Está en la página 1de 2

WALTER BENJAMIN TESIS 9 SOBRE EL CONCEPTO DE LA HISTORIA

Es un pensador judío postmarxista de la escuela de Frankfurt (crítica de la razón)


Compara un cuadro de Paul Klee, Angelus Novus (Saludo del Angelus) con la historia y la modernidad. Pone
en crisis el pensamiento iluminista, duda que la razón nos lleve a algún lado.
Con esta metáfora, intenta explicar el marco de la modernidad sobre la cual la sociedad ha construido una
ilusión de progreso ascendente donde los viejos esquemas quedan atrás y la promesa de un futuro pleno se
abre en el horizonte. Entre las ruinas queda la religión como algo superado y sobre el cual el ser mítico
quisiera regresar, buscando quizá la vieja certidumbre de un orden que se imponga al caos que vive en la
tempestad.
El Ángelus Novus no es otra cosa que la imagen que la sociedad.
La razón instrumental, la idea del progreso es lo que critica, ya que la historia no progresa hacia el futuro
sino mira hacia el pasado (“alas con huracán que lo llevan al futuro y se desespera por volver al pasado”) y
lo mira con horror. No hay posibilidad de progreso de esta manera, porque el progreso termina en muerte
(como en el caso de Auschwitz)
Hace una construcción de la historia que mira hacia atrás más que hacia delante, hacia la destrucción de la
naturaleza material tal como ésta realmente ocurrió y mira hacia el pasado descubriendo la barbarie.
Benjamin buscaba una teoría de la historia que permitiese analizar el fenómeno del fascismo y las causas
que precipitaron la debacle de la izquierda europea en el periodo de entreguerras.
Proporciona un contraste dialéctico al mito futurista del progreso histórico (que sólo puede afirmarse a
través del olvido de lo que ha ocurrido)
También la metáfora se utiliza para abordar el tema de la secularización. Por un lado parece imponerse el
esquema de la razón ascendente sobre cualquier otra mirada del mundo. Por otro, y de manera simultánea,
es el ángel quien voltea sobre las ruinas, no para regresar, sino para tener un sentido del rumbo de su vuelo.
Si no pudiera reconocer la distancia que le separa de las ruinas no podría establecer su ruta, no distinguiría
entre el cielo y la tierra.
La secularización (laicismo) es en este caso el intervalo lo que separa lo religioso de la razón, lo tradicional
de lo moderno, la decadencia de lo inédito. Sobre la secularización se ha construido gran parte de la
modernidad, señalándola en diferentes direcciones: diferenciación de esferas sociales, privatización,
individuación, transposición de creencias y modelos de comportamiento, desinterés de la sociedad por la
religión y desacralización del mundo. Vista de esta manera, lo sagrado quedaba como una etapa superada
por el desarrollo de la modernidad. Sin embargo, el incremento recurrente de acontecimientos donde la
religión es central ha ido en contra con esta idealización de un progreso lineal y secular. Tenemos que dar
cuenta del por qué lo religioso se nos presenta más vivo que nunca, cuando había sido fijado como ruina del
pasado.
“Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el
momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta
y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado.
En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que
acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a
los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en
sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente
hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal
tempestad es lo que llamamos progreso”.

También podría gustarte