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La progesterona se produce en el cuerpo lúteo durante la fase lútea del ciclo ovárico. Su
producción comienza con el crecimiento del cuerpo lúteo y se eleva a su máximo 6 ó 7 días
después de la ovulación. Si no hay concepción e implantación, la secreción de progesterona
desciende a medida que ocurre la regresión del cuerpo lúteo, de modo que en el momento
de iniciarse la menstruación la elaboración de progesterona ha cesado y el nivel de
estrógenos ha descendido a la mitad. Con éstos cambios hormonales cíclicos el endometrio
muestra cambios regresivos que son los precursores de la fase hemorrágica.
CICLO OVÁRICO
La hemorragia menstrual es
una parte del ciclo ovárico
El córtex del ovario infantil contiene innumerables folículos
en la que ocurre la
primordiales cuyo número asciende en forma gradual a
proliferación endometrial
medida que la niña crece. Desde la infancia hasta la
como respuesta a los
menopausia la histología del ovario cambia continuamente.
estrógenos en la fase
Durante el período reproductivo, algunos de los folículos
preovulatoria y al estímulo
crecen y estallan liberando los óvulos que contienen. Otros
secretor ejercido por la
folículos sufren atresia. Los cuerpos lúteos se forman,
progesterona en la fase
maduran, evolucionan y cumplida su función, desaparecen.
postovulatoria.
El desarrollo folicular se inicia en el folículo primordial y
consiste en un oocito rodeado por una sola capa de células
epiteliales: la membrana granulosa que está compuesta por células cuboides bajas o planas
con núcleos ovoides que llenan la mayor parte de los cuerpos celulares. El gran oocito
esférico contiene abundante citoplasma y el núcleo es vesicular. Las mitocondrias se
apelotonan alrededor del núcleo; dentro de él hay un gran nucleolo, una trama laxa de hilos
y pequeños gránulos de cromatina.
El ciclo menstrual obedece Cuando un folículo empieza a crecer, el oocito también lo
al reposo del endometrio hace; las mitocondrias se dispersan a través del protoplasma,
luego de los periodos de las células planas epitelioides foliculares se transforman en
crecimiento y de regresión. células columnares, muestran mayor actividad mitótica y
Tales cambios son respuesta
fisiológica a los estímulos y
a la deprivación
dependientes de las
hormonas ováricas.
proliferan de tal modo que la membrana granulosa aparece como un epitelio estratificado
de varias capas de espesor. Cuando se inicia el desarrollo del folículo, las células
fusiformes del estroma se disponen en forma circular en su periferia; esta delgada capa
fibrilar es el primer paso para la formación de la zona tecal.
A medida que el folículo crece, las células de la granulosa aumentan en número y tamaño y
este incremento de la proliferación celular en uno de los polos del folículo le da una forma
ovoide y al oocito una posición excéntrica. A continuación aparecen varias cavidades
pequeñas entre las células del folículo cercanas a la superficie ovárica y se unen para
formar una cavidad llena de líquido folicular. Se transforma así el folículo en un folículo
ovárico o folículo de De Graaf. Asimismo, entre las células de la granulosa y el oocito se
forma una membrana celular hialina bien definida llamada zona pelúcida.
Las células estromatosas conjuntivas que se disponen alrededor de la periferia del folículo y
que hasta aquí formaban una capa delgada de tejido conjuntivo empiezan a diferenciarse en
teca interna, y por su parte, las células de estroma exterior de la teca interna se condensan
para formar una segunda capa gruesa, la teca externa.
Los estrógenos son producidos por las células de la teca y de la granulosa y después de la
ovulación por las células intesticiales del cuerpo lúteo. Al actuar sobre el útero son los
responsables del crecimiento de todas sus partes. Por influencia de ellos el endometrio
aumenta de grosor y crece la densidad del estroma; también se incrementa la longitud de las
glándulas endometriales. Estos cambios constituyen un prerequisito necesario para la
acción de la progesterona en la segunda mitad del ciclo menstrual. Cantidades crecientes de
estrógenos en la primera mitad del ciclo preparan al endometrio para el efecto de la
progesterona después de la ovulación. La elaboración continua de estrógenos es necesaria
para el mantenimiento del endometrio secretor y su descenso antes del inicio de la
menstruación desempeña papel importante en la hemorragia fisiológica llamada
menstruación.
CICLO MENSTRUAL
Los cambios cíclicos del endometrio que culminan en la menstruación, son respuesta a los
estímulos y a la deprivación de las hormonas ováricas.
Estos cambios consisten en periodos de crecimiento, de
El conocimiento de los
regresión y hemorragia. Entre los periodos de crecimiento
cambios hormonales y
y de regresión pueden observarse periodos de reposo.
tisulares ocurridos durante
los ciclos ovárico y
Los cambios afectan las glándulas endometriales y su
menstrual son esenciales
epitelio superficial, a los elementos del estroma y las
para entender y llevar a
arterias endometriales. La excepción la constituye la
cabo medidas terapéuticas
porción basal del endometrio que no sufre los efectos que
cuando ocurren
se observan en los dos tercios superiores de la mucosa
desviaciones de la
uterina. Esta porción basal del endometrio sirve como
normalidad.
reserva a partir de la cual prolifera el nuevo endometrio en
cada ciclo.
La fase menstrual está precedida por la regresión que se inicia algunos días antes de la
hemorragia. Este período se caracteriza por disminución del edema que traduce una
disminución del espesor del endometrio, invasión leucocitaria, colapso de las glándulas,
desparición de la actividad secretora, degeneración celular, áreas de necrosis focal y
aumento del acodamiento y de la distribución de las arterias espirales con retraso y estasis
de su corriente sanguínea interior.
Se instala la fase hemorrágica que muestra una descamación gradual de la porción externa
del endometrio que se separa de la mucosa subyacente en pequeños fragmentos. Hacia el
final del periodo y mientras aún continúan la hemorragia y la descamación, en algunas
áreas se inicia de nuevo la proliferación.
Los trastornos menstruales y las hemorragias uterinas anormales, son motivo muy frecuente
de consulta al ginecólogo. Dichos trastornos, por sí solos, no deben considerarse como
enfermedades, sino únicamente como síntomas de un proceso patológico que debe
identificarse.
TRASTORNOS MENSTRUALES
La manera como se
No existe una clasificación perfecta, y la usada a menudo es
clasifican los trastornos
la de Fluhmann, modificada por el Dr. Alvarez Bravo:
funcionales de la
menstruación no tiene sólo
Alteraciones en la frecuencia
interés teórico y nosológico
a. Amenorrea: ausencia de 2 o más ciclos menstruales
sino que contribuye a la
consecutivos.
identificación del problema
b. Proiomenorrea: ciclos de menos de 25 días o adelanto de
con mayor precisión
más de 5 días en la aparición del sangrado menstrual.
orientando el tipo de
c. Opsomenorrea: ciclos de más de 35 días o retraso de más
estudios complementarios
de 5 días en el inicio de la menstruación.
necesarios y las pautas para
el tratamiento.
Alteraciones en la duración
a. Polimenorrea: sangrado menstrual de más de 8 días de
duración.
b. Oligomenorrea: sangrado menstrual menor de 3 días de duración.
Alteraciones en la cantidad
a. Hipermenorrea: aumento considerable en la cantidad del sangrado menstrual habitual.
b. Hipomenorrea: disminución marcada en la cantidad habitual del sangrado menstrual.
AMENORREAS
Se define la amenorrea como la ausencia de más de dos períodos menstruales o bien cuando
estos nunca se han presentado en una mujer que ha llegado a la edad de los 16 años. De esta
manera se clasifica, según la época de la presentación, en amenorrea primaria, que es esta
última instancia (nunca ha habido períodos menstruales) o secundaria cuando ha tenido
períodos menstruales.
El estudio clínico de la amenorrea se hará en principio contando con una buena historia
clínica que incluya datos pertinentes como edad de la paciente, edad de la menarquia (si la
tuvo), fecha de aparición de las características sexuales secundarias (telarquia, pubarquia),
enfermedades previas y concomitantes, vida sexual activa, fecha del último período
menstrual, antecedente de secreción láctea, aparición de vello heterosexual u otras
características de virilización, número de embarazos, partos y legrados y dificultades
encontradas en los mismos, etc. La exploración física incluirá el habitus (recuérdese el
habitus por ejemplo del Síndrome de Turner), la talla, el peso y otras medidas
antropométricas como el índice de masa corporal, talla, brazada, etc.
Hasta este punto nos habremos dado una idea bastante aproximada de si el problema es por
ausencia de órganos reproductores (ovarios o útero) o bien por alteraciones en la
permeabilidad de las vías de salida. También habremos podido observar algunas
alteraciones sugestivas de problemas endocrinológicos como un hiperandrogenismo
(hirsutismo, voz ronca, clitoromegalia), de estados hipoestrogénicos (atrofia mamaria,
pérdida de pliegues vaginales, resequedad y palidez vaginal), trastornos suprarrenales
(pérdida del vello axilar y pubiano), o bien la presencia de una gestación (areola secundaria,
tubérculos de Montgomery, crecimiento uterino, latido fetal o palpación de las partes,
cianosis vaginal o del cérvix, reblandecimiento uterino, etc).
El sangrado genital anormal se presenta en mujeres de todas las edades. Se deben incluir en
el diagnóstico diferencial situaciones como complicaciones del embarazo, sangrado uterino
disfuncional, algunos padecimientos del aparato genital, diátesis hemorrágicas y
enfermedades sistémicas. El tratamiento habitualmente es médico y debe ser apropiado para
la etapa reproductiva de la paciente. El sangrado en niñas
frecuentemente resulta de infecciones, de la presencia de
El sangrado genital
cuerpos extraños, trauma o prolapso uretral. Causas raras
anormal ocurre en mujeres
son el sarcoma o carcinomas genitales. En adolescentes y
de todas las edades. Las
mujeres en edad reproductiva se debe habitualmente a
razones son de lo más
trastornos ovulatorios, embarazo o condiciones uterinas
variado aunque las causas
benignas. Las mujeres posmenopáusicas probablemente
se agrupan por edades. No
sangren por estímulo anormal del estrógeno en el
es entonces adecuado
endometrio o por un proceso maligno. Ocasionalmente,
generalizar a propósito de
enfermedades sistémicas o diátesis hemorrágicas producen
etiología y terapéutica en
sangrado anormal genital (cuadros 1,2,3).
ningún momento de la
evolución del problema.El
SANGRADO EN LA NIÑEZ
diagnóstico diferencial
siempre se inicia con el
El sangrado vaginal en la adolescente puede o no tener
abordaje clínico.
importancia clínica, pero en la niña siempre es importante.
La vulvovaginitis es el problema ginecológico más
frecuente en la niñez. El epitelio vaginal es muy
susceptible a la infección por su poco espesor. Como regla, existe escurrimiento vaginal,
pero en los casos más agudos puede haber erosión de la mucosa y producirse sangrado. Los
cuerpos extraños en la vagina producen una descarga maloliente y sanguinolenta. Los
traumatismos genitales pueden ser accidentales, autoinflingidos o como resultado de abuso
sexual. Los desgarros del himen producen por lo general poco sangrado pero son
indicativos de que ha existido penetración. Las laceraciones traumáticas de la vagina
pueden asociarse con penetración peritoneal que requiere más estudio y los tumores
genitales en este grupo de edad habitualmente producen sangrado. Algunos cambios
endocrinos pueden producir sangrado en niñas como ocurre, por ejemplo, en la pubertad
precoz, la ingesta de estrógeno y quistes ováricos productores de estrógenos.
Aproximadamente un 30% de las mujeres con miomatosis uterina tienen sangrado uterino
anormal. Los miomas intramurales y subserosos distorsionan el útero y producen
crecimiento, pero por lo general no producen sangrado anormal. Los submucosos, sin
embargo, alteran la vasculatura endometrial y producen hemorragia. Los pólipos cervicales
se desarrollan en un pedículo vascular y prolapsan hacia la cavidad endometrial. El
carcinoma del cuerpo uterino es la tumoración genital que con mayor frecuencia produce
sangrado. La edad promedio son los 61 años. Los factores de riesgo son la menopausia
tardía, nuliparidad, obesidad, hipertensión arterial y diabetes mellitus. El carcinoma del
cérvix produce sangrado anormal cuando es invasor. El carcinoma vulvar y vaginal son
causas raras.