NUMERO 33 / ENERO 1970 / PRECIO S 55.

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Cuadernos de MARCHA es una publicación uruguaya
mensual, editada por MARCHA en Tall. Grál. 33 S. A.
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 Cuadernos
de MARCHA
NUMERO 33 ENERO 1970

. '
-----SUMARIO-----
Al.GUNOS ANTECEDENTES
Predicción del conde de Arana1.. .......... ..... 13

Predicción de Jefferson ................. ..... 14

En nombre de la justicia y la humanidad . • • • • • • . • • 15

El mismo "musiú" con distinto cachimbo . • • • • • . • • 15

Hispanoamérica, una sola nación (por Simón Bolívar) 16

El destino de los Estados Unidos (por Simón Bolívar) • 20

El pueblo que compra, monda,

El pueblo que vende, sirve. (por José Martí) 20

De cómo conquistar Cubo y Puerto Rico

(por J. M. Breackseason) . . . • . . . • • • • . • • • • • • . • • • 22

J EL INFORME ROCKEFELLER
Prefacio ...... ................ ........ ...., 25
Preámbulo ............. ... .............. .. 25
Carta al presidente Nixon . . . . . . • • • . • . • . . • • • • • • 27

Cap. 1 (la vida en el hemisferio occidental) • . • • • . • 30

Cap. 11 (El desafío a la libertad política y económica) 37

Cap. 111 (Organización) . . . . . . . •. • • . . . . • . • •. •• • 39

Cap. IV (Política y acción) . • . . . . . . • • • . • • • . • • • • • 45

Cap. V (Conclusión) /
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • · - · - · ..!. 73
/ JAMES PETRAS

Juicio crítico del Informe . . . . . . . . • . • . . . • . • . • • • • 77

COMPILACIÓN INTRODUCCIÓN Y NOTAS

POR GREGORIO SELSER
 INTRODUCCION
Pero, ¿cuántas personas fueron encarceladas partJ
mantener la tranquilidad durante ntteslrn imita~
PARTURIUNT montes. el Informe Rocke-
feller al presidente Nixon no equivale a
la invención de la pólvora ni al descubri-
niiento de América, aunque el enviado es-
pecial haya hecho, como Cristóbal Colón,
cuatro viajes. El documento, en gran parte
retórico y reiterativo, es algo así como el
¡:arte de campaña del ·eiiv1adQ de un ID"!o
comand~ que prescinde de sus habituales
fuentes de información, secretas, de "Inte-
ligencia'', y opta por recorrer y visualizar
1
En persona el escenario donde se desarro-
llarán las futuras batallas, renovando con-
tacto con los aliados, midiendo y evaluando
las condiciones favorables -reforzándolas
incluso- y analizando y previendo las fin-
tas y movimientos del enemigo.
El enviado especial es, a la manera de
los missl domlnlcis de los reyes carolingios,
l!n espía de naturaleza peculiar. No sólo no
oculta su misión, como lo hacían aquellos,
Sino que, de acuerdo con los tiempos que
v;vimos y las características de los mensa-
jes del imperio, se hace anuncia;: con trom-
petas y clarineS, aparenta despreciar los
riesgos de atentados y no trepida en ofre-
~
cerse como prenda de holocausto Pero la
verdadera misión no es la que él cumple o
hsume. Como se sabe, su séquito -sin con-
tar--sti guardia personal- ascendía a casi
centenar y medio de personas; y será un
sector espedahzadís1mo de su comparsa el
······--- -- ·-··--'"""
DAVID BRONHEIM
Integrante de la Misión Rockefeller
q_ue desarrolle el verdadero "operativo".
l.1 mismo se lo recordará al presidente Ni-
xon en la carta que acompañará a su re- if2'..
port: " [ ... ] porque había 23 países por vi- ~
sitar, cada uno con sus problemas especí-
ficos, me pareció evidente que yo solo no
¡.iodía cumplir la labor [ ... ] conversar con
todas las personas claves en los diversos
campos de los sectores público y privado".
Por consiguiente -añade- invitó a un
grupo de prominentes compatriotas, cada
uno de ellos "experto en un ramo especia-
hzado", de entre los cuales unos veinte a
veinticinco le acompañarán en cada viaje.
¿Era imprescindible tamaño programa
l
de entrevistas "con personas claves" de ca-
c!a país? ¿Qué era lo que pretendía descu-
brir, que no estuviese con antelación des-
cubierto, archi&abido y comprobado?
En fecña tan temprana como el 28 de
enero de 1969, a escasos días de haber asu-
mido el poder Richarct Nixon y Yll conoci-
da su intención de enviar a su correligio-
nario Nelson A. Rockefeller en gira con-
tmental, el viejo corresponsal en Washing-
ton Benjamín Welles a untaba su innece- d'\
sc.:rie a : 1xon sugirió el envío de un emi- \V
sario de alto nivel a América Latina para
que averiguase qué es lo erróneo en la po.
iítica de Estados Unidos en el continente,
péro coincidió con Galo Plaza en que Amé-
r.ica Latina ya fue eaiuJi&da hasta la satu-
PAG. f5
 ración".1 Lo repetirá con mayor énfasis
Bronheim, integrante él mismo de la mi-
11ón: "Realmente, estos viajes no pudieron
ser para faci-finding. ni para realizar estu-
ciios cuidadosos. La mayor parte de esta in-
formación era conocida y contábamos con
más estudios de los que podemos utili-
Zür".2 Y, sin embargo, el aparato de entre-
\listas, su técnica y las conclusiones emer-
gentes son indicadores de que nada fue
~ratuito ni improvisado y que el programa
ton cada pais, como Ioratificará Rockefeller
más tarde, "había sido preparado antes de
1.uestra llegada". He aquí la mecánica de
la operación:
~ "Mientras yo conversaba con el presi-
f dente o primer ministro de cada país y lue-
go con el ministro de Relaciones Exterio-
1·es y con frecuencia con el gabinete ente-
1 ro, cada uno de mis asesores se reunía con
los líderes locales en campos de interés
mutuo de los sectores público y privado.
En esta forma los asesores pudieron conver-
sar y asesorarse con unas cien o doscientas
personas en cada país Hubiera sido necesa-
r 10 permanecer .¡arias semanas en cada país
para que una sola persona pudiera enterar-
se de la situación tan a fondo. Además, nin-
I
1
gún individuo hubiera podido cvmbinar la
pericia del conjunto de los asesores que for-
maron parte de la misión [ ... ] Por medio
oe estas visitas de saturación, los miembros
de nuestra misión pudieron reunirse y con-
\<ersa r, en su calidad de colegas, con toda
clase de expertos sobre problemas especí-
ficos y lograr un discernimiento nuevo y
perspicaz de lo que se puede hacer más efi-
Cé:zmente para alcanzar las metas comu-
nes [ ... ] Cada miembro de la misión ha
¡:reparado un informe detallado sobre sus
conclusiones, todo lo cual formará parte
C:el expediente definitivo. Además, el grupo
sostuvo entre sí discusiones intensas duran-
te y después de los viajes [ ... ]"3
De nuevo, entonces, ¿por qué y para qué
los cuatro viajes, las molestias que deman-
dó, los peligros que arrostró, las muertes,
las prisiones y heridos que provocó, la
cuantía de los gastos que exigió, habida
cuenta de que por último y tal como lo
predecían Welles y otros observadores, él
resultaría un parto de los mont~s más?
Está la explicación de las necesidades
ternas estadounidenses, en materia polí-
t1c:a, que exigían poi un lado mdntener en
ocupación plena al rival notPnC'iaJ de Nixon ,
i=>AG. e CUAOERNOS C& MARCHA
en una futura precandidatura pres1oenc1al,
siquiera fuese durante el períodu de ubica-
ción de "amigos" en la administradón pú-
blica; y por el otro la de mostrar que aun-
que la prioridad 1 era lo de Vietnam, de
ningún modo se descuida el patio trasero
del imperio, geográficamente hablando, ni
mucho menos hay desentendimiento de él
como lo asevuan los tempi'anos críticos del
flamante mandatario. Está también. en el
01den internacional, la explicación de que
Nixon necesitaba por lo menos seis meses
de respiro -o quizás un año- para resol-
ver aquella prioridad 1 y encarar la priori-
dad 2 (situación social explosiva en el pro-
pio imperio) antes de acometer de lleno el
'problema" hispanoamericanc,, que si no fi-
gura con numeral prioritario, tampoco ha
sido descartad(, de las agendas imperiales,
y mucho menos desde que Nixon comenzó
dándose de bruces con un fenómeno tan po-
co usual en d continente, como lo es el del
perunismo. Es sugestivo, al respecto, que el
Viajero hará hincapié en su informe en las
novedosas características de las fuerzas ar-
rr.adas hemisféricas, si bien contrabandean-
do la mercancía y asignando valor de ge-
neralidad a lo que no es -el perunismo--
sino la excepción a la norma. Es un esca-
moteo afín al recurso de aquella dama de
que hablaba el doctor Johnson inglés se-
gún la memoria de Borges, que con el pre-
tt:xto de ejercer la prostitución en realidad
practicaba el contrabando.
Sea de ello lo que fuere, es evidente
que Nixon gozó de casi 10 l!leses de cr~o
temporal en cuanto a expectativas y espe-
r nzas de las clases alta media hispano-
americanas. Solo e de octubre, an e a
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y
sobre la base del Informe de su correligio-
nario "Rocky", redactado a su vez con el
soporte testimonial d~ "más de 2.000 líde-
res de los 20 países que la misión visitó".•
Ilicha · un mostrará una vez más que
no entiende absolutamente na a e cuanto
ocurre en Hispanoamérica, o que el "pro-
blema" es más bien un "tema" sobado, abu- (
rrido y nada peligroso para el próxim_o fu- h'Í\
tuio y, por último, que a o trario de lo V
q e o inan los ex ertos el s or i ~
~er1n~1sta y sus epígonos, -a los que des-
precia ~~abezas de'nuevo"- no hay
¡posibilidades inmediatas de uno, ni de dos,
fü de tres Vietnames en la 'ªregión" Tnsuíat
l - - - - ---
antillana ni en la continental al sur del río
Bravo.
Y puesto que ésa es, en síntesis, la apo-
yatura de todo el andamiaje investigatorio
rockefelleriano, la entraña de los cuatro pe-
nplos sale a luz, insistentementE: y como lo
hemos ir...dicadc.. al comienzo: el jefe de la
misión, a la manera de los "ojos y oídos del
1 ey" persa Darío. ha salido de recorrida por
sus posesiones para asegurarse de que todo
eetá en 0rden y paz, qu.uodr. la.J!!9._uiet\id
o ~onforr::}smo popular es controlab1e y
que de asumirlas proyecctones de una vas-
ta o localizada rebelión, les mecanismos de
f'tllr.esión son, por ahOl'a-.J.. suficientes, tanto
como los engranajes de la eStructura polí-
tico-militar vigente. Lo~ signos de agitación
son visibles, claro está -adm"IleerVlajero
eP]efe- y algo hay que hacer al respecto
además de tomar nota de ellos, y hacer la
cuenta de cuántas veces se encienden las
luces rojas de peligro o graznan despavori-
dos los gansos del Capitolio Sugiere enton-
tts los habituales emplastos de emergencia,
l0s superficiales sucedáneos de los verdade-
ros remedios de fondo. Ponga 11na venda
a~uí, aplique aceite de ricino allí, acalle a
la viuda y al huérfano con unos dólares
allá, muéstrense comprensivos, tolerantes y
¡:,reocupados siemprt:, construyan letrinas,
erijan alguna escuelita y tracen carreteras,
salud-instrucción-progreso-usted-sabe, y ten-
oremos unos años más para ir tirando, en
t··nto arreglamos un poco más lo propio, lo
ce entrecasa, que en todo caso no es menos
acuciante y potencialmente explosivo.
el ducho y más conspicuo representan-
te del clan petrolero de la Standard finali-
za su extensa exposición con algo que, en
verdad, nada tendría que ver con sus giras
recientes, si no fuese porque en rigor de
verdad y tal come, lo hemos apuntado, .fil!S
viajes estaban relacionados también con ob-
j,:_t1vos de pohfaca interna estadounidensEl_:
1,a reqmsttort~ en tavor de soluciones a lQ$.
proElemas sociales dentro de Estados Uni-
dOs. Porque Ciealgún moao él y sus exper-
tos no han hecho sino comprobar de visu
que cada una y todas las repúblicas visita-
das y más allá de los barrios elegantes don-
de residen los que en ellas mandan, repro-
ducen multiplicadas y aumentadas las con-
diciones de miseria, ignorancia, suciedad
subempleo y hambre endémica de lugares
tales como Ocean Hill y Harlem, en el New
York que él tan bien conoce.
NUMERO 33 / ENiae>o •970
Es que la Tercera Guerra Mundial, que
ya ha estallado en lugares y tiempos distin-
tos pero que no tient: miras de concluir,
carece de fronteras visibles dictadas por la
geografía, la etnografía, la teología o la
ideología. Se libra por doquier y con armas
convencionales, aunqut: la táctica y la es-
trategia y hasta lol> instrumentos bélicos
hayan sido desconocidos hasta tres décadas
atrás. La libran pueblo¡, enteros contra sus
opresores de fuera y de dentro. Hubo Ar-
gelia y hay todavía Vietnam y q aizás haya
otra vez Laos, Tailandia, Cambodia. Pero
ni Asia ni Africa son ejemplos dispersos,
limitados. En ni¡estr~ ~mérlca la Ter:szra ~
Guerra Mundial se imcio ena nmeré!..ll)..k. ~
a e ano cuando el Departamento
cie-EStaao y la Central Intelligence Agency
Potificaron a Guatem~ que no permitirían
experimento al~o de ifeforma social-poli-
tica que no estuviese f!§.callzada. PQJ' ellos: y
ccn métodos contundentes de consuno con
la habitual traición :it la oligarquía y el
(,jército de turno mostraron que no se con-
Í•'rmarían con la mera notificación.
Para los lectores de entonces que quizás
lo hayan olvidado, y para los de hoy que
probablemente no las conozcan, habría que
recordar las memorables requisitorias de un
hispanoamericano que merece bien de la
historia, Guillermo foriello, que ilustran
acerca del desencadenamiento de la última
lid, que desde entonces no ha concluido. Al
sentido del !!kase dullesista. se referirá el
profesor estr.Jounidense Richard Adams,
quien precisamente vivía en tierras del
quetzal cuando el "guatemalazo": J,gs her-
manos Dulles forjaron un vacío político en-
¡
"tre dos polos: por una parte, el de la de-
1 echa tradicional, Jligárquico-conservador,
enemigo de todo cambio social, por leve que
sea, y por la otra el de la izquierda extre-
ma, que cinco años más tarde se afirmará
en Cuba con Fidel Castro y Che Guevara,
este últimú testigo personal de la etapa pos-
trera de la caída del f)residente Jacobo Ar·
benz. Para Adams, Estados Unidos no de-
jó a los pueblos de Hispanoamérica otras al-
ternativas o Vdriables posibles que esa op-
ción por la izquierda extrema, no le consin-
tió zonas de opción intermediarias, siquiera
fu e sen del tipo socialista moderado; de ese
ro-consentimiento emergerán, pues, Bahía
ce Cochinos y la invasión de la Dominica-
na, pero también las guerrillas, tácitas o ex-
PAQ, .7
plfoitas, permanentes o esporaa1cas, en el
resto de América. El argumento del antro-
pólogo de la Universidad de Texas puede
ser válido en cuantCJ juicio de la política
estadounidense, pero deja en cono de som-
bra explicaciones sobre hechos en los que
al menos en teoría, su patria no tiene res-
ponsabilidad directa, ::orno el del asesinato
del líder liberal colombiano Jorge Eliécer
Gaitán, en abril de }948J crimen que fue el
ominoso marcv del nacimiento de la OEA,
que fue el detonante del inmediato ·~­
tazo" y que es señaladv como el origen del
peiiodo de "la violencia" en la patria de
Camilo Torres, aún no concluido "La vio-
lencia" colombiana disfraza, semánticamen-
te, la expresión ''guerrilla endémica" v1.
gente en el país desde antes de 1948, pero
se inserta en el cuadro de la Tercera Gue-
rra Mundial porque su motivación entraña-
ble es afín a los movimientos de liberación
nacional aunque el enemigo visible no sea
Estados Unidos sino el aparato militar-po-
l"cíaco de la oligarquía.
Esta puntualización no es gratuita ni de-
be ser pasada por 'ilto en cualquier análi-
sis de los problemas socio-políticos hispa-
r.oamericanos. La tentación natural y justi-
ficada de ver en Estados Unidos la fuente
y origen de los males que afligen a los pue-
l:Jos de Hispanoamérica, con frecuencia ha-
ce 01vidar o soslaya d hecho de que las cla-
Sf;S dominantes locales son tanto o niasTeS:
pensables de tales situaciones de dependen-
cia, colomaJ.!L.Y margmfiliZaciOfi. "El cófcl6n
umbilical q1.1e las une al imperio del Norte
c las vincula a Jtro:s imperios dt! ultramar
puede explica1 muchas circunstancias con-
flictivas o situaciones límites en algunos
i:;aíses del continente, (Jero no en todos, y es
obvio que no siem}.irC' Washington contó
ccn la plácida aquiescencia o la automática
reverencia de países tales como México, la
Argentina y Chile. Con todo, los in_ter~se_s
ce ciertas clases altas y medias. aunque
puectan entrar en colisión....cQn las Es1füIQ;l
lJnidos, nunca tenderán a romper lanzas
<l;efinitivas con éstos y va de ,;uyo que tá-
citamente se coludirán contra el enemigo
común de ambos: la clase trabajadora
-campesinos y obreros- en cada ocasión
en que se jueguen decisiones que involu-
uen cambios profundos y decisivos en la
e!:tructura socio-económica vigente.
La coincidencia ep el objetivo de preser-
'!'"r ·sin modificaciones el statu guo Trñpe-
PAG Ei
rante en toda Amérfoa, hermana natural-
mente a las clases posesoras y dirigentes al
sur del río Bravo y al norte de él Si pue-
den establecerse diferencias o producirse
colisiones, nuuca serán de índole tal que
e.Iteren su identificación esencial. Y si hu-
ta una época en que pudo hablarse de blo-
ques de naciones y pueblos enfrentados, co-
mo ocurrió en el siglo XIX con los contados
intentos de constituir federaciones hispano-
americanas, su magro resultado y su contra-
parte de hecho, la forja de un único ente
panamericano regido franca o embozada-
mente desde Washington, es la mejor prue-
ba en favor del dicho de que entre bueyes
no hay cornadas. Cuando esas cornadas sean
cropinadas, sus receptores lógicos serán los
terceros en discordia. Quienes luchan en la
'l"ercera Guerra MunJial son ~sos terceros,
oara quienes al adversario implícito es la
:suma de sus opresores de adentro y de afue-
n., así sea en Vietnam, Cuba o l:;. República
Dominicana.
La misión Rockefeller tiene plena con-
ciencia del contexto vital hispanoamericano
v su objetivo consistirá sobre todo en medir
su potencial y determinar las medidas acon-
sejables para afrontar desde una cómoda
posición de fuerza -económica. militar-
las eventuales resquebrajadura:. del siste-
r.1 Hace unos ~os, un secretario de
estado norteamericano, Robert Smith, enco-
mendará -guardadas las debidas distanciaS>-
temporales- una tarea semejante en Bra-
sil, Buenos Aires, Chile y Perú, al enviado
especial Joel Roberts Poinsett, el mismo
que veinte años más tarde será expulsado
oer el gobierno de México acusétdo justifi-
c~damente de entrometimientu en los asun-
tos internos del país. Entonces y ahora, am-
bos viajes comportan lo que técnicamente
es asimilable a espio!laje e inteligencia. No
hay guerra declarada aunque sí encubierta;
en el primer caso el naciente imperio está
creciendo según la predicción del conde de
Aranda, el consejo de Jefferson y las pres-
cripciones de moral puritana de Washing-
t .m, hasta quedar continentalmente confi-
gurado según las pautas deterministas del
Destino Manifiesto, a costa de la mitad del
territorio de MéxicCJ. En el segundo, con-
siste en una mera costumbre de manteni·
miento, como si se tratasf: de una locomo-
tora diésel, que por períodos req 1.1iere revi-
sl'lción, acei· 'Ido y reajuste de piezas y en-
g1anaje:.. Las operaciones de c0nguista Y
CUAOE~N09 CE MARCHA
 niantenrn • on connaturales con la h1s
~ria de Estados Unido~. s o previenen
Eollvar, Mal'tí, Ingenieros, Ugarte, Varona,
Palacios, y lo ratifictirá con el sufrimiento
de su propia patria sojuzgada Toriello. Si
no hay guerra existen la agresión y el des-
mim, la rapiña y el despojo, la sinrazón y
h'. prepotencia del fuerte contra el débil.
Para que haya guerra es preciso que dos
c.!uleran y puedan entablarla, y Estados Uni-
c·.os, lo sabemoi. en Nuestra América hace
mas de siglo y medio, fue nuestro agresor
nato, casi 11iempre pot comisión, a veces por
omisión.
La retórica del Informe de Nelson A.
.li.ockeleller no trata Je ocultar esa evTcttm-
cia, aunque la revista con la denominación
éldecuad! a estos Liempus. La acción de Es-
tados Unidos es parb él defensa de la "de-
mocracia" y la "libertad'', y la reacción
de nuestros pueblos es 11 subven1ión interna",
"insurgenciá" "comunismo". Estas concep-
tuaciones son válidas para describir la re-
lación de su patria con Hispanoamérica, pe-
1 < no cuando deben aplicarse al mismo fenó-
n eno si ocurre en el estado de Nueva York,
o en Harlem. Entonces, como gobernador
de aquel estado, como político, Rockefeller
110 puede equivocarse, y así puede aproxi-
marse a la verdad y admitir las calificacio-
nes de "lucha antlpobreza", "expectativas
de cambio social" "guerra racial", "procu-
ra de nivelacion docio.económica" Bn un
caso la explosion aparece como distante,
mediata, casi lejana; eu el otro ya ha gol-
peado a la puerta de su propia casa y la ha
f::t-tremecido, siente la inminencia de otras
próximas, casi en família. Y, sm embargo,
lo sabe muy bien, se trata del mismo fenó-
meno de hambre, desnutrición, desempleo,
desigualdad Je oportunidades, ignorancia,
Analfabetismo, miseria, subdesarrollo en
st:ma, con una análoga consecuencia; dcscs-
po ·11ció11 de mlllonel! de hombrei, "'n los tu-
gurio8 de Hait(, los sluma de Ocean Hill y
1Jcwark, las favelaa d(! Rfo de Janeiró, las
,- .. las-miseria de Buenos .J\ir<>~. los banios-
callampa do Santiago do Chile o las barria-
das do Lima.
El Informe allega presuntas panaceas
r>· ra la e1úerr11edad de nol!otros loi. do Hi11-
tia11oan1érica pero apunta por extensión a
Jo~ males propios. li& el arsenal de lugares
c1..mt111e11 de la trA Íclonat prola panameri-
" mistR: ~y .quién_. por qué ~ y cuánto
aéEiCla1sa como ayuda. No Innova sino en
NUM&l'td 113 / il:NIDtO tD70
t:L anto es mas realista, con relación a los
textos y pretextos de la Alianza para el
Progreso. Y sobre todo mas élaro, menos
envuelto en algodones y moños, como en la
s<:!cción quu dedica al análisis de la lucha
a1·mada contra la "subversión \nt~rna" de
los países hispanoamericanos. Allí podt li el
lector apreciar la desnuda técnica de la co-
honestación de ~resuntos fines morales con
los o..fuetivos mas bastos y_pragmáticos del
Iiicra material, spgún la mejor tradicion del
~itanismo estadounidense Los argumen-
tos de "Rocky" para eJercer benevolencia
en cuanto al armarnentismo du nuestros
eJércitos pretorianos, ejércitos capangns,
e)ércitos-gendarmes, se apoyan en la lírica
aeclamación accidenta lista y cristfana. Ésta
ist::ría la idevlogía que permitirá el cont1 a-
bando (otra vez la d~m<- del doctor John-
s0n), aderezada ahora l!Oll la nvvcdad, de
moda o en boga actualmente, de que los
militares de h0y no son como los de antes,
energúmenos como Trujillo, sádicos como
e. "bisonte" Gómez, psicopalas como Ubi-
o y Batista, o meros mamadores del poder
J estilo de los Somoza, los Pérez Jiméuez,
los Stroessner. Hoy nuestros mílitt::s estan
}-Ulidos en los cursos de capacitación de las
escuelas de guerra de Estados Unidos, son
técnicos y casi tecnocratas, estan todos im-
l1uidos de ideas progresistas, dcsarrollislas,
t enen sus propias y avanzados escuelas su-
periores o institutos de supcrespecializacióu.
Y por sobre todos ellos flota el espintu san-
ln del occidente cristiano en forma de de-
clarado anticomun1sn10, garantía suficiente,
si no de democracia, libertad, respeto por
ks más elementales derechos hunianos, al
rr enos de paz relativa y de orden y estab1-
hdad del eatabllshment.
Algún experto del séquito le susurró a
Hockefellcr lo del CAEM peruano y sobre
d ejemplo que es la excepción erigió el cdt-
f1cio de un nuevo modelo, químiéamcnte
puro, del mili Lar de hoy y del futuro. La
gcncraUzación apresurada tiene, empero,
trampas como las que ofrecen los moderni.
zados y muy pulcros técnicos egtcsados de
las mejores escuelas militares del Brasil.
trim bién perfeccionado en 'fexas o en la
zona del Canal de Panamá. Como lo denun.
ciaron para el mw1do entero semanarios ta11
conspicuos como L'Expreaa y Der Splegel,
én la V11lá Militar de Río de Janeiro fun-
ciona una escuela modelo en la que ee 1m-
parten cursos teórico-prácticos de tortura
o.e pris10neros, y en una clase magistra1,
ciictada el 8 de octubre de 1969, oficiales su-
periores enseñaron a un centenar de sar-
f>entos, con los modelos in vivo que eran
diez presos políticos, las refinadísimas artes
ce quebrantar huesos, aplicar la picana eléc-
trica sobre órganos genitales, y otras suti-
lezas conexas, tales como las sádicas pau
de arará, galeio, hidráulica, teléfono y co-
codrilo. La eficiencia en la materia no es
¡;atrimonio exclusive.. del ejército, aunque
especialistas se jacten de haber superado a
la Gestapo; la Isla de las Flores, por ejem-
plo, desmiente su poética denominación
desde que el Servicio de Informaciones Na-
vales (CENIMAR) brasileño la convirtiera
en campo de concentración y laboratorio
experimental para doblegar mediante la
tcrtura y la muerte a los adversarios de
la democracia al uso castrense y al pala-
dar de Rockefeller.
Pero no es éste el aspecto fundamental a
destacar entre las consideraciones del de-
r.odado turista, sino la prosaica rr,ezcla de
idealismo y hedonismo conteni eñlaar-
te e su n orme referente al militarismo.
Porque alli, en efecto, los alegatos en favor
d~ la defensa hemisférica o la lucha contra
l& subversión son seguidos de la observa-
ción más franca y nacural en un Rockefe-
ller: si no les vendemos armas nosotros
-dirá de los ejércitos hispanoamericanos-
la colocación de equipos y materiales béli-
cos será usufructuada por los europeos del
oeste ... o del este. Bravo "Rocky", no ha
sentido el más mínimo pudor en dejarlo
escrito para la posteridad, como colofón de
st..s cuatro célebres viajes Otro viajero ilus-
tre, al término de los cuatro suyos en pos
de quiméricas Indias, escribirá tan dolien-
te como vencido "a los Cristianísimos y muy
poderosos" reyes Fernando e Isabel de Es-
:pana, desde su forzado exilio de la isla de
Jamaica, el 7 de julio de 1503: "el oro es
excelentísimo: del oro se hace tesoro, y con
é1 quien lo tiene, hace cuanto quiere en
el mundo, y llega a qu(:; echa las ánimas al
pr1raíso". El piadoso Almirante d(:; la Mar
Océano se permitía la suave burla anticle-
rical y quizás el desacato a la real majes-
t'ld, porque tenía conciencia de cuánto ha-
b~a contribuido la vesánica procura del áu-
reo metal a desvirtuar el prístinc sentido
misional del descubrimiento del Nuevo
Mundo.
PACJ. to
Existió alguna vez a1go que se llamó
· olítica de Buena Vecindad que feneció
con su enuncia or, el presidente Franklin
D-..Ro'>sevelt; después, en tardía imitación,
1:: presidente Eisenhower tentó algo así co-
rr•o la Política ae Buenos Socios, una sin-
gular .asociación oel filfürOñ cOu las veinte
sardinas panamericanas que terminó, como
su antecesora, en la práctica del usual ca-
r ibalismo revestido de solemnes promesas
)' pomposos enunciados. Un "desarrollista
E_r~ctico" brasileño, el presidente Juscatnti
K.ubitschek, pretendió darles coba a los yan-
quis y-comprometerlos en su "Operación
Panamericana", que a lo sumo sirvió como
antecedente para el surgimiento de la Alian-
za para el Progreso, hoy tan muerta como
mal nacida, aunque no totalmente enterra-
da. El Informe Rockefeller aparece por !!_ho-
~mo el e!l~ª?º teórico-práctico .cuyos
Lneamientos tendra EW Cl!enta el presidente
Nixon durante su administración A dife-
rfficia de lo acoñiecido con la Alianza acon-
sejada por Kennedy, se trata de un docu-
r.~ento y una política unilaterales Frío, rea-
lista, esquemático, todc.. cuanto ptumete o
anuncia tiene el tono paternal de la adver-
ü:ncia y la admomc10n. Pero aun la escasa
beneficencia que pone de cebo está condi-
c±onada; y cuando aparenta comprensión y
madurez como para aceptar la justicia de
las quejas de las dirigencias eéonómicas y
políticas, tales como las contenidas en el
C..onsenso de Viña del Mar, la oferta de re-
paración es tan reticentE:: que equivale a re-
chazo; y para cuando el mamotreto sirva
de base al discurso de Nixon ante la SIP,
la corroboración de tal reticencia será con-
firmada por los hechos: porque a lo sumo,
l\ixon anunciará como máxima concesión
respecto de la queja general sobre los lla-
mados "créditos atados", que los países de
nuestra América podrán utilizar los prés-
tamos ya:aquis para comprar donde quieran
pero en el hemisferio, o dicho de otro modo,
otra vez en provecho de las empresas pro-
veedoras estadounidenses.
Importa, sin embargo, conocer el Infor-
roe Rockefeller por aquello de "conoce a tu
enemigo" Importa en la medida que sigue
echando abaju tabúes y liquidando ilusio-
nes. Querámoslo ti no, desde la época del
Conde de Aranda y Jefferson, nuestra Amé-
rica fue y fStá destinada por Estados Uni-
dos a ser su apéndice natural, una especie
, de zona de reserva además de territorio-
CUACERNOS O~ MARCHA
luente {ahora tambien territorio-cauce) de
riquezas por exprimir y explutar El docu-
mento del gobernador de Nueva York es un
parte de guerra y como tal debe ser estima-
oo y evaluado. No puede haber amistad en-
tre dominador y dominado, solo aversión,
inquina, rabia contenida; y si parece que la
hubiera en los estratos dirigentes, se trata
apenas de complicidad entre tahúres que
aparentan tomar en serio un juego en el
que -ambos lo saben- los naipes están
marcados. Y por lo que respecta a nuestra
América, la guerra ya está librándose des
de hace algunos lustros aunque no suenen
los cañonazos en las capitales pletóricas,
por igual, de riquezas y miseria. Désele el
nombre que se quiera, surge repentina
mente en un lugar para reaparecer en otro,
muy distante, meses y hasta años después.
A principios de siglo se llamó Revolución
Mexicana, y a fines de la década del 20 y
principivi. de la del 30 estalló en las selvas
del norte de Nicaragua al conjuro de la in-
,,reíble gesta de Sandino; entre ambas con-
flagraciones, otras menores hubo con hé-
rnes no tan famosos, como la que desató
contra el invasor yanqui en Haití el guerri-
llero Charlemagne Peralte. Todas fracasa-
ron por la traición de adentro más que por
e1 poder de afuera, y eso se repitió cuan-
cio el "guatemalazo", en 1954 Pero ningu-
na pasó en vano y sus banderas recogidas
por otras manos ansiosas, siguen enhiestas
~ desafiantes. Hay caídas y derrotas pasa.
jeras, pero ninguna batalla es vana aunque
perezcan todos los combatientes, en tanto
no sea arriada la enseña.
Bien haya que el Informe no sea diá-
logo, como aparentaba serlo en su origen
la Alianza para el Progreso. No cabe el
diálogo ni hay posibilidad de establecerlo
con quien apoya su bota sobre nuestro cue-
llo contra el suelo. Y si el amo imperial
dispone de siervos y agentes en nuestra
trinchera, él no está exento de padecer per-
foraciones ni constituye una masa única;
por el contrario, como lo demuestran los
últimos años de historia norteamericana, y
NUMIEAd 83 I ENERO !970
cerno ya ocurriera en la epoca ae Sandino,
110 todo el país sustenta la política agreso-
ra, y el frente de Vietnam se ha traslada-
do a las calles, templos, universidades, co-
legios y fábricas de Estados Unidos. Si
nuestra América es o será un nuevo Viet-
nam, como parecen temerlo los militares
que en prevención van ocupando las áreas
aonde suponen o pretenden suponer que se
l;brarán las batallas (más de las dos terce-
ras partes de la población de Hispanoamé-
rica están hoy regidas por ellos), aquellos
estudiantes, profesores, sacerdotes y obreros
son nuestros aliados tácitos y no cumple
desecharlos.
Bronheim, compañero de viaje de
Rorkefeller se preguntará semanas des-
pués: "¿Quiénes éramos y qué pasaba que
sólo podíamos estar unas pocas horas en
Guatemala; que no pudimos abandonar el
aeropuerto de La Paz; que tuvimos que ir
a Punta del Este en vez de ir a Montevi-
deo?"
Esta compilación se propone contribuir
b que el bando a que él pertenece y el
uuestro, sepan qué pasaba. Y comprendan
qué puede pasar. Y por qué.
Febrero de 1970
En "President's Personal Diplomacy". New York
Times, 28 de enero de 1969.
2 David Bronheim, ex cordinador adjunto de la
Alianza para el Progreso. y director del Cen.
tro de Relaciones Interarnericanas de New York,
en "La misión Rockefeller: informe de un testigo".
en Comercio Exterior, pp. 799-802, Banco Nacional
de Comercio Exterior, México octub1·e de 1969 La
expresión fact.finding tiene una connotación ma..
yor que la de una investigación de campo y corres.
pende más a la de "evaluación de hechos" más fm.
portante si cabe teniendo en cuenta que la reali..
zan expertos y técnicos.
3 Nelson A. Rockefeller's Report, carta al prest.
dente Nixon que precede al Informe propiamen.
te dicho.
l ídem, Prefacio de N. A Rpckeíeller.
 ALGUNOS
ANTECEDENTES
Pre(licción del
conde de Aranda ·
e Señor: mi amor por la persona augusta
de vuestra majestad, el reconocimiento
<ci.ue le debo por tantas bondades con que
ha querido honrarme, y el amor que tengo
..i mi país, me obligan a comunicar a vues-
tra majestad una idea el la que doy la ma-
yur importancia en las presentes circuns-
tancias.
Acabo de hacer y de firmar, en virtud de
las órdenes y poderes de vuestra majestad,
un tratado de paz con la Inglaterra. Esta
negociación que según los testimonios lison-
jeros, verbales y por escrito que de parte
ae vuestra majestad he recibido, me ha
dado motivos para creer haberlu desempe-
ftado conforme a sus reales intenciones,
ha dejado en mi alma, lo confieso a vues-
lra majestad, un sentimiento penoso.
La independencia de las colonias ingle.
i.as ha sido reconocida y esto mismo es pa-
ra mí uq' motivo de dolor y de temor. La
F rancia tiene pocas posesiones en Améri-
c.., pero hubiera debidc considerar que la
F spaña, su íntima aliada tiene muchas, que
quedan desde hoy expuestas a terribles
<. unvulsioncs.
Desde el principio, la Francia ha obrado
NUMERO 33 /ENERO 1970
..·ontra sus verdaderos •nteresl!!, esttmu1an.
do y favoreciendo esta independencia; mU·
c·has veces lo he declarado así a los minis-
tros de esta nación. ¿Qué cosa mejor podía
desear la Francia que el ver destruirse mu-
1uamente a los ingleses y a sus colonos, en
una guerra de partidos. la cual no podía
menos que aumentar su poder y favorecer
o;us intereses? La antipatía que reina entre
la Francia y la Inglaterra cegó al gabinete
r.ancés: olvidó que sus mtereses consistían
en permanecer tranquilo espectador de es
~a lucha, y una vez lanzado en la arena
nos arrastró desgraciadamente consigo en
virtud del Pacto de Familia, a una guerra
;. El 3 de setiembre de 1783 1e [1rm6
el Tratado de París, q•1e pu~o +in a la
guerra entre Inglaterra y ::ius ex ;uloni..1~
del norte de América. 1!':;1 el do~umen l o
se establece la retrocesión de las Flan
das -occidental y oriental~ a f,spai1a,
as1 como el territorio de :a Luisiana que
Inglaterra había conquis~<1do en l 763, al
oeste del Mississippi y al sur del para·
lelo 31. La política del icy cspañul Car
los 111 hizo posible la deiinitiva iudcpen
dencia de Estados Unidos. Sin en1bargu,
el mismo día de su Iirm:l del Tr.;todo de
París, don Pedro Pablo Abarca de Bolea,
conde de Aranda, formulará a s·1 sobe-
rano Carlos III las objeciones que se lee
rán en el fragmento que se repr.,duce u
continuación, y que constituyen la hisló
rica predicción no desmentida de .10 que
ocurrirá en el siglo y medio siguiente
en el continente americano.
 enteramente contraria a nuestra propi<.
causa.
No me detendré ahora a examinar la
opinión de algunos hombres de Estado así
~'&cionales como extranjeros, con c~yas
ideas me hallo conforme, sobre la dificul-
tad de conservar nuestra dominación en
América. Jamás posesiones tan extensas y
cdocadas a tan grandes distancias de la
metrópc,li se han podido conservar por mu-
d,o tiempo A esta difkultad, que compren-
de a todas las colonias, debemos añadir
otras especiales que militan contra las po-
sesiones españolas de Ultramar, a saber: la
dificultad de socorrerlas cuando puedan te-
~er necesidad; las vejaciones de algunos de
los gobernadores contra los desgraciados
habitantes; la distancia de la autoridad su-
prema a la que tienen necesidad de concu-
rrir para que se atiendan sus quejas, lo que
hace que se pasen años enteros antes que
Ee . haga
. justicia a sus reclamaciones·, las
veJac1ones a que quedan expuestos de par-
u de las autoridades locales en este inter-
medio; la dificultad de conocer bien la ver-
dad a tanta distancia; por último, los me-
dios que a los virreyes y capitanes genera-
11::-s, en su calidad de españoles no pueden
~ 1
1.a tar para ob tener declaraciones
, favorables
en España. Todas esta5 circunstancias no
pueden dejar de hacer descontentos entre
lus habitantes de la América, y obligarlos
a esforzarse para obtener la independencia,
t<tn luego como se les presente la ocasión.
Sin entrar, pues, ¿n ninguna de estas
consideraciones, me limitaré a la que nos
nc.:upa sobre el temor ae vernos expuestos
a los peligros que nos amenazan de parte
de la nueva potencia que acabamos de reco-
liocer, en un país en que no existe ningu.
l1a otra en estado de contener sus progre--
sos. Esta república feaeral ha nacido pig-
meo, por decirlo así, porque la han forma-
do y dado el ser dos potencias tan podero-
sas como la España y la Francia, auxilián-
dola con sus fuerzas para conseguir su in-
dependencia. Vendrá un día en que será
un gigante, un coloso temible en esas co-
marcas. Olvidará entonces los beneficios
que recibió de las dos potencias, y no pen-
rará más que en su engrandecimiento. La
libertao df- conciencia. la facilidad de esta-
blecer m1evas poblac1,.mes sobre inmensos
terren")s, así como las ventajas cm, que brin-
de. el nuevo gob"ernu 1tnierán ag1 ir·u'tores
.Y artesanos de todas las naciones, porque
Jvs hombres corren siempre tras la fortu-
1;a, y dentro de algunos años veremos con
mucho dolor la existencia amenazadora del
~oloso de que hablo.
El paso primero de esta potencia, cuan-
do haya llegado a engr~mdecerse, será apo-
derarse de las Florid<ts para dominar el
Golfo de México. Después de habernos he-
cho de este modo dificultoso el comercio
con la Nueva España, aspirará a la conquis-
ta de este vasto Imperio, que no nos será
posible defender contra una potencia for-
midable, establecida sobre el mismo con-
tinente, y a más de eso limítrofe.
Estos temores son muy fundados, señor,
y deben realizarse dentro de pocos años, si
f,caso no acontecen algunos trastornos to-
davía más funestos en nuestras Américas.
Este modo de ver las cosas está justificado
por lo que ha acontecido en todos los siglos
v en todas las naciones que han comenza-
do a levantarse. El hombre es el mismo en
todas partes: la diferencia de los climas no
cambia la naturaleza de nuestros senti-
mientos: el que encuentra una ocasión de
~·dquirir poder y de engrandecerse, se apro-
vecha de ella. ¿Cómo podemos, pues noso-
tros esperar que los americanos respeten
el reino de la Nueva España, cuando ten-
gan facilidad de apoderarse de este rico y
hermoso p .. ís? Una sabia política nos acon-
seja tomar precauciones contra los males
que puedan sobrevenir Este pensamiento
ocupó toda mi atención, después que, como
ministro plenipotenciario de vuestra ma-
Jestad, y conforme a su real voluntad y a
sus instrucciones, firmé la paz de París.
Consideré este importante asunto con tod.a
la atención de que soy capaz [ . .. ]
Predicción de Jefferson *
• Nuestra Confederadón debe ser consi-
derada como el nido desde el cual to-
da América, tanto la del Norte como la
del Sur, habrá de ser poblada. Mas cuidé-
monos de creer que mterese a este gran
Continente expulsar a los españoles desde
• Carta del 25 de enero de 1785 dirigi-
da por el que más tdrde será presi·
dente de Estados Unidos, Thomas Jeffer-
son, • su amigo Archibald Stt.art, de
Virginia. Figura en Koch and .?edea,
The Life and Selected ..Vriiíngs of Tho·
mas Jefferson, p. 391, Nueva York. .944.
 I
luego . .Por el momento aqueuos paises se
encuentran en las mejores mar1os, y sólo
tE:mo que estos resulten demasiado débiles
rara mantenerlos sujetos hasta que nuestra
población haya crecido la suficiente para
ir arrebatándoselo pedazo a pedazo.
En nombre de la
justicia y la humanidad·*
e Jefferson profesaba los principios más
benévolos y favorables para con los
;ndios, pero codiciaba sus tierras por su de-
seo de hacer de Estados Unidos un país
agricola. Esperaba pode1 inducirles a aban-
donar la caza y dedicarse a la agricultura
como único medio de vida, para lo cual ha-
bía de bastarles sólo una parte de las tie-
rras que poseían. En todo caso debían fran-
quear el Mississippi. Esta política cuadraba
c.on la humanidad y la justicia, por cuanto
protegía a los indios contra los blancos. Pe-
ro aunque los indios cumplían fielmente las
estipulaciones del Tratado de Greenville,
los hombres blancos cometían con ellos to-
da clase de tropelías y horribles asesinatos
que quedaban impunes ¿Quién hubiera po-
dido convencer a un j~rado de explorado-
res de la culpabilidad de un blanco? El in-
o.lo bueno, en la froutera, era el indio
muerto. De cuandc en cuando, los funciona-
rios del gobierno asediaban a algunos jefes
hambrientos y sedientos, y a fuerza de dis-
cursos y de whisky llegaban a convencer-
los de que firmasen un contrato en que
enajenaban para siempre los campos de ca-
za de sus tribus. Jefferson fomentaba este
procedimiento, y William Henry Harrison,
rnperintendente de los indios del Noroeste
y gobernador del territorio de Indiana, lo
5iguió con tal éxito, que entre 1795 y 1809
los indios de la región se desprendieron de
casi veinte millones de hectáreas.
El mi"mo "musiú" con
distinto cachimbo ..
,e Como se aproxima una cns1s que ha-
brá de producir grandes cambios en la
~ituación de la América española [ ... ] y co-
ino la posición geográfica de Estados Uni.
dos y otras obvias consideraciones dan a
este país un interés íntimo en todo lo que
pueda afectar los destir,os de aquella parte
cel continente americano, es deber nuestro
uirigir nuestra atención a este importante
flsunto [ ... ]Con esta mira se nos ha elegido
para que, sin tardanza, os dirijáis a . Bue-
1~os Aires, y de allí a Lima, en el Peru, o a
Santiago, en Chile, o a :.imbos puntos. Siem-
pre que se presente la ocasión, procuraréis
ófundir la impresión de que Estados Uni-
cos tiene la más sincera buena voluntad
para el pueblo de la América del Sur, por
E-er vecino, por pertenecer a la misma parte
del globo y por el mutuo interés en el cul-
t!vo de relacioneio amistosas [ ... ] y por es-
tar todos bajo una obligación común de
mantener aquel sisteml:I de paz, justicia y
buena voluntad, fuente de la dicha para las
naciones.
A la vez que propagaréis todo esto co-
mo principios y disposiciones de Estados
Unidos, procuraréis enteraros de lo que se
piensa y sientE:: no sólo con respecto a Es-
tados Unidos, sino a las grandes naciones
<le Europa, al Brasil, y a los agentes que
allí tenga el gobierno español. Investiga-
téis todo lo relativo a las relaciones mer-
• Samuel Eliot Morison y Henry Steele
Commager, Historia cle los Zstadoa
Unidos de :N'orteamérica, T. L p l'.>2 Fon·
do de Cultura Económi• a, Méxic J, 1951.
El trozo seleccionaclo 1bstra ~ obrada­
men te acerca de los métodos de ':lesarrC>
llo nacional" puestos en práctica JOr la
Unión norteamericana. ,_.os que <'mplea·
rá con Hispanoamérica no serán tt.uy dis-
tintos, en esencia.
• • El título es un dicho popular :iezo-
lano que alude a que por más que la
pipa sea distinta, sieml?.rc será el mismo
"musiú" (inglés, yanqui) e. que l·J fume.
Cambiarán las formas, pero la .,presión
extranjera será la misma. El t~<lo co-
rresponde a las instruccic>'les secr t.:.s que
0
entregó el secretario de Estado ~ ~obert
Smith, el 28 de juniú de 1810, a Mi. Joel
Roberts Poinsett, designado "special
agent" en América del C.,ur. Tomado de
The Evolution of Our Latin-Ame."lca Po-
licy. A Documentary Record. pp. 7 8, com
pilado y editado por James W Ganten-
bein, Columbia University Press, Nueva
York 1950. Se trata del mismo l-oinse lt
al qu'e veinte años más •arde Méx;co ex
pulsará del país por inmiscuirse •:n su1
asuntos internos.
A 160 años de distancia, los "t,> usiús•
Poinsett y RockeO• ler parecen p;tar dis
tintos cachimbos. Ilusión. Es el rr ismo, y
0
puesto a tono con los tietnpos.
PA.G. 11$
c.antiles y de otro género que esos países
cultiven con los ya m~ncionados. Tomaréis
nota del estado social, con todo lo que se re-
fiere a las capacidades, a la cultura, a los
rasgos peculiares, a la cifra de la pobla-
ción, a la riqueza de los diversos partidos.
;¡} número y organizació~ de las fuerzas
militares y a los recursos pecuniarios del
país.
El objeto real y ostensible de vuestra
misión es el dt explicclr las ventajas mu-
tuas de un comercio con Estados Unidos,
promover prácticas liberales y estables y
trasmitir oportunamente vuestra informa-
ción sobre la materia ( .. ~
Hispanoamérica"
una sola nación·
CONTESTACIÓN DE UN AMERICANO
MERIDIONAL A UN CAliALLERO
OE ESTA ISLA
por Sim6n Bolívat
Kingston, 6 de setiembre de 1815.
e Me apresuro a contestar la carta de
29 del mes pasado que Ud. me hizo el
nonor de dirigirme, y que yo recibí con la
rr.ayor satisfacción.
Sensible, como debo, al interés que Ud.
ha querido tomar por la suerte de mi pa-
tria, afligiéndose con ella por los tormen-
tos que padece, desde su descubrimiento
hasta estos últimos periodos, por parte de
&US O.estructores los tSpañoles, no siento
menos el comprometimiento en que me po-
;;.en las solícitas demandas que Ud. me ha-
ce sobre los objetos más importantes de la
¡.olitica americana [ ... ]
[ ... ] Nosotros esgerábamos con razón
<iue todas las naciones cultas se apresura-
rían a auxiliarnos, para que adquiriésemos
un bien cuyas ventajas son recíprocas a en-
trambos hemisferios. Sin embargo, ¡cuán
.f rustradas esperanzas' No sólo los euro-
peos, pero hasta nuestros hermanos del
Norte se han mantenido inmóviles espec-
tado¡-es de esta contienda, que por su esen-
cia es la más justa, y por sus resultados la
mas bella e importante de cuantas se han
&uscitad'o en los siglos antiguos y moder-
l'OS, porque ¿hasta dónde se puede calcular
la trascendencia de la libertad del hemis-
ferio de Colón?
[ ... ] Nosotros somos un pequeño géne.
to humano; poseemos un mundo aparte,
1..ercado por dilatados mares, nuevo en casi
todas las artes y ciencias aunque en cierto
modo viejo en los usos de la sociedad civil.
Y o considero el estado actual de la Ame.
rica, como cuando desplomado el imperio
t omano cada desmembración formó un sis-
tema político, conform~ a sus intereses y si-
t1..1ación o siguiendo la ambición particular
de algunos jefes, familias o corporacio-
c•es [ ... ]
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •t
Los americanos han subido de repente
y sin los conocimiento~ previos; y, lo que
es más sensible, sin la _práctica de los nego-
c;os públicos, a representar en la escena
uel mundo las eminentEs dignidades de le-
gisladores, magistrados, administradores
del erario, diplomáticos, generales, y cuan-
tas autoridades supremas y subalternas for
man la jerarquía de un estado organizado
con regularidad [ ... ]
Los acontecimientos de la Tierra Firme
r.os han probado que las instituciones per-
fectamente representativas, no son adecua-
das a nuestro carácter, costumbres y luces
actuales. En Caracas el espíritu de partido
tomó su origen en las socie~ad«>s, asam ·
t;Jeas, y elecciones populare!l; y estos par
tidos nos tornaron a la esclavitud. Y as1
como Venezuela ha sido la república ame-
• Fragmentos del extenso texto conoc1.
do generalmente con1'1 Cart.i Je Ja.
maica, porque corresponde, efecttvamen
te, a la carta que el Libertador •En'il!Ó a
su amigo residente en aquella ish, el ti»
ballero inglés Maxwell Hyslop, mduo..
ble corresponsal del Forcign Off¡· E. L.,
versión corresponde a C'braa Completaa
de Simón Bolívar, Vol. I, pp. 1'19 174,
Compilación y notas de v icen te Lecuna,
Segunda edición, Editorial Lex.. La H<l
bana, Cuba, 1950, y se ha respeto.do la
grafía original.
Bolívar abandonó Tierra FirmP el 6
de mayo de 1815, y residió en J1maica
hasta el 18 de diciembre de ese .. ño, en
que se embarcó de regreso a Carlagcna.
En viaje se enteró de .a caída de esta
plaza en poder de Morillo, por lo que v1
ró rumbo hacia Haití, donde obtenJra ei
apoyo del presidente Alexandre Pétion.
auxilio que no había obtenido de "nue.;-
tros hermanos del Norte". Estos dtjaran
desangrar unos siete años más a su!' "her·
manos del Sur" frente a España, ante.,
de, siquiera, reconocerles como naciones
independiente!.
ncana que más se ha adelantado en sus
instituciones políticas, también ha sido el
más claro ejemplo de la ineficacia de la for-
ma democrática y federal para nuestros
nacientes estados. En Nueva Granada las
excesivas facultades de los gobiernos pro-
vinciales y falta de centralización en el ge-
neral han conducido a aquel precioso país
a] estado a que se ve reducido en el día .
Por esta razón, sus débiles enemigos se
han conservado, contra todas las probabi-
lidades. En tanto que nuestros compatriotas
tio adquieran los talentos y las virtudes po-
líticas que distinguen a nuestros hermanos
ciel Norte, los sistemas enteramente popu-
lares, lejos de sernos favorables, temo mu-
cho que vengan a ser nuestra ruina. Des-
graciadamente estas cualidades parecen es-
tar muy distantes de nosotros en el grado
que se requiere: y por el contrario, esta-
mos dominados de los vicios que se con-
traen bajo la dirección de una nación co-
mo la española, que sólo ha sobresalido en
fiereza, arr..bición venganza y codicia.
"Es más difícil, dice Montesquieu, sacar
un pueblo de la servidumbre, que sub~­
gar uno libre". Esta verdad está compro-
bada por los anales de todos los tiempos,
que nos muestran, las más de las naciones
libres, sometidas al yugo, y muy pocas de
las esclavas recobrar su libertad. A pesar
de este convencimiento, los mt!ridionales
de este continente han manifestado el co-
nato de conseguir instituciones liberales y
:::un perfectas, sin duda, por efecto del ins-
tinto que tienen todos los hombres de aspi-
rar a su mejor felicidad posible; la que se
alcanza, infaliblemente, en las sociedades
civiles, cuando ellas están fundadas sobre
las bases de la justicia, de la libertad y de
la igualdad. Pero ¿seremos nosotros capa-
c.es de mantener en su verdadero equili-
Lrio la difícil carga de una república? ¿Se
puede concebir que un pueblo reciente-
mente desencadenado se lance a la esfera
de la libertad, sin que como a tcaro, se le
deshagan las alas y recaiga en el abismo?
Tal prodigio es inconcebible, nunca visto.
Por consiguiente, no hay un raciocinio ve-
rosímil que nos halague con esta esperanza.
Yo deseo más que otro alguno ver for-
mar en América la más grande nación del
mundo, menos por su extensión y riquezas
que por su libertad y gloria. Aunque aspi-
1 o a la perfección del gobierno de mi pa.
tria, no puedo persuadirme que el Nuevo
NUMERO 3~ I ENERO Uil70
Mundo sea por el momento regtao por una
gran república: como es imposible, no me
&trevo a desearlo, y menos deseo una mo-
narquía universal de América, porque es-
te proyecto, sin ser útil, es también impo-
f.ible. Los abusos que actualmente existen
no se reformarían y nuestra regeneración
¡,ería infructuosa Los estados americanos
1'an menester de los cuidados de gobiernos
~aternales que curen las llagas y las herí
das del despotismo y la guerra. La metró.
poli, por ejemplo, sería México, que es la
1ínica que puede hacerlo por su poder in.
Lrínseco, sin el cual no hay metrópoli. Su.
pongamos que fuese e1 istmo de Panamá,
i-unto céntrico para todos los extremos de
este vasto continente ¿no continuarían és.
tos en la languidez y aun en el desorden
actual? Para que un solo gobierno dé ~ i·
da, anime, ponga en acción todos los res11r·
tes de la prosperidad ~ública, corrija, il'Js.
tre y perfeccione el Nuevo Mundo, se ría
necesario que tuviese las facultades de un
dios, y cuando menos las luces y las virtu.
des de todos los hombres.
El espíritu de partido que, al presente,
ilgita a nuestros estados se encendería en-
tonces con mayor encono, hallándose au-
sente la fuente de poder, que únicamente
puede reprimirlo. Además los mdgnates de
las capitales no sufrirían la preponderan-
cia de los metropolitanos, a quienes consi-
derarían como a otros tantos tiranos: sus
l·elos llegarían hasta el punto de comparar
:i éstos con los odiosos españoles. En fin,
una monarquía semejante sería un coloso
disforme, que su propio peso desplomaría
a la menor convulsión.
M. dé Pra<lt ha dividido sabiamente a
la América en quince a diecisiete estados
independientes entre sí, gobernados po'r
otros tantos monarcas. Estoy de acuerdo en
cuanto a lo primero, pues la América com-
porta la creación de diecisiete naciones; en
cuanto a lo segundo, aunque es más fácil
conseguirlo, es menos útil y así no soy de
la opinión de las monarquías americanas.
He aquí mis razones: el interés bien enten-
dido de una república se circunscribe a la
esfera de su conservación, prosperidad y
gloria. No ejerciendo la libertad imperio,
porque es precisamente su opuesto, ningún
estímulo excita a los republicanos a exten·
der los términos de su nación, en detrimen-·
to de sus propios medios, con el único ob-
jeto de hacer participar a sus vecinos de
"CnA constitución liberal. Ningun detecho
adquieren, ninguna ventaja sacan vencién-
dolos; a menos que los reduzcan a colonias,
conquistas o aliados, siguiendo el ejemplo
ce Roma. Máximas y ~jemplos, tales están
E.n oposición directa con los principios de
justicia de los &istemas republicanos; y aún
ciré más, en oposición manifiesta con los
intereses de sus ciudadanos: porque un es-
tado demasiado extens.:i en sí mismo o por
SUS' dependencias, al cabo viene en deca-
dencia y convierte su forma libre en otra
tiránica; relaja los principios que deben
conservarla y ocurre ¡,ior último al despo-
tismo. El distintivo de las pequeñas repú-
blicas es la permanencia, el de las grandes
es vario; pero siempre se inclina al impe-
rio. Casi todas las primeras han tenido
una larga duración; de las segundas sólo
Roma se mantuvo algunos siglos, pero fue
porque era república la capital y no lo era
el resto de sus dominios, que se goberna-
ban por leyes e instituciones diferentes.
Muy contraria es la política de un rey
cuya inclinación constante se dirige al au-
mento de sus posesiones, riquezas y facul-
tades: con razón. porque su autoridad cre-
CE: con estas adquisiciones, tanto con respec-
to a sus vecinos, como a sus propios vasa-
llos que temen en él 1..1n poder tan formi-
dable, cuanto es su imperio, que se conser-
va por medio de la guerra y de las conquis-
t8s. Por estas razones pienso que los ame-
ricanos ansiosos de paz, ciencias, artes, co-
niercio y agricultura, preferirían las repú-
llicas a los reinos, y me parece que estos
deseos se conforman con las miras de la
Europa.
No convengo en el sistema federal entre
los populares y representativos, por ser de-
masiado perfecto y exigir virtudes y talen-
tos políticos muy superiores a los nuestros;
por igual razón rehúso la monarquía mixta
de aristocracia y democracia, qut tanta for-
tuna y esplendor ha procurado a la Ingla-
terra. No siéndonos posible lo,~rar entre las
repúblicas y monarquías lo más perfecto y
acabado, evitemos caer en anarquías dema-
gógicas, o en tiranías monócratas. Busque-
mos un . medio entre extremos opuestos,
qué nos conducirían a los mismos escollos,
a la infelicidad y al deshonor. Voy a arries-
gar el resultado de mis cavilaciones sobre
la suerte futura de la América: no la me-
jor, sino la que sea más asequible.
.Por la natw·aleza de las localidades, ri-
quezas, poblaciones y carácter de los me-
,dcanos, imagino que intentarán al princi-
i,;io establecer una república representati-
va, en la cual tenga grandes atribuciones
el PodeL· Ejecutivo, concentrándolo en un
individuo que si desempeña sus funciones
con acierto y justicia, casi naturalmente
vendrá a conservar su autoridad vitalicia.
Si su incapacidad o violenta administra-
ción excita una conmoción popular que
triunfe, este mismo Poder Ejecutivo qui-
zás se difundirá en una Asamblea. Si el
partido preponderante es militar o aristo-
cralico, exigira probablemente una monar-
4uía que al principio será limitada y cons-
titucional, y después inevitablemente de-
clinará en absoluta; pues debemos conve-
nir en que nada hay más difícil en el or-
den político que la conservación de una
monarquía mixta; y también es preciso
convenir en que sólo un pueblo tan patrio-
ta como el inglés, es capaz de contener la
áutoridad de un rey, y de sostener el espí.
ritu de libertad bajo un cetro y una corona.
Los estados del istmo de Panamá hasta
Guatemala formarán quizás una asociación.
Esta magnífica posición entre los dos gran-
des mares, podrá ser con el tiempo el em-
porio del universo. Sus canales acortarún
las distancias del mundo, estrecharán los
lazos comerciales de Europa, América y
Asia; trae1án a tan feliz región los tributos
de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo
allí podrá fijarse algún día la capital de la
tierra como pretendió Constantino que fue~
se Bizancio la del antiguo hemisferio!
La Nueva Granada se unirá con Vene-
zuela, si llegan a convenirse en formar
una república central, cuya capital sea Ma-
racaibo, o una nueva ciudad que, con el
nombre de Las Casas, en honor de este hé-
roe de la filantropía, se funde entre los con-
fines de ambos países, en el soberbio puer-
to de Bahía Honda. Esta posición, aunque
desconocida, es más ventajosa por todos
respectos. Su acceso es fácil y su situación
tan fuerte, que puede hacerse inexpugna-
ble. Posee un clima puro y saludable, un
territorio tan propio para la agricultura
como para la cría de ganados, y una gran-
de abundancia de maderas de construcción.
Los salvajes que la habitan serían civiliza-
dos y nuestras posesiones se aumentarían
con la adquisición de la Goajira. Esta na-
dón se llamaría Colombia como un tributo
ce justicia Y. gratitud al creador de nues-
CUADERNOS DE MARCHA
1ro nem1s1eno .;,u gooierno podra imitar al
ing:ás; con Ja diferencia de que en lugar
oe un rl:!y habrá un Poder Ejecutivo elec-
tivo, cuando más vitalicio, y jamás heredi-
tario, si se quiere república; una cámara
o senado legislativo hereditario, que en las
tempestades políticas se interponga entre
las olas populares y los rayos del gobierno,
y un cuerpo legislativo de libre elección,
sm otras restricciones .:¡ue las de la Cáma-
ra Baja de Inglaterra Esta constitución
p&rticiparía de todas las formas, y yo deseo
oue no participe de todos los vicios Como
ésta es mi patria tengo un derecho incon-
testable para desearle lu qut en mi opinión
es mejor Es muy posible que la Nueva
Granada no convenga en el reconocimiento
de un gobierno central, porque es en extre-
Mo adicta a la federación; y entonces for-
mará, por sí sola un estado que si subsis-
te, podrá ser muy dichoso por sus grandes
'ecursos de todos géneros.
Poco sabemus de las opmiones que pre-
valecen en Buenos Aires Chile, y el Perú:
juzgando por lo que St:! trasluce y por las
apariencias, en Buenos Aires habrá un go-
bierno central, en que los militares se lle-
\> en la primacía por .::onsecuencia de sus
divisiones intestinas y guerras externas.
Esta constitución degenerará necesariamen-
te en una oligarquía, o una democracia con
:nás o menos restricciones, y cuya denomi-
t 1áclón nadie puede adivinar Sería doloro-
so que tal cosa sucedieEie, porque aquellos
habitantes son acreedores a la más esplén-
dida gloria
El reim.. de C'hile está llamado por la na
turaleza de su situación, por las costum-
bres inocentes y virtuosas de sus morado-
res, por el ejPTTlplo de .:ms vecinos, los fieros
republicanos et l Ataucu a gozar las bendi-
e,ones que derraman ld:l justas y dulces le-
yes de una república. Si alguna permane-
\!e largo tiempo en América, me inclino a
reusar que será la chilena. ·Jamás se ha ex-
tinguido allí el espíritu de libertad; los vi-
cios de la Europa y del Asia llegarán tarde
t' nunca a corromper las costumbres de
aquel extremo del universo Su territorio
es limitado; estará siempre fuera del con-
té..cto inficionado del resto de los hombres;
110 alterará sus leyes, usos y prácticas; pre-
servará su unúormidad en opiniones polí-
ticas y religiosas; en una palabra, Chile
puede ser libre
El Perú, por el contrario, en.cierra nns:
NUMERO 3~ I ENERO 11i170
elementos enemigos cte todo régimen justo
v liberal: oro y esclavo:. El primero lo co-
rrompe todo; el segundo está corrompido
por sí mismo. El alma dt un siervo rara vez
iilcanza a apreciar la .sana libertad: se en-
!urece en los tumultos o se humilla en las
cadenas.
Aunque estas reglas serían aplicables a
lada la América, creo que con más justicia
las merece Lima por los conceptos que he
expuesto y por la cooperación que ha pres-
tado a sus señores contra sus propios her-
manos, los ilustres hijos de Quito, Chile y
Buenos Aires Es constante que el que as-
pira a obtener la libertad, a lo menos lo in-
tE-nte. Supongo que en Lima no tolerarán
los ricos la democracia ni los esclavos y
¡:ardas libertos la aristocracia: los primeros
preferirán la tiranía Je uno solo, por no
padecer las persecuciones tumultuarias y
¡jor establecer un orden siquiera pacífico.
Mucho hará s1 consigue recobrar su inde-
1endenci&.
De todo lo expuesru. podemos deducir
N-tas consecuencias: las provincias ameri-
e~mas se hallan lidiando por emanciparse;
al fin obtendrán el SL.u!esu; algunas se cons-
tituirán de un modo regulat en repúblicas
tederales y centrales; se: fundarán monar-
quías casi inevitablemente en las grandes
secciones, y algunas serán tan infelices que
devorarán sus elementos ya en la actual, y~
€'n las futuras revoluci.vnes. que una gran
tYionarquía no será facil consolidar, una
gran repúblic;;¡ imp0si1J1e.
Es una ide& grandiosa pretender formar
oe todo el mundc:> nuevo nna sola nación
cun un solo vínculo qu1::: ligue sus partes en-
tre sí y eon el todo Ya que tiene un ori-
gen, una lengua unas costumbres y una
1tligión, deberíá, por consiguiente, tener un
::;do gobierno que confederase los diferen-
tes estados que hayan de formarse; mas no
es posible porque climd:;: remotos. situacio-
nes diversas, intereses opuestos, caracteres
desemejantes, dividen a la América. ¡Qué
bello sería que el istmo de Panamá fuese
r~ara nosotros lo que e1 de Corinto para los
griegos! Ojala que algun día tengamos la
fortuna de instalar alb un augusto congre-
so de los representantes de las repúblicas,
rE:inos e imperios a trdtar y discutir sobre
los altos intereses de la paz y de la guerra,
con las naciones de las otras tres partes del
mundo. Esta especie de corporación podrá
tener lugar en alguna época dichosa de
"'AG. 19
nuestra regeneración; otra e:;¡.,eranza es in-
fundada, semejante a la del abate St. Pie-
tre, que concibió el laudable delirio de reu-
Jlir un congreso europeo, para decidir de la
suerte y de los intereses de aquellas na-
ciones.
El destino de los
Estados Unidos •
~uayaquil, !> de agosto de 1829.
e Al señor coronel Patricio Campbell,
encargado de Negocios de S. M. B.
Mi estimado coronel y amigo:
Tengo la honra de dcusar a Ud. el reci-
bo de la apreciable carta de Ud de 31 de
mayo fechada en Bogot:i.
[ ... ] El ministro inglés residente en los
Estados Unidos me honra demasiado cuan-
tl.o dice que espera en Colombia sola, por-
(!Ue aquí hay un Bolívat Pero no sabe que
t.u existencia física y política se halla muy
debilitada y pronta a caducar.
Lo que Ud se sirvt decirme con res-
pecto al nuevo proyecto de nombrar un su-
cesor de mi autoridad que sea príncipe eu-
'ropeo, no me coge de nuevo, porque algo
se me había comunicado con no poco mis-
tt..rio y algo de timidez, pues conocen mi
ro..1do de pensar.
No sé qué decir a Ud. sobre esta idea,
que encierra ~ sí mil mconvenientes. Ud.
c!ebe conocer que, por mi parte, no habría
iiínguno, determinado como estoy a dejar
el mando en este próximo congreso, mas
¿quién pudrá mitigar la ambición de nues-
~ros jefes y el temor je la desigualdad en
ei bajo pueblo? ¿No cree Ud. que la Ingla-
terra sentiría celos poi la elección que se
ll'ciera en un Borbón? "Cuánto no se opon-
clrían todos los nuevos estados alJ1ericanos,
y los Estados Unidos que parecen destina-
oos por la providencia para plagar la Amé-
rica de miserias a nombre de la Libertad?
Me parece que ya veo ...na conjuración con-
t1 a e&ta pobre Colombia ya demasiado en-
vidiada de cuantas repúblicas tiene la
América. Todas las prensas se pondrían en
movimiento llamando a una nueva cruza-
¿ª contra los cómplices de traición a la li-
"'AG. 20
bertad, de adictos a tos tlorbones y de vio-
1adores del sistema americano [ . .. ]
El pueblo que compra,
manda.
El pueblo que vende,
• ••
sirve
por José Marti
O Ningún pueblo hace nada contra su in-
teJ. c" de lo que se deduce que lo que un
pueblo hace es lo que está en su interés. Si
.Jos naciones no tienen intereses comunes,
e:,tán aún en los vuelcos de la gestación,
no pueden unirse sin peligro con los que
buscan un remedio al exceso de productos
de la población compacta y agresiva, y de
t.n desagüe a sus turbas inquietas, en la
unión con los pueblos menores. Los actos
r:olíticos de las repúblicas reales son el re-
sultado compuesto de los elementos de ca-
• Fragmento del contro·;ertido ttxto de
esta no extensa carta, ha servido pa-
ra que no pocos contemnoráneos -como
el general Antonio Páez en su élebre
Autobiografía- de Bolívar, e hisroriadc..·
res posteriores a él, refuercen su opinión
de que el Libertador aspiraba al trono de
Colombia. Ninguno, empero, alueie a su
clara percepción del oeligro quE' para
Hispanoamérica representa Estadm; Um
dos, "que parecen destinados por 'a Pro
videncia para plagar la América de mi-
serias a nombre de la Libertad"' Tan
perspicaz como su observación :lel párra-
fo subsiguiente acerca del llamado a "una
nueva cruzada", donde ,:>revé lúc:úamen-
te el papel de "todas las prensas" en con·
juras contra un país. Los Borbones de su
época serán los "bolcheviques" Ji: la re-
volución mexicana, los "bandits" ae San
dino. y los "comunistas'' de Guatemala
en 1954 y de la Dominicana en 19bi'>.
•• Fragmentos del trabajo publicado en
mayo de 1891 por el prócer máximo
cubano, José Marti, en La Revinta llu1°
trada, de Nueva York; este acerbo c..omen-
tario complementa :id.¡cuadamcnte, a
propósito de la Conferencia Monemria de
las Repúblicas de América -a la qui:!
asistió como representante ad Jionorem
de la República Oriental del Uri~guay­
sus correspondencias ?eriodísti1!a" con
motivo de la realización en Wa.shington
(1889-1890) de la primera confere'l.cia pa
namericana, convocada por Jat.nF!: Blai-
ne para resolver en parte probb::nas de
superproducción de Estados Unidcs.
CUAC~RNOS CE MARCH~
 t ácter nacional, de las necesidades econó-
micas, de las necesidades de los partidos,
de las necesidades de los políticos directo-
res. Cuando un pueblo es invitado a unión
por otro, podrá hacerlo con prisa el ~stadis­
ta ignorante y deslumbrado, podra cele-
brarlo sin juicio la juventud prendada de
las bellas ideas, podrá recibirlo como una
merced el político venal o demente, y glo-
rüicarlo con palabras serviles; pero el que
siente en su corazón la angustia de la pa-
tria, el que vigila y prevé, ha de inquirir y
ha de decir qué elementos componen el ca-
rácter del pueblo que convida y el del con-
vidado, y si están predispuestos a la obra
común por antecedentes y hábitos comu-
t;es, y si es pr0bable o no que los elemen-
tos temibles del pueblo invitante se desa-
rrollen en la unión que pretenden. con pe-
ligro del invitado; ha de inquirir cuáles son
las fuerzas políticas del país que lo convi-
da y los intereses de sus partidos, y los in-
tereses de sus hombres. en el momento de
fa invitación. Y el que iesuelve sin investi-
gar, o desee la unión sin conocer, o la reco-
mienda por mera frase y deslumbramiento
o la defienda por la poquedad del alma al-
deana, hará mal a América.
Ni el que sabe y ve puede decir honra-
c:lamente -porque eso lo dice quien no sa-
be y no ve, o no quiere por su provecho
ver ni saber-, que en los Estados Unidos
prepondere hoy siquiera, aquel elemento
rnás humano y viril, aunque siempre egoís-
ta y conquistador, de los colonos rebeldes,
~·a segundones de la nobleza, ya burguesía
puritana, sino que este factor, que consu-
n:?ió la raza nativa, fomentó y >Jivió de la
esclavitud de otra raza y redujo o robó los
naíses vecinos, se ha acendrado, en vez de
;uavizarse, con el injerto continuo de la
muchedumbre europea [ . .. ] Creen en la
11ecesidad, en el derecho bárbaro, como úni-
co derecho: esto será nuestro, porque lo ne-
cesitamos. Creen en la necesidad incontras-
cable de la "raza anglosajona contra la ra-
za latina". Creen en la bajeza de la raza
negra, que esclavizaron ayer y vejan hoy,
y de la india, que exterminan. Creen que
los pueblos de Hispanoamérica están for-
mados, principalmente de indios y de ne-
gros. Mientras no sepan más de Hispano-
américa los Estados Unidos y la respeten
más -como con la explicación incesante,
-1rgente, múltiple, sagaz de nuestros ele-
mentos y recursos, poJrían lleg1ir a respe-
NUMERO 33 I ENERO 1Sl70
tarla-, ¿pueden los Estados Unidos convi-
dar a Hispanoamérica a una unión sincera
y útil para Hispanoamérica? ¿Conviene a
Hispanoaméric;a la unión política y econó-
mica con los Estados Unidos?
Quien dice uruón económica, dice unión
política. El pueblo que compra, manda. El
pueblo que v~nde, sirve. Hay que equi i-
brar el comercio para asegurar la liber-
tad. El pueblo que quiere morir, venC:e a
un solo pueblo. Y el que quiere salv::trs~,
'ende a más de uno. El influjo excesivo ' •
ttn país en el comercio de otro se convi .. ..!
rn influjo político. La política es obra e e
ks hombres, que rinden sus sentimiei..os
rl interés, o sacrifican al interés una pa1 .e
de sus sentimientos. Cuando un pueb o
fuerte da de comer a otro, se hace serv .r
ele él. Cuando un pueblo fuerte quiere d·~r
batalla a otro compele a la alianza y al ser-
vicio a los que necesitdll de él. Lo primero
oue hace un pueblo para llegar a dominar
; otro, es separarlo de los d1::más pueblos.
El pueblo que quiere se1 libre, sea libre Pn
negocios. DiStribuya sus negocios en e
países igualmentE: fuertes. Si ha de prefe-
rir a alguno, prefiera al que lo necesite me-
nos. Ni uniones de América contla Eu •>·
pa, ni con Europa contra un pueblo ' e
América. El caso geográfic:i de vivir JU 1-
tos en América no obhga, sino en la m0 1 e
de algún candidato o algún bachille1 ,t
unión política. El comercio va por las \ 1·.
tientes de tierra y agua y detrás de q,,·::.1
tiene algo que cambiar por él, sea mo 1::ir-
quía o república. La unión con el mu ....:;,,
y no con una parte de él· no con una p....~ "' !
de él contra otra Si algún oficio tiene ... t
"amilia de repúblicas de América, no t·s ir
de arria de una de ellas contra las rLpll.·
blicas futuras.
La América ha de promover todo lo
que acerque a los pueblos, y de abomm r
de todo lo que aparte Las puertas de <'" a
nación deben estar abiertas a la actividr d
ft:cundante y legítima de todos los pueblos.
Las manos de cada nación deben estar li-
bres para desenvolver sin trabas el p:ús,
con arreglo a su naturaleza distintiva y a
st.s elementos propios Los pueblos todos
deben reunirse en amistad y con la mnyor
frecuencia dable, para ir reemplazando,
con el sistema de acercamiento universal,
por sobre la lengua de los istmos y la ba-
rrera de los mares, el sistema, muerto pa-
1 a siempre, de dinastías y de grupos.
PAG. 21

De cómo conquistar
Cuba y Puerto Rico
por J. :M. Breackseason
•"bsecretarío de Guerra de Estados Unidos
• Este texto guarda, en cierto m0do, al-
guna correspondencia con el del Rocke·
feller'1 Repori. Guardas las debidas dis-
tancias de espacio y tiempo, ambos tie-
nen el mismo objetivo de subyugación
de pueblos de Nuestra América. Hacia
diciembre de 1897, cuando fue escrito, se
estaba en los prolegómenos de la decJa.
ración de guerra a España a cau:-a de Cu
ba. Pulitzer y Hearst rivalizaban en "ca
lentarla" a través de sus cloacas perio
dísticas. El 15 de febrero de 1898, Esta-
dos Unidos "perderá" su crucero Maine
en la bahía de La Habana, en misterio-
sa explosión que achacará a los espal1.o-
les. La contingencia '1élica está tan p1·e-
vista como la operación del comodoro
Sloat a California aun antes de que la
Unión declarara la guerra a México para
quedarse con ella y Ja mitad del territo-
rio de ' la nación azteca. Breackseason di-
rige el presente texto al teniente rene-
ral John S. Miles, comandante en jefe
de las fuerzas norteamericanas ~ue ope-
rarán meses más tarde en las Antillas.
Miles será quien se apodere de Puerto
Rico casi sin disparar un tiro. La carta
parece, en retrospectiva, demasiado ex-
plícita, demasiado conveniente oara ser
vir de boomerang contra Estados Unidos.
corr¡o si hubiese sido escrita a posieriori
por sus enemigos. La dio a canecer por
primera vez en mayo de 1914 en México,
el ingeniero Agustín Aragón, en una con-
ferencia que en su época fue muy difun-
dida, sin haber sido desde entonC'es des-
mentida su autenti<·idad.
e Departamento de Guerra, Oficina
del subsecretario. Washington, D. C.,
24 de diciembre de 1897,
Estimado señor:
Esta secretaría, de acuerdo con la de
Neg1,dos Extranjeros y la de la Marina,
sr:- cree obligada a completar las instruc-
ciones que sobre la parte de la organiza-
ción militar de la próxima campaña de las
Antillas le tiene dadas, con algunas obser-
vaciones relativas a la misión política que
como general en jefe de nuestras fuerzas,
1·ecaerá en usted. Las anexiones de terri-
torio a nuestra república han sido, hasta
ahora, de vastísimas regiones de escasa
densidad de población y siempre preced1
das por la invasión pacífica de emigrado ..;
nuestros; de modo que la absorción o
PAG. 22
amalgama de la población existente ha si
do rápida y fácil.
El problema se presenta, con relación
a las Islas Hawaii, más complejo y peligro-
s'-', pues la diversidad de razas y el hallar-
~e C'asi nivelados nuestros intereses con los
de los japoneses, así lo determinan; pero
teniendo Pn cuenta lo exiguo de su pobla-
ción, la corriente de emigración nuestra
hará esos peligros ilusorios.
El problema antillano se presenta bajo
dos aspectos: uno, el relativo a la Isla de
Cuba y el otro a Puerto Rico, así como
también son distintas nuestras aspiraciones
y la política que respecto a ellas habrá
de observarse.
Puerto Rico constituye una isla ferací-
sima, estratégicamente situada en la ex-
tremidad oriente de las Antillas, y a la
mano para que la nación poseedora sea
ciueña de la vía de comunicación más im-
portante del Golfo de México, el día (que
no tardará en llegar gracias a nosotros)
en que sea un hecho la apertura dél istmo
de Darién. Esta adquisición que debemos
l•acer y conservar, nos será fácil porque
al cambiar de soberanía considero tiene más
a~ ganar que de perder, por ser los intere-
ses allí mas cosmopolitas que peninsulares.
Para la conquista habrá que emplear
medios relativamente suaves, extreman-
do en nuestra ocupación del territorio, con
exquisito celo, el cumplimiento de todos
los preceptos de las leyes de la guerra en-
tr~ naciones civilizadas y cristianas, lle-
gando, sólo en caso extremo, al bombar.
deo de algunas de sus plazas fuertes.
Para evitar conflictos, las tropas de de-
sembarco lo harán aprovechando los pun-
tos deshabitados de la costa sur. Los habi-
tantes pacíficos serán rigurosamente res-
petados, como sus propiedades.
Recomiendo a usted muy especialmente
procure ganarse:, por todos los medios po-
sibles, el afecto de la raza de coh,r, con el
c1.oble objeto, primero de procurarse su
apoyo para el plebiscito de anexión y se-
gundo, teniendo presente que el móvil
principal y blanco de la expansión de los
EE. UU. en las Antillas, es resolver de
una manera eficaz y rápida nuestro con-
flicto interior de razas, conflicto que ca-
da día aumenta merced al crecimiento de
los negros; éstos, conocidas las ventajosas
circunstancia<> para P.llos en las Islas Oc-
cidentales, una vez estén en nuestro po-
CUADERNOS DE MARCM.A
 der. no tardaran en ser inundadas por un
desbordamiento de esta emigración.
La Isla de Cub~, con mayor territorio,
tiene mayor densidad de población que
Puerto Rico, está desigualmente repartida,
11 pesar de ello, y constituye el núcleo de
población más importante de las Antillas.
Su población la constituyen las razas blan-
ca, negra, asiática y sus derivados. Sus
habitantes son por regla general indolen-
tes y apáticos. En ilustración se hallan co-
locados desde la más refinada hasta la
más grosera y abyecta. Su pueblo es indi-
ferente en materia de religión y, por lo
tanto, su mayoría es inmoral, como es a la
"ez de pasiones vivas, muy sensual; y co-
mo no poseen sino nociones vagas de lo
justo y de lo injusto, es propenso a procu-
1arse los goces no por medio del trabajo
sino por medio de la violencia; y como re-
sultado eficiente de esta falta de morali-
dad, es despreciador de fa vida.
Claro está que la anexión inmediata a
nuestra Federación de elementos tan per-
turbadores y en tan gran número sería
una locura y antes de plantearla debemos
sanear ese país, aunque sea aplicando el
medio que la Divina Providencia aplicó a
Sodoma y Gomorra.
Habrá que destruir cuanto alcancen
11uestros cañones, con el hierro y el fue-
go; habrá que extremar el bloqueo para
<.jue el hambre y la peste, su constante
compañera, diezmen su población pacüica
y mermen su ejército; y el ejército aliado
habrá de emplearse constantemente en ex-
ploraciones y vanguardias para que sufran
indeclinablemente el peso de la guerra entre
dos fuegos, y a él se encomendarán todas
las expediciones peligrosas y desesperadas.
La base de operacione5 más convenien-
t" será Santiago de Cuba y el Departa-
mento Oriental desde donde se podrá veri-
ficar la invasión lenta por Camagüey. ocu-
pando con la rapidez posible los puertos
necesarios para refugit, de nuestras escua-
dras en la estación de los ciclones. Coetá-
neamente, mejor dicho, cuando estos pla-
nes empiecen a tener cumplido desarrollo,
se enviará un ejército numeroso a la pro-
vincia de Pinar del 'Río con el objeto de
completar el bloqueo marítimo de La Ha-
bana con la circunvalación por tierra; pe-
ro su verdadera misión será la de impedir
que los enemigos sigan ocupando el inte-
rior disgregando columnas de operaciones
NUMERO 33 I ENERO 1970
contra el ejército fuvasor de Oriente, pues
c..adas las condiciones de inexpugnabilidad
de La Habana, es ocioso exponernos ante
ella a pérdidas dolorosas.
El ejército occidental empleará los mis.
mos procedimientos que el oriental.
Dominadas y retiradas las fuerzas re-
gulares de los españoles sobrevendrá una
época de duración indeterminada, de pa-
cificación parcial, durante la cual seguire-
mos ocupando militarmente el país, ayu-
ciando con nuestras bayonetas al gobierno
independiente que se constituya, aunque
sea informalmente, mientras resulte en
minoría con el país. El terror por un lado
y la propia conveniencia por otro, han de
determinar que esa minoría se vaya ro-
l:,usteciendo y equilibrando sus fuerzas,
constituyendo en minoría el elemento au-
tonomista y los peninsulares que se que-
~en en el país.
Llegado ese momento son de aprove-
charse, para crear conflictos al gobierno
independiente, las dificultades que a éste
tienen que acarrear la insuficiencia de me-
dios para atender a nuestras exigencias y
los compromisos con nosotros contraídos,
los gastos de la guerra y la organización
de un nuevo país. Estas dificultades ha-
brán de coincidir con las reivindicaciones
ct ue los atropellos y violencias han de sus-
citarse entre los dos elementos citados y
a los cuales debemos prestar nuestro apoyo.
Resumiendo: nuestra política se con-
creta a apoyar siempre al más débiJ con-
ti-a el más fuerte. hasta la completa exter-
minación de ambos para lograr anexarnos
la Perla de las Antillas
La época probable de nuestra campa-
fia será el próximo octubre; pero es conve-
niente ultimar el menor detalle para es-
t::?r listos ante la eventualidad de que nos
viésemos precisados a precipitar los acon-
tecimientos para anular el desarrollo del
elemento autonomista que pudiera ani-
quilar el . movimiento separatista. Aunque
la mejor parte de estas instrucciones están
L··asadas en las distintas conferencias que
hemos celebrado, estimaremos nos someta
t:sted cualquier observación que puedan
la práctica y conveniencia aconsejar como
corrección pero anteniéndose siempre,
mientras tanto, a lo acordado.
Quedo de usted sinceramente,
J. M. Breaclcseason
PACil. as
 EL INFORME
ROCKEFELLER
Prefacio
e F1 informe y las recomrnrladone~ si-
guientes sou <'! 1 e5Ultado du lo 1p1e lo
n1kmüros de la misión recogieron de bllli mu•
vcrsacioucs con más de 2.000 líderes de los 20
paises qui,! la misión visitó.
En el curso de nuestros viajes y conversa-
cio.H·s clesru h1 nnOb que n ues u a perspectiva so-
üre lus nado11es que visitamos y las esper:1tw\
de sus pueblo\ tenfan mnyor sentido rnnndo ~e
l:is tornaba eu el contexto del hemisferio Olci-
dcntal en su totalidad.
La calidad ele la vicia en un área cu.ilquie:-
ra tlel hemisferio está insepa1 a blememe ligada
wn todo el resto. Más aún, si no llenamos las
ueccsidades f undamen talcs d~ nuestro propio
pueblo, no podemos esperar dar inspiración
o ayuda a la gente de otras naciones para lle-
nar sus proprns necesidades. Cuanto más com-
prendamos la si wación en la! otras repúblicas,
más claramente comprenderemos Jo que está
s11rrdiendo en la nuestra, y .más apieciaremos
la nere~idad ele u nidacl en el hemisferio.
De acuerdo con esto, en este mlorme•hemos
cnfr "'ntado desafíos y oportunidades desde el
pnnto de vista del hemisferio en su totalidad.
}~, por e~o que hemos escrito este informe con
la esperanza de que el Canadá se una a todas
la~ 1 epúhlicas ame1iranas en una auténtica re11-
pues1a hemisférica a las que $On, de hecho, pre<>
•
.;upaciones comunes. Nos mueve t:m1liién la !"~
pcranza de que algúu d1a Cuba , 1e 111 • re
a la mciedad de hombres libn-s.
Fstos viaje~ fueron una experienna qu" nos
enriqueció. Es para trasmitir algo del sentido
de nues1ras reaccione~ perso nales, como g1 upo,
a esta frurtífera oportunidad de escuchar a
gente responsable de América del Sur y Cc11-
1ral, y rlrl Carihe, que incluimos un preámbulo
en nuestro inlo1 me
¡'\, \. R.
Prrámbulo
e Fuimos a visitar vecinos y encontramo'
hermanos. Fuimos a escuchar a los porta·
voce~ de nuestras repúblicas hermanas y escu·
chamos In! voce5 de un hemisferio.
Fuimos para anotar, documentar y registrar.
Lo hicimos, y también aprendimos, madma·
moa y cambiamos. '
Utilizamm las herramientas de Jos especia•
listas: economistas y hombres de ciencia, artis-
tas y arquitectos, agrónomos y trabajadores so-
ciales. Pero no hay uno de nosotros que no
haya revaluado la utilización de su especiali-
dad, que no haya visto renovado su sentido
de propósitos y valores.
Fue nuestra intención estuJiar Ja~ fmmas
de \'ida ele las otras naciones americanas, ele
medir sus logros y los nuestros. Redescubrimot
 que la condición de Ja vida de cada person;.
en el hemisferio y en el mundo, al fin, es la
única medida de importancia duradera.
Nuestro país nació y ha experimentado el
más grande florecimiento de capacidades hu-
manas de toda la historia registrada, debido a
que una gran idea fue desencadenada. Y pese
a que muchos la han dejado de lado, y otros
quisieran suprimirla, no ha sido aún conteni-
da: el noble concepto de que cada persona es
la razón, cada persona es la fuerza de la nación.
Al dar libertad a nuestras energías colecti-
vas, hemos producido grandes sistemas y orga-
nizaciones, técnicas de imponente capacidad y
un mosaico de cosas y objetos útiles, aquí en
los Estados Unidos. P~o hemos perd~o de
v4!,a los valores _que son 1a verdadera fuente
de nuestra grandeza. Hemos exportado nues-
tros sistemas, técnicas y objetos, ~ero la forma
de su distribución no ha respon ido esencial-
mente a los valores que ins iraron a m.i~t@
nac1 n m tampoco emos trasmitido esos
valores-.
~s países que vi&itamos tmrieles la eper-
tunÍdad de vernos a través de los ºJOS· Aun
t'bmando en cuenta las distorsiones de la dis-
tancia y el sesgo que da el conocimiento incom-
pleto, un tema resonó a través del hemisferio:
l
Jlstedes -el pueblo de los Estados Unidos-
$0.ILfu.erte.s y_capacei, pero les faltanoojetivos
que los unifiquen y un claro sentido de propó-
sito nacional.
En nuestro concentrado contacto con vein-
te naciones, durante miles de horas de conver-
saciones para las cuales nuestros huéspedes se
habían preparado p1olijamente, durante en-
cuentros planeados y sin planear, en la presen-
cía de tanto la hospitalidad como la hostili-
~uestro grupo_vivi.ó-.!:!.!!!!_ doble experien-
c,i.a_ - requisitos materiales, también vienen a la men-
/ Se nos dio una gran cantidad de informa-
~erca de las much;s dime-nsiones de la
vida en este hemisferio. Intercambiamos pun-
tos de vista sobre problem;.is mutuos y explora-
mos posibles soluciones. Y juntos elaboramos
nuevas hipótesis y descubrimos nuevas técnicas
en las muchas áreas que nos preocupan.
Hemos llegado también a definir un senci-
llo principio y es el que configura nuestro in-
forme: por lo que hemos visto, todo lo que
creemos haber comprendido, todo lo que he- .
mos de recomendar deberá ser contrastado con
una única pregunta: ¿cómo afecta esto al modo
~e los hombres?
Las necesíclades de viajes y tareas determi-
naron nuestro itinerario. Fue así que cada se-
PACJ. 2<
mana de nuestra visita fue seguida por una se-
mana en nuestro país. Nosotros vivimos en
diferentes lugares de Jos Estados Unidos y tra-
bajamos en muchas situaciones diferentes. Esta
repetida variación puede haber contribuido a
una convicción que se desarrolló entre noso-
tros: las diferencias entre toda la gente es nues-
tra gran riqueza común; y compartimos los mis-
mos problemas humanos.
Como individuos y como naciones debemos
aprender el uno del otro, y necesitamos cons-
tante colaboración y comunicación el uno con
el otro si nuestra especie va a prosperar, o aun
a sobrevivir.
Le corresponde a cada individuo, a cada fa-
milia, cada comunidad, cada nación, cada re-
gión el definir sus propias aspiraciones especia-
les, pero éstas comparten un espléndido cariz:
que ningún hombre sea explotado o degradado
para enriquecer a otro y que trabajemos jun-
tos para que cada uno de nosotros pueda ele-
varse.
Algunas naciones se han movido más hacia
este objetivo que otras, pero todas las naciones,
incluyen<lo la nuestra, tienen que elevarse más
qnc lo que se han elevado y hacer más de lo
que han hecho.
Esta aspiración, cuando se la aplica auténti-
camente, tiene un duro y agudo filo. Debemos
preguntarnos cuáles son los elementos necesa-
rios que deben reunirse en y alrededor de ca-
da persona, si esta persona va a vivir y ele-
varse.
Lo que viene a la mente inmediatamente
es la oportunidad de la autorrealización, la
oportunidad de elevarse espiritualmente, el
respeto por la dignidad y justicia humanas, el
derecho a esperar que la vida mejore, no que
empeore. Ciertos bienes, circunstancias físicas,
te. Comodidad y seguridad en medio de los
cambiantes elementos, techo y ropa. Energía:
las necesarias clases de comida en cantidad su-
ficiente, agua.
Protección de la violencia y de la intrusión
sobre la vida personal, y un ambiente suficien-
temente libre de influencias nocivas.
Pero el hombre es una criatura social, que
absorbe conocimiento, creadora, responsable y
consciente de sí misma y necesita -requiere
absolutamente- mucho más si es que va a
prosperar, si es que va a realizarse más amplia-
mente. Necesita capacidad y libertad para roer
verse, oportunidades para aprender y contri-
buir, para ornamentar y crear, para compartir
aus experiencia1 y sus esperanzas. Necesita po-
der influir sobre las fuerzas que actuan sobre
él, participar en su p1 opio destino y ser reco-
nocido por sus piopios logros. ·
No hay en nada de esto el halago del éxito
fácil o definitivo. Aun nuestros mismos hori-
zontes en expansión tienen límites, la sustan-
cia y la energía son finitas, duras elecciones
deben hacerse una y otra vez. Somos una especie
que es al mismo tiempo dadivosa y adquisiti-
va, creadora e indolente, suave y violenta, mez-
quina y magnífica. Pero cuando elegimos, cuan-
do comprometemos nuestras energías para un
objetivo común, ninguno hasta ahora nos ha
resultado inalcanzable.
Enfrentamos hoy una crisis en las esperan-
zas humanas. Individuos y naciones esperan
mucho para sí mi•mos y muy poco para otros.
Pero las esperamas son poderosas fuerzas de
movilidad. Cambian las formas en que la gente
actúa. La mera presunción de que es más na-
tural tomar que dar, consumir que crear tien-
de a satisfacerse. Es urgente que aceptemos que
toda la gente tiene las mismas capacidades pa-
ra dar y compartir que nos atribuimos.
Cada país en el hemisferio occidental tiene
su propia historia y tradición, y formas de go-
bierno que no dan la misma clase de recono-
cimiento a los individuos. Tampoco los indivi-
duos en cada una de nuestras naciones ven sus
obligaciones sociales de igual manera. Pero es
una suposición básica de esta misión que los
hombres son más seme jantes que lo que no
lo son en su potencial de respuesta social, y
que, latente en nuestra especie y en cada uno
de nosotros, existe. una capacidad para la ele-
vación personal a través de una mayor preocu-
pación por los demás.
Los urgentes problemas del hembferio occi-
dental requieren que las naciones se ayuden
las unas a las otras. Por lo menos, los esque-
mas de nuestra cooperación y asistencia mu-
tua deben re(lejar la esperanza de que todos
nosotros nos encaminaremos hacia sistemas gu-
bernamentales con amplia participación, que
representen los intereses de cada ciudadano. Si
unimos esta esperanza a la valoración de Ja
tarea y los casos que deben llevarse a cabo
para alcanzar esta meta y de las dificultades
inhe1 entes en el cambio, nos habremos lanzado
en una nueva dirección en la cual todos no-
sotros comenzamos a elevarnos los unos a los
otros.
N.A. R.
NUMERO 33 I ENERO 1970
Carta al
presidente Nixon
O Excelentísimo señor Richard M. Nixon.
Washington, D. C. - Estim<1do señor pre-
sidente: A la presente adjunto el informe fi.
nal y las recomendaciones que representan las
conclusiones de la misión que usted me encar~ó
llevar a cabo. Permítame aprovechar esta opor-
tunidad para recordar brevemente lo que na
transcurrido desde el momento de su pedido
inicial.
Fue el primer día completo que usted pasó
en la Casa Blanca cuando usted me pidió me
encargara de la misión, para sostener consultas
de parte vuestra con los dirigentes de las otras
repúblicas americanas, y ayudar a vuestro go-
bierno a formular políticas para la direccii>n
de nuestras relaciones internacionales con todo
el hemisferio occidental.
Vuestra dec~ión de establecer semejante mi-
sión fue audaz, sensitiva y significativa. · He
aquí que, apenas encargado de la presidenc,a,
el líder de la nación más poderosa del mun-
do, en el comienzo mismo de su gobierno, bus-
caba los consejos y las opiniones de los lldr·rts
de los estados vecinos, antes dP formula ' U
política respecto de los asuntos del hemislr 10
occidental. A mi juicio, esta iniciativa ha dado
promesa de una nueva época de consulta ) es-
trecha cooperación en las relaciones inte1 na-
cionales. ·
Es sólo por medio de consultas para desa-
rrollar objetivos comunes que es posible para
las naciones soberanas formular hoy día polí-
ticas comunes y programa~ con juntos que re-
presenten verdaderamente los meiores intl're-
ses de todos. AJ iniciar así este programa de
amplia consulta a los más altos niveles, u~icd
emprendía un nuevo rumbo en un momc11to
decisivo en las relaciones del hemisferio occi-
dental.
Estoy seguro de que usted recordará, señor
presidente, que usted habló de esta misión en
primer lugar con el distinguido secretario ge-
neral de la Organización de Estados America-
nos, señor Galo Plaza, a quien usted recibió
durante su primer día en la Casa Blanca, y
él sugirió me pidiera que dirigiese la misión.
Cuando usted me llamó, al momento SL'nti
que era un idea apasionante y única. Sin em·
bargo, como le expresé entonces, lo que w,te<l
me pedía presentaba un problema difícil p:ira
mí. Por un lado, desde hace mucho tiempo he
PAG. ;¡¡7
 tenido una le peraurat>Je y atecto para nues-
tros vecinos en el hemisferio, nna convicción
profunda de la importancia de Ja unidad del
hemisferio occidental para la seguridad y bien-
estar mutuos.
Por otro lado, e omo gobernador del e.-.tado
de Nueva Ymk, tenía la gran respon~auiliclad
de hacer frente a una creciente crisis fiscal y
a urgent<>s necesidades humanas que existen
en nuestro estado, como existen por toda la
nación. Había que atender primero a esto. La
legislación del estado de Nueva York estaba
en sesión, y naturalmente, mis obligaciones ha-
cia el pueblo del estado de Nueva York tenían
prioridad.
Usted se mostró muy romp1 ensivo del di-
lema y permitió que trabajáramos juntos en
busca de solnciones para los problemas rríti-
cos de los estados. Usted me brindó la oportu-
nidad de hacer en la Casa Blanca una amplia
~xposicil~n ante u~ted y el Consejo de Asuntos
Urbanos sobre estos asm1tm. y ele someter a
usted las recomendaciones de los gobenwdores
de estados en rnanto a nuevas políticas lede-
ra les. El profundo intc1 és que usted expresó
en el cmso de e~n conferencia marcó el prin.
cipio de un cambio en las relnciones federales
~ estatales que usted ha e.,tado llevando ade-
lante de una manera t:in signifir;itiva. F.sto,
junto con su decisir'>n p1evia de prncurar una
ayuda federal mucho mayor para los gobiernos
estatales y locales. con re formas en el ~is tema
de asistencia pi'1hlira y otros, nos proporcionó
la ~eguridad vital. a mí y a los otros goberna-
dores, de que la ayuda estah¡i por llegar. Se
iba a dar vnelta una llave ,para la solnrión
futura de Jos agudos problemas fiscales de Jos
estados y de la~ ciudades.
Finahnente, usted indicó su compreusiva
aceptación del hecho de que no se poddau
em pr;:cnder nuestros via jcs por el hemisferio
h:tsd que la le~islatura dr.J esLado de Nueva
York levantara su esión, y que temlrfamos que
hace; cuatro giras, con intervalos entre ellas,
para que pudiera continuar la dirección de
ios asuntos del e'tado.
Era obvio, al hacer prepal'ativos p:ira la mi-
8ión, que todos Jos datos básicos areica de Jos
problemas y las aspiraciones de las naciones
del hen~isferio occidental e1 an ampliamente co-
nocidos. Era igualmente obvio, sin embargo,
que nosotros en los Estados Unidos no había-
mos hallado soluciones eficaces en cuanto a
dimo resolver los problemas y coopsr::u más
efka1me11le parn sathfacer las aspiraciones en
base a un interés mutuo.
En vista de la gran dive.rsldad de los cam-
pos de interés común entre los pueblos del
hemisferio occidental, y porque habia 23 paí-
ses por visitar, cada uno con sus problemas es-
pecíficos, me pareció evidente que yo solo
no podía cumplir la labor. No hnbi<'ra <;ido
posible para una sola persona permanecer el
tiempo necesario en cada país para conversar
con tocias las personas claves en los diversos
campos de los sectores público y privado. Por
consiguiente, invité a un grupo de prominen-
tes ci11cladanos de los Estados Unidos a ir con-
migo. Cada uno de ellos era experto en un
ramo especializado, como comercio, finanzas,
trabajo y otros. Los nombres de estos ciudada-
nos, que tan genero~amente y tan eficazmen-
te contribuyeron con su talento para el feliz
curso de estas misiones, se encuentran adjun-
tos a esta carta.
Vcinte o veinticinco de estos distinguidos
asesore~ me acompaña1011 en cada viaje. En ca-
da país un pwgrama de entievistas con perso-
nas cJa, es habla siclo preparado antes de nues-
tra llegada. Mientras yo conversaba con el pre-
sidente o primer ministro de cada país y luego
con el ministro de Relaciones Exteriores y
con frt'r11encia con el gabinete entero, cada uno
de los asesore<; se reunía con los líderes en cam·
pos de interés mutuo de los 5ertores público y
privado. En esta forma los asesores de la misión
pudieron con\'ersa1 y asesorarse con unas cien
a dosrit>ntas personas en cada país. Hubiera
sido necesario permanecer varias semanas en
cada país para que una sola persona pudiera
entcrane. ele la situación tan a fondo. Además,
ningún individuo hubiera podido combinar la
pericia del conjunto de los asesores que for-
maron parte de la misión. Era un grupo ex-
traordinario de hombres y mujeres que sirvió
a su patria desinteresada y brillantemente.
Desearla. por medio de esta carta, compartir
ron usted mi profunda admiración y gratitud
por el aporte que ellos hicieron.
Por medio de estas visitas de saturación los
miemhrm de nuestra misión pudieron reunirse
y conversar, en su calidad de colegas capacita-
clns, con toc1a rlase de expertos sobre prohlemu
e~perífiros y lograr un discernimiento nuevo y
perspicaz de lo que se J>llt'de hacer más eficaz-
mente para alcanzar las metas comunes. Debo
ap10vechar también esta carta para comunicar
a usted, señor presidente, la gratitud y aprecio
que sentimos por el tiempo que nos dedicaron
y los consejos que nos dieron los líderes, tan
sobresalientes y capacitados, del sector público
y privado en los diversos países.
 Cada 11uemb10 de 1a mmon ha p1epaiado
un informe detallado sobre sus condusiom:,,
todo lo cual formará parte del expediente de-
finitivo. Además, el grupo sostuvo entre sí clis·
cusiones intensas durante y después de Jos via-
jes. Las conclusiones de este informe reflejan
esta labor de conjunto y el asesoramiento que
ésta produjo. Sin embargo, no se ha procurado
lograr un consenso y yo acepto solo la respon
sal>ilidad por las recoroendaciones que contie·
ne este informe.
Además de que pude comunicarme direua
mente con los líderes nacionales, lo pude ha1 e1
también con el pueblo de cada país por medio
<le entrevistas con la prensa por radio y telt·
visión.
.1 'o sólo escuchamos la exposinó11 ele los ¡no·
blemas, las esperanzas y las aspiraciones del
pueblo y de los líderes de las otras repúblicas
americanas, sino que también pudimos obtene1
sus consejos y opiniones y su evaluación de las
realidades políticas actuales. Tocio esto ha re·
sultado en una mayor comprensión y nuc\os
enfoques de los prnl>lemas mutuos.
Como se sabe, la misión se encontró rnn
dificultades. El1 nuevo gobierno militar del
~ declaró que nuestra visita sería i11c:o11w·
niente y pidió que se aplazara indefinicfamc11
te. Fste acto fue el resultado de un incidente
especifico proveniente de una disputa entre
los Estados Unidos y el Perú acerra de los dr-
rechos pesqueros y de la expropiación de te·
rrenos petroleros, sin relación con nuestra mi·
~ión.
Despues que un estudiante fue mueno .te·
cidentalmente por un disparo en el cur~o ele
una manifestación que ocurrió durante la vi-
sita, que a principio de su gira la misión him
a Hondura4 grupos estudiantiles, {'~tímu lados
por-elementos subversivos en una forma 01ga
nizada por tocio el hemisferio, usaron del in-
ciden te como grito de guerra para tratar de
impedir o pe1 turbar nuestras visitas. r n vista
ele estas manifestaciones y de las amenazas de
violencia, junto con ciertas situaciones clelica-
dah rle política interna, los gobiernos ele ~
)' de Vtnelllcla también pidierou que apla1ti-
ramos nuc:stra visita, reduciendo a \~Íntc rl
nítrnero ele p¡¡íses en n11estrn itinerario.
Se ha iminuado que el momento 110 era
opmwno pata los viaje~ y que se hubie1an
rl1 •.;,¡,, r;•ll< el;11 En \et dad, el 1norne11lo c1 ,1
IUU) upvau110; ~e ~inu ouizó wu la oponuni-
NUMERO 33 I ENERO 1970
tan > 1a vo1untaa de un nuevo gobierno de
101 mular una política nueva para el hem1s[c.
rio. Y a medida que progresaron nuestros via·
jes se hizo evidente que sin una nueva políti·
c:a, las naciones de este hemisferio estarían
menos dispuestas, progresiva y rápidamente
-por desilusión y cinismo- a tratar cándida
v eficazmente' con los Estados U nidos, con con·
fianrn en la rccip1ocidad de nuestro interés "'I
buena voluntad.
En todo caso, el hecho de que lo~ viajes se
hicic1 on en este momento uada tiene que ver
wn las mauifebtaciones y la ,,iolcncia que ocu
nie1on. ello sr. puede atribuir a las siguientea
causas: hay una frustración general por el f1 a·
caso en lograr un ascenso más rápido de los
niveles de vida. Se culpa a los Estados Unido~
por su identificación con el fracaso ele la Alian•
1a para el Progreso en cumplir con las exper·
tativas que despertara. Tambien, el pueblo de
los paíse~ en cuestión se sin ió ele Ja oportuni-
dad b1 inda da por nuestra visita para demostl ar
sus frustraciones por el fracaso de sus propios
gohiernos en satisfacer sm 111!cesitfades. Ade-
m;ls, con el propósito de debilitar y de.~ac.redt·
tar a los Estados Unidos, y a la vez a sus p10·
píos gobiernos, elementos sub\ enivos y anti
F~taclos Unidos se apodera1on de las ma11iles-
ta ciones -o las exacerbaron- que r.n prinri·
pio se debían a agravios justificados. Es signifi-
cativo que estos mismos clcmc11tos toma1on
parte en manifestaciones, amena1as y acto~
de violencia tanto en los países democráticos
como en los que tienen gobiernos militares. 1 ~
el caso que un miembro de la misión comentó
(¡uc en todos nuestros vinjes la única confron·
tación amedrentadora fue la que ocasionó una
manifestación estudiantil organi1ada por lot
Estudiantes para una Sociedad Democrática
(SDS) en el aeropuerto internadonal John F.
Kennedy, cuando regresamos a la dudad de
Nueva York al término de nuestro cuarto viaje.
La cancelación de nuestras visitas hubiera
siclo interpretada c~mo debilidad y miedo de
par te del gobierno de los E.stados Unidos y
1mbiera contribuido mucho a desncreditar a 101
Estados Unidos en las ou as Américas. Además,
i.e hubiera perjudicado la prioridad e importan-
cia que usted acuerda a las requisitonas del
hemisferio. Por lo tanto se hubiera penlido pa·
ra nosot1.os, como nación, una oportunidad
-c¡ue se hace cada vez más rara- de tratar
de nue!>tros problemas mutuos para un bene-
fic:io común Así •íue como, al cumplir la mf..
5ión a pesa1 uc lal> dificultades, la determina•
ción y la voluntad del nuevo gobierno fue·
ror: ?emostr?~as claramente. La acogida que
rec1b1ó la mJSJón por parte del gobierno y del
seccor privado, fue abierta y calurosa.
Un subproducto importante de las manifcs-
tanones y de la violencia fue que éstas presen-
taron la intcrpenetrac1ón de los problemas en
nuestro hemisferio en la primera página de
nuestros periódicos, en las pantallas de televi
sión nacionales y, por consiguiente, en la men-
te de la mayoría de los norteamericanos. Es Iá11-
tima que estos problemas recib1ernn attnción
is01o de esta manera. Si nosotros los de la mi-
sión, servimos como pararrayos, si concitamos
la atención sobre la naturaleza arraigada de
los problemas del hemisferio y sobre Jo que
debe hacerse acerca de ellos, las dificultades y
la crítica con que tropezamos bien valieron la
pena.
Agraded la oportunidad de mantener co-
mi111icación con usted durante nuestros viajes
y de visitar a usted entre ellos, porque en esa
forma pude darle una visión genera] de nues-
tras observaciones a medida que proseguíamos.
Y estoy sumamente complacido por algunas de
las acciones específicas que han sido tomadas
en consecuencia. Ya usted ha recibido los in-
fc 1nes sobre mis conversaciones y obse1 vacio-
nc~ personales en cada país.
Este informe tiene au base en las observa-
ciones de. la misión, verificadas por muchas
flwntes diferentes. Una de las que ha sido
e~ pecialmente útil es el constructivo informe
del Subcomité de Asuntos lnteramericanos de
la Cámara que encabeza el representante Dan-
te Fascell. También reconocemos la coopera-
c.ir n de los respectivos presidentes del Comité
de Relaciones Exteriores del Senado y del Co-
nu té de Relaciones Exteriores de la Cámara.
Desearía C.'Cpresar, en especial, mi gratitud por
el interés, la cooperación y la participación del
Departamento de Fstado.
Que este informe, con sus recomendaciones
Ja ayudar a usted a servir ;t la causa de
pt1t
mejores relaoones y mayor progreso para todo
el pueblo del hemisferio occidental.
Con mis calurosos y mejores deseos, respe-
tuosamente!,
NELSON A. ROC.:KEFELLER
Nueva York, .N. Y.
'
30 de ag.osto de 1969.
PACI, 30
Capítulo I
La vida en el
hemisferio occidental
A. LA ESPECIAL RELACióN QUE
EXISTE EN EL HEMISFERIO
OCCIDENTAL
' La misión tuvo oportunidad de escuchar
de los líderes del hemisferio muchos deta-
lles acerca de las relaciones entre los Esta-
d.os Unidos y las otras repúblicas america-
nas, pero pueden ser adecuadamente sinte-
tizados en una sola frase. Estados Unidos
ha permitido que se deteriorase malamente
ia especial relación que históricamente ha-
bía mantenido con las otras naciones del
Hemisferio Occidental.
Estados Unidos ha permitido que una
falange de pequeños intereses especiales,
una serie de otras prioridades en política
exterior, estrangulamien tos~resupuestarios
y de la balanza de pagos, una floreciente
maraña burocrática y una retórica bien in-
tencionada pero carente de realidad hayan
!>umergido esta relación especial a un pun-
to tal en que muchos de sus vecinos en el
hemisferio piensan si Estados Unidos se
preocupa por ellos. Sus políticas de ayuda e
intercambio, tan críticas para el proceso de
desarrollo de otras nacion~s, han sido dis-
tOi:-sionadas para servir una variedad de
propósitos en los Estados Unidos que nada
tienen que hacer con las aspiraciones e in-
tereses de sus vecinos; de hecho, demasiado
a menudo, estos propósitos han estado en
agudo conilicto con las metas del desarrollo.
Más aún, en sus relaciones Estados Uni-
dos ha demostrado con demasiada frecuen-
cia, al menos subconscientemente, una acti-
tud paternalista hacia las otras naciones del
hemisferio. Ha tratado de dirigir los asun-
tos internos de otras naciones hasta un gra-
do impr0pio, pensando, tal vez con arrogan-
cia, que sabía qué era lo mejor para ellas.
, Ha estimado en menos las capacidades de
estas naciones y su voluntad de asumir res-
ponsabilidades por el desarrollo futuro. Es-
tados Unidos ha hablado de asociación, pe-
ro no la ha llevado auténticamente a la
práctica.
Al mismo tiempo, hallamos que están
ocurriendo profundos cambios en el hemis-
CUACERNOe CE MARCHA
ter10, camo10~ Y.ue no 11an s1ao comprendi-
dos totalmente Es evidente que estos cam-
bios afectarán a todos nosotros, y que debe-
mos liberarnos de algunos de nuestros es-
tereotipos y de nuestro pensar condiciona-
do si vamos a comprender con inteligencia
y pragmatismo a las fuerzas deJ cambio.
Hemos llegado a la conclusión de que el
interés nacional dt Estados Unidos requie-
re que reviva su especial relación con las
naciones del hemisferio, y que esta relación
sea fortificada con un nuevo compromiso,
nuevas formas y nuevo estilo. Las relacio
nes en el Hemisferio Occidental no pueden
permanecer estáticas; las fuerzas del cam-
bio -y nuestros mejores intereses, así co-
mo los del hemisferio en su totalidad- no
lo permitirán.
Este informe trata de comprender algu-
nas de las cuestiones que debemos enfren-
tar en el intento por fortalecer y dar nueva
forma a nuestra especial relación y ofrece
algunas recomendaciones específicas para
la acción en esta hora.
B. LA SITUACIÓN EXISTENTE
Actualmente en todo el Hemisferio Oc-
cidental, incluyendv Estados Unidos, hom-
bres y mujeres disfrutan de una vida más
completa. pero ~ ~ara ~hos .!_as reali-
d~es @. la vida es_tfill_gn ªfillao contraste
~,2!Llas... más..profnn<llls_ necesidades huma-
nas y las metas de los pueblos.
- ~odo ..tl hem~ferio vemos proble-
mas similares;. problemas de población y
p~reza:-urbanización y desempleo, analfa-
betismo e injusticia, violencia y desorden.
Pese a que cada uno de los 26 países
del hemisferio es diferente, con amplias va-
riaciones en sus estados de desarrollo, en
todas partes les a§Wiraciones stm.eii!n a los
r~rsou a los logr.Q_s. Todas las naciones
del hemisferio comparten las crecientes es-
peranzas e inquietudes de aquellos hombres
y mujeres que en verdad no disfrutan de
los beneficios de la revolución industrial .f
~el estándar de vida que vino con ella.
Aun entre algunos de los que han com-
partido estos beneficios, existe una crecien
te tendencia a perder la confianza y la cer-
teza de propósitos Esto crea terreno fértil
para las siempre presentes 1.ue:r,:¡:as a1~0-
Cialifes,'l)rontas a explotar a aquellos que
estan fnciertos y a agitar a los que están
inquietos.
NUMICRQ 33 / &:NERO 1970
~a1.Jt:mos por nuestra exper1enc1a en l!iS·
tados Unidos que aquellos que viven en
circunstancias de privación ya no viven au-
sentes de nuestra vista y de nuestra mente.
Tampoco están resignados -ni deben es-
tarlo- a que sus vidas se.an menos de lo
que pueden ser.
Han echado una mirada a la condición
relativa de su vida y la han hallado defi.
cient~
Como resultado, en Estados Unidos y a
través del Hemisferio Occidental la legiti-
ll!idad del sistema político democrahc.u_
d_gl sistema económico de emnresa indivi-
~ están siendo desafiado""s" " · - - - - - - -
Las perturbaciones de los sistemas in-
ternacionales en las últimas tres décadas
han hecho que lo::. est!iJos miembros del
Hemisferio Occidental hayan estado suje-
tos a eres1ones externas económicas, polí-
ticas e ideológicas que magnüican los anta-
gonismos locales.
Al mismo tiempo, la cuestión de la legi-
timidad política ha desafiado a sistemas
"aceptados" de gobierno, no sólo en Esta-
dos Unidos sino especialmente en las otras
repúblicas americanas Con la desintegra-
ción de los antiguos órdenes, que carecían
de una base popular. estructuras locales
recién surgidas han tenido dificultad en es-
tablecer su legitimidad Esto hace más di-
fícil el problema dt- crtaJ un sistema de or-
den político en, el Hemisferio Occidental.
.{\lgunas naciones han retemdc. sus ins-
tituciones dem0crit.icas En otras, donde las
furmasdemocráticai:. de gobierno no han si-
do exitosas, las naciones se han encamina-
do hacia formas aytoritarias como solución
a dilemas políticos y sociales. En todas par .
tes los gobiernos están Tidiando con exigen-
cias de reforma so ~ial y crecimiento econó-
mico que son, a ·menudo, conflictuales El
problema es aumentado por la herencia de
\ 400 años de intenso individualismo gue pe-
,......netra todas las fases de la vida en las paí-
ses latinos de las Américas. El nacionalismo
gorece en la mayor parte de la región co11
fuertes matices anti-Estados Unido- Se evi-
dencia una creciente frustracion por la
1 inestabilidad política. las limitadas oportu-
nidades educativas y económicas y la inca-
pacidad o len~tud de las estructuras guber-
1 namentales existentes para resolver los
problemas del pueblo Las fuerzas subver-
,, sivas que operan a través del : 1emisferio
son rápidas para explotar y exacerbar ca-
d• una de estas condiciones.
El cambio, y las presiones y problemas
1
que surgen de los procesos del cambio, ca-
racterizan la situación existente en el he-
i:n1sferio. El impulso de la iñCiustrialización
y ra -1ñ0clernización han forzado la trama de
las estructuras sociales y políticas. La esce-
T\a está dominada por. la inestabilidad po-
ltti..ca y· social, la creciente presión en favor
de respuestas radicales a los problemas y
una creciente tendencia a una independen-
cia nacionalista de los Estados Unidos.
La inquieta ansia de los individuos por
una vida mejor, especialmente cuando está
acompañada por un bien desarrollado sen-
tido de responsabilidad social, está carco-
miendo los propios órdenes e instituciones
a través de los cuales la sociedad le hace po-
sible al hombre lograr su dignidad perso-
nal. La simiente del nihilismo y la anar-
quía se esta esparciendo a través del he-
mTurer!o. - dos por el analfabetismo y su remota ubi-
C. LAS FUERZAS DEL CAMBlC
El cambio es la característica decisiva
de nuestro tiempo. Emerge en todas las
culturas y las disocia. Crea ansiedades e in-
certidumbres. Exige de todas las gentes un
ajuste y una flexibilidad que ponen a prue-
ba los límites de las capacidades individua-
les y colectivas
El cambio nos rodea: en la explosión de
nuevos conocimientos, la aceleración de to-
das las comunicaciones, la movilidad masi-
va de la gente, la multiplicidad de los con-
tactos humanos, el ritmo y la diversidad de
las experiencias, la naturaleza creciente-
mente transitoria de todas las relaciones y
el desarraigo de los valores en que las di-
f Prentes culturas están ancladas.
No hay sociedad en la actualidad, sea
industrializada o en desarrollo, que no es-
té lidiando con estas huracanadas fuerzas
del cambio Resulta clar<; que de acuerdo a
cómo respondamos a esta necesidad de
cambio y a las exigencias de estas fuerzas,
los resultados pueden ser tremendamente
constructivos o tremendamente destructivos.
El vasto cambio que está ocurriendo en
el hemisferio afectará nuestros intereses y
nuestras relaciones con las otras naciones
del hemisferio. Debemos reconocer que Es-
tados Unidos no puede controlar las fuer-
zas del cambio Sin embargo, puede y debe
tratar de comprender las fuerzas que ope-
ran en el hemisferio -así como en nuestro
país- y cómo ellas pueden afectar nuestros
intereses nacionales, si es que vamos a dar
forma inteligente y realista a nuestras re-
laciones.
A través del hemisferio, pese a que la
gente está constantemente emergiendo de
la pobreza y la degradación en cantidades
variadas, la brecha entre los privilegiados y
los no privilegiados, tanto dentro de las na-
ciones como entre ellas, es cada vez mas
11mplia y más difícil de soporta1 La facili-
dad de las comunicaciones modernas hace
que esta brecha se vea mayor.
Comunicaciones
La radio a transistores ha provocado una
revolución en la conciencia de los he"Chos.
Millones de md1v1duos que estaban aisla-
cación saben ahora que existe una forma
diferente de vida que es privilegio de otros
disfrut ar. Nunca más estarán conformes
con aceptar como inevitables las estructu-
ras del pasado Quieren compartir los privi-
legios del progreso. Quieren un mundo me-
jor para sus hijos. Han escuchado promesas
incumplidas durante demasiado tiempo.
Sus esperanzas han superado las realizacio-
nes. Su frustración se está convirtiendo en
un creciente sentido de injusticia y desilu-
sión.
Ciencia y tecnología
Sin embargo, la ciencia y la tecnología
no se han mantenidc.. a la par de las comu-
nicaciones en las naciones en desarrollo
del Hemisferio Occidental. Estas naciones
han quedado seriamente atrás en su parti-
cipación en la revolución científica y cul-
tural que ha sido parte esencial de la indus-
trialización de las naciones desarrolladas.
Muchas repúblicas americanas, por tanto,
no han participado proporcionalmente en la
creciente productividad y el ascendiente
estándar de vida de sus vecinos del norte.
Esto ha aventado las llamas de los celos, el
resentimiento y la frustración.
La mayoría de las repúblicas america-
nas no han movilizado aún los elementos
necesarios para una extendida industriali-
CUAO~RNOS OE MARCHA
zac1on de sus econorn1as. r-;ecesttan, en gr~­
dos diferentes, más y mejor educación, sis-
temas más efectivos para canalizar los
ahorros nacionales hacia la formación de
capital y las inversiones industriales, leyes
para proteger los intereses del público y
que al mismo tiempo alienten el espíritu
de empresa y servicios gubernamentales
expandidos para apoyar el crecimient0 in-
dustrial.
Crecimiento de la población
Otra fuerza vital que obra sobre el cam-
bio es el hecho de que la población .de la
mayoría de las repúblicas americanas ~
menta con mayor rapidez que ninguna Qtl'..ª-._ dependencia. La curva del sentirr.liento na-
en el mundo
El hecho de que más del 60 por ciento
de la población tiene menos ae 24 años de
ectad ha incrementado grandemente las de-
mandas al gobierno de más escuelas, más
servicios de: salud, 'llás viviendas y carrete-
ras; servicios que están más allá de sus re-
cursos proveer. Se produce una creciente
provisión de mano de obra que no puede
hallar trabajo suficiente, y esto se agrega
a las frustraciones )' tensiones. Se resuelve
en el crecimiento de las barriadas hacina-
das y en la multiplicación de los proble-
mas de la vida urbana, y cancela tanto el
crecimiento económico logrado que hace
difícil, si no imposible, el mejoramiento de
los estándares de vida.
Vida urbana
Junto con la urbanización en el Hemis-
ferio Occidental han -venido condiciones de
vida hacinadas y una pérdida de espacio
vital tanto en términos físicos como psico-
lógicos. El hombre urbano tiende a desper-
sonalizarse_:¡ fragmentarse en sus relacio-
nes humanas. El desempleo es alto, espe-
cialmente entrelos Jovenes, llegando a ser ( versión privada extranjer,;t. El ímpetu por
tan alto como del 25 al 40 por ciento en al-
gunos países, y bajando hasta 4 por ciento
en otros. El impacto de la pobreza ~~ne­
ralizado. Estas extendidas áreas urbanas
deI-trémisferio germinan inquietud e ira
que son fácilmente explotadas por las dife-
rentes fuerzas que prosperan con la per-
turbación; y tales fuerzas están presentes
en todas las sociedades.
Los problemas de la urbanización se
multiplican por una creciente migración
NUMl!:RQ 33 I ENERO 1970
a las c1uaactes ae io:s pooro mn campC\
quienes son los que menos preparados P.S•
tán para las presiones de una sociedad ur-
bana industrial.
Una fuerza positiva es la emergencia
política de la mujer Tiene ahora el dere-
cho al voto en todos los países del hemis-
ferio, y está demostrando ser, en general,
una influencia centrista.
Nacionalismo
Todo esto C" agudizado por el espíritu
de nacionalismo que ha sido un elemento
esencial en la estructura emocional de to-
das las repúblicas americanas desde su in-
cionalista está generalrr.ente en élScenso al
tiempo que estas sociedades luchan por una
mayor identidad nadunal y autoafirmación.
Dado que Estados Unidos tiene un peso tan
considerable en las vjdas dP las otras na-
ciones, y que su poder y presencia son tan
&vasal1autes, este nacionalismo tiende más
y más a hallar en los Estados Unidos un
blanco tentador y natural.
El nacionalismo no está confinado a un
país en particular, ni emerge de una sola
fuente. G1upos de presión y políticos de
todas las orientaciones se apoyan pes::1da-
. mente en la explotación del sentimiento
nacionalista.
Esta sensibilidad nacional ha sido ali-
mentada por el hecho de que, en las otras
repúblicas americanas la dirección empre-
saria, el capital y los muy anunciados pro-
ductos de los Estados Unidos han jugado
un papel desproporcionadamente visible.
Un alto porcentaje de las inversiones ex-
tranjeras han llegado de los Estados Uni-
dos, principalmente en busca de materias
primas o para conservar mercados.
Las fuerzas del nacionalismo están
creando presiones en aumento contra la in-
independizarse de Estados Unidos está con-
duciendo a crecientes presiones en favor
de la nacionalización dt. industrias de los
Estados Unido~, control loC91 o participa-
ción con firmas de los Estados Unidos. La
mayoría de los economistas y hombres de
negocios en las otras repúblicas americanas
reconocen la clara necesj.-Jad de capital y
tecnología de los Estados U niclos, pero los
quieren en términos que guarden relación
con su deseo de autodeterminación.
PAO. aa
 Es así que el creciente movimiento ha- búsqueda de la satisfaccion instantánea de-
cia la autoidentificación está llevando a mu- sus aspiraciones Los mismos fenómenos
chas naciones a buscar, natural e inevita- están presentes en los cuadros del ttabaj o.
blemente, una mayor independencia de la Los grupos más grandes en el movimiento
influencia y el poder de los Estados Uni- sindical en desarrollo a través del hemis-
dos. El dilema que los gobiernos enfrentan
es que saben que la cooperación y partici- 1
ferio están encabezados por demócratas.
Buscan obtener mayor productividad para
pación de Estados Unidos puede contribuir sus naciones y un.t justa participación de
grandemente a acelerar el logro de sus me- esta productividad &.umentada para los tra-
tas de desarrollo, pero su sentido de legiti- bajadores y sus familias. Pero una fracción
midad política puede muy bien depender sustancial de la masa trabajadora es diri-
del grado de independencia que puedan gida por comunistas; y les concierne menos
mantener de los Estados Unidos. la productividad de la nación que el de-
rrocamiento de las instituciones existentes,
Loa Jóven~ públicas y privadas.
En vista de las condiciones actuales, es
natural que crecientes números de perso- La _:rus Y la espada ;\
nas en las naciones del hemisferio, inclu- ~
yendo los Estados Unidos, ~stén desilusio- W Pese ~ q_u~ .no lo recQlli)cem~~- en !U
nadas por los~os de!~ sociedaa;,,_y peF-"" e;xacta ?imen~1~n.. los cuadros militares .Y \
1rbados ¡mr un sengao de _p_érfilda de. 1-a.. l~ Jgles1a_ C_atólica-se encuentran hoy ta~-
i entidad individual. bien entre las fuerzas en favor d~l cambio
recien - sj>c1al y político en otras ..r.e.púhlicas ame...
cuestionando es ecialmente mue as e ticanas. Este es un papel nuevo para ellos.
nu s ras premisas basicas. Están a a us- Desde el arribo de los conquistadores hace
queaaae nuevos valores, nuevos significa- más de 400 años, la historia de los milita- •
dos, nueva importancia del valor y la dig res y la Iglesia Catóiica, trabajando hombro
Aidad del individuo. con hombro con los terratenientes con el
La participación de los estudiantes en objeto de proveer "estabilidad", ha sido
manifestaciones y en la violencia está . una leyenda en las Améri~as.
convirtiéndose en una fuerza de la mayor Poca gente se da nta de hasta qué
importancia en todos los países. Esto ocu- un o am s mstituciones ora
!'~e independie_!ltemente de la ide0Tog1a-Eo- rompiendo con sus pasa os. s an, e he-
Hbca, mdependientemente de si los estu- Cho, adelantandose rat¡tdamente hacia el
diantes están actuando espontáneamente 0 frente como fuerzas a favor del cambio so-
ban sido organizados El hombre ha demos- cial, económico y político. En el caso de la
trado en el pasado que puede soportar el fglesia, esto es el reconocimiento de la ne-
ser regimentado; la prueba a que está so- cesidad de responder más a la voluntad po-
metido hoy, tal vez, es de si puede sobre- pular. En el caso de los militares, es un re- J
vivir su libertad. flejo de la ampliación de oportunidades pa-
El idealismo de la juventud es y debe ra los jóvenes, cualesquiera sean sus orí-
ser una de las más prometedoras fuerzas genes familiares. _ /
para el futuro. Al mismo tiempo el mero
hecho de su idealisl}l.o hace que algunos de La Iglesi~
los jóvenes sean vulnerables a la penetra-
ción subversiva y a ser explotados como Las comunicaciones modernas y el acre-
medios revolucionarios para la destruccióI). centamiento de la educación han provoca.
del orden existente. Por sobre todo, resul- do una agitación entre la gente que ha te-
ta claro que los jóvenes del hemisferio no nido tremendo impacto sobre la Iglesia,•
aceptarán ya más lemas como sustitutos haciendo de ella una fuerza dedicada al
para las soluciones. Saben que es posible cambio; cambio revolucionario, si fuese ne-
una vida mejor. cesario.
Los trabaJadorea • Ver documentos preparados por la Segunda
Conferencia General del Episcopado Católico
Empero, no son sólo los jóvenes los que Romano de América Latina, en Medellín, Co-
están profundamente preocupados o a la lombia, 1968.

""º· 94
@posición
.l!:n verdad, la Iglesia puede estar en una
algo semejante a la de los jóve-
nes; con un profundo idealismo, pero como
resultado de ello, eu algunos casos vulne-
rable a la penetración subversiva, pronta a
llevar a cabo una revolución, si fuese ne-
cesario, para poner fin a la injusticia, pero
sin claridad en cuar.to a la naturaleza últi-
ma de la revolución misma o al sistema gu-
bernamental mediante el cual se pueda rea-
lizar la justicia que busca
Los militares
© rica,Enlosmuchos países de Sud
militares fvrman
y Centroamé-
~~·más poderoso
grfI'o político en lá socieda . Los hombres
mi itares sOñ símoolo de poaer, autoridad
y soberanía, y foco del orgullo nacional.
Han sido tradicionalmente considerados en
la mayoría de los países como los árbitros
uJtimos del bienestar de la nación.
La tendencia de los militares a interve-
nir cuando juzgan que el gobierno en ejer-
cicio ha fracasado en el cumplimiento ade-
cuado de sus responsabilidades, ha sido ge-
neralmente aceptad&. en Sud y Centroamé-
rica. Virtualmente todos los gobiernos mi-
litares en el hemisferio han llegado al po-
der para "rescatar" al país de un gobierno
incompetente o de una situación económi-
ca o política intolerable. Históricamente,
estos regímenes han variado ampliamente
en sus actitudes hacia las libertades civiles,
la reforma social y la represión.
Tal como la Iglesia, los militares han si-
do tradicionalmente una fuerza conserva-
dora que se ha resistido al cambio La ma-
yoría de los oficiales provenían de la clase
terrateniente En años recientes, sin em-
bargo, los propietarios de las tierras se han
desplazado más y mas a una vida industrial
urbana. El servicio militar ha sido menos
atractivo para sus hijos. Como resultado de
esto, se han abierto oportunidades para jó-
venes de ambición y capacidad de familias
pobres que no teníalJ ni tierra ni relaciones
profesionales o de negocios. Estos hijos
ambiciosos de la clase trabajadora han en-
trado en la carrera militar en busca de edu-
cación y de oportunidad de progresar.
Este esquema se ha hecho casi univer-
sal en las repúblicas americanas al sur de
nuestro país. Los más capaces de estos jó-
venes oficiales han viajado al extranjero
para estudiar y están ahora asumiendo las
~ás altas pos1c1ones curecuva& en caSl io-
dos los grupos militares del hemisferio. Y
si bien sus lealtades están con las fuerzas
armadas a menudc sus lazos emocionales
están con el pueblo Cada vez más, su pre-
1)cupación y dedicación es la de erradicar la
pobreza y mejorar la suerte de los oprimi-
dos, tanto en las áreas rurales como urba-
nas.
En síntesis, un nuevo ti o
militar está sur en o convirtien ose a
menudo en una fuerza de gran importan-
cia para el cambio sccial constructivo en
las repúblicas amt:ricanas Motivado por
una creciente impáciencia por la corrup-
ción, la ineficacia y .m orden político estan-
cado, el nuevo hombre militar está prepara-
do para adaptar su tradición autoritaria
a los objetivos del progreso social y econó-
mico.
Este nuevo papel de los militares, sin
embargo no esta libre de peligros y dile-
mas.~ ..!Orre siemJ>rl:' el riesgo de que el
estTIO autoritar1o dé como resultado 111 re-
presión. No es fácil de resistir la tentación
de expandir medidá::. de seguridad o disci-
plina o eficacia al punto de restringir Ji.
bertades indivjduales más allá j~ lo que
se requiere para la restauración del orden
y el progreso social Por sobre todo, los go-
biernos autoritarios resueltos a un rápido
cambio son de desconfiar en cuanto a su
1deolog1a intrínseca y vulnerables a un na-
cionalismo extremu Pueden tomar casi
<'ualquier dirección doctrin~ria.
' El peligro para los nuevos militares es
de que se lleguen a aislar del pueblo y que
l
Ja autoridad se convierta en un medio de
supresión en vez de ser un medio de elimi·
nar el aumento de lá tensión social y polí-
tica. - -
La norma crítica es, por último, si el
nuevo militar, con sensibilidad y desig111os
conscientes puede y quiere poner en mar-
cha a la nación, llevandola del control mi-
litar para un propósito social hacia una
transición a UN forma de gobierno más
pluralista que queda permitir el floreci-
miento del talento y la digmdad individua-
les. ¿O será que se convertirán en radica-
les, estatistas y anti Estades Unidos?
En relación con esto, se debe mencionar
especialmente el atractivo que, al nivel teó-
rico, tiene para los nuevos militares el mar-
xismo: 1) Justifica, a través de sus teoríaiJ
de una elite de vanguardia, el gobernar me-
diante un grupo relativamente pequefio o
ur.a institución única (tal como el ejército)
y. al mismo tiempo, 2) ofrece una raoiona-
lización para los sacrificios a que el estado
;meda obligar para adelantar el desarrollo
E:conómico
Otra influencia importante que contra-
rresta este simplista enfoque del marxismo
es el conocimiento de los logros fundamen-
tales de la forma de vida de los Estados
Unidos que muchos de los militares de otros
países americanos han obtenido a través de
lvs programas militares de adiestramiento
~ue Estados Unidos lleva a cabo en Pana-
má y Estados Unidos.
Los negocios
Un fenómeno similar es visible dentro
de la comunidad de los hombres de nego-
c.0s. De nuevo, aquí hay una dicotomía.
Por una parte, intereses largamente esta-
blecidos se aferran a prácticas de paterna-
lismo y monopolios tras altas tarifas pro-
tectoras. Por la otra, nuevas empresas, o
v;ejas, pero con dirección nueva y joven, es-
tán aportando una preocupación social por
los trabajadores y el público así como ha-
cia los accionistas.
"Esta nueva fuerza directiva en los ne-
gocios es prometedora y constructiva. Y es
una fuerza necesaria en el proceso del
cambio, sencillamente porque la competen-
cia técnica, directiva y de comercialización
en los negocios privados debe asumir un
papel de primera importancia en el desa-
rrollo del Hemisferio Occidental.
Subversión comunlsts
En cada país hay una inquieta lucha
por una mejor vida. Ocurriendo como ocu-
rre al tiempo que se da un cambio desa-
rraigante, esto le trae a muchos una vaga
inquietud de que todos los sistemas de la
sociedad están fuera de control. Dentro de
tal programa, todas las naciones america-
nas son un blanco tentador para la subver-
sión comunista. De hecho, es claramente
evidente que esta subversión es hoy una
realidad con alarmante potencial.
Castro ha reclutado en forma persisten-
te guerrilleros de las otras repúblicas ame-
ricanas y los ha entrenado en Cuba para
exportar la revolución agraria comunista
tipo cubano. Afortunadamente, los gobier-
rtos de las repúblicas americarias nan m~­
jorado gradualmente su capacidad para en-
frentar a los guerrilleros rurales del tipo
Castro. Sin embargo, hay elementos revo-
lucionarios radicales del hemisferio que
parecen estar inclinándose crecientemente
hacia el terrorismo urbano, en sus esfuer-
zos por derrocar el orden existente. Este ti-
po de subversión es más difícil de contro-
lar, y los gobiernos se ven forzados a uti-
lizar medidas represivas crecientes para en-
frentarlo. Es así que un ciclo de acciones
terroristas y reacciones represivas tiende a
polarizar y perturbar la situación política,
creando campo más fértil para las solucio-
nes radicales dentro de grandes sectores
de la población.
Hay también fuerzas comunistas maoís-
tas en el hemisferio. Pese a que son relati-
vamente pequeñas en número, están faná-
tJcamente dedicadas al uso de la violencia
y la intimidación para lograr sus fines. La
mística del maofamo ha atraído más el idea-
lismo de los jóvenes y, así, ha sido el me-
dio para la subversión generalizada.
Parece ser ahora que en algunos casos
fuerzas castristas y maoístas se han unido
para llevar a cabo actos de subversión, te-
rror y violencia en las ciudades Estas
fuerzas se concentran también en las de-
mostraciones estudiantiles masivas y en la
perturbación de diversas instituciones, pú-
blicas y privadas, requiriendo el apoyo de
los frentes comunistas laborales en el gra-
do en que le resulta posible.
Pese a que la propaganda de Castro lo
muestra como un líder de los desposeídos
que se opone al imperialismo de los Esta-
dos Unidos y es independiente del comu-
nismo soviético, resulta claro que la Unión
Soviética tiene en la actualidad un impor-
tante grado de influencia financiera, eco-
nómica y militar sobre Cuba comunista. La
reciente visita de la flota soviética a La
Habana es una evidencia de la creciente ca-
lidez de sus relaciones.
Esta actuación de la Unión Soviética en
Cuba y a través del hemisferio contrasta
con las protestas oficiales del gobierno so-
viético y del Partido Comunista de que no
sólo están a favor de la coexistencia pacífi.
ca sino también de negar su asociación con
Castro y su programa de terror en las re.
públicas am.aricánas.
Claramente. la opinión en Estados Uni.
dos de que el comunismo no es más un fac·
 tor serio en el Hemisferk Occ1ctenta1 es
.icabadamente equivocada
Hemos visto casi universalmente que las
ctras repúblicas americanas están profun-
damente preocupadas acerca de la amenaza
que esto significa para ellas; y Estados Uni-
dos debe estar alerta y preocupado por la
amenaza que en la última instancia repre-
~enta para los Estados Unidos y el hemisfe-
tio en su totalidad
Cambios en la década próxima
En la década próxima las naciones del
hemisferio occidental diferirán grandemen-
te de su situación actual. Reflejarán los rá-
pidos y generalizados cambios que están
ocurriendo ahora, qLie alterarán las institu-
ciones y los procesos mediante los cuales
las repúblicas americanas se gobiernan y
progresan Si bien no es posible predec~r
con precisión alguna el camino cierto que
seguirá el cambio, es factible que el hemis-
ferio exhiba las siguiente~ características
en los próximos años:
-Creciente frustración con el r itmo de de-
sarrollo. intensificada por la industriali-
~ación, urbanización y el crecimiento de
la población;
-Inestabilidad política y social ;
- Una creciente tendencia a volcarse hacia
soluciones autoritarias o radicales;
-Continuación de la tendencia de los mili-
tares a tomar el poder con el propósito
de guiar el progreso social y econ ómico, y
-Creciente nacionalismo, cubriendo la ga-
ma de las agrupaciones políticas, que a
menudo hallará expresión en términos de
independencia de la dominación e influen-
cia de los Estados Unidos.
· conocimiento cientfüC'o y la competencia di-
Capítulo 11
El drsafío a la libertad
política y económica
A. LA NATURALEZA DEL DESAFÍO
El ritmo y' la intensidad del cambio, im-
puesto sobre la inflación desbordante, la
violencia urbana, la crue~ta pobreza, la
amargante injusticia y el llameante nacio-
nalismo, coloca a las naciones del' hemis-
ferio occidental en una encrucijada. El in-
terrogante de si los sistemas de libertad con
orden y justicia sobrevivirán y prosperarán
no es ya más retónco, es una realidad.
La cuestión clavt es si los gobiernos de
gentes libres pueden ser eficaces, y si pue-
den establecer lal> prioridades necesarias
para cubrir las actuales necesidades de 101
pueblos y sus aspiraciones para el futuro;
si las instituciones políticas y sociales pue-
den mantener la confianza no sólo de la du-
bitativa generación joven sino también de
los adultos.
Para los Estados Unidos el desafío es do-
ble: primero, demostrar mediante su ejem-
plo que una sociedad libre puede resolver
sus propios problemas internos y proveer
una vida mas gratificante para todo su pue-
blo; !;eg11ndo, hallru formas para que estos
tremendo" recursus humanos y materiales
puedan suplementar eficazmente los esfuer-
zos de las otras naciones americanas por sí
mismas, en un clima de creciente inestabi-
lidad, extremismo y nacionalismo anti-Es-
tados Unidos.
Debe dársele forma a una nueva rela-
ción entre Estados Unidos y las otras repú-
blicas americanas, con el reconocimiento de
que la devoción a nuestra comunidad de in-
~ereses a largo plazo requerirá a menudo el
manejo sensible de nuestras diferencias a
CC'rto plazo. En el proceso de forjar esta re-
lación tenemos la oportunidad de demostrar
cómo naciones sobt!raual::. trabajando jun-
tas pueden resolver problemas comunes, y
así establecer un modeJo de entendimientos
cooperativos para la at'Ítorrealización de los
hombres y mujeres del mundo.
Es un h~cho afortunado y notable del
mundo moderno que, por primera vez, el
rectiva requerida para enfrentar los aspee·
tos económicos del desafío están disponibles
Más aún, creemos .:rne ¿] b.emisferk occi
dental posee los recursos humanos, materia .
lc>s y espirituales que son necesarios par l
la tarea en tocios l:lus aspectos: económicc 1,
social y político.
B. EL INTERÉS NACIONAL DE LOS
ESTADOS UNIDOS
La tuerz; moral y espiritual de lGs Es.
tados Unidos en el mundo, la realidad po-
lítica de nuestro liderazgo, la seguridad de
nuestra nación, el futuro de nuestro progre-
so social y económico están ahora en juego.
 Las crecientes frustraciones en todo el
hemisferio uccidental debidas a la pobreza
y a la inestabilidad política han llevado a
crecientes números de personas a elegir a
Estados Unidos como chivo emisario y a
buscar soluciones marxistas a sus problemas
socio-económicos. Por el momento, hay un
solo Castro entre las 26 naciones del hemis-
ferio; bien puede haber más en el futuro.
Y un Castro en el continente, apoyado mili-
tar y económicamente por el mundo comu-
nista, presentaría la más seria amenaza
para la seguridad del hemisferio occiden-
tal y crearía un problema extremadamente
difícil para los Estados Unidos.
Así como las otras repúblicas americanas
tlependen de los Estado& U nidos para sus
requerimientos de bienes de capital, así los
Estados Unidos dependen de ellos para pro-
" eer un vasto mercado para nuestros pro-
ductos manufacturados. Y así como estos
países ven a los Estados Unidos como mer-
cado para sus productos primarios cuya
\'enta les permite comprar equipos para su
propio desarrollo, así Estados Unidos bus-
ca en ellos las materias primas para nues-
tras industrias, de las cuales dependen los
empleos de muchos de nuestros ciudadanos.
Pero estas fuerzas de interdependencia
económica están cambiando, y deben cam-
biar. Un creciente flujo de comercio, en am-
bas direcciones, de productos industriales,
debe suplementar el actual intercambio de
bienes manufacturados y productos prima-
rios.
Los 250 millones de habitantes de Amé-
rica del Sur y Central se convertirán en
643 millones en sólo 30 años. Si la tenden-
cia actual en contra de los Estados Unidos
continúa, se puede visualizar un momento
en que Estados Unidos estaría política y mo-
ralmente aislado de pa,rte o mucho del he-
misferio occidental. Si esto ocurriese, las
barreras para nuestro crecimiento colectivo
se convertirían sin duda en formidables.
Es claramente evidente que los países
del hemisferio occidental, incluyendo Esta-
dos Unidos, se han hecho cada vez más de-
pendientes uno del otro.
Históricamente, Estados Unidos ha te-
nido un& especial relación con las otras re-
públicas americanas. Está basada en una
larga asociación, geográfica y, por encima
de todo, en la aceptación psicológica de un
\' oncepto de comunidad hemisférica. Está
corporizada en la red de organizaciones,
1 ~Citados y compromisos del sistema inter-
amencano. Más allá de los convencionales
intereses de la seguridad y economía, el va-
lor político y psicológico de la especial re.
!ación no puede ser sobrevalorado El fra-
<'aso en el mantenimiento de esta especial
relación implicaría el fracaso de nuestra ca-
¡,acidad y responsabilidad como gran po-
tencia. Si no podemos mantener una rela-
ción constructiva en el hemisferic occiden-
tal, difícilmente podremos alcanzar un orden
exitoso en otras partes del mundo. Más
aún, el fracaso en el mantenimiento de es-
ta especial relación crearía un vacío en el
hemisff>rio y facilitaría la influencia de po-
deres extranjeros hostiles sobre la región.
Resulta claro, entonces, que nuestro in-
terés nacional requiere el mantenimiento
de nuestra especial relación, que debe te-
ner como meta la creación de una comuni-
dad de naciones autosuficientes e indepen-
dientes, enlazadas en un sistema regional
mutuamente beneficioso y a la búsqueda de
un mejoramiento en la eficacia de sus so-
ciedades y en la calidad de vida de sus
pueblos.
C. NUESTRO OBJETIVO NACIONAL
No hay mejor sistema en toda la histo-
ria para la elevación de la calidad de la
vida del hombre que nuestra propia estruc-
tura flexible de democracia política, ini-
ciativa individual y responsabilidad ciuda-
dana. Le da al individuo importancia fun-
damental; subordina el papel del gobierno
como servidor del pueblo; funciona con el
pueblo y para el pueblo; no tiene otra jus-
tificación.
Nuestra obra en nuestro pa1s está lejos
de ser completada. Debemos mantener nues-
tro énfasis sobre la gente, nuestra preocu-
pación prioritaria por la gente. Esto signifi-
cará dar forma a las fuerzas del cambio y
extender o diferir aquellos programas que
no están relacionados con las necesidades
urgentes del pueblo. Si las necesidades hu-
manas no son satisfechas, la democracia ha-
brá fracasado en su propósito y no podrá
sobrevivir.
Lo que es cierto para nosotros es esen-
dalmente cierto también para el hemisfe-
rio. Nuestra preocupación debe ser por el
pueblo. Lo que tenemos que hacer en el he-
misferio es trabajar juntos, multiplicando
nuestras relaciones con la gente de las na-
done!> hemisféricas, (lyudándonos unos a
otros a desarrollar sociedades máb eficaces
que puedan mejorar la salud, libertad y se-
guridad de toda la gente, con el fin de que
la calidad de la vida d~ cada persona en
•'1 hemisferio sea mejorada.
Debemos trabajar con nuestros herma-
nos americanos con el fin de que nadie sea
t-xplotado o degradado para enriquecer a
otro, y de que todo hombre y mujer tenga
completa oportunidad de utilizar el máxi-
mo de sus dotes.
Sin embargo, debemos reconocer que las
formas o procesos específicos mediante los
cuales cada nación se encamina hacia un
sistema pluralista variarán con sus propias
tradiciones y situación Sabemos que noso-
tros, en Estados Unidos, no podemos deter-
minar la estructura política interna de nin-
guna otra nación a no ser mediante el
ejemplo.
Nuestra capacidad para afectar o influir
el curso de los acontecimientos en otras na-
ciones es limitada. Puede ocurrir que hallá-
semos que otras naciones perciban sus inte-
reses en forma!> que entrasen en conflicto
con los nuestros. Lo que debemos hacer es
echar una mirada a largo plazo a nuestros
intereses y objetivos, manteniendo siempre
el sentido de nuestras propias prioridades
y de la especial relación que esperamos lo-
grar con el hemisferio occidental.
Tal punto de vista requerirá un alto gra-
do de tolerancia por la diversidad y por la
expresión nacionalista frecuentemente di-
rigida en contra de los Estados Unidos y
el reconocimiento de que nuestro propio es-
tilo a menudo puede tener más importan-
te efecto que lo que nosotros efectivamente
hagamos en el hemisferio.
El tipo de relación paternalista que Es-
tados Unidos ha mantenido en el pasado con
otras naciones del hemisferio será crecien-
tem~nte costoso y contraproductivo en los
años próximos. Creemos que Estados Uni-
d o:,i debe encaminarse cada vez más hacia
una relación de auténtica asociación, en la
cual cooperará con otras naciones del hemis-
ferio en otras áreas donde su cooperación
pueáa ser útil y requerida.
Estados Unidos debe enfrentar varias
importantes cuestiones prácticas al tratar
de dar forma a esta nueva relación:
l. Estados Unidos debe determinar su
actitud hacia acontecimientos políticos in-
ternos de una manera más pragmática;
NUMERO :S;a I &Nll:FtQ 1870
'
2. Estados Unidos debe decidir cómo
puede hacer para trasladar una crecienttt
responsabilidad por el proceso de desarro-
llo a las otras naciones amencanas (a tra-
vés de vías multilaterales), y
3. Estados Umdos debe decidir en qué
forma sus intereses son arectados por la in-
surgencia y subversión de otras partes del
hemisferio y la medida en que sus progra-
mas pueden y deben ayudar a satisfacer los
requisitos de la seguridad de sus vecinos.
La tarea es dificil pero en manera algu-
na imposible. Ha de requerir disciplina y
energía y por encima de todo un muy claro
y consistente sentido de propósito, tanto en
nuestro país como en el extranjero. Para
captar la oportunidad que existe en el he-
misferio, Estados Unidos debe llevar a ca-
bo algunos importantes y fundamentales
cambios en. primero, la estructura de los
mecanismos gubernamentales mediante los
cuales trabajamos con nuestros vecinos en
el hemisferio, y, segundo, en nuestras po-
líticas y programas relacionados con el he-
misferio occidental.
De acuerdo con esto, en los capítulos
tercero y cuarto de este informe se harán
recomendaciones específicas en cada una
de e3tas áreas: primero, organización, y se-
gundo política.
Capítulo 111
Organización
A. ORGANIZACIÓN DEL GOBIERNO
DE LOS ESTADOS UNIDOS
Salvo que haya una importante reorga.
ninción de la estructura gubernamental de
Estados Unidos, con claras líneas de respon-
sabilidad y la correspondiente autoridad pa-
ra determinar políticas y dirigir operacio-
nes en el hemisferio occidental, el efecto de
otras recomendaciones sería, ea el mejor
de los casos, marginal.
De acuerdo con la Constitución, el pre-
sidente tiene la responsabilidad de formu-
lar y ejecutar la política exterior. Cuando
hay intereses y puntos de vista en conflic-
to entre los departamentos y organizacio-
nes del gobierno, sólo el presidente tiene la
autoridad de conciliar las diferencias y to-
mar las decisiones.
Dada la actual estructura del gobierno
!"A<I. • •
 de los Estados Unidos, la polítíca relac10
nada con el hemisferio occidental no pue-
de ser ni firmemente formulada ni eficaz.
mente llevada a cabo.
Contrariamente a lo que generalmente
se cree, el Departamento de Estado no tiene
responsabilidad efectiva y total por la polí-
tica extranjera en lo que concierne a los
intereses de otros departamentos del go-
bierno. En verdad, el Departamento de Es-
tado controla menos de la mitad de las de-
cisiones políticas que se relacionan directa-
mente con el hemisferio occidental La res-
ponsabilidad por la política y las operacio
nes está dispersa entre muchos departamen
tos y organizaciones; por ejemplo, el Teso
ro, Comerc10, Agricultura y Defensa.
Para lidiar con esta difusión de la auto-
ridad, se ha desarrollado un complejo y
engorroso sistema de comisiones ínter-de-
partamentales dentro de las cuales se lle-
van a cabo interminables negociaciones, da-
do que ningún miembro tiene la autoridad
de tomar una decisión final. El resultado es
que hay un sin fin de demoras para llegar
a decisiones. Demasiado a menudo se llega
al acuerdo en asuntos de la mayor impor-
tancia sólo mediante transacciones a bajos
niveles del gobierno; a menudo al nivel del
más bajo común denominador en que es po-
dble logr ar un acuerdo.
El resultado es que no tenemos una for-
mulación clara de los objetivos de la po-
lítica de Estados Unidos hacia el hemisfe-
rio occidental. No hay tampocu guías cla.
ras en la política relativa a problemas sus-
tantivos y regionales que son esenciales pa-
ra tomar decisivnes eficazmente día a día
en nuestros contactos con las otras repúbli-
cas americanas. Esto en sí conduce a con-
fiictos dentro del gobierno, que .ran en de-
trimento de los mejores intereses de nues-
tro país.
En este laberinto de burocracia y dila-
ciones, los representantes de los gobiernos
del hemisferio occidental se ven frustrados
y humillados purque se los envía de un de-
partamento a utro sin hallar a nadie que
pueda tomar una decisión final. Demoras
de meses y aun años sobre decisiones en
Washington de la mayor importancia para
sus países fueron trasmitidas a la misión
en casi toda nación vfaitada
La falta de una clara dirección política,
la indecisión y fru~trac; ,.m resultantes son
factores fundamentales en impedir la clase
de comprensión y estrecha relación de tra-
bajo que son esenciales a la luz de nuestra
creciente interdependencia.
Es obvio que ni el presidente ni el stt-
cretario de estado tienen el tiempo necesa-
rio para la atención continuada de las cues-
tiones que conciernen a otras 25 naciones
del hemisferio, y ninguna otra persona tie-
r.e la autoridad. Como resultado de esto,
las relaciones diarias con nuestros amigos
" vecinos, incluyendo Canadá, no reciben
la consideración constante de los que son
responsaqles por nuestra política al más al-
to nivel.
Empero, si vamos a tener un auténtico
sentido de comunidad dentro del hemisfe-
rio occidental, debe ser posible establecer
y mantener contactos a alto nivel.con cada
¡Jaís sobre la base de franqueza y claridad
que hagan mínimo el peligro de un desen·
tendimiento y máxima la efectiva coopera.
ción. Tal cooperación depende de la capa.
cidad de los Estado;; Unidos para reaccionar
pronta y decisivamente. Para que Estados
Unidos se organice para hacer esto posible:
1. Deben haber objetivos nacionales
claramente definidos que guarden relación
con las metas de la comunidad del hemisfe-
rio occidental;
2. Estos objetivos deben ser traducidos
en posiciones políticas claras, relacionadas
tanto con la actividad gubernamental como
con la privada;
3 . Para implementar estas metas y po.
líticas nacionales con efectividad, debe ha-
ber una estructura con claras lineas de res.
ponsabílidad y autoridad que emanen direc-
tamente del presidente.
4. Debe haber una organización eficaz.
mente manejada que pueda llevar a cabo
programas de apoyo, libre de los impedi.
n entos diplomáticos que reducen la efecti-
vidad de las operaciones técnicas y profe-
sionales, y
5. Debe haber una estrecha relación de
trabajo con los miembros del Congreso co-
mo parte indispensable e integral del pro-
r.eso de formación de la política.
Finalmente, y de importancia primordial
para nuestra especial relación con el he-
misferio occidental, está el factor psicoló-
gico de las relaciones personales, tan im-
portantes para los latinos.
Una característica del temperamento
latino es depositar más fe en los individuos
que en las instituciones. Es importante, por
tanto, darle altura y dignidad a la pos1c1ón
clave de liderazgo en la estructura del go-
bierno de Estados Unidos que se ocupa del
hemisferio occidental. Un hombre debe
simbolizar, por la importancia de su posi-
ción, el especial interés del presidente y su
preocupación por nuestras relaciones den-
tro del hemisferio occidental. La creación
de un cargo tal debe, entonces, contrapesar
cualquier objeción tradicional a un cambio
en la orga!lización del gobierno.
De esta manera, podemos establecer un
sentido de vitalid<:td, claridad y efectividad
·~n nuestras relaciunes con los lideres y gen-
r es de las otras naciones. Esto es esencial
para la unidad y seguridad del hemisferio
occidental y hará posible el alcanzar nues-
f ras metas comunes.
Recomendación. objetivo para la
política nacional
El presidente debe reorganizar la políti-
ca exterior y la estructura operacional del
gobierno de Estados Unidos en relación con
el hemisferio occidental.
Accionea que se recomiendan
1. Un secretarlo de asuntos del hemls·
ferio occidental debiera ser creado para pro-
porcionar liderazgo y conducción diaria por
cuenta del secretc1.rio de estado y del presi-
dente. También debe c11ordinar por su cuen-
ta todas las actividades del gobierno de Es-
tados Unidos en el hemisferio occidental.
a) Sería el foco dentro del gobierno de
los Estados Unidos de todas las cuestiones
relativas a asuntos del hemisferio occiden-
tal, responsable ante el presidente y el se-
cretario de estado;
b) Tendría la autoridad y responsabili-
dad de representar al presidente y al secre-
tario de estado en negociaciones con jefes
de estado, ministros extranjeros y otros
filncionarios de alto nivel de las naciones
del hemisferio, y con los jefes de todos los
dE>partamentos y organizaciones del gobier-
no de Estados Unidos a quienes concierne
la política y las operaciones en el hemis-
ferio;
e) Estaría apoyado por subsecretarios
para asuntos económicos y políticos del he-
misferio occidental, y los apropiados secre-
tarios adjuntos, incluyendo uno por cada
grupo regional de intercambio.
2. Debiera ser creado dentro del Con-
..i.LJUll'aci - , ll:N5:R.0 tQ'7.0
st:jo de Seguridad Nacional un director d•
política para el hemisferio occidental al
servicio del presidente, del Consejo Nacional
de Seguridad, del secretario de estado, del
secretario de asuntos del hemisferio occi-
dental y de los diversos departamentos y
organizaciones comprometidos, tales como
Defensa, Tesoro, Comercio y Agricultura, y
de las actividades de los programas econó-
micos y sociales.
a) El director estaría al servicio del
asistente del presidente para asuntos de se-
guridad nacional y tendría así expertos con
competencia en los campos representados
por los departamentos y organizaciones cla-
ves comprometidos en asuntos del hemisfe.
rio occidental;
b) El propósito de este personal en 111
Casa Blanca sería el de ayudar en la formu-
lación de las metas y políticas del presiden-
te para el hemisforio occidental, en consul-
ta con los apropiados consejos de gobierno;
c) Seguiría las decisiones del Ejecutivo
relacionadas con el hemisferio occidental a
través de departamentos, organizaciones y
más allá de ellos para determinar si las de-
cisiones presidenciales han sido llevada•
a cabo.
3. Una agencia para el desarrollo eco-
n6mico y social debiera ser creada en la
oficina ejecutiva del presidente para suce-
der a la actual administración de la ADI
en el Departamento de Estado. Este cambio
es esencial por un número de razones:
a) Las operaciones financieras y téc-
rdcas del Departamento de Estado se han
enmarañado con las responsabilidades di-
~lomáticas del Departamento de Estado, con
detrimento de ambas;
b) Debido a la falta de una clara res-
ponsabilidad y autoridad administrativa
dentro de la organización la ADI está te-
niendo gran dificultad en reclutar personal
de calidad;
c) Las decisiones opevativas sobre po-
lítica de ayuda ecvnómica son hechas de-
masiado a menudo sobre la base de nego-
ciaciones políticas en vez de sobre realida-
des económicas y sociales;
d) De acuerdo con la estructura pro-
puesta, la nueva agencia para el desarrollo
tendría claras líneas de autoridad del pre-
sidente pero tendría que obtener la .autori-
zación para sus programas operativ~ de l~
adecuados funcionarios políticos cW. Depar-
tamento de Estado.
PAG. 4l
 4 . Un instituto de asuntos del hemls1e-
rlo occidental debiera ser establecido bajo
la agencia para el desarrollo como corpo-
ración operativa para llevar a cabo progra-
mas económicos y sociales de gobierno a go-
bierno e.n el hemisferio occidental.
a) Las actividades de este instituto cor-
porativo para el hemisferio occidental ésta-
rían sujetas a la autoridad del presidente,
el secretario de asuntos del hemisferio oc-
cidental (por cuenta del secretario de esta-
do), y el director de política del consejo
de seguridad;
b) La autorización de programas ope-
rativos se llevaría a cabo mediante el si-
guiente procedimiento:
-Un memorando conciso sobre el pro-
yecto en cuestión sería preparado y, cuan-
do se relacionase con una nación del he-
misferio occidental, sería sometido al secre
tario de asuntos del hemisferio occidental
para su aprobación política. En cada caso,
el memorandu ~specificaría claramente
l0s objetivos del proyecto, su naturaleza y
carácV!r, el número de personas que serían
empleadas, y el costo total;
-
7
Jna vez que el proyecto fuese autori-
zado ?Or el secretario de asuntos del hemis-
ferio occidental éste informaría al embaja-
dor de los Estados Unidos en el país en
C\.icstión y le daría instrucciones de apoyar
fo realización del proyecto Si en cualquier
momento el embajador creyese que el pro-
yecto era de alguna manera perjudicial pa-
ra los mejores intereses de los Estados Uni-
dos, primero discutiría la cuestión con el
director del proyecto; si no alcanzase satis-
f<acción, podría trasmitir ~u protesta al se-
cretario de asuntos del hemisferio occiden-
tal, quien, por su parte, discutiría el asunto
con el jefe del programa de ayuda o con el
jefe del instituto regional funcional respon-
sable para su ejecución;
c) La creación del instituto reconoce
ría las necesidades especiales y la especial
relación y simbolizaría la especial importan-
cia de nuestras relaciones en el hemisferio;
el presidente de la corporación se converti-
na en una figura de la mayor significación
en asuntos hemisféricos;
d) El uso de una corporación como bra-
zo operativo para el hemisferio tendría la,.
ventaja adicional de asegurar la continui-
da de programas bajo contratos de tres a
cinco años;
e) La gran cantidad de personal que la
ADI mantiene actualmente en varios paises
sería reducida a un mínimo; los técnicos se·
rían enviados a esos países sólo para llevar
a cabo programas específicos de asistencia
técnica u otras tareas sobre las cuales haya
acuerdo;
f) Además, el instituto podna proveer
asistencia a través de contratos con organi-
zaciones privadas sin fines de lucro, cuan-
do esto fuese deseable, multiplicando así los
puntos de contacto entre todas las facetas
de nuestra sociedad y aquellas de otras na-
ciones del hemisferio;
g) Esta corporación tendría el poder de
establecer subsidiarias para dar particular
énfasis a campos de especial preocupación.
Se recomiendan específicamente dos de ta-
les subsidiarias:
-Un instituto para Educación, Ciencias
y Cultura del hemisferio occidental; y,
-Una corp0ración para el desarrollo
rural interamericano.
Cada una sería una corporacion opera-
cional para llevar a cabo proyectos en sus
respectivos campos, bajo la conducción po-
lítica del presidente del instituto de asuntos
del hemisferio occidental.
5. Aplaudimos el apoyo del presidente
a la legish,ción ante la consideración del
Congreso para crear una corporación para
inversiones privadas en el extranjero; debe
ser convertida en ley
a) CIPE tomaría a su cargo las activi-
dades relativas al desarrollo económico pri-
vado que son ahora manejadas por la ADI,
incluyendo seguros, contratos, préstamos y
estudios de inversiones;
b) Esto separaría la administración de
programas de gobierno a gobierno de las
actividades de la empresa privada; un pa-
so deseable, ya que un;i organización que
opera primariamente al nivel de gobierno
a gobierno encuentra dificultades en obte-
ner arientación para manºjar cuestiones
vinculadas con la empresa privada.
6. El presidente debiera discutir con
los líderes del Senado y la Cámara de Re-
presentan tes la posibilidad ele crear una co-
misión conjunta del Congreso para coordi-
nar la política legislativa que concierne al
hemisferio.
a) Un comité de orientación de amplia
base podría trabajar con las comisiones
vpropiadas de amba~ cámaras del Congreso
para anticipar los problemas hemisféricos,
·considerar nueva legisl~ción, y rever las le-
yes existentes que se relacionan con asunto!
hemisféricos;
b) Esto sería una importante expresión
del interé~ del Congreso en un acercamien-
tú coordinado a las otras naciones del he-
misferio.
B. RELACIONES CON CADA PAÍS
Las experiencias de la misión en el cur-
so de sus viajes demostraron nuevamente
que no hay sustituto en las instituciones y
1a práctica de la diplomacia para la calidez
y el juego mutuo que da el contacto per-
sonal.
En país tras pa1s nuestros huéspedes di-
jeron a miembros de la misión del senti-
miento de no tener verdadero contacto per-
sonal con los Estados Unidos, que estaban
separados por una muralla de burocracia,
la imposibilidad de obtener una decisión,
las bajas prioridades para las cuestiones he-
misféricas, el hecho de que no hay nadie
con efectiva autoridad con quien puedan
hablar
Fue visible que el espíritu de amistad y
respeto pe1sonal que caracterizaba la era
del "buen vecino" se había evaporado. Es
vital restablecer ese espíritu.
Cada país en ei hemisferio es único, con
sus propios problemas especiales, con su
propia relación especial con otrus •.>aíses y
con Estados Unidos Es por tanto vital que
nuestra diplomacia se adecue a estrechos y
efectivos lazos con cada una de estas na-
ciones.
Todas las naciones del hemisferio son
mterdependientes en el mundo actual. No
debemos perder de vista la necesidad de
estrechos lazos con cada país individual-
mente; una finalidad que la propuesta he-
cha más arriba de un secretario de asuntos
del h~misferio occidental, obrando por cuen
ta del secretario de estado y del presiden-
::e, facilitaría grandemente.
, Recomendación: objetivo para la
política nacional
Estados Unidos debe mantener estrechos
abiertos, íntimus y efectivos lazos con ca~
eta una de las nacior' "R del hemisferio .,o.
bre una base de país por país, reconoci~ndo
que cada nación es diferente y que las re-
laciones y programas bilaterales tienen un
importante papel q~e jugar.
NUMERO :33 / !::NE.Ro !970
C. ORGANIZACIONES REGIONALES
C~mo entidades individuales, muchos de
los países del hemisferio tienen recursos
tan limitados qu~ no podrían promover su
crecimiento económico y progreso social o
mantener un nivel aceptable de competen-
cia económica eu los mercados mundiales.
Es así que han comenzado a formar grupot
reg10nales para coordinar sus políticas eco.
nómicas.
El primero de estos agrupamientos re-
gionales y el más efectivo hasta ahora ha
sido el Mercado Común Centroamericano.
Comenzó con una lista limitada de bienes
de "libre intercambio", fue gradualmente
ampliado a acuerdos fiscales y aun luego
expandido a manejar cuestiones de signüi-
cación económica y política.
Un instrumento importante para el
MCCA es el Banco Centroamericano para
la Integración Económica, que efectúa
préstamos para obras públicas, industrias,
agricultura, abriendo nuevos mercados y
otros proyectos de alcance regional.
Las naciones del Caribe tienen una am-
plia variedad de organizaciones regionales
) están ahora formando una Asociación de
Libre Comercio del Caribe y un Banco de
Desarrollo del Caribe.
El tratado por el cual se crea el Grupo
Andino bajo la Asochción Latinoamerica-
na de Libre Comercio fue firmado este ve-
rano. Los países del Río de la Plata han es.
tado discutiendo la posibilidad de una orga.
nización regional pero hasta ahora no han
contraído ningún compromiso.
La A&ociación Latinoamericana de IJ.
bre Comercio, que comenzó en 1961 a redu-
cir las tarifas entre 11 países latinoameri·
canos, está encaminándose lentamente de·
bido a las complejidades de negociar reduc-
ciones recíprocas en las tarifas entre tanta1
naciones.
Recomendación: objetivo para la
política nacional
Estados Unidos debe cooperar con las
organizaciones regionales entre las naciones
del hemisferio occidental y apoyarlas ple-
namente.
Acciones que se recomiendan
l. Oiando se le reollliera, Estados Uni·
dos debe alentar a las organizaciones regio.
nales con asistenda financiera y técnica y
apoyo para programas industriales, agríco-
las, educativos y dentíficos.
2. Para facilitar tal cooperación, Esta-
dos Unidos debe .wmbrar secretarios adjun-
tos de asuntos del hemisferio occidental
para las naciones del MCCA, ALALC y las
naciones del Caribe.
-Ya que la efectiva cooperación depen-
de en manera importante de contactos per-
sonales más frecuentes, adecuadas facilida-
des de transporte aéreo para estos secreta-
rios adjuntos y líderes en la región, ayu
darán a promover un mejor entendimiento.
D. ORGANIZACIONES
INTERAMERICANAS
Necesarios e importantes cambios en la
urganización se han llev&.do ya a cabo para
fortalecer y revitétlizar la organización de
Estados Americanus Algunos de estos cam-
bios requieren ratifkación individual de los
gobiernos; un proc:esu que está bien adelan-
tado. Sin embargo hay otras iniciativas po-
sibles que extenderían su efectividad.
Durante nuestros viajes escuchamos pun-
tos de vista diversos en relación a la Orga-
nización de Estados Americanos Algunos
nos hicieron sentir que Estados Unidos do-
minaba la organización Otros la criticaron
como ineficaz en campos importantes. Sin
embargo la OEA es una fuerza constructi-
va en el hemisferio Ha demostrado dramá-
ticamente su valor de nuevo en el campo
político con las exitosas negociaciones para
poner fin a las recientes hostilidades entre
El Salvador y Honduras. En el área del de-
sarrollo, la OEA está haciendo cada vez más
una tarea efectiva Las razones para esto
son: reduce a un mínimo factores políticos;
puede iII'poner y hacer entrar en vigor con-
diciones más exi15entes para los proyectos y
para los criterios que miden su logro; y co-
loca mayor responsabilidad en manos de los
países mismos para administrar los recursos
disponibles.
El Comité Interamericano de la Alianza
para el Progreso (CIAP' de la OEA ha cum-
plido un trabajo de utilidad creciente en la
revisión de programas y proyectos de de-
sarrollo nacional
En el área de la seguridad, la OEA pue-
de jugar un pape1 aún más importante pe-
ro esto requerirá una mayor autoridad y
estructuras expandidas, dado que la estruc-
.ura de segundad de la UEA no se ha man-
tenido a la par con las necesidades cambian-
tes de los tiempos
El Banco Interamericano de Desarrollo
ha hecho una imvortante contribución pe-
ro debe dársele énfasis a las consideraciones
técnicas más que a las políticas en futuros
préstamos. Si bien el poder de veto de Es-
tados Unidos sobre los préstamos del BID
no ha sido usadu la amenaza de la utiliza-
ción .:lel veto paro propósitos políticos ha
influid0 sobre 1as decisiones:.
Recomendación: objetivo para la
política nac10na!
Estados Unid0i:. debe dar completo apo-
yo a la Organiza~ión de Estados America-
nos y a sus diferentes consejos y trabajar a
través de ellos en relación con asuntos del
hemisferio occidental: debe refirmar su ad-
herencia a los prir.cipios y políticas estable-
cidos en los diversos tratados y conven-
ciones que forman la estructura general
del hemisferio.
Acciones que se recomiendan
l. Política· Estados Unidos debe coope-
rar plenamente ..:on la Organización de Es-
tados Americanos en el trato de los proble-
mas políticos del hemisferio.
2. Social y E\!onómica: Estados Unidos
debe hacer mayor uso de las vías multila-
teralel:> de :a OEA para ejecutar programas
de asistencia técaica y debe proponer al
ConseJo Económko y Social interamerica-
no que al CIAP (el brazo ejecutivo del Con-
sejo) le sea asignada mayor responsabilidad
en el planteamiento, establecimiento de
prioridades y asignación de asistencia para
~ J desarrollo para lai:. naciones del hemis-
ferio occidental y que su nombre sea cam-
t iado al de Comisión para el Desarrollo del
Hemisferio Occidental.
a) En el desdrrollo de sus programas
de asistencia, Estéldos Unidos debe trabajar
en estrecha cooperación con la Comisión pa-
ra el Desarrollo :i.el Hemisferio Occidental
y proporcionar la más plena consideración
a sus recon.endadunes referentes a progra-
mas y proyectos nacionales y multinaciona-
les de asistencia. tal como provee el Ar-
tículo 6, Sección 251 H, de la ley de Ayuda
Extranjera de ~ 966;
1
b) Estados Unidos debiera someter sus
pr0gramas económicos a una revisión anual
por la comisión para el desarrollo del he-
misferio occidental, tal como se acordara
originalmente en la Carta de Punta del Este.
3. Educación. Citncia y Cultura: Cuan-
do sea ratificado el Consei(, Interamerica-
na para Asuntos Educativos, Científicos y
Culturales, Estajos Unidos debiera llevar
a cabo programas de importancia para apo-
yar sus objetivos·
4. Seguridad. A través de las vías apro-
piadas Estados Unidos debe proponer un
Consejo de seguridad del hemisferio occi-
dental compuestv dt:: civiles, a diferencia de
líderes militares l'On sede fuera de los Es-
tados Unidos;
5. Migración· Estados Unidos debe es-
tar dispuesto a apoya1 la Organización de
Estados Americauus en sus iniciativas con
el objeto de facilitar la migración deseable
dentro dd hemisferio
-Trabajando en cooperación con organi-
zaciones regi,.ma1es la OEA puede hacer
una contribución importante a la negocia·
ción e implementación de la migración de
áreas sobrepobladas -como en El Salva-
dor, por ejempl~ a países que buscan más
población.
6. CECLA: Estados Unidos debe reco-
nocer el significado y el papel de CECLA
como un vehículo efectivo de expresión in-
dependiente pal'i:t las otras naciones ame-
ricanas.
-Las recomendac10nes que surgen de la
reciente c<mferencia de Viña del Mar han
sido revisadas y .:onsideradas en la prepa-
r~ción de este informe. Han demostrado ser
de la mayor utilidad.
E. ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES
Es importante que la especial relación
que existe entre naciones del hemisferio oc-
cidental no sea mal entendida en el más
amplio contexto dt las relaciones mundiales.
Cada nación en el hemisferio tiene su
propio papel que desempeñar y sus contac-
tos a través del mundo La búsqueda de 4l
unidad hemisférica y del crecimiento econó
mico y social acelerado dentro del hemisfe-
110 n0 debe ser .;onsiderada como aislacio-
nismo del hemisferio occidenhl.
Las Naciones Unidas y sus organizacio-
nes especializadas deben ser ampliamente
NUMERO 33 I 'ENERO 1970
dpoyadas y ampliamente utmzadas por toda.9
las naciones del htmisferio occidental, junto
con los mecanismos y facilidades de la "rela.
ción especial".
' Recomendación: objetivo para la
política nacional
Estados Unido.;; debiera auspiciar un pun-
to de vista mundi.al como complementario
más que c01v.petitivo con los objetivos del
hemisferio occidental.
Acciones que se recomiendan
1. Estado:, Unidos debiera hacer uso de
facilidades internacionales, tales como el
naneo Mundial y la Organización Mundial
de la Salud en d desarrollo de sus pro-
gramas de asistencia reg10nal.
2 Quienes establecen la política de Es.
tados Ur.idos .iebierar, estar siempre cons.
cientes de una urgente necesidad de evitar
cualquier tendtncia o aun la apariencia de
una tendeucia hada el aislacionismo, per.
judicial para los mejores intereses del he.
misfeL'io y del mundo en general
Capítulo IV
Política y acc1on
. ,
A. RELACIONES POLiTICAS DE LOS
ESTADOS UNIDOS CON EL
HEMISFERIO
ix1ste a travé:-. del hemisferio una ere.
ciente incertidumbre sobre la amplitud del
compromiso asumido por Estados Unidos
de trabaja1 juatv \!on los pueblos de otras
repúblkas americanas para su mejoramien-
to económicc, y social
Debemos astgurarles a nuestros vecinos
que seguimos temtnac la convicción de que
es la gente en eft::do lo que nos preocupa
básicamente y qu1:: queremos continuar tra-
bajandc.. con ellos '.!1..1alquiera sea la forma
de su gob1ern0 para ayudarles a elevar el
nivel de sus •1idas De esta manera, podemos
ayudar a fortalecer las fuerzas de la demo-
cracia
La dedicación a la idea de un gobierno
representativo democráticamen,te sensible,
está p1 ufundamente insertada en la concien-
cia política colectiva del pueblo de los Es-
tados Oilidos. Querríamos ver desarro11arse
en otras naciones del hemisferio fuertes go-
biernos representativos, tanto por razones
idealistas como por razones prácticas:
-Nuestra experiencia nos ha convenci-
do que el gobierno democrático representa-
tivo y las sociedades libres ofrecen los me-
jores medios de organizar la vida social, po-
lítica y económica del hombre como para
hacer máximas las perspectivas de mejorar
la dignidad del individuo y la calidad de
su vida.
-En la práctica, las naciones con siste-
mas políticos con amplia base de tipo de-
mocrático tienden a tener puntos de vista
y conceptos compatibles con el estilo de los
Estados Unidos y su pueblo, y están más
dispuestos a cooperar con nosotros en el es-·
tablecimiento de un orden mundial efectivo.
Todos los americanos, de hecho, com-
parten una herenda de respeto por la dig-
nidad humana, la justicia y la libertad del
individuo. Están unidos por lazos de ante-
cesores revolucionarios, quienes tuvieron
éxito en declararse separados de las nacio-
nes de Europa Esta herencia se evidencia
de diferentes maneras en diferentes nacio-
nes, especialmente cuando están en dife-
rentes etapas de desarrollo o reflejan dife-
rentes influencias culturales. El individua-
lismo en las repúblicas americanas a me-
nudo toma una forma más intensa que en
los Estados Unidos, que ha tenido una ex-
periencia exitosa en una mayor modera-
ción del individ..talismo para beneficio de
1a comunidad. Debe reconocerse que no hay
un camino único para lograr la realización
de la dignidad humana.
La democracia es un sutil y difícil pro-
blema para la mayoría de los otros países
del hemisferio. La tradición autoritaria y
jerárquica que ha condicionado y forma las
culturas de la mayoría de estas sociedades,
no se presta al tipo especial de gobierno
popular a que estamos acostumbrados. Po-
cos de estos países, además, han logrado un
adelanto suficiente en sus sistemas econó-
micos y sociales come para apoyar en for-
ma permanente un sistema democrático.
Para muchas de t>stas sociedades, entonces,
la alternativa no es tanto democracia o la
falta de ella, sino que es sencillamente cuá-
les son los caminvs metódicos para poder
seguir adelante.
Habrá momentos, a menudo, en los que
Estados Unidos se encontrará en desacuer-
ao con otras po1it1cas ú tormas de gobierno
de otras nacione::. americanas. Sin embar-
go, la interrogación fundamental para Esta.
dos Unidos es cómo puede cooperar para
ayudar a satisfacer las necesidades básicas
de los pueblos del hemisferio pese a los de-
sacuerdos filosóficos que pudiera tener con
respecto d la naturaleza de ciertos regíme-
nes. Debe buscar vías pragmáticas de ayu-
dar a los pueblos sin tener que, necesaria-
mente, aceptar t:vn gusto a sus gobiernos.
Debe reconocer que las relaciones diplomá-
ticas son meras conveniencias prácticas y
no medidas de juicio moral Esto puede ser
llevado a cabo manteniendo líneas forma-
les de ~omunicación aunque no se aproba-
ran tales regímen<:s.
Estados Unido~ debe también reconocer
que la evolución política lleva tiempo y
que, en realidad, sus intereses a largo pla-
zo serán servidos manteniendo por lo me-
nos relaciones d1pl0máticas mínimas con
otros gobiernos del hemisferio, mientras
busca maneras de ayudar al pueblo de esos
países y ·a lienta a los gobiernos a enca-
minarse h1tcia P•'ocesos democráticos. Tal
polític& requiere un equilibrio muy difícil,
pero es un equiPbrio que debe ser alcan-
zado pragmáticamente sobre la base de con.
sidera1 cada caso Estados Unidos no pue-
de, como resultado de desacuerdos morales
con regímenes que los pueblos mismos no
establecieron y no controlan, abdicar de su
compromiso de lograr una mejor vida para
todos los pueblos del hemisferio.
Recomendación: objetivo para la
política nacionaJ
Estados Unidos debe trabajar con y pa-
ra el pueblo de este hemisferio para ayu-
darlo a mejorar la calidad de sus vidas y
para proporcionar liderazgo moral, como
una f1.1erza en favor de la libertad y la jus-
ticia en las Américas
Estados Unido~ no puede permitir que
desacuerdos con la forma o las políticas in-
ternas de otros gobiernos americanos obsta-
culicen su objetho básico de trabajar con
y para sus pueblos en mutuo beneficio.
Acciones que .. recomiendan
El presidente debe reafirmar nuestro
compromiso nacional;
a) De trabajar con y para el pueblo de
este hemisferío.
 b) De reconol:er gobiernos hemisféri-
cos de acuerd0 cun el artículo x_x_xv del
i:!Cta de la Novenc. Conferencia Internacio-
nal de Estados Americanos en 1948, donde
se dijo
El establec:im1ento o mantenimiento de
relaciones diplomáticas con un gobierno no
implica ningún juicio sobre la política in-
terna de dichv gobierr.o
e) De respetar lrn; pactos* que unen a
!as naciones del Hemisferio Occidental en
su respeto por la soberanía de las nacio-
nes y la oposición a la intervención extran-
jera.
En relación c1..m esto, el presidente de-
biera apoyar la n.soh..ción 205 del senadr;>,
que ah~ra está a 1.·onsideración del mismo.
B. SEGURIDAD DEL HEMISFERIO
OCCIDENTAL
Si la calidad de la vida del indivi-
duo en este hemii;ferio va a tener conteni-
do, debe sentirse libre de temor y debe ha-
ber pleno respete, por los derechos y la
dignidad personal de los individuos, no sólo
por los derechos y la dignidad de uno mis-
mo, sino por los de todos.
Desafortunadarr.ente, a demasiada gente
en el hemisferio - incluyendo gente de los
Estados Unidos- se le niega tal libertad y
respeto. Las fuerzas de la anarquía, el te-
rror y la subversión corren por las Améri-
cas. Más aún, durante demasiado tiempo se
le ha prestado escasa atención a este hecho
en los Estados Unidos.
La duda y el cinismo se han despertado
en las otras naciones americanas en cuan-
to al propósito de los Estados Unidos de en-
frentar esta seria cilllenaza a la libertad,
a la democracia y a los vitales intereses de
todo el hemisferio en su totalidad.
Muchos de nuestros vecinos hallan in-
comprensible que Estados Unidos no les
venda los equipos militares que ellos con-
sideran que se requieren para enfrentar la
subversión interna. Están confundidos por
la reducción de la asistencia militar de los
Estados Unidos, en vista de la creciente in-
tensidad de las actividades subversivas que
enfrentan.
• Cuarta Conferencia de Buenos Aires (1910), que
estableció la Unión Panamericana; Tratado In-
teramericano (1947); Carta de la Organización de
los Estados 'Unericanos y Pactos Concluidos en la
Conferencia de Bogotá (1948) y Enmiendas a la
Carta en Vigor; Carta de la Alianza para el Pro.
greso (1961), y Declaración de los Presidentes (1967).
NUMERO SS I ENERO t970
Estaban preocupados cua.-rido sus jóven~
eran atraídos por Cuba en cantidades cre-
cientes, para i.er adoctrinados e instruidO!
en las artes dt la propaganda, las prácticas
de la subversión y las tácticas del terror.
Recientes manifestaciones de Castro so-
Qre su polític& no indic:an un cambio de ob-
jetivos. Más bien, refirman sus conceptos
revolucionarios y establecen el nuevo siste-
ma de prioridades y condiciones bajo el
cual se dará apoy0 cubano a los revolucio-
narios
La capacidad subversiva de estas fu~
zas comunistas está aumentando en el he-
misferio. La inflación, el terrorismo urba.
no, las luchas ra<:iales. el hacinamiento, la
pobreza, y la violencia e insurgencia rura-
les están entre las armas de que disponen
los enemigos de los sistemas de las nacio-
nes libres del Hemisferic, Occidental. Estas
fuerzas están prm.tas a explotar para sua
propios fines las libertades ofrecidas por
gobie1nos democráticos.
La seriedad de estos factoriS cuando
son explotados pvr fuerzas comunistas en-
cubiertas no es totalmente reconocida en
los Estados Unidca.
Hace más de do& décadas, ante una abier-
ta amenaza mur.dial de la Unión Seviética.
la respuesta de los Estados Unidos fue rea-
lista y flexible En el Hemisferio Occit· ;m-
tal, incluyó el entrenamiento y equipamien-
to de fuerzas de :;eguridad para la defensa
hemisférica.
Fortuitamente, la capacidad militar as{
lograda permitió eventualmente a las nacio-
nes del hemisferilJ enfrentar el impacto
inicial de una creciente amenaza encubier-
ta del comunismo a su seguridad interna.
Sin embargo, la 1:1menaza se ha desplazado
de su base en las áreas rurales y está aho-
ra centrada en el terrorismo urbano. Son
necesarios esfuerzos realistas, sobre una
base efectiva y hemisférica, para enfrentar
estos acontecimientos que SOR cada vez
más peligrosos
Además, Estados Unidos debe enfrentar
más 1.biertamente el hecho de que, si bien
los militares en las otras naciones ameri-
canas están alerta~ al problema de la segu-
ridad interna, no cz·een que éste sea su úni-
co papel y responsabilidad. Están conscien-
tes del papel más tradicional desempeñado
por el establecimiento mjlitar en la defen-
sa del territorio nacional, y pos~n un com-
prensible orgullo profesional, que crea taro-
t>Jén com111 enslbies oeseos de tcuer armas
:modernas; además están sujetos a las pre-
sione::. vendedvras y los halagos de los
provt:edores de otT'as naciones -del Este y
del Oeste- que están ansiosos por colocar
su mercancia El resultado de todo esto es
un natural rt::sentimiento de parte de los
milit~res de otr&s uaciones americanas,
cuando Estados Unidos rehúsa venderles
elem(·ntos moaeruos para equiparse.
Es así que muchos líderes militares en
las otras repúblic:i& lmericanas ven a Esta-
dos Unidos come, tratando de mantenerlos
en cot1dicion de ciudadanos de segunda cla-
se, y están alejándose de nosotros cada vez
más, en un mumeritu en que su papel polí-
tico es l.!ada vez más importante. Nuestro
dilemé. es cómo responder a sus legítimos
deseos de equipo moderno sin alentar la
desvii:.dón de los escasos recursos disponi-
bles para el d~ar1 ollt. de los armamentos
que, en algunos c<.sos, pueden no esta1 re-
lacionados con autenticas necesidades de se-
guridad
Los líderes militares del hemisferio son
frecuentemente ci ;ticados en Estados Uni-
dos. Sin emba1go tenctremos que reconocer
cada vez más el '.1ei.:ho de que muchos de
los nuevos lídert''> militares están movidos
profur.damentt pL r la necesidad de progre-
so social y econ.:m1!co Están a la búsqueda
de maneras de proporcionar educación y
mejor estándar de vida a sus pueblos,
evitando al mism0 ~it:.mpo la anarquía o la
revoh:1ción violenta. En muchos casos será
más util para los Estados Unido); tratar de
trabajar con ellos eu estos esfuerzos que
abandonarlos u insultarlos como resultadt>
de que nosotros t>Stemos condicionados poi:
estereotipos ideológicos arbitrarios.
Además, 110 h.1y en Estados Unidos una
apreciación curr.plt::'ta del importante papel
desempeñado por la policía. Hay una ten-
dencia en Estados Unidos a identificar a la
oolicía de las otras repúblicas americanas
con la acción y represión políticas, más que
"'on la seguridad Han habido, desafortuna-
damente muchas ocasiones en que la po-
ticía ha sidc así utilizada. Sin embargo,
cuando ex1stE: en .ma comunidad una poli-
cía bien motivarle. y bien entrenada, hace
cumplir las leyes prvttoge a los ciudadanos
del terror y desaliPn1a a los elementos cri-
minales En la ac:•na.lictad, sin embargo, las
fuerzas poliriaks ie rr·uchos países no han
sido fortalecidas paralt.lamente con el gran
l"AG 46
..:1ecimiento rle b. 1 ublac1ón y urbano En
..:onsecuencia cads vez menos han estado
en condiciones .:!e proporcionar tanto el
esencial apoye, µsicol0gico como la seguri-
dad interna -IUt ~s su función más impor.
tan te
Más aún, la gente de los Estados Uni-
dos no reconoce ...¡ue en su totalidad, los
gastos t::'D materia dt defensa de las otras
naciones amerh.:ct."las representan un por-
centaje de su P1odu~to Nacional Bruto
menor que el d1: <'t•alqt<ier otra zona, excep-
to la parte ie Afnca c;uL? queda al sur del
Sahan•. La mayo1 parte de estos gastos, pe-
se a lu mucho qu~ St:! habla de aviones SU·
persóu.icos sun Pn personal y costos de
operación. Relc.ti\ amente poco ha sido gas-
tado t::'n pieza::. in,portantes de equipo Por
esta razón, la ma-yor parte de los inventa-
rios militares de las utras naciones del he-
misferic. con:>iste en equipos adquiridos po-
co después de la <:;egunda Guerra Mundial.
Tales equipos se E.Stán volviendc obsoletos
e impusibles de mant..-ner, y sus piezas de
recambio son ..:adr v~z. más difíciles de ob-
tener
El Joven que viaJa al extranjero para
ser entrenado en nrtiv1dades subversivas, el
dinerv y las ir.struc.cior,es que fluyen a tra-
vés dt::' agentes. y la pro¡.iaganda que llega
desde fuera de sus fronteras están más
allá de su control efectivo.
Sfüo a través de 'a cooperación hemis-
férica puede!' ser ad~cuadamente enfren-
tados estos prvblfma.. que afectan tan vi-
talmente la seguridad interna.
Recomendación: objetivo para la
política nacional
Estados Ur.idos debiera cooperar con
otras r.aciones dr.-J Hemisferio Occidental
en medidas di::::.tinadas a fortalecer la segu-
ridad interna
Accione! que se recomiendan
l. Un ConseJo de Seguridad del He.
misferic Occident.11.
a) Estados Ut:idos debiera trabajar con
las otras repúbli, as para la formación de
un Consejo de Seguridad del Hemisferic
Occideutal Jirigi~u por civiles, para lidia!
con 1as fuerzas ~e subversión que operan
a través del Hem.c:feri0 Occidental. El pro-
CUAOERNOS O~ MARCHA
pós1tu de este ConseJO sena el de ayudar
a los paises del hemü,ferio a que trabaja-
sen juntos ~n la creación y preservación
del tlj10 de ambiente urdenado, libre del te-
rror 'I la violenc<a, eu que cada ciudadano
de c3tia país pue.1~ el~borar una mejor vi-
da par~ sí y para su familia Este Consejo
sustitt..irfa a lc1 Cl•mü,1ón Consultiva Espe-
cial sob1·e Seguridad de la Organización de
Estados Amerkan"s
b) S1 bien E, Lados Unidos sería miem-
bro de este ConseJO éste debiera tener su
sede fuera d1:: m .. ~stru país.
2. Un prograMa de asistencia para ca.
padtación en seguridad para el Hemisfe-
rio Occidental
a} Estados Umdo-; debe invertir la re-
ciente tendencia descendente en ma~ria
de donaciont:s pa:·11 asistencia en la capaci-
tacion de foerzil~ de seguridad para los
otros países hemisféricos. (El monto total
propuesto para t>~ a:Po fiscal 1970 es U$S
21,4 millones, contra U$S 80,7 millones en
el ·año fiscal 1966) En vista de la creciente
subv,~rsión contra los gobiernos del hemis-
ferio, del terrorismo v la violencia en au-
ment,a entre los '"udadanos y la rápida ex-
pans1ón de la P·Joladón, es ese1icial que
sean continuados y fortalecidos los progra
mas de capadtac1ón qce traen personal mi-
litar y policial dP las C'tras naciones del he-
misferio a los Esrado; Unidos y a centros
de entrenamiento en l-anamá.
b) El nombre dt "Programa de Asis-
tencia Militar" debe ser abandonado, ya que
no refleja más el énfasis en la seguridad,
que creemos es impurtante. El programa de-
be recibir el nuevo nombre de "Programa
de Seguridad del Hemisferio Occidental".
3. Apoyo a la seguridad interna.
a) Estados Unidos debiera responder a
los pedidos de asistencia de la policía y
fuerz;¡s de seguridad de las naciones he-
misféricas provey~ndola de los instrumen.
tos eser1ciales para llEvar a cabo su tra-
bajo
b) Por tanto, Estados Unidos debe sa-
tisfacer los "edirlc s razonables de otros go-
biernos del remh,fer1c en materia de ca-
miones, yipes, heliccpteros y equipo simi-
lar pa1·a proveer movilidad y apoyo logísti-
co para estas fut•rzas, equipos de radio y
NUMERO 33 /ENERO t970
otros equipos dt rontrol del comando para
la adet!uada corr:unicación entre las fuer-
zas; y armas livianas para las fuerzas de
seguridad.
c, En apoyo de estos objetivos, Esta-
dos Unidos debiera proveer, a pedido, mi-
siones de entrenamier.to militar y técnico
pero no debiera s~guir manteniendo las mi-
siones militares permanentes que residen
en otras nacivnes y que a menudo han cons-
tituido una presencia de los Estados U ni.
dos demasiadv gl'l1nde y demasiado visible.
4. Ventas militares para la defensa.
a) El Poder Ejecutivo debe tratar de
obte"er la modificación de las enmiendas
Contt:. y Symington para permitir que Es-
tados Unidv& pueda vender aviones, bu.
ques y otros equ!pos rr.ilitares de importan-
cia a las nadonec; más desarrolladas del he-
misferio, sin pe1.arla:. con la interrupción
de ayuda, cuand,> esta~ naciones consideren
que estos equipos son necesarios para pro-
teger su territorit patrullar sus costas y
espacio aéreo, y en general, mantener la
moral de sm fuerzas y proteger su sobera-
nía. La realidad Es que, si Estados Unido1
no v~ndi:: tales eq:1;po!>. serán comprados de
otras fuente& ..iel Este o del Oeste, y esto
no sería -:ompatible con los mejores intere..
ses dt: los Estados Unidos.
b) A cad¡. pais se le debe permitir com-
prar t&les equipos mediante órdenes de
comp1a .::olot:adas con el Departamento de
Defensa de los E-;tados Unidos a través del
Programa de Asistencia Militar, de manera
que cada país obtenga el valor total de su
inversión militar, fechas de entrega más
ciertas y mejor mantenimiento.
~. DESARROLLO ECON6MICO
Y SOCIAL
Nuesvo obJet}vo común -mejorar la
calidad de la vida para todos los individuos
del hemisferio- puede ser logrado sólo si
trabajamos juntos para acelerar el ritmo
del desarrollo económico y social. La inter-
dependencia hemisférica en eitas cuestio-
nes es más que una teocía. Es un..}lecho con-
creto
La Alianzc. pa~;i el Progreso fue el prt.
mer acuerdo formal entre naciones del He-
misferio Occidental sobre metas específf.
cas relacionadas con el desarrollo económi-
co y ..ocial. Las metas de la Alianza conti-
núan siendo la mejor expresión de nues-
tros objetivos comunes Verdad es que el
progreso efedivamente logrado dentro de
la Alianza ne.. ha llt::gado al nivel de las
grandes esperanzas qué se manifestaron en
1961 en Punta dd Este. Sin embargo, los
amplios objetivos de la Alianza en mate-
ria de desarrollo económico y social, para
enriquecer las v idas de los individuos, si-
guen siendo las desafiantes metas a las que
las naciones del Hemisferio Occidental de-
sean llegar.
Una de las características menos com-
pr~ndidas de la Alianza es el hecho de que
se trata de ui. estuerz.., de auto-ayuda en el
cual la principal respvnsabilidad de finan-
ciación e implementación ha estado en ma-
nos de los pueblos de los otros países del
hemisferio Cv:atrariamente a la impresión
populdI, no es un p1ograma bilateral de
ayuda de los Estados Unidos Estados Uni-
dos es solament.. un socio en 11n esfuerzo
por el desar1vllo que es financiado en un
90 por cientu c~prox1madamente por las
otras repúblicas :.mencanas.*
Decir que la Alianza ha sido un fraca-
so es nu tomar e1.1 cuenta el genuino pro-
greso que ha logrado. El hecho es que mu-
chas de las esperanzas generadas al comien-
zo de la Alianza <'arecían de realismo. Pe-
rc la experiencia Je la Alianza muestra
que el hombre puede configurar su fut'uro
de: hl forme quP contribuya a lograr am-
plios obJetivos nacionales y hemisféricos,
y esto es un hecho importante. Se han co-
metido errores, por cierto, pero con fre-
cuencia el progreso mcluye el proceso de
aprender a través de los errores.
Algo que la misión aprendió fue que
otras naciones están profundamente resen-
tidas por la manera en que Estados Uni-
dos ha llevado a cabo sus programas de
asistencia. Como parte del esfuerzo de ayu-
da, Estados Unidos ha intervenido, general-
mente con la mejor intención, en casi to-
dos los aspectos de :ms políticas y progra-
mas económicos. Con Elemasiada frecuencia
ha tratado de hacer ciertas cosas para ellos,
porque ha creído quP las podía hacer me-
jor. No sólo ha sido este subconsciente pa-
ternalismo menos efectivo por el resenti-
miento que ha provocado, sino también por-
CUt:! no le ha dado a las otras naciones incen-
• Documento del CIAP: reunión del 17 de marzo
de 1961!
PAO. 110
tivo para asumir por sí mismas responsabi-
lidad e iniciativa.
Resulta claro que la mayoría de las re-
públicas americanas están psicológicamente
prontas para asumir la dirección de sus pro-
pios esfuerzos de desarrollo Más aún, las
capacidades técnicas de las diferentes na-
ciones y de las instituciones internaciona-
les de préstamo están aumentando constan-
temente. El momento ha llegado en que
Estados Unidos debe desplazarse conscien-
temente de su papel paternalista hacia el
desemp~ño de un papel de asociado Esta-
dos Unidos debe edüicar sobre el progreso
ya logrado, y mejorar y acelerar sus es-
fuerzos, pero también debe estar dispuesto
a ayudar sin tratar de dominar Ayudaría
a lograr este objetivo que una porción ca-
da vez mayor de nuestra asistencia se des-
plazase hacia institudones multilaterales.
Las otras naciones americanas deben
asumir mayor responsabilidad en cuanto a
su propio desempeño en la utilización de
recursos de los Estado<> Unidos Deben tam-
bién reconocer que su desempeño influirá
5'obre el alcance con que ei Congreso y el
pueblo de los Estados Unidos estén dispues-
tos a mantener o aumentar su cooperación
con el Hemisferio O..:r.idental.
El reto actual cons!ste en hallar la ma-
nera de desarrollar programas pragmáticos
que se asienten sobre una larga experien-
cia de cooperación hemi:sférica y que ace-
ler·~n el progreso económico y social.
Este procedimiento involucra:
l. Esfuerzos por mejorar las políticas
y programas que en general han produci-
do resultados constructivos;
2. La resolución de modificar o aban-
donar aquellos que P.] tiempo ha mostra-
do no son valederos y,
3. Más importante aún, la voluntad de
todo el hemisferio de tnnovar, mediante el
desarrollo de nuevas políticas y progra-
mas para satisfacer objetivos comunes.
El desarrollo ec011ómico y el social deben
correr parejos. El crecimiento económico
proporciona los medios para apoyar mejor
'l.limentación, sanidad y medios sanitarios,
mejores oportunidade~ educativas, mejores
viviendas, y todos los elementos que con-
tribuyen a un mejoramiento de la calidad
de la vida. El proceso sin embargo, no es
automático. Se requicten políticas y accio-
nes positivas para tener la certeza de que
los beneficios del crecimiento económico
CUADERNOS CE MARCHA
son usados etecttvamente para propord-:
nar oportunidades con más amplios hori-
zontes para todos los individuos El desa-
rrollo social no sólo se hace posible me-
diante el crecimiento económico sino que
es esencial para que se tenga la certeza de
oue los beneficios del crecimiento son am-
pliamente compartidos.
Progreso económico
El ritmo del progreso económico gene-
ral del resto del Hemisferio Occidental,
fuera del Canadá y tos Estados Unidos, se
compara favorablemente con otras regio-
nes del mundo hasta esta altura de la dé-
cada actual. El producto nacional bruto a
precios constantes ha avanzado a una tasa
promedio anual de 4,9 por ciento
Sin embargo, en términos del mejora-
miento cíe la calidad de la vida individual,
el progreso no ha sido satisfactorio La ta-
sa de crecimiento de 1'a población en las
otras naciones del Hemisferio Occidental
-2,9 por ciento anual- es la más alta de
cualquier zona impodante del mundo. Es
así que el 4,9 por ciento de aumento anual
en la producción total ha proporcionado
sólo un aumento de 2 por ciento anual en
la producción per cápita. Esta medida es
más significativa dado que es la producción
per cápita la que sirve de base para el au-
mento en el estándar de vida i.1dividual.
Si se proyectan ei<tas tendencias se ve
que el producto nacivnal bruto se duplica-
ria en 15 años, mientras que llevaría 35
años en duplicar la producción per cápita
que es la que da basC' al incremento en el
estándar de vida individual.
Esto no es suficiente.
Una salida para este problema es el au-
1!"!.entar la tasa de crecimiento en el pro-
ducto nacional bruto, v esto debiera ser una
meta para todo el hemisferio. Sin embar-
go, la larga experiencia indica que es ex-
tremadamente difícil lograr y mantener ta-
sas de crecimiento ~conómico general de
cinco a seis por ciento, o más. La simple
aritmética muestra que. aun con un esfuer-
zo máximo por aumentar el ritmo del cre-
cimiento económico, sólo hay limitadas po-
sibilidades de producir el incremento de-
seado en el estándar de vida para una po-
blación que está creciendo tan rápidamente.
Sin embargo, la experiencia apoya el
punto de vista de que, con tiempo, los cam-
NUMERQ 33/ENERO 1970
::iíos soc1a1es y culturales generales que soa
parte del desarrollo general puedan causar
una disminución en ~a tasa de crecimiento
de la población. Estos procesos operan des-
pacio. Luego, el problema debe ser enfren.
tado ahora.
La tasa de crecimiento de la población
de muchas de las naciones del Hemisferio
Occidental es tan alta que resultará extre·
madamente difícil, si no imposible, el sa-
tisfacer los objetivos económicos y socia-
les de un mejoram!ento significativo y
constante en la vida de los individuos. Es·
te problema debe ser enfrentado con rea-
lismo.
Existe generalizado acuerdo en que los
más im}Jortantes elementos del desarrollo
económico son inversión, tecnología, direc-
ción y mercados (inch.yendo los extranje.-
ros). La& políticas del gobierno pueden
alentar o desanimar el desarrollo en la me-
dida en que contribuyan a estos elementos
claves mediante el apoyo a la educación,
estimulando los ahorro&, proporcionando un
clima favorable para las inversiones locales
y extranjeras, y desarrollando la infraes.
tructura necesaria.
Si 01en es cierto que el ímpetu princi.
pal para el desarrollo debe provenir de las
naciones mismas, es también cierto que la
cooperación hemisférica debe proporcionar
el apoyo que es esencial para un progreso
acelerado. Las políticas de intercambio se-
guidas por las naciont-5 industriales pueden
tener una influencia importante en las
oportunidades para la expansión de expor-
taciones que se le presenten a las naciones
en desarrollo.
I a asistencia para el desarrollo que pro-
veen los Estados Unidos y los gobiernos de
otras naciones industriales puede propor~
cionar préstamos, donaciones y asistencia
técnica para suplementar esfuerzos locales,
especialmente en cam¡..os tales como obras
públicas, educación,_ .agriculhira y sanidad.
La inversión privada t-xtranjera puede pro-
veer conocimientos técnicos esenciales y
capital. r
l. Políticas de intercam~io
La política de intercambio es la cues-
tión económica fundamental que enfrentan
todas las naciones del Hemisferio Occiden.
tal. El libre acceso a mercados en los Esta-
dos Unidos y otros países industriales es
PAO. 111
 esencial para apoyar el progreso económi-
co acelerado. Empero, al proporcionar tales
oportunidades se le provocan a las nacio-
nes industrializadas problemas de ajustes
en términos de empleos e inversiones. El
desafío consiste en trabajar juntos para de-
sarrollar un enfoque práctico que consulte
los mejores intereses de las naciones del
hemisferio.
La expansión del comercio exterior es
un medio más sólido y más importante pa-
ra que las otras repúblicas americanas pue-
dan financiar las impvrtaciones que requie-
ren para un amplio desarrollo. En 1967 sus
ganancias de la exportación fueron seis ve-
ces el flujo neto recibido del capital priva-
do y público del extranjero. La mayor
parte de los U$S 10.300 millones importa-
dos por el área en su totalidad consistió en
maquinarias y equipo:> necesario!> para apo-
yar la industrialización y para expandir
servicios gubernamentales, por ejemplo:
energía, carreteras y comunicaciones.
El lento crecimiento de las exportacio-
nes en la década del sesenta ha sido un fac-
tor importante que ha limitado el ritmo
del desarrollo en general. Desde 1960 a
1968, el valor de las exportaciones del área
aumentó 4,7 por ciento anualmente en cord.-
paración con un aumento de 8,2 por ciento
para las exportaciones mundiales. El creci-
miento de las exportaciones mundiales fue
75 por ciento mayor que el de otras nacio-
nes del hemisferio.
Un problema importante es que el 87
por ciento de las exportaciones del área es-
tán compuestas de productos primarios
-alimentos, fibras naturales y materias
primas industriales. En contraste, casi dos
tercios de las exportaciones de las naciones
industriales están compuestos de produc-
tos manufacturados.
Si bien una sólida política requiere un
máximo esfuerzo para diversificar y desa-
rrollar la exportación de productos prima-
rios a precios est,ables no es de esperar que
tales exportaciones se puedan expandir con
la rapidez suficiente para apoyar el creci-
miento acelerado de la totalidad del área.
Pese a que algunas naciones tienen oportu-
nidades favorables en tales campos, la roa.
yoría de los países deben contar con la in-
dustrialización y con mayores exportacio~
nes de productos industriales.
El desarrollo industrial requiere am-
plios mercados para poaer pr oauc11· eucaz.
mente. Los mercados internos en la ma-
yor parte de las naciones del hemisferio
son demdsiado limitados como para permi-
tir una amplia industrialización. Los acuer-
dos regionales de intercambio ofrecen una
vía constructiva para la ampliación de mer-
cados. Pero aun con un rápido desarrollo
de los mercados regionales, será necesario
más libre acceso a los mercados en las na-
ciones industriales para poder apoyar el
crecimiento industrial requerido para me-
jorar la calidad de la vida en todo el he-
misferio.
Frente a esta necesidad imperativa de
expandir el intercambio, Estados Unidos
impone formidables barreras a las exporta-
ciones de otras naciones del Hemisferio
Occidental:
-Las importaciones de muchos produc·
tos primarios están sujetas a cuotas.
-Son tan altas lab tarifas de Estados
Unidos para las materias primas procesa-
das• y bienes manufacturados que el área
podría exportar a los Estados Unidos, que
representan un serio impedimento para el
intercambio.
Resulta evidente el hecho elemental de
que la expansión del intercambio es esen-
cial para apoyar el desarrollo económico
acelerado en el hemisferio. Como resultado
de esto, los individuos de todo el hemisfe-
rio pueden beneficiarse. Habrá problemas
de ajuste que deberán ser enfrentados en
términos realistas. Pero una más amplia
división del trabajo sobre una base hemis-
férica puede proporcionar precios más ba-
jos a los consumidores, salarios más altos
para los trabajadores e incentivos satisfac-
torios para el ahorro y la inversión.
Las importaciones crecientes que Esta-
dos Unidos haga de otras naciones del he-
misferio ayudarán a expandir las exporta-
ciones de los Estados Unidos a dichas nacio-
nes. El año pasado Estados Unidos impor-
tó del área bienks avaluados en U$S 4.300
millones y exportó U$S 4.700 millones a
esos países, obteniendu una balanza ~omer­
cial favorable de más de U$S 400 millones.
Las exportaciones de Estados Unidos a
otras naciones del hemisferio han aumen-
tado 41 por ciento desde 1962, contra un
aumento de 59 por ciento de las exporta-
ciones de Estados Unidos al resto del mun-
do.
CUADERNOS DE MARCHA
 El problema no ~l! que Estados Unidos
haya perdido su posición .::on:petitiva -s.u
participación en las dxport~c10ne~ a A~e­
r!ca Latina de todas las naciones mdustna-
l<'s se ha mantenido bastahte estable en
los afios recientes El hecho es que el len-
to crecimiento de las ganancias obtenidas
mediante las exportaciones por los otros
países del hemisferL restringe su capaci-
dad para financiar importaciones Los an-
tecedentes claro.ment<" indican que si Es-
tados Unidos compra más de esos países,
estos países gastarár1 más en exportaciones
de los Estados Unidos
Recomendación: objetivo para 12
política nacional.
Estados Unidos debe urgir el máximo
desarrollo factiblP del intercambio mutual-
mente benéfico con utras naciones del he-
misferio La duplicacióll de dicho intercam-
bio para 1976 es un3 meta realista. Esto
sólo puede ser logradt mediante la acción
de Estados Unidos de revisar sus tarifas y
cuotas para promover dicho aumento de in-
tercambio pára el mutuo beneficio.
Acciones que se recomiendan
1. Estados Unidos debiera lograr un en-
foque equilibrado del problema de expan-
sión del intercambio hemisférico en pro-
ductos industriales mediante el desplaza-
miento a un sistema de preferencias tari-
farías para las importaciones de todas las
naciones en desarrolh>
a) Las preferencias tarifadas debieran
ser gradualmente aplicadas pdra evitar
grandes impactos repentinos y dar tiempo
a que se hag&n los &justes ntcesarios.
b) Estados Unid0s debiera realizar vi-
gorosos esfuerzos par~ obtener el acuerdo
de otras naciones industrializadas para ex-
tender preferencias gtneralizadas a todas
las naciones en desarrollo. Hasta que tal
acuerdo sea alcanzado, Estados Unidos ex-
tendería preferencias sólo a naciones que
no están recibiendo tratamiento especial
de otros países industriales.
e) Las preferencias tarifarías debieran
ser extendidas a aquellos artículos en los
cuales se vea, luego de cuidádoso estudio,
que sus beneficios para los consumidores
en los Estados Unidos contrapesan clara-
mente los costos del hjuste.
d) Como contrapartida de las preferen-
cias tarifarias, las naciones en desarrollo
debieran convenir una gradual reducción
en sus barreras a las importaciones de las
naciones industriales -a lo largo de un pe-
ríodo que podría ser hasta de 10 a 20 años.
De esta manera, sus nacientes industrias
podrían crecer a un nivel en que fuesen
plenamente competitivas en los mercados
mundiales.
. e) Estados Unidos debiera urgir a tra-
vés del GATT una estricta adhesión a las
reglas de justa competencia en el comercio
internacional. Debiera actuar positlvamen-
i:e, aplicando derechos compensatorios
cuando haya una clara presunción de que,
en una u otra forma, otras naciones están
violando las regla~ mediante subsidios.
2. Arreglos realistas y efectivos debie-
ran ser hechos para ayudar a los trabaja-
dores y productores en los Estados Unidos
que fuesen afectados por las mayores im-
port.ar.iones
a) Es extremadamente importante que
se elaboren n11evus procedimientos y se
muevan fondos de apoyo para tener la
certeza de que se proporciona ayuda para
su ajuste a trabajadores y empleadores
cuando prima tacie haya un caso de dislo-
caciones debido a mayores importaciones.
b) Un programa de ajustes fue parte
de la Rueda Kennedy de negociaciones ta.
rifarias en 1967, peru nunca fue efectivo
porque sus condiciones eran demasiado es-
trictas.
3. Cuando Estados Unidos aplica cuo-
tas de importación debido a razones inter-
nas, tal como las carnes y textiles de algo-
dón, las asignaciones a las naciones del he-
misferio debieran ser reajustadas para te-
ner certeza de que e!ltas asignaciones con
tribuyen a los objP.tivos generales de desa.
rrollo del hemi!:iferio.
-Como principio general, Estados Uni-
dos debe asignar una mayor parte del in-
cremento de sus importaciones a las nacio-
nes del hemisferio. Los cambios en la asig-
nación de cuotas, aun cuando relativamen-
te pequeños en relaci6n con el consumo de
los Estados Unidos, pueden ser de gran be-
neficio para algunas naciones del hemis-
ferio.

PRECIOS DE LA CARNE VACUNA
LOCAL Y DE CARNE VACUNA
IMPORTADA COCINADA
Y ENLATADA
NOTA: Esta tabla muestra que la carne va·
cuna cocida y enlatada impOTtada
tiene un precio francamente menor
en la relación cortes locales magros
y otras partes de carne vacuna usa-
dos para manufactura. Esta clase de
carne vacuna es, a su vez, de pre-
cio favorable comparada ron la car·
ne vacuna de calidad. El permitir la
importación para suplementar la
provisión local puede ayudar a man·
tener bajo el coste. de vida para fa-
milias de bajos ingresos.
DOCE MESES
FINALIZANDO
LOCAL JUNIO 30, 1968
Cogotes vacunos frescos
sin hueso U$S 0.875*
Nalgas frescas vacunas 1.14 *
IMPORTADA
Carne vacuna arg•mtina pre-
parada o preservada 0.575**
Carne vacuna enlatada
de Argentina 0.385**
Carne vacuna enlatada
de Paraguay 0.40 **
• Precios calculados sobre la base de una
merma del 40% para ser comparable con
carne vacuna cocida.
•• Valor despachado promedio.
Fuente: Madigan, Abraham & Asso-
ciates, Inc., "Impúrted Cooked Beef-
Place in U.S. Beef Economy" Sarasota,
Florida; junio 6, 1959, pág. 46.
4. Estados Unidos debiera apoyar
acuerdos con respecto a productos que ope-
ren en el sentido de estabilizar y mantener
los precios de produ..::tos primarios a otros
costos de producción
a) Siempre que se& posible, tales acuer-
dos debieran proveer fondos y mecanismos
para controlar excesos de producción, ofre-
ciendo incentivos a la diversificación y a Ja
mayor eficiencia.
b) Los precios tipo en tales acuerdos no
debieran ser fijados tan altos como para que
fueren incentivos para el desarrollo de pro-
PAG. 64
duetos sintéticos que reemplacen a produc-
tos naturales Dados los tremendos avan-
ces de la tecnología, ésta es una l!onsidera-
ción muy importante
c) Debiera rel!on0cerse que bajo tales
acuerdos los consumidores de los Estados
Unidos, estarían aportando una forma de
asistencia que las naciones productoras ne-
cesitan Los países prvductores por su par-
te, debieran asegurarsE: de que los benefi-
cios son ampliamente compartidos de una
manera tal que apoyen el desarrollo ge-
neral.
5. Estados Unidos debiera utilizar el
poder de su votu en el Acuerdo tnter11acio-
nal del Café, junto '!On otras naciones del
Hemisferio Occidenta! para tener la cer-
t«=Za de que el sistem~ funciona tan efecti-
vamente como sea posible en cuanto a sus
objetivos relativos a p1 ecios y cuotas, y de
aue las naciones del Hemisferio Occidental
reciban una mayor participación en el cre-
dmiento del mercado C'e los Estados Unidos.
a) Se ha estimad.) que una caída de un
e:entavo por libra en el precio del café sig-
nifica una pérdida de U$S 55 millones en
divisas extranjeras para los 14 países pro-
duch res de cafe del Hemisferio Occident-=!l.
b) Con el objeto de apoyarlas Estados
Unidos debiera urgir que se vuelvan a con-
siderar las medidas propuestas en la últi-
ma reunión de la juntd ejecutiva del Acuer-
do Internacional del C;afé para corregir las
debilidades que están impidiendo que el
acuerdo del café logre plenamente sus ob-
jetivos básicos.
6. Se debiera da1 especial atención a
los requerimientos de las naciones del He-
misferio Occidental cuando se revean las
cuotas del azúcar en 1971
a) Una mayor participac'l.Ón en el in-
cremento del mercado de los .! :stados Uni-
dos debiera ser asigné'.do a oti~ naciones
del hemisferio
b) Un problema importante ...s el que
concierne a los ajustes que serían :-equeri-
dos si las relaciones ·omerciales Slm rees-
tab1ecidas entre los miembros de la Orga-
nización de Estados Americanos y Cuba.
St debiera establecer un programa qu,~ tu-
viese por objeto elaborar planes por ade~-.n­
tado y llevar a cabo ccnsultas con las 11a-
ciones productoras de azúcar del hemisfE:.-
rio, de manera que una contingencia como
ésta pudiera sér resuelta a través de una
gradual entrada de las importaciones de
/
CUADERNOS DE MARCHA
azúcar cubano con una mínima perturba-
ción del mercado.
7. Estados Unid.:ic; debiera prestar su
apoyo a mercados regionales a medida
que se desarrollen tn el área, incluyen-
do participación en bancos regionales de
desarrollo
8. Las taritas establecidas por las con-
ferencias navieras en materia del comer-
cio de los Estados Unidos con otras nacio-
nes del hemisferio debieran ser revisadas.
-En muchos casos cut:!sta dos o tres veces
más el despachar desde un puerto de Es-
tados Unidos que 10 que cuesta hacerlo
de Europa. Esto impone una seria desven-
taja competitiva a los exportadores de
los Estados Unidos.
2. Asistencia para el desarrolla
La asistencia de los. Estados Unidos ha
jugado un papel útil en el desarrollo del
hemisferio, no tanto en términos del mon--
tL de la ayuda -que sólo puede ser margi-
nal con respecto a los recursos de un país-
E;ino por haber hecho llegar asistencia al
Jt.gar apropiado y en el momento adecua-
do. Por ejemplo, ha fmanciado los proyec-
tus necesarios de educación o sanidad que
no podrían haber sido financiados con otros
fondos, o ha hecho posible un programa de
alimentación a los niños, o ha ap0yado una
amplia reforma de la tierra. Más significa-
tivo aún es el hecho de que, en algunos ca-
sos, la asistencia de los. Estados Unidos pa-
rece haber proporcionado el margen de re-
cursos que ha permitido a un país romper
con su estancamiento )' poner bajo su con-
trol a la inflación desbordante, ayudando
así a millones de pers0nas.
Es de esta manera que han contribuido
los U$S 1.000 millones anuales que repre-
senta el compromiso de los Estados Unidos
con la Alianza para ei Progreso A lo lar-
gc de este proceso, se han aprendido una
cantidad de lecciones·
1. La asistencia solo puede ser plena-
mente efectiva cuando el país está hacien-
do máximo uso de sus propios recursos pro-
ductivos.
2. En algunos casos, la asistencia adi-
cional de Estados Unidos y otras fuentes
puede ayudar a un país a encaminarse ha-
cia una fase de crecimiento autosostenido,
que conduzca a que la asistencia extranjera
no sea más necesaria.
,f'lUMERO 33 / IENEl'tO 1870
3. La distribución de la asistencia de
Estados Unidos a un país en montos peque-
ños e inadecuados, lo que hace poco impac-
to sobre el desarrollo, puede ser un mal uso
y desperdicio de fo11dos.
4. Las instituciones de préstamos mul-
tinacionales y regionales han hecho gran-
des progresos en llenar la necesidad de prés-
tamos para proyectos cte las naciones en de-
sarrollo. Estas organizaciones tienen la
ventaja de que aprovechan las capacidades
y recursos de muchos países en vez de las
de uno solo y de pode1 evitar las fricciones
P<?líticas que pueden desarrollarse en pro-
gramas bilaterales
Impedimentos al programa de la ADI
Además, ciertos problemas han surgido
que reducen la efectividad del programa
ae asistencia:
1. El programa de asistencia de Esta.
dos Unidos se ha hecho cada vez más en-
gorroso debido a condiciones y restriccio-
nes que reducen seriamente la efectividad
de nuestra ayuda. Estas incluyen requisitos
de despachar en buques de los Estados Uni-
dos la mitad de los bienes comprados con
préstamos de asistencia; la exigencia de que
todas las importacioner, sean compradas en
los Estados Unidos sin que importe cuánto
más caras sean; asignación de fondos en con-
tra de las necesidades especiales de un país;
y amenazas de retener la ayuda si las inver-
siones de los Estados Unidos son expropia-
das sin pago adecuado, si una nación ad-
quiere armas "avanzadas", o si barcos pes-
queros comerciales de los Estados Unidos
son tomados bajo custodia y multados.
2. Estos impedimentos, vistos separa-
damente, pueden parecer razonables y, por
supuesto, representan ventajas para gru.
pos de intereses especiales en los Estados
Unidos. Tomados en conjunto, sin embar-
go, debilitan seriamente nuestros esfuerzos
por ayudar a los países en desarrollo. Al-
gunos de ellos parecen violar la soberanía
de otras naciones. También aumentan los
costos al requerir, por ejemplo, que las im-
portaciones para un proyecto de construc-
ción vengan de los Estados Unidos y que
firmas de ingenieros de los Estados Uni-
dos sean empleadas sin tomar en cuenta
su costo.
Por cierto, los fondos del gobierno de
los Estados Unidos deben ser gastados ba-
PAG. 55
jo los más cuidadosos controles. Los con-
troles existentes son precisos para evitar el
desperdicio y mal uso de fondos asistencia-
les desde el punto de vista de Estados Uni-
dos. Pero desde el punto de vista del país
que los recibe, el cargar sobre los préstamos
de desarrollo condiciones ajenas a él signi-
tica un desperdicio y mal uso de fondós
que ellos deben devolver con interés.
Recomendación: objetivo para la
política nacional.
Estados Unidos debiera renovar su com-
promiso de llevar a cabo una política de
apoyo al desarrollo del Hemisferio Occiden-
tal como medio de mejorar la calidad de
la vida para los individuos. La asistencia
debiera ser provistit sin consideraciones ha-
cia intereses especiales y con debida aten-
ción a la autoayuda y al desempeño del
país.
AcclonN que M recomiendan
1. Los préstamos o programas para de-
a;arrollo debieran ser hechos sobre la base
de un compromiso de tres a cinco años a
través del Instituto de Asuntos del Hemis-
ferio Occidental* propuesto, que se conver-
tirá en nuestra técnica de asistencia más
1mportante.
a) Tales préstamos están diseñados pa-
ra financiar el desarrollo total de un país,
más que un proyecto específico tal como una
planta de energía o un camino. El présta-
mo provee dólares para financiar impor-
taciones. Los importadores pagan dichos
artículos en moneda local, que puede hie-
go ser utilizada por los gobiernos locales
para el crédito agrario y el desarrollo ur-
bano.
b) Los préstamos en dólares son hechos
a gobiernos locales sobre la base de su de-
sempeño en términos de las metas más am-
plias del' desarrollo, tales como el aumento
de las exportaciones, la limitación de la
inflación o el mejoramiento de la agricul-
tura. Tales préstamos serán hechos sola-
mente a países que tienen organizaciones
de planeamiento competentes y agencias
administrativas gubernamentales eficaces.
2. Las instituciones de préstamo mul-
• El brazo económico operativ.:> para el Hemis
ferio Occidental de la Agencia para el De-
sarrollo Social y Económico que se ha pro
puesto.
tinacionales y regionales debieran financiar
el grueso de los proyectos de obras públi-
cas, y los préstamos para proyectos debie-
1 an ser restringidos a lus proyectos de agri-
cultura, educación, salud pública y desarro-
llo urbano que comprenden el abrir nue-
vas sendas y ensayar nuevos enfoque
3. Al proporciona1 tanto asistencia pa.
ra programas como para proyectos, Esta-
dos Unidos debe tomar pleno conocimiento
de la., rccomendacione::. de la comisión pa-
1 a el Desarrollo del H1::mfaferio Occ.idenlal
de la Organización de Estados Americanos,
que se ha propuesto dando toda su impor-
tancia al artículo 6, seción 251 H de la ley
de Ayuda Extranjera de 1966.
4. Los préstamos de asistencia para el
desarrollo debieran ser a bajas tasas de in-
1trés y en términos de devolución benignos
l ara que sean efectivos.
a) La preocupación básica de las Esta-
QOS Unidos reside no en cuánto es el mon-
i_o de interés que se paga, sino en si los
fondos desembolsados ayudan al país a de-
sarrollarse.
b) Lo que el Plan Marshall logró casi
enteramente con donaciones de ayuda no
puede ser logrado hoy en los países en de-
sarrollo con préstamos a altas tasas de in-
•erés
5 . Los impedimentos que obran sobre
lus programas de asistencia de los Estados
Unidos debieran ser removidos en todos
aquellos casos en que interfieran con el
proceso de desarrollo o impugnen la sobe-
ranía de otros países
- Un importante comienzo ha sido la deci-
sión del actual gobierno de modificar sus-
tancialmente la cláusula de "adicionalidad"
mediante una gran expansión de la lista de
artículos que deben se1 comprados. En ver-
dad, el concept0 de "adicionalidad" debiera
ser totalmente eliminado.
6. Las restricciones a los préstamos de-
bieran ser disminuida¡; de modo que los
prestatarios puedan invertir los fondos en
cualquier parte del Hemisferio Occidental,
con la debida consideración de las cuestio-
nes de calidad, precio y fecha de entrega.
-Contratistas y técnicos locales debieran
ser usados siempr~ que fuese posible con
consejeros de los Estados Unidos cuando
fu ese necesario.
7. El Poder Ejecutivo debiera tratar
de obtener la suspensión o modificaciones
de las enmiendas Pelley, Conte, Hicken-
CUAOEANQS ca MARCHA
tooper, ;:,ymmgt. .m :y Roess qut atectan "''
otorgamiento de la asistencia, y que inclu-
yen interrupciones de E:lla cuando los países
adquieren armas ava11zadas, o se apoderan
de barcos pesqueros di los Estados Unidos
iue están operando sin licencia, o expropian
>in adecuada compensación.
8. La exigencia de que la mitad de los
bienes financiados poi los Estados Unidos
deban ser transpurta<ll.,s en buques de los
8stados Unidos debiera ser revocada.
Se ha estimado que esta exigencia re-
duce la efectividad de cada dólar de asis-
tencia de los Estados Unidos hasta un má-
ximo de 20 centavos. Esta es un& de las ma-
yores causas de irritd<.:ión para los países
en desairollo. Es un subsidio encubierto que
se otorga a las compañías navieras de los
Estados Unidos Cualquier subsidio que fue-
lle necesario debiera 'ler dado directamente
mediante una conceswn de fondos del Con-
greso
3. El problema del servicio de la deuda
En el empeño por apoyar el desarrollo
económico acelerado, el principal mecanis-
mo financiero utilizadu ha sido el de prés-
tamos de agencias múltinacionales y regio-
nales, gobiernos y fuentes privadas. Mu-
chos de los préstamos dE: instituciones mul-
tmacionales y regionales, y de gobiernos
son préstamos "blandos" en el sentido de
que sus tasas dt: interei> son bajas y los tér-
minos de devolución benignos. El concep-
to de préstamos blandvs es básicamente sa-
no, proporcionan verdadera ayuda, mientras
que el beche, de qut deban ser dévueltos
contribuye· a mantener en un terreno rea-
lista el procese, de desarrollo
Sin embargo pagus de interés y amor-
tización deben ser hechos a su debido tiem-
po sobre todos los préstamos, sean de fuen-
tes públicas o privadas, si es que un país
va a mantener su crédito. Al tomar pesados
préstamos para apoyar el desarrollo, algu-
nos países del Hemisferio Occidental han
llegado al punto en que los pagos anuales
por intereses y amortización absorben una
gran porción de sus ganancias dt divisas ex-
tranjeras. Dentro de cinco años, una canti-
dad de otras naciones en el Hemisferio Oc-
cidental podrían enfrentar la misma situa-
ción. Muchos de los países están en efecto
contrayendo nuevos préstamos para obte-
ner. las divisas extranjeras necesarias par~
NU ..Al;:RQ 33 / E:NERQ 1970
iJagar lhte1 t:::>es y amcruzac1ones so ore an-
tiguos préstamos, y a tasas de interés más
altas.
Este problema del servicio de la deuda
es una importante preocupación. Si un país
llega a la situación de que los pagos por in-
tereses y amortizació11 sobre préstamos ex-
tranjeros requieren mia porción despropor-
cionadamente grande dt: las divisas extran-
jeras de que disponen el ritmo de su de-
sarrollo se verá entunces aminorado por su
falta de capacidad de mantener la impor-
tación de los equipos de capital necesarios
para mantener su crecimiento económico.
Recomendación: objetivo para la
política nacional.
La política de los Estados Unidos hacia
el Hemisferio Occidental debiera recono-
cer las múltiples veI.taJab de una generosa
reestructuración de los requisitos del ser-
vicio de la deuda para los países que en-
frentan problemas en su balanza de pagos.
Acciones que se recomiendan
l. Estudios del ~roblema del servicio
de la deuda en cada país debieran ser ini-
ciados por la Comisión para el Desarrollo
del Hemisferio Occidental (el actual CIAP).
a) De esta manera los problemas pue-
den ser anticipados y atendidos por el go-
bierno de los Estados Unidos con tiempo a
tlavés de una apropiada reestructuración
de los pagos en dólares en concepto de m-
tereses y amortización
b) Además el CIAP debe ser alentado
a tratar con el Bancu Interamericano de
Desarroll0 y otras instituciones internacio-
nales de préstamos la posibilidad de exten-
der los pagos de prestamos para aquellos
países que tienen problemas con su deuda.
2. Cuando los pagos en dólares fue-
ran suspendidos o ext~ndidos, montos equi.
valentes en las monedas locales debieran
ser pagados a un fondo especial para ser
usados -en consulta con los Estados Uni-
dos- en la satisfa..:ciun de los objetivos ge-
nerales de desarrollo de otras naciones en
el Hemisferio Occidental. Estos induir ian:
a) Financiación de la exportación de
bienes de capital dentrv de la región;
b) Finandación de la expansión del de-
sarrollo económico a través de bancos de
desarrollo nacionales y regionales; y,
PAG. 67.
 c) Financiación de la participación pri-
vada local en empresas conjuntas con ca-
pital extranjero
'· Ahorro e Inversión prlvadoa
El crecimiento acelerado requerirá un
creciente flujo de inversión privada, local
y extranjera. Sin embargo, en demasiados
casos los ahorros e inversión privados son
retac~ados por las altas y erráticas tasas de
inflación, así como debido a los complica-
dos controles y restricciones gubernamen-
tales. Más aún, una porción demasiado
grande de los ahorros locales tiende a bus-
car un refugio más seguro en el extranjero.
La inversión privada, especialmente la
inversión extranjera, es vista con sospecha
por muchos sectores. Una gran cantidad y
posiblemente una mayoría de ciudadanos
ce las naciones del hemisferio consideran
las inversiones privada& de los Estados Uni-
dos como una forma de explotación o de
colonialismo económico. Hay una idea erró-
nea y generalizada de que es más lo que ta-
les inversiones se llevan fuera del área que
lo que contribuyen a ella. El temor a la
dominación ejercida por compañías de los
Estados Unidos es expresado con frecuencia.
El problema fundamental es la falla de
los gobiernos a través del hemisferio de no
reconocer ampliamentE: la importancia de
la inversión privada Así es que no se han
dado pasos realistas para alentar la inver-
sión privada, para crea1 una estructura den-
tro de la cual pueda vperar y que le asegu-
re servir los mejores intereses de la comu-
nidad entera. La historia muestra, sin em-
bargo, que las sociedades democráticas que
han proporcionado estE: aliento y esta es-
tructura han sido las más exitosas en el lo-
gro de sus amplios objetivos.
Las leyes y reglamentaciones impositi-
vas del gobierno de los Estados Urtidos pre-
sentan un número de barreras significativas
para la inversión privada en el extranjero.
Hacen imposible para un gobierno local el
ofrecer incentivos impvsitivos eficaces a in-
versores de los Estadüs Unidos. Desalien-
tan empresas conjuntas -una forma de in-
versión vista con favor en muchas partes
del hemisferi~. Más aún, Estados Unidos
ofrece poco en materia de incentivos para
alentar a sus inversores a llevar a cabo
empresas en otras partes del hemisferio.
PAG, &a
Recomendación: objetivo para la
¡:><>lítica nacional.
Estados Unidos debiera proporcionar el
máximo aliento a la inversión privada a
través del hemisferio
Acciones que se recomiendan:
1. Estados U11idoi:. no debiera hacer
que, por mezquinas razunes locales, se apli-
casen reglamentaciones impositivas a las
inversiones privadas de los Estados Unidos
en el extranjero que c·ontrarían los esfuer-
zos de las naciones en desarrollo para alen-
tar la inversión privada y promover empre-
sas conjuntas
a) Las compañías de Estados Unidos no
debieran tener que pagar al Tesoro de los
Estados Unidos la diferencia entre el im-
puesto a la renta corporativa de los Es-
tados Unidos y cualquier illlpuesto más ba-
jo que se apliquen localmente.
b) Las compañías de Estados Unidos
con posiciones minoritarias en empresas
conjuntas extranjeras debieran poder con-
solidar sus ingresos dE dichas empresas y
contrapesar cualquier pérdida en ellas con-
tra pérdidas en la compañía madre.
2. Mayor uso debiera ser hecho del me-
canismo contractual para atraer inversores
privados hacia empresas con riesgos altos y
desalentadores pero con el potencial de ha-
cer una significativa contribución a las eco-
nomías locales
a) La Corporación para Inversiones
Privadas en el Extr.mjero propuesta, de-
biera tener el poder de contratar con com-
pañías privadas en e. Hemisferio Occiden-
tal para crear las necesarias instalaciones
de producción destinadas a satisfacer una
necesidad que no es ahora llenada por in-
versores privados En muchos casos el pro.
blema es que las combinaciones de capital
requeridas y los costo::, generales relativos
al establecimiento de una empresa durante
sus primeros años son tan altos que hacen
a la empresa carente de atractivos pese a
que sus perspectivas a largo plazo se vean
favorables. En tales casos, el contrato con
la Corporación para Inversiones Privadas
en el Extranjero cubriría esos costos de ini-
ciación a través de alguna combinación de
préstamos y pagos por contrato compro-
métiendo posiblemente la participación da
CUADERNOS OE MARCHA
bancos de desarrollo multinacionales, regio-
11ales o nacionales.
3. La propuesta .le transferir las fun-
ciones de la ADI que se relacionan con la
inversión privada a una nueva corporación
-la Corporación para Inversiones Priva-
das en el Extranjero- debiera ser apoyada.
a) Todos los esfuerzos posibles debie-
ran ser hechos para formar un grupo ase-
gurador privado en lO!S Estados Unidos pa-
ra tomar a su cargo lo~ seguros de las inver-
siones extranjeras privadas de acuerdo con
un arreglo de reaseguros con la Corpora-
ción para Inversiones Privadas en el Ex-
tranjero.
-Esto alejaría aún más al gobierno de los
Estados Unidus de 1.m compromiso direc-
to en la protección de las inversiones pri-
vadas de Estados Unidos.
4. Mejores mecanismos debieran ser
buscados para reunir a inversores privados
de los Estados Unidos y compañías en otras
partes del hemisferic que están a la bús-
queda de socios en los Estados Unidos.
a) La necesidad dt comunicacion es es-
recialmente significativa en el caso de com-
pañías de los Estados Unidos de pequeño y
mediano tamaño que podrían hacer contri-
buciones en materia de capital y conoci-
mientos técnicos.
b) Esto podría se.e hecho a través de
Consejos Conjuntos incluyendo al Consejo
para América Latina en los Estados Uni-
dos, y sus contrapartes locales, tal vez con
apoyo gubernamental.
c) El mecanismo contractual podría
ser útil en ciertos casos para facilitar ta-
les empresas conjuntas.
d) Sería factible revivir, bajo la Orga-
nización de Estados Americanos, la Comi-
sión Interamericana para el Desarrollo, con
sus comisiones locales para cada país, con
el objeto de ayudar en la movilización del
sector privado.
5 . Se le debiera' dar alta prioridad al
desarrollo y capacitación de empresarios,
administradores, científicos y técnicos.
a) La Corpora~ión para Inversiones
F'rivadas en el Extranjero que se ha pro-
puesto, debiera tomat a su cargo la respon-
sabilidad de promove1 activamente tales es-
fuerzos.
b) Las compañía' de los Estados Uni-
dos debieran también proporcionar apoyo.
Parte del programa debiera ser una am-
pliación de las posibilidades· de capacitar
NUMERO 33 /ENERO 1'>70
tanto estudiantes cor:1u protesores en los
Estados Unidos El Internacional Executive
Service Corps e::;tá ahora llevando a cabo
una tarea destacada en este campo.
6. Estados Unido<; debiera apoyar to-
dos los esfuerzos destinados a alentar los
ahorros locales y a canalizarlos hacia in-
versiones productivas
a) Bancos de desarrollo regionales y
nacionales debieran ser apoyados por los
Estados Unidos con asistencia administrati.
va, técnica y financiera
b) Estados Unidos debiera apoyar el
desarrollo de fondos de inversión locales
de capital variable: 1) para movilizar los
ahorros locales hacia la inversión e indus-
trias locales, y 2) como un vehículo para
la utilización de fonous de contrapartidas
para financiar la participación privada lo.
cal en empresas conjuntas con capital ex.
tranjero, para el desarrollo industrial local.
Esto sería una manera de lograr mayor
participación local et1 empresas conjuntas
con compañías de los Estados Unidos.
c) Podrían hacerse arreglos para que
los préstamos del gobierno de los Estados
Unidos pudiesen ser parcialmente usados
para financiar el des8rrollo de mercadbs
locales y regionales Un experimento de es-
te tipo se está llevando a cabo ahora en
Brasil con un préstamo de la ADI. Si esto
tiene éxito, el esquema podría ser aplicado
en otras partes.
d) Para alentar los ahorros locales, el
Banco Mundial podría emitir títulos que
serían reembolsables a un valor real cons.
tan te.
e) Un mercado de dólares en Améri-
cr Latina (semejante al mercado del Euro.
dólar) podría ser des;irrollado, y en él los
depósitos denominado:. en dólares podrían
ser utilizados para financiar el desarrollo
local.
f) Los fondos asistenciales de Estados
Unidos podrían ser utilizados para garan-
tizar una parte (p. ej. 25 por ciento) de los
préstamos hechos por bancos locales u
otras instituciones fiaancieras para apoyar
proyectos de desarrollo de las poblaciones
rurales, tales como provisión de agua, alma.
cenaje de granos, irrigación sencilla, vivien-
da y caminos de acceso de la granja al mer-
cado.
7. El gobierno de los Estados Unidos
debiera trabajar juntamente con la Comi-
sión para el Desarrollo del Hemisferio Oc-
cjdental que se ha propuesto, con repre-
aentantes de los sectores privados, para de-
aarrollar un sistema de reglas uniformes de
conducta para la inversión privada extran-
2era.
a) Tales reglas debieran cubrir el com-
portamiento tanto d~ las compañías priva-
das como el de los gobiernos hlléspedes.
b) La empresa privada florec:t! bajo un
1istema de reglas del juego razunables y
predecibles que cvmprEc-ndan un mínimo de
expedienteo.
c) Se requiere una mayor identifica-
c-ión entre las polític:1s seguidas por los in-
versores privadus exmmjeros y el interés
.o.acional de los paíse.> huéspedes rales pro-
olemas puede ser traLados mejor sobre una
base hemisférica
5. Desarrollo urbano y vivienda
Adecuada vivienda y mejores condicio-
nes de vida urbana están entre los factores
más importantes que contribuyen a la ca-
Jidad de la vida en todo el Hemisferio Oc-
cidental. Sin embc1rgo, debido en gran par-
te a un flujo continuo de gente de las áreas
rurales, las ciudades c.;c están retrasando en
proporciona1 la¡, concUciunes y servicios que
hacen de ellas lugares razonablemente se-
guros y decentes en que vivir y trabajar.
Las necesidades de vivienda exceden
en mucho la provisión disponible de vivien-
das de medio y bajo costo. Del total de la
población que se desplaza hacia las ciuda-
des, un alto porcentaje vive en barriadas
hacinadas. Esto no c;élo origina difíciles
problemas de vivienda y sanidad sino tam-
Hén cambios estruct~ales sin preceden-
tes La congestión extrema del tránsito es
visible en todas partes Los servicios de sa-
lud son inadecuados y los sistemas sanita-
rios y de provisión d~ agua son insuficien-
tes en, la actualidad. La muy alta tasa de•
crecimiento de ra población urbana (mayor
en un 50 por ciento Que la tas<. de creci-
miento de la publación total) excede al au-
mento de oportunidades de trabajo, lo que
hace que el desempleu sea generalmente al-
to y en a~nto, especialmente entre los
jóvenes.
Al confrontar est0c.; problemas masivos,
la mayor parte de los cuales se han intensi-
ficado grandemente ~n la década pasáda,
la administración mur.icipal se ha visto en
~randes düicultades Los requerimientos
PAG. eo
rinancieros son veruemosos y van mucno
más allá de los fondcs que actualmente se
disponen de arcaicos sistemas impositivos
urbanos y de la ayuda de los gobiernos
centrales
Estos problemas ae desarrollo urbano
son universales en e1 Hemisferio Occiden-
tal. Lai. .:iudades mas grandes de los Es-
tados Unidos enfrentan muchas de estas
mismas dificult&des y lo mismo le ocurre a
ciudades en 0tras p:irtes Se requeriI~ la
experiencia combinadc. y los esfuerzos <!OO-
perativos de pueblos :1 gobiernos a tr'lvés
del Hemisferio Occidental para acelerar el
progreso en lo que se refiere a proble1 nas
urbanos.
Resulta cada vez más cláro que lo ~ ue
se necesita es m. en!.oque sistemático c.·el
desarrollo comunitarb Elementos especíri-
<:os -tales como transportes, escuelas, v..•
viendas. instalaciones sanitarias, adminis
tración y finanzas- c;eben ser integrados
en un enfoque cohert>nte dentro del con.
texto del planeamiento nacional, regional
y urbano. El desarrollo rural y urbano ne-
cesita ser considerad;_, como asociado inte-
gralmente con el desarrollo nacional total.
Se necesita darle priJridad en el estudio y
la atención a los fact0res que influyen so-
bre los flujos migra1vrios entre áreas ru-
rales y urbanas Tanto el desarrollo agríco-
la como el industrial deben llevarse a cabo
de una manera equilibrada
Mucho se ha aprendido acerca de los
complejos problemas involucrados en el
mejoramiento de la vivienda y las condicio-
nes urbanas; muchu más queda por ser
aprendido. Este es un desafío hemisférico.
Es también una atrayente oportunidad pa-
ta trabajar juntos, para aprender juntos,
para tratar con ima¿rmación y efectividad
los problemas comunes
Recomendación: objetivo para la
política nacional.
Estados Unidos debiera dar el maximo
ci}Joyo factible al desarrollo de las comuni-
dades urbanas y rurales para mejorar la
vivienda y una amphl> gama de servicios
romunitarios con el ubjeto de elevar la ca-
hdad del ambiente en que la gente vive.
Acciones que se recomiendan:
1. Estados Unidos debe llevar a cabo
un importante programa para la rehabili-
CUADERNOS OE MARCHA
tación de sus propias ciudades. Esto dará
satisfacción a las necc<>idades esenciales de
nuestro propic puehu,,, demostrará a las
otras repúblicas ameri1.:anas que esta tarea
puede ser hechi:i y establecerá la legitimi-
dad de nuestro propit sistema y su capaci-
dad para establecer ()rioridades esenciales.
2. Los esfuerzos ;.sistenciales de los
Estados Unidos a las e.tras repúblicas ame-
ricanas deben ser ampliados en su orienta-
ción para cubrir el de;;arrollo total de la co-
munidad.
-Mientras qt.i.e alg"1mos de los otros paí-
ses están comenzandc la tarea de satisfa-
cer la3 n1::cesidades quP los grupos de bajos
ingre.,,os tienen de autoayuda y autodeter-
minación, los programas de asistencia de los
Estat~<'5. Unidos están aún orientados hacia
el ambiente físico y material y no hacia el
desarrollo LOtal. social educativo y comuni-
tario.
3. Las garantías de préstamo para vi-
vienda de los Estados Unidos y el progra-
ma de préstamo para vivienda debieran ser
mejorados.
-Si bien importantes en casos indivi-
duales, estos programas de préstamo son
pequeños en relación con el problema to-
tal y frecuent~mentt- no están integrados
dentro de plane!> amplios de desarrollo ur-
bano y rural Sin embargo, como regla ge-
11eral, los fondos para financiar vivienda y
el desarrollo urbano debieran ser generados
localmente.
4. Los programai- de los Estados Uni-
dos deben poner ~nfa~is en su empeño por
reunirse con grupus 10cales del sector pri-
' ado, gobiernos mun'cipales y nacionales,
y organizaciont!S regwnales y hemisféricas
en la búsqueda de nuevas maneras de me-
jorar el ambiente tanto en las áreas urba-
nas como rurales
5. Estados Unid.os debiera también
ayudar en el desarrollo de mecanismos que
promuevan ahorrus P1dividuales y los en-
caminen hacia la vhnenda y otras instala-
ciones comutlitarias.
a) Puede ser proporcionadu capital
inicial para ayudar 3 establecer institucio-
nes locales que provc>an lugares seguros y
atractivos en los cuales los individuos pue-
aan depositar sus ahurros.
b) Estas institucLor1es pueden utilizar
dichos fondos para fmanciar viviendas y
mejoramiento urban0s
c) Cuando exista el problema de infla-
NUMERO 33 I ENERO 1g70
ción se pueden establecer sistemas que sal-
\ aguarden el valor de los ahorros indivi.
duales, relacionando la devolución a los
ahorristas y lo& pagos de los prestatarios
con un índice de precios fijado antes.
D. LA DIVISI6N DEL TRABAJO
En esencia, lo que en el Hemi5ferio Oc-
cidental realmt!nte ni-cesitamos es una más
diciente división del trabaJo.
La división del trabajo es uno de los
probados y ciertos lJrincipios económicos
y será tan váhdo en 1976 como lo fue e~
l 776, cuando fue establecido por primera
vez por Adam Smith Su ejemplo involucra
la fabricación de alfreres en la cual más
de 18 operacioues dirC.rentes eran requeri-
das. Pero cuand1,, un nombre solo tiene que
llevar a cabo las 18 .Jperaciones, "no puede
ciertamente hacer 20 alfileres por día", di-
. o Adam Smith PeM ~i el proceso pudiese
5er dividido entre 18 personas e:>pecializa-
das, y que cada una Levase a cabo una fun-
ción especial del pro.::c>so, la producción to-
tal por persona podrw ser elevada a tanto
romo 4.800 alfilc:res por día, de acuerdo con
Adam Smith.
Este principio de la división del traba.
JO es la base del pr Jgreso de las naciones
modernas Dentro de los límites naciona-
lt:>s, las fuerzas competitivas en el mercado
nevan a la esp1::dalización, a la división del
trabajo. Individuos y rompañías se vuelcan
o aquello que pueden producir más eficaz-
mente porque e:o lo que les da los mayores
beneficios. Así, una compañía se concentra-
rá en la producción de mangos para hach~s
mientras que otra se especializará en la
rroducción de cabeza<> de hachas El resul-
t ado será mejores h:ichas, más bajos pre-
cios para los consumidores y más altos be-
neficios para trabajaiores y empleadores.
Los mismo::. principios se aplican inter-
nacionalmente Todos los participantes sa-
lE:n gananciosos del intercambio más libre
posible de exportaciones e importaciones va
que esto promuE:ve una división internacio-
nal del trabajo. Cada nación se concentra
tn los artículos que puede producir con ma-
yor eficiencia relativa y menores costos.
Intercambia estos art•rulos por aquellos que
ctras naciones pueden producir con mayor
eficacia selectiva Todos ganan en el proce-
S<~>, de la misma manPn; que lo hacen, e~ la
división del trabajo dentro de los lirrutes
nacionales.
,.AG. et
 Lo que anora se requiere es una amplia-
c-i6n de la división de. trabajo entre las na.
dones del Hemisferi1.. Occidental En la ac-
tualidad, Estados Un!dus está produciendo
• un alto costo, tras murallas tarifarías y
cuotas, bienes que pudrían ser producidos
rnás económicamente por otras naciones del
hemisferio. Estados IJnidos tiene escasez
de mano de obrn capacitada, y esta escasez
tjene visos de empeorar. La escasez de mano
ae obra capacitada se intensifica al conti-
nuar Estados Unidos manteniend<.i obreros
n·abajando en líneas de productos que son,
por definición, ineficoC'ei., ya que la pro-
ducción puede i.er sólo llevada a cabo aquí
tras barreras tarifarias o de cuota La pro-
ductividad nacional '>ería mejor11da despla-
zando obreros y capital de las industrias
i'rotegidas a industria~ donde la tecnología
avanzada y la inversión intensiva de capi-
tal permita a loi. Estados Unidos pagar al-
tos salarios y auu permanecer competitivo
<'n los mercados munrliales. Los bienes que
Estados Unidos está ahora produciendo ine-
ficazmente podrían i~J importados, princi-
palmente de los tJaÍSPi menos desarrollados.
Los consumidores se beneficiarían a tra-
vés de roer.ores precins los trabajadores re-
cibirían salariu::. más altoi. y el beneficio so-
b1e el capital sería mayor.
Los paí~es menos desarrollados también
se beneficiarían. Coi1 abundantes provisio-
IlCS de mano de obra y niveles de salario por
debajv de los niveles rlt los Estados Unidos,
codrían exportar comidas procesadas, tex-
tiles, ropa, zapatos y otras manufacturas li-
vianas, así comu carr.e y otros productos
agrícolas. Esto propm donaría una mayor
cantidad de empleos. a salarios más altos
de los que están ahora disponibles T,os
trabajadores pocirían desplazarse de las
granjas a trabajos inch1striales mejor paga-
dos. El aument1.. de mgresos incrementaría
e; estándar de vida general, contribuyendo
a un m~oramiento en la calidad de la vida.
Tales naciones se convertirían en mejores
clientes para fos protiudos de alta tecnolo-
¡;ía de los Estados Unidus
En un sentido real, el fracaso de no ha-
ber desarrollado 1ma .. 0mpleta división del
trabajo en el Hemisferio Occidental puede
ser definido como inliumano El exceso de
producción de derto'> productos agrícolas
y materias primas en los países menos de-
sarrollados resulta del proteccionismo en
las naciones industriales que aminora el
ntmo de industrialiv.. ión de las naciones
menos desarr0lladas. Dada la sobreproduc-
ción, los precius de dt<"liu5 productos agríco-
las y materias primas ~e hunden a niveles
que rinden no más qut- una magra subsis-
tencia a los individur.·~ que los producen.
Se he. objetado er alguno~ sectores de
los Estados Urudos que los ajustes involu-
crados en un desplazamientc, haci& un· rrin-
}' or división iuternar10ual del trabajo de-
mosharían .;ei dt=mac;iado doloroso!> como
para .{Ue se l0c; pudiera soportar Habría
élJUstes y ur. ¡Jrograruc. efectivo sería ne-
cesario para ayt..dar a los traba]adore~ y
hombres :ie negot.:ioc; .;fectados d hacer la
transición a c!mpresas mái. productivas
La experiencia sug•t>rt! sin embargo, que
el proceso de ajuste ;ería sorprendentemen-
tP sin obstaculo::, si la~ ra. w 11P-se1
c;ualmente elimmadac; durante un período
razonable Con µocas dificultades que se pu-
c1eran percibir la 2.imunidad Económica
Europea eliminó todas lai. barreras al ro-
merciu en prvductos mdustriales a lo largo
c·e un período de c;iete años Las reduccio-
rr:s masivas en las ·nrifa5 de los Estados
Unidos, desde sus altas cimas bc1jo la ley
de tarifas Smoot-Hawley en 1930 han te-
l"ido efectos benéficos Una sana ec,momía
interna puede absorber con poca perturba-
ción y beneficios para todos el ajuste a im-
portaciones en aumento.
Recomendación: ..ibjetivo para la
política aacic:.nal.
El presidente debiera solicitar de la
Organización de Estados Americanos la
reunión de una importante conferencia he-
misférica para establecer una mái. racional
división del trabajo en el hemisferio.
La Comisión para el Desarrollo del He-
misferio Occidental podría asumil la res-
ponsabilidad de los preparativos y la agen-
de de dicha conferencia Después de la
conferencia a la misma comisión se le po
cría dar la responsabilidad de llevar a ca
bo las conclusiones y programas de la con-
ferencia.
Tal conferencia estaría compuesta por
representantes de todos los sectores involu-
crados: las ramas legislativas y ejecutivas
de los gobiernos, el comercio, los sindica-
tos laborales, los productores agrícolas y
los consumidores.
A largo plazo, tal conferencia podría
CUADERNOS PE MARCH~
rnuy bien ser el autentico prmc1p10 ae um.
nueva cruzada para elevar la dignidad del
individuo y la calidad de la vida en el He-
misferio Occidental.
E EDUCACIÓN, CIENCIA
Y CULTURA
La calidad de la vida en cualquier na-
c;ón en la actualidad está fundamentalmen-
te relacionada con el nivel de su ciencia y
la vitalidad de- su cultura. Ambas, a su vez,
dependen críticamente de la educación.
Un buen sistema Pducativo es absoluta-
mente esencial para producir los dirigen-
tes capacitados que se requieren académi-
camente, en los asuntos públicos, en las ar-
tes creadoras, en la dirección de empresas,
en la ciencia, la producción agrícola mo-
derna, así como la mano de obra industrial
capacitada. Ninguna nación ha tenido ja-
más suficiente gente capacitada como pa-
ra satisfacer todas sus necesidades. Esta
e~casez ha sido especialmente severa en las
r.aciones menos industrializadas del Hemis-
ferio Occidental.
Los problemas educativos en muchas de
fas repúblicas americanas son críticos; hay
otras, sin embargo, con sistemas educati-
vos avanzados. En total, de 108 millones de
niños y jóvenes entre las edades de 5 y 20
años en 1965, 65 millones no estaban ma-
triculados en escuelas La tasa promedio
de abandono escolar es de 70 por ciento pa-
ra las escuelas primarias y 65 por ciento
para el nivel secundario.
Los individuos que siguen cursos en la
universidad constituyen sólo el 4 por cien-
to de la totalidad de este grupo de edad y,
de ellos, aún menos reciben grados univer-
sitarios. Las mayores necesidades educati-
vas están al nivel secundario y a niveles
más altos debido en parte al énfasis dado a
la expansión de la educación primaria visi-
ble desde l 961.
Las oportunidades di:! estudio, investi-
gación y observación en los Estados Unidos
ran desarrollado un creciente número de
C'irigentes altamente calificados en todos
los campos de las repúblicas americanas
Esto es especialmente cierto en los campos
críticamente importantes de educación,
agricultura, economía, gobierno, ciencia e
ir.geniería, comercio e industria, y las ar-
tes, campos en los cuales las oportunida-
des para capacitación avanzada .en la ma-
NUMl!:RQ 33 I ENERO Hl70
.1vna ae ias reputrncas americanas son ex-
traordinariamente limitadas.
Hasta hace poco, sin emba1go, ha habi-
do poca apreciación de la necesidad y valor
cie la competencia cientüica y técnica en.
tre los que determinaban políticas naciona.
les y establecían prioridades nacionales en
t•tros países del hemisferio. Ha falta<lo tam.
bién aliento y apoyo para la educación cien-
tffica, para la investigación científica 0 pa.
ra laboratorios e institutos de investiga.
ción. El uso de científicos e ingenieros era
escuelas y universidades, en el gobierno v
en los sectores privados de la ag1 icultur'a
e industria ha sido inadecuado.
Estos factores han tenido una influencia
directa sobre la salud, desarrollo y cari.c-
tE.r de cada una de las naciones del Hemis-
ferio Occidental.
úe la investigación científica surgen
productos y procesos, nuevas medicinas y
más tiempo libre. Más aún, la ciencia ma.
tiza la cultura de una nación y afecta dirfc-
tamente la salud de su pueblo y la produc.
tividad de su agricultura De manera cun-
siderable, la ciencia determina la vitali.d d
ele la economía industrial de una nación y
ES básica para su seguridad militar.
La ciencia, sin embargo, es sólo una par-
te de la cultura. Funciona, es alimentada,
y contribuye en interrelación con la cultu-
1 a total de una nación: sus artes creadoras,
sus ciencias sociales, sus valores htHnanos y
éticos. El apoyo a la ciencia no deUe, ento11-
ces, ni excluir el aliento de eslos otros de-
mentas esenciales de la cultura de una na-
ción ni ser desproporc10nado a ellos.
Lo que se requiere es un foco en el go-
bierno para concenhar en una organizac!on
la preocupación por el desarrollo educati-
vo, científico y cultural del Hemisferio Oc-
cidental. Reconociéndolo la Organización
de Estados Americanos, en el Protocolo de
Buenos Aires, propone actualmente un
nuevo Consejo para la Educación, Ciencia
y Cultura para apoyar iniciativas en esos
campos a través del hemisferio.
En contraste con esto, en los Estados
Unidos, la responsabilidad de estos campos
permanece dispersa en un numero de orga-
r. izaciones gubernamentales. Debiera ser
c.entralizada en un nuevo instituto guber-
ramental, con forma y poderes corporati-
vos que podría atraer a algunos de los más
distinguidos dirigentes de las institucion7s
educacionales científicas y culturales mas
PAG. 63
1obresalientes de la nación como miembros
de su junta directiva. El objetivo de tal ins-
tituto sería llevar a cabo un importante es-
fuerzo para corregir el abandone previo de
estos campos, cosa que es de crítica im-
portancia para la vitalidad y el bienestar
del hemisferio.
El Hemisferio Occidental ha tenido una
rica vida cultural en tiempos precolombi-
nos, coloniales y modernos. Un intercambio
cultural aumentado producirá una crecien-
te apreciación y respeto mutuos. Ni el arte
ni la ciencia conocen límites nacionales.
Son, más bien, los puentes que unen a la
gente de todas las naciones -donde quiera
que estén situados y cualesquiera sean sus
formas de gobierno- en la comprensión y
la amistad.
Recomendación: objetivo para la
política nacional.
Estados Unidos debiera dar apoyo ple-
no a los objetivos del nuevo Consejo para
la Educación, Ciencia y Cultura de la Or-
tanización de Estados Americanos.
Acciones que ae recomiendan
Con el objeto de apoyar los fines del
nuevo Consejo de la Organización de Esta-
dos Americanos, Estados Unidos debiera to-
mar el importante compromiso de crear
una nueva corporación, con financiación
de una magnitud de U$S 100 millones anua-
les en su comienzo. La mayoría de la J un-
ta Directiva estaría compuesta de destaca-
dos dirigentes de instituciones privadas.
Sería conocido como el Instituto de la Edu-
cación, Ciencia y Cultura del Hemisferio
Occidental, y S'ería un brazo operativo de
la Agencia para el Desarrollo Económico y
Social.
Para llevar a cabo su misión dicho ins-
tituto debiera ser autorizado a:
J. Alentar sistemas efeétivos de edu-
cación elemental estimulando la creación
de escuelas demostrativas que cubriesen los
elementos de la ciencia moderna y la es-
tructura de la sociedad moderna, incluyen-
do los principios de la ciencia social y la
naturaleza de la aspiración humana.
2. Ayudar al establecimiento de uni-
versidades regionales para proporcionar li-
clerazgo en la capacitación de hombres y
mujeres de altas aptitudes.
3. Ayudar a identificar y apoyar con
oecas para estudiantes y graduados los hom-
bres y mujeres jóvenes y capaces, quienes
de otra manera podrían no tener la opor-
tunidad de desarrollar a un alto nivel sus
aptitudes latentes y su talento.
4. Alentar el intercambio de hombres
y mujeres entre las naciones del hemisfe-
rio, estudiantes, técnicos, maestros, perio-
ciistas, artistas y profesionales en todos los
campos del hacer.
5. Apoyar la utilización de nuevas téc-
nicas educativas tales como el uso de la ra-
dio y la televisión para la educación ele-
mental en áreas rurales.
6. Al aumentar el alfabetismo, ayudar
para que mejore la disponibilidad y cali-
dad de las bibliotecas públicas.
7. Expandir las actividades culturales
del hemisferio en .las artes visuales e in-
terpretativas, así como en las humanida-
~les, y experimentar con nuevos e imagina-
tivos enfoques, tales como el nombramien-
to de gente creadpra como funcionarios
culturales en las embajadas de los Estados
Unidos, formando un cuerpo cultural sobre
el esquema de Cuerpo de Paz, haciendo los
arreglos necesarios para que festivales ju-
veniles recorran el hemisferio y estimulan-
do la producción de arte folklórico para ex-
¡;ortación a los Estados Unidos.
8. Apoyar el establecimiento de insti-
tutos regionales para la investigación cien-
tífica básica.
9. Alentar a las empresas locales e in-
ternacionales para que destinen un mayor
porcentaje de sus recursos y empeños a la
investigación cientüica, como parte de sus
operaciones en el hemisferio.
F. LA FUERZA LABORAL
La clave del progreso en cualquier país
es su fuerza laboral. Las organizaciones de
trabajadores son y continúan siendo un
factor importante en el mejoramiento de la
calidad de vida en el Hemisferio Occiden-
tal.
En su propio empeño por obtener ade-
lantos económicos y sociales los movimien-
tos sindicales libres de las naciones del he-
misferio están encaminando sus esfuerzos
hacia el aumento de la productividad de la
industria y aumentando la participación
del trabajo en la productividad industrial.
En oposición a los sindicatos libres del
hemisferio están los sindicatos dominados
por comunistas. Estos sindicatos políticos
CUADERNOS DE M4R~HA
 han llamado a huelgas generales en casi to-
dos los paísE:s visitados por la misión para
evitar su llegada o protestar por ella, pero
los sindicatos democráticos rehusaron se-
guir su camino
En la mayo1 parte de los países del he-
m1sferic:, la fuerza laboral está ahora ex-
cluida del planeamiento gubernamental pa-
ra el desarrollo Esto ha causado generali-
zada frustración entre los dirigentes sindi-
cales, que sienten que sus gobiernos mues-
tran poca preocupadón por el papel que
desempeñan las organizaciones de trabaja-
dores y por sus bajos salarios, malas con-
diciones de trabajo y desempleo. Desde el
punto de vista de la nación, el hecho de no
estar las organizaciones sindicales involu-
cradas en el planeamiento significa que
trabajadores y sindicatos no pueden hacer
su máxima contribución al desarrollo eco-
nómico.
Excepto en el caso de cuatro países no
hay en el hemisferio estadísticas digna~ de
tonfianza sobre desempleo, sub-empleo, ni-
,·eles de salarios, costos de vida y otras
i1;formaciones que conciernen al trabaja-
c:or. Se sabe que el desempleo es alto en la
ma~oría de .los países del hemisferio, pero
l& falta de información estadística precisa
hace difícil los esfuerzos para enfrentar el
problema.
El desarrollo mdustria1 esta siendo re-
tardado en muchos países por la escasez
de obreros especializados, debido a la falta
de una fuerza de trabajo alfabetizada v a
1
a escasez de posibilidades para la capacita-
dón vocacional y técnica.
Recomendación: objetivo para la
política nacional
Estados Unidos debiera alentar la edu-
cación y la capacitación vocacional de los
t1 abajadores del Hemisferiú Occidental
Acciones que se recomiendan
l. Estados Unidos debiera alentar a los
go~iernos del hemisferio a incluir represen-
taciones laborales en el planeamiento de
~us programas de desarrollo.
2. Estados Unidos debiera aumentar
su asistencia financiera y técnica a través
del Instituto Americano para el Desarrollo
del Sindicalisnw Libt·e pera la educación y
la capacitación vocacional de los trabaja-
dores entre los otros países del hemisferio.
NUMERO 33 I ENERO 1970
G AGRICULTURA
Para las ~4 naciones de América Cen-
tral, del Caribe y Su~américa, la agricul-
tura es un facto~ dommante en sus vidaL
Par~ una mayo.na de las gentes de estu
naciones, la calidad de la vida misma de-
i.:;ende de la agricultura.
En promedio, casi la mitad de la fuerza
laboral de las otras naciones americanaa
está en la agricultura, la pesca o la indua-
tria forestal.
Para aquellos que viven como agricul-
tores al nivel de la subsistencia, la vida es
una lucha para existir de la tierra -con
un burro,_ un ma~hete, un~ mala choza, y
un pequeno acopio de maiz y frijoles pa-
cientemente extraídos del suelo. Estos mi-
llones viven fuera de cualquier economía
nacional; viven con la cruda realidad de
que, tal como son las cosas, nunca habrá
para ellos una vida mejor.
Hay, sin embargo, una gran riqueza pc>-
tencial en la buena tierra del hemisferio.
Los campos de pastoreo de la América del
Sur son una de las más grandes fuentes de
proteína animal en el mundo. Las selvas
tropicales del hemisferio representan una
de las más grandes reservas de madera
que quedan sobre la tierra. Una vasta ex-
tensión de la más rica tierra del mundo ya.
ce en una ancha faja de la ladera oriental
de los Andes. Además, países enteros y
grandes regiones tienen la bendición de bue-
11a tierra y abundante sol, agua en cantidad
y climas estacionales con los cuales se pue-
de contar para la producción. Dados lÓa
modernos conocimientos científicos y técni-
cos, las otras naciones americanas podrían
convertirse en un& de las grandes canastas
de alimentos del mundo.
Pese a este gran potencial -y al impac-
to en algunos países de semillas híbridas y
~us rendimientos mayores por hectárea-,
<:stas naciones, tomadas en su totalidad, no
¡;roducen por ahora suficiente comida de
bajo costo como para alimentar adecuada·
mente a sus propios pueblos. Mientras que
la producción total de alimentos está en
ascenso, d.·bido a la explosión de la pobla-
ción, se estima que la producción de alimen-
tos per cápita es diez por ciento menor de
lu que era al finalizar la Segunda Guerra
Mundial. Y cada año hay ocho millones
más de bocas que alrimentar -un incre-
mento anual equivalente a la población de
la ciudad de Nueva York.
 Individualmente, algunos países y áreas
han alcanzado una producción agrícola al-
tamente industrializada. En la totalidad,
sin embargo, la agricultura está retrasán-
dose cada vez más con respecto a lo mucho
que promete.
Las razones por las cuales esto ocurre
incluyen malas condiciones de vida y esca-
sa educación para la gente rural; uso ine-
ficaz de la tierra; distribución injusta de la
tierra; crédito y servicios de extensión ina-
decuados; falta de investigación básica y
Gplicada; muy escasos caminos de granjas
a mercados y muy escasos camiones para
transportar productos agrícolas; precios ba.
jos e inciertos para los productos; falta de
envases, almacenamientos y sistemas de co-
mercialización; y falta de nutrición y bue-
na salud, iniciativa, imaginación y admi-
nistración agrícvla; todo lo cual, a su vez,
está causado principalmente por la pobreza
v la falta de educación.
Los resultados finales incluyen no sólo
mala nutrición, con todos sus efectos debi-
litantes sobre las energías humanas y las
capacidades intelectuales, sino también una
marea de migración desesperada de las
áreas rurales a las barriadas hacinadas de
las ciudades.
Sin embargc. nuestras discusiones traje-
ron a luz el hecho fundamental de que to-
dos los países que visitamos ven a la agri-
cultura como la fuerza fundamental con
que elevar sus propios estándares de vida,
creando oportunidades de empleo y gene-
n·ndo divisas extranjeras y capital para el
desarrollo ~ocial y económico.
Una de las fuerzas adversas en esta si-
tuación es la negativa de los Estados Uni-
dos a dar a estos países del Hemisferio Oc-
cidental suficiente acceso a los mercados
de los Estados Unidos para sus productos
igrícolas. Este hecho destaca la fundamen-
tal falta de coherencia t!ntre nuestras po-
líticas de ayuda económica y nuestras po-
líticas de intercambie.
Por una parte, el gobierno de los Esta-
dos Unidos, especialmente a través de la
A DI, ha alentado a los países a que diver-
f '1uen su agricultura y produzcan carne
v ~cuna, toma tes, algodón, trigo, maíz, arroz
~- otros productos. Por otra parte el mismo
W' 11ierno de los Estados Unidos, a través de
< . nes emitidas por e1 Departamt!nto de
0 1;· población y ayuden a detener la inva-
A·~ricultura y restricciones impuestas por
ei congreso, prohíbe y limita las importa-
.:;iones de estos productos para proteger los
i:recios en los Estados Unidos y a sus pro-
ductores.
A través de la historia el crecimiento
de la agricultura ha sido esencial par<- el
progreso general de cualquier nación y
cualquier civilización Si las naciones del
Hemisferio Occidental van a progresar
grandemente en la medida que son capa-
ces, deben aprovechar al máximo sus gran-
eles activos -tierra, agua, clima y gente
flnsiosa de ser capacitada- mediante la uti-
l!zación de semillas híbridas, de los elemen-
tos químicos y equipos para producir ali-
mentos baratos y abundantes, que han sido
desarrollados en las últimas décadas. La
c.tra América no tiene otra alternativa que
expandir la producción agrícola. Como mí-
nimo, deben incrementarla en una propor-
ción de cuatro a cinco por ciento por año,
se.lo para mantenerse a la par del actual
iricremento de la producción y para mejo-
rar su alimentación.
Recomendación: ubjetivo para la
política nacional.
Estados Unidos debiera reconocer que
el mejoramiento de la vida rural y el in-
cremento de la producción agrícola son ele-
mentos básicos para el mejoramiento de
la calidad de la vida en el Hemisferio Oc-
cidental.
Acciones que se recomiendan
l. Estados Unidos debiera llevar a cabo
esfuerzos concertados a través de présta-
mos para programas y proyectos así co-
mo mediante asistencia técnica para ayudar
u nuestros vecinos en sus esfuerzos por me-
jorar la vida en las áreas rurales, para ex-
pandir sus oportunidades de empleo y para
que produzcan mayor cantidad de alimen-
tos para sí mismos y para la exportación.
a) Son esenciales programas de desa-
rrollo rural, incluyendo una reforma agra-
ria apropiada a las necesidades del país, pa-
ra incrementar la producción y para mejo-
rar la calidad de la vida en las áreas rura-
les.
b) Estos programas también proporcio-
narán mayores oportunidades de trabajo,
q_ue tomen en cuenta el rápido aumento de
s:ón de las ciudades superpobladas por re-
fugiados económicos del campo.
, . ... ,...--··~- ri:- •• " .... """:l- 1 fll.."'
 2. Estados Unidos debe destinar una
mayor parte del crecimiento futuro de su
consumo agrícola a las naciones del hemis-
ferio y debe reexaminar las presentes limi-
taciones al flujo de productos agrícolas de
nuestros vecinos del sur hacia el mercado
de los Estados Unidos.
La naturaleza negativista y el peligro
que en última instancia tiene la tendencia
proteccionista deben ser entendidos por el
pueblo de los Estados Unidos; de otra ma-
r.era, los precios de los alimentos continua-
rán elevándose y se acelerarán los efectos
i dversos sobre el desarrollo económico de
nuestros vecinos.
3. Estados Unidos debiera llevar a cabo
una serie de programas agrícolas demostra-
tivos en lugares elegidos en diferentes paí-
ses para servir como ejemplo así como nú-
cleo para el mayor desarrollo de la trans-
formación de la agricultura de susbsisten-
cia en un factor dinámico del crecimiento
€'COnómico.
a) Para llevar esto a cabo una Corpora-
ción Interamericana para el Desarrollo Ru-
ral, sin fines de lucro, debiera ser estableci-
ca como subsidiaria del Instituto de Asuntos
del Hemisferio Occidental y debiera traba-
jar con organizaciones agrícolas en cada
país para el establecimiento de estos pro-
yectos pilotos.
b) Tales proyectos serían operados por
expertos agrícolas del país involucrado, con
la asistencia técnica de Estados U nidos. La
idea sería desarrollar para cada zona o re-
gión elegida un modelo funcional de la to-
talidad de la producción, procesamiento y
servicios de comerciaUzación, en una opera-
ción integrada e intensiva.
H. CONSERVACIÓN
Con pocas excepciones, los países de
.América Central, América del Sur y el Ca-
ribe no tienen programas efectivos de con-
servación de recursos. Con tres cuartas
partes de la tierra de estos países bajo al-
guna forma de propiedad pública, no hay
hasta el presente una protección o control
realmente eficaz sobre este así llamado do-
minio público.
A no ser que un programa de protección
y conservación sea llevado a cabo en los
próximos años, las presiones de una pobla-
ción que aumenta rápidamente y la descon-
trolada explotación de los recursos harán
NUMERd 33 I ENERO 1970
L!ue sea 1mpos1b1e para esta area convertir-
se en una región de naciones económica-
mente desarrolladas y autosuficientes.
De una área de 7.925.000 millas cuadra-
das (comparada a 3.549.000 míllas cuadra-
das en los Estados Unidos, incluyendo Alas-
ka), la mitad está cubierta con bosques,
una cuarta parte son muntañas áridas, de-
siertos y otras tierras salvajes, y el cuarto
restante son tierras de pastoreo, con sólo
cinco por ciento de siembras de cultivo,
comparado con un veinte por ciento da
siembras de cultivo en los Estados Unidos.
La base de la producción de alimentos
está mayormente confinada a ese cinco por
ciento del área total, de siembras cultiva-
das. Esta área está ubicada principalmen..
te en terreno montañoso y se caracteriza
por el más destructivo tipo de agricultura,
lé, de "fuego y hoz". Poca o ninguna con-
servación se practica en el uso de estas
tierras.
Los suelos son mayormente tropicales y
complejos en su composición, y sabemos
aún poco acerca de su adecuada utilizació11
Mientras que la agricultura comercial, me-
canizada e irrigada, se está expandiendo
en las tierras más niveladas, y hay ejem-
plos destacados de la práctica di:! la preser-
vación del suelo en muchos países, e1 con-
h ol de la agricultura de desplazamiento y
el desarrollo de fuentes alternativas de vi-
da para casi la mitad de la presente pobla-
ción agrícola es un problema de impor-
tancia.
La conservación de recursos hidráuli..
cos es también casi completamente dejada
de lado. No hay prácticamente un centro
l.Arbano que no tenga problemas de abaste..
cimiento de agua. Grandes planes de ener-
gía hidroeléctrica e irrigación están siendo
llevados a cabo sin adecuadas medidas pa-
ra asegurar la conservación de las tierras
de vertientes de aguas. El desarrollo de le-
y es básicas para reglamentar la utilización
del agua sólo ahora está recibiendo atención
en muchos países, y la contaminación del
agua es especialmente grave en las áreas
urbanas en rápida expansión.
Los bosques tropicales representan una
de las más grandes reservas de madera en
ei mundo, una auarta parte de las áreas
boscosas del mundo Estos bosques son un
r.ecurso natural básico, s1 bien complejo;
¡:.oco se sabe sobre cómo utilizarlas adecua-
damente. Una parte de esta tierra boscosa
PACJ, •7.
$era desmontada en los años futuros para
siembras y pastoreo, y en este proceso mu-
cha madera valiosa será destruida. Un pro-
grama de conservación racional permitiría
el desarrollo de las mejores tierras para la
ngricultura, pero retendría una cubierta
hoscosa sobre las críticas tierras de ver-
tiente, protegería destacados rasgos natu-
rales bajo la forma de parques y bosques
nacionales y áreas para recreo, y utilizaría
les bosques comerciales para el desarrollo
.iridustrial de la madera, la pulpa de madera
v otros productos de la selva
Potencialmente, las tierras de pastoreo,
tanto naturales como desarrolladas, se
cuentan entre las más grandes fuentes de
proteína animal en el mundo, dadas sus
posibilidades de utilización durante todo
el año. La industria ganadera es la más im-
portante rama del sector agropecuario en
DJuchos países, pero sólo ahora se está co-
menzando a reconocer como necesaria la
conservación y el mejoramiento de las tie-
rras de pastoreo para sustentar a la indus-
tria. Hay también áreas de sabanas y tie-
rras pantanosas, desiertos y tierras monta-
ñosas escasamente cubiertas de vegetación
que requieren ser incluidas en un progra-
ma de uso {)rudente y conservación.
El rápido crecimiento de la población
humana y la apertura y colonización en au-
mento de las tierras del interior están des-
truyendo rápidamente pájaros, peces y to-
da vida animal salvaje. Es inevitable que
E:sto suceda en alguna medida, pero la s1-
t uación es especialmente crítica en Améri-
ca del Sur y Central. Animales salvajes,
pájaros y peces son aún medios de manu-
tención para una población rural mayor-
mente empobrecida y para las gentes indí-
genas de las tierras del interior. Si bien hay
leyes para reglamentar la caza en muchos
países, en general no se las pone en vigor
ya que se entiende muy poco de su necesi-
dad. En la actualidad la fauna salvaje es
vista como un recurso gastable, y sin que
surja wna conciencia organizada en la po-
blación, especialmente entre los deporlis-
tas y la población rural, muchas especies
están condenadas a desaparecer.
Algunos de los paisajes naturales miis
espectaculares del mundo - toda la cadena
montañosa de los Andes, las montanas de
/.iTéxico y América Central, el la"o T"tir'a-
ra, las cataratas del lgua7.Ú y del Angel, las
PAG ~g
tonas costeras del Caribe, y muchas otras-
están en estos países.
Diversos países han creado parques na-
cionales y reservas similares, pero todavía
son insignificantes en relación con las ne-
cesidades. El recreo al aire libre está recién
áhora entrando en auge, y la necesidad de
desarrollar servicios e instalaciones adecua-
cios, tanto para el turismo interno como in-
tE:rnacional, está recién comenzando a ser
aparente en muchos países .
En pocos años, empero, la presión cau-
isada por el uso sin restricciones de muchas
de estas grandes regiones naturales les cau-
sará daños irreparables o las destruirá. Es
ahora el momento de llevar a cabo un pre-
visor examen de las necesidades de par-
ques y recreos, con el objeto de conservar
las regiones naturales destacadas, los mo-
numentos históricos y culturales y las es-
pecies salvajes en peligro de extinguirse.
Recomendación: objetivo para la
política nacional.
Estados Unidos, a través de los recur-
sos conjuntos del gobierno y de las organi-
zaciones de conservación privadas, debiera
ofrecer liderazgo y asistencia para progra-
mas nacionales y regionales de conserva-
ción donde sea que se los requiera y sea
tactible en las repúblicas americanas.
Acciones que ae recomiendan
1. Creación de un Instituto Interam•·
rlcano de Conservación de los Recursos Na-
turales, dentro de la estructura de la Orga.
nización de Estados Americanos.
a) Dicha organización debiera tener
vna junta directiva compuesta de distin-
guidos líderes de la conservación de todas
las regiones de las Américas.
b) Requeriría financiación sustancial.
mayormente de fondos directos.
c) Debiera contar, como respaldo de su
programa, con el consejo técnico y las po-
sibilidades de capacitación que ofrezcan de-
partamentos del gobierno de los Estados
Unidos y organizaciones privadas dedicada!i
a la conservación.
2. El Instituto para la Conservación de-
biera llevar a cabo un rápido estudio de
reconocimiento de los países americanos
para clasificar y definir las regiones que
tienen problemas con respecto a 1<1 explo-
tación destructiva del suelo, agua, bosque,
-uAOERNOS o~ MARCHA
 tierras de pastoreo, v1cta sa1VaJe y regiones
naturales destacadas, y de la necesidad de
prácticas de conservación y controles sobre
ella.
- Esto debiera ser seguido por un pro-
grama de investigación sobre el uso y la
utilización de los recurso:s naturales.
3. Un pr.:>grama educativo e informati-
vo sobre conservación debt ser iniciado, es-
ptcialmente a través de las escuelas en las
áreas rurales.
4. Se debe iniciar un programa da de-
mostración y capacitación en el manejo y
conservación de recurso:s naturales, espe-
cialmente para el personal de ruvel medio
(no universitario) que trabaJará en los pro-
yectos de conservación y ayudará a esta-
Llecer medidas de control y protectoras so-
bre las tierras públicas.
5. Un programa de obras publicas de
conservación debiera ser creado incorpo-
rando parte del enfoque del Cuerpo Civil
dé Preservación y del Cuerpo de Paz, con
el empleo temporario de campesinos.
I SALUD
La buena salud del individuo, donde
quiera que viva, es fundamental para la ca-
hdad de su vida
f En el Hemisferio Occidental se han he-
cho signii'icativas mejoras en salud públi-
ca en los último:; veinticinco años La vi-
ruela, la malaria y la fiebre amarilla han
tido radicalmente reducidas. La frambesia
ha sido casi totalmente erradicada Pese a
todos los adelantos, la mortalidad infantil
ts aterradoramente alta er, las otras repú-
blicas americanas, la desnutrición está en
aumento, y la falta de sistemas samtarios
y de provisión de agua es la culpable pri-
mordial de parásitos intestinales y otras
causas de enfermédad
Los problemas de población alimentan a
todos los otros problemas debidc. e la sobré-
población en barriadas hacinadas. Es esto
tan agudo que la gente misma está promo-
viendo el contrn1 do la natalidad.
Además, el gran eumento de la gente
1ue viaja entre los contiuentes del Norte
~ Sudamérica, los países centroamericanos
v lai; islas del Caribe han transformado ca-
~ª vez mb los problemas de salud de un
país o t·egión en los problemas de mut:haJ
aegione:.
f
Morta1ídad lnfant~
Tal como lo señala el informe anual pa·
ra 1968 de la Organización Mundial de la
Salud, tanto como el 20 por ciento de 101
nfüos nacidos en algunos países del hemis-
ferio mueren antes de alcanzar la edad de
cinco años. Este es el mayor problema ac.
tual de salud en muchas de las otras repú.
blicas americanas.
La Organización Panamericana de la Ss.
lud informó qu'= en un año reciente, por lo
menos 741.000 defunciones infantiles en las
otras naciones del hemisferio podrían ha-
ber sido evitadas. De estas defunciones,
450.000 fueron de niños de menos de un
año de edad, y 291.000 de niños de uno a
cuatro años dt: edád.
Las defonciones de niños de menos de
cinco años de edad répresental'l aproximA-
damente el 44 por ciento de todas las de-
funciones en América Central y del Sur
(que se compara con el 8 por ciento para
·América del Norte).
Y una de las causas principales de estas
defunciones infantiles es el agua contami-
nada.
l.
El agua •• vlda
Las ciudades más grandes del Hemtsfe.
río Occidental tienen en su mayor parte
agua potable. Y otras ciudades del Hemis-
terio Occidental con 250.000 y más habitan.
tes están construyendo y operando sisttlmas
municipales de agua a través de sus propios
esfuerzos y con la asistencia financiera y
tf•cnica de la ADI de los Estados Unidos.
La meta establecida por la Alianza para el
Progreso en 1961 de proveer agua potable
en 1971 a un 70 por ciento de las poblacio-
nes urbanas tiene perspectivas de ser al-
canzada. pero el objetivo de la Alianza de
hacer lo mismo para el 50 por ciento de
las poblaciones rurales está ~n déficit en
aproximadamente diez puntos porcentuales.
Con el actual ritmo de progreso, sólo
del 40 al 50 por ciento de las poblaciones
urbanas en las otras repúblicas americanas
podrlm tener l:lgua potable en esta década.
La perspeétiva es de que bastante menos
riel 50 por ciento de las poblaciones rurales
tendrá agua potable en 1971, según Sé le
dijo a los consejeros.
"No nos construvan hospitales: ayuden
. sistemas de agua".
ustedes construyéndonos
dijo a la misión un funcionario de sanidad
de Brasil. "Un nmo puede ser curado en
un hospital, pero con su próximo trago de
agua está nuevamente infectado".
Legado de hambH
El campesino se acuesta hambriento to-
das las noches de su vida. Probablemente
nunca verá un médico, un hospital. un den-
tista o una enfermera. Tiene poca esperan-
za de ser vacunado contra la viruela, o ino-
culado contra la fiebre tüoidea, el tétano
o la fiebre amarilla. Si se enferma, no hay
medicinas; confía en que o bien mejorará,
o bien morirá.
El ciudadano promedio de América del
Sur y Central y del Caribe puede esperar
una longitud de vida de 57 años compara-
da con 70 años para un americano del
Norte.
Entre los pobres de la mayoría de los
países americanos, una futura madre tiene
tan poco que comer -y especialmente tan
poca proteína- que las capacidades física
y mental del niño pueden ser menoscabadas
antes de que nazca.
El ministro de Salud de Brasil manifes-
tó a la misión que la desnutrición de un
niño durante el período prenatal y los pri-
meros cinco años de vida puede debilitar
las células cerebrales hasta tal punto que
el niño puede no llegar a adquirir nunca la
capacidad normal de aprender El estudio
brasileño confirma amplios estudios hechos
en los Estados Unidos.
En uno de los paises un funcionario de
sanidad propuso que el programa de al-
muerzos escolares de Alimentos para la Paz,
de los Estados Unidos, fuera desplazado de
los niños de 7 y 8 años por uno de alimen-
tos para futuras madres.
"Puede que sea muy -tarde para salvar
esta generación", dijo el funcionario. 11De-
bemos comenzar ahora para asegurarnos
que la próxima generación alcance plena
c&pacidad física y mental".
La desnutrición azota gran parte de
América del Sur, América Central y de los
países del Caribe. Sólo cinco naciones man-
tienen la dieta promedio que la Organiza-
(1Ón Mundial de la Salud considera adecua-
da: 2.200 calorías diarias.
En Honduras, el 70 por ciento de la po-
blación está deficientemente alimentada; en
lJaití, má~ del 80 por ciento.
~.Q. 7.0
El saldo que arroja el crecimiento
De todas las amplias preocupaciones de
las otras naciones del hemisferio ninguna
es más apremiante -en cuanto a salud pú-
Hica, crecimiento económico y progreso so-
cial- que el aumento de la población.
Si continúa la extraordinaria tasa actual
de aumento, el número dE: personas en las
otras repúblicas americanas será más del
doble de la población actual en menos de 30
l'ÓOS.
Esta perspectiva -de mayor cantidad
de gente que la que puede ser alimentada,
(.mpleada, albergada o educada con las po-
sibilidades actuales- ha impuesto un sen-
tido de urgencia a los líderes de los 20 paí-
ses que visitamos.
En país tras país, el problema del creci-
miento de la población. y la necesidad del
f¡laneamiento familiar para aminorar est!!
crecimiento, fue presentado voluntariamen-
te a los consejeros de la misión, no sólo por
médicos y funcionarios de salud pública, si-
no también por educadores, científicos, di-
rigentes de grupos femeninos, ministros de
economía y directores de planeamiento.
Muchos manifestaron claramente que no
podían asumir una posición pública a favor
del planeamiento familia1 porque la cues-
tión del control de la natalidad es en algu-
nos países del hemisferio demasiado emo-
cional y discutida. En privado, sin embar-
go, fueron francos y realistas.
"Nuestro problema número uno es el
de población", dijo un ministro de Colom-
bia a la misión.
Los consejeros de nuestra misión obser-
varon que hay un nuevo ímpetu por el pla-
neamiento familiar que se origina en las
mujeres de la América Latína.
Esclarecidas por una educación de más
alto nivel, mejor informadas que sus mayo-
res sobre lo que está ocurriendo en su país
y en su mundo, la esposa latina -especial-
mente si vive en una ciudad- está llegan-
do a pensar que no tiene obligación, reli-
giosa o conyugal, de traer al mundo un ni-
ño que no quiere y que no puede alimentar.
A través de América Central, los países
ciel Caribe y América del Sur, dirigentes de
crganizaciones femeninas manifestaron a
los consejeros de la misión su empeño en
rromover el ínterés en el planeamiento fa-
miliar y en difundir el conocimiento sobre
el control de la natalidad. "Y tanto el go-
CUACERN08 DE MARCHA
Merno como la iglesia vuelven la espalda".
expresó una mujer.
Recomendación: objetivo para h.
política nacional.
Estados Unidos debiera reconocer que
los problemas de salud de nuestras repu-
blicas hermanas son también nuestros pro-
Hemas: dado que los compartimos nos ve-
mos en peligro por ellos, y nos sentimos im-
pedidos de ayudarlos a solucionarlos.
Acciones que se recomiendan
l. El gobierno de los Estados Unidos de-
biera proporcionar liderazgo para llevar a
cabo un programa especial de nutrición
prenatal y posnatal para ser realizado a
través del Hemisferio Occidental por gru-
pos religiosos, laborales, femeninos, de es-
tudiantes y otros.
a) Un programa hemisférico concertado
de manera de movilizar todas las fuerzas
sociales, instintos humanitarios y recursos
-incluyendo excedentes de alimentos de
los Estados Unidos y productos locales dis-
ponibles- podría representar la más gran-
de contribución imaginable para el logro de
la meta de una más alta calidad d1:: vida.
b) Esta empresa podría utilizar orga1ú-
¡-aciones existentes tales como los Servicios
Católicos de Ayuda, el Cuerpo de Paz y el
movimiento sindical, con personal adicional
de grupos estudiantiles movilizados de ma-
nera tal que les proporcione una oportuni-
dad para expresar en forma tangible el
idealismo que motiva a tantos de los jóve-
nes en todos los países Su objetivo prima-
rio sería la adecuada nutrición de futuras
madres y de niños, para detener el terrible
efecto sobre la capacidad mental que ahora
mutila a toda una generación en muchas
t1erras, por falta de proteína en las dietas
¡:.1e y posnatales.
2. Estados Unidos debiera apoyar a la
Organización Mundial de la Salud (OMS)
y a la Organización Panamericana de la Sa-
lud (OPS) como instrumentos primarios
principales del esfuerzo de Estados Unidos
hacia el mejoramiento de la salud pública
t:n el Hemisferio Occidental.
a) En la actualidad Estados Unidos con-
tribuye con el 30 por ciento del presupuesto
c!e la Organización Mundial de la Salud y
el 66 por cient0 del presupuesto de la Or-
r;anización Panamericana de la Salud.
NUMERO 33 / ENERO 1lil70
b) Préstamos y donaciones de la Agen.
cia para el Desarrollo Internacional (AD!)
se concentran sobre erradicación de mala-
ria, provisión de agua para las comunida-
des, planeamiento familiar y nutrición.
c) El Servicio de Salud Pública (SSP)
está también sustancialmente involucrado
en el campo de la salud interamericana, eS·
pecialmente en el área de capacitación téc·
nica y profesional.
d) Como principio general, programas
multilaterales tales como los de OMS y
OPS son preferibles a los esfuerzos bilate-
rales y dan mayor promesa de lograr la ex-
traordinaria dimensión de esfuerzo que la
magnitud del problema requiere.
3. El Programa de Iqtercambiu de Ca-
pacitación Técnica establecido por la ADI
y la Organización Panamericana de la Sa-
lud con el apoyo del Servicio Público de la
Salud debiera ser empleado para propor-
cionar mayor oportunidad a personal de
sanidad de los Estados Unidos para estudiar
medicina tropical en América Central y del
Sur y en los países del Caribe.
- La medicina tropical está tristemente
dejada de lado en América del Norte, pero
los adelantos en el transporte no sólo traen
progreso sino también las enfermedades co-
munica bles de tierras distantes. Tenemos
mucho que aprender en este campo de los
médicos sudamericanos.
J. LA MUJEF
Una de las más poderosas fuerzas a fa.
vor del cambie y el mejoramiento en la
calidad de vida en los países del hemisfe-
rio es la recientemente emancipada mujer
latina.
A través del Hemisferio Occidental, las
mujeres están siendo mejor educadas, me-
JOl informadas y menos inclinadas a seguir
la tradición de que las mujeres deben ser
protegidas y subordinadas. Los intereses de
las mujeres en l~s naciones del hemisferio
cubren todos los aspectos de la vida con.
temporanea , pero muestran creciente acti·
\'idad en su apoyo de reformas en la vida
urbana, la vida rural, la educación, la sa-
lud, la nutrición, el ambiente, y la política.
Para acelerar el proceso del cambio, las
Mujeres del hemisferio se están convirtien-
do en activistas políticos. Están ansiosas por
aprender más sobre técnicas de la organf.
%ación política. Y en un grado sustancial, se
PAQ, 71
 ;Clentif1can con las fuerzas de la modera-
ción: el centro.
Hace veinte anos. las muJeres podian
votar en sólo cinco pafses. Ahora tienen el
derecho al voto en todas las naciones del
hemisferio y eJercen ese derecho. El pre-
sidente Balaguer, de Ja República Domini-
cana, atribuye abiertamente su elección en
1966 a los votantes femeninos. quienes ad-
quirieron su derecho en 1965 Su reacción
fue la de nombrar a mujeres como gober-
nadores de cada una de las 27 provincias
ac la República Dominicana.
Durante las visitas de la misión, diri-
'gentes femeninos en cada país comentaban
el hecho de que ésta era la primera vez que
un presidente de los Estados Unidos había
enviado sus representantes personales para
escuchar a las mujeies de cada país; y no
solo ttcérca de las actividades femcmnas,
sino sobre la gama total de problemas y
oJ:¡ortunidadcs vigentes en cada país.
En las discusiones, los líderes femeninos
se manüestru:on con inteligencia, simpatía
y franqueza. Citaron hechos irritantes, por
ejemplo, la falta de interes de los Estados
Unidos por conocer otros países del hemis-
ferio, su desencanto con la Alianzti pura el
Progreso, las restricciones en la ayuda de
los Estados Unidos. Pero hablaron con el
espíritu de ventilar y resolver sus diferen-
cias con Estados Unidos.
Su pedido primordial fue el de un mas
amplio intercambio de gente, ideas, méto-
dos educativos, técnicas para la organiza-
ción política, información sobre servicios
do salud, servicios sociales, planeamiento
familiar, guarderías infantiles para madres
que trabajan. Quieren int~rcambiar artistas,
escritores, conferenciantes, científicos y
maestros. A través de tales intercambios,
las mujeres creen que los países de] hemis-
ferio pueden desarrollar, para mutuo bcne-
fic101 más estrechos lazos y mayor amistad
con los Estados Unido~.
Ttecomend:ición; objetivo pan1 l<t
óoHtica nacional.
Estados Unidm! debiera reconocer plena-
mente el creciente pápel desempeñado µor
la mujer en el desarrollo político y econó-
micó, sol!ial y culturAl de las n, ciones del
hemieferío,
Acción que fl& Hc:omienda
Estados Unidos, a través del Tnstituto
para la .l!.ducac1on, C1enc1ó y Cultura del
Hemisferio Occidental, que se ha propues-
to, debiera ampliar su programa de inter-
cambio en todos los campos que se rela-
c10nan con el papel de la mujer en el de-
sarrollo de la calidad de la vida a travé,s
c'el Hemisferio Occidental.
K. COMUNICACIONES
Un mejor entendimien.w entre las gen-
tes del hemisferio es fundamental para el
logro de los objetivos y programas para el
Hemisferio Occidental desarrollados en es-
te informe. A su vez, éste se apoya en me-
jores comunicaciones entre América del
Norte y América del Sur, y entre las diver-
&as naciones entre sí. Este fue el claro con-
srmso de los 350 destacados periodistas de
:a prensa escrita y oral de 20 países con
quienes la misión estableció contacto en
sus viajes.
Los editorei; de América Latina y el Ca-
ribe se quejaron de que en Estados Unidos
habitualmente se le d~ mala cobertura a
&Us países. Luego admitieron su inclinación
A destacar los aspectos negativ(.116 de la si-
tuación en los Estados Unidos. Ellos, por
!lu parte, publican poca información sobre
sus vecinos inmediatos.
Resulta claro que el periodismo de los
Estados Unidos tiene un interés limitado y
11 menudo carece de información en las no-
ticias de América Latina y el Caribe. Sea
~or el norte o p01 el sur, el resultado es
GUe la comunicación entre los pueblos del
hemisferio deja mucho que desear.
Los dirigentes gubernamentales y los
funcionarios de la prensa en América Cen-
tral y el Caribe expresaron considerable
preocupación por el continuo dominio de
sus ondas radiales por Radio Habana. En
todos los países centroamericanos, salvo
uno, las estaciones de radio cesan su tras-
misión a medianoche y comienzan a operar
11ucvamcnte a las cinco de la mttñana. Ra.
c!lo Habana aprovecha esto mediante hábil
propaganda comunista dirigida a 108 que se
acuestan tarde y a los campesinos que ~e
levantan temprano, la mayoría de los cuR-
lcs tienen radios a transistores. Radio Ha-
baná llega a dirigir programas en írances
v creole a Haití: una hora por día de cada
~no. Los ejecutivos de 111 televisión, radio
y periódicos con quienes hab1'tmo8 dijeron
que lladio llabllna, con su podero110 tranis·
rr1sor, lleva a cabo una tarea mas prore:sw-
nal que la Voz de América, que no es muy
escuchada pues sólo opera en ondas cortas.
La Unión Soviética gasta cerca de U$S
1.000 millones por año en su programa de
·uformación extranjera; seis veces lo que
gasta la Agencia de Información de los Es-
tados Unidos. La comunicación es una de
las tres vías principales a través de las cua-
les se llevan a cabo las relaciones extran-
jeras, Junto con el comercio y la diploma-
cia. La "revolución de los transistores" en
el Hemisferio Occidental -que trae noti-
cias mundiales instantáneamente al cam-
pesino más remotamente ubicado- hace
tanto más crítico que sea llevado a cabo un
<'sfuerzo importante en el campo de las co-
municaciones
Recomendación: Objetivo para la
política nacional.
Estados Unidos, por su propia acc1on y
en consulta y colaboración con sus vecinos
del Hemisferio Occidental debiera hacer
todo lo posible para mejorar las comunica-
tiones entre las gentes de las naciones del
hemisferio.
Acciones que se recomiendan
El programa total de información
1.
Estados Unidos en el Hemisferio Occi-
<.!(.
dental debiera ser aumentado sustancial-
mente.
2. Un esfuerzo importante debe ser lle-
vado a cabo para convertir a la Voz de Amé-
rica (VDA) en competitiva, por lo menos,
cun Radio Habana en la zona de Centro-
Pmérica y el Caribe, incluyendo programa-
ción mejorada y trasmisión en bandas es-
tándar de radiodifusión por la VDA
3. El presidente debiera invitar a un
grupo especial de expertos de los Estados
Unidos en asuntos del Hemisferio Occiden-
tal a visitar diarios, revistas y estaciones
cie televisión de los Estados Unidos, cuan-
do se les pidiera, con ~l objeto de mejorar
el conocimiento de los dirigentes periodís-
ticos de los Estados Unidos sobre los paí-
ses del sur.
-Se cree que las conversaciones entre el
grupo d~ expertos y los representantes
periodísticos ayudaría a aumentar el vo-
lumen y la exactitud de la cobertura de
los asuntos del Hemisferio Occidental en
NUMli:RO 33 I F:NERO 1970
tes l!;stacios umoos. Esto sena especial·
mente esclarecedor para los redactores
de asuntos extranjeros, que son quienes
hacen los j uioios y Jecisiones diarios so-
bre el uso de material informativo del
hemisferio en los servicios informativos.
La Asociación Interamericana de Pren-
sa podría proporcionar un grupo como
éste; se sugiere también que una dona-
ción podría ser obtenida de una funda-
ción privada para cubrir gastos de viaje.
4. Se debiera poner mayor empeño en
enviar periodistas, maestros, intelectuales,
escritores, músicos, artistas y otros repre-
sentantes de los Estados Unidos a otras re-
públicas americanas.
-El Departamento de Estado de los Esta-
dos Unidos gasta sumas considerables ca-
da año en trae1 periodistas destacados,
artistas y otros a los Estados Unidos, pe-
ro un mejor equilibrio en este tráfico
cultural es necesario. Los editores del he-
misferio, por ejemplo, darían la bienve..
nida a expertos periodísticos de los Esta-
dos Unidos que llevasen a cabo semina-
rios sobre temas tales com información
en profundidad. mejor diagramación de
periódicos y capacitación de reporteros
jóvenes. Esto podría formar parte del
programa del InstitutCJ para la Educación
Ciencia y Cultura del Hemisferio Occi-
dental que se ha propuesto.
Capítulo V
Conclusión
Este informe ha tocado una amplia ga-
ma de preocupaciones que afectan las vi-
das de americanos, en los Estados Unidos
y a través del hemisferio. La gama de es-
tas preocupaciones es amplia y los esque-
mas son caleidoscópicos, Sin embargo, cier-
tos conceptos fundamentales surgen·
La gente
La preocupación del hombre es el hom-
bre. Y el hombre debe ser la preocupación
no sólo de su propio gobierno sino de to-
dos los gobiernos y todas las gentes Si no
~~c.,mos guardianes de nuestros hermanos.
fCmos por lo menos h~rmanos ele nuestros
hermanos. Si fracasamos en nuestra con-
uencia de este esencial concepto o E'n nui:s-
PAO 7:¡¡
tro compromiso con él, habremos :rracasaao
ante nosotros mismos de la más crítica
manera.
El hemisferio occidental como unidad
No sólo hermandad, sino también geo-
grafía y una herencia de respeto por el va-
lor del hombre han unido nuestro hemisfe-
rio. Nadie puede viajar a través de este
hemisferio sin ~star agudamente conscien-
te de los múltiples lazos especiales que lo
unen. Las naciones del Hemisferio Occiden-
t!:.1 no son entidades separadas; son pueblos
soberanos indisolublemente unidos los unos
con los otros por mutuas esperanzas y ne-
cesidades, mutuos intereses y objetivos co
munes.
Cada problema y .:>portunidad que en-
frenta el hemisferio rendirá uné1 mejor so-
lución si no se lo ve en términos de "no-
sotros" aquí en los Estados Unidos y "ellos"
et: los otros países. El enfoque "nosotros-
eilos" está en bancarrota y hará fracasar
los fines de los políticos y sus pueblos que
recurren a él en el futuro.
El Hemisferio Occidental sólo puede lo-
grar la aspiración común de su puebl~s co-
mo una unidad coherente de hombres libres.
La encrucijada
Hay una convergencia de fuerzas y he-
chos hacia el finAl de este siglo que está
produciendo una crisis para los hombres
llbres:
-La explosión científica y tecnológica y el
surgimiento de la industrialización que
esto ha producido;
-El concomitante incremento en el están-
dar de vida para crecientes decenas de
millones en las áreas industrializadas del
mundo libre;
-El aumento resultante de la brecha qu.e
hay entre los privilegiados y los no pri-
vilegiados.
-La conciencia tanto de la brecha como
del hecho de que no debiera existir;
-Una marea de población;
-Un inquieto nacionalismo, que lucha por
la autoidentificación;
-Y una tecnología que rasga la trama de
todas las culturas existentes.
Sin embarg0, tenemos a nuestro alcan-
ce los medios -técnicos, politic0s y cultu-
rales- para configura1 esas fuerzas y pa-
1'AG. 7.4
1a llevar a todas las gentes de este t¡em1s-
ferio al logro de sus capacidades y al sen-
tido de su propio valor.
De hecho las circunstancias de que los
hombres creen que esto está dentro de sus
alcances es una causa de la crisis de nues-
tro tiempo, ya que para mucha gente en los
Estados Unidos y otras partes del hemisfe-
rio la indignidad y la degradación son par-
te de su intolerable suerte.
Esta encrucijada -este desafío a nuestro
sistema de democracia y a la mera sobrevi-
vencia de nuestros valores y de nosotros-
no es retórica. Es concreta. O bien enfren-
tamos este desafío, o la perspectiva es de
cambios revolucionarios que llevan no sa-
bemos adónde. Tenemos los valores, la ca-
i•acidad y los medios para enfrentar eficaz-
mente esta crisis en los Estados Unidos
y en el hemisferio. Debemos emplear estos
medios con dedicación y determinación na-
cionales, con sutileza y finalidad Pues el
suelo espiritual del hemisferio es fértil pa-
ra el cambio y las fuerzas que alimentaran
la revolución están prontas y en sus puestos.
Interdependencia del hemisferio
Resulta claro que los recursos humanos
v la fuerza económica de cada nación del
Ífomisferio Occidental contribuyen a la
tuerza de las otras; quEo la enfermedad y la
propaganda no pueden se1 adiestradas para
que respeten los límites nacionales; que la
seguridad física de una nación mejora la
de todas; que un virus en los trópicos pron-
to caería sobre las ciudades - y viceversa-:
sea este virus ideológico o político; que la
violencia en una nación desarraiga el or-
den y la confianza ~n su vecina; que la
smargura y la ira de un grupo corroe la
buena voluntad de todos; que la confianza,
el coraJe y la preocupación constructiva en
una nación son contagiosos a través del he-
misferio.
Mientras que las cuestiones específicas
difieren de país a país, el empuje funda-
mental de los problemas es el mismo a tra.
vés del Hemisferio Occidental. Es evidente,
por tanto, que en los Estados Unidos no po-
demos contribuir eficazmente al crecimien-
to de nuestra nación y del hemisferio a no
ser que nos ocupemos del problema funda-
mental de nuestro tiempo en nuestra pro-
¡..iia casa. Si no queremos fracasar totalmen.
te en nuestro propósito como nación, debe-
CUACERNOS CE MARCHA
mos satisfacer ias esperanzas de nuestro
propio pueblo por una vida decente y dig
11a Sólo si hacemos esto podemos diri
gir, podemos inspirar, podemos aumentar
la calidad de vida del hombre libre a tra-
\' és del hemisferio.
Acciones que se :recomiendan:
Que el presidente emita una importan-
te manifestación de política sobre los obje-
tivos de nuestras relaciones en el Hemisfe-
rio Occidental y busque obtener una reso-
lución conjunta del Congreso para confir-
mar dichos objetivos de tal manera que se
conviertan en nuestra política nacional re-
conocida.
- - Dicha declaración de política por los Po-
deres Ejecutivo y Legislativo sería un hi-
to en asuntos hemisféricos.
-Tendría un enorme impacto a través del
hemisferio.
-Podría quedar establecida como un pri-
mer paso en la legislación para superar ·
los actuales obstáculos a las políticas y
programas referentes al Hemisferio Oc-
cidental y desalentar medidas semejantes
en el futuro.
NUMERO 33 / ENERO 1970
--1Jeb1era enunciar los prlnclplos de que
los intereses nacionales de los Estados
Unidos deben estar por encima de los in-
tereses internos especiales de cualquier
grupo en el manejo de las relaciones con
el Hemisfer io Occidental.
·Daría un nuevo carácter y estilo a nues-
~ras relaciones en el Hemisferio Occiden.
tal basadas en la asociación, no en el do-
minio. ..
- Ayudaría a crear la estructura para una
nueva era de cooperación, progreso y
dignidad humana en el hemisferio.
No hay hombre que haya vivido y se
baya sentido merecedor del don de la vida
aue no se haya sentido al mismo tiempo so-
metido a prueba por sus propios tiempos.
Es en verdad afortunado que estemos sien-
do sometidos a prueba en un tiempo de
cambio aceleradu y extraordinarias oportu-
nidades. Es nuestro destino determinar en
nuestro tiempo que la dignidad para todos
los hombres es alcanzable por una sociedad
democrática libre en nuestra nación, en
nuestro hemisferio y en nuestro mundo.
Nelson A. Rockefeller
~4Q, 7.11
 JAMES PETRAS
f>ROFESOA
POL.ITICA Y j,oMINISTRA~ION
............
JUICIO CRITICO
DEL INFORME 1
INTRODUCCIÓN
E! J.1. ut: vctubre de 1969 el presidente
N!tcon pronunció Uh imt>0rtante i:liscurso
E_olítico en la Inter American Press Associa-
t!2!!_ donde rec1so la onefitación tle su go.
tier!lo respecto d~merica ati~ pro-
pio Nixon señaló que sus declarac10nes es-
taban "sustancialmente determinadas por
e 1 informe ael gobernador Rockefeller." La
misión Rockefeller fue iniciada por el go-
bierno de Nixon con el fin de recabar ideas
sobre la política respecto a los problemas
de América Latina Una lectura cuidadosa
del discurso de Nlxon y de] Informe Roc-
kefeller revela una convergencia de pun-
tos de vista! existe, en un grado sorpren-
ctente, una firme unidad de finalidaü y
crientación Porque el Informe Rockefeller
no es un estudio más, sino un importante
documento que refleja el pensamiento de
influyentes consejeros políticos y que está
destinado a fundamentar las medidas con-
cretas que adopte el gobierno ae Nixon.
Por consiguiente, es de extrema lmportan-
ds el análisis élel Informe para comprender
la clliección de la polftica de Estados Uni-
dos 7 el sentido de sus acciones especificas.
LA BOSQUEDA DE UNA
NUEVA l»OLITICA
La ñüslón Rockefeller a Afn~rlca Lati.
ADJUNTO DE tlENCl.11
PUBLICA
na, el informe subsiguiente iil
y el üiscurso de NiXon son
descubrir una nueva pull17i-:-:k':"·á--'-7:-os~t7e:...:ri;..;.o:..r..!::a~l..:;.a
Alianza Para e rogreso. Los objétivos-es.
tablecii:.los en los primeros üocumentos de
la Alianza están más lt::!jos que nunca de su
reali:tación: en lugat dt! gobiernos demo-
cráticos Jos regímenes militares dictatoria.
les gobiernan en casi toda la región; los
f>randes latifundistas siguen domihantlo en
d médio rural: la tasa tle desarrollo du-
rante la d~cada no sólu fue inferior al 2,5~o
anual establecido en la Carta de Punta del
Este sino también menor a la tasa de de-
sarrollo promedio de la década del cin-
CUF>nta. Los dos billones anualeq de ayuda
externa para el desarrol1o se vieron má!;
1.1ue compensados por ta fuga de capitales
en servicios de deudas, reenvío de benefi-
cios, etc. Incluso uno de los fundadores de
la Alianza, Harvey Perloff, admite que "lds
logros de la Alianza nesde 1961 han sido ca-
da vet menores." Existe un consenso casi
universal sobre el fracaso de la Alianza.
¿Qué f!topone el gobierno c;leNixon para
.1eempfazar la "revoluc~ de~rática''
enunciada ~n la Alianza?
EL INFORME: DISPOSICIONES
PARA EL STATU OUO
Mientras se organizaba la misión Ito~­
kefeller los dirigentes latinoamericanos se
PAG 7't
 reunfan en Viña del Mar y tomaban posi-
clón en un documento titulado "Acuerdo
de Viña del Mar" En él se pedía la elimi.
Jiacion de las barreras aduaneras, la reduc-
ción de los fletes, liberalización de los prés-
tamos, mayor participación de las elites la-
tinoamericanas en las decisiones para el de-
sarrollo, etc. No se incluyeron propuestas
ele reformas internas En síntesis. las elites
latinoamericanas pedíañ'"íñaSCoñSideración
de Estados Unidos a sus esfuerzos para de-
isarrollar sus sociedades y mantener el con-
trol. Las recomendaciones de las elites pa-
ra remover el desarrollo de d arriba (sin
cam ios es ructurales ni participación po-
pular) p_!lrecen haber tenido influenci-ª....§Q-
bre el Informe Rockefeller.
En el momento en que se planeó la mi-
1ión Rockefeller a América Latina eran mu-
chos los regímenes políticos pro-estadouni-
éenses. Pero se realizó cuando la oposición
populista-nacionalista a esos regímenes em-
pezaba a conquistar apoyo popular En ese
1
contexto político los gobernantes estadouni-
denses buscaban medidas que estabilizaran
un statu quo políticamente favorable que
sufría serios pr0blemas económicos y socia-
les. El Informe Rocketeller les proporcio-
nó a los gobernantes políticos de Estados
Unidos una serie de propuestas destinadas
s producir instrumentos y orgamzac10nes
más flexibles para mantener a flote a las
€conC;mías latinoamericanas y fortalecer a
las elites económicas El propósito medu-
lar del mforme es facilitar la consolidación
j expansión de los intereses económicos y
políticos de Estados Unidos en América La-
tina.
1 informe aparenta contener tanto me:---"
rlidas "reformistas", como "conservadoras"
con mayor énfasis en las últimas Algunas
de las recomendaciones están destinadas a
atenuar algunos de los excesos más visibles
de la explotación económico-política de Es-
tados Unidos. Las disposiciones más impor-
tantes desde el punto de vista del poder po-
lítico, son las dirigidas a fortalecer el apa-
rato represivo: de las propuestas de cambio
surge el modelo de un "estado policíaco
perfeccionado". En un lenguaje que recuer-
da a los primeros años de la década del cin-
cuenta, el informe destaca que "es absolu-
tamente evidente que esa subversión (co-
munista) es, en el momento actual, una rea-
íidad de una potencia alarmante." Es el
mismo estilo de razonamiento utilizado por
PAG. 7.6
j oe McCarthy, la auto-evidente verdad:
existe una conspiración comunista interna-
cional observada por todos salvo por aque-
ltos vulnerables a esa subversión El obje-
tivo principal no es Castro ni las fuerzas
marxistas (que se han "unido para actos de
5Ubversión, terror y violencia en las ciuda-
des") sino la Unión Soviética, que está de.
trás del "terror" cubano El informe basa
sus tendenciosas afirmaciones en la presen-
ria de barcos soviéticos en La Habana; des-
taca:
"Esta actuación soviética en Cu-
ba y en todo el hemisferio debe con-
traponerse a las declaraciones del
gobierno soviético y de los partidos
comunistas no sólo respecto a la co-
existencia pacífica sine, también a la
desvinculación de Castro Y de su pro-
grama de terror en las repúblicas ame-
ricanas."
Contrasentidos de este tipo aparecen
cuando la U.R.S.S. suministra créditos y
Dyuda comercial a varios clientes de Esta-
dos Unidos y cuando los partidos comunis-
tas latinoamericanos han censurado en to-
clas partes a la revolución armada
Castigando al predecesor de Nixon, John-
son, por haber sido blando con el comunis-
roo el informe afirma:
"No cabe duda que es cabalmente
equivocada la idea que se tie1.e en Es-
tados Unidos de que el comunismo no
es ya un factor importante en el he-
misferio occidental."
Uno de los principales voceros de los
intereses creados del "Eastern Establish-
ment" de Estados Unidos discute las polí-
ticas revolucionarias en América Latina en
d mismo tono que utilizan los reaccionarios
c'el sur. En todo el informe, se trata de la
juventud, o de los sindicatos o de la igle-
sia; la inclinación hacia posiciones radica.
les aparece siempre corno producto en su
mayor parte de la "penetración subversiva".
El análisis del informe sobre los cami-
nos alternativos del desarrollo es dogmáti-
co, simplista y confunde deseos con reali-
dades: o una "forma dt: gobierno pluralista
que permitirá el flore.:imiento del talento
y la dignidad individual" o una "radicali-
zada, estatista y antinorteamericana." Los
regímenes están con Estados Unidos o es-
tán contra él, no hay una tercera alterna-
tiva. Para tener la seguridad de que se eli-
ja el "buen" camino el informe sugiere que
CUADERNOS CE MARCHA
 se adoctrine a los militares en ias liases es-
tadounidenses para lograr "las realizacio-
nes del modo de vida norteamericano "
Se mencionan en el informe los J:lroble-
mas socio-económicos pero el orden social
que los genera y las fuerzas coercitivas que
los mantienen deben ser fortalecidos: mayor
mtrenamiento policial y militar (p. 63), más
armas y equipos militares para suprimir la
oposición interna (p. 64i, más facilidades pa-
ra acceder a los armamentos en gran esca-
la (pp. 64-65). Condena el nivel corriente de
colaboración de Estados Unidos con los re-
gímenes militares conservadores por con-
siderarlo insuficiente y recomienda más
"esfuerzos realistas. . . sobre una base más
amplia, efectivamente hemisférica." (p. 61).
El informe describe cuidadosamente sus
afinidades con el autoritarismo al señalar:
''no es tanto un problema de democracia o
de falta de ella sino simplemente de orde-
nar las vías para seguir adelante".
A través de todo el informe las dictadu-
ras civiles y militares de derecha que opri-
men a los pueblos latinoamericanos, y que
practican una política en gran parte res-
¡:..onsable del estancamiento, la pobr.eza y
ios campos de prisioneros políticos, apare-
cen como las "naciones libres", los "gobier-
r.os democráticos". Las fuerzas políticas
que luchan contra esas condiciones e insti-
tuciones opresivas son, en la terminología
de Rockefeller, "enemigos", las "fuerzas co-
munistas encubiertas" que "explotan" esos
!actores. (p. 60) El informe se basa en una
visión conspirativa de la política de Amé-
rica Latina que linda con la paranoia, una
locura que, no obstante, tiene un propósito
político definido: fortalecer la vinculación
de Estados Unidos con los militares, per-
feccionando el aparato coercitivo y fomen-
tando una actitud que aliente la interven-
ción militar directa de Estados Unidos
c.uando sea necesario.
La afinidad evidente con la extrema de-
recha que aparece en el informe quizás se
deba en algo a la recepción hostil que re-
cibió Rockefeller en la mayoría de los paí-
ses latinoamericanos, o quizás se deba a las
invitaciones canceladas. No se puede des-
contar completamente el factor de orgullo
herido y de rencor personal. Además en el
caso de Rockefeller no sólo arriesga, en la
hostilidad general que le demostraron, per-
der la fachada: los intereses Rockefeller
son un grupo inversor importante en Amé-
NUMERQ 33 / ENERO te70
.-1,,..
Cica Latina. Las demostraciones ae JJll ma-
sas populares se dirigían directamente a
esos inversores que saquean al continent4t.
La amenaza que representan los movimien-
tos nacionales-populares para los intereses
¡:ersonales de Rockefeller simplemente agu-
dizaron su percepción de la amenaza que
tepresentan para todas las inversiones es-
t::idounidenses. Dentro de esta matriz de re-
sentimiento personal, intereses privados y
convicciones de clase es preciso considerar
las medidas extremadamente represivas
propuestas por el informe.
REFORMAS PARA PREVENIR EL CAMBIO
Los cambios de organización propuestos
en el informe emanan de su perspectiva
política; lo fundamental es centralizar y
tacionalizar la estructura de la acción po.
lítica para poder tomar acciones rápidas y
unüormes capaces de resolver las emergen.
cias. El informe sugiere cambios de orga.
nización que hagan menos visible la pre-
sencia de Estados Unidos pero no menos
reales: por ejemplo, el fuerte aval a los ca-
pitales privados norteamericanos y la pre-
5ión para crear un clima favorable a la in-
versión.
La emergencia de regímenes clientes
ctescarta la necesidad de acción unilateral,
¡..or consiguiente el informe realza la ac-
ción multilateral, dentro de la cual los
amistosos regímenes clientes comparten
conjuntamente las cargas de administrar y
patrullar el imperio. Reconoce la necesidad
<le subvencionar a las fuerzas sociales im-
potentes para mantener una vecindad amis-
tosa entre los estados clientes. Admite que
los intereses estadounidenses no siempre
han tratado bien a las elites latinoameri-
canas. Estados Unidos no ha asumido las
responsabilidades propias de su posición he-
gemónica. Por consiguiente los regímenes
clientes no han recibioo una porción ade-
cuada de los beneficios y pueden perder
terreno frente al "enemigo encubierto". El
informe tiene especial interés en que las
elites latinoamericanas reciban una por.
dón mayor de las utilidades.
Especüicamente exhorta a Estados Uni.
dos a que revise algunas de sus tarüas y
cuotas para incrementar el comercio latino-
americano, en particular, ,el de los produc.
tos manufacturados. Esto puede provocar
.algún impacto negatiw en los sectores d&
la economia estadounidense más regréslvu~
ineñclentes pero beneficiará a las gran-
iles filiales de los monopolios multinacio-
nales de Estados Uñidos que prédominan
en la mayoría de los paises latinoamerica-
nos. En otras palabraii la liberaliZación del
comercio propuesta por el informe coinci-
de con la desnaclonalización de la ihdustria
en América Latina y se conviette en un
medio para expandir las empresas estado-
unidenses de ultramar proveyéndolas de
condiciones mundiales 6ptrmas. bajos im-
puestos y mano dé obra barata ~11 el ex·
tranjero y buenos mercados en Estados
Unidos. El Informe propone la estabiliza
ción de los precios de los productos latino-
americanos. Los consumidores estadouni-
denses, en su mayor parte empleados y
obreros, subvencionarán a los latifundistas
y dueños dé plantaciones latinoamericanos
y estadounidenses. Dada la naturaleza au-
toritaria de la mayorua de las sociedades
latinoamericanas y del apoyo material de
Estados Unidos al aparato represivo que
Jas mantiene, los beneficios de la liberali-
tación del comercio y de los subsidios no
podrán redistribuirse ampliamen'te.
La ayuda de Estadvs Unidos a las des-
fallecientes economías satelites ha retorna-
do con creces a los bolsillos estadounidenses;
en su mayor parte ha servido para finan-
ciar progl'flmas impactantes de corto plazo
y ha hecho la fortuna de políticos amigos
En síntesis, ha influido poco o nada en el
desarrollo a largo plazo de América Lati-
na. El informe sugiere la eliminación de los
intereses altos y de los otros recargos in-
clusive la obligación de utilizar barcos de
Estados Unidos No obstante, las restric-
ciones impuestas a Ja utilización de los
préstamos estadounidenses -<:omprar sólo
productos norteamericanos- serán "libera-
l:zadas" únicamente para permitir adqui-
siciones "dentro del hemisferio occidental".
Pero los competidores en eJ mercado mun-
dial de los productores estadounidenses, no
~e encuentran en México, Paraguay, Boli-
via, Brasil o Argentina sino en Alemania
Oriental y en Japón. Estos últimos países,
que pueden vender a precios mucho más
bajos que los exportadores de Estados Uni-
pos, permanecen excluidos.
Las deudas y refinanclac1one$ en que
han incurrido las elites latinoamericanas y
el drenaje de las utilidades de las inversio.
nes extranjeras fuera del país, han hecho
muy precaria la posicrón económica de los
regímenes latinoamericanos. EJ informe
Rockefeller sugiere que se difieran los pa-
gos de las deudas cuando las .elites clientes
enfrenten serios problemas para mantener
sus economías a flote
Según eJ informe, 1as industrias latino•
americanas tienen qu~ desarrollarse como
filiales del üesarrollo industrial de Estados
Unidos. Al "especializarse" en las ramas
industriales menos remunerativas y más
atrasadas tecn0lógicamente pueden sumi-
nistrar a Estados Unidos bienes de consu-
mo más baratos mientras importan merca-
derías de las empresas industriales más
eomplicadas del norte. Esta institucionali-
zación de la inferioridad y dependencia es
C'Gnsiderada por el informe "unti división
uel trabajo más eficieme" (p. 101}.
En el último tercio del informe apare-
cen una serie de cuadros y grMicas que do-
rumentan los problemas sociales de Ameri-
ca Latina J:..as omisio11es son patentes: n<?
se discute la reforma agraria., es decir la
redistribución de la tierra Nixon y Roc-
kefeller olvidan completamente el proble·
tna de millones de campesinos. Parten de la
errónea y simplista n,,ción de que el au•
mento de producción mmentará la cuota
de todo el mundo Aun4ue q<' h:-i demostra·
do que la expansión de la agricultura me•
canizada simplemente rtesplaza a los agri-
cultores asalariados, aumenta las ganan·
crns de los terratenientes y acentúa liis de-
sigualdades en la socieaad· Se describen los
profundos problemas d~ la salud educación
y_ bienestar pero no se tes vincula a las ins-
tituciones socio económicas ni a la poHtica
de las "naciones demucráüéas" Nohay el
menor intento de analizar la cóntribución
d~ lª intervención j>Olít1ra. económica y mi-
•,tar. abierta o encubierta de Estados Uni-
dos en l.a ~~uac;i{m de estas ~~nd1cion:s;
Ji particular a la luz dE- las recomenaac10-
nes sobre el fortalecimiento del aparato re-
rn·esivo para combatir las "fuerzas insur.
6entes" es decir las fuerzas sociales capa-
ces de provocar el desarrollo social.
CUAOERNÓ9 D~ MAROH~
 BIBLIOTECA DE MARCHA

COLECCION "LOS NUESTROS"

La BIBLIOTECA DE MARCHA dedica una colección de su línea
editorial a los que llamamos LOS NUESTROS:
¿Quiénes son LOS NUESTROS?
En primer lugar no son sólo uruguayos; son latinoamericanos de
distintos países que piensan y viven para su patria chica, pero tam-
bién para la gran patria continental. Y no son sólo los contemporá-
neos; son también los hombres que en el pasado combatieron de un
modo u otro contra la dominación extranjera y contra todas las for-
mas de colonialismo.
Son los libertadores de hoy y de siempre, que militan en el ejér-
cito invencible de LOS NUESTROS.
Cada tomo recogerá el pensamiento vivo de. los hombres que hi-
cieron - y continúan haciendo- la historia de esta América nuestra.
Y el especialista que selecciona fos textos es también el encargado de
redactar un prólogo que analiza el momento histórico en que surge el
personaje y la proyección real de éste.

Acaban de ap.i rcccr

ARTIGAS
SELECCION y PROLOGO por OSCAR H. BRUSCHERA
I /\

HELDER CAMARA
SHECCION y PROLOGO por PAULO R. SCHILUNG
/

MARTI
SHECCION y PROLOGO por R. FERNANDEZ RETAMAR

Distribuye AMERICA LATINA

18 de Julio 2ogq Tel. 415127