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Curso Drogas - Descargable 1 PDF
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Las drogas pueden clasificarse de dos formas: a) y en relación a los efectos que producen en el
organismo al consumirlas; b) de acuerdo a la normativa legal vigente.
Estimulantes: Aceleran los procesos mentales, haciendo sentir a quién la consume más
alerta y eufórico. Cocaína, pasta base, anfetaminas, tabaco y cafeína.
Depresoras: Atenúan o inhiben los mecanismos cerebrales de la vigilia, actuando como
calmantes o sedantes y disminuyendo todas las funciones relacionadas con el sistema
nervioso central (SNC). Alcohol, tranquilizantes, barbitúricos y solventes volátiles.
Alucinógenas: Son aquellas drogas que alteran la percepción y desorganizan el Sistema
Nervioso Central. LSD y la mezcalina, marihuana (depresora), solventes.
El siguiente cuadro presenta las principales drogas que conocemos y sus efectos.
La Erytroxilon coca (nombre Su efecto se produce en pocos minutos, Es uno de los estimulantes
científico) es la planta de la que alcanza su grado máximo entre los 15 o 20 más potentes que existen y
procede la cocaína; la hoja de minutos y desaparece en una hora. produce dependencia,
coca contiene más de 14 tolerancia y síndrome de
alcaloides, el más activo es la ¿Qué efectos produce? abstinencia.
cocaína. Otros derivados son: - Provoca euforia, alteraciones en el sueño y
Sulfato de cocaína - pasta base, - el apetito, impulsividad y en algunos casos,
Cocaína Clorhidrato de cocaína, es un agresividad. Su uso crónico puede producir
polvo muy blanco y fino, similar al alucinaciones, paranoia y psicosis.
cristal molido; se consume por Aumenta el ritmo cardíaco y la presión
inhalación (halar) a través de la sanguínea. Puede producir arritmias e
nariz; en menor medida inyectada infartos.
y mezclada con otras drogas; - La Puede provocar rinitis, sinusitis y en casos
cocaína base, conocida como extremos perforación del tabique nasal,
crack. entre otros y otras afecciones a las vías
respiratorias.
Cocaína: sustancia que proviene
de un proceso químico a través
del cual las hojas de coca son
maceradas y mezcladas con
aditivos químicos formando un
polvo blanco.
Este es uno de los criterios por los cuales se pueden clasificar o distinguir distintas sustancias para
efectos de estudio. Son legales, en cuanto drogas, todas las sustancias cuyo uso no está penalizado
por la ley, entre estas, el tabaco y el alcohol; también caben dentro de esta categoría todos los
medicamentos y fármacos que tienen efectos sicotrópicos, pero que pueden ser usados
ilegalmente, cuando se los emplea fuera de un contexto terapéutico. Existe otro grupo de
sustancias legales de uso casero o industrial, que también pueden ser empleados para obtener
efectos sicotrópicos, tal es el caso de los solventes volátiles o inhalables, como la acetona, el
tolueno.
Ilegales son todas las sustancias que producen efectos sicotrópicos cuya comercialización y uso no
está permitido por la ley, tal es el caso de la cocaína y la marihuana entre muchas otras.
El uso indebido de drogas también puede llevar a la dependencia, generando un mayor consumo y
por mayor tiempo de lo que el consumidor pretendía.
También el uso indebido de drogas puede llevar a la tolerancia (necesidad de consumir cada vez
dosis más altas de sustancia para tener los mismos efectos) y el síndrome de abstinencia (conjunto
de síntomas derivados de la suspensión del consumo).
Además, el consumo de drogas y alcohol considera otros riesgos, que pueden derivar en
problemas muy diversos y no menos importantes: accidentes, enfermedades, entre otros.
Recuerda que: Consumir drogas o alcohol posee riesgos tanto si se consume de forma habitual o
de manera ocasional, incluyendo consumos experimentales.
Por ejemplo, el riesgo de accidentes de tránsito por consumir bajo los efectos del alcohol tiene
relación con el solo hecho de consumir, más que su periodicidad. Así también es importante
considerar que trae consigo una serie de consecuencias psicológicas y sociales del consumo de
sustancias.
Según el Informe Anual 2013 de la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito
(ONUDD) a marihuana es la droga de mayor consumo en el mundo (3.9 % de las personas de 15 a
64 años).
En América Latina, un estudio comparativo de seis países de la región (Argentina, Bolivia, Chile,
Ecuador, Perú y Uruguay) realizado por la CICAD realizado en 2006 muestra a Chile como el país
con la mayor prevalencia de consumo de marihuana y alcohol y el segundo con mayor prevalencia
de consumo de cocaína de la región. Sin embargo, el último estudio en población general realizado
en Chile señala que las declaraciones de consumo de marihuana en adolescentes de 12-18 años
presentaron una baja desde 9,1% en 2008 (cifra más alta de la tendencia) a 5,3% en 2010. En
CURSO ONLINE: CONSUMO DE DROGAS EN EL MUNDO LABORAL.
Documento 1: Consumo de drogas.
Unidad de Espacios Laborales. Área de Prevención.
jóvenes (19- 25 años) se observó una nueva caída en el consumo de 17,9% en 2008 a 12,3% en
2010. Para la población general, en el caso de la marihuana, los resultados muestran una variación
en la declaración de consumo en el último año de 7,2% en 2006, 6,4% en 2008 y 4,6% en 2010.
Como se mencionara, desde 1994 existen los Estudios Nacionales de Drogas en Población General
que se realizan bienalmente los años pares. Complementariamente, desde el año 2001, se realizan
en Población Escolar elaborados los años impares. Ambos estudios han permitido obtener
información sobre el consumo de sustancias en nuestro país y orientar las políticas públicas en
este tema.
Por otra parte, las prevalencias de consumo de drogas y alcohol son las más altas en tramos
etarios correspondientes a población laboralmente activa y en donde se concentra mayor
capacidad productiva, especialmente entre los tramos de 19 y 25 años y 26 a 44 años . El Décimo
Estudio Nacional de Drogas en Población General en Chile (SENDA 2012), demuestra que:
Otros estudios dan tanto de la prevalencia de consumo de alcohol, de los consumos problemáticos
asociados y de sus consecuencias sanitarias y sociales. Entre ellos se encuentran, la Encuesta
Nacional de Salud, realizadas el año 2003 y 2010; la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, en sus
ediciones 2000 y 2006; y los estudios de Carga de Enfermedad, llevados a cabo entre los años
1996 y 2007.
El uso de marihuana marcó una curva ascendente en la década de los noventa para estabilizarse
en los años siguientes alrededor de la cumbre que alcanzara en el año 2000. Según el 9° Estudio
Nacional de Drogas en Población General (2010) el consumo de marihuana muestra una variación
en la declaración de consumo en último año de 7,2% en 2006, 6,4% en 2008 y 4,6% en 2010, lo
que muestra una consolidación en la tendencia a la baja observada a partir del año 2006 en el
país.
Así, la marihuana ha continuado disminuyendo llegando a la cifra más baja de la última década. El
consumo de marihuana es mayor entre los jóvenes y tiende a bajar de manera abrupta después de
los 25 años: la prevalencia del grupo 26-34 años ha sido en forma constante la mitad o menos de
la que existe entre jóvenes de 19-25 años y ha tendido a permanecer estable en la última década.
Presentando una disminución en adolescentes de 12 a 18 años de edad, pese a que se observa que
en este grupo etario una disminución entre la medición del año 2008 con 1,9%, y la de 2010 con
0,9%, en el que presenta las prevalencias más altas de consumo de pasta base.
Chile tiene un consumo per cápita promedio calificado por estándares internacionales como
medio, el patrón de consumo de una proporción significativa de sus habitantes lo ubica entre los
países con alto grado de riesgos y daños derivados.
Considerando a aquellas personas que declaran beber alcohol el último mes, una de cada ocho
presenta probable abuso de alcohol (cinco o más síntomas clínicos). Sin embargo, entre las
personas de 19 a 35 años el porcentaje se eleva al doble (uno de cada cuatro).
Un dato nacional relevante es que en sectores de mayores ingresos consumen mayor cantidad en
volumen que los de menores ingresos, sin embargo, son estos últimos los que concentran en
mayor proporción los problemas asociados al consumo de alcohol.
Algo similar ocurre con el uso de la marihuana: las estimaciones de dependencia para marihuana,
por ejemplo, alcanzan a alrededor del 27% en el nivel socio-económico bajo, mientras que en el
alto se obtienen registros de sólo 19%.
La Percepción de riesgo
La percepción de riesgo se define como la proporción de personas que declara que para ellos
consumir una sustancia (por ejemplo alcohol o marihuana) en un patrón determinado de uso (por
ejemplo uso experimental o uso frecuente) representa una conducta de gran riesgo.
Tabaco La percepción de riesgo frente al uso frecuente de tabaco vuelve a presentar un aumento
significativo respecto al estudio anterior.