Cristo mismo, en su Cruz, tiene Su Trono en la celebración Eucarística legada en

la noche del Jueves Santo.

La devoción a San Expedito

La devoción a San Expedito se ha ido difundiendo especialmente en la época
moderna. Se recogen noticias de su devoción hacia mediados del siglo XVII en
Sicilia, especialmente, en las ciudades de Mesina y Arcireale, donde en 1781 fue
declarado segundo patrono de la ciudad y patrono especial de comerciantes y
navegantes, y también protector para obtener rápida solución a los problemas
urgentes. En nuestros tiempos, infinidad de templos tienen imágenes de nuestro
santo, y rinden culto a su devoción.
Es conocido como uno de los abogados de las causas imposibles junto con Santa
Rita de Casia y San Judas Tadeo (primo del Señor), a quienes también se les
suele invocar en estos casos. También es patrono de las personas que quieren
obtener una Gracia por una causa perdida, es Patrono de los Jóvenes, Socorro de
los Estudiantes, Mediador en los Procesos y Juicios, Salud de los Enfermos, Pro-
tector en los Problemas de Familia, Laborales y Negocios, de los comerciantes y
navegantes pudiendo ser invocado en otros casos.
Oración a San Expedito
Mi San Expedito de las causas justas y urgentes, intercede por mi
junto a Nuestro Señor Jesucristo, para que venga en mi socorro en
esta hora de aflicción y desesperanza. Mi San Expedito tú que eres
el Santo guerrero. Tú que eres el Santo de los afligidos, los desespe-
rados, de las causas urgentes, protégeme, ayúdame, otorgándome:
fuerza, coraje y serenidad. ¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito, ayúdame a superar estas horas difíciles, protége-
me de todos los que puedan perjudicarme, protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia. Devuélveme la Paz y la tranquili-
dad. ¡Mi San Expedito! Estaré agradecido por el resto de mi vida y
haz de mi un apóstol de Jesucristo como tú lo fuiste desde el día de
tu conversión hasta tu martirio te lo pido en nombre a todos los que
tienen Fe. Muchas Gracias.
Rezar un Padre Nuestro, Ave María y hacer la señal de la Cruz.
Horarios de Misa: Lunes-sábados: 20 hs Domingos: 12hs
1º viernes de mes: 19:30 Adoración Eucarística y Rosario
20 hs. Santa Misa. 19 de cada mes: 19: 30 hs Coronilla y
de San Expedito. 20 hs. Santa Misa. 3° viernes 20 hs
Av. Gregores y Laprida - Río gallegos
Los datos más precisos sobre la vida militar de Expedito fueron recopilados por
un grupo de Jesuitas llamados Bolandistas, que se dedicaron a investigar y reco-
pilar del modo más preciso posible la vida de nuestro santo. Con siglos de cróni-
cas, San Expedito es conocido en toda Europa y Asia menor. El santo habría si-
do armenio, y si bien se desconoce su lugar real de nacimiento, es probable que
haya sido la localidad de Metilene, que es también en donde sufre su martirio.
Otra posibilidad es que fuera oriundo de Roma, y enviado en misión militar a
Metilene. Esta ciudad fue construida en el Siglo II por el emperador romano Tra-
jano. Armenia fue una de las primeras regiones en recibir las enseñanzas de los
apóstoles Judas Tadeo, Simón y Batoloméo, como así también un lugar de innu-
merables persecuciones a los cristianos. En este país se derramó la sangre de
muchos mártires, entre ellos San Expedito y San Pantaleón.
San Expedito era contemporáneo de Santa Filomena y San Jorge y vivió a prin-
cipios del siglo IV. Nuestro santo era un militar del Imperio Romano que tenía a
su cargo toda una legión a las ordenes de Dioclesiano, emperador que años más
tarde lo mandaría a matar. La Tradición cuenta que Expedito era jefe de la 12ª
Legión Romana conocida como "Fulminante", que estaba establecida en Metile-
ne, sede de una de las provincias romanas da Armenia. Militar de carrera, tenía
más de seis mil hombres a su cargo, y había recibido el estricto entrenamiento
militar de las legiones del César, comprometido con la defensa del imperio y sus
leyes. Se cree que su nombre deriva de “Expedici”, que era un tipo de formación
militar romana ligera y veloz; seguramente nuestro santo se inició en una unidad
de este tipo y de allí deriva su apellido.
Milagro en batalla
Las legiones eran poderosas unidades militares dispersas a lo largo y ancho del
imperio, con unos siete mil soldados de infantería cada una y apoyadas también
por caballería. Expedito estaba a cargo de la Legión “Fulminante”, con el título no se decidía entre los apegos a las
de Tribuno, equivalente al rango de General de División. Las milicias romanas glorias humanas, a su carrera militar, y
habían recibido de Diocleciano el decreto ordenando la persecución de los cris- el llamado que indudablemente recibía
tianos, que se oponían a profesar la fe politeísta oficial del imperio. La pena era desde lo alto. Pero cierto día Expedito
la muerte, y en particular era la pena de flagelación y decapitación para los fun- fue tocado por la Gracia de Dios y re-
cionarios del imperio, militares o civiles, que se convirtieran cibió la Luz Divina. Este episodio
al cristianismo. cambiaría para siempre su vida, con-
virtiéndose inmediatamente al cristia-
La legión de Expedito estaba asentada en Armenia y tenía como misión principal nismo, cueste lo que cueste.
luchar contra los pueblos que amenazaban la frontera. Habían luchado durante
mucho tiempo, bajo las órdenes de su general, habían agotado las provisiones de Conmovido por los hechos vividos e
alimentos y agua en tierras enemigas. Finalmente, enfrentaron una vez más la inspirado por el Espíritu Santo, Expe-
batalla sin tener las fuerzas para hacerlo. Expedito les habló, trató de levantar sus dito resuelve un día cambiar su vida y
espíritus una vez más, pera nada logró esta vez. El enemigo estaba cada vez más convertirse al cristianismo. Fue enton-
cerca, y sin fuerzas, alimentos ni bebida, nada podía hacerse. ces que se le apareció el espíritu del
mal en la forma de un cuervo. El cuer-
Los soldados romanos habían visto muchas veces lo que hacían los cristianos vo le gritaba ¡cras...cras...!, palabra
cuando enfrentaban la muerte que ellos mismos les prodigaban: elevaban sus latina que quiere decir "mañana… ma-
brazos al cielo y pedían ayuda a su Dios. Y la leyenda decía que ese Dios mu- ñana". Esta decisión déjala para maña-
chas veces escuchaba sus pedidos y oficiaba milagros. Para sorpresa de Expedi- na, le decía el cuervo. ¡No tengas apu-
to, sus soldados, de uno en uno empezaron a elevar sus brazos al cielo y rogar a ro! ¡Espera por tu conversión! Pero
ese Dios único de los cristianos del que ellos habían escuchado hablar. Las tro- San Expedito reaccionó enérgicamente
pas enemigas se sorprendieron porque nunca habían visto a una Legión Romana aplastando al cuervo con su pie derecho mientras exclamaba Hodie... Hodie...
completa elevando sus brazos al cielo y rogando a Dios en pleno campo de bata- Hodie (que en latín significa Hoy... Hoy... Hoy...). ¡No dejaré nada para maña-
lla. Se detuvieron extasiados, sin comprender lo que ocurría. En ese momento el na, a partir de hoy seré cristiano!
cielo se oscureció y precipitó un vendaval de viento y agua que cubrió a solda-
dos y bestias, transformando el lugar en confusión. La Fulminante se recompuso El circo romano había sido creado por el Emperador para demostrar el poder del
la legión y aprovechando la situación volvió a salir victoriosa de la batalla. Imperio, pero irónicamente había producido el efecto contrario, el de difundir el
cristianismo más y más. Cuando Expedito se convirtió al Cristianismo comenzó
a proteger a los cristianos condenados al martirio, a ser devorados por los leones
La conversión y muerte de Expedito en el circo. Para Diocleciano esto era inadmisible: ¡un general a cargo de una
Muchos de los soldados de la legión se convirtieron al Cristianismo de inmedia-
Legión del Imperio se atrevía a desafiar su decreto Imperial! De inmediato se
to, felices de haber testimoniado el Poder del Dios Único. Expedito no compren-
ordenó el arresto y el interrogatorio de Expedito y sus más cercanos soldados y
día lo que ocurría, sin embargo su corazón estaba tocado por la fortaleza de ese
amigos, todos convertidos a la fe de Cristo, por aquellos que hasta poco tiempo
Dios que se había acordado de sus hombres, y de él mismo. Su corazón sabía
atrás eran sus compañeros de milicia.
que Dios lo estaba llamando, pero su puesto en la milicia romana no era compa-
tible con tal conversión, lo esperaba la muerte en caso de desafiar la autoridad
El 19 de abril del año 303 de nuestra era, por orden del Emperador Diocleciano,
del Emperador. Los hechos llegaron a los oídos de Dioclesiano, que preocupado
nuestro santo fue sacrificado en Metilene, sede de una de las Provincias Roma-
envió ordenes para que se detenga esa revuelta militar, de soldados romanos
nas en Armenia junto con sus compañeros de milicia Caio, Galatas, Hermoge-
convertidos al cristianismo.
nes, Aristonico y Rufo. La pena fue de flagelación (para dar lugar al posible
arrepentimiento del reo) y la decapitación. Su sangre regó aquellos primeros si-
Expedito dudó y dudó, postergó su decisión una y otra vez. Muchos de sus pro-
glos de la Iglesia, junto a la de tantos otros mártires que comprendieron que
pios soldados se habían unido a Jesucristo, a la fe de los cristianos. Su corazón