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Arguedas
Arguedas
Introducción
El escritor y antropólogo de
nacionalidad peruana José María Arguedas Altamirano, intenta de alguna forma
reflejar el pueblo quechua y mestizo en lengua castellana. Bien sabemos que
éste gran literato es bilingüe ya que en todo momento tuvo conciencia de
ambas lenguas que manejaba que son castellano y quechua; sin embargo
siempre mostró un cariño muy especial por la lengua indígena, considerada por
él mismo como su lengua materna.
Todos sabemos que en el país en el que vivimos el quechua es una lengua que
se ha dejado de lado, y por encima de todas se encuentra el español. Arguedas
muchas veces reflexiono sobre este conflicto lingüístico pues quiso manifestar
a través del español la cultura indígena y los pensamientos de sus pobladores,
para ello Arguedas era consciente de que eso no podía ser así por lo mismo
que el “poder lingüístico” lo tiene el español, entonces su fin fue buscar la
expresión en español pero que a su vez tenga como base el quechua. Él en
sus obras no busca necesariamente el uso de un estilo formal y estético, sino
que por encima de eso busca resquebrajar esos muros que han mantenido
oprimidos a los indígenas por tanto tiempo.
En sus obras Arguedas hace un juego con el castellano y el quechua, ya que
emplea ambas lenguas como parte de un diálogo. Una de sus obras en la
podemos notar este juego de palabras son “Ríos profundos” donde el
personaje principal dialoga con un muro incaico y habla en castellano pero
también introduce algunas frases en quechua. Esta obra trata de la formación
sobre dos pilares estructurales de dilatada tradición literaria, como son, por un
lado el motivo del viaje y por el otro el del héroe adolescente que protagoniza el
tránsito de la infancia a la edad adulta.
El viaje de Ernesto que es el protagonista de esta obra, pasa por tres etapas
que son el corto tiempo que paso en Cuzco que conforma la primera etapa del
viaje iniciático de Ernesto; Cuzco es ciudad sagrada y centro del mundo en el
que se unen cielo y tierra. En la segunda etapa es el largo peregrinar del
protagonista siguiendo los pasos de su padre por toda la geografía del Perú. La
estancia en Abancay constituye la tercera parte del viaje del protagonista;
Abancay romperá la idea del orden natural que Ernesto había aprendido con
los indios, porque en esa ciudad aparecerá materializado el mal. La última
etapa del viaje de Ernesto consiste en la vuelta a emprender el camino que lo
integra con las sierras, los ríos y el pasado, pues ese será, paradójicamente, su
futuro. Son dos los narradores que relatan los diferentes capítulos de la novela.
Uno es el mismo protagonista que narra su historia interior, y el otro es el
narrador que narra la historia global.
En el primer plano se asemeja la biografía del autor con la vida de Ernesto. Hijo
de Víctor Manuel Arguedas Arellano que es natural de Cusco y de Victoria
Altamirano Navarro, quedó huérfano de madre cuando contaba tan sólo con
tres años de edad. Sin embargo esta orfandad le facilitó que estuviera al
cuidado de los sirvientes indígenas, cuidado que se incrementó al casarse su
padre con Gimanesa Arangoitia, con la cual jamás se llevó bien. Su padre era
abogado que iba de un lugar a otro, concedió la educación de su hijo a su
madrastra. Pero Arguedas logró escapar del martirio que significaba vivir en la
hacienda de ésta, refugiándose durante dos años en la hacienda de Viseca de
su tío José Manuel Perea. En la cercana comunidad indígena de Utek',
Arguedas viviría la época que recuerda como la más feliz de su vida.
Esta etapa nutrió toda su existencia con imágenes idealizadas de integración
con la naturaleza y una gran conciencia solidaridaria. Confirió al mundo andino
rasgos de hogar, de vientre materno y protección paterna. Las figuras
patriarcales de don Felipe Maywa y Victo Pusa condensarían en su memoria la
plenitud humana y humanizante de Viseca y Utek' conforme se ve a lo largo
de Los ríos profundos. Esta visión mágica, unitaria y animista del universo
absorbida desde la niñez la integró en su obra como tema y materia de la
narración así como también elemento estilístico del lenguaje narrativo.
El plano del pasado inca se halla en el reino de la memoria y está estrictamente
atado al plano mágico-mítico, hasta el punto de confundirse. Según el escritor
Clastro Klaren dice así: “La magia es el medio gracias al cual el ser humano
puede intentar comunicarse y comprender el mundo que lo rodea y que apenas
entiende”. En Los ríos profundos Arguedas presenta una visión del universo
como un todo interrelacionado y el acercamiento mágico a ese mundo consiste
en intentar descubrir los caminos subterráneos que se mueven entre los seres,
las cosas y los valores espirituales. Sin embargo esta percepción integradora y
panteísta no es compartida por todos los personajes de la novela, tan sólo por
el pueblo indígena y por Ernesto, el protagonista “introducido” por una infancia
pasada en el ayllu y en su quebrada madre.
Esta magia es para Ernesto su guía vital y la encuentra en la memoria de las
piedras vírgenes del muro inca, de donde capta al palparlas con sus manos la
ternura y solidaridad de sus antepasados; la magia se encuentra de igual modo
en los ríos, a los que otorga el papel de divinidad purificadora ya que es sangre
que desciende de la sierra y trae consigo recuerdos de un pasado feliz. Es
decir, aunque escrita en castellano, Los ríos profundos es una obra pensada y
cantada en quechua.
Continuando con otra de sus obras de José María Arguedas tenemos “El zorro
de arriba y el zorro de abajo”que viene hacer la sexta y
última novela del escritor peruano publicada póstumamente en 1971. Es una
novela trunca, es decir, no culminada, y que se halla intercalada por unos
diarios personales e intimistas donde el autor refiere los tormentos que le
agobiaban mientras iba escribiendo la novela, para finalmente anunciar su
inminente suicidio. Complementan la obra dos cartas y un epílogo. La novela
pinta las consecuencias del acelerado proceso de modernización del puerto
de Chimbote, motivado por el boom pesquero; hacía allí llegan miles de
inmigrantes andinos atraídos por la oportunidad de ganarse la vida en una
pujante urbe industrial, y al mismo tiempo asimilarse a la llamada
«modernidad», todo lo cual, según la óptica del escritor, trae consecuencias
nefastas como la pérdida de la identidad cultural del hombre andino y su
degeneración moral al sucumbir ante los vicios de la ciudad, en bares y
burdeles. El autor alterna la representación dramática de los costes humanos
de este crecimiento, especialmente la pérdida de identidad cultural de los indios
trasplantados a la ciudad, con apuntes de diario, de los cuales emerge la
decisión, cada vez más inexorable, de suicidarse.
La obra tiene como tema principal la soledad del peruano que emigra a las
ciudades de cartón y lata en la costa, intercalado con fragmentos de sus
diarios; esta historia es la historia del Perú; y enfermo de Perú, Arguedas se
mata, expresa en su obra todo el dolor y la herida de la historia. La
problemática de la comprensión del mundo desde opiniones diferentes y
opuestas por los zorros ocupa un lugar central en toda la obra de Arguedas.
Esta obra es muy interesante porque no solo narra una historia sino que nos
sumerge en lo más profundo del narrador-autor, ya que a lo largo de la obra
podemos sentir el sufrimiento, las ganas de recuperar la voluntad de vida, las
victorias y derrotas, que tiene Arguedas, debido a los constantes periodos
depresivos, que tal vez hayan sido para el autor la causa de su frustración al
impedirle terminar el proyecto de su relato o el motivo principal que lo
impulsaba a querer enfrentarse a la muerte y a querer sobreponerse, forjando
así esta novela y al punto de preguntarnos si Arguedas habría pasado a la
historia de la literatura de no haber padecido depresión. Para algunos les
resulta inconclusa esta obra pero tan solo con las confesiones expresadas con
lucidez, ternura e intranquilidad interior del narrador mediante sus diarios, y su
posterior muerte es la que se convierte en el inevitable testimonio final.
ENSAYO DE JOSE MARÍA ARGUEDAS :
ENCUENTRO ENTRE DOS MUNDOS
Con este ensayo quiero dar a conocer más lo que pensaba o daba a conocernos
sobre la injusticia y discriminación, todo lo que escribía en sus obras eran sus
verdaderos pensamiento y gritos de lucha.
A la vez como en cada una de sus obras nos habla de lo grandísimo que es
nuestro país, sus culturas, costumbres y etnias.
En cada una de las obras de José María Arguedas, nos da a entender la vida que
le toca vivir con su madrastra y gracias a ella él nos pone a reflexionar sobre la
injusticia, la discriminación, el abuso de rangos mayores hacia personas que
son inferiores a ellos, entre otros abusos hacia personas indígenas, o de niveles
bajos de la sociedad. Y en actualidad se da cotidianamente ya que esto aún no
desaparece, creo que deberíamos de tomar en cuenta lo que José María
Arguedas nos quiere trasmitir con sus obras.
Tenemos que respetar a las personas no por su apariencia ni por su nivel social
si no por su interior, como José María Arguedas se escapó con su hermano de
su casa para ir a la casa de su tío, con los indios que le enseñaron sus
costumbres y su idioma.
Su padre también le enseña sobre las costumbres de las demás personas como
peregrinajes y a pueblos de la sierra para que de una forma u otra se culturice.
José María Arguedas utilizo una de sus obra como un diario donde cuenta todo
lo que vive y las injusticias del país llamado “El zorro de arriba y el zorro de
abajo” En esta obra nos damos cuenta que una dolencia psíquica le causo un
daño por el cual no pudo escribir por un 5 años, pero luego mejoro su estado.
En Abril de 1966 intentó suicidarse pero sin éxito porque él se sentía un simple
espectador de acontecimientos revolucionarios que sacudían al mundo y no
soportaba ser solo un simple espectador. Pero tengo la probabilidad de que si
no hubiera vivido todas esas traumáticas etapas de su vida, él no hubiera
intentado suicidarse.
En “Todas las sangres”, en 1964, Arguedas siguió, sobre bases más amplias, la
representación del mundo andino. Del relato autobiográfico se pasa a un cuadro
general que comprende las transformaciones económicas, sociales y culturales
que suceden en la sierra peruana. En esta historia una familia de grandes
latifundistas, Arguedas afronta las consecuencias del proceso de la tecnología
que avanza sobre un mundo todavía feudal.
Todas las sangres es un proyecto que narra cosas más ambiciosas que otras
obras, pues pretende sopesar todos los modelos que se presentan como
alternativos para construir y configurar la sociedad peruana. A ello obedece su
estructura coral, en la cual se enfrentan el proyecto capitalista, el orden feudal y
un boceto de capitalismo nacional.
Pero el autor invalida cada uno de ellos, proponiendo como legítimo un modelo
social comunitario que no desdeña, empero, la tecnología. En todas las sangres
elevan el problema indígena a nivel nacional, e incluso le brinda un tinte
universal, en la medida en que el conflicto expresado en la novela corresponde
ya en ese momento llamado Tercer Mundo.
El autor también estuvo en la cárcel que le sirvió como inspiración para hacer
“EL SEXTO” donde también se juntó con diversos tipos de gente. El infierno
carcelario es también una metáfora de la violencia que domina toda la sociedad
peruana. En esta obra no hay discriminación pero sí mucha injusticia sobre los
políticos de esa época que metían presos a personas que no estén de acuerdo
con ellos o simplemente por cualquier cosa la mención a la explotación de los
empresarios norteamericanos, la violación, la complicidad del gobierno, las dos
ideologías opositoras, los apristas o comunistas, se resume todo un mundo que
configura al país en ese penal de constantes confrontaciones que nos enfrentan,
escenas que dejan ver la miseria humana, Arguedas con esta novela nos
demuestra su gran talento y que al leernos disfrutar de unos relato de la vida
misma.
Aunque encontró lo peor de la sociedad, también encontró a personas capaces
de querer luchar por su vida y no quedarse detrás de los demás si no superarse
ante las circunstancias adversas e injustas con las que cualquiera de nosotros
podemos toparnos.
Hay solo se puede esperar morir o esperar. El en esta obra nos muestra que es
muy perseverante y que debes anteponerte ante tus adversidades.
La circunstancia de haberse educado dentro de dos diferentes culturas, la
occidental y la indígena, unido a una delicada sensibilidad, le permitieron
comprender y describir como ningún otro intelectual peruano la compleja
realidad del indio nativo, con la que se identificó de una manera en la que todos
sus lectores se ponen en los zapatos de él. El significado de su visión del
niño andino es un alcance muy importante a tener en cuenta en
medio de la lluvia de ofertas educativas para “civilizar” a los indios.
Sin duda una queja por la constatación de que la cultura se vaya
perdiendo por la presencia y exposición a los cambios que se viene
dando y al proceso de migración del campo a la ciudad.
Su precoz experiencia le dio un resultado a esta trama, la vida de José María
Arguedas transcendió entre dos mundos no sólo distintos, sino además en
contienda. De allí surgió su voraz voluntad de interpretar la realidad peruana, la
permanente corrección de sus ideas sobre el país y la definición de su obra
como la búsqueda de una imagen válida de éste.
Aun así la crítica cultural están implícitos en las obras literarias y la creación
verbal por sí sola puede comunicar una voz auténtica de una cultura a los
lectores de distintos países. Siendo la literatura, clave para conectar todas
las culturas la cual forma parte del fondo de imágenes básicas de una nación,
donde la renovación de imágenes mantiene viva la cultura.
La obra de José María Arguedas tiene como principal objetivo crear unas
potencias creativas en los lectores. La cual se pueden percibir aun sin conocer
los contextos que insinúan en su texto. La literatura es un campo donde lo
común y lo diferente no se excluyen.
Además es una figura que suscita gran simpatía e identificación entre todos los
peruanos. Pero quienes realmente leen sus obras son la gente culturosa, y
resulta que pocos de sus lectores son inmunes a la seducción de sus textos. En
realidad, quien persevera en el frecuenta miento de sus obras termina
desarrollando una relación especial con su autor.
Desde sus primeros relatos se ve un problema que terminaría por presidir toda
su escritura: su vida, y los sufrimientos de los indios en las haciendas y aldeas
de la sierra del Perú.