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En torno a la teoría de la imagen


visual y de los imaginarios:
las cajas negras de la comunicación y la post-vida
de las imágenes1
1

Víctor Silva Echeto


Doctor en Estudios Culturales (Universidad de Sevilla)
Investigador en el Centro de Estudios Avanzados - CEA
(Universidad de Playa Ancha)
E-mail: vsilva@upla.cl

Inicio: hacia una teoría de las


cajas negras

Vilém Flusser concibió las ciencias de la


basura (las ciencias del lixo, en portugués),
entre las que se encontraban el psicoanáli-
sis; la antropología y la ecología. Se podría
Resumen: El presente texto diseña los lineamientos de una te- traducir su planteamiento, considerando
oría de la imagen visual y de los imaginarios, introduciendo
conceptos como los de caja negra y post-vida de las imágenes. que, en el afuera de la ciudad científica, se
En diálogo con Vilém Flusser, Aby Warburg y Michel Foucault, encuentran esos basurales epistémicos, que
se propone una lectura crítica de la imagen-técnico-visual,
planteándose una ecología de la imagen y de los imaginarios. desafían la mirada dogmática y disciplinaria
Palabras-clave: imagen, imaginarios, cajas negras, pos-vida de de las ciencias. Plantearse una ecología de la
las imágenes.
imagen visual, en ese contexto, requiere re-
Em torno da teoria da imagem visual e dos imaginários: flexionar sobre esas ciencias de la basura. El
as caixas pretas da comunicação e a pós-vida das imagens universo de las imágenes técnicas (Flusser,
Resumo: O presente texto traça as diretrizes de uma teoria 2008), es un no-lugar de superficialidad, un
da imagem visual e dos imaginários, introduzindo conceitos
como os de caixa preta e pós-vida das imagens. Dialogando espacio intersticial entre lo visible e invisible,
com Vilém Flusser, Aby Warburg e Michel Foucault, propõe- entre lo material e inmaterial.
se uma leitura crítica da imagem-técnico-visual, semeando-se
uma ecologia da imagem e dos imaginários.
Este teórico checo-brasileño – que no
Palavras-chave: imagem, imaginários, caixas pretas, pós-vida dejaba de considerarse brasileño –, tanto
das imagens. en el exterior como en este país, había su-
On the theory of the visual image and the imaginary: the frido una doble o triple marginación, por
black boxes of communication and after life of images. la dificultad de ubicárselo en los dogmas
Abstract: This paper designs the outlines of a theory of the disciplinarios de las ciencias. Si en un prin-
visual image and the imaginary, introducing concepts such as
black box and post-life images. Speaking to Vilem Flusser, Aby
Warburg and Michel Foucault proposes a critical reading of
1
Este artículo es una continuación de otro texto ya
the image-visual technical, raising an ecology of the image and publicado en Líbero, bajo el título de “Comunicación
the imaginary. intercultural, ecología y residuos: entre Palo Alto, Flus-
Keywords: image, imaginary, black boxes, pos-life images. ser y Guattari”.

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cipio huyó del nazismo desde Praga hacia técnica. Esta no es la conjunción entre “ima-
São Paulo y luego de la dictadura brasileña, gen” y “técnica”, sino que son los intersticios
retornó a Europa. Posteriormente, los dog- de las cajas negras. El mismo Flusser dudó
mas científicos de los “policías” epistémi- en más de una oportunidad de si era conve-
cos, intentaron apartar su amplia obra de niente seguirse refiriendo a imagen o había
que cambiar ese concepto. Imagen-técnica,
por tanto, es imagen como “superficie” que
proyecta una fantasmagoría. Es la portadora
La catástrofe de la
de un más allá de la vida – sobrevida –, una
comunicación, es que post-vida en términos de Warburg.
fue transformada en Norval Baitello jr (2008:7), escribe en el
actual, producto de la Prefacio de O universo das imagens técnicas.
aceleración del tiempo Elogio da superficialidade: que este libro, ini-
y de la retirada de cialmente dactilografiado en portugués por
musa de la memória Flusser, complementa, profundiza y re-direc-
ciona su obra más conocida internacional-
mente, Filosofia da caixa preta, difundida en
español como Filosofía de la fotografía. Esta
las aulas y las pesquisas, aunque al volver obra, que, posteriormente, Flusser corrige y
a re-descubrirse y citarse en Brasil y fuera amplia, se extiende hacia una filosofía de las
de este país, se encontró a un teórico de la cajas negras y de la superficialidad. Pantalla
comunicación imprescindible para inter- es superficie, espectros que se proyectan so-
pretar este momento histórico. A partir de bre la tela cada vez más intangible. La ima-
cursos, colecciones de libros, conferencias,
gen técnica o tecno-imagen es la imagen de
traducciones, artículos, congresos y semi-
la post-escritura, no más hecha de planos o
narios, comenzaba a re-descubrirse la fasci-
superficies, sino de puntos, gránulos y pixe-
nante e inclasificable obra de este teórico de
les (Baitello, 2008:8).
la comunicación.
El espacio en la era de la imagen técnica,
En ese contexto, las ciencias de la basu-
se transforma en nulo-dimensional, hay un
ra, son re- dignificadas (¿se puede dignificar
grado cero del espacio. Son no lugares, ya no
la basura?) por una ecología de la comuni-
como utopías –como las planteaba Flusser-
cación y la cultura, además, de las cajas ne-
sino como heterotopías o espacios- otros.
gras (“cajas pretas”, en portugués), es decir,
aquellos intersticios entre lo conocible y lo Delante de la pérdida del espacio solo se pue-
no conocible, entre lo visible y lo no visible. de hacer un “elogio de la superficialidad”. En
Son indicios no totalidades, huellas no sig- ese contexto, una ecología de la comunicaci-
nos acabados. Los indicios son los métodos ón y de la cultura, que se proyecte como un
de los que no tienen método. análisis de la imagen-técnico-visual, se pro-
pone diseñar una ecología de la superficie y
de la intangibilidad de la pantalla.
Cajas negras
Partiendo de las imágenes técnicas ac-
El concepto de cajas negras fue introdu- tuales, Flusser (2008:12) indica que pueden
cido por Flusser para referirse a la imagen- reconocerse en ellas dos tendencias dife-
técnica. En principio para elaborar las claves rentes: una revela el rumbo de la sociedad
de una filosofía de la fotografía, pero no pue- totalitaria, centralmente programada, de
de reducirse a ella, porque no es únicamente los receptores y de los funcionarios de las
la fotografía sino, a partir de su arqueología, imágenes. Desde A religiosidade, el concep-
las transformaciones de la llamada imagen- to de funcionario (Flusser, 1967), se refiere

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a la funcionalidad de un sujeto, sujetado al y conflictos entre las culturas. Warburg, en


aparato, dependiente de él. Al perder au- más de una oportunidad, se definió como
tonomía e individualidad, el individuo se teórico de la imagen, combatiendo a los que
transforma en dividuo, de acuerdo a Gün- la reducían a las formas elevadas de la cul-
ther Anders y, también, a Gilles Deleuze. Es tura, como en el caso del arte y de la esté-
decir, es un sujeto quebrado, partido, divi- tica. Para encontrar a Mnemosyne hay que
dido, un autómata de los aparatos. buscar sus indicios en las cajas negras.
La otra tendencia indica el rumbo de La tercera catástrofe (luego de, por lo
la sociedad telemática dialogante entre los menos, dos anteriores, para no ser reduc-
creadores y los coleccionistas de imágenes. cionista con la historia), es la del tiempo y
Ambas tendencias, que podrían referirse a el espacio, la de la perdida de dimensiona-
polos negativos y positivos de las imágenes- lidad y temporalidad. Es decir, la que seda
técnicas, dan cuenta de las dos tendencias el pensamiento producto de estar sentado y
de las cajas negras. anestesia la estética, transformando al nó-
Estas son accidentes que irrumpen en la mada en un sujeto sedentario (sedar; sen-
normalidad continua del tiempo, son, por tarse; sedentarizarse, vienen de la misma
eso, interrupciones en la temporalidad y en familia etimológica).
la espacialidad. Se ubican en el espacio nulo- El “pathosformel” (Agamben, 2010), re-
dimensional, donde las dimensiones (tri-bi y cuperado por Warburg, como fórmula para
uni) se pierden por la falta de materialidad
interpretar “la imagen en movimiento” – en
de la pantalla.
distintas épocas –, es una forma nómada de
analizar las pinturas de Durero, las fotogra-
Catástrofes fías contemporáneas a él (como las de Mus-

solini firmando el concordato), los sellos, las
Después de las catástrofes, lo que se bus-
estampillas, distintos árboles genealógicos.
ca para intentar descifrar los motivos por las
No obstante, en la actualidad, la imagen-
que se produjeron, son las cajas negras. Sin
técnica intenta sedar a esos ojos y cuerpos
embargo, esas catástrofes generalmente son
de medios de transporte (autobuses; trenes; cansados, y, por qué no, desaparecidos en
aviones), en escasas oportunidades se refie- la inmensidad mediática. Los pathosformel
ren a las catástrofes de los medios de comu- son híbridos de materia y forma, de creación
nicación, fundamentalmente, los visuales, y performance, de originalidad y repetición.
quienes esconden en sus cajas negras los Son cristales de memoria histórica. Cristales
indicios de una cultura “sedada” (Baitello, como virtualidad y de-formación monstru-
2012). La catástrofe de la comunicación, es osa. Monstruo viene de mirar. No son sólo
una de las de mayor impacto en esta épo- fantasmas (no hay imagen sin fantasmago-
ca contemporánea, transformada en actual, ría) sino espectros en movimiento. Es un
producto de la aceleración del tiempo y de “pathos” que se “forma” y “de-forma”.
la retirada de “Mnemosyne”. La musa de la Como bien lo resumió Warburg, hay una
memoria, la musa de todas las musas, la ins- post-vida de las imágenes, una sobrevida,
piradora del atlas de la imagen visual de Aby una vida después de la vida, una persistencia
Warburg (2010), la que dignifica la cultura de las imágenes que se acumulan en la me-
de las imágenes. A estas, Warburg no las moria y forman la memoria, acopiándose a
considera, como se conciben actualmente, ella como capas que no se sustituyen sino que
como imagen homogénea, a-problematiza- se acumulan. Las culturas, por ello, son capas
da (es decir, no problemática) y pornográfi- de imágenes que van formándose como tra-
ca, sino como espacio de diálogos, disensos mas de discursividad y de visibilidad.

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Imaginarios y post-vida de las Ya Michel Foucault en 1954, en la intro-


imágenes ducción a la obra de Binswanger: El sueño y
la existencia, psiquiatra director de la clíni-
En la actualidad, donde la imagen-técni- ca Bellevue de Suiza donde en las primeras
ca intenta borrar las huellas del pasado en décadas del siglo XX Warburg fue internado,
la instantaneidad mediática, la post-vida de opone imaginarios a imágenes. Una de las
las imágenes desafía a la “sedación” visual. principales ideas que expone Foucault en esa
La contemporaneidad, reducida a realidad introducción, es que el imaginario se opone
espectacular (reality show), intenta seducir a la imagen, así como los sueños se diferen-
y anestesiar a los ojos agobiados por tanta cian de ella. Es más, llega a escribir radical-
instantaneidad y flujos de imágenes. El pen- mente que el imaginario es “iconoclasta”.
samiento “sentado”, es una de las claves de la En ese momento, 1954, Foucault adelanta
cultura de la silla (“cadeira”), de la acumula- algunas de las consecuencias que la imagen
ción de asientos artificiales que, artificializan va a producir, en el contexto de los medios
aún más, a la “iconofagia” que devora cuer- de comunicación. Lo imaginario para Fou-
pos e imaginarios (Baitello, 2008b). Dietmar cault, siguiendo a Binswanger e indirecta-
Kamper, en una conferencia en Natal (Bra- mente sin citarlo a Warburg, forma parte de
sil), según narra Norval Baitello (2012:79), un estado de ensoñación. Por ello, los sueños
declaró que para cada habitante del planeta forman parte de lo imaginario, así como lo
hay cuatro sillas disponibles en espera. En inconsciente y lo profundo de la psiquis. A
ese momento, hace más de una década, ha- las profundidades y a los rizomas (raíces no
bía 6 billones de habitantes en el planeta y 24 verticales) de las culturas.
billones de sillas, hoy con 7 billones habría La hipótesis que habría que incorporar,
28 billones de sillas. A los billones de sillas no sin polémicas, es que Foucault corrige a
se corresponden billones de glúteos sentados Binswanger y a Warburg, mientras que este
y de ojos sedados. La cultura sedentaria, fue último habla de sobrevida de las imágenes, el
parte de un proceso civilizatorio que pro- crítico francés se refiere a imaginarios. La so-
curó sentar al nómada, que subvertía con sus brevida de las imágenes son los imaginarios.
traslados y dificultaba su ubicación, y, por Si Flusser tenía dificultades para referirse a
ende, su control. imágenes en el caso de la imagen-técnica,
El animal intenta parar los relojes de tan- ya que esta última no es comparable a los
ta instantaneidad. La rítmica no permite otra inicios de las imágenes, a sus texturas y fan-
relación con la temporalidad, que no sea más tasmagorías, Foucault, también, tendrá una
que la del vínculo con una velocidad que relación ambigua con la imagen. Es, por eso,
obstaculiza al pensamiento que, obviamen- que la opone a imaginarios.
te, requiere de tiempo. Hay, por tanto, una Lo imaginario, para Foucault, no puede
“ecología de la comunicación” (Romano, reducirse a la superficialidad de la imagen.
2004), un espacio para recuperar no solo la Una larga distinción realiza entre imaginario
relación de lo humano con la naturaleza, es e imagen; entre índice y significación; plan-
decir, concebir a lo humano como parte de la teando una teoría del síntoma. La primera la
naturaleza, sino, además, una nueva relación incorpora desde la crítica existencialista; la
del cuerpo con los imaginarios de la comu- segunda de la fenomenología de Husserl y la
nicación. Hay, en la imagen una iconoclastia, tercera del psicoanálisis.
que cuestiona –por su intento de visibilidad El imaginario es un índice; una huella;
total-, la creación de imaginarios. Imagina- mientras que la imagen lo intenta concretar
rio, por ello, en la época actual se opone a en significaciones. El imaginario es un sínto-
imagen- técnica-mediática. ma. La imagen la enfermedad. El imaginario

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es la imaginación, la creatividad de lo imagi- un neo-nomadismo pero mediático. El viaje


nado. Por eso, el imaginario es iconoclasta, es entre las imágenes y no entre los imagina-
rechaza a la imagen. Cuando el imaginario rios. Corrigiendo a Flusser, se podría hablar
se transforma en imagen se concreta. Meta- de una situación paradójica, donde más que
fóricamente hay un combate entre imagen e neo-nomadismo es una neo-sedentarismo-
imaginario, la primera por concretar y redu- nómada, un nomadismo de los glúteos, para
cir al segundo; este por no reducirse a ella. parafrasear a Baitello (2012). El flâneur se
La ecología de la comunicación, es, tam- transforma en voyeur.
bién, una ecología de los imaginarios. Estos
se conciben como tramas que penetran en la
profundidad de la cultura. Si la cultura me- Hay, en la imagen
diática es una cultura de la superficie, de la una iconoclastia,
instantaneidad y de los flujos, la ecología de
que cuestiona –
los imaginarios penetra en su interior abri-
éndose a la imprevisibilidad, a la diversidad por su intento de
de tiempos y espacios. Son hologramas, es visibilidad total–,
decir, partes que agrupan el todo y todo que la creación de
están formados por partes, no unas menos imaginarios
importantes que las otras, sino que encajan
–no homogénea ni perfectamente, sino dis-
continuamente- como piezas de un “rompe-
cabezas”. Hay, por tanto, una inquietud en las El hombre se encuentra “obsoleto” (An-
formas y una “destrucción” como “creación” ders, 2011), es una carga, un conjunto mus-
(Baitello, 2003). cular que hay que reducir, cuerpo que hay
que intentar eliminar o, por lo menos, inuti-
Las cajas negras acumulan los rastros de
lizar. Frente a la angustia de Anders, el rever-
la sobrevida y post-vida de las imágenes.
so foucaultiano, “hombre invención reciente
Para Baitello jr (2012:85), el descubrimiento
(…) que pronto adquirirá una forma nue-
de Aby Warburg de la post-vida de las imá-
va” (Foucault, 1986). El aparato se fusiona al
genes, fue rechazar la definición de la ima-
funcionario, ya no cuerpo, ni masa muscular,
gen como la presencia de una ausencia, y
sino funcionario que funciona al ritmo del
considerarla como la “presencia” de una vida
aparato (Flusser, 1967).
después de la vida. Carga energética humana
Los movimientos de desterritorializaci-
que penetra en las profundidades, y más que
ón en la cultura mediática y su producto la
en las raíces, en los rizomas de las culturas, en imagen-técnica, se territorializan en la fra-
esas raíces horizontales que se trasladan sin gilidad de la pantalla. Tenue tela por la que
control. “Fórmula de pathos”, es una palabra se cruza, transformándose, en ese proceso de
griega que quiere decir, pasión y sufrimiento, devoración, en una imagen más de ese flujo
y esa, desde la concepción de Warburg es la inacabado. Estas son algunas de las caracte-
fórmula de las imágenes y, por extensión, de rísticas de la cultura mediática, de medios
los imaginarios. Pathos, phantasmata y fan- e imágenes, ya no en-el-medio, sino en el
tasmas, son términos de familias etimológi- principio y en el final del proceso. Por ello,
cas similares. los medios tendrían que volver a concebirse
En Walter Benjamin, esa fórmula adquie- como entre-medios, como intersticios, desde
re las dimensiones de los pasajes, es decir, de los cuales, la heterogeneidad de los imagina-
los espacios de circulación, de movimiento, rios ponga en tensión a la homogeneidad de
donde el nómada recorre con sus pies y con la imagen-técnica.
sus ojos. Ahora, de acuerdo a Flusser, se vive (artigo recebido ago.2012/ aprovado set.2012)

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Referências

AGAMBEN, Giorgio. Ninfas. Valencia: Pre-textos, 2010. FLUSSER, Vilém. O universo das imagens técnicas. São Paulo:
ANDERS, Günther. La obsolescencia del hombre. Sobre el Annablume, 2008.
alma en la época de la segunda revolución industrial. Volumen _________. Da religiosidade. São Paulo: Conselho Estadual de
I. Valencia: Pre-textos, 2011. Cultura, 1967.
BAITELLO Jr., Norval. O pensamento sedado. Sobre glúteos, FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas. México (DF),
cadeiras e imagens. São Leopoldo: UNISINOS, 2012. siglo XXI, 1986.
_________. La era de la iconofagia. Sevilla: Arcibel, 2008. ROMANO, V. Ecología de la comunicación. Hondarribia: Ar-
_________. O animal que parou os relógios. São Paulo: An- gitaletxe Hiru, 2004.
nablume, 2003. WARBURG, Aby. Mnemosyne. Madrid: Akal, 2004.

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