Está en la página 1de 2

Su tío Gerardo, quien murió a los 92 años, le narró que cuando él era un niño de 10

años y salía a jugar con sus amigos al malecón de Miraflores, siempre veía a un
anciano tuerto, de barba blanca, a quien siempre lo llevaban en silla de ruedas. Este
anciano solía llamar a los niños y les decía: “Ustedes tienen que recuperar lo que los
chilenos nos han quitado...Prepárense”.
Pero tiempo más adelante, ya por los años 20, el tío Gerardo vio la foto del anciano
en el periódico porque había muerto. Descubrió que era Andrés Avelino Cáceres.

PUEDES VER Mario Vargas Llosa: hace tres años ganó el Premio Nobel de
Literatura
Para el psiquiatra Ignacio López-Merino, su tío Gerardo, mientras vivió junto a él,
se convirtió en el primer informante emocional de los hechos de la guerra con
Chile. Así, con su parcialidad cacerista, más sus investigaciones sobre la guerra, ha
publicado la novela histórica Sangre de hermanos (Planeta), que ahora reedita y
presenta en la librería Book Vivan (Miguel Dasso 111, San Isidro. 7:00 p.m.).
Ingreso libre.
“Crecí como antipierolista. Por mi abuelo, mi padre, soy un procacerista, al punto
que seguro que en la novela lo he idealizado”, dice.
La novela cuenta la historia de dos soldados, uno de origen provinciano, Eleuterio
Gómez y el otro, Goyo Olazábal, hijo de aristócratas. Ambos son arrastrados hacia
la guerra en donde, en situaciones extremas, aflora la dimensión humana, tanto de
los patriotas como de los invasores.
¿Cómo administrar para una novela el dato histórico?
Es dificilísimo porque uno funciona en dos dimensiones: una, es la objetiva, de los
hechos históricos y los personajes reales; y otra son los personajes de ficción,
inventados, que interactúan con los personajes reales. Entonces, uno tiene que tener
mucho cuidado. En la parte histórica, uno tiene que ser fidedigno. Cuando uno
inventa personajes, el desafío es que interactúen con los personajes reales. Al final,
los personajes ficticios deben ser igual o más reales que los personajes reales. Es el
desafío.
Eleuterio Gómez encarna a su bisabuelo cacerista, ¿Goyo Olazábal es ficción?
Ficción pura. Quería un personaje en contraposición al soldado profesional, que era
Eleuterio, que era de Celendín, shilico. Como todo shilico, era arrogante y un
señorito de provincia, que vino a Lima y sus pasos lo llevaron al Ejército. Él ya era
un soldado profesional cuando empezó la guerra. El otro, Olazábal, tenía la vida
resuelta, pero en el colegio Guadalupe le inculcaron el patriotismo y se fue a la
guerra.
¿Su profesión de psiquiatra ha atribuido rasgos a sus personajes?
Para escribir, ser psiquiatra es una desventaja. Como psiquiatra, tengo un
conocimiento técnico de la personalidad, de las emociones, del ser humano.
Entonces, cuando escribo ficción mi tendencia es atribuirle a mis personajes
patrones de comportamiento. Entonces cuido que mi subconsciente me traicione.
Como psiquiatra, ¿Cómo ha leído las obras de Dostoyevski?
Dostoyevski, Tolstoi, me han enseñado más que Freud, que es un psiquiatra que
interpreta la conducta humana en base a una teoría que se aceptó porque no había
una alternativa científica, que ahora la hay, la neurociencia. Freud tuvo que
construirse un edificio en su imaginación
¿El psicoanálisis como especulación?
Completa especulación. Tal es así que una vez un profesor de psiquiatría dijo que el
psicoanálisis sin la imaginación es como el estudio de la fisiología humana, pero sin
un cadáver. La palabra clave es la imaginación. Cada psicoanalista tiene su
imaginación, todo es subjetivo. Ahora el psicoanálisis está muy desacreditado.
Retomemos a Dostoyevski y Tolstoi.
Dostoyevski en Los hermanos Karamazov hace un tratado de psicopatología,
porque cada personaje tiene una manera de pensar, actuar, que se describe mejor que
cualquier relato seudocientífico del psicoanálisis. Ellos son psicólogos natos y
conocen profundamente la naturaleza humana. He aprendido más de psicología
humana en esas obras que en la teorías freudianas.
El título de su novela tiene una remisión fratricida.
Es bíblico, está el epígrafe del Génesis en la novela: “Ahora pues, maldito eres de la
tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano”. Eso
dice la Biblia.
La Biblia que usted interpola con la guerra del Pacífico.
En este caso, la Biblia me sirve para sustentar la situación primigenia de la rivalidad
fraterna.

También podría gustarte