espacial. Podemos aseverar que el concepto de desarrollo endógeno aunque en
su mayoría territorial, funciona a manera de síntesis teórica que permite no sólo
una idea multidisciplinar sino además presenta un alto nivel de holismo en cuanto
a corrientes económicas se refiere.
31
Antonio Vázquez Barquero, “Desarrollo Endógeno”, op. cit. p.15
28
herramienta metodológica que permite generar una clara diferencia entre el
concepto de desarrollo y el de crecimiento. Esto es, el desarrollo no se centra
como el crecimiento en un aumento de las magnitudes de producción o
acumulación, sino que permite la capacidad de diversificación económica así
como la aparición de economías a escala.
29
1.3.1. Teorías de Localización
30
del siglo XX. Su teoría de la ubicación industrial, defiende la hipótesis de que son
los costos de transporte y la distancia del mercado central, lo que delimita el
posicionamiento territorial de las industrias, por ende este posicionamiento genera
sistemas de crecimiento económico territorial.32
Pese a presentar rasgos de validez metodológica las teorías propuestas por los
autores citados han perdido en su mayoría uso dentro de los estudios actuales de
desarrollo. No así el caso de la teoría de “lugar central”, propuesta de manera
original por Walter Christaller, esta teoría es una reformulación desde la geografía
cuantitativa de las teorías de localización propuestas por Von Thünen.
Sobre la teoría de “lugares centrales” Román Alarcón, plantea que partiendo del
pensamiento de Christaller, podemos entender al lugar central como una
jerarquización socio-territorial en el que el grado especialización de los bienes y
32
Alfred Weber, Teoría de la localización de las industrias, Universidad de Chicago, Chicago, 1929.
33
Walter Christaller, Central Places in Southern Germany, Ed. Fisher, USA, 1966.
31
los servicios delimitan el tamaño del área tanto del lugar como de su área
complementaria.34
Trabajos notables son los desarrollados por Allan Pred que argumenta que la
decisión de localización de una empresa se da en base a una limitante de
información y de capacidad de uso de la misma por parte de los individuos, de
esta manera el posicionamiento de la empresa no depende de cuestiones
34
Arturo Román Alarcón, La economía del sur de Sinaloa 1910-1950, Universidad Autónoma de
Sinaloa/DIFOCUR, México, 2006.
32
enteramente lógicas sino que introduce en su análisis aspectos como la
incertidumbre y la probabilidad.35
35
Allan Pred, Urban growth and city.systems interdependence in the United States, Cambridge,
Massachusetts, 1980.
36
H.A. Stafford, Anatomía de la decisión de localización, Hamilton, USA, 1974.
37
J. Rees, The industrial corporation and location decision analysis, Area 4, USA, 1976.
33
En este sentido tenemos las aportaciones de Massey38 quien hace una crítica a la
teoría-neoclásica y sus modelos estáticos y abstractos de comportamiento
empresarial. Para Massey, la localización empresarial parte de sus relaciones
espaciales y no espaciales dentro de su contexto histórico determinado, esto es, la
empresa y su localización se gestan sino desde el interior del territorio, si a la par
de este. Con una visión más actual, pero manteniendo una base estructuralista,
Scott39 y Vázquez Barquero40, plantean que existen a la par del movimiento
estructural aspectos como el cambio tecnológico, cualificación de la mano de obra
y cambios en la organización económica que van a delimitar los aspectos de
localización empresarial.
Una serie de economías externas que se centran en los beneficios obtenidos por
las empresas individuales, derivados del incremento en la dotación de factores
38
Doreen Massey, Capital and location change: The UK electrical engineering and electronics industry, RPE,
UK, 1978
39
M. Scott, Una nueva teoría del desarrollo económico, Oxford University, Oxford, 1989.
40
Antonio Vázquez Barquero, “Dinámica regional y reestructuración productiva”, Revista Sociológica del
Trabajo N°10, Siglo XXI, España, 1990
34
comunes tales como los recursos humanos cualificados, los proveedores
especializados y los repositorios tecnológicos.41
Sin embargo, los conceptos de los que va dotando a esta primera definición
configuran un entorno mucho más complejo sobre lo que es el distrito industrial.
Marshall no solamente define al distrito desde una perspectiva economicista en la
que la utilización de los excedentes de ganancia son reutilizados para un
desdoblamiento del sistema económico, por el contrario, toma en consideración
aspectos socioculturales que definen al distrito a la par de los aspectos
económicos.
Cabe precisar que las atmosferas industriales a las que hace referencia Marshall
parten de una división jerarquizada del trabajo dependiendo del tamaño de la
industria. Para Marshall, la existencia de empresas de diversos tamaños permite
que los riesgos y las tareas que comprende la innovación industrial y
organizacional sean absorbidos de manera conjunta, permitiendo el desarrollo y
cohesión de las empresas de menor tamaño.43
41
Alfred Marshall, Principios de economía, Macmillan and Co., USA, 1920
42
Alfred Marshall, Industry and trade, A study of industrial technique and organization, Macmillan, Londres,
1919
43
Ibíd.
35
como ejemplo un puerto dedicado a la pesca de camarón, aparecerán en torno a
esta actividad otras que en un primer momento no tienen relación, pero que son
posibles a partir del desarrollo de la primera.
Los estudios de Marshall son la base sobre cual descansan la mayoría de los
estudios de aglomeraciones empresariales, generación de economías a escala y
flexibilidad de la producción, sin embargo, se presentan como modelos estáticos
que entienden el crecimiento territorial a partir de una jerarquización de empresa
central, no dejando cabida para el análisis de aglomeraciones de pequeñas
empresas sin una que funcione como eje central.
En ese sentido encontramos los aportes de la escuela italiana que toma como
principal punto de partida los trabajos de Marshall. Haremos referencia aquí a los
preceptos propuestos por Becattini, Sforzi, Dei Ottati, Garofoli. De manera general,
estos estudiosos entienden al distrito industrial como una construcción compleja y
flexible de la que pueden participar empresas de diversas naturaleza y tamaño, así
como aspectos de carácter que van de los sociológico hasta lo psicológico.
44
Giacomo Becattini, “Alfred Marshall fra analisi e storia económica”, Rivista di Storia Economica, Aprile
Italia, 2002
36
conocimientos e instituciones; b) estructura productiva formada por empresas,
talleres, producción familiar; c) estructura crediticia que otorgue créditos incluso a
las mociones más pequeñas de la dinámica económica.45
45
Giacomo Becattini, El distrito industrial marshalliano como un concepto socio económico, IILS, Genova,
1990
37
particular, es el pensamiento de Becattini el más completo para entablar un
estudio de corte histórico sobre la aparición y desarrollo de un distrito industrial.
46
Garofoli, “Desarrollo económico”, op. cit. 1992
47
Giaocchino Garofoli, Modelos Locales de Desarrollo, IILS, Milan, 1994
38
entiende como una aglomeración de empresas con alto nivel de relación entre
ellas, que aparece a través de un proceso de maduración de la dinámica
económica. El tercero de los modelos (aéreas de sistemas) consideradas como
un área de especialización de mayor evolución en las que la reproducción de la
dinámica económica del área depende de factores estrictamente endógenos.
Cerutti sostiene que las principales diferencias teóricas entre los conceptos son:
a) el tejido productivo y su tejido empresarial comprende también las áreas
agrícolas, es decir, no sólo se circunscribe a las economías locales basadas en la
48
Giaocchino Garofoli, Modelos Locales, op. cit.
49
Mario Cerutti, Crisis y reconversión del tejido productivo en un espacio regional del norte de México: La
Laguna (1875-1975), Revista de la Asociación Española de Historia Económica, España, 2008
39
aglomeración de empresas industriales en zonas urbanas; b) incluye a empresas
pequeñas, medianas y grandes; c) tampoco se requiere de un caso extremo de
especialización en el espacio estudiado, como suponen los conceptos de SPL y
DI; d) por último, permite analizar las relaciones empresariales, que pueden ser
puramente económicas, las parentales y aquellas sustentadas en la confianza. 50
Siguiendo con otros autores de la escuela italiana sobre los sistemas productivos
locales y distritos industriales, encontramos lo propuesto por Gabi Dei Ottati quien
además de coincidir con los autores mencionados en las características de los
distritos industriales pone énfasis en el aspecto institucional. Dei Ottati, plantea
que los distritos industriales generan sistemas de competitividad internos partiendo
de los entornos institucionales que son capaces de generar.51
Dei Ottati, plantea que los sistemas institucionales formales e informales como,
por ejemplo, el gobierno local, las asociaciones de categoría, los sindicatos, la
banca, los centros de formación y de investigación que se gestan al interior de un
territorio, desarrollan sentido de pertenencia y conocimiento sobre el entorno
permitiendo ejercer acciones de desarrollo mejor estructuradas.52
Por último citaremos la discusión que Fabio Sforzi mantiene en torno a la relación
entre el distrito industrial y el desarrollo local. Para Sforzi, el distrito industrial es un
50
Ibíd.
51
Gabi Dei Ottati, El efecto distrito: algunos aspectos conceptuales de sus ventajas competitivas, Revista
Economia Industrial, España, 2006.
52
Gabi Dei Ottati, “Exit, voice and the evolution of industrial districts: the case of the post-World War II
economic development of Prato”, Cambridge Journal of economics, UK, 2003
40
catalizador del desarrollo local, sin embargo, como categorías de análisis se
encuentran en diferentes esferas motivo por el cual conciliarlas requiere de un
esfuerzo metodológico.53
Sforzi, argumenta que existe una asimetría teórica entre el distrito industrial y el
desarrollo local, ya que el primero tiene su origen en la economía política, mientras
que el segundo parte de una construcción multidisciplinaria ambigua. Asegura
que existe un problema desde la academia ya que no se diferencia entre lo que él
denomina modelo productivo distrital y paradigma teórico distrital, dando al
primero un carácter de política pública, que busca generar desarrollo y al segundo
un carácter de análisis teórico encargado de revisar en base a la historia de una
localidad su proceso de desarrollo.54
Los lugares, es decir sus límites, se transforman con el tiempo, no sólo por la
forma en que las familias, las empresas y las instituciones se compenetran entre
ellas, sino también por la forma en que la unicidad del lugar interactúa
dinámicamente con la multiplicidad de realidades “externas” con las que éstas
(familias, empresas e instituciones) se relacionan: los ambientes sociales, los
mercados, los contextos institucionales. Una forma de medición satisfactoria de los
lugares de vida son los sistemas locales del trabajo.55
53
Fabio Sforzi, Local development in the experience of Italian Industrial District, CNR, Roma, 2000
54
Fabio Sforzi, “Los distritos industriales ante el reto de la globalización”, en Geographicalia N° 40, Parma,
2002
55
Fabio Sforzi, “Del distrito industrial al desarrollo local”, en R. Rosales Ortega, coord., Desarrollo local:
Teoría y prácticas socio territoriales, Porrúa, México, 2007
41
recorte territorial haciéndolo metodológicamente propenso a un estudio de
economía política.
56
Ludwing Von Mises, Human Action: A treatise on Economics, The Scholar´s Edition, Alabama, 1998
57
Israel Kirzner, The Nature and Role of Entrepreneurship in Markets: Implications for Policy, George Mason
Univesity, USA, 2006
42
materias primas; e) cambio en la administración de cualquier organización o
dentro de su proceso de gestión.58
58
Joseph Schumpeter, The Theory of Economic Development: An Inquiry Into Profits, Credit, Interest and the
Business Cycle, Harvard University, USA, 1934
59
Joseph Schumpeter, The Creative Response in Economic History, Journal of Economy History N° 7, Harvard
University, USA, 1947, p. 151
60
Peter Drucker, The Practice of Innovation, Innovation and Entrepreneurship Practice and Principles,
Harper&Row, NY, 1985
43
Drucker plantea que estos procesos de innovación aún y cuando se generen en el
empresariado no siempre son ejecutados por los empresarios. De ahí que la
capacidad innovadora no solamente radica en el hecho de generar una innovación
productiva, radica en la propensión a aceptar, promover, responder y explotar la
innovación cuando esta se presente del territorio.61
Un punto de encuentro entre los dos autores es la percepción del innovador como
un marginal dentro de la dinámica económica. Para Drucker, el innovador no sólo
propicia cambios en las técnicas de producción o en el uso de una mercancía, sino
que además está atento a los cambios de percepción de la sociedad, a las
incongruencias del mercado. De esta manera los parámetros que Drucker analiza
corresponden a aspectos de la cultura social y económica en la cual se desarrolla
el innovador.62
61
Peter Drucker, Management’s New Paradigms”, Management Challenges for the 21 st Century, Harper
Bussines, NY, 1999
62
Peter Drucker,“The Practice of Innovation”, op. cit.
63
Bruno Lecoq, “Organisation industrielle”, op. cit.
44
del territorio gestar cambios en la producción y organización justo en el momento
en el que requieren hacerse.64
En este sentido Gaffard, expone que para que una aglomeración territorial se
constituya en una estructura socioeconómica capaz de acceder a procesos de
aprendizaje e innovación y poder definírsele como un Milieu, esta debe de
presenta ciertos parámetros como: a) contar con estructuras de cooperación
susceptibles de favorecer la creación de capacidades productivas específicas; b)
favorecer la creación de nuevas organizaciones productivas que participen de un
proceso de desintegración al nivel de la afectación de bienes inmateriales
favoreciendo con ello la creación de una casi-renta relacional; c) permitir la
promoción de mecanismos entre intermediarios financieros y firmas industriales.65
Camagni define al Milieu como un parámetro metodológico antes que una realidad
empírica:
64
Elies Furió, “El desarrollo económico”, op. cit.
65
Jean-Luc Gaffard, Innovación, Modelos de Crecimiento y Desarrollo Local, Revista de economía ministerio
de economía y hacienda, España, 1996
66
Roberto Camagni, Innovation networks: spatial perspectives, Belhaven-Pinter, Londres, 1991
45
El concepto de Milieu Innovateur interpreta los fenómenos de desarrollo del
espacio como consecuencia de los procesos innovadores y de las sinergias, que
se manifiestan en áreas territoriales no muy amplias. Se define como un conjunto
de relaciones que conducen a integrar un sistema local de producción, un conjunto
de sujetos y representaciones y una cultura industrial, que genera un proceso
dinámico localizado de aprendizaje colectivo.67
Por último Aydalot asegura que son los medios los que innovan, despojando a las
empresas como ente principal de la innovación dentro del espacio. El desarrollo de
sistemas de aprendizaje debe de entenderse como un proceso de maduración de
las relaciones socio-espaciales de los actores económicos y no como la
innovación propuesta desde las administraciones empresariales.68
67
Roberto Camagni, “Milieux innovateurs and collective learning: from concepts to measurement”, en Acs Z.,
de Groot H., Nijkamp P. (coord.), The emeregence of the knowledge economy: a regional perspective,
Berlin, 2002
68
Phillip Aydalot, Milieux innovateurs en Europe, GREMI, Paris, 1986
46
localidades de diversas regiones; 2) Conjunto de Actores. Existencia un enramado
social que abarque desde instituciones, empresas y actores políticos; 3) Recursos
materiales e inmateriales. Una infraestructura material y una serie de costumbres
que sustenten las relaciones sociales; 4) Interacción lógica. Una relación
cohesionada entre los actores; 5) Lógica de aprendizaje. Capacidad de los actores
económicos de responder a los cambios de su entorno.69
69
Rodrigo Whitelaw, Mecanismos de cooperación en sistemas productivos locales, Presses Univ., USA, 2009
70
Ronal Coase, The nature of the firm, en Economica, New Series, Vol. 4, No. 16, The London School of
Economics and Political Science, Londres, 1936
47
cambio institucional encuentra en el desarrollo local su principal objetivo y su
motor cardinal, sólo el cambio institucional puede generar desarrollo y en
contraparte sólo el desarrollo puede generar un cambio institucional.71
Las instituciones son órdenes abstractos, independientes de los individuos que las
componen, que cumplen la función de facilitar a los individuos y las organizaciones
la consecución de sus fines particulares, pero que en sí mismas no tienen fines
específicos; las organizaciones, en cambio, son órdenes concretos, determinados
por los individuos y los recursos que los integran, creados para la consecución de
fines particulares y específicos.72
Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad; más formalmente, son
restricciones creadas por las personas para dar forma a la interacción humana. De
esta manera estructuran incentivos en el intercambio, ya sea político, social o
económico. El cambio institucional da forma a la manera en que las sociedades
evolucionan a través del tiempo y, de esta forma, es la clave para entender el
cambio histórico.73
71
Arthur Lewis, Economic development with unlimited supplies of labour, The Manchester School, UK, 1963
72
Douglas North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, FCE, México, 1995
73
Douglas North, Understanding the process economic change, Princeton, USA, 2005
48
Douglas North establece que entre los principales organismos se encuentran los
de carácter público (partidos políticos y senado), económicos (empresas,
sindicatos, cooperativas), organizaciones sociales (iglesias, clubes sociales),
órganos educativos (universidades, centros de capacitación profesional). Si bien
las instituciones aparecen en cada una de estas, su aparición se da de una
manera abstracta como la normatividad que rige estas organizaciones.74
Por último Oliver Williamson continua con la idea de Coase acerca de los costes
de transacción que son mediados a través de la interacción institucional. Al
respecto Williamson plantea que:
Aún y cuando los modelos de competencia perfecta plantean que los intercambios
y las transacciones entre los agentes económicos no generan un coste, la realidad
74
Douglas North, “La evolución histórica de las formas de gobierno”, en Revista de economía institucional
N° 2, México, 2000
75
North, “Instituciones, cambio institucional”, op. cit.
49
es que estas interacciones económicas generan costes de tipo comercial y no
comercial.76
De esta manera, tenemos que el papel de las instituciones como motor del
desarrollo regional radica en la disminución de los costos de transacción entre los
diferentes actores económicos; esta disminución de costes se presenta a través
de procesos complejos como el manejo adecuado de la información, generación
de una cultura de trabajo, redes familiares.
76
Oliver Williamson, “The new institutional economics: Taking stock, Looking ahead”, en Journal of
economics literature Vol. 3, NY, 2005, pp.612
50
Las concepciones teóricas sobre la participación de la pequeña empresa pueden
entenderse como teorías de síntesis de las teorías aquí mencionadas. Aspectos
de localización, innovación empresarial y generación de redes a manera de
distrito, son los principales puntos de análisis en las concentraciones
empresariales. Sobre esto Calderón Vázquez plantea que la aparición de redes
de pequeñas empresas aparece en un territorio como una respuesta natural a
procesos de crisis de la actividad predominante, siendo estas propiciadoras de
reconversión productiva del territorio.77
77
Francisco Calderon, “Distrito Touristic”, op. cit.
78
David Keeble, Collective Learning and Knowledge Development in the Evolution of Regional Clusters of
High Technology SMEs in Europe, en Regional Studies Volume 33, Issue 4, Londres, 1999
79
Ibíd.
51
Dentro de los estudios de aglomeraciones de pequeña empresa se pueden
apreciar cuatro categorías que explican el fenómeno desde su concepción hasta
su desarrollo. En primer lugar Gudgin (1984) plantea el modelo conocido como
income push theory, el cual establece que ante un periodo de crisis económica los
individuos que se encuentran en desempleo, desarrollan modelos de agrupación
social que les permiten convertirse en generadores de sus propios espacios de
trabajo. De igual manera el autor plantea que ante el desarrollo de una empresa
que abandona determinados procesos de producción, estos son retomados de
manera externa por aquellos agentes que se desenvolvieron en ellos.
80
Michael Chisholm, Regions in recession & and resurgence, Ed. Unwin Hyman, , Londres, 1990
81
David Kleeble, New firms and regional economic development: Experience and impact in the 1980s,
Cambridge, UK, 1990
52
La aparición de modelos empresariales en base Pyme, no dista mucho de los
postulados de la escuela italiana de desarrollo. De hecho, la única diferencia que
se puede precisar es que la corriente italiana sienta su andamiaje teórico a partir
de la teoría marshalliana y comprende aspectos que rompen con el economicismo
de la teoría Pyme. Giorgio Fua, plantea que en la medida en que la pequeñas
empresas de un territorio no generen condiciones de mutua cooperación, no
estarán en capacidad de generar desarrollo endógeno, al interior de su dinámica
económica. Por el contrario, una aglomeración de pequeñas empresas que no
logran convertirse en una red, generan procesos de subdesarrollo y falta de
competitividad del territorio.82
Lo realmente decisivo para que el desarrollo sea sostenible y duradero son los
factores que determinan la competencia espacial del territorio, entre los que
destacan la capacidad empresarial y organizativa, la cualificación de la mano de
obra, la instrucción de la población, los recursos medioambientales y el
funcionamiento de las instituciones. El desarrollo es, además, un proceso que está
difuso en el territorio y se apoya no sólo en los factores económicos sino también
en los factores sociales y culturales del territorio.84
82
Fua, “Problemas del desarrollo”, op. cit.
83
Giorgio Fua, Economic growth: a discussion on figures, Itsao, Ancona, 1994
84
Ibd.
53
En cuanto al génesis de los sistemas de producción de pequeñas empresas
autores apegados a los estudios del desarrollo empresarial plantean aspectos un
tanto diferenciados a los teóricos de la base Pyme. En este sentido Scott y
Storper85 plantean que ante la existencia de un sistema de producción vertical cae
en problemas de ineficiencias ocasionando la aparición de un modelo de
producción vertical de pequeñas empresas especializadas centradas en la
producción de outputs de series cortas. Esto es, generan un sistema de
producción flexible capaz de adaptarse de manera casi automática a los
movimientos bruscos del mercado.
85
A.J. Scott, New industrial spaces: Flexible production organization and regional development in North
America and Western Europe, Pion, Londres, 1989
54
historiográfica a problematizar el devenir histórico de los tejidos productivo y
empresarial teniendo a la pesquería de camarón como medio de acumulación de
capital y diversificación económica de los puertos a estudiarse.
55
inmersas en un bloqueo teórico – metodológico, que impide definir de manera
homogénea un concepto que se adecue a todas las particularidades de este
espacio territorial tanto en la esfera empírica como en las diferentes ramas de las
ciencias sociales. De ahí que se retome el concepto de Región – Producción, ya
que se considera el más adecuado para establecer los parámetros de análisis
regional para los puertos pesqueros del Golfo de California.
86
Rudolf Lütgens, Los espacios productivos de la economía mundial, Omega, México, 1954
56
actividad económica, delegando la dinámica de sus relaciones internas a estudios
de otra naturaleza.
Continuando con el andamiaje teórico territorial que será utilizado en los capítulos
posteriores encontramos que este será de carácter local ya que se analizará por
separado las particularidades que presentaron los procesos de desarrollo de cada
uno de los puertos que son objeto de estudio. De esta manera encontramos que el
trabajo se centrará de manera principal en los postulados propuestos por las
teorías de desarrollo local y desarrollo endógeno.
Los capítulos del tres al cinco abordan de manera individual el desarrollo que
tuvieron los puertos de Mazatlán y Guaymas. De esta forma, la primer parte de
estos capítulos contará con un apartado de introducción teórica en el cual se
construirá de manera individual la propuesta metodológica de localidad sobre la
57
cual se analizará cada uno de los puertos. Esto no quiere decir que no existirán
parámetros básicos de análisis, pero a nivel de construcción territorial, cada uno
de los puertos tiene que partir de una base estrictamente individual.
El resto del capitulado sobre la dinámica interna de los puertos se hará sobre el
segundo de los ejes de marco de teórico propuesto. Esto es, se establecerán
parámetros de análisis socioeconómicos que según las teorías derivadas de los
distritos industriales son parte de los procesos de desarrollo local/endógeno de
una sociedad. Como se vio anteriormente la teoría del distrito industrial propuesta
por Alfred Marshall ha sido la base para la aparición de nuevas teorías que
plantean que el desarrollo de una localidad se da en base a la correlación de una
serie de actores económicos, sociales y políticos que se desenvuelven dentro de
un territorio determinado.
58
localidad, de esta manera, mientras que el desarrollo local/nos sitúa en la
espacialidad donde se desenvolverá el objeto de estudio, en tanto que el sistema
productivo local es el modelo de desarrollo que aparece o se centra en la
localidad.
59
de parámetro pero para efectos de la investigación será el sistema productivo local
el que la guie.
60
Capítulo II
61
Introducción
Estos ecosistemas comprenden una vasta zona de litorales, valles y desiertos que
de manera conjunta se establecen en el imaginario colectivo como el Golfo de
California, sin embargo, aunque a nivel natural todos guardan una relación
estrecha, la acción humana que se ha desarrollado sobre ellos permite hacer una
segmentación de regiones sin dejar de lado el aspecto de las condiciones
naturales; el Golfo de California posee un carácter geográfico que determina la
acción económica, sin embargo, es la interacción social de los individuos la que
brinda el un carácter de región, haciéndolo propicio para estudios históricos y
sociales.
62
2.1. Aspectos físico-biológicos del Golfo de California
Este micro clima ha favorecido al desarrollo de especies marinas con alto valor en
el mercado de consumo. En este sentido a nivel biológico, el golfo de California se
puede considerar como un sistema subtropical con variaciones a templado en el
87
Rick Brusca, “Macrofaunal diversity in the Gulf of California” en: J.L. Carton, Biodiversity, ecosystems and
conservation in northern Mexico, Oxford University Press, Oxford, 2005, pp. 179-202
88
L.S. Morgan, S. Maxwell, F. Tsao, Áreas Prioritarias Marinas para la Conservación, Baja California al mar de
Béring, Comisión para la conservación ambiental y Marine Conservation Biology Institute, Montreal, 2005
89
Tara Wilkinson, Ed Wiken, Ecoregiones Marinas de América del Norte, Comisión para la Cooperación
Ambiental, Montreal, 2009, p.98
63
cual se dan las condiciones necesarias para que se presente una alta
productividad primaria que aparece en grandes poblaciones de sardinas monterrey
y crinuda (o arenque de hebra) y muchas especies de anchovetas (anchoa,
anchovia, engraulis)90 el desarrollo de estas especies se ha convertido en parte
fundamental de una cadena alimenticia que ha permitido tener una actividad
pesquera desarrollada.
90
Ibíd, p. 99
91
Ibíd, p.101
92
Enric Sala, “The wealth of Undersea Life” en Gil Robles, The Gulf of California. A World Appart, Toppan
Printing Co., Japón, 2001
64
demográfico la costa no sea la zona con mayor densidad poblacional dentro de la
región.
93
E.M. Ezcurra, “Conservation and Sustainable use of Natural Resources” en Baja California: An Overview.
Briefing prepared for San Diego Dialogue’s Forum Fronterizo series, San Diego, 1998. (disponible en
http://sandiegodialogue.org/pdfs/)
65
2.2. Entorno económico del golfo de California
Al ser una zona que geográficamente se encuentra separada del resto del territorio
nacional por la sinuosa Sierra Madre Occidental, la región del golfo de California
tiene un origen previo a la colonia. Numerosos son los vestigios que se tienen de
las relaciones que se establecían entre los diversos grupos prehispánicos que
habitaron la zona, así como numerosas las huellas sobre su relación con el propio
entorno natural. La llegada de la colonia española y los primeros años del México
independiente significarían un desarrollo en las actividades económicas que se
establecerían en la región dotándola en mayoría de un carácter marino-mercante
en función de los mercados tanto español durante la colonia como de Estados
Unidos durante el siglo XIX.
Pablo Wong y Shoko Doode, establecen que se pueden encontrar tres micro-
regiones litorales socio-históricas dentro del golfo de California: 1) Una que
comprendería Sinaloa y el centro-sur de Sonora, que cuenta con la mayor
densidad demográfica y que está relacionada con la actividad mercante y
pesquera desde el Siglo XVIII de la región. Es una zona de humedales asociados
a su vez con zonas deltáicas de grandes ríos. 2) La región abarca la zona norte de
Sonora y los litorales de Baja California, incluyendo la zona de las Grandes Islas.
Posee densidad demográfica menor y su desarrollo se refiere al despunte de la
pesca comercial en el siglo XX, a excepción de los grupos prehispánicos (Seris).
Por último, la región 3) comprendería la Baja California Sur, con menor densidad
de población y un puerto mercante de antigüedad, La Paz y pequeños
asentamientos ligados a la pesca comercial del siglo XX. 94
94
Shoko Doode, Pablo Wong, “El Golfo de California: Surgimiento de Nuevos Actores Sociales,
Sustentabilidad y Región” en Revista de Estudios Sociales No. 21, Centro de Investigación en Alimentación y
Desarrollo, México, 2001
66
fenómeno ha traído consigo la aparición de una zona de integración no sólo entre
las localidades pertenecientes a la región costera, sino en general de las
principales ciudades pertenecientes a los estados de la República que convergen
en esta región.95
En los estados del noroeste que conforman la Región del GC que existe una
especialización regional: pesca de escama y sal en la península de Baja California;
captura y cultivo de camarón en Sonora y Sinaloa; agricultura (trigo, sorgo, caña
de azúcar, arroz, legumbres) en el sur de Sonora y Norte de Sinaloa, y en algunas
porciones de la Península; Ganadería en el norte de Sonora, y tabaco en Nayarit.
Este sistema de especialización regional tiene una estrecha dependencia con el
mercado de los Estados Unidos y en menor proporción con el resto del país 96
95
Ibíd, p.15
96
Luis Sánchez, Manifestación de impacto ambiental, en su modalidad regional para el plan maestro de la
escalas náuticas singlar, Centro de Planeación, México, 2003
67
actividad maquiladora; mientras que en el sector servicios encontramos una
vocación turística en toda la franja costera desde Puerto Vallarta y la Riviera
Nayarita hasta Los Cabos en la punta sur de la península de California.
97
INEGI, Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI,
http://www3.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/ExportaIndicadores.aspx?ag=26029&nent=Sonora&nmun
=Guaymas&lang=es&src=487&sec=0
69
climáticas de la localidad, esta no ha logrado desarrollar de manera profunda
economías agrícolas siendo sus principales actividades las relacionadas con la
pesca.
El siglo XVIII fue testigo del ascenso de diversos reales de minas en lo que en la
actualidad se denomina como sur de Sinaloa. El Rosario, Pánuco y Cósala,
presentaron un aumento de su producción de metales preciosos, especialmente
plata, durante esta época. El aumento en la productividad de estos centros
mineros generó la necesidad de encontrar una salida natural para su ágil
comercialización con el exterior, es este punto en donde el actual puerto de
Mazatlán encuentra su origen más próximo como una entidad económica.
70
puerto como enclave comercial se dan hacia el año 1813, esto debido a la gran
cantidad de tráfico ilegal de metales precioso que se presentaba.99
99
Luis Martínez Peña, “Mazatlán, historia de su vocación comercial (1823-1910)” en Historia de Mazatlán,
UAS, México, 1988, pp. 92-93
100
Sin autor, “The Mexican Primacy”, New Times London Middlesex, Londres, 08 de marzo de 1827, p. 2
101
Sin autor, Sin título, London Lloyd List, Londres, 07 de junio de 1839, p.3
71
bloque generando condiciones que llevarían a una notable mejora de las
condiciones portuarias apenas un año más tarde.
La falta de una población local provocó que el puerto mazatleco adquiriera rasgos
culturales diversos, la mayoría del tiempo ajenos a la identidad nacional que se
gestaba a partir de la declaración de independencia del país. La influencia que
ejercían las casas comerciales en el devenir del puerto alcanzaba no sólo la esfera
económica, sino además la política en la medida que la adquiría relevancia a nivel
102
Sin autor, “Latest of the Pacific and from China”, Boston Morning Post, Massachusetts, 02 de enero de
1840, p. 3; Sin autor, “From the Bangor Whing and Courier”, Washington National Intelligencer, Columbia,
03 de febrero de 1840, p. 3
103
Sin autor, “Trades Journal”, Charter, Londres, 09 de febrero de 1840, pp. 1
104
Martínez Peña, “Mazatlán, historia” , op. cit., p.96
72
nacional. Uno de los puntos más significativos de esta característica porteña
fueron las pretensiones separatistas que se gestaron en Mazatlán a mediados de
la década de 1850 cuando a través del patrocinio de las casas comerciales
extranjeras, el capitán Pedro Valdés se hace del control de diversas espacios
cívicos y militares de Mazatlán exigiendo el reconocimiento del puerto como un
estado más de la federación.105
105
Ibid., p. 100
106
Arturo Carrillo, “Alejandro Loubet y la Industria de la Fundición”, en Historia de Mazatlán, UAS, México,
1988, p. 118
73
De nuevo fueron los miembros de las casas comerciales, como grupo de poder
económico, los que lograron expandir las dimensiones de la dinámica sectorial
porteña. La minería como industria ligada a la actividad comercial así como la
agricultura, fueron algunas de las más importantes fuentes de diversificación. Sin
embargo, fue la industria de la transformación la que llama más la atención ya que
es el periodo del Porfiriato el único espacio histórico temporal en que el puerto de
Mazatlán ha presentado una vocación de carácter industrial.
107
Arturo Román, “El Comercio en Mazatlán Durante el Porfiriato (1877-1910)”, en Historia de Mazatlán,
UAS, México, 1988, p. 177
74
Guadalajara, por lo tanto los poblados sinaloenses de El Fuerte, Mocorito, San
Ignacio, Cósala, Culiacán y Mazatlán serian beneficiados.108
108
Sin autor, “Extension in Mexico: Southern Pacific to Build from Ortiz to the Port of Mazatlan”, New York
Times, New York, 03 de febrero de 1901, pp. 2
109
Sin autor, “For a New Pacific Port”, Kingstone Gleaner, Jamaica, 12 de junio de 1901, p. 1
110
Sin autor, “Mexican Matters”, Grapevine Sun, Texas, 05 de octubre de 1902, p. 2
75
construcción de una empacadora y enlatadora de pescado y camarón para el
aprovechamiento e importación de la riqueza marina que existía entre las costas
de Mazatlán y Tepic.111 Durante los años siguientes, los puertos pertenecientes al
Golfo de California se caracterizarían por convertirse en un distrito pesquero que
les llevó a posicionarse como la región de mayor producción de camarón a nivel
mundial.
La prosperidad porteña no cesó durante el primer decenio del siglo XX, por el
contrario las ciudades con las que Mazatlán establecía comercio aumentaron de
manera considerable. La relación que se tenía con la empresa alemana Kosmos
permitía a la ciudad sinaloense mantener relaciones constantes con los países
bañados por las aguas del Mediterráneo, por otro lado el ascenso de New York
como una de las ciudades con mayor poderío económico hizo que esta aumentara
el número de sus transacciones comerciales beneficiando a Mazatlán por su papel
de puerto intermedio entre el comercio de América y Asia; algunos de los puertos
a nivel mundial con los que Mazatlán estableció relaciones fueron: Honolulu, Hong
Kong, Melbourne, Callao, Valparaíso, Panamá, Gdansk.112
111
Sin autor, “Mexico to Have Fish Canneries”, North Adams Transcript, Massachusetts, 13 de julio de 1901,
p. 2
112
Sin autor, “General View of the Harbor of Salina Cruz”, Defiance Express, Ohio, 09 de febrero de 1909, p.
2
113
Sin autor, “Children Cry For Fletcher´s”, Logansport Pharos Tribune, Indiana, 07 de junio de 1909, p. 7
76
2.3.4. La revolución en Mazatlán
Los primeros años del conflicto armado no representaron un problema mayor para
la población y economía porteña. La presencia de una cantidad considerable de
comerciantes norteamericanos hacáa que los sucesos acontecidos en la ciudad
sinaloense cobraran más relevancia; de esta manera, ante la toma de la plaza por
parte de los insurgentes que se traducían en saqueos de comercios y el incendio
de las instalaciones de un periódico local114, el gobierno de Estados Unidos emitía
un boletín sobre la situación crítica de Mazatlán instando a sus ciudadanos a
abandonar el puerto de manera inmediata; mucha de la inversión extranjera que
sustentaba la dinámica del puerto se perdió durante los primeros años de
contienda.115
114
Alonso Martínez Barreda, “La revolución Mexicana en Sinaloa y su Impacto en Mazatlán” en Historia de
Mazatlán, UAS, México, 1988, pp. 293
115
Sin autor, “Fire Storm”, Colorado Springs Gazette, Colorado, 14 de abril de 1911, p. 2
116
Alonso Martínez Barreda, “La revolución Mexicana en Sinaloa”, op. cit.
77
comerciales en el puerto que siguió siendo un punto constante en las rutas que
zarpaban de los puertos estadounidenses de San Francisco y New York.
117
Gustavo Aguilar, Banca y Desarrollo Regional en Sinaloa, 1910-1994, UAS/Difocur/Plaza y Valdés, México,
2001, pp. 115-122; Oses Cole, Banco Occidental de México, 1879-1981. Apuntes para su Historia, Impresos
Nueva Galicia, Guadalajara, 1996; Arturo Román, La Economía del Sur, op. cit., pp. 109-110
78
nuevas líneas de crédito por un lado y la falta de circulante para llevar a cabo las
transacciones comerciales internacionales que dotaban al puerto de vida
económica.
El desarrollo de una banca local fue uno de los principales rasgos del desarrollo
económico mazatleco. Al contar con un sistema financiera local, la diversificación
económica se presentó como una constante, misma que se vio interrumpida con la
propia interrupción de las actividades bancarias. La industria de la transformación
fue quizá la actividad con un mayor grado de afectación por este motivo. La falta
de nuevos créditos productivos impidió que la prominente industria mazatleca
continuara un proceso franco de expansión.
79
de Mazatlán. Aunque el comercio internacional nunca se detuvo dentro de la
localidad, el número de mercancías regionales que se intercambiaban en este
territorio había disminuido de manera considerable, motivo por el cual la
reactivación de la región eran grandes noticias para la economía porteña.
Para finales del mismo año los trabajos que pondrían a punto de comercio al
puerto de Mazatlán comenzaban a aparecer. El desarrollo de nueva infraestructura
que se adecuara a la aparición de embarcaciones de mayor calado fueron los
primeros síntomas de mejoría en la actividad.119 La activación del comercio con las
ciudades que se encontraban traspasando la sierra madre ocasionó que los
nuevos gobiernos vieran en Mazatlán un punto clave en la modulación de un
nuevo mercado interno, por este motivo se trazaron planes por montos cercanos a
los treinta y cinco millones de pesos con los cuales profundizarían de manera
inmediata el canal de navegación mazatleco.120
La atención recibida por parte del gobierno y la iniciativa privada ante el aumento
del tráfico marino dentro del puerto no se tradujo solamente en una expansión de
su estructura e infraestructura económica. La apertura de una escuela naval que
respondiera de manera inmediata a las necesidades profesionales de localidad,
habla de un proceso de desarrollo endógeno capaz de generar condiciones
institucionales que brindaron la posibilidad de auto reproducción de las
condiciones económicas internas; cabe mencionar que en la zona del Golfo de
México se presentó la apertura de una escuela naval en la ciudad de
Campeche.121
119
Sin autor, Sin título, Globe Arizona Silver Belt, Arizona, 01 de noviembre de 1916, p. 4
120
Sin autor, “Pacific Coast Traffic”, Galveston Daily News, Texas, 05 de noviembre de 1916, p. 27
121
Sin autor, “Mexico to Open New Naval Schools Soons”, Eau Claire Leader, Wisconsin, 16 de mayo de
1917, p. 3
80
actividad tiene que ver con la aparición de inversión productiva y en infraestructura
en torno al puerto.
Desde partes de automóviles hasta ganado era posible ver en las zonas de
descarga mazatleca entrada la década de 1920, sin embargo, el flujo internacional
de productos agrícolas fue la actividad que le siguió en importancia al comercio
minero. Entre los años de 1915 a 1920 durante la primera parte de la reactivación
económica local, el puerto se convirtió en la salida natural para la producción
agrícola de la región, sin embargo, este repunte del comercio primario se presentó
acompañado de un aumento y diversificación en la tierra de cultivo en las
inmediaciones del puerto.
122
Sin autor, “New Mexican Lead Smelter Ready for Operation in August”, Miami New Records, Florida, 25
de marzo de 1928, p. 13
81
De nuevo, la presencia de empresarios estadounidenses se volvió vital en el
repunte económico porteño. Las giras de éstos en territorio del sur de Sinaloa se
convirtieron en una constante, la búsqueda de espacios propicios para la siembra
era su principal prioridad. Dos ejemplos de esta participación se dieron en los años
de 1917 y 1920. El primero de ellos da cuenta de un empresario californiano que
comienza con la producción de tomate en la zona de Mazatlán;123 el segundo de
ellos, se trató de al menos una treintena de granjeros de Arizona que mudaron su
residencia 60 km., al sur de Mazatlán para explotar el potencial frutícola de la
región.124
123
Sin autor, “Coming After Tomato Seed”, Syracuse Lake Wawasee Journal, Indiana, 05 de septiembre de
1917, p. 5
124
Sin autor, Sin título, Abilene Daily Reporter, Texas, 17 de diciembre de 1920, p. 1
125
Sin autor, “Chinese Coming Over From Mexico Will Be Menace to Farmers”, Amarillo Daily News, Texas,
25 de febrero de 1928, p. 21
82
participaron en producción y comercialización internacional de fibras de cultivos
como henequén y sisal.126
Pese a las ventajas comparativas con las que contaba Mazatlán como potencial
destino turístico, las condiciones cinegéticas de Guaymas captaban la atención del
mercado estadounidense. Sin embargo, el aumento en el comercio internacional
del puerto sinaloense sirvió como escaparate para que viajeros, principalmente de
Estados Unidos, visitaran la localidad con fines lúdicos antes que mercantiles.
Aunque la presencia de norteamericanos en la fiesta de carnaval data desde
finales del siglo XIX, es hasta la década de 1920 cuando se presenta un registro
de expediciones que de manera explícita visitaban la ciudad por este motivo. 128
Aun y cuando Mazatlán aprovechaba su situación geográfica en medio de
Guaymas y Tepic, que tenían una mayor tradición turística, el proceso de
renovación económica comenzaba a gestarse en la figura del sector servicios.
126
Sin autor, “A Mexican Los Angeles”, Dubuque Telegraph Herald And Times Journal, 05 de junio de 1928,
p. 14
127
Sin autor, “Mexican Road to Start Soon”, San Antonio Light, Texas, 12 de octubre de 1929, p. 1
128
Sin autor, “Excursión Planned”, Yuma Sun, Arizona, 20 de enero de 1921, p. 5
83
Acentuando la idea de una posición estratégica en las vías de comunicación de la
costa oeste de los Estados Unidos con los centros turísticos y económicos de
México (Guaymas, Guadalajara, Tepic, Ciudad de México) existen registros de
expediciones no turísticas que azarosamente se encontraban con el puerto
sinaloense, generando con esto promoción de boca a boca que acrecentaba la
percepción positiva como destino turística del puerto en el país del norte; grupos
de estudiantes de Arizona que se dirigían a la ciudad de México y se detenían en
Mazatlán para practicar turismo de playa fueron una constante durante los
primeros años de la década de 1920.129
129
Sin autor, “Co-eds Haled From Beach to Mexican Court”, Oakland Tribune, California, 09 de julio de 1921,
p. 4
130
Sin autor, “Actividades en la Mejora de los Puertos”, Laredo Daily Times, Texas, 02 de marzo de 1927, p.
5
84
en el puerto de Mazatlán por encima de puertos mexicanos y norteamericanos
más cercanos a California como Monterrey, Ensenada, Guaymas.131
A diferencia de otros puertos mexicanos localizados más al norte dentro del Golfo
de California como Guaymas, Puerto Peñasco y Topolobampo, la actividad
pesquera en Mazatlán no fue una realidad hasta entrada la década de 1930. Uno
de los pocos registros que se tiene de esta actividad durante los años veinte, se
da en 1927 cuando algunos pesqueros norteamericanos buscan refugio en el
puerto ante los estragos que ocasionó un huracán.133 Pese a que las aguas
cercanas a Mazatlán eran lugar de captura de diferentes especies, estas
embarcaciones no tenían su centro de operaciones en el puerto, motivo por el cual
no se puede considerar a la pesquería como una actividad con presencia local.
131
Sin autor, “Seena Oween is Off”, Davenport Democrat And Leader, Iowa, 21 de marzo de 1926, p. 5
132
Sin autor, “Travel Mexico By Air: Carnival Week”, Brownsville Herald, Texas, 24 de febrero de 1930, p. 8
133
Sin autor, “Great Tidal Wave on Mexican Coast”, Emporia Gazette, Kansas, 13 de septiembre de 1927, p.
1
85
tres naves a cambio de la compra de todo el producto. Esta misma cooperativa
lograría la compra de su primera nave en el año de 1941.134
86
industria maquiladora y al turismo; en el caso del turismo, ha sido la población
cerca de San Carlos la que ha presentado un mayor dinamismo de desarrollo, sin
embargo, al igual que sucede con Empalme, esta localidad se encuentra dentro
del campo de influencia de Guaymas.
Al igual que otros puertos del Pacífico mexicano, el puerto sonorense de Guaymas
encuentra sus primeros días como ciudad en el primer tercio del siglo XIX. Si bien,
es posible encontrar nociones de su existencia con dos siglos de anterioridad,
estas se refieren a San José de Guaymas, uno de los primeros emplazamientos
españoles en el ahora territorio de Sonora, situado a quince kilómetros al norte de
la bahía de Guaymas. Pese a no ser este asentamiento el puerto objeto de esta
investigación, las actividades que aquí se desarrollaron se encuentran ligadas a la
aparición del puerto como enclave económico.
Durante los primeros años de vida económica del puerto, fueron los comerciantes
ingleses los que presentaron un mayor número de actividad. Junto con Mazatlán,
San Blas y Acapulco en México, Lima en Perú y Guayaquil en Ecuador, el puerto
de Guaymas pertenecía a un circuito comercial a través del cual los empresarios
ingleses lograban obtener minerales en territorio americano; fue Álamos en el
137
Ignacio Almada Bay, Historia Breve de Sonora, FCE, México, 2010, p. 121
87
estado de Sonora, uno de los principales centros mineros que encontraron en la
bahía de Guaymas el punto a través del cual movilizar sus mercancías. 138
Sin embargo, la realidad del nuevo enclave del noroeste mexicano coincidía con el
desarrollo económico y social de un poblado recientemente creado. Para el año de
1928, muchos empresarios extranjeros veían en Guaymas a un territorio
miserable, en el cual existían casas sin techo y hechas de lodo. Inclusive algunos
comerciantes temían el contagio de enfermedades en la zona debido a la
proliferación de insectos.139 Las condiciones del puerto no mejorarían hasta la
década de 1840 con la proliferación de casas comerciales que crearon en
Guaymas su lugar de residencia y las cuáles expandieron el mercado del puerto
pudiendo exportar mercancías no sólo del estado de Sonora sino además
producción minera de Chihuahua.140
138
Sin autor, Sin título, Washington National Intelligencer, District of Columbia, junio de 1830, pp.3
139
Sin autor, “A Falling Town in México”, Atlas London Middlesex, Londres, 08 de noviembre de 1828, pp. 6
140
Sin autor, “Silver Mines of Chihuahua”, Indianapolis Journal, Indiana, 28 de noviembre de 1840, pp. 2
88
denominación del puerto de Guaymas como ciudad por parte del gobernador
Ignacio Pesqueira, esto en el año de 1959.141
Los años de Ignacio Pesqueira como principal figura política del estado de Sonora
(1855-1875) el puerto de Guaymas vivió periodos de incertidumbre económica
dados los conflictos con Francia y los Estados Unidos, sin embargo, la simpatía
del gobernador hacia los empresarios comerciales del puerto permitió que estas
condiciones desfavorables no causaran estragos serios en la economía de la
localidad. Los años que siguieron al nombramiento de Guaymas como ciudad y
hasta comienzos del Porfiriato, logró consolidarse en el puerto un tejido
empresarial capaz de dotar a la localidad de los capitales necesarios para su
despegue económico, entre los principales actores de este grupo se encontraban
apellidos como: Maytorena, Iberri, Camou, Aztiazaran y Chisem.142
El último cuarto del siglo XIX fue de vital importancia para el futuro desarrollo del
puerto sonorense, si bien la revolución detuvo el crecimiento de la economía
guaimense, el Porfiriato trajo la certeza del potencial comercial e industrial de la
ciudad marcando el camino que esta seguiría durante el siglo XX. La llegada del
ferrocarril significó para Guaymas, así como el resto del país, la entrada hacia la
modernidad, la presencia del puerto en las rutas comerciales que unían la ciudad
de San Francisco con el resto del continente motivaron a que fuese posible la
pronta llegada del ferrocarril y con ello se expandiera la actividad comercial.
141
Gregorio Mora Torres, Los Comerciantes de Guaymas y el Desarrollo Económico de Sonora, 1824-1910 en
Memoria del VIII Simposio de Historia y Antropología, UNISON, México, 1984, pp. 215-221
142
Ibíd.
143
Ignacio Almada Bay, Historia Breve, op. cit.
89
de Arizona aprovechó esta ruta de tren para convertir al puerto sonorense en su
salida natural de mercancías para el comercio exterior.
Uno de los hechos de mayor relevancia que se presentaron con la llegada del Sud
Pacífico, fue la anexión del puerto de Empalme a la vida económica de Guaymas.
La resistencia de algunos empresarios locales guaimenses de establecer en esta
localidad la estación de tren, llevó a los más entusiastas del proyecto a virar la
mirada hacia Empalme. Aunque en un principio existió la idea de que esta decisión
restaría importancia a Guaymas como enclave económico, la vida mercantil de
Empalme dependía en su totalidad de la ciudad vecina.
Hacia el final del siglo XIX el puerto sonorense se había convertido en una Babel,
comerciantes de diversas partes del globo se daban cita en esta región con el fin
de poder movilizar mercancías en suelos mexicano y norteamericano. Metales
preciosos, maderas, productos agrícolas, fueron sólo algunas de las mercaderías
que transitabas por el muelle de Guaymas. Este frenesí mercantil que se vivía
durante la época desembocó en una expansión de las posibilidades productivas
del puerto, mismas que fueron visionadas por el grupo empresarial local durante la
siguiente década.
Los primeros años del siglo XX consolidaron la bonanza económica que se vivía
en puerto de Guaymas tras su crecimiento como uno de los enclaves comerciales
del pacífico mexicano. Las casas comerciales francesas y alemanas, sumado al
intenso intercambio económico y cultural con el estado de Arizona, hacían de
Guaymas un territorio cosmopolita altamente propenso para el desarrollo de
diversas actividades económicas.
90
alternas que permitieran aumentar sus niveles de ganancia y con esto generar un
mayor crecimiento en Guaymas. Ejemplo de este fenómeno fue la asociación que
establecieron el empresario local J.P. Comou y la Wells, Fargo & Co., en los
primeros días del siglo para el desarrollo de un sistema de cultivo de ostiones,
tratando de emular las condiciones de algunos puertos del Atlántico
norteamericano en los cuales esta actividad comenzaba a dar grandes
dividendos.144
144
Sin autor, “MOLLUSK OF GUAYMAS: Projected Cultivation of oyster beds in Gulf of California ”, Phoenix
Arizona Republic, Arizona, 22 de enero, 1900, pp. 5
145
Perteneciente al municipio de Hermosillo, Isla Tiburón es la más grande del Golfo de California. En la
actualidad es considerada como una reserva ecológica y cultural ya que, aunque deshabitada, es un lugar
sagrada para los grupos Seri.
91
la Mexican Central Railway146, de echar a andar la industria algodonera en esta
región.147
146
La Mexican Central Railway fue una empresa norteamericana de Massachusetts que enlazaba la ciudad
de México con Ciudad Juárez. De igual manera contaba con estaciones en Guadalajara y Manzanillo, así
como El Paso (Texas) en los Estados Unidos.
147
Sin autor, “Expresident Reynolds Visits EL Paso”, El Paso Daily Herald, Texas, 07 de septiembre de 1900,
p. 4
148
Sin autor, “Buying Railroad Ties in Japan”, The Washington Post, Washington, 10 de julio de 1906, p. 10
149
Héctor Aguilar Camín, La frontera nómada. Sonora y la Revolución Mexicana. 2 ed. México: Cal y Arena,
1997.
92
del Pacífico, anunciaban la apertura de una nueva ruta comercial entre los puertos
centroamericanos de San Salvador y San Pedro y el puerto californiano.150 Dentro
de esta ruta comercial los puertos mexicanos de Guaymas y Mazatlán jugarían un
papel importante en cuanto al reabastecimiento de los buques, así como de
comercio intermedio con las ciudades de Centro América; la relación del puerto
sonorense con la economía de los Estados Unidos ahora se ligaba a través de las
repúblicas bananeras.151
150
Sin autor, “Line of Steamships to be Established”, Ogden Standar, Utah, 20 de noviembre de 1908, pp. 3
151
La nota periodística publicada en un diario de Utah no especifica la localización de la ciudad de San
Pedro, aunque existe una decena de poblados homónimos en todo el territorio centro americano se
especula que la ruta comercial que se estableció desde Los Ángeles fue con la ciudad hondureña San Pedro
Sula. Esta ciudad del norte de Honduras alcanzó desarrollo económico desde finales del siglo XIX cuando se
convirtió en un fuerte exportador de mercancías agrícolas como café y zarzaparrilla. (Darío Euraque,
Reinterpreting the Banana Republic: region and state in Honduras, 1870-1972, Baltimore, The University of
North Carolina Press). En lo referente a San Salvador, se asume que es la capital de la República del Salvador
ante la falta de un homónimo dentro del territorio.
93
una de las actividades más importantes para la región de Guaymas-San Carlos-
Empalme, sin embargo, fueron los primeros años de 1910 cuando se encuentran
los primeros registros de esta actividad dentro del puerto.
Los puertos del pacífico mexicano fueron claves dentro de la revolución mexicana,
tener control sobre ellos significaba manejar el comercio y por lo tanto diversos
suministros, si a esto sumamos que los principales puertos del norte se
encontraban conectados por el ferrocarril la importancia de estos se duplicaba. En
el caso de Guaymas este siguió su íntima relación con los Estados Unidos,
funcionando como vía de escape de ciudadanos del vecino país que se
encontraban en territorio mexicano tras el advenimiento del conflicto; puertos
152
Sin autor, “Paisano V. l. Clark Back From Mexico”, The Arizona Repúblican, Tucson, 03 de junio de 1910
153
Sin autor, “Notes of the Day”, The Forth Wayne Sentinel, Indiana, 15 de octubre de 1910, pp. 4
94
como Mazatlán y San Blas enviaban ciudadanos americanos vía marítima hacia
Guaymas y desde el puerto sonorense estos viajaban en tren hasta Nogales.154
Durante los primeros meses de la lucha armada las rebeliones que se presentaron
en el estado de Sonora se dieron en diferentes frentes. Si bien existió un armisticio
tras la renuncia de Díaz en junio de 1911, este duró poco y el daño a la actividad
económica del puerto de Guaymas ya presentaba sus primeros síntomas. Para
mayo de 1911, un mes antes del armisticio, los ferrocarriles de Hermosillo a
Guaymas habían sido abandonados y el puerto sonorense había perdido contacto
con el Sud Pacífic que lo conectaba con el puerto de Mazatlán;155 para una
economía como la guaimense que había sustentado su dinámica económica en
torno al ferrocarril este tipo de sucesos eran devastadores.
Pese a ser el movimiento revolucionario uno de los principales factores por los
cuales el puerto más importante de Sonora cayó en una profunda crisis, no fue el
más determinante. En octubre de 1911 se presentó en el Golfo de California una
sería de eventos naturales que afectaron de manera significativa los puertos de
Guaymas así como Altata y Topolobampo en el estado de Sinaloa. En el caso del
puerto sonorense las pérdidas materiales fueron importantes al reportarse el
hundimiento de una veintena de embarcaciones comerciales y pesqueras.156
A partir de estos sucesos las condiciones económicas del puerto vinieron a la baja
de manera estrepitosa. Durante los siguientes años la ciudad fue escenario de
batallas entre la insurgencia y el ejército federal motivo por cual entre 1913 y 1914
estuvo sitiada durante algunos meses, deteniendo por completo cualquier tipo de
actividad comercial en el puerto. La importancia que Guaymas y Empalme
revestían para la economía de Arizona, llevaron al gobierno estadounidense a
intervenir la región para que esta pudiera continuar con sus actividades.157
154
Sin autor, “Vital Blow Dealt Peace”, Jeffersonville Daily Reflector, Indiana, 01 de mayo de 1911, pp. 4
155
Sin autor, “Cananea Goes”, Colorado Springs Gazette, Colorado, 14 de mayo de 1911, pp. 4
156
Sin autor, “Towns in Lower California Completly Destroyed; Hurricane Succeds Wave”, New Castle News,
Pennsylvania, 15 de octubre de 1911, pp. 3
157
Sin autor, “U.S. Take Two More Twons”, Lubbock Avanlache, Texas, 07 de mayo de 1914, pp. 3
95
Sin embargo, la intervención del gobierno norteamericano en suelo guaimense no
impidió que fuera este periodo el de mayor miseria dentro del puerto. Para los
últimos días del mes de junio de 1914, las incursiones de los yaquis en la ciudad
así como la escases de alimentos que tenían a la población sumida en la
hambruna, obligaron al gobierno federal a permitir la salida de niños y mujeres del
puerto, mismos que encontraron refugio en ciudad de Arizona y California.158
Aun y cuando el citado suceso marcó el punto más bajo en cuanto a la vida
económica y social en la historia del puerto, el año de 1915 no presentó mejoras
considerables en la dinámica porteña. Sin embargo, para mediados de 1916 el
puerto de Guaymas comenzaba una renovación de sus actividades económicas
abriendo espacio para el turismo cinegético, la agricultura y la pesca.
Si bien para el año de 1917 los conflictos revolucionarios aún afectaban el norte
de México, el estado de Sonora se encontraba en una relativa calma. Tras el
ascenso del guaimense Plutarco Elías Calles como principal figura política de la
región, el puerto de Guaymas encontró la calma necesaria para reactivar la
158
Sin autor, “Guaymas is Starving”, The Abilene Daily Reporter, Texas, 26 de junio de 1914, pp. 3
159
Sin autor, “New Rate Charges For Stock Freifht”, Janesville Daily Gazette, Wisconsin, 20 de julio de 1916,
pp. 10
96
prometedora vida económica que se había detenido con el inicio del conflicto. Una
de las primeras actividades que comenzó a posicionarse como generadora de un
futuro económico promisorio para la región fue la relacionada a la caza y a la
pesca deportiva, numerosas reseñas de viajeros provenientes de California,
Texas, Arizona eran publicadas en los diarios norteamericanos en las cuales se
exaltaban las virtudes de la región para la pesca de especies como: Toro, Skip
Jacks (Pez Sable), Caballete, Bonito; aunado a esto se hablaba de actividades
como caza de pato, tenis y Golf.160
El turismo cinegético que en 1909 había dado muestras de vida, seguía con un
crecimiento considerable, las décadas de 1920 a 1930 significaron el
posicionamiento de Guaymas como uno de los principales destinos turísticos para
el mercado norteamericano. El desarrollo de esta actividad no fue ajeno a los
gobiernos de ambos países y a los propios avances tecnológicos de la época, aún
en plena recesión aparecieron las primeras inversiones en la construcción de una
carretera que permitiría conectar las ciudades de Nogales y Guaymas, haciendo
con esto más ágil el flujo de mercancías y personas entre ambos territorios.161
160
Sin autor, “Down The West Coast Of México”, The Record Silver lake, Indiana, 25 de enero de 1917, p. 2
161
Sin autor, “Mexico Planning 300-Mile Highway”, The Escanaba Daily Press, Michigan, 06 de junio de 1928,
p. 4
162
Sin autor, “Charlie Chaplin and Miss Lita Grey are Married in Mexico”, Bradford Era, Pennsylvania, 26 de
noviembre de 1924, p. 2
97
Durante el resto de la década de 1920 la fama de Guaymas como destino turístico
aumentó de manera considerable dentro de territorio norteamericano, alcanzando
su punto más alto a mediados de la década de los treinta cuando la Southern
Pacific Company estableció una ruta constante entre los estados de California y
Arizona con el puerto sonorense. Esta ruta tenía como objetivo principal, el
organizar viajes de excursión para pescadores deportivos que habían encontrado
en la línea piscatoria de Guaymas y Empalme la mejor de todo el norte del
continente.163
Pese a que fue el turismo la actividad que comenzó a desarrollarse en esta nueva
etapa de la vida porteña, esta actividad sumada al comercio atrajo la mirada de
inversionistas de todo Estados Unidos así como otros continentes. La
rehabilitación del comercio ferroviario motivo a empresarios de El Paso y
Alburquerque a invertir en nuevas rutas comerciales a través de las empresas
Topeka y Santa Fe.164 De igual manera los esfuerzos industriales comenzaron a
aparecer de la mano de la industria automotriz y cementara. En el primero de los
casos la empresa Chevrolet visualizaba en Guaymas el lugar idóneo para
establecer una manufactura de auto partes y así abastecer al mercado de la
zona;165 en el caso del cemento, inversionistas alemanas planeaban desarrollar un
distrito cementero entre el puerto y Hermosillo con una capacidad de producción
de noventa mil sacos de cemento al mes.166
No sólo el ascenso de Plutarco Elías Calles como una de las figuras políticas más
fuertes a nivel nacional ayudó a la reconstrucción de la economía de Guaymas,
durante los años posteriores a la Revolución Mexicana, tres fueron los presidentes
de la República nacidos en este puerto incluido el propio Calles. En el año de 1920
el oriundo de Guaymas, Adolfo de la Huerta, en calidad de presidente provisional
de México, lanzó un proyecto que pretendía la instauración de tres puertos francos
163
Sin autor, “Guaymas Will Be Atraction For Fishermen”, Oakland Tribune, Oakland, 07 de octubre de 1935,
p.5
164
Sin autor, “Railroads Need Many Men”, Kansas City Times, Kansas City, 16 de mayo de 1919, p. 4
165
Sin autor, “México is Again Put in Auto Field”, Oakland Tribune, Oakland, 02 de junio de 1918, p. 4
166
Sin autor, “Plan to Form German Empire in North México”, The Commerce Journal, Texas, 05 de
septiembre de 1919, p. 4
98
dentro de territorio nacional. El plan de De la Huerta, consistía en aprovechar la
atención que productores de manufacturas norteamericanos y asiáticos tenían
sobre puertos como Guaymas y Salina Cruz; al exentarlos de pago de impuesto
tanto en la producción como en la comercialización de mercaderías, De la Huerta
pretendía competir con los puertos de California a través de Guaymas, así como
con el canal de Panamá a través del comercio ferroviario entre Puerto México en
el Golfo y Salina Cruz en el estado de Oaxaca.167
167
Ralph Turner “México Adopts Plan for Three Free Ports”, FayetteVille Democrat, Arkansas, 18 de
noviembre 1920
168
Sin autor, “Mexican Exports to U.S. Increase”, Galveston Daily News, Texas, 04 de septiembre de 1921, p.
4
99
Hacia el año de 1923 el congreso del estado de Arizona comenzó una infructuosa
gestión que le permitiera controlar una porción territorial del Golfo de California
para convertir a Arizona en un estado costero. Las relaciones culturales y
comerciales que se habían establecido entre los entramados empresariales
guaimenses y de Arizona, posicionaban al puerto sonorense como el principal
candidato para estas pretensiones. Las autoridades de Arizona argumentaban que
dado el nivel de mercancías que se movía entre las localidades de la región,
principalmente minerales y agrícolas, la propuesta de intervención económica no
era una realidad lejana.169
Sin embargo, una de las motivaciones más grandes que encontraban los grupos
empresariales de Arizona era la riqueza marina con que contaba el Golfo de
California. El avance tecnológico y la aparición de nuevas artes de pesca como el
“trawl” permitían a los inversionistas norteamericanos especular con la captura de
especies que comenzaban a aumentar su demanda en territorio yanqui; especies
como el camarón, atún, sardina y calamar se convirtieron rápidamente en un
negocio para los capitalistas.170
169
Sin autor, “Gulf of California”, Jewell Record, California, 24 de mayo de 1923, pp. 7
170
Ibíd.
100
Como se verá en el capítulo cuarto, la figura de Abelardo L. Rodríguez jugó un
papel fundamental en el ascenso de la pesquería de camarón como principal
actividad económica del puerto de Guaymas en la década de 1940, sin embargo,
la figura del político y empresario sonorense dentro de la explotación pesquera
tiene sus orígenes en Ensenada un par de décadas atrás. En el año de 1922, fue
fundada en el puerto de Baja California una de las primeras procesadoras de
alimentos relacionados a la actividad, esta empresas fundada por Maximiliano
Bernstein tenía por objeto la industrialización de langosta y abulón; dicha empresa
fue adquirida en 1929 por Abelardo L. Rodríguez, quien además fundó, durante
ese mismo año, la Compañía de Productos Marinos, la cual se dedicó de manera
principal a la pesquería de la Sardina.171
De esta manera, encontramos que el creciente interés por parte de los cuerpos
empresariales norteamericanos sumado a la participación activa de una figura
como Rodríguez significó para el puerto de Sonora una envión relevante en su
reconstitución económica. A partir de la década de 1920 las concesiones que el
gobierno mexicano emitió para que empresas extranjeras participaran de la
explotación pesquera en aguas nacionales aumentó de manera considerable. El
contacto de pescadores inexpertos del Golfo de California con tecnologías de
avanzada comenzó a rendir frutos en cuanto a la técnica de pesca, generando con
esto la aparición de una masa de pescadores semi-cualificados capaces de
sostener por si mismos actividades relacionadas a la extracción y comercialización
de productos del mar.
171
Shoko Doode, Los Claro-Oscuros de la pesquería de la sardina en Sonora, Colegio de Michoacán, México,
1999, p. 108
101
importancia establecer un sistema de cooperativas entre los pequeños
productores de mariscos de los estados de Sonora y Sinaloa, mismo que les
ayudaría a comercializar de manera más adecuada sus mercancías a través de la
obtención de tarifas proteccionistas de transporte; para este efecto los planes
cooperativistas no se reducían a la participación de los productores pesqueros,
sino que se presupuestaban tratos con las empresas ferroviarias Sud-Pacífico de
México y Express Wells Fargo Co.172
172
Sin autor, “Noticias de México”, El Nuevo Mexicano, Nuevo México, 15 de diciembre de 1932, p. 3
102
recursos un punto neurálgico a través del cual logran articular una historia, para el
caso de los puertos de Guaymas y Mazatlán, una historia llena de coincidencias.
Como se aprecia a lo largo del capítulo, este ambiente multicultural fue común
para ambos puertos. Empresarios alemanes, franceses, españoles e ingleses eran
comunes entre los dueños de las casas comerciales más importantes de las dos
localidades, sin embargo, la presencia de empresarios estadounidenses fue mayor
en el puerto de Sonora, motivando así uno de los rasgos característicos de
Guaymas así como también una de las principales diferencias en relación al
puerto sinaloense. Este sincretismo cultural afectó de manera considerable el
propio desarrollo de los puertos, al existir una cultura de trabajo y comercial
desarrollada en diversas latitudes, los empresarios extranjeros lograron posicionar
de manera inmediata a ambos puertos como ejes articuladores del desarrollo de la
región.
103
En tercer lugar se encuentra la similitud en torno al tipo de comercio que se realizó
previo al Porfiriato. Los primeros años de vida de ambos puertos estuvieron
marcados por el impulso que dieron las casas comerciales a la economía local. En
este sentido, Arturo Román posiciona al puerto de Mazatlán por encima del puerto
sonorense, debido a que éste aglutinó a un número de casas comerciales de
mayor peso en su territorio.173 Pese a existir diferencias en los niveles de
desarrollo entre los puertos, la mayor parte del comercio que se realizaba a través
de estos se encontraba relacionado con los centros mineros cercanos.
La activación que sufrieron las economías locales a partir del advenimiento del
ferrocarril repercutió de manera positiva en una expansión de los tejidos
173
R. Arturo Román, “Comerciantes Extranjeros de Mazatlán y sus Relaciones en Otras Actividades, 1880-
1910”, Revista Clío No. 5, UAS, México, 1992, p. 45
104
productivos locales. Tras cincuenta años de encontrarse asentados en territorio
mexicano, los empresarios extranjeros de los puertos de Mazatlán y Guaymas
comenzar un proceso de diversificación económica que les permitió a ambos
puertos acelerar sus procesos de desarrollo. Para el caso de Mazatlán esta
diversificación se dio hacia la industria a través de la fabricación de encere
domésticos como velas, cerillos, jabones; mientras que el puerto sonorense
diversifico su economía a través de un aumento en su actividad agrícola.
105
El hecho de que ambos puertos respondieran de manera similar a estímulos
económicos y sociales durante diversas épocas establece los parámetros
necesarios para considerar a la franja costera entre ambos puertos como una
región-producción. Esta construcción teórica y metodológica se encuentra
fundamentada en que durante casi dos siglos de historia, ambos puertos han
coincidido en sus actividades económicas y en los momentos en que estas fueron
adoptadas; inclusive existe pertinencia en las coyunturas históricas que generaron
los procesos individuales de reconversión en los tejidos productivos locales.
106
Capítulo III
107
Introducción
Sin embargo, como se apreció en el capítulo anterior, la llegada del siglo XX trajo
consigo un espíritu renovado y un interés en el extranjero por la diversificación
económica del puerto. Las primeras tres décadas del siglo mencionado
significaron para el puerto de Mazatlán una reorganización de su sistema
productivo que le llevaron a desarrollar de manera incipiente las actividades
pesquera y turística. Este crecimiento de nuevas actividades cobró mayor fuerza
llegada la década de 1950, tiempo en el que se presentó un aumento
extraordinario de las inversiones así como un desdoblamiento del tejido productivo
y empresarial.
108
3.1. Génesis de la actividad pesquera en Mazatlán: 1950-1961
Ya fuese por las limitadas enseñanzas que las empresas niponas y yankis habían
dejado durante la década de 1930 en cuanto a la pesca de camarón por arrastre
(trawl) o bien por un aumento en la demanda agregada global de productos
marinos durante la década de 1940, muchas de las inversiones de empresarios
mazatlecos comenzaron a trasladarse de manera sistemática hacia actividades
relacionadas con la pesca.
Fue el ramo de la extracción el que recibió una mayor cantidad de inversiones, sin
embargo, el desarrollo de industrias accesorias a la pesca se presentó como una
constante dentro de este cumulo de inversiones. Ferreteras especializadas,
109
congeladoras, enlatadoras, chinchorreras, e incluso un astillero fueron las
principales empresas que en torno a la pesca de camarón aparecieron. A nivel de
desarrollo económico, la aparición de empresas encaminadas a satisfacer las
necesidades productivas de una industria central significó uno de los fenómenos
más importantes en cuanto desdoblamiento de un tejido productivo.
174
Arturo Román, “El surgimiento de la pesca comercial en Mazatlán. Empresas y empresarios 1940-
1960”, Revista Sociales, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México, 2008
175
Sofía Blancarte, Los recursos pesqueros en el desarrollo nacional. El caso del camarón en México,
UNAM, México, 1983, p. 65
110
desarrollo que promovían la inversión a través de subsidios y disminución en las
tasas de interés, en el año de 1950 se dan en el puerto de Mazatlán una serie de
inversiones que llevan a la pesca de camarón a convertirse en un año en la
actividad más importante del puerto mazatleco y al poco tiempo en el puerto
pesquero más importante del continente americano.
Motivados por una producción de casi mil seiscientas toneladas177, las cúpulas
empresariales porteñas aumentaron sus inversiones productivas generando un
desdoblamiento de la flota que aumentó a un ritmo promedio de 50 embarcaciones
por año durante el siguiente lustro. Durante el periodo que va de 1950 a 1961
estas inversiones estuvieron cerca de los 60 millones de pesos178, llevando a la
actividad a convertirse en epicentro de la actividad económica.
176
Sergio Cevallos, “La primera congeladora de mariscos”, El Sol del Pacífico, 30 de enero de 1962, p. 7
177
Sin autor, Se triplican las capturas de camarón durante las últimas dos temporadas, ESP, 07 de diciembre
de 1958, p 3.
178
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1950-1961
111
Los esfuerzos comunes que se dieron entre los empresarios trajeron consigo no
sólo el desarrollo de la actividad pesquera, sino que además comenzó a gestarse
una intricada red empresarial que sirvió de sustento para la actividad. Aunque es
arriesgado afirmar que esta red surge a la par del boom camaronero, si es factible
decir que las relaciones empresariales que se habían dado a lo largo de la historia
del puerto se reafirmaron en torno a la actividad camaronera.
179
Al centrarse este punto en la red de empresarios, no sólo se toman en cuenta las inversiones en la
actividad pesquera. También son tomadas en cuentas inversiones en aspectos turísticos y agrícolas. El uso
de las redes empresariales sirve para analizar el nivel de cohesión entre los miembros del grupo más
determinante en cuanto al desarrollo de la actividad.
112
Cuadro 1. Principales empresas Pesqueras en Mazatlán 1950-1961
113
ramo de la agricultura, así como extracción, maquila y exportación de camarón en
el caso de la actividad pesquera.
114
comerciales, con el paso de los años estas familias serian algunas de las más
relevantes en industrias como la turística, inmobiliaria, comercial e inclusive de la
política local. De tal manera se puede decir que las relaciones que se establecían
a nivel empresarial, por lo menos en el caso de Domínguez, buscaban no sólo una
estabilidad económica, sino la de converger socialmente.
Por otro lado encontramos la figura de Juan Gavica, quien junto con Domínguez
fueron los dos principales industriales mazatlecos durante el periodo de 1950-
181
A diferencia de la primera red, en ésta se puede apreciar una fuerte participación de la familia Coppel, así
como relaciones entre empresarios clave en el desarrollo económico del puerto sinaloense como Tomás
Balderrama y Roberto Gorostiza.
115
1961. Durante este lapso de tiempo Gavica participó de un total de veintitrés
empresas de las cuales diecisiete estaban relacionadas con la actividad pesquera,
tres con la actividad turística y tres más con actividades comerciales diversas. Al
igual que Domínguez, los niveles de inversión de este empresario fueron en bajos
en relación al número de empresas de las cuales fueron inversionistas,
alcanzando un aproximado de doscientos cincuenta mil dólares; cabe destacar
que durante el año de 1960, Gavica tuvo una inversión extraordinaria de ciento
veinticinco mil dólares en la empresa Pesquera la Reforma S.A., motivo por el cual
su masa de capital invertido es mayor que la Rafael Domínguez. 182
En cuanto a los socios comerciales con los cuales contó Juan Gavica, se tiene que
este se relacionó con una facción diferente del empresariado mazatleco. Familias
como Escutia, Fuentevilla, De Rueda, Unger Ferreira y Balerrama, permitieron a
este actor participar de la economía pesquera en actividades tan específicas como
la construcción de embarcaciones o el avituallamiento refaccionario de las
mismas. De la misma manera, fue miembro constante de actividades comerciales
como la venta de automóviles y bebidas alcohólicas.
116
únicos. Una serie de industriales del mismo ramo abonaron esfuerzos para hacer
de esta un actividad prospera y altamente rentable. Uno de los casos más
representativos es el de Tomás de Rueda Jr., quien no solamente participó de
manera activa en el proceso del desarrollo del tejido productivo de la actividad,
sino que además, se consolidó como uno de los actores más innovadores y
emprendedores de la misma.
En cuanto a los socios comerciales con los cuales contó este empresario
encontramos actores diferentes a los que se encontraban en la órbita del dúo
Gavica/Domínguez. Apellidos como Kelly, Haas y Coppel, se encontraron entre
sus principales socios comerciales. Sin embargo, son las figuras de Pedro Pinzón
y Tomás Balderrama las que más resaltan al interior de su red de socios, dada la
importancia que ambos empresarios tuvieron en el desarrollo de la pesquería de
camarón.184
183
Sin autor, “74 millones invertirán en las ampliaciones de los astilleros”, ESP, 21 de julio de 1962, p. 5; Sin
autor, “Habla Tomás de Rueda Jr. ante el Senado”, ESP, 06 de noviembre de 1958, p.1
184
Pedro L. Pinzón el cual a pesar de estar relacionado de manera directa únicamente con 5 empresarios,
logró repercutir de manera positiva para la colectividad de la industria, alcanzado puestos estratégicos a
nivel federal dentro de los diversos organismos encargados de dictar la política pesquera. Pedro Pinzón, no
sólo ocupó puestos dentro de las cámaras pesqueras a nivel nacional, sino que además fue el pionero y
primer dirigente de la delegación local de la Cámara Pesquera Nacional. Por su parte Tomás Balderrama,
aunque no alcanzó los niveles de inversión que otros grandes industriales pesqueros fue uno de los pocos
que permaneció con aportaciones constantes a la industria durante gran parte de los cincuenta años que
abarca el estudio.
117
Cuadro 3: Principales empresas Rueda Jr./Pinzon/Balderrama 1950-1961
De esta manera, durante el periodo de 1950 a 1961 el tejido productivo local del
puerto de Mazatlán se vio engrosado por aquellas empresas que comenzaron a
desarrollar al sector turístico del puerto. Las empresas relacionadas con este ramo
fueron 87 en total, si bien no todas se encontraban en el plano del turismo, todas
aportaban al desarrollo del mismo. Al igual que con la pesquería de camarón, la
naturaleza heterogénea de las empresa dedicadas al turismo, le permitió a esta
118
industria cohesionarse como un ente sólido capaz de responder de manera interna
a las necesidades que su propio desenvolvimiento iba generando. Hoteles,
restaurantes, centros nocturnos, agencias de turismo, pesqueras deportivas,
fueron sólo algunos de los giros que modelaron desde su inicio al Mazatlán
turístico.
El empresario Raúl Rico en base a una sólida red familiar logró participar de siete
empresas relacionadas a la actividad turista y cinco más a la pesquería de
camarón. En cuanto a sus afiliaciones comerciales, las relaciones que mantuvo
con familias pesqueras como los Escutia o Cevallos, le permitieron pertenecer de
manera constante a las grandes cúpulas empresariales y gubernamentales del
puerto. Por último, cabe mencionar que al igual que en la pesquería de camarón,
la industria turística tuvo un desarrollo a partir de la cohesión lograda por el
entramado empresarial porteño, de esta manera familias como Coppel, De Cima y
Kelly participaron de ambos industrias de manera regular.
185
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1950-1961
186
Ibíd.
120
Gráfico 3: Red Empresarios Turísticos Mazatlecos 1950-1961187
187
Como se puede analizar en la representación gráfica de los principales empresarios turísticos mazatlecos,
la red en torno a la actividad de servicios presentó tres núcleos teniendo a Raúl Rico, Roberto Gorostiza y
José Azcona como centros de estos núcleos. Pese a marcarse una diferencia notable en los tres grupos
empresariales la cohesión que como red presentaban, les permitió desarrollar la actividad de manera
constante desde mediados de la década de 1950
121
3.2. Nuevas estructuras en la red empresarial: dinero lejos de las redes, 1961-
1968
Dentro de una actividad económica nunca todo está hecho, sin embargo,
conforme se acercó el inicio de la década de 1960, los niveles de inversión de la
iniciativa privada fueron decreciendo de manera paulatina en la pesquería de
camarón. Dos pueden ser las causas que causaron esta disminución, la primera
se debe a que las nuevas inversiones estaban encaminadas a reproducir las
condiciones de productivas establecidas durante un periodo anterior o en su
defecto comenzaban una lenta migración a otras actividades como el turismo. En
segundo lugar, algunos de los primeros capitalistas comenzaban a ver en el
crecimiento de las cooperativas una seria amenaza a sus capitales y a la
estabilidad que la actividad camaronera había adquirido tras sus primeros diez
años de ascenso.
122
Otro punto para analizar dentro de las formas de comportamiento de la red
empresarial en los diferentes periodos, es que, durante el primero de ellos el
empresario actuó de manera cohesionada siendo casi imposible determinar
cuántos pequeños grupos existían al interior de red; en cambio, para el segundo
de los periodos la red se encontró compuesta en su mayoría por pequeños grupos
que con el aporte de grandes cantidades de capital lograron establecer prácticas
monopólicas. Por último, en ambas de las redes se puede apreciar a capitalistas
que no mantenían una relación con algún otro hacia el interior de la red. Para el
primer periodo estos eran Ricardo Fillipini y Guillermo Rice; y para el segundo
periodo Tomás de Rueda Coppel y Ernesto Urquijo, este último uno de los
empresarios más activos en el ramo de la agricultura.
123
parte de empresarios que fueron parte activa de un periodo anterior como: Rafael
Domínguez, Federico Medrano, Arturo De Cima, Jorge Coppel.188
De regreso al primero de los sub periodos, los dos primeros años de la década de
1960 significaron un segundo despegue de la economía mazatleca. Pese a los
fuertes problemas entre cooperativas y armadores, la pesquería de camarón había
puesto al puerto en el camino del desarrollo, posicionándolo como el puerto
pesquero de mayor importancia en el Pacífico Americano. Como se mencionó
anteriormente durante estos dos años se presentó uno de los mayores niveles de
inversión dentro de la actividad pesquera, de manera general, estas inversiones
fueron canalizadas a dotar a las actividades de extracción de una mayor flota así
como de empresas accesorias que permitían una mayor eficiencia a la actividad
en general.
188
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1961-1962
189
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1963-1968
124
y por ende a la economía mazatleca que para inicios de la década de 1960 ya
dependía en una gran parte del funcionamiento adecuado de la pesquería de
camarón.
Pese a ser 1962, el año en donde algunos de los empresarios pesqueros más
importantes se retiran de manera parcial de la industria, este surgimiento de
“nuevos” inversionistas vino a constatar el hecho de que el tejido empresarial
125
mazatleco se encontraba en una constante expansión que permitía una
participación a gran escala de nuevos integrantes que permitieran procesos de
diversificación y aparición de economías a escala. En este sentido, cabe destacar
que es el año de 1962 cuando se presenta en el panorama mazatleco la figura de
Julio Berdegué, futuro líder de las actividades pesquera y turística.
Con respecto a los grupos de poder segmentados, durante este periodo ascendió
dentro del entramado económico mazatleco la familia Medrano como una de las
más influyentes dentro la industria camaronera. Si bien la familia Medrano,
presentó inversiones constantes en la pesquería de camarón desde 1951, fueron
los primeros años de los sesenta los que les permitieron posicionarse como un
elemento fundamental de la actividad; la familia Medrano es una de las pocas de
esa época que en la actualidad permanecen como miembros activos de las
acciones pesqueras en el puerto de Mazatlán.
Entre los años de 1951 y 1967 la familia Medrano participó de dieciséis empresas
en su mayoría dedicadas a la pesca de camarón, aunque también tuvieron
acercamiento con la industria de bienes raíces. Con una inversión cercana a los
dos millones de dólares, las empresas de la familia Medrano lograron posicionarse
(sobre todo entre 1961 y 1962) como algunas de las más importantes de puerto,
sin embargo, son dos puntos ajenos al tamaño de su empresas lo que los pone en
un punto de análisis: la creciente participación de Federico Medrano como
126
dirigente de los armadores y el poco nivel de negocios que establecieron hacia el
exterior de su propio núcleo familiar.190
Pese a ser la familia Medrano Olmedo los miembros más importantes para el
esquema económico pesquero del puerto de Mazatlán, existieron otros miembros
de la misma que lograron posicionar su nombre entre los grupos de poder
pesquero. A mediados de los años cincuenta José Medrano Meléndez fungió
como pequeño inversionista de dos empresas camaroneras en las cuales
compartió créditos con Tomás Balderrama y Santiago León, quienes fueron dos de
los armadores más involucrados en torno al desarrollo de la actividad durante esa
época. De igual manera José Medrano se asoció con el armador Enrique Pérez
Arce, quien había trasladado su flota productiva del puerto sonorense de
Guaymas.193
190
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1951-1968
191
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1951
192
La sociedad que Federico Medrano logro establecer con Haas y Domínguez, le permitió acceder a
diversos grupos de empresarios a los cuales pertenecían dichos personajes. En el caso de Antonio Haas y de
su familia las relaciones que abarcaban llegaban a los grandes magnates de la industria como Juan Gavica o
José Luis Gorostiza; por su parte Jovito Domínguez se presentó en el entramado como cabeza de un
pequeño grupo empresarial que con un nutrido grupo de empresarios menores logro posicionarse entre los
principales inversionistas de la década de 1950.
193
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1950-1962
127
Por último, cabe mencionar la presencia de un tercer grupo Medrano que participó
en la economía mazatleca al margen de la pesquería de camarón así como del
resto de los inversionistas con los cuales compartía apellido. De esta manera se
puede establecer que a pesar de ser una de las familias de mayor importancia
dentro de la iniciativa privada mazatleca sus nexos con el resto del empresariado
fueron nulas por lo cual cualquier acción a favor de la actividad era para ver por el
bien individual y no por la colectividad del tejido.
194
Como se puede apreciar en la representación gráfica de las relaciones empresariales de la familia
Medrano, en su mayoría funcionaron como pequeños grupos de poder, siendo los señores Federico
Medrano y José Medrano los que establecieron relaciones hacia el exterior de su propio entorno familiar. En
color azul se encuentran los miembros de la familia Medrano Olmeda; en color negro las relaciones de José
Medrano Meléndez; y en color verde el pequeño grupo representado por Crescencio, Ramón y Adela
Medrano. Aunque no se puede establecer un parentesco entre todos los miembros de la red, la naturaleza
de sus inversiones los posiciona dentro de la misma esfera de influencia.
128
A la par de estos grupos de poder seccionados de la colectividad, emergieron
figuras dentro del tejido que vinieron a articular una red empresarial que
comenzaba presentar serios signos de división, los dos principales actores fueron:
Tomás Balderrama y Héctor Escutia. Ambos armadores presentaron un
comportamiento similar hacia el interior de la red, ya que se posicionaron como
articuladores, no de la totalidad del entramado empresarial, sino de grupos de
poder al interior del mismo, llegando a pertenecer hasta a tres grupos de manera
simultánea obteniendo así, el beneficio que cada uno de estos les podía otorgar.
Por su parte Hector Escutia, se relacionó al interior de uno de los grupos de poder
más grande y de mayor tradición dentro de la industria camaronera en el puerto de
Mazatlán; este grupo se encontraba conformado por los miembros de las familias
Cevallos y De Cima. En conjunto este grupo empresarial tuvo inversiones
195
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1961-1968
196
Ibíd.
129
aproximadas al millón de dólares, y un periodo anterior logró inversiones
superiores a los seiscientos mil dólares; de 1950 a 1968, este grupo tuvo la
capacidad de participar en cada uno de los aspectos relacionados a la pesca
dotando a sus socios comerciales de una base productiva sólida.197
Gráfico 5: Red empresarial Héctor Escutia, Tomás Balderrama, Víctor Arias 1961-
1967198
197
Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1950-1968
198
Este gráfico en el cual se representan las relaciones comerciales de los armadores Tomás Balderrama
(verde) y Héctor Escutia (negro), se puede apreciar a través de las líneas en color rojo, la figura de Víctor
Arias. Este armador funcionó como enlace entre el tejido empresarial articulado en torno a la figura de
Balderrama y el grupo empresarial conformado por José Carranza y Julio Berdegué. Por separado cada uno
de los grupos de inversionistas contaba con una fuerte influencia en el desenvolvimiento económico
porteño, sin embargo, como se observa en el caso de estos tres empresarios la colectividad del entramado
empresarial comenzaba a presentar signos de profundo desgaste.
130
¿Generaron estos cambios en el entramado empresarial, modificaciones en su
accionar con respecto a las problemáticas de la actividad? Sin lugar a dudas. La
primera generación de empresarios, aunque preocupados por mantener un nivel
alto de ganancias, tenían una visión más integral en cuanto al papel que
desempeñaban hacia el interior del sistema productivo local, por lo que su relación
con los demás actores aunque con conflictos, siempre fue de mutua cooperación.
199
Sin autor, “74 millones invertirán en las ampliaciones de los astilleros” El Sol del Pacifico, 21 de julio de
1962, p. 5
200
El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1963 – 1981.
201
Sin autor, “Crédito mixto y auxilio técnico para impulsar la pesca camaronera, El Sol del Pacifico, 26 de
junio de 1962,
131
La búsqueda del consumo europeo no se dio únicamente a través de una
tecnificación de sus medios de producción, la dirección de la Cámara, lanzó una
campaña con empresarios que estudiaron en el viejo continente las opciones de
mercado que el producto mexicano tenia.202 Quizá la última prueba en pro de la
industria por parte de los armadores de la primera generación, se dio con el aporte
de tres millones y medio de pesos que estos dieron para que los trabajos de
construcción de un muelle exclusivo de la pesca se aceleraran por parte del
gobierno federal.203
A partir de 1962, motivado por los conflictos que se dan en el entorno de las
contrataciones con las cooperativas, se da un cambio radical en los mandos de los
armadores y se presenta un exilio de capitales de la pesca hacia otras actividades,
principalmente el turismo. Aunque de manera parcial, muchos de los empresarios
tradicionales en la pesca de camarón retiran sus capitales, no por el hecho de
compartir el control de la actividad con las cooperativas, sino por que pudieron
anticipar el camino que tomarían las políticas públicas pro cooperativas, a través
de las cuales estas se convertirían en las únicas que participarían de la economía
camaronera.
p.5
202
Sin autor, “Buscan mercado en Europa al camarón”, El Sol del Pacifico, 13 de julio de 1962, p.5
203
Sin autor, “3 millones y medio será la aportación de los armadores”, El Sol del Pacifico, 18 de julio de
1962, p.5
132
Escutia Remolcadores del Norte S.A. 1968 Transporte/Carga $1,250,000.00
Fernando Deshidratadora de Mazatlán S.A 1963 Alimentos $50,000.00
Fuentevilla Inmuebles Torrelavega S.A. 1966 Inmobiliaria Turismo $2,600,000.00
Familia Fertilizantes del Noroeste S.A. 1965 Agricultora $1,000,000.00
Cevallos CECOSA S.A. 1964 Constructora $250,000.00
NOROMEX 1965 Comercializadora $500,000.00
Las acciones de los armadores entre 1963 y 1965, el segundo de los sub
periodos, fueron limitadas y se enfocaban de manera principal en mantener altos
los márgenes de ganancia, así como establecer cursos de acción en contra de la
política federal que beneficiaba de manera sistemática al sistema cooperativista.
Pocas fueron las acciones que se pueden contar como un impulso a la actividad
pesquera local, incluso se da el caso de armadores que migran a otros países a fin
de poder explotar la especie en otros mares con potencial como Brasil y Guyana
Francesa.205
204
El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1962-1966
205
Sin autor, “Naves Mazatlecas irán de pesca hasta Brasil”, El Sol del Pacifico, 05 de Mayo de 1965, p.5
206
Sin autor, “Los armadores aún no se ponen de acuerdo” El Sol del Pacifico, 04 de Septiembre de 1969,
p.6;
133
desesperadas por parte de empresarios pesqueros como la de Tomás de Rueda
Jr., quien pretendió la pesca del crustáceo a 200 brazas de profundidad y fracasó
rotundamente.207 Por último, encontramos a empresarios de la familia Coppel que
diversificaron sus capitales dentro de la industria pesquera, más no camaronera, al
establecer empresas dedicadas al procesamiento de harina de pescado.208
207
Sin autor, “Beneficiara enormemente a la industria”, El Sol del Pacifico, 22 de noviembre de 1965, p.5
208
Sin autor, “Peligro de paro pesquero”, El Sol del Pacifico, 05 de enero de 1966, p.5
134
La irrupción que hizo Julio Berdegué dentro de la dinámica económica mazatleca
durante la década de 1960, cambió de manera considerable la forma en que se
concebía la industria del camarón. El pequeño grupo de inversionistas que
lideraba Berdegué presentaban un perfil tradicional capitalista en el cual se
preponderaba la obtención de una tasa de ganancia; esto ocasionaría un
alejamiento cada vez mayor de la relación armónica que armadores y cooperativas
habían tenido veinte años atrás.
Durante los años de 1962 a 1968 el señor Berdegué participó de un total de ocho
empresas de las cuales la mitad estaba dedicada a actividades directamente
relacionadas con la pesquería de camarón y la otra mitad a labores de
transportación marítima. Durante todas las inversiones que realizó durante este
periodo tuvo como socios comerciales al señor Marcial Camacho, a su esposa
Dolores Sacristán y en dos ocasiones a José Carranza. Sin embargo, fue una
inversión cercana a los veinticinco mil dólares en el año de 1967, la que puede dar
luz sobre la relación que este capitalista sostuvo con los grupos de poder de la
industria.
La empresa llamada Hielera Tropical, fue constituida en el año de 1959 por dos de
las familias de empresarios más importantes de la industria durante ese periodo:
Fuentevilla y Balderrama. A partir de la inversión mencionada, Berdegué se
convierte en accionista de la firma y en socio comercial de estas familias logrando
tomar control de una empresa con relaciones consolidadas con socios en los
mercados internacionales así como el sistema cooperativista.
135
Durante el periodo que va de 1961 a 1968 fueron constituidas setenta y dos
empresas relacionadas al sector inmobiliario y turístico. Del total de las empresas
al menos treintaicinco establecían su giro dentro del ramo inmobiliario, mismo que
les permitía participar de esa actividad en lo general o en el plano turístico, de esta
manera es difícil precisar cuántas empresa sólo dedicaron sus acciones al plano
inmobiliario general; aún con esto, la movilización masiva de capital hacia ambas
actividades fue una muestra del crecimiento de la economía local que comenzaba
a expandirse en actividades y espacios urbanos.209
209
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, : 1961-1968
210
Pese a encontrarse parcialmente segmentado del grueso del tejido empresarial mazatleco, Julio
Berdegué logró conformar en torno a su figura un grupo de empresarios cohesionados entre sí. De esta
manera, Berdegué se encontró en condiciones de reproducir de manera acelerada su capital y trasladarlo en
la década de 1970 hacia una pujante actividad turística. En la gráfica puede apreciarse que el grupo de
Berdegué encontró soporte en las figuras de José Carranza (verde) y Tomás Balderrama (negro) quienes
funcionaron como ejes articuladores al interior de este grupo.
136
El resto de las empresas relacionadas a la actividad turística tuvo un carácter en
extremo heterogéneo. Al ser los rubros de esta industria independientes entre sí,
aunque a la vez complementarios, se constituyeron empresas en los ramos de
hotelería, comida, pesca deportiva, agencias de viajes, campos de golf, comercio
de artesanías y transportación marítima. De esta manera, la industria del turismo
comenzaba un proceso de desarrollo similar al que presentó la pesquería de
camarón diez años atrás, y poco a poco se convirtió en una actividad capaz de
generar de manera endógena sus propias condiciones de desarrollo.
137
de esta actividad durante la década de 1960. Nombres comunes en la economía
mazatleca como Héctor Escutia, Jorge Coppel, Fernando Fuentevilla, figuraron
como los personajes con inversiones de mayor volumen, sin embargo, no
existieron liderazgos claros que funcionaran como articuladores de la actividad. Un
ejemplo de esto fue Roberto González quien a pesar de tener por cuenta propia
inversiones superiores a los seiscientos mil dólares no estableció contacto alguno
con la iniciativa privada porteña.211
211
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1961-1968
138
camarón aportando nuevos miembros que fungieron como los más frecuentes en
cuanto a inversiones se refiere. En este sentido la figura empresarial más
constante dentro del periodo para la actividad turística fue la de Adán Carreón,
quien fue accionista de ocho empresas con una inversión cercana a los doscientos
mil dólares. Carreón fue la cabeza de un pequeño grupo de inversionistas entre
los que se encontraron la propia familia Carreón, así como Gonzalo Sayas y
Roberto Gama; sin embargo, sus relaciones trascendieron el carácter familiar
llegando a establecer, aunque no con los principales miembros, relaciones
comerciales con algunas de las familias económicamente más activas de la
localidad.212
Aun y cuando la economía del puerto se vio favorecida por el surgimiento de una
actividad nodal paralela a la pesquería de camarón, el tejido empresarial modificó
de manera profunda la forma en que se relacionaba. Tras el abandono de la
actividad pesquera por parte de algunos de sus miembros más reconocidos, el
tejido empresarial comenzó un proceso de fragmentación que desembocaría en
una pérdida de cohesión entre los integrantes generando con esto un entorno
económico individualista imposibilitado para responder de manera colectiva a los
estímulos del sistema a nivel local y externo.
212
A través de la inversión realizada en la empresa constituida bajo la razón social de Pesquera Haas S.A.
(Registro Público de la Propiedad Mazatlán, -1966) Adán Carreón logró establecer sociedad comercial con
Martin Gaviar Jr., Thelma de Haas y Martin Álvarez Tostado. En el caso de los dos primeros, la relación con
los grupos de poder que representan sus familias era de gran interés para Carreón, mientras que en el caso
de Martin Álvarez se tiene que fue un empresario que a pesar de encontrarse entre los más notables de
engranaje productivo se mantuvo constante en la economía mazatleca con inversiones en al menos tres
décadas diferentes.
139
3.3. Desenvolvimiento del entramado productivo: crisis y renovación de la pesca
de camarón 1969-1981
A los daños por casi catorce millones de pesos que sufrió la actividad en el puerto,
se sumaron las pérdidas materiales de las flotas sureñas de los estados de
Guerrero y Oaxaca que maquilaban su producción en las congeladoras privadas
del puerto del sur de Sinaloa. Con casi 50 embarcaciones fuera de servicio las
cooperativas Suriana, Istmeña, San Cruz y Acapulco dejaron de ser una fuente de
ingreso para la industria pesquera de Mazatlán.213
213
Sin autor, “Merma de 33 millones de pesos sufrirá la cosecha camaronera”, El Sol del Pacifico, 29 de
octubre de 1969, p.3 y 5; Narváez García, Ramón, “Se pierde la flota”, El Sol del Pacifico, 13 de octubre de
1969, p.3; Sin autor, “Depreciación y devoluciones de nuestro camarón de exportación”, El Sol del Pacifico,
27 de noviembre de 1969, pp.3 y 5;
140
Carranza Beltrán, promotor de la pesca de atún en el puerto sinaloense y el mayor
socio de Julio Berdegué Aznar principal inversionista turístico en el puerto.
214
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1969-1981
215
Sin autor, “Quieren aprovechar sólo especies inexplotadas”, El Sol del Pacifico, 25 de mayo de 1971, p.3
216
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1971
141
Gráfico 8: Red empresarial en torno a José Carranza, 1969-1981217
142
sus inversiones de manera interna entre los miembros de su familia. Durante este
periodo en particular lograron establecer relación comercial con empresarios de
las familias Fuentevilla, Farriols, Toledo; inclusive lograron establecer asociación
con empresas norteamericanas como la Westgate-California Food, misma que le
permitió acceder al mercado californiano al margen de la colectividad.
Aun y cuando las inversiones atuneras fueron las de mayor monto dentro del
periodo de 1969 a 1981, muchos de los inversionistas trabajaron al margen de la
red dominante. Con excepción de Tomás de Rueda Coppel y José Carranza,
armadores como la mencionada familia Cevallos y Miguel Castro operaron de
manera individual haciendo de la pesquería del atún una actividad menos
cohesionada que la aún dominante pesquería de camarón.
143
polarizado sobre la figura de algún industrial, este hecho fue el que marcaría de
manera significativa el camino que la economía porteña tomaría los siguiente
años.
144
Esta tendencia a la inversión dentro de empresas no dedicadas a la extracción la
podemos entender como una respuesta de los armadores a las condiciones que la
federación imponía en cuanto al papel de las cooperativas dentro de la pesquería
del camarón. A partir de 1971 el BANFOCO anunció la construcción de 800
embarcaciones camaroneras que serían destinadas al sistema cooperativista
nacional, en lo particular para el puerto de Mazatlán esto significó un ascenso de
la flota cooperativista por encima de la flota de armadores, dejando a estos últimos
en una situación vulnerable.218
Las condiciones adversas que la actividad había presentado durante los últimos
años de la década de1960 hacían pensar que los cooperativistas y armadores
buscarían una mejora en las relaciones contractuales, sin embargo, lejos estuvo la
calma dentro de estos procesos. Para la temporada de 1972 los cooperativistas
hicieron manifiesta su pretensión de secar a los armadores de la actividad
exigiendo un contrato de participación en el cual los armadores cedieran el 85%
de las utilidades.219
218
Sin autor, “Total modernización de la flota pesquera”, ESP, 29 de mayo de 1971, p.3 y 5
219
Sin autor, “Necesitan más unión armadores y cooperativistas”, El Sol del Pacífico, 18 de enero de 1971,
p.5
145
pesca, dando el debido respeto al papel de ambos bandos.220 En segundo
momento esta resistencia se convirtió en un ataque directo a las relaciones entre
ambos grupos. Recurrentes habían sido las paralizaciones de las flotas a manera
de presión, sin embargo, para septiembre de 1972 los armadores mazatlecos
decidieron contratar sus embarcaciones con cooperativas de otros puerros
mexicanos afectando de esta manera a aquellas cooperativas que aún no
contaban con flota propia.221
220
Sin autor, “Necesitan más unión armadores y cooperativistas”, El Sol del Pacífico, 18 de enero de 1971,
p.5
221
Sin autor, “Salió la flota rumbo a distintos puertos del Pacífico”, El Sol del Pacífico, 13 de septiembre de
1972, p.5
222
Gabriel Zaid, La economía presidencial, Océano, México, 2000, p.47
223
El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, julio de 1976 – octubre de 1976
224
Sin autor, “Niegan despachos de pesca a los armadores”, El Sol del Pacífico, 28 de noviembre de 1978, p.7
225
Sin autor, “La actividad pesquera no es rentable, dice Carranza en desconsolador balance”, El Sol del
Pacífico, 17 de febrero de 1979, p.7
146
El tejido de la red que se desarrolló durante el periodo de 1969 a 1981 se puede
comprender de manera más adecuada partir de los sucesos acaecidos en 1980,
debido a que este año significó un rompimiento entre los actores de la iniciativa
privada. Por un lado aquellos que aparecen en la red establecida buscaban de
manera sistemática aprovechar los créditos de las instituciones financieras a las
cooperativas para deshacerse de sus flotas, muchas de ellas en condiciones
deplorables. Este grupo liderado por José Carranza y Julio Berdegué
materializaron su proyecto en octubre de 1981, cuando un total de 207
embarcaciones propiedad de los armadores fueron vendidas a las cooperativas
por un total de 1,242 millones de pesos, a través de créditos otorgados por la
banca pública.226
Ante la pérdida de su líder moral los pequeños armadores obligados a vender sus
embarcaciones camaroneras optaron por formar la empresa Exportadores de
Mazatlán S.A., que agrupaba aproximadamente a 40 socios liderados por Enrique
Castro. La creación de esta empresa financiada a través de un crédito de casi tres
millones de dólares otorgado por BANPESCA, tenía como principal objetivo la
diversificación pesquera para la extracción de especies como tiburón y calamar.228
La no participación de estos pequeños armadores en las actividades atuneras se
debió de manera principal al monopolio que se estableció en el puerto en torno a
esta actividad, mismo que se tejía en torno a la red liderada por José Carranza.
226
Sin autor, “Formalizan la compra de barcos”, El Sol del Pacífico, 16 de octubre de 1981, p.5
227
Sin autor, “La flota completa saldrá a pescar”, El Sol del Pacífico, 28 de agosto de 1981, p.3
228
Sin autor, “Crédito por 2 millones de dlls a armadores”, El Sol del Pacífico, 01 de Febrero de 1982, p.5
147
La última administración de grandes armadores que tuvo la delegación local de la
cámara pesquera estaba integrada de la siguiente manera: Camilo Medrano
Olmeda, presidente; Julio Berdegué Aznar, secretario; Jesús Antonio Cevallos,
tesorero; José Carranza, Jorge Coppel, Héctor Rojas Oriol, Tomás Balderrama y
Genaro Morán, vocales.229 Esta última se presentó en 1974, así, con la unión de
pequeños armadores antes mencionada llegó a su fin uno de los entornos
empresariales más productivos y lucrativos que vio el norte del país durante el
siglo XX
Durante el periodo, Cruz Jamit tuvo inversiones por un de ochenta mil dólares
distribuidos en dos empresas: Pesquera Fuleca S.A. (1979) y Pesquera Escualo
S.A (1980).230 Las relaciones que formó en estas empresas con empresarios como
229
Sin autor, “Armadores acordes en parar la pesca si es necesario”, El Sol del Pacífico., 07 de Mayo de 1974,
p.3
230
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1979-1980
148
Letamendi Lie y Manuel Castello, le unían de manera indirecta a un entramado
empresarial que tenia a las figuras más importantes de la pesca de camarón como
Juan Gavica, José Carranza, Rafael Domínguez.
El caso de Cruz Jamit se puede considerar extraordinario por las conexiones que
a nivel de tejido empresarial este logró desarrollar, sin embargo, existieron casos
de otrora lideres cooperativistas con inversiones superiores a las del mencionado
tesorero de la cooperativa Pescadores de Mazatlán. De esta manera tenemos el
caso de Jesús Becerra quien fungió como presidente de la cooperativa Ignacio
Allende, este presentó inversiones conjuntas cercanas a los setenta mil dólares
siendo su inversión más grande por la cantidad de sesenta mil dólares en la
149
empresa Exmaz S.A., en la cual mantuvo una relación comercial con el
empresario atunero Miguel Castro.231
Por último se encuentran las empresas fundadas por Guillermo García García. No
se tiene registro de que los hermanos Aurelio, Ramiro y Jesús García García,
pertenecieran a la Cooperativa Trópico de Cáncer, de la cual Guillermo García
García fue tesorero. Sin embargo, el sistema cooperativista de Mazatlán,
presentaba una estructura sustentada en redes sociales, a través de la cuales
familiares, amigos y vecinos de un cooperativista se convertían en socios de forma
sencilla. Pese a ser Guillermo García el personaje que figura entre los líderes
cooperativistas, fue su hermano Aurelio quien tuvo mayores niveles de inversión
así como una red de socios más fuerte. Aurelio García García tuvo inversiones en
seis empresas, si bien en la mayoría sus principales socios eran sus hermanos,
llegó a tener inversiones conjuntas con José Carranza Beltrán.
150
Así como la pesquería de camarón se vio influenciada por la figura de José
Carranza como el empresario de mayor peso, la actividad turística contó con la de
Julio Berdegué como el principal inversionista y gestor a nivel local. De esta
manera una gran parte de la actividad económica del puerto pasaba por las manos
de esta sociedad.232 Para el periodo que va de 1969 a 1981, Berdegué tuvo
inversiones en el ramo turístico superiores a los cuatro millones de dólares
posicionándolo no sólo como uno de las cabezas de la economía mazatleca sino
como uno de los empresarios turísticos más prominentes del país.233
Otro de los inversionistas turísticos que continuó con una participación constante
durante el periodo de 1969 a 1981 fue Adán Carreón; éste tuvo participación en
232
El grupo de empresarios que acompaño a Julio Berdegué durante este periodo no presentó diferencias en
relación a uno anterior, siendo José Carranza y Dolores Sacristán sus principales socios comerciales.
233
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1979-1981
151
veintitrés empresas con una inversión cercana a los doscientos mil dólares. Sin
embargo, al igual que en un periodo anterior la lista de asociados comerciales con
los que contaba Carreón no ascendían a más de cuatro, motivo por el cual su
participación no abonó de manera directa a la conformación de un cohesionado
tejido empresarial.
Dos casos que ejemplifican de manera importante el punto anterior son los de las
familias De Cima y Coppel. En el caso de la familia De Cima se tiene que para el
periodo que comprende los años de 1969 a 1981 sus miembros constituyeron un
total de ocho empresas relacionadas con la actividad turística; estas inversiones
sumaron de manera conjunta un aproximado de tres millones de dólares divididos
en tres miembros.234 Como era una costumbre desde la primera mitad de los años
cincuenta, la familia De Cima era ampliamente valorada dentro del tejido
empresarial Mazatleco por lo que logró establecer relaciones comerciales con los
socios más poderosos del entramado local.
234
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1969-1981
152
más prominentes de la iniciativa privada porteña como José Carranza, Martin
Gavica y Tomás de Rueda Coppel.235
Por su parte la familia Coppel en conjunto presentó inversiones cercanas a los tres
millones de dólares, a diferencia de los De Cima, esta familia tuvo grupos al
interior. Si bien es factible encontrar relaciones entre todas estas facciones
familiares en otras épocas, para el periodo de estudio de este apartado no todos
235
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1969-1981
153
entablaron acción conjunta en alguna empresa. Dentro de estos grupos familiares
fueron los Coppel Correa los que lograron cohesionar en torno a ellos a un mayor
número de actores entre los que destacaron Fernando Fuentevilla y Quirino Ordaz
Luna.
Pese a lo anterior, el grupo con más peso fue Coppel Careaga, éste se presentaba
como los inversionistas que de manera tradicional habían pertenecido al
entramado productivo mazatleco desde la década de 1950. De igual manera
lograron establecer relaciones con la mayoría de los subgrupos familiares como
236
Como se puede apreciar en el gráfico a través del cual se representan las relaciones comerciales de la
familia Coppel entre los años de 1969 y 1981, el principal grupo de poder dentro de esta familia fueron los
señores Jorge y Sergio Coppel Careaga quienes lograron generar sinergia no sólo con otros miembros del
tejido empresarial sino con los propios grupos familiares (rojo). De igual manera se puede apreciar el
desligue existente de la familia Coppel Kelly que se convertiría hacia la década de 1990 en la cabeza
empresarial turística de la IP mazatleca.
154
Rojo Coppel, Rueda Coppel, Coppel Peña y Coppel Salcido; la familia Coppel
Careaga aportó el 70% de las inversiones totales de la familia.237
155
conexas a la actividad. Por lo que el traspaso de la flota camaronera tiene que
entenderse como un retiro parcial de los armadores de la pesquería de camarón,
ya que si bien, no participaron de manera activa en la pesca del crustáceo, aún
fueron parte vital en empresas de avituallamiento, reparaciones, maquila,
congelación y comercialización.238
238
El traspaso de la flota camaronera no fue un proceso muy claro entre los actores de la pesca. La falta de
archivos hace imposible determinar los montos exactos a través de los cuales las cooperativas compraron
sus flotas a los armadores. Además de esto, entre los líderes cooperativistas de la época se tienen diversos
testimonios de que el traspaso fue desarrollado en una colusión entre armadores e instituciones como
BANPESCA, hecho que llevó a tasar las embarcaciones (muchas de ellas en condiciones no óptimas para la
actividad) en precios que superaban su valor real en el mercado. Por este motivo el traspaso de la flota
camaronera no puede ser tomado como un triunfo del cooperativismo sobre los capitalistas de la actividad,
sino como una maniobra del propio capital para evadirse de una actividad que mostraba claros síntomas de
desgaste en cuanto a sus niveles de productividad por las condiciones biológicas de la misma especie.
156
Como se puede observar en la tabla anterior las inversiones algunos de los
principales armadores camaroneros, no se detuvieron a partir de su salida de la
actividad en 1981, no solamente no se detuvieron sino que continuaron
presentándose dentro de giro pesquero ya fuera como actividades conexas a la
extracción de camarón o en la pesquería de otras especies. Para el caso de
inversionistas pertenecientes al grupo de Julio Berdegué así como la familia
Coppel estos habían comenzado su proceso de diversificación hacia el turismo al
menos una década atrás.
Sin tener los registros de propiedad en su totalidad, encontramos que para los
años de 1981 y 1982, se constituyeron alrededor de 30 empresas ligadas a la
pesquería de camarón u otra especie dentro del puerto de Mazatlán. Estas varían
sus giros siendo las relacionadas a la venta de equipo marino y ferreterías las
dominantes así como las relacionadas a la pesquería de atún en segundo lugar.
Dentro de los niveles de inversión en la actividad pesquera, estos dos años se
posicionan como uno de los periodos de mayor intensidad alcanzando un
aproximado de 170 millones de pesos.239
Aun y cuando empresarios como los hermanos Medrano, Julio Berdegué y José
Carranza siguieron manteniendo el liderazgo organizacional y moral de las
cámaras pesqueras y empresariales del puerto de Mazatlán, la desarticulación del
grupo armador en torno a la pesquería de camarón dio paso a la aparición de
239
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1981-1982
157
nuevos personajes que funcionaron como ejes articuladores de las empresas
conexas a la extracción de camarón. Siendo su participación más relevante con el
retorno parcial de la iniciativa privada en 1988 a través de la llamada Ley Ojeda.240
Poca fue la participación de los armadores dentro de la opinión pública una vez
que fueron desplazados de la actividad camaronera, la desarticulación de su red y
la negativa de las cooperativas a entrar en un proceso de conflicto en 1981 les
permitieron concentrarse en la diversificación de sus inversiones, generando de
esta manera un proceso de engrosamiento de las cadenas de valor a partir de las
ganancias obtenidas de los últimos años en actividades como la pesca de
camarón y atún, así como el turismo, mercado inmobiliario y los servicios.
Pese a que su grado de cohesión fue menor que el de periodos anteriores la red
empresarial mazatleca mostró puntos de articulación importantes que permiten
explicar algunos de las características del desarrollo de la economía portuaria, en
particular la pesquería de camarón como actividad nodal. Tres fueron los
240
La ley Ojeda, fue una modificación a la ley propuesta en 1987 por Pedro Ojeda Paullada y aprobada por el
congreso en 1988. En esta ley se hacía referencia a lo necesario de la participación de la iniciativa privada
dentro de la pesquería de camarón. Esto debido a las condiciones de competitividad que los mercados
globales exigían y con lo que la actividad camaronera en Mazatlán no podía cumplir dados los manejos
ineficientes de las sociedades cooperativas de producción pesquera. De manera textual Ojeda Paullada
establece que: “Las condiciones en que se desarrolló la pesca hasta 1988 fueron las propias de una economía
cerrada, por lo que se hacía menester tener un ordenamiento transparente, más sencillo y claro que otorgue
certidumbre jurídica para que el sector social y los empresarios privados puedan planear a mediano y largo
plazo su actividad, promover un mayor flujo de inversión y lograr una mayor participación del sector
pesquero en la economía del país. Para facilitar la capitalización del sector la nueva ley establece la
posibilidad de transferencia de concesiones, así como disposiciones para impulsar una mayor integración de
la cadena productiva.”
(Recurso web en disponible en línea) http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/957/22.pdf
241
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1982-1986
158
principales actores que articularon la pequeña red que se estableció en el periodo:
Guillermo García García, Fernando Berdegué Sacristán y Ernesto Coppel Kelly.
A través de esta inversión, Guillermo García García junto con sus hermanos
mantiene las relaciones con el grupo económico más dominante de los últimos 20
242
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1991-1992
159
años en el puerto de Mazatlán, que encabezaban José Carranza y Julio Berdegué.
El hecho de que comenzando la década de los noventa y con un nuevo proceso
de privatización de la pesquería de camarón, un antiguo miembro cooperativista
presente la inversión histórica más grande en la actividad, da muestra de los altos
niveles de corrupción que se manejaron al interior de la pesca social. Y dados los
socios comerciales con los cuales se relaciona, podemos ver que las relaciones
entre armadores y cooperativas fueron manipuladas no para beneficiar al colectivo
de los empresarios, sino para dar preferencia a las inversiones de los grandes
capitalistas.
243
Sin autor, “Lideres cooperativistas repudiaran nueva ley de pesca ante el senado”, El Sol del Pacífico, 06
de Agosto de 1986, p.3
160
situación de discriminación a la cual habían sometido a la iniciativa privada por no
permitirles la inversión en la explotación del crustáceo acabaría de manera pronta,
ya que sólo estos tenían la capacidad de gestión empresarial sobre la pesquería y
las presiones de los mercados externos exigían una industria que en manos de las
cooperativas se había tornado ineficiente.244
A través de cotejar las declaraciones del líder cooperativista con las actas de
constitución de empresas del periodo se encontraron únicamente inversiones de
cinco de los siete armadores citados. Para el caso de Crescencio Cevallos no se
encontró participación en ninguna empresa para cualquier periodo y no se puede
determinar que armador se refiere en el caso del “Güero” Felix. Del resto, fue
244
Sin autor, “Imposible, que armadores regresen a la producción de camarón”, El Sol del Pacífico, 12 de
agosto de 1986, p.3
245
Medrano, Cesar “Ambigua la ley de pesca; no arriesgaremos el capital: CNIP”, El Sol del Pacífico, 08 de
Agosto de 1988, p.1
246
Sin autor “Ex armadores adquieren embarcaciones, acusan” El Sol del Pacífico, 04 de Agosto de 1988, p.9
161
Héctor Torreblanca el que tuvo un mayor nivel de inversión superando los cien
millones de pesos en un total de tres empresas. En el caso de Camilo Medrano,
este aunque con inversiones más discretas pertenecía a una de las familias
pesqueras más dominantes desde la década de 1960, por lo que su participación
de manera indirecta en la pesquería de camarón fue siempre constante.
Quizá esta creencia se sustenta en el hecho de que son los años de 1990 y 1991
aquellos en los cuales retornan a la pesca de camarón algunos de los llamados
grandes armadores, incluso que un 80% de las inversiones se da entre estos
años. Sin embargo, los últimos años de la década de 1980 presentaron niveles de
162
inversión importantes, siendo algunos de los más representativos la constitución
de la empresa Pesca Industrial del Sur S.A., con un capital de 50 millones de
pesos y la congeladora Los Camaroncitos S.A., con un capital de 30 millones de
pesos.
247
Sin autor “Demostraciones agrícolas de la SARH en ejidos de Rosario y Mazatlán, hoy”, El Sol del Pacífico,
10 de Agosto de 1986
248
Sin autor “Acuacultura, el futuro de la pesca mundial: FLO”, El Sol del Pacífico, 15 de Agosto de 1986
164
para que pudieran llevarse a cabo más proyectos acuícolas.249 De la misma
manera, a través de BANPESCA se abrió una línea de crédito por 40 mil millones
de pesos para proyectos acuícolas en todo el país, siendo Sinaloa la punta de
lanza de estas inversiones.250
249
Sin autor “54 mills. de libras de camarón, langosta y atún, exportados a EU”, El Sol del Pacífico, 16 de
Enero de 1987
250
Sin autor “127 mills. de BANPESCA para Mazatlán”, El Sol del Pacífico, 30 de Junio de 1987
251
Medrano, Cesar “Devaluado el precio del camarón por el auge en la acuacultura en otros países”, El Sol
del Pacífico, 04 de Noviembre de 1987
252
Sin autor “Inaugurarán laboratorio de acuacultura en la Esc. Ciencias del Mar”, El Sol del Pacífico, 02 de
Junio de 1988
253
Zepeda, Fernando “Apoyara la FAO la acuacultura en Sinaloa”, El Sol del Pacífico, 22 de Agosto de 1988.
165
Es imposible determinar cuáles fueron los niveles de inversión acuícola entre los
armadores mazatlecos, ya que las actas constitutivas de estas empresas no
especificaban el tipo de producción que establecerían, dado el nombre de la
misma, podemos asegurar que los magnates de la pesquería de camarón y la
industria hotelera, la familia Berdegué, participaron del inicio de esta actividad al
constituir en junio de 1987 la empresa Biotecnicas de Acuacultura S.A. de C.V.,
esta empresa que contaba con un capital de 10 millones de pesos, contaba
también con los socios habituales de la familia en cuestión: José Carranza y
Marcial Camacho.254
3.4.1. Fin del sueño cooperativista: el sector social en los tiempos neoliberales
Inmenso es el número de testimonios que se tienen sobre los excesos en los que
incurrían los miembros de las cooperativas una vez que se hicieron con la
totalidad de la extracción del crustáceo. Dentro del imaginario colectivo mazatleco,
254
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1987
166
el cooperativista era concebido como un gran derrochador que tenía como parte
de sus costumbres habituales el cierre de burdeles, fiestas con música de tambora
en la zona del muelle pesquero, consumo suntuoso de automóviles.
El derroche es una acción criticable desde un punto de vista moral, sin embargo,
se presume que mucho del dinero derrochado no era precisamente fruto de la
comercialización licita del crustáceo. La venta de camarón, en altamar y en
puertos de toda la república a través de coyotes, por parte de los cooperativistas
mazatlecos se convirtió en una práctica constante.
255
Fernando Zepeda “Contadores y abogados, convertidos en coyotes: Federación de Cooperativas”, El Sol
del Pacífico, 22 de Julio de 1987
167
de motor rápido en donde se cree se robó o comercializó camarón de una
cooperativa.256
256
Fernando Zepeda “El patrón y otros tres tripulantes, cómplices”, El Sol del Pacífico, 14 de Noviembre de
1987
257
Sin autor “4 cooperativas deben millonarias cantidades a BANPESCA”, 16 de Agosto de 1986
258
Sin autor “BANPESCA no les presta y recurren a OCEAN GARDEN”, 28 de Agosto de 1986
259
Sin autor “BANPESCA realiza descuentos arbitrarios a las cooperativas: Ricardo Michel Luna”, El Sol del
Pacífico, 27 de Noviembre de 1986
168
remate de este tipo de embarcaciones.260 La relación disfuncional entre las
cooperativas y BANPESCA llevó a ambas a la ruina, para finales de 1989 la
institución bancaria se disolvía ante una quiebra que involucraba desvíos de
fondos por la suma de 2.7 billones de pesos.
Una declaración del secretario de promoción económica del Gobierno del Estado
de Sinaloa, resumió de manera clara el paso de las cooperativas como los únicos
tenedores de la pesca de camarón. En abril de 1992, Sergio Aceves aseguró que
las cooperativas siempre habían sido pobres, sólo que este hecho se hacía más
notable porque ya no existía BANPESCA para otorgar créditos, que la existencia
de la institución generaba una ilusión de bonanza que nunca estuvo sustentada en
eficiencia.261
260
Sin autor “Guillotina BANPESCA a otra cooperativa”, El Sol del Pacífico, 08 de Julio de 1987
261
Sin autor “Crisis pesquera que vive Mazatlán”, El Sol del Pacífico, 12 de Abril de 1992
169
Conclusiones
170
fue disminuyendo de manera paulatina abriendo espacio a un periodo de
competencia predatoria entre los miembros del tejido.
Como se pudo ver a lo largo del capítulo, la industria turística logró desplazar a la
pesquería de camarón en su figura de actividad central, sin embargo, no fue el
único giro que engroso el tejido productivo local. La pesquería del atún se
convirtió en una fuerza económica relevante para la localidad a partir de la década
de 1970 permitiendo amortiguar el estancamiento en el que cayó la economía
camaronícola.
171
Capítulo IV
172
Introducción
Al igual que otras ciudades del norte del país, el interés que despertó Guaymas
entre los inversionistas extranjeros – en especial los de Estados Unidos - fue el
principal motor de desarrollo de su economía. De la misma manera, presentó
similitudes con otros puertos mexicanos que vieron en el comercio marítimo una
forma de vida dejando de lado cuestiones de carácter primario.
La pesca del camarón se convirtió para Guaymas una punta de lanza para su
crecimiento económico, aunque en apariencia poco cohesionados, el puerto
contaba con empresarios capaces de responder de manera positiva a los
173
estímulos de la región, y más importante aún, a las necesidades del mercado
norteamericano.
262
Existen diferentes opiniones y versiones en cuanto a que presidente fue el responsable de retirar las
concesiones de pesca a las empresas japonesas, estas varían entre Lázaro Cárdenas y su sucesor Manuel
174
empresarios locales de Guaymas accionara una serie de inversiones que
pretendían desarrollar la industria del crustáceo.
Ávila Camacho. La versión más desarrollada apunta a que dada la tensión por la segunda guerra mundial
algunas de las empresas japonesas fueran acusadas de desarrollar bases militares en suelo mexicano,
comprometiendo así la relación diplomática con Estados Unidos, estas acusaciones eran imputadas al
guaimense Abelardo L. Rodríguez.
263
O. Shoko Doode, Los Claro-Oscuro, op. cit., p.125
264
Sin Autor, “Mexican Shrimp Business $14,000,000 a Year Industry ”, Long Beach Press Telegram, Long
Beach California, 19 de septiembre, 1948, pp. B-4
265
Shoko Doode, op. cit., p.126
175
su influencia comenzaron a generar un entramado productivo en torno a la pesca
del crustáceo. La misma Shoko Doode hace un recuento de las empresas
relacionadas a esta actividad que se gestaron través de la década de 1940.266
Existe poca información precisa sobre quiénes fueron los actores que participaron
en esta actividad o cuáles fueron los montos de sus inversiones en la década de
1940, sin embargo, a través de revisión hemerográfica de Estados Unidos se
puede asegurar que el flujo de visitantes norteamericanos al puerto sonorense era
266
Ibíd., p.126
176
nutrido y que la promoción que se hacía del puerto era en su mayoría propuesta
por el gobierno del estado.267
De esta manera durante la década de 1940, estados como Arizona, Texas, Iowa,
Michigan, Wisconsin, Nevada, Kansas, Pennsylvania, Nuevo México, Louisina,
New York, Ohio, California, Indiana y Maryland proporcionaron a la ciudad de
Guaymas grupos de turistas de manera regular, posicionando al puerto como el de
mayor importancia en esa actividad en el norte del continente americano.268
267
Sin autor, Muscatine Journal, Iowa, 20 de diciembre, 1940; Monessen Daily Independent, Pennsylvania,
23 de marzo, 1940; Dunkirk Evening Observer, NY, 20 de diciembre, 1940; Manitowoc Herald Times,
Wisconsin, 20 de diciembre, 1940; Hutchinson News Herald, Kansas, 8 de febrero, 1942; Deming Headligh,
Nuevo México, 28 de mayo, 1943; Ruston Daily Leader, Louisiana, 20 de diciembre, 1945; Hagerstown Daily
Mail, Maryland, 3 de octubre, 1946; Logansport Press, Indiana, 25 de julio, 1947; El Paso Herald Post, 10 de
marzo, 1948; Phoneix Arizona Republic, 25 de marzo, 1948.
268
Sin autor, El Paso Herald Post, 10 de marzo, 1948
269
Registo Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1962
177
el puerto sonorense con ciertas regiones del vecino país del norte. Para el caso de
la empresa mencionada encontramos entre los inversionistas a Johan Davidson,
quien también participó en la empresa fundada en 1959 Compañía Inmobiliaria
San Carlos, con un capital que superaba los doscientos cincuenta mil dólares; en
la Compañía Turística de Bacochibampo S. A., constituida en 1954 se contó con la
participación de Howell Manning; la presencia de apellidos de origen francés
dentro de las familias de mayor participación en la economía porteña es un
fenómeno sobresaliente ya que apellidos como Pierre, Villedent, Rigallet, se
encuentran relacionados a las empresas de mayor influencia en la región y fueron
parte fundamental del tejido empresarial que se desarrolló en el puerto.
Inmuebles Miramar S.A 1955 Georgette Vda. De Ávila, Juan Iñigo $160,000.00
La crisis pesquera de inició, al comenzar los años cincuenta, no fue exclusiva del
puerto de Guaymas, el sobre esfuerzo productivo que se generó en todo el golfo
de California desde 1940 trajo consigo una disminución en la productividad por
embarcación y por lo tanto en la tasa de ganancia; los constantes problemas entre
armadores y cooperativas así como las fluctuaciones de los precios del crustáceo
en Estados Unidos generaban un descontrol en las pesquerías de camarón a lo
largo de la región.
270
Sin Autor, “Crisis Pesquera en Guaymas”, El Sol del Pacífico, Mazatlán, 20 de diciembre, 1952
271
Sin Autor, “Aumenta la Flota Pesquera: Pescador Guaimense se Suma a Mazatlán”, El Sol del Pacífico,
Mazatlán, 10 de octubre, 1952
179
origen del tejido productivo y empresarial pesquero dentro del puerto sonorense.
Mientras que en puertos como Mazatlán la actividad aparece motivada por la
acción conjunta de un cuerpo empresarial, en el puerto de Guaymas esta aparece
por la influencia de Abelardo L. Rodríguez quién era de manera primordial un
agente de carácter político.
Durante este periodo las empresas de extracción fueron las que acapararon la
mayor parte de las inversiones, generando con esto un aumento acelerado de la
flota camaronera que para el año de 1952 era de aproximadamente 200
embarcaciones. Sin embargo, las empresas complementarias a la actividad
aparecieron en gran número, de esta forma encontramos constituciones de
empresas dedicadas a actividades capaces de sustentar las necesidades internas
de la actividad, tales como: reparaciones marinas, ferreterías especializadas,
congeladoras, empacadoras, remolcadoras, almacenes, astilleros.273
272
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1962
273
Ibíd.
274
Shoko Doode, op. cit., p.126
180
embargo, fueron otros los empresarios que con sus inversiones conformaron
ambos tejidos.
275
La red empresarial que se constituyó al interior de la pesquería de camarón durante la década de 1950
en el puerto sonorense de Guaymas, marcó la pauta en la existencia de grupos empresariales consolidados
pero con nula participación entre ellos. Los grupos e que se logran apreciar en el gráfico fueron los mismos
que participaron de la actividad turística, de esta manera, aunque existía una concentración dentro de las
actividades económicas en un pequeño número de empresarios, estos no lograron generar la cohesión
interna que si se presentó dentro del tejido empresarial mazatleco. La aparición de figuras centrales como
Alberto Cubillas y Víctor Pierre Muncio fue una de los paralelismos que se marcaron entre ambos puertos.
De esta manera, pese a la falta de relación entre los grupos empresariales, la presencia de líderes
empresariales permitió que el proceso de desarrollo se gestara de forma medianamente viable.
181
económica hacia el sector agrícola, inmobiliario y turístico. Ramón Vizcaíno,
Roberto García, Emilio Vielledent, Víctor Pierre y la familia De Cima, lograron
establecer con grandes inversiones las condiciones materiales para el desarrollo
de la pesquería del camarón y a su vez de la localidad, sin embargo, el tejido
empresarial que se gestaba en el puerto distaba de presentar un entramado
cohesionado.
182
García; existieron de la misma manera inversionistas de peso pero que actuaban
de manera aislada como el caso de Silvano Pérez Ramos y la familia Villedent.
Para el caso del grupo conformado por las familias De Cima y Cubillas,
encontramos que éstas participaron de la constitución de nueve empresas de las
cuales ocho estaban relacionadas a la actividad pesquera y una más al ramo
inmobiliario/turístico. Estas empresas representaban una inversión superior a los
276
Como se puede apreciar en el gráfico los diversos grupos que conformaban el tejido empresarial
guaimense (en este caso el compuesto por Ramón Vizcaíno, Víctor Pierre Muncio y Roberto García Borboa)
se encontraban cohesionados hacia su interior pero desligados entre ellos. La función de empresarios
centrales como García y Muncio permitió la existencia de una red articulada capaz de presentar frente a
estímulos del mercado como disminución en los precios de exportación del camarón o el daño de la flota a
causa de fenómenos meteorológicos.
183
doce millones de pesos y abarcaban actividades como: pesca de camarón,
construcción de equipo marino de redes, congeladora y distribuidora de mariscos.
Por otro lado el grupo económico al cual pertenecían los señores Víctor Pierre
Munsio, Juan Rigallet, Ramón Vizcaíno y Roberto García, participaron de la
economía de Guaymas a través de la inversión en doce empresas, de las cuales
siete estaban relacionadas a la pesquería de camarón y cinco más al sector
turístico/inmobiliario, a través de estas empresas alcanzaron una inversión
superior a un millón de dólares para el periodo de 1950 a 1962.
184
década de 1960. De esta manera nombres como Víctor Vielledent y Pedro
Zaragoza se hacen presentes en las inversiones de este grupo aunque sus
relaciones hacia afuera del mismo eran casi inexistentes.
277
A diferencia de la red empresarial anterior que se tendió en torno a Roberto García y Víctor Pierre, el
tejido empresarial comandado por Alberto Cubillas y Hernando De Cima logró establecerse como un grupo
con mayor nivel de integración y participación conjunta. En este sentido cabe destacar las redes de inversión
que lograron establecer con empresarios mazatlecos como Arturo De Cima Jr., y con la Pesquera
Topolobampo perteneciente al puerto del mismo nombre y pionera de la pesquería de camarón en el
noroeste mexicano.
185
dio a principios de 1950, mientras que con el segundo de los grupos comienza la
relación a partir de 1958, motivo por el cual deducimos que hubo una transferencia
en sus capitales en cuanto a sus filiaciones comerciales.
186
4.2. Transición productiva temprana; del camarón a la sardina, 1961- 1968
Muchas fueron las veces que la industria a nivel nacional se encontró en una
encrucijada de precios, sin embargo, a finales de 1959 los empresarios
sonorenses volvieron a mostrar actitudes que marcarían su relación con la
pesquería de camarón. Durante el mes de noviembre de 1959 ante el desplome
de los precios en Estados Unidos, los empresarios de Guaymas paralizaron sus
actividades argumentado incosteabilidad; de nueva cuenta, dejaban en manos de
los empresarios mazatlecos la responsabilidad de velar por los intereses de la
industria. Con el paso de los meses la situación se normalizó, pero la actitud de
los industriales sonorenses no.278
278
Sin autor, “Barcos amarrado en Guaymas”, El Sol del Pacífico, 13 noviembre de 1959, p. 3
187
entre ambos grupos para la realización de la zafra. Durante este periodo de
conflictos que se extiende durante toda la década, la participación de los
armadores sonorenses se resumió a secundar las decisiones que se tomaban
desde el cuerpo empresarial mazatleco. Por otro lado el proceso de diversificación
económica se seguía gestando de manera casi ininterrumpida siendo la industria
sardinera y turística los principales focos de atención al exterior de la pesquería de
camarón.
279
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1968
188
Es imposible negar que fuera la pesquería de camarón el principal motor de
desarrollo del puerto sonorense de Guaymas, así como que la participación de los
empresarios fuera la pieza fundamental en el crecimiento de esta actividad. Sin
embargo, es justo decir que el carácter heterogéneo de las inversiones
productivas por parte de los empresarios impidió un mayor aprovechamiento de
los recursos y por lo tanto no se presentó un desarrollo a plenitud de la actividad.
189
Gráfico 15. Tejido Empresarial Pesquero en Guaymas 1961-1968280
280
Como es posible apreciar dentro del gráfico correspondiente al entramado empresarial pesquero del
puerto de Guaymas durante gran parte de la década de 1960, este continuó con una tendencia al
distanciamiento entre sus miembros. Como se logra observar en gráficos de red anteriores, los grupos
empresariales que lograban establecerse dentro de la actividad contaban con una fuerte cohesión interna,
sin embargo, la falta de relación entre ellos ocasionaba que el proceso de desarrollo económico local dentro
del puerto sonorense ralentizara su ritmo no pudiendo así competir con otros puertos cercanos como el de
Mazatlán en el estado de Sinaloa.
190
Empresarios como Emilio Kreger, Francisco Hosspertt y Luis Donadieu que en
conjunto tuvieron inversiones superiores al millón de dólares sólo aparecieron en el mapa
durante el periodo de años de 1961-1964, mismo que se caracterizó por ser el de mayor
producción a nivel nacional. De esta manera no es arriesgado asegurar que la
participación de éstos dentro de la actividad respondió más a un oportunismo que a la
intención de establecerse como inversionistas productivos constantes dentro de
Guaymas. En este sentido aunque aparecieron industriales con inversiones constantes
éstas difícilmente superaban la participación en más de dos empresas pesqueras dentro
del periodo, solamente el industrial mazatleco Francisco Azcona tuvo inversiones es tres
empresas siendo el más activo de la industria.
A Francisco Azcona se le suman nombres como los de Carlos Gil Anguiano, Porfirio
Hernández, Javier Millán, Ramón Santoyo, con inversiones en al menos dos empresas.
Sin embargo, ninguno de estos figuró dentro de los principales inversionistas de la
actividad durante la década de 1950, por lo que se puede aseverar que existió un cambio
generacional en los empresarios pesqueros. En este sentido, el grupo compuesto por
Roberto García, Víctor Pierre y Juan Rigallet mantuvieron una participación constante
convirtiéndose en pieza fundamental de la actividad durante al menos un periodo de
quince años.
Por su parte, empresarios que durante la década de 1950 habían funcionado como eje
articulador de la industria trasladaron sus capitales a otros rubros generando con esto una
mayor diversidad en el número de actividades de las cuales participaba la economía
guaimense. Dos son los casos más sobresalientes, por un lado Ernesto De Cima que se
posicionó como uno de los más grandes industriales pesqueros durante el primer periodo
de estudio, para la década de 1960 sólo participó de la empresa constituida bajo el
nombre de Naviera De Cima S.A., que tenía como giro principal comercio de cabotaje y
representaciones comerciales de otras empresas; de esta manera tenemos que De Cima
pasó de tener inversiones cercanas a los cuatrocientos mil dólares a una empresa que
apenas si superaba los dos mil.281
Por otro lado se encuentra la figura de Alberto Cubillas, quien a pesar de mantener un
nivel de inversión estable entre ambos periodos, diversificó de manera total sus
actividades pasando de la pesquería de camarón a la industria turístico/inmobiliaria. Esta
281
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1969
191
diversificación que presentaron las inversiones del señor Cubillas no pueden verse como
una nueva vocación productiva ya que desde 1950 estableció empresas de carácter
inmobiliario, sin embargo, mientras que para la década de los cincuentas este tipo de
empresas se traducían en el 10% de sus inversiones, para la década de 1960
representaban el total del porcentaje.
Dentro de este primer grupo que centró sus inversiones en empresas de corte
turístico y pesquero, encontramos que Rodolfo Ruiz funcionó como eje articular
del entramado empresarial, ya que éste era el socio común para dos diferentes
grupos, uno compuesto por empresarios tradicionales como Ramón Vizcaíno y
Víctor Pierre, y un segundo conformado por una nueva generación de industriales
192
como Jaime Hinojos, Ignacio Tamayo y Javier Millán. Es en este polo empresarial
en complemento con empresarios independientes en el que la industria pesquera
encuentra nuevos bríos que le permitieron consolidar su estructura productiva y
llevar a cabo el inicio del proceso de transición a la pesquería de sardina y atún.
193
un carácter marginal ya que la planta era alimentada con los residuos de la
producción camaronera.282
282
Shoko Doode, op. cit., p.140
283
Dentro de esta red empresarial se hace referencia a las figuras de Víctor Pierre Muncio, Javier Milla Yáñez
y Francisco Llano Zaragoza como los principales inversionistas de la red debido al monto de sus capitales
invertidos. Sin embargo, como se puede ver al centro del gráfico la figura de Rodolfo Ruiz fue el eje central a
través del cual lograron establecer relación los diversos grupos. En el caso de Francisco Llano que no aparece
relacionado con un grupo, la mayor parte de sus comerciales eran miembros al interior de su propia familia.
194
Durante ese mismo año el empresario guaimense Víctor Vielledent realizó la
conversión de algunos de sus barcos camaroneros en sardineros inaugurando así
de manera formal la industria sardinera en el puerto de Guaymas con inversión de
industriales locales.
195
este mismo periodo personajes como Julio Berdegué y José Carranza participaron
de la economía porteña constituyendo en el año de 1966 la empresa Pesquera
Bora, con un capital cercano a los ochenta mil dólares.
285
La pesquería de atún en el puerto de Mazatlán comienza en el año de 1964 como parte de un esfuerzo
estatal para tener una explotación más integral de sus recursos pesqueros. Con el paso de los años el señor
José Carranza se convertiría en el principal empresario atunero de territorio mexicano, sin embargo, fue la
familia Cevallos la pionera de este tipo de pesca en el puerto de Mazatlán; dicha familia participó de manera
activa en la economía de Guaymas durante las dos siguientes décadas.
196
dentro de la industria pesquera que fueron encaminadas a la pesquería de
camarón contribuyendo a fortalecer un entramado que para finales de la década
de 1960 contaba con una participación mayoritariamente cooperativista, la
relevancia de este grupo radica en el hecho de que encontraron en la figura
Ernesto Zaragoza al empresario avícola por excelencia en el puerto, quien añadió
otra actividad clave a la ya heterogénea economía guaimense.
286
Figuras como Alberto Cubillas desarrollaron la capacidad de tender redes empresariales complejas por
periodos prolongados de tiempos, sin embargo, al comparar la densidad en las relaciones del empresario
entre la década de 1950 y 1960, es posible percatarse que para el segundo de los periodos esta densidad fue
menor. La tendencia decreciente en las redes personales de los empresarios es una constante, esto debido
al relevo generacional y la pérdida de presencia de los mismos dentro de la vida económica local.
197
promotores del crecimiento económico del puerto, participando de actividades
pesqueras, turísticas y en especial ganaderas dentro del rubro avícola. Este
carácter homogéneo en las inversiones típico de los industriales del puerto de
Guaymas no se reflejó del todo en la principal cabeza de este grupo, Ernesto
Zaragoza Iberri, quien dedico el 80% de su capital a la explotación de granjas
avícolas.
198
siglo XIX con la inauguración de la línea ferroviaria Benson, que permitía a los
industriales de Arizona transportar maderas pesadas para el desarrollo de su
actividad minera.287 Durante el periodo de este apartado las relaciones entre
ambos territorios habían alcanzado un desarrollo importante y los sectores público
y privado de Arizona pujaban de manera constante por convertir al puerto de
Guaymas en una zona libre de impuestos, y transferir sus exportaciones de carne
y cártamo de los puertos californianos a Sonora.
287
Sin Autor, “Quinta conferencia de comercio Arizona-Sonora”, Tucson Ciudadano Diario, Tucson Arizona,
31 de enero, 1964
288
Sin autor, El Paso Herald Mensaje, Texas, 09 de junio, 1966; Tucson Ciudadano Diario, Arizona, 11 de
octubre, 1966.
289
Sin Autor, “Springbreak on Mexico”, Tucson Ciudadano Diario, Tucson Arizona, 27 de marzo, 1964
199
así como PEMEX, comenzaron la construcción de un aeropuerto internacional (así
como la construcción de pozos de agua para un correcto abasto de los hoteles)
con una inversión superior a los treinta millones de pesos.290
Un fenómeno suscitado por el aumento del turismo que comenzó a suceder dentro
de la economía guaimense fue la diversificación de las inversiones turísticas hacia
la zona rural cercana al puerto. Durante la década de 1950 algunas inversiones
productivas, en especial pesqueras, se habían movilizado hacia el municipio de
Empalme, una década después se presentó un hecho similar pero ahora para el
territorio de San Carlos al noroeste de Guaymas, en donde se presentaron
algunas de las más importantes inversiones turísticas.
290
Sin autor, Tucson Daily Citizen, Arizona, 01 de mayo, 1968; Arizona Republic, Phoenix, 18 de agosto,
1966.
200
máximo punto en la década de 1980. Si bien, fueron las inversiones dedicadas a
actividades turísticas las que moldearon la estructura productiva esta localidad, las
inversiones que se dieron en este territorio también abarcaron actividades
pesqueras. Empresas como Armadores de San Carlos y San Carlos Marina fueron
algunas de las dedicadas a la actividad pesquera que se descentralizaron de
territorio guaimense para establecerse en San Carlos.
201
inversiones productivas. Si bien éste se había presentado desde la década de
1950, fue durante este periodo en donde se hizo más visible con el desarrollo de la
actividad turística y la diversificación de las actividades pesqueras.
202
cohesión, sí adoptó el camino de la diversificación económica como estrategia
para el desarrollo de un entorno económico sólido.
291
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1981
203
De lo anterior se desprenden dos conjeturas importantes, la primera tiene que ver
con el hecho de durante el sub-periodo de 1969-1975 hubo un tiempo de bonanza
y aparente calma dentro de la industria, motivo por el cual los inversionistas
guaimenses se volcaron hacia la actividad, denotando con eso su actitud hacia la
misma que se caracterizaba por participar de manera activa únicamente cuando
existían condiciones favorables y retrayéndose cuando se desataban conflictos
con otros grupos de poder o en su defecto con crisis de precios como en el propio
año de 1975. La segunda se relaciona con el puerto de Mazatlán en donde este
periodo significó un descenso en sus niveles de inversión (ver capitulo 3) motivo
por el cual podemos establecer que ante los mismos pulsos del mercado, los
entramados productivos reaccionaban de manera diferente.
204
Pesquera Galmar 1972 $90,000 Ledesma, Benítez
Transportes Refrigerados Inca S.A 1972 $80,000 Aragón, Beltrán
Empacadora Babria S.A 1973 $80,000 Laboreiro, Noriega
Cuadro 27. Principales empresas Pesqueras en Guaymas 1969-1975
Una década atrás habían sido las figuras de Francisco Azcona y Porfirio
Hernández, quienes habían participado en al menos tres empresas pesqueras
diferentes durante un periodo, para el que va de 1969-1975 se encuentran por lo
menos ocho inversionistas que participaron de manera activa en el mismo número
de empresas, de los cuales los más importantes fueron: Roberto García, Ramón
Ramírez, María Ojeda, Rosa María Álvarez.292
292
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1969-1975
205
La llegada de inversionistas constantes a la pesquería de camarón, aunque
importante para el establecimiento de un tejido empresarial cohesionado, significó
un nuevo cambio en los líderes de la industria. Si bien, la figura de Roberto García
sobresale como la del empresario más constante durante los tres periodos,
empresarios fundadores de la actividad como Ramón Vizcaíno, Ernesto De Cima,
Gabriel Milhe, cada vez contaban con menor presencia dentro del entramado
pesquero. Así, pese a la mejora en la participación de los armadores dentro de la
pesquería, el tejido empresarial general del puerto de Guaymas seguía su
constante diversificadora.
Sin embargo, a partir de la crisis sufrida por la pesquería de camarón en 1975, así
como la tendencia Pro-Cooperativas y estatizadora del Plan Pesquero Nacional
293
Shoko Doode, op. cit., pp.162
206
del presidente Luis Echeverría, la pesquería de la sardina encontró en el puerto de
Guaymas agua fértil para su desarrollo. De esta forma para principios de la
década de 1980 el número de embarcaciones dedicadas a la actividad superaba
las setenta, y la maquila de la sardina ya no se concentraba únicamente en la
elaboración de harina de pescado, sino que era procesada para el consumo
humano.294
294
Shoko Doode, op. cit., pp.165-168
207
En cuanto a la diversificación el tejido empresarial hay dos aspectos que vale la
pena resaltar, el primero tiene que ver con un punto ya mencionado, que es la
aparición de empresarios constantes en sus inversiones dentro de la industria, en
este sentido encontramos que para el periodo completo de 1969-1981, figuras
como la de Ramón Ramírez sirvieron como ejes articuladores del tejido
empresarial participando con inversión en al menos diez empresas.
295
Como es posible apreciar en este gráfico, aún y cuando el tejido empresarial en torno a la pesquería de
camarón logró un nivel de cohesión mayor durante este periodo, esta actividad siguió mostrando rezago en
relación a la actividad turística que se verá más adelante. La aparición de nuevos inversionistas en la
actividad se dio sobre la base de participaciones individuales, ajenas en todo momento a generar
condiciones que permitieran la consolidación de un grupo empresarial sólido.
208
Por otro lado, encontramos que durante el segundo de los sub-periodos volvieron
aparecer inversionistas mazatlecos no sólo en la industria pesquera sino además
en la industria turística. Durante el año de 1975, el empresario camaronero, y
pionero de la pesca del atún en el puerto de Mazatlán, José Antonio Cevallos
funda la compañía Sardinas y Derivados, misma que para la década de 1980 se
convertiría en una de las más completas para la explotación integral de la
sardina.296
296
Shoko Doode, op. cit., pp.165-168; Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1975-1976
297
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1975-1976; Registro Público de la Propiedad, Mazatlán 1955-
1974
298
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1975; Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1950-
1974
209
El paralelismo que se dio entre el desarrollo de la pesquería de camarón y la
industria turística fue un fenómeno que no se detuvo durante este periodo. Por el
contrario ésta presentó niveles de inversión extraordinarios con empresas que
sobrepasaron los dos millones de dólares así como una participación activa por
parte del gobierno del estado de Sonora. La industria turística durante la década
de 1970 no sólo siguió su proceso de consolidación sino que se posiciono como el
principal motor de económico que impulsaría al puerto sonorense.
210
Gráfico 19. Tejido Empresarial Turístico/Inmobiliaria en Guaymas 1969-1981299
299
A diferencia del tejido empresarial que se tendió en torno a la actividad pesquera que carecía de
cohesión interna, en el gráfico se puede apreciar que la actividad turística tuvo un comportamiento
ampliamente diferenciado. Los niveles de inversión conjunta que se presentaron en la actividad permitieron
que el puerto de Guaymas continuase con el proceso de desarrollo impulsado 3 décadas atrás por la
pesquería de camarón.
300
Sin Autor, “Inversiones oficiales para el desarrollo turístico en Guaymas”, Tucson Ciudadano Diario,
Tucson Arizona, 26 de junio, 1971
211
Guaymas S.A., en donde con una inversión cercana a los cuatrocientos mil
dólares tuvo como su principal socio al empresario Oscar Estrada; la segunda
inversión se dio en la empresa, Inmobiliaria Hotelera Noroccidental S.A., que se
presenta como la segunda inversión más grande en el periodo de 1950-1989
dentro del puerto de Guaymas, con un monto aproximado de cuatro millones de
dólares tuvo en la figura de Octavio Llano Zaragoza a su principal socio
comercial.301
Incluso el nivel de gestión por parte del gobierno sonorense se puede ver en el
caso de la Inmobiliaria Hotelera Noroccidental S.A, ya que además de contar con
inversionistas privados locales, contó entre sus socios a la institución denominada
Nacional Hotelera, que funcionaba como una asociación nacional de empresarios
turísticos que brindaba a sus miembros asesoría legal, financiera, administrativa.
301
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1975
212
cercano a los dos millones de dólares, todo fue canalizado al desarrollo de la
industria turística.302 Así como la pesquería de camarón fue la industria de la cual
se desprendieron algunos de los empresarios turísticos más activos, Alejandro
Vázquez encontró en el desarrollo avícola de mediados de los años sesenta el
impulso para poder consolidarse como uno de los más importantes industriales de
servicios del puerto de Guaymas.303
302
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1960-1981
303
Durante el año de 1963 el industrial Alejandro Vázquez del Mercado participó como uno de los
principales accionistas de la empresa Huevo Selecto S.A. Ésta contó con un capital inicial de apenas veinte
mil dólares, sin embargo, pertenecía al grupo de empresas desarrolládas por Ernesto Zaragoza Iberri, quien
como se mencionó fue uno de los miembros de la iniciativa privada más influyentes dentro del puerto de
Guaymas.
304
Como se puede apreciar en este gráfico, el tejido empresarial guaimense siguió contando con la
existencia de empresarios centrales que fueron capaces de articular en torno a si mismos, a una serie de
empresarios que funcionaban como soporte de diversas actividades. En el caso de esta red encontramos las
figuras de Alejandro y Rafael Caballero como los agentes dinamizantes de su grupo empresarial.
213
Por su parte Rafael Caballero, quien fue uno de los principales socios de Vázquez,
participó de un total de once empresas para el periodo que va de 1969-1981, de
las cuales nueve estaban ligadas al desarrollo hotelero del puerto y dos más
fueron parte de la naciente industria frutícola de los valles cercanos a la localidad.
A diferencia de Alejandro Vázquez cabe resaltar que la familia Caballero fue una
de las principales impulsoras del turismo en la localidad de San Carlos, durante
los dos periodos estudiados anteriormente. Entre los años de 1959 y 1967
fundaron las empresas Compañía Inmobiliaria de San Carlos S.A. y Operadora de
San Carlos S.A., respectivamente.
En el año de 1971 la empresa Huges Air West estableció vuelos regulares desde
las ciudades de Tucson y Phoneix, además de que se generaron mejores
condiciones para la captación de turismo de residencia al construirse un campo de
golf de 18 hoyos, 84 unidades de condominios y lugar para 2,500 viviendas
unifamiliares.305 De esta manera el puerto sonorense de Guaymas, que existía en
el imaginario del ciudadano norteamericano desde muchos años atrás, se
posicionaba como uno de los principales sitios de turismo de residencia dentro de
territorio nacional.
214
década de 1940, para esta localidad sonorense el ascenso de las cooperativas se
tradujo en un cierre de filas por parte de los empresarios que lograron
cohesionarse como un entramado empresarial sólido, logrando con esto un
crecimiento generalizado para todas las industrias de la economía guaimense que
habían visto su génesis durante las décadas de 1950 y 1960.
215
económica con al menos un par de actividades más: el turismo y la pesquería de
sardina.
216
En este sentido, se puede observar que empresarios como Octavio Llano, Ramón
Ramírez, Javier Millán y Francisco Fourcade, mantuvieron su posición como los
miembros de la iniciativa privada más activos dentro del puerto. A su vez apellidos
como Bellot, De Cima, Zaragoza Vielledent, Navarro, Gil Anguiano, Vizcaino;
aunque aparecieron como inversionistas marginales cumplieron cuatro décadas
como parte activa de la economía porteña.306 Sin embargo, la aparición de
nuevas figuras empresariales continuó siendo una constante dentro de Guaymas.
Empresarios como Alain Mener y Brunilda Schoener quienes vinieron a
posicionarse dentro de diferentes actividades como sangre nueva dentro del tejido
empresarial estableciendo sociedades con inversionistas tradicionales como la
familia Llano. O el pequeño grupo de inversionistas que conformaban las familias
Chávez, Gastélum.
306
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1982-1989
217
especies, sino del avituallamiento de las embarcaciones así como de la
industrialización y comercialización de las diversas especies.
A la par de estos dos industriales, otros que habían sido importantes inversionistas
camaroneros decidieron suerte con una menos riesgosa y más consolidada
industria sardinera. Porfirio Hernández, quien durante la década de 1960 se había
307
Shoko Doode, op. cit., p.184
308
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1982-1989
218
convertid junto al mazatleco Francisco Azcona en los principales empresarios
camaroneros del puerto, fundó en el año de 1985 la compañía Industrializadora y
Procesadora del Mar S.A.; un caso similar se puede apreciar en el caso de las
familias Uribe y Maytorena, quienes constituyeron la empresa Armadora Atunera
de Guaymas S.A., dicha compañía fue establecida en el año de 1987 con un
pequeño capital de veinticinco mil dólares, si bien ésta no se sumaba a los
esfuerzos de la creciente industria sardinera, permite notar de manera puntual el
camino que algunos empresarios pesqueros siguieron para el periodo de este
apartado.309
309
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1982-1989
219
permitir de nuevo la participación de la iniciativa privada, desde 1987 a través de
lo dictaminado en la Ley Ojeda, se dio un retorno paulatino de capitales privados
motivo por el periodo de no participación fu solamente de cuatro años; en el puerto
de Guaymas este retorno no se dio de manera clara hasta 1992.
Pese a esta expansión, los años que siguieron a 1989 significaron un retroceso
para todas las actividades económicas del puerto sonorense. Por un lado, la
apertura económica que a nivel internacional tuvo el país, puso de manifiesto la
profunda ineficiencia de la pesquería de camarón en manos de las cooperativas,
por lo que se suscitó un desmembramiento masivo de éstas, dejando una
actividad en manos de una nueva generación de armadores que no contaban con
la experiencia para una reestructura de la actividad.
220
generó procesos de contaminación en sus playas que le hicieron perder su ventaja
comparativa del atractivo natural, se tiene que el inicio de la década de 1990 trajo
para Guaymas una crisis económica de la cual no se ha podido recuperar.
221
inversiones en sociedad con algunos otros empresarios diferentes. En total la
familia Llano (Llano Zaragoza, Llano De Cima) tuvo inversiones por más de tres
millones de dólares en un total de diez empresas dedicadas a actividades
turísticas. Como se mencionó anteriormente el crecimiento de la localidad de San
Carlos robaba importancia turística al puerto de Guaymas, de las diez empresas
constituidas por la familia Llano, las diez tenían sus operaciones en la pequeña
localidad el noroeste del puerto.
Conclusiones
222
exclusiva, esto debido a los múltiples intereses económicos y políticos con los que
contaba.
Los cambios de giro comercial que se dieron al interior del tejido empresarial no
pueden entenderse como un proceso de diversificación económica dentro del
puerto de Guaymas. A menudo las etapas de crecimiento de una industria local se
veían interrumpidas por la falta de identidad productiva con la que contaban los
empresarios porteños. Aun y cuando la pesquería de camarón fue la actividad
base para el desarrollo de las demás esta padeció múltiples periodos de
contracción en el flujo de sus inversiones dando pie al surgimiento, más no al
desarrollo, de industrias que de manera paralela buscaban protagonismo dentro
de la localidad.
Dado lo anterior, el proceso de desarrollo del tejido productivo local del puerto de
Guaymas fue limitado y las cadenas de valor que se gestaron en torno a su
economía la solidez necesaria para responder de manera adecuada a los
estímulos del mercado.
223
El desarrollo económico de Guaymas se vio limitado por la falta de un tejido
empresarial sólido, sin embargo, esto no impidió su existencia. Aun y cuando el
proceso de desarrollo no fue el idóneo permitió posicionar al puerto sonorense
como uno de los de más prometedores en cuanto a economía pesquera y
mercante a nivel nacional.
224
Capítulo V
225
5.1. Consideraciones teóricas
226
cada uno de los parámetro de desarrollo que han establecido por múltiples
escuelas, redundaría en una tarea titánica cercana a la propuesta por Braudel con
su historia total. De esta manera, una historia del desarrollo debe de ser limitada
en cuanto a sus parámetros de análisis, centrando sus esfuerzos en aquellas
variables que complementen de manera adecuada al objeto de estudio, ya que a
posteriori es una tarea sencilla en la reconstrucción del desarrollo.
Siguiendo este orden de ideas, se tiene que el tejido productivo de una localidad
encuentra en la figura del empresario a su catalizador; de ahí que el análisis de
uno se base en la dinámica que logre establecer el otro. De esta manera el
capítulo cinco de este trabajo centra su análisis en la figura del empresario como
detonante del desarrollo del tejido productivo local, estableciendo una relación
directamente proporcional entre la solidez de las elites económicas y el camino de
desarrollo que se establece en una localidad.
227
5.2. Inicios de la pesquería del camarón: Hermanos de padres distintos
Esta diferencia en el carácter empresarial que definía a cada uno de los puertos
fue definitiva en el curso del desarrollo de la actividad y de aquellas que
aparecieron a partir del proceso de acumulación que se generó con la pesquería
de camarón, sin embargo, un primer análisis muestra que la estructura productiva
que se generó en ambos puertos en el periodo de 1950 a 1962 presentó un
comportamiento similar, estableciendo así un primer punto de comparación.
228
Para el año de 1950 las condiciones económicas de ambos puertos eran
diferentes, mientras que el puerto sinaloense había alcanzado un desarrollo
urbano considerable y alojaba en su territorio a una población superior a los
setenta mil habitantes311, Guaymas en el estado de Sonora apenas superaba los
cuarenta mil habitantes.312 Debido a esto, los niveles de inversión que se dieron en
cada una de las localidades fueron considerablemente dispares, sin embargo, el
tejido productivo que se generó en ambos puertos fue similar sólo que con una
escala diferente.
20,000,000.00
18,000,000.00
16,000,000.00
14,000,000.00
12,000,000.00
10,000,000.00 Mazatlán
8,000,000.00 Guaymas
6,000,000.00
4,000,000.00
2,000,000.00
0.00
1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961
311
Shoko Doode, Los Claro-Oscuros, op. cit., p.125
312
Ibid.
229
puerto sinaloense captó más de setenta y cinco millones de pesos en inversión, en
contraste con los poco más de cuarenta millones que se inyectaron en la
pesquería de camarón guaimense. A pesar de esto, es posible notar en el gráfico,
que la inversión en los puertos presentó un comportamiento similar a lo largo del
periodo, siendo los años de 1958 y 1959 los únicos con un comportamiento
diferente ya que mientras la inversión bajaba en uno de los puertos en el otro
presentaba crecimiento. De igual manera, las inversiones en el puerto de Mazatlán
presentaron un comportamiento más regular, mientras que en el puerto de
Guaymas existen años como 1953 y 1957 en donde la inversión en la pesquería
de camarón fue igual a cero.
230
remolcadora, 4 ferreteras especializada, 2 chinchorreras, 1 astillero, 45 de
extracción.313
Súbitas caídas de los precios del camarón en Estados Unidos, medidas fiscales
proteccionistas así como un sobre esfuerzo productivo que disminuyo los
márgenes de productividad por embarcación de manera casi inmediata, fueron los
principales problemas que enfrentó la industria camaronera del Golfo de California
en sus primeros años de crecimiento. Pese a las similitudes que presentaron en su
desarrollo los puertos de Guaymas y Mazatlán, la respuesta a estos problemas se
dio de manera diferente, generando con esto multiples sendas de desarrollo que
terminarían con una diversificación turística para el puerto sinaloense y con una
especialización pesquera en la sardina dentro del puerto de Sonora.
Mientras que Guaymas se vio profundamente afectado por los problemas antes
mencionados, el puerto de Mazatlán encontró un detonante de carácter exógeno
para cerrar filas y buscar condiciones de desarrollo endógeno. Una primera línea
explicativa al fenómeno sería que, dado que el tamaño –a nivel de inversión- de la
pesquería en el puerto de Mazatlán era mayor que el de la ciudad de Guaymas,
esta contaba con mayores condiciones materiales y económicas para superar los
retos que encontraba una industria floreciente.
313
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, : 1950-1962; Registro Público de la Propiedad, Guaymas,
1950-1962
231
satisfactoria los escollos que se presentan al inicio de su crecimiento. De esta
manera, se establece que no es de capital importancia el tamaño del tejido
productivo sino la manera en que éste se encuentra constituido y el nivel de
cohesión que existe entre sus actores. Dando por sentado que la constitución de
ambos tejidos presentaba las mismas características en cuanto al desarrollo de
actividades complementarias, y por ende a su capacidad endógena de solucionar
necesidades. Es en el nivel de cohesión entre sus actores donde se puede
establecer la capacidad de cada una de las localidades de responder de manera
diversa a un mismo tipo de estímulos por parte del contexto económico.
232
de 170 empresas relacionadas con la actividad, de éstas 84 se constituyeron
durante los primeros cuatros años, siendo el espacio de tiempo con una mayor
participación por parte de los empresarios. Durante todo el periodo contó con 84
empresarios que superaron en por lo menos cuatro empresas su participación
dentro de la industria, siendo los más importantes Juan Gavica, Rafael
Domínguez, Tomás de Rueda Jr., José Azcona y la familia Coppel.314
314
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1950-1961
233
Como se puede apreciar en el cuadro anterior los principales empresarios
pesqueros mazatlecos presentaron un perfil de inversión diversificado en cuanto al
número de socios con los que entablaban relación, de esta manera lograron
establecer un sistema de relaciones que les permitía por un lado minimizar el
riesgo que conllevan las inversiones en empresas propias de gran tamaño y por
otro lado abarcar aspectos varios de la producción a partir de la diferencia en la
vocación empresarial de cada uno de los socios.
De los ocho empresarios mencionados dentro del cuadro anterior, cinco de ellos –
Juan Gavica, Rafael Domínguez, Tomás Balderrama, Luis Gorostiza y Juan
Bastidas- establecieron inversiones constantes entre ellos. Por su parte Sergio
Coppel, Tomás de Rueda Jr., y José Azcona, mantuvieron relaciones menos
constantes con el principal grupo de poder, sin embargo, se relacionaron de
manera regular con otros empresarios de gran importancia como los miembros de
las familias De Cima, Fuentevilla y Cevallos.
234
establecer que existieron al menos seis grupos empresariales constituidos de la
siguiente manera: 1) Fuentevilla/González Alarcón/Unger, 2) Domínguez/Gavica,
3) Coppel/De Cima/Cevallos, 4) Gorostiza/ Rueda Jr./Rico, 5) Medrano.
235
miembros de los diversos grupos participando de actividades como construcción
de embarcaciones o comercialización de la producción.
236
al menos 3 empresas relacionadas a la pesquería del camarón siendo los de
mayor presencia Ramón Vizcaíno, Roberto García, Víctor Pierre y la familia De
Cima.316
316
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1961
237
Cuadro 36. Principales empresas no pesqueras Guaymas 1950-1961
De estos grupos el de mayor tamaño y cohesión es aquel que tuvo como ejes
articuladores a Alberto Cubillas y Hernando De Cima; en segundo término aquel
que tenía como principales cabezas a Víctor Pierre Munsio y Pedro Zaragoza; por
último apareció un grupo familiar que presentó inversiones tanto en Mazatlán
como en Guaymas y que tiene como origen las empresas constituidas por Héctor
238
Ferreira en la década de 1940, este grupo tenía como cabeza al empresario
Federico Unger.
317
Imagen Ampliada en Anexo 6
239
esfuerzos que se presentaban al interior de éstos estaban encaminados a generar
un beneficio particular al grupo y no a la pesquería en general.
Las diferencias de tamaño que presentaron los tejidos productivos de cada uno de
los puertos, no fue una determinante en cuanto al accionar de estos durante su
primera década de vida, por el contrario presentaron condiciones similares de
producción como acceso a la tecnología, recursos naturales, relaciones de
contratación con las cooperativas. En este sentido, las diferencias en el
comportamiento del tejido empresarial adquieren gran relevancia, que es a partir
de la acción de los empresarios, como los dos puertos concibieron su relación con
la pesquería de camarón que se posicionaba en ambos puertos como la base del
tejido productivo.
240
producción pesquera, estas no determinaban la acción empresarial ni la manera
en que la iniciativa privada de cada puerto establecía sus relaciones de manera
interna y con actores externos como los diferentes niveles de gobierno o las
propias cooperativas.
A partir del primer análisis de comparación se pudo determinar que a pesar de las
diferencias en los volúmenes de inversión que presentaron los entramados
productivos de los dos puertos, también existieron coincidencias en cuanto a la
conformación de una industria central articulada, capaz de solventar su proceso
productivo desde la construcción de embarcaciones hasta la exportación del
crustáceo. De esta manera tenemos que para la década de 1960 el crecimiento de
la actividad pesquera había llegado al punto en el que se podía buscar el
desarrollo de actividades paralelas que pudieran cargar de manera conjunta, con
la responsabilidad de articular el entramado económico de ambas localidades.
35,000,000.00
30,000,000.00
25,000,000.00
20,000,000.00
Mazatlan (P)
15,000,000.00 Guaymas (P)
10,000,000.00
5,000,000.00
0.00
1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968
241
Como se ha mencionado en capítulos anteriores, la década de 1960 caracterizó a
las pesquerías de camarón de ambos puertos por las disputas contractuales entre
armadores y cooperativas. Ha quedado de manifiesto cual fue la postura de
ambos tejidos empresariales ante el conflicto y las repercusiones económicas de
las acciones que emprendieron en cada uno de los casos. Sin embargo, pese a
las diferencias en estructurales de cada uno de los cuerpos empresariales, estos
respondieron de manera similar a los movimientos de la economía pesquera.
16,000,000.00
14,000,000.00
12,000,000.00
10,000,000.00
4,000,000.00
2,000,000.00
0.00
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
Fuentes: Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1961-1968; Registro Público de la Propiedad, Guaymas,
1961-1968
Por este motivo, como se puede apreciar en gráfico anterior, aún y cuando los
niveles de inversiones fueron dispares (cerca de seis millones de dólares para
Mazatlán y cuatro millones de dólares para el puerto de Guaymas) la tendencia de
sus inversiones presentó similitud en cuanto a los años de mayor y menor
242
participación de la propia economía. De esta forma se puede observar que salvo
los años de 1962 y 1964 la inversión en la pesquería de camarón por parte de la
iniciativa privada en ambos puertos respondía de manera similar a los procesos de
expansión y contracción de la propia industria.
Sería arriesgado aseverar que los puertos desarrollaron dos sistemas productivos
paralelos, cada uno de los cuales se enfocaba en una actividad, ya que muchos
de los inversionistas con participación en más de una empresa diversificaron de
manera sistemática sus capitales ya fuera en una dualidad turismo-pesca o con
243
participación marginal en actividades como minería, agricultura o servicios
generales para el comercio de las localidades. Inclusive como se aprecia en el
capítulo cuarto la diversificación de los capitales fue la característica que definió
de manera más precisa al entramado guaimense.
La segunda de las líneas explicativas tiene que ver con un fenómeno opuesto que
es el de la falta de seguridad que brinda un entorno productivo para el desarrollo
de una actividad. La relación de cooperación que se estableció entre las
cooperativas y los armadores, estuvo mediada en todo momento por la
participación del estado como promotor de las cooperativas y por el deseo de
estas de contar con los medios de producción necesarios para prescindir de los
capitales privados. Pese a que fue la gestión de los armadores la que propicio el
crecimiento acelerado de la pesquería de camarón en los puertos del Pacífico, su
244
participación siempre fue evaluada bajo la lente del capitalista que aprovechaba
sus recursos para obtener ganancia de aquello reservado para el sector
desposeído de la población.
Pese a que existieron periodos de tiempo en los cuales esta relación se dio bajo
términos de cooperación, la década de 1960 fue la más álgida en cuanto a los
conflictos sucedidos entre ambos grupos. Entre los años de 1962 - 1965 los
conflictos entre armadores y cooperativas generaron un entorno productivo
enrarecido que no brindaba la seguridad adecuada para la participación de la
iniciativa privada dentro de la pesquería de camarón. Desde 1962 las cooperativas
encontraron en la figura contractual de participación productiva, la manera más
adecuada de afectar los intereses económicos de los armadores. Con propuestas
de contratos que les redituarían la mitad de las ganancias de la comercialización
del crustáceo orillaban a los empresarios a paralizar sus flotas por periodos de
meses, como el perder los primeros días de temporada que a su vez eran los de
mayor productividad.318
Los años siguientes no fueron mejores en las relaciones, para el año de 1963 los
ataques entre cooperativas y armadores eran constantes, todos se encaminaban
afectar la productividad del otro, ya fuera negándose a maquilar la producción de
las cooperativas en el caso de los armadores, o negándose a firmar las
concesiones de pesca para que los privados pescaran crustáceo en el caso de las
cooperativas.
Este campo de batalla en el que se convirtieron los puertos del noroeste del
Pacífico mexicano puede entenderse como el segundo de los motivos por los que
el tejido empresarial buscó diversificarse de manera temprana; incluso importantes
familias de inversionistas como los Coppel en Mazatlán y los De Cima en
Guaymas, aprovecharon la coyuntura de los conflictos para movilizar parte de su
318
Sin autor, “Comenzó el estira y afloja en la contratación de camaroneros, El Sol del Pacífico., 07 de agosto
de 1962, p.3; Sin autor, “Frente a frente armadores y cooperativistas, hoy”, El Sol del Pacífico, 05 de
septiembre de 1962, p. 3 y 5; Sin autor, “55% armadores, 45% cooperativas, El Sol del Pacífico, 20 de
septiembre de 1962, p. 3; Sin autor, “Será tremendo el colapso económico de prolongarse el conflicto
pesquero”, El Sol del Pacífico, 18 de septiembre de 1962, p. 3 y 5
245
inversiones a una actividad más estable como lo fue el turismo. Como se observó
en el apartado anterior, la actitud medrosa de los empresarios guaimenses no fue
exclusiva de ese puerto, aunque existieron familias como la Medrano que
entablaron una lucha férrea con las cooperativas hasta el año de 1981, hubo
aquellos como Rafael Domínguez y Jaime Coppel que ante la primera crisis
decidieron abortar su participación de la actividad camaronera.
246
dividieron de la siguiente manera: 10 congeladoras, 3 industrializadora, 2
remolcadora, 5 ferreteras especializadas, 2 astilleros, 66 extracción.
247
Gráfico 26. Tejido empresarial Mazatlán 1961-1968319
319
Imagen Ampliada en Anexo 7
248
centrales que fungieron como ejes articuladores entre diversos grupos de
inversionistas. A partir de estos puntos centrales dentro del entramado, se puede
establecer que existieron al menos nueve grupos empresariales constituidos de la
siguiente manera: 1) Berdegué/Carranza, 2) Domínguez/Gavica, 3)
Coppel/Reynand, 4) De Cima/Cevallos, 5) Medrano, 6) Carrillo/Rojas/Reyes, 7)
Carreón/Sayas, 8) Bastidas/Castelló, 9) Medrano.
320
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1961-1968
249
Cuadro 38. Principales empresarios Guaymas 1961-1968
250
presentaron una fuerte cohesión hacia su interior pero un claro desapego hacia el
colectivo. Estos grupos los podemos clasificar de la siguiente manera: 1)
Pierre/Villedent/Rigallet, 2) De Cima/Zaragoza, 3) Hernández/Azcona, 4)
Millán/Ruiz/Hinojos, 5) Cubillas/Iberri
321
Imagen Ampliada en Anexo 8
251
diversificación trajo consigo una renovación en los puestos de principales
inversionistas dentro de la economía de ambos puertos.
Esta visión a corto plazo que llevaba al empresariado del puerto sonorense a
buscar la actividad más rentable del momento, también le condujo por un camino
de perdida sistemática de visión de conjunto, ya que al no existir una industria que
generara sentido de pertenencia a un grupo los esfuerzos di versificadores eran
individuales generando con esto la aparición de un gran número de actividades
diseminadas en un espacio territorial incapaz de responder de manera positiva a
las exigencias de cada una.
252
que en Guaymas la pesquería de camarón cedió protagonismo a otras actividades
finales de la década de 1950 y los años sesenta no significaron una crisis mayor a
las anteriormente padecidas, para el puerto de Mazatlán significó una
reorganización de tejido productivo y una pérdida de cohesión en el empresarial.
253
El rápido ascenso de las pesquerías de atún y sardina no coincidió en ninguno de
los puertos con el del turismo. Al ser la actividad de servicios de naturaleza
diferente las condiciones de su entramado productivo distaban de ser
desarrolládas. Si bien, es verdad que el turismo se practicó en ambos puertos de
manera constante desde la década de 1940, fue hasta el periodo de 1969 - 1981
cuando adquirió relevancia para el fenómeno de desarrollo. Lo que es innegables
es que para el periodo que abarca este apartado, hablar de tejido productivo local
ya no hacía referencia exclusiva a la pesquería de camarón.
Para el periodo de estudio el flujo de inversión que recibió el puerto sinaloense fue
cercano a los cuarenta y cinco millones de dólares, mientras que para el puerto de
Sonora apenas rebasó los veinte millones. Pese a las similitudes presentadas por
ambos entramados productivos en los periodos anteriores, en este es posible
notar diferencias en la manera en que ambos respondieron a las crisis del sistema
económico. Las contracciones en los flujos de inversión que se presentaron en el
254
puerto de Guaymas coincidían con la actitud de sus empresarios que se habían
caracterizado por rehuir de las problemáticas que se presentaban en sus distintas
actividades e inclusive a cambiar de manera abrupta de giro productivo.
120,000,000.00
100,000,000.00
80,000,000.00
60,000,000.00
Mazatlan
Guaymas
40,000,000.00
20,000,000.00
0.00
1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981
Fuentes: Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1969-1981; Registro Público de la Propiedad, Guaymas,
1969-1981
255
¿Puede entenderse la aparición de este tipo de empresarios como un retroceso en
los procesos de desarrollo de ambos puertos? En términos generales sí, sin
embargo, el contexto de crisis a nivel sistema exige un comportamiento diferente
por parte de la iniciativa privada. En el caso de los empresarios de Guaymas que
optaron por una actitud de contracción, se puede entender que la cercanía del
puerto sonorense con el mercado de Estados Unidos (Arizona) le hizo más
vulnerable a los movimientos del dólar y por lo tanto más precavidos en cuanto a
su participación dentro de cualquier actividad que supusiera riesgo; en el caso de
Mazatlán la aparición de empresarios en apariencia predadores respondía a las
mismas causas del entorno de crisis generalizada, ya que este tipo de actores
responden como salvaguardas del entramado al que pertenecen.
322
La maquinaria productiva utilizada para las pesquerías era similar entre sí. Pocas empresas establecieron
en su acta constitutiva a cual pesquería iban encaminadas y por lo tanto es difícil determinar desde los
archivos cuantas estaban enfocadas a la explotación del atún y cuantas a las del camarón. Del mismo modo
aparecieron pesquerías marginales como la jaiba o el calamar que es casi imposible determinar a través de
los registros de propiedad.
323
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1969-1981
256
22 comercializaras, 12 industrializadoras, 2 astilleros, 4 asociaciones de
armadores, 22 de servicios diversos.324
324
Dentro de estas empresas se encontraban: remolcadoras, chinchorrerías, ferreterías especializadas,
talleres, despachos jurídicos y contables.
325
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1969-1981
326
Las operadoras turísticas eran las empresas turísticas que contaban con el acta constitutiva más
completa. Contemplaba dentro de su rubro: hotelería, restaurantes, agencias de viajes, servicios
profesionales al turismo y pesca deportiva.
327
Uno de los fenómenos de mayor interés que aparecieron dentro del tejido empresarial mazatleco fue el
establecimiento de asociaciones entre empresarios que funcionaban como alianzas estratégicas para hacer
frente a los embates del mercado. Si bien este tipo de organizaciones se habían presentado para pesquería
de camarón, no se habían presentado dentro del entorno turístico. Para el periodo de estudio dos fueron los
casos más representativos: Promotora de Inversiones Industriales en Mazatlán S.A., y Pronovo Asociados S.A.
En el caso de la primera de las empresas logró reunir en torno a sí a algunos de los empresarios más
importantes del periodo como José Carranza, Sergio De Cima Guereña, Sergio Coppel y Tomás de Rueda; por
la segunda empresa contó con el que sería con el paso de los años el principal actor del turismo en el puerto
sinaloense Ernesto Coppel Kelly, acompañado de empresarios como Fernando Fuentevilla, Antonio Toledo y
Henry Collard
257
Cuadro 39. Principales empresarios Mazatlán 1969-1981
258
en la economía porteña no fue una limitante para que se presentara una actividad
mayor en el número de empresarios.
259
manera más efectiva a las externalidades que suponía un sistema financiero
internacional en crisis. El tejido productivo que había logrado establecer formas de
liderazgo a partir de empresarios innovadores, mutó de tal manera que encontró
en la figura de empresarios más agresivos la manera de ir adaptándose a las
condiciones del mercado.
Por su parte, el puerto de Guaymas que había marcado una división de sus
actividades principales desde muy temprano en la segunda mitad del siglo XX,
328
Imagen Ampliada en Anexo 9
260
logró un crecimiento de todas estas durante la década de 1970. Pese a su
posición vulnerable por su cercanía con los Estados Unidos y su profunda
dependencia de la estabilidad del dólar, Guaymas respondió ante la crisis de una
manera muy similar a la que lo hizo el puerto de Mazatlán, permitiendo el ascenso
de grandes empresarios de corto monopolista.
329
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, : 1969-1981
330
Dentro de estas empresas se encontraban ferreteras especializadas, talleres así como un astillero
261
Alejandro Vázquez 11 Turismo 11 Zaragoza
Caballero
Ramón Ramírez 8 Pesca 8 Caballero
Quiroz
Edward Grossman 7 Turismo 5 Celis
Ahumada
Octavio Llano 7 Pesca 7 Zaragoza
Turismo Cima
Marco Murillo 6 Turismo 5 Ochoa
Vázquez
Edna Ojeda 5 Pesca 9 Ramírez
Amezquita
Javier Millán 5 Turismo 9 Iberri
Pesca Richardson
Manuel Peralta 4 Pesca 7 Gil
Acosta
Fuente: Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1969-1981
331
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1969-1981
262
Otra diferencia notable que se presentó entre ambos puertos e incluso para el
propio Guaymas en comparación con un periodo anterior, fue la existencia de
inversionistas exclusivos de una actividad. Como se puede apreciar entre los
nombres que figuran en el cuadro anterior hubo cinco que solamente participaron
en un giro económico: Alejandro Vázquez, Marco Murillo, Edward Grossman como
exclusivos del turismo y Ramón Ramírez, Edna Ojeda, Manuel Peralta exclusivos
de la pesca.
263
Gráfico 30. Tejido empresarial Guaymas 1969-1981332
332
Imagen Ampliada en Anexo 10
264
5.5. Pérdida de identidad productiva: sobre diversificación y crisis neoliberal
265
iniciativa privada. A partir de esta lógica a reinversión de capital en otras
actividades económicas se antojaba como el camino a seguir por parte de los
empresarios que aún dedicaban la mayoría de sus esfuerzos a la pesquería de
camarón, sin embargo, la pérdida de competitividad de la economía mexicana en
el nuevo entorno neoliberal así como una constante devaluación del peso pusieron
a ambos puertos en una situación económica de deterioro, en la cual los tejidos
productivo y empresarial presentaron un severo retroceso con respecto a periodos
anteriores.
3,000,000.00
2,500,000.00
2,000,000.00
1,500,000.00 Mazatlan
Guaymas
1,000,000.00
500,000.00
0.00
1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991
Fuentes: Registro Público de la Propiedad, Mazatlán, 1981-1991; Registro Público de la Propiedad, Guaymas,
1981-1991
333
Para el puerto de Guaymas solamente se tiene información hasta el año de 1988.
266
traspaso de la flota y a las condiciones de crisis monetaria del país, a través de
una contracción de las inversiones dentro de las principales actividades
económicas. Sin embargo, fue el puerto de Mazatlán el que logró recuperar a
mitad del periodo cierto nivel de participación empresarial, mientras que el puerto
de Guaymas cayó en un profundo proceso de crisis del cual logró recuperarse
hasta entrada la década del año 2000.
267
De este número de empresas solamente 22 tenían como giro la pesquería en
general y la mayoría de estas compañías se constituyeron al final de periodo
cuando el sistema cooperativista se encontraba colapsado y la pesquería de
camarón al borde de la desaparición. Al igual que sucedió en los periodos
anteriores el resto de las empresas se dividieron en actividades como congelación
y comercialización del crustáceo. Sin embargo, uno de los caminos tomados por
algunos de los empresarios seccionados de la pesquería de camarón, fue el de
trasladar sus inversiones a la actividad acuícola; si bien, para este periodo
únicamente dos empresas contaban en su giro con esta actividad, el aumento en
la población de granjas acuícolas, así como los apoyos gubernamentales dan
cuenta de algunas empresas de pesca en altamar que participaron de esta
actividad.334
334
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1982-1991
268
arrendadoras de autos, clubes de tenis y golf, servicios de pesca deportiva,
tiendas de ropa de playa, artesanías. 335
335
Ibid, 1982-1991
269
La permanencia de empresarios como José Carranza, así como el ascenso de
segundas generaciones de familias empresarias tradicionales como Sergio Coppel
Salcido o Fernando Berdegué Sacristan, habla de cierto nivel de permanencia en
la estructura empresarial del puerto. Sin embargo, la aparición de personajes
como Henry Collard y Quirino Ordaz Luna permite asegurar que las condiciones
del tejido permitieron la incursión de nuevos empresarios con una menor
capacidad a los que tradicionalmente habían llevado las riendas de la economía.
Los cambios en el entramado empresarial no presuponían una disminución de la
actividad económica mazatleca que como se demostró en el capítulo tercero se
encontraba en un constante crecimiento.
336
Imagen Ampliada en Anexo 11
270
Un punto que cabe resaltar es la llegada de Ernesto Coppel Kelly como uno de
los miembros más activos del tejido empresarial, la incursión de este capitalista
significaría un cambio en el paradigma turístico imperante en el puerto
imprimiéndole un sentido de modernidad a la actividad; este espíritu innovador en
torno al turismo llevó a Coppel Kelly a ser miembro activo del puerto turístico de
Los Cabos en Baja California Sur, generando una estrecha relación entre puertos.
271
Para el periodo que comprende los años de 1982 a 1988 337 se constituyeron en el
puerto de Guaymas treintaicinco empresas ligadas a la actividad pesquera, en su
mayoría dichas empresas estuvieran encaminadas a la pesquería de sardina, y no
es posible determinar por las condiciones del Registro Público de la Propiedad si a
partir de la Ley Ojeda hubo retorno de capitalistas guaimenses a la zafra del
camarón. Pesé al número limitado de compañías constituidas, la diversidad de
estas daba cuenta de un tejido productivo que aún lastimado por las condiciones
económicas generales, intentaba abarcar todos los aspectos necesarios para
llevar a cabo la actividad. En este sentido aparecieron industrias encaminadas a la
construcción naval, comercialización de mariscos, congeladoras, enlatadoras,
ferreteras especializadas.338
337
La información que se maneja a lo largo del documento es extraída de los archivos de Registro Público de
la Propiedad de ambos puertos. Para el caso de Guaymas el acceso a la información ha sido posible hasta el
año de 1988 dadas las condiciones de archivo.
338
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1969-1981
272
En lo que respecta a la industria turística encontramos que para el mismo periodo
de tiempo se constituyeron cuarenta y tres empresas que vinieron a engrosar el
entramado que en torno a la actividad se había desarrollado desde la década de
1940. Al igual que el puerto de Mazatlán, las inversiones turísticas fueron
acaparadas por las operadoras turísticas que sumaron en total dieciocho. Por otro
lado se tiene que las empresas dedicadas al préstamo de servicio para la pesca
deportiva abundaron durante este periodo, retomando así la vocación del turismo
cinegético que caracterizó al puerto sonorense cincuenta años atrás. Al margen de
estos tipos de empresas durante el periodo, se constituyeron 12 inmobiliarias, 3
constructoras, 2 marinas y algunas otras de servicios variados. 339
339
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1982-1988
273
Gráfico 33. Tejido empresarial Guaymas 1982-1991340
340
Imagen ampliada en Anexo 12
274
5.6. Flujo empresarial interportuario
275
Es en el caso de las inversiones directas en donde ambos puertos encuentran una
correlación que permite establecer un paralelismo más entre el desarrollo que
ambas economías tuvieron a partir de 1950. Aun y cuando el flujo de inversiones
entre ambos puertos fue bajo, es notable que se presentara este tipo de
interacción ya que permite analizar esbozos de una región articulada más allá de
las limitaciones espaciales. Atendiendo de nuevo a la diferencia de tamaños entre
ambos tejidos productivos se tiene que el flujo de inversiones de Mazatlán hacia el
puerto de Guaymas fue mayor que su contraparte, sin embargo, la interacción
empresarial fue mayor para los inversionistas del puerto sonorense.
276
por los mismos accionistas, lo que lleva a suponer una relación matriz-sucursal
entre las compañías de ambos puertos.342 En segundo lugar, se tiene que pese al
nivel de afectación que las economías porteñas sufrían durante los periodos de
crisis organizacional de la pesquería de camarón, las actividades de carga
permanecían constantes dado el papel fundamental de ambos puertos dentro del
comercio con la costa oeste de Estados Unidos y el continente asiático; dado lo
anterior, la acción de los citados empresarios se entiende como un proceso natural
de expansión de los mercados por parte de la empresa.
La tercera de las empresas fue constituida en el año de 1975 con la razón social
de El Palacio del Oceáno de Empalme S.A. de C.V., la compañía contó con un
capital cercano a los ochenta mil dólares, y tuvo como principales socios comercial
a los industriales mazatlecos: Quirino Ordaz Luna, Jaime Coppel y Ramón
342
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1956
343
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1966
277
Fuentevilla; dentro de esta sociedad mercantil existió un cuarto inversionista en la
figura de Rómulo Díaz, sin embargo, es imposible determinar la procedencia de
dicho individuo ya que no presentó ninguna otra operación de constitución en
ninguno de los dos puertos durante el periodo de tiempo de estudio.344
Esta empresa se estableció bajo el giro de pesca deportiva, la cual había sido la
punta de lanza del crecimiento turístico dentro de la región de Guaymas a
mediados de los años cuarenta. Como su nombre lo indica, estableció sus
actividades dentro de la denominada región Bahía de Guaymas, en la cual se
encuentra el puerto de Empalme que se localiza a 10 km del puerto en estudio;
como se manejó dentro del segundo capítulo, los tejidos productivo y empresarial
de Guaymas abarcaron no solamente este puerto, sino se extendieron a los
puertos de Empalme y San Carlos concibiéndose como una sola traza urbana.
Al igual que sucedió con la primera de las cuatro empresas, ésta se presentó
como una búsqueda de expansión del mercado para sus integrantes y no como
respuesta a un proceso de crisis de la localidad de origen. Durante los años de
1974 y 1975, los socios de esta firma fundaron en el puerto de Mazatlán las
compañías Océano Palace S.A. de C.V. y Operadora del Océano S.A. de C.V.,
ambas empresas pertenecían a un pequeño consorcio que comenzaba a
desarrollarse en lo hotelero. De esta manera se puede encontrar continuidad en el
flujo de capital por parte de los hoteleros en donde Guaymas aparece como un
espacio ampliado sobre el cual poder ejercer acción productiva.345
344
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1975
345
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1974-1975
278
los sistemas productivos locales después del traspaso de la flota camaronera a
manos de las cooperativas de producción pesquera.346
Los hermanos Letamendi Lie y José Castelló, principales socios de esta empresa
fueron constantes inversionistas mazatlecos desde la década de 1950, con
participación igualitaria en las industrias pesquera y turística habían logrado
establecer en torno a ellos una importante red de empresarios, sin embargo, el
año de 1982 marca su última inversión dentro de la economía mazatleca (datos
hasta 1999) a través de la compañía Distribuciones Marinas S.A. de C.V., la cual
contó con un capital cercano a los cincuenta mil dólares. Por su parte Emilia Haas
Bishop, quien había sido parte de este pequeño grupo empresarial, desde la
década de 1960, dio cuenta de una inversión en el puerto de Mazatlán en el año
de 1988, bajo la denominación de Plásticos de Sinaloa S.A. de C.V., en la cual
contó con socios comerciales diferentes. 347
346
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1985
347
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1982-1988
279
responder de manera más adecuada a los pulsos del mercado; estos empresarios
fueron: José Azcona, José Cevallos, Federico Unger y Wifredo Acosta.
280
En el caso de José Azcona se tiene que participó de cuatro empresas en el puerto
Guaymas: Pesquera Guaymense S.A. de C.V. (1962), Almacén de Armadores
S.A. de C.V. (1962), Hotelera de Occidente S.A. de C.V. (1963), Pesquera del Mar
S.A. (1963). En conjunto estas cuatro compañías alcanzaron un monto de capital
cercano a los trescientos mil dólares, y tuvieron al local Porfirio Hernández como
principal socio comercial; Hernández quien había aparecido en la década de 1950
como un empresario menor, se convirtió en la cabeza de la iniciativa privada de
Guaymas en los años sesenta, esto pese a no haber establecido relación con los
grandes grupos de poder económico porteño.348
348
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1962-1963
349
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1950-1961
350
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1959-1973
281
Gráfico 34. Tejido empresarial combinado Guaymas-Mazatlán a partir de las
inversiones de Federico Unger y José Azcona: 1950-1988
282
se desprende la tipificación del empresario guaimense. Pese a ese episodio,
Silvano Pérez continuó con su acción empresarial en la localidad sonorense
llegando a establecer relación comercial con empresarios a nivel nacional como
Armando Garza Sada, con el cual participó de la empresa Transportes de carga
Pullman S.A. de C.V. (1979).351
351
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1979
352
En este cuadro se puede apreciar la manera en que interactuaron los tejidos empresariales de ambos
puertos a partir de las relaciones comerciales de los señores Federico Unger y José Azcona. En esta
representación gráfica se observan las relaciones de ambos empresarios con el tejido empresarial mazatleco
(rojo) sus relaciones con el tejido empresarial guaimense (verde) así como relaciones que existieron entre
los empresarios y socios comerciales de los antes citados (azul)
353
Imagen ampliada en Anexo 13
283
Con respecto a su actuación dentro del entramado productivo mazatleco, Unger
Ferreira participó en seis empresas perteneciendo a uno de los subgrupos
empresariales que lideraba Juan Gavica. Contrario a tipo de empresas de las que
fue accionista en Sonora, dentro de Mazatlán dividió su capital entre la pesquería
de camarón y el turismo. En este punto es preciso hacer hincapié en el tipo de
entorno empresarial que se había gestado en cada una de las ciudades, mientras
que una presentaba continuidad en el desarrollo de una actividad, la otra no
definía la vocación productiva sobre la cual sentaría la bases de su desarrollo.
Aunque con menor nivel de cohesión entre los tejidos productivos de cada una de
las localidades, se encontraban los señores José Cevallos y Wilfredo Acosta.
Muchos se ha dicho sobre la familia Cevallos como el principal motor de la
diversificación hacia la pesquería del atún que sufrió el puerto de Mazatlán a
finales de los años setenta. El campo de influencia de la familia Cevallos como
empresarios atuneros alcanzó el desarrollo del puerto sonorense en donde José
Antonio Cevallos participó de tres empresas encaminadas a esta pesquería.
284
empresas de las cuáles fueron inversionistas en el puerto de sur de Sinaloa fueron
estrictamente familiares, con escasa o nula inversión de empresarios ajenos a su
núcleo familiar.355
Aun con lo anterior, se tiene que la familia Cevallos logró articular en torno a sí, a
los principales miembros de los tejidos empresariales de ambos puertos,
convirtiéndose con esto en pieza fundamental del desarrollo económico de la
región productiva objeto de estudio. Sin la certeza que provee el análisis del
registro público de la propiedad del municipio de Ahome (Sinaloa), a partir de los
355
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1950-1988
285
registros hemerográficos se puede establecer que este grupo empresarial logró
una fuerte relación con el puerto de Topolobampo, por lo que una participación
directa como inversionistas de éste no puede ser descartada. De ser así,
encontraríamos en la figura de los Cevallos al eje empresarial que generó
cohesión entre la región pesquera del Golfo de California.
356
En este cuadro se puede apreciar la manera en que interactuaron los tejidos empresariales de ambos
puertos a partir de las relaciones comerciales de los señores José Cevallos y Wilfredo Acosta. En esta
representación gráfica se observan las relaciones de ambos empresarios con el tejido empresarial mazatleco
(rojo) sus relaciones con el tejido empresarial guaimense (verde) así como relaciones que existieron entre
los empresarios y socios comerciales de los antes citados (azul)
357
Imagen ampliada en Anexo 14
286
En comparación con José Cevallos, el señor Wilfredo Acosta se presentó como un
empresario menor en ambos tejidos productivos. En lo que se refiere a la
economía del puerto sonorense, se tiene que participó en dos empresas avocadas
al ramo turístico, ambas compañías tuvieron una inversión cercana a los cien mil
dólares y funcionaron bajo la razón social de: MAEOS Tours S.A. de C.V. (1979)
MAEOTOURS S.A de C.V. (1983).
358
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, 1950-1988
359
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1970-1986
287
establecieron con ambos tejidos empresariales. Un menor grado de integración de
los tejidos productivo y empresarial en el puerto de Guaymas llevó a algunos de
sus empresarios a buscar relaciones comerciales más estables en los puertos
pertenecientes a la región; dada la proximidad geográfica que existió con puertos
como Peñasco (Sonora), Huatabampo (Sonora) y Topolobampo (Sinaloa) es
posible encontrar una fuerte participación de capitales guaimenses en los mismos.
360
Para el periodo de estudio, Mario Nadal sólo cuenta con una constitución de empresa dentro del puerto
de Guaymas en el año de 1950. Sin embargo, si extendemos el análisis de sus socios comerciales a la figura
de Mario Nadal Iberri, entonces la influencia de ambos dentro del tejido productivo guaimense es mayor en
la medida de que este último logró establecer un mayor número de relaciones empresariales con la IP de su
localidad.
361
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, 1961
288
Cuadro 44. Principales inversionistas guaimenses en el tejido productivo de
Mazatlán 1950-1988363
289
productivo. Sin embargo, la participación de estos industriales en la economía de
Guaymas fue fundacional a distintos niveles, ya que desde la década de 1950
lograron posicionarse como piezas claves en la ingeniería empresarial del puerto.
364
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, : 1950-1988
365
Se estima que Fernando Urrea comienza su relación en el puerto de Mazatlán durante el mismo proceso
de crisis en el puerto sonorense, que llevó a Silvano Pérez Ramos a movilizar su flota pesquera hacia el
puerto de Mazatlán a principios de la década de 1950. Sin embargo, por las condiciones del Registro Público
de la Propiedad del municipio de Guaymas es imposible establecer aquellas empresas en las cuáles invirtió
Urrea.
290
económicas en el puerto: Cevallos y Coppel (pesca), De Cima (turismo), Gorostiza
(agricultura).366
En este sentido, las inversiones de Fernando Urrea se pueden entender como una
migración de capitales de puerto de Guaymas a Mazatlán, que al darse en el
366
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, : 1961
291
contexto de la crisis local del puerto sonorense a principios de la década de 1950,
se percibe como una acción natural dentro de los capitalistas que buscan movilizar
sus factores a lugares que proyectan una mejor utilización de los mismos. Sin
embargo, la filiación de los mismos industriales a lo local genera procesos de
retorno como lo fue la inversión que presentó en 1966 dentro del puerto
sonorense.
367
Imagen ampliada en Anexo 15
368
En este cuadro se puede apreciar la manera en que interactuaron los tejidos empresariales de ambos
puertos a partir de las relaciones comerciales de los señores Hernando de Cima, Fernando Urrea y Mario
Nadal. En esta representación gráfica se observan las relaciones de ambos empresarios con el tejido
empresarial mazatleco (rojo) sus relaciones con el tejido empresarial guaimense (verde) así como relaciones
que existieron entre los empresarios y socios comerciales de los antes citados (azul).
292
Con un capital de cuatrocientos mil dólares y bajo la razón social Inmobiliaria
Nautas S.A. de C.V., esta empresa da cuenta de la participación de Urrea en el
entramado productivo del puerto sonorense, ya que en esta se congregaron los miembros
de uno de los grupos empresariales más sólidos de Guaymas. De esta manera, al igual
que su participación económica dentro de Mazatlán, Urrea logró establecer sociedad con
algunos de los empresarios más importantes de sus actividades: Zaragoza Iberri
(agricultura), Vizcaíno (pesca), Cima (turismo).369
369
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, : 1950-1988
293
compañías en el puerto sinaloense entre los años de 1973 y 1980. Estas
empresas alcanzaron en conjunto una inversión cercana al millón de dólares
(siendo la inversionista interportuaria con mayor capital invertido) y en su mayoría
estuvieron avocadas a la actividad turística. De la totalidad de las compañías que
fundó en el puerto de Mazatlán la que mayor relevancia tiene es la denominada
Inmuebles Comerciales de Mazatlán S.A. de C.V.,370 en la cual traba una relación
comercial con uno de los ejes articuladores del entramado mazatleco, Rafael
Domínguez.371
370
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, : 1974
371
En el año de 1980 se tiene registrada la empresa Distribuidora de Refacciones y lubricantes de Sinaloa
S.A., la cual tiene como socios a Leticia Kelly y Rafael Domínguez Kelly. De esta manera la relación entre los
dos empresarios situaría a Rafael Domínguez como un miembro activo de la actividad económica
guaimense. Aunque ha sido imposible situar al fundador de la pesquería de camarón mazatleca en alguna
empresa del puerto sonorense, esta posible relación abriría las puertas para que otro grande de la economía
mazatleca hubiera participado de la vida económica del puerto del centro de Sonora.
372
Imagen ampliada en Anexo 16
294
En lo que respecta a la relación de Kelly con el entramado empresarial guaimense,
se tiene que solamente contó con tres socios que a su vez no pertenecieron a los
grandes grupos de poder del puerto sonorense. De esta manera pese a presentar
un comportamiento similar al de Fernando Urrea, en lo que respecta a su origen
como industrial y a su mayor participación en el puerto mazatleco, ésta no logró un
peso económico en Guaymas como si lo hizo el citado empresario.
373
Registro Público de la Propiedad Mazatlán, : 1986-1987
374
Registro Público de la Propiedad, Guaymas, : 1950-1988
295
Conclusiones Generales
Durante los capítulos segundo y quinto de este trabajo fue posible apreciar que el
devenir histórico-económico de ambas localidades se presentó de manera similar,
296
sino que idéntica. A manera de recapitulación se puede establecer que ambas
poblaciones comienzan un largo camino de coincidencias desde su génesis como
localidades durante la lejana década de 1820. La necesidad de comercio
ultramarino que tuvo México durante sus primeros años de independencia,
llevaron al gobierno nacional a la habilitación de puertos comerciales a lo largo de
toda la costa del Pacífico; Guaymas y Mazatlán encontraron en esta necesidad el
origen de su vida económica.
Durante los primeros años de vida económica de ambos puertos, hasta antes de la
revolución de 1910, estos lograron un notable desarrollo como enclaves
mercantiles. Este crecimiento se dio de la mano de casas comerciales, propiedad
de extranjeros, que vieron en la posición estratégica de ambos puertos la
posibilidad de establecerse como los articuladores de los mercados
internacionales con el mercado del noroeste de México.
297
económica fue una particularidad que el tejido empresarial mazatleco adoptó de
manera permanente; mientras que la identidad hacia su actividad nodal fue una
actitud que los empresarios guaimenses fueron perdiendo con el tiempo.
298
Por el lado del tejido empresarial mazatleco se tiene que este logró convertirse en
un bloque sólido, en el cual, la mayoría de sus integrantes participaron de manera
directa en la edificación del tejido productivo pesquero a través de inversiones. Ya
fuera de manera directa con empresas dedicadas a la extracción del crustáceo o
de manera indirecta a través de la constitución de empresas accesorias como
cordelerías. El grueso de las inversiones en el puerto de Mazatlán se encaminó a
dotar a la actividad pesquera de una estructura infranqueable que le permitirían
sortear de manera adecuada las crisis que se generarían en torno a la actividad.
299
El desenvolvimiento económico de ambos puertos a través de los años encontró
en la figura del empresario a su factor más determinante. Las relaciones que
establecieron entre ellos y el grado de cohesión de éstas, marcaron el ritmo sobre
el cual se desenvolvieron los tejidos productivos locales. De esta manera, pese a
contar con condiciones naturales y productivas similares, los puertos
experimentaron procesos diferenciados de desarrollo dada a la actuación de su
tejido empresarial.
300
ANEXOS
301
Anexo 1: Principales empresas relacionadas a la industria pesquera en Mazatlán
1950-1992
302
ARGOMAZA S.A. Jun-79 $2,000,000.00 González
Naviera e Industrializadora Dolores S.A. Jul-79 $2,000,000.00 Berdegué, Cárdenas
Carla de Mazatlán S.A. Nov-79 $2,000,000.00 Vega, Alonso
Pesquera Salver S.A. Feb-80 $1,700,000.00 Cruz, Salcedo
Pesquera Teacapan S.A. Abr-59 $1,680,000.00 Escutia, Patrón
Pesquera Oceanica S.A. Abr-59 $1,680,000.00 Escutia, Patrón
Pesquera Reforma S.A. Jul-60 $1,600,000.00 Domínguez, Gavica
Fomento Pesquero S.A. Ene-71 $1,600,000.00 Domínguez, Gavica
Pesquera Costa Brava S.A. Dic-74 $1,600,000.00 Haas, Castello
Pesquera Balderrama S.A. Ago-62 $1,500,000.00 Balderrama, Fuentevilla
Pesquera Denisse S.A. Ago-70 $1,500,000.00 Domínguez Morales
Alianza de Exportadores S.A. Oct-72 $1,500,000.00 Cevallos
Propesca del Pacifico S.A. May-73 $1,500,000.00 Haas
Mariscos Cortes S.A. Dic-73 $1,500,000.00 Toledo, Fuentevilla
Pesquera Claudita S.a. Jul-79 $1,500,000.00 Colin
Pesquera Apolo XI S.A. Ago-79 $1,500,000.00 Hernández Pérez
Distribuidora de Refacciones y lubricantes de Domínguez, Kelly
Sinaloa S.A. Mar-80 $1,500,000.00
Pesquera Dialey S.A. Ago-80 $1,500,000.00 Diaz, Moreno
Pesquera Valiente del Mar S.A. Jun-74 $1,350,000.00 Barron
Pesquera Rio Florido S.A. Dic-60 $1,300,000.00 Barron, Ferreira
Pesquera La Sirena S.A. Sep-62 $1,300,000.00 Coppel, Escutia
Pesquera Sierra S.A. Abr-59 $1,200,000.00 Balderrama, Fuentevilla
Pesquera Ruiz S.A. Ene-61 $1,200,000.00 Domínguez, Bastidas
Pesquera Cerrador S.A. May-61 $1,200,000.00 García Castro
Pesquera Naimari S.A. Dic-62 $1,200,000.00 Castillo
Pesquera Patrimonial S.A. Sep-74 $1,200,000.00 Fuerte, Brito
Prodimar Mazatlán S.A. Jul-79 $1,100,000.00 García, García
Congeladora del Pacifico S.A. Feb-50 $1,000,000.00 Cevallos, Coppel
Coppel y Cima S.A. Mar-51 $1,000,000.00 Cima, Coppel
Tomás de Rueda Junior S.A. Dic-51 $1,000,000.00 Rueda
Pesquera Patron S.A. Mar-59 $1,000,000.00 Patrón
Pesquera Rayito S.A. Oct-60 $1,000,000.00 Medrano
Gavica y Domínguez S.A. Dic-60 $1,000,000.00 Gavica, Domínguez
Astilleros Unidos del Pacifico S.A. Oct-62 $1,000,000.00 Gavica, Coppel
Pesquera Costa Azul S.A. Ene-63 $1,000,000.00 Partida, Rueda
Proovedora Marina del Pacifico S.A. Ene-64 $1,000,000.00 Domínguez, Rico
Harina de Pescado de Mazatlán S.A. May-66 $1,000,000.00 Coppel, Reynaud
Empresas Pesqueras del Pacifico S.A. Sep-66 $1,000,000.00 García Gónzalez
Navieras Consolidades S.A. Nov-66 $1,000,000.00 Escutia, Perlo
Promotora Pesquera S.A. Sep-69 $1,000,000.00 Cevallos
Pesquera San Carlos S.A. Jul-70 $1,000,000.00 Carranza, Salazar
Pesquera Carranza S.A. May-71 $1,000,000.00 Carranza, Salazar
Pesquera Belem S.A. Jul-71 $1,000,000.00 García García
Pesquera San Juan S.A. Jul-71 $1,000,000.00 Escalante
Atunes del Pacifico S.A. Ago-71 $1,000,000.00 Cevallos
Pesquerias Diaz Bolona S.A. Sep-71 $1,000,000.00 Lopez Reynoso
Instalacion y Equipos Electromecanicos S.A. Abr-72 $1,000,000.00 Escutia, Llausas
Alimentos Congelados de Mazatlán S.A. May-72 $1,000,000.00 Rojo, Troncoso
Pesquera Industrial Estero S.A. Feb-73 $1,000,000.00 Thompson, Molina
General del Pesca S.A. Feb-73 $1,000,000.00 Campos
Pesquera Violeta S.A. Jun-73 $1,000,000.00 López Lizárraga
Empacadora y Congeladora S.A. Nov-73 $1,000,000.00 Molina
Derivados Marinos de Teacapan S.A. Ene-76 $1,000,000.00 Fuentevilla, Castro
303
Anexo 2: Principales empresas relacionadas a la industria pesquera en Guaymas
1950-1992
304
Sardinas y Derivados S.A Jul-76 2,000,000.00 Cevallos
Guaymas Seafood S.A Dic-77 2,000,000.00 Borboa, Peralta
Refrigeración Industrial del Mar de Cortez S.A Jun-78 2,000,000.00 Vargas, Mayorga
Productos Alimenticios SonMex S.A Jul-81 2,000,000.00 Meza, Castro
Mariscos y Productos del Mar S.A Ene-84 2,000,000.00 Wayne, Laborin
Importadora y Exportadora Mar de Cortés S.A Oct-88 2,000,000.00 Romero, López Cota
Armadores San Carlos S.A Sep-60 1,800,000.00 Vizcaíno, Rigallet
Pesquera Sonorense S.A Ene-61 1,800,000.00 Santoyo
Bol de Guaymas S.A Abr-64 1,800,000.00 Llano Zaragoza
Harinera Maritima Sonorense S.A May-74 1,600,000.00 Rigallet, Zeiss
Pescadores del Pacifico (Guaymas) S.A. Oct-56 1,500,000.00 Abanoa, Obregón
Armadores Mar Bermejo S.A Ene-58 1,500,000.00 García Borboa, Rigallet
Pesquera Guaymense S.A Ene-62 1,500,000.00 Azcona, Hernández
Hielera La Peninsula S.A Sep-77 1,500,000.00 Ramírez, Amezquita
Compañía Pesquera Juan Bellot S.A Jul-77 1,400,000.00 Bellot
Congeladora Modelo de Guaymas S.A Nov-62 1,250,000.00 Ruiz, Llano
Hielera Delicias S.A Ene-75 1,250,000.00 Iberri, Millán
Pesquería Gaviota S.A Mar-76 1,250,000.00 Laboreiro
Armadores de Sonora S.A Ene-58 1,200,000.00 García Borboa, Rigallet
Pesquera Galmar S.A Sep-72 1,200,000.00 Ledezma, Encinas
Bocarpa S.A May-74 1,200,000.00 García Borboa, Lujambio
Procesadora de Fauna Marina San Fernando S.A Oct-77 1,200,000.00 Meza, Aguilar
Redes y Piolas S.A Feb-51 1,000,000.00 León, Milhe
Armadores de Guaymas S.A Jun-56 1,000,000.00 Díaz, Torre
Pesquería Cima S.A. Nov-56 1,000,000.00 Cima, Urrea
Pesquera Bora S.A Jul-66 1,000,000.00 Berdegué, Carranza
Pesquera Tres Marcos de Guaymas S.A Oct-66 1,000,000.00 Aguilar, Pato
Mariscos Mar S. de Guaymas S.A Abr-68 1,000,000.00 Rodríguez Hernández
Industrializadora de Productos Marítimos S.A Ago-68 1,000,000.00 Bendet, Vielledent
Refacciones y baleros de Guaymas Abr-71 1,000,000.00 Solórzano, Lerma
Transportes Refrigerados Inca S.A Mar-72 1,000,000.00 Hanna, Godínez
Pesquera San Vicente de Guaymas S.A Jul-73 1,000,000.00 Llano Zaragoza
Empacadora Babria S.A Oct-73 1,000,000.00 Laboreiro, Noriega
Hielera San Carlos S.A Dic-74 1,000,000.00 Wong, Espinoza
Astillero Orona Velazquez S.A Ago-76 1,000,000.00 Velázquez, Orona
Congeladora de Pescados y Mariscos S.A Jul-77 1,000,000.00 Sánchez
Astilleros Bellot de Guaymas S.A Abr-79 1,000,000.00 Bellot, Rojas
Productos Alimenticios Gil S.A Jul-81 1,000,000.00 Gallegos, Traslaviña
Productos Frigorificos del Pacifico S.A Jul-81 1,000,000.00 Gallegos, Traslaviña
Implementos Marinos de Guaymas S.A May-82 1,000,000.00 Real
Motores y Equipos del Mar S.A Jul-84 1,000,000.00 Coronado, Bellot
Rescates de Guaymas S.A Nov-84 1,000,000.00 Bautista, Anda
Armadora Atunera de Guaymas S.A Dic-87 1,000,000.00 Uribe, Capri
Guay-Mex S.A Ene-58 900,000.00 García Borboa, Rigallet
Pesquera San Thelmo S.A. Ago-70 850,000.00 García Borboa, Lujambio
Remolques y Servicios Marítimos S.A Feb-58 800,000.00 Iberri, Martínez
Pesquera Seis Hermanos S.A Dic-72 800,000.00 Vega, Ayala
Cia Pesquera San Francisco de Sonora S.A Sep-77 800,000.00 Mayorga, Ramírez
Pesquera Cacliomas S.A Jul-70 780,000.00 Montoya, Rosas
Hielera y Congeladora del Golfo de Cortes S.A. Jun-50 750,000.00 Bernal, Collard
Pesquera Lobar S.A Ago-62 750,000.00 Arriaga, Espinoza
Pesquera Conero S.A Feb-68 700,000.00 González
Pesquera S.A Ago-68 700,000.00 Luna
305
Anexo 3: Principales empresas relacionadas a la industria turística/inmobiliaria en
Mazatlán 1950-1992
306
Inmobiliaria Isopa S.A Dic-79 $2,500,000.00 Arballo, Solís
ACCI Inmuebles S.A. de C.V. Ene-78 $2,250,000.00 Haro, Medina
Inmobiliaria y Constructora Costera del Noroeste Sep-62 $2,000,000.00 Murguía
Constructora Cral S.A. Jul-65 $2,000,000.00 Carreón, Gallardo
Inversiones Turísticas S.A. Ene-66 $2,000,000.00 Coppel, Peña
Inmuebles Mazatlán S.A. Feb-67 $2,000,000.00 Tortolero, Ortega
Villas de la Cruz S.A. Jul-72 $2,000,000.00 Irvine, Álvarez
Servicios Turísticos Sinatlan S.A. Nov-73 $2,000,000.00 López Cuevas
Inmobiliaria Central de Mazatlán S.A. Ago-74 $2,000,000.00 Castro, Vejar
Vacacional del Sol S.A, May-75 $2,000,000.00 Patrón, Fuentevilla
Inmobiliaria Mar - Al. S.A. Jun-76 $2,000,000.00 Bustillos, Avilés
Inmobiliaria Coronado de Occidente S.A. May-77 $2,000,000.00 Coronado, Pazos
Mercado de Artesanías Regionales S.A. Dic-78 $2,000,000.00 Irvine
Anna Mar S.A. Nov-79 $2,000,000.00 López Lizárraga
Administración Corporativa del Pacifico S.A. Ago-80 $2,000,000.00 Ferrer, Martínez
Operadora HouBal S.A. Ago-81 $2,000,000.00 Cobian
Sábalo Mazatlán S.A. Sep-73 $1,800,000.00 Duarte
Inversiones Bayer S.A. Jul-59 $1,750,000.00 Barrón, Ferreiro
Inmobiliaria Bravo Irma S.A. May-71 $1,600,000.00 Sánchez Padilla
Inmobiliaria Bravo Adriana S.A. May-71 $1,600,000.00 Sánchez Padilla
Bol del Mar S.A. Dic-63 $1,500,000.00 Coppel, Reynaud
Representaciones Exclusivas de Mazatlán S.A. Nov-67 $1,500,000.00 Clouthier, Levín
Inversiones Marbella S.A. Dic-70 $1,500,000.00 López Puerta, Estavillo
Inmobiliaria El Camarón S.A. Ene-71 $1,500,000.00 Peña, Farber
Industrias Turísticas de Mazatlán S.A. Jul-71 $1,500,000.00 Crisantes de Pechi
Inmobiliaria Rincón Colonial de Mazatlán S.A. Feb-72 $1,500,000.00 Jacknes, Capistran
Unifleet S.A. Jul-73 $1,500,000.00 Gallardo, Patrón
Arrendadora Comercial y de Restaurantes S.A. Ene-74 $1,500,000.00 Mercado, Sarabia
Operadora Turística Prince S.A. Oct-74 $1,500,000.00 Romero Dousset
Inmobiliaria GUIOUZCOA S.A. Dic-74 $1,500,000.00 Letamendi, Haas
Hoteles y Restaurantes Kemac Ago-75 $1,500,000.00 Araujo, Zazueta
Inmobiliaria la Buena Esperanza S.A. Sep-79 $1,500,000.00 Freman, Haro
Inmuebles Comerciales de Sinaloa S.A. Sep-69 $1,300,000.00 Gavica, Domínguez
Balboa Club de Mazatlán S.A Oct-55 $1,250,000.00 Heimpel, Gorostiza
Promotora Turística de Occidente S.A. Jul-71 $1,250,000.00 Crisantes de Puchi
Inmuebles Oriente S.A. Abr-73 $1,250,000.00 Letamendi, Haas
Inversiones Lugui Ago-74 $1,250,000.00 Ordaz, Cima
Inmuebles VATPAM S.A. Mar-69 $1,200,000.00 Gavica, Escutia
Inmuebles Pamvat S.A. Dic-69 $1,200,000.00 Gavica, Escutia
Inmobiliaria Mazatleca S.A. Jul-70 $1,200,000.00 Llausas, Insunza
Inversiones Belvaz S.A. May-73 $1,200,000.00 Beltrán, Vázquez
Inmobiliaria y Fraccionadora S.A. May-64 $1,125,000.00 Escutia, Cordova
Moteles Sinaloa S.A. Ene-52 $1,000,000.00 Pasquel, Santos
Inmobiliaria del Pacifico S.A. Sep-52 $1,000,000.00 Gavica, Infante
Club del Rey S.A. Feb-56 $1,000,000.00 Collard
Inmuebles Cima S.A. Abr-56 $1,000,000.00 Cima, Cevallos
Hotelera Internacional S.A. Dic-56 $1,000,000.00 Loaiza
Hotel Las Arenas S.A. Ago-57 $1,000,000.00 Kelly
Impulsora Hotelera de Mazatlán S.A. Dic-57 $1,000,000.00 Coppel, Ordaz
Inversiones Nina S.A. Ago-59 $1,000,000.00 Unger, Iñiguez
Inmobiliaria Jabalines S.A. Oct-60 $1,000,000.00 Azcona, Rico
Fomento Urbano de Mazatlán S.A. Feb-61 $1,000,000.00 Medrano
Construcciones Tarriba S.A. Jul-61 $1,000,000.00 Fuentevilla, Balderrama
Rosales Internacional S.A. Ene-62 $1,000,000.00 Nieto, González
307
Anexo 4: Principales empresas No Pesqueras en el tejido productivo local
Guaymas 1950-1992
308
Operadora de Hoteles Sol y Mar S.A Jul-82 2,000,000.00 Llano, Cima
Inmobiliaria Marina Guaymas S.A Ene-85 2,000,000.00 Llano, Schoener
Servicios Turísticos Marinos del Golfo de California Mar-85 2,000,000.00 Navarro
Inmueble y Terrenos de Guaymas S.A Nov-75 1,750,000.00 Zaragoza, Catalán
Inmobiliaria Miramar Jun-71 1,500,000.00 ------
Compañía inmobiliaria Costa Ángel de Guaymas Feb-72 1,500,000.00 Pierre, Vielledent
Vázquez de la Costa S.A Abr-72 1,500,000.00 Duran, Vazquez
La Costa de San Carlos S.A May-79 1,500,000.00 Becker, Grossman
La Costa Construcciones S.A May-79 1,500,000.00 Becker, Grossman
Nueva Posada de San Carlos S.A Sep-80 1,500,000.00 Caballero, Romero
Ralou de San Carlos S.A Sep-80 1,500,000.00 Caballero, Tapia
Inmobiliaria Lunas S.A Sep-73 1,250,000.00 Gregorie, Claussen
Terraza de San Carlos S.A Mar-72 1,200,000.00 Llano, Zaragoza
Inmobiliaria Campillo Mexia S.A Dic-83 1,200,000.00 Campillo, Mexia
Compañía Turística de Bacochibampo S.A. Ene-54 1,000,000.00 Quiroz, Ordaz
Motel Flamingos S.A Ago-57 1,000,000.00 Rodríguez Mata
Constructora Costa Occidental S.A Jul-60 1,000,000.00 Quiero, Leopoldo
Fraccionamiento San Bernardo S.A Jun-64 1,000,000.00 Cubillas, Block
Empresas del Océano S.A Sep-66 1,000,000.00 Zaragoza, Ruiz
Inmobiliaria San Carlos S.A Oct-69 1,000,000.00 Ramírez, Lozano
Inmobiliarias Borboa S.A Nov-69 1,000,000.00 Zaragoza, López
Promoción y Turismo de Guaymas Abr-72 1,000,000.00 Salcido, Pickers
Inmobiliaria Colonial de Guaymas S.A Nov-73 1,000,000.00 Valdez, Unger
Marina del Rey San Carlos S.A Nov-73 1,000,000.00 Vázquez, Murillo
Inmobiliaria Hernández Salguero S.A Ene-74 1,000,000.00 Hernández, Salguero
Promotora Plancton S.A Abr-74 1,000,000.00 Nadal, Deffis
Inmobiliaria Santa Mónica S.A May-75 1,000,000.00 Zaragoza, Catalan
El Palacio del Océano de Empalme S.A Jun-75 1,000,000.00 Coppel, Ordaz
Motel Colonial S.A Nov-75 1,000,000.00 Garzón, Treviño
Inmobiliaria Almamaiba S.A Mar-76 1,000,000.00 Martínez Soto
Taxis Aereos del Golfo S.A May-76 1,000,000.00 Aztiazaran, Acosta
Inmobiliaria Loma Linda de Guaymas S.A Oct-77 1,000,000.00 Beltrán, Espiru
inmobiliaria y Fraccionadora del Pacifico S.A Feb-79 1,000,000.00 Aztiazaran, Acosta
Inmobiliaria Paraje Viejo S.a May-79 1,000,000.00 Zeiss, Ciapora
Operadora de Campos de Trailers S.A Abr-80 1,000,000.00 Merino, Alamos
Hotel Delicias del Mar S.A Jun-80 1,000,000.00 Iberri, Millán
Inmobiliaria Bacochibampo S.A Jul-81 1,000,000.00 Ciapora, Clements
Constructora del Mar de Cortes S.A Mar-82 1,000,000.00 Cima, Zaragoza
Operadora de Restaurantes el Paradise S.A Jul-82 1,000,000.00 Cima, Acosta
Inmobiliaria Las Tinajas S.A Jul-82 1,000,000.00 Salguero, Jimenez
Operadora de Bares y Restaurantes S.A Mar-83 1,000,000.00 Nadal, León
MAEOTOURS S.A. May-83 1,000,000.00 Llano, Acosta
Viajes Marina de San Carlos S.A Ene-85 1,000,000.00 Celis, Garay
Inmobiliaria Náutica Mexicana S.A May-77 900,000.00 Celis, Grossman
Moteles del Pacifico S.A May-56 800,000.00 García, Casanova
Urbanizadora Pila S.A Ago-74 750,000.00 Muñoz, Espiru
Fomento Inmobiliario de Guaymas S.A Nov-68 700,000.00 Cubillas, Iberri
Inmobiliaria Zaragoza de Guaymas Jun-71 660,000.00 Ferreira, Zaragoza
Compañía Vista del Mar S.A Jul-67 625,000.00 González, Mora
Fincas Urbanas de Guaymas S.A. Oct-55 600,000.00 Ramonet
Inmobiliaria Sinaloa Dic-71 600,000.00 Maytorena
Fraccionamiento María del Carmen y Anexos S.A. 8/50 500,000.00 Unger, Valenzuela
309
Anexo 5
310
Anexo 6
311
Anexo 7
312
Anexo 8
313
Anexo 9
314
Anexo 10
315
Anexo 11
316
Anexo 12
317
Anexo 13
318
Anexo 14
319
Anexo 15
320
Anexo 16
321
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