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Batalla de La Chacarilla
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Guerra Grande
1836-1852
1836-1839
1839-1843
Grande)
1843-1851
1851-1852
Caseros
Índice
1Situación previa
2Desarrollo de la batalla
3Consecuencias
4Bibliografía
5Enlaces externos
6Referencias
Situación previa[editar]
El 16 de agosto de 1841 se enfrentaron federales y unitarios en la batalla de Angaco una de
las más crueles y sangrientas de la historia de las guerras civiles argentinas. El triunfo fue
para los unitarios que quedaron dueños del campo de batalla y volvieron a la ciudad de San
Juan como vencedores. Ambos ejércitos finalizaron diezmados la contienda. El ejército federal
perdió más de mil hombres (de sus 1.947), la mayor parte de sus bagajes y sufrió a 157
infantes presos. Los unitarios perdieron más de 170 hombres (de sus 629). Ambos bandos
dejaron en el campo de batalla a gran parte de sus oficiales.
Finalizado el combate Benavídez se dirigió hacia la ciudad donde se simuló triunfador y pidió
hombres para un supuesto combate final. Con esto logró reunir a 400 hombres y huyó
hacia La Rinconada donde se reunió con refuerzos de Mendoza al mando del coronel José
Santos Ramírez que sumó 300 efectivos de las tres armas, caballería, artillería e infantería.
Luego se movió hasta Rawson a 5 km. de San Juan.
Desarrollo de la batalla[editar]
El día 18 de agosto arreciaba con violencia el viento Zonda, viento cálido y seco que sofoca a
las personas, que a las 15:00 se transformó en una gran tormenta de viento y tierra. Un joven
llegó con la noticia de que Benavídez avanzaba hacia la ciudad con sus tropas, pero fue
desatendido por los soldados que se hallaban prontos a almorzar y encerrados para escapar
de la tormenta.
Ocultado por el fuerte viento y la tierra que levantaba Benavídez logró ingresar a la ciudad sin
ser notado y atacó por sorpresa a los unitarios que no tuvieron tiempo de tomar sus armas.
Los federales capturados en Angaco que se hallaban presos cayeron en cuenta de lo que
sucedía y atacaron a sus custodios.
Los disparos se oyeron en la ciudad, donde Acha y sus oficiales almorzaban en la casa de
Don Vicente Lima en la actual calle Mitre, frente a la plaza mayor de la ciudad a dos kilómetros
de La Chacarilla donde habían sido asaltadas sus tropas.
Acha cabalgó velozmente hasta La Chacarilla y al tomar conocimiento de lo sucedido volvió
con 60 infantes y 40 soldados de caballería desmontados hacia el centro de la ciudad. En el
camino recibió una descarga de fusilería donde murió un tercio de su ya reducido ejército
y Lorenzo Álvarez jefe del Batallón Libertad. Acha fue herido en la cabeza.
Al regresar a la ciudad se enteró que las custodias que había dejado habían intentado volver a
La Chacarilla y habían caído muertas por la artillería.
General Nazario Benavídez.
Acha se hizo fuerte en la plaza mayor, puso guardias en las calles de acceso y el
personalmente subió a la torre de la Catedral, que brindaba una visión inmejorable de la
ciudad. Ya había llegado la noche.
Benavídez se instaló en la torre de San Agustín, en la actual calle Entre Ríos antes de llegar a
calle Mitre.
El día 19 y 20, los federales bombardearon a los unitarios y hostigaron sus guardias. También
cortaron las acequias dejando a los asediados sin agua. Benavídez dirigió dos esquelas a
Acha el día 20 una de carácter castrense que decía
Señor: comandante de las fuerzas disidentes semisalvajes.
Don Mariano Acha.
El infrascripto se halla en el deber de intimar a usted rendición de armas a discreción, proponiéndole por
garantía salvarle la vida, lo mismo que a sus oficiales y tropa, bien entendido que si no lo verifica la
noche del día de mañana, se hará usted indigno de toda consideración y deferencia, pues se halla
decididamente resuelto a descargar sobre su cabeza todo el rigor de las armas federales hasta dejarlo
reducido a escombros, con la miserable fuerza que lo acompaña.
No abuse usted de hallarse situado en el centro del pueblo para no acceder a lo que se le propone,
porque nada respetará el infrascripto si su obstinación trata de sacrificar más víctimas.
y otra de carácter personal, propia de alguien que era llamado el caudillo manso donde
reconocía el cortés y civilizado trato que le habían dispensado a su familia cuando dominaban
la ciudad
Al señor general Don Mariano Acha.
Muy señor mío:
Al usar la política de girar a usted la nota adjunta, no tiene mas objeto que corresponder a las
consideraciones que ha dispensado a mi familia pues si no fuese agradecido omitiría tocar este medio
en obsequio suyo.
Lamadrid había prometido a Acha llegar a la ciudad el día 18, los sitiados esperaban su arribo
como única esperanza. El día 21 a la noche un vigía dio aviso de que Gregorio Araoz de
Lamadrid con el grueso del ejército unitario, del cual Acha era la vanguardia, se hallaba
en Angaco.
Benavídez ordenó un ataque con jinetes e infantes y derrotó a los unitarios que se refugiaron
en el interior de la torre de la catedral. En este ataque cayó muerto por hachazo José
Francisco Álvarez oficial unitario que había sido gobernador de Córdoba. Allí se encontraban
70 soldados, Acha y el capitán Ciriaco Lamadrid, hijo del general y de solo 19 años.
A la mañana del día 22 Mariano Acha casi sin municiones se defendía tirando piedras y
ladrillos desde la torre.
Benavídez que no había querido una matanza innecesaria se vio apremiado por la próxima
llegada de Lamadrid y decidió bombardear la torre, hizo emplazar los cañones en la plaza
para ello. A las 10:00 Mariano Acha izó bandera blanca para parlamentar.
El coronel José Santos Ramírez fue a la torre e intimó a Acha a rendirse y entregar su espada,
prometiendo la vida a todos. Acha contestó:
Vuelva Usted donde está su superior y dígale de mi parte que si Mariano Acha ha sido vencido, en la
derrota no ha perdido ni su rango ni su dignidad
. Benavídez, atendiendo al mensaje dejado fue a la torre y repitió la promesa. Mariano Acha
se rindió y entregó su espada y su puñal, que le fue devuelto por el general sanjuanino. Acha
fue apresado en la casa misma de Benavídez.
Consecuencias[editar]
Retrato pintado al óleo de Nazario Benavídez pintado por Franklin Rawson, 1843.
El día 23 recién ingresó Lamadrid a la ciudad de San Juan, que había sido abandonada por
las tropas federales. El general unitario tomó prisioneros a la esposa de Benavídez, sus hijos y
su suegra con el objeto de cambiarlos por su hijo Ciriaco y sus oficiales. El ejército unitario
sería derrotado y disuelto exactamente un mes después en la batalla de Rodeo del Medio en
la provincia de Mendoza; esto permitiría a los federales volver a San Juan.
Benavídez envió a Acha a la provincia de San Luis vigilado por el coronel José Santos
Ramírez con 500 hombres5 donde se hallaba Aldao con su ejército. El día 15 de
septiembre de 1841 cerca de la localidad puntana de Posta de Cabra el teniente Marín, por
órdenes de José Félix Aldao, hizo poner de rodillas al general Acha y le disparó por la
espalda, castigo destinado a los traidores ya que le imputaban tal calidad por haber entregado
al gobernador Manuel Dorrego a Juan Lavalle quien lo ejecutó en 1828.
Ya muerto Acha le cortaron la cabeza y la colocaron en la punta de una pica, exponiéndola.
Nazario Benavídez afianzó su prestigio militar y su poder político en
todo Cuyo transformándose en el hombre más respetado y temido de la década que
comenzaba.
Bibliografía[editar]
Instituto de Investigaciones de Historia Regional y Argentina
"Prof. Héctor Domingo Arias". (2007). Archivo del Brigadier
General José Nazario Benavídez. Editorial Facultad de
Filosofía, Humanidades y Artes.
María Julia Gnecco, Alicia N. Sánchez Cano, Silvana Frau.
(2006). Aportes desde la historia a la revalorización del
patrimonio cultural sanjuanino.
Enlaces externos[editar]
Legión Unitaria - La batalla de Angaco
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b San Juan al Mundo
2. ↑ Adolfo P. Carranza, Alejandro Rosa, José Juan Biedma, José
Antonio Pillado, Carlos Vega Belgrano, Rodolfo W. Carranza
(1896). Revista nacional. No. 23, Buenos Aires: J. Canter, pp.
135. La mayoría eran sanjuaninos.
3. ↑ Revisionistas » Blog Archive » Nazario Benavídez
4. ↑ Julio César Siri. "Derrota del General Acha (enlace roto disponible
en Internet Archive; véase el historial y la última versión).". Diario de
Cuyo. 21 de agosto de 2008. Consultado el 16 de diciembre de
2011.
5. ↑ Vicente D. Sierra (1956). Historia de la Argentina. Tomo I.
Buenos Aires: Unión de Editores Latinos, pp. 34
Categorías:
Batallas entre unitarios y federales
Batallas y combates en la provincia de San Juan (Argentina)
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