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Bolilla 12
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FALTA UN PEDAZO EN LA ULTIMA PARTE.. tenes que sacar de rivera tomo 2…es sobre..
el patrimonio como prenda comun de los acreedores y las clases de credito..
BOLILLA XII
EL PATRIMONIO
1. EL PATRIMONIO
jurídica que se atribuye al patrimonio, se discute en cambio sobre su naturaleza, sus caracteres, su
composición y especialmente sobre el fundamento legal del tratamiento unitario de los derechos o
cosas que lo componen.
En los párrafos siguientes expondremos las dos grandes concepciones que con la relación
al patrimonio aparecen en el pensamiento jurídico:
b) Subrogación real entre los elementos que integran el patrimonio. El segundo principio
fundamental que según Aubry et Rau deriva del carácter de universalidad jurídica atribuido al
patrimonio es el que enuncia como el de la subrogación real de los elementos que forman su
contenido. Se denomina subrogación la acción y efecto de reemplazar o reemplazarse una persona,
cosa o derecho, por otra persona, cosa o derecho. Cuando la sustitución es de una persona por
otra, se está en presencia de una subrogación personal. Pero cuando se trata del reemplazo de una
cosa o de un derecho de otra cosa o por otro derecho, la subrogación se denomina real.
Pues bien, según Aubry et Rau, los derechos apreciables en dinero que ellos denominan
bienes y que componen el patrimonio de una persona, debe ser considerados solamente en su
aspecto económico, como simples valores, y por lo tanto, fungibles, es decir, cambiables, aunque
no se de en ellos, considerados fuera del patrimonio y en su aspecto singular las condiciones de
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fungibilidad de las cosas. En consecuencia los derechos económicamente valiosos que ellos
denominan bienes, al entrar en el patrimonio de una persona, se convierten en simples valores
económicos y reemplazan a los valores representados por los derechos que egresan y se produce,
podríamos decir, ipso iure, una subrogación que se califica de real.
Los derechos que ingresan, según las formulaciones teóricas de Aubry et Rau, ocupan en el
patrimonio el lugar de los que salen y asumen la misma naturaleza de ellos, es decir, de valores
positivos, que como elemento activos responden de los pasivos representados por las deudas a las
cuales están unidos, según vimos, formando una masa abstracta.
Esta idea de la subrogación real es la que, como señalan los Mazeaud, sirvió de
fundamento al principio (acogido en nuestro Código Civil) de que el patrimonio es la garantía
general, o como también se dice la prenda común de los acreedores quirografarios. Estos
acreedores, que no tienen derecho alguno sobre las cosas o derechos pecuniarios en particular de
su deudor, solamente en el patrimonio, que es una universalidad jurídica donde los derechos
económicamente valiosos y los deberes jurídicos de igual valor se hallan unidos formando una
masa abstracta de valores positivos y negativos, encuentran la posibilidad del cobro de sus
créditos, que son deudas en el patrimonio de su deudor, en virtud del otro principio antes
enunciado de que "en el patrimonio, el activo responde del pasivo".
2) El patrimonio está unido a la persona como atributo de su personalidad jurídica.
Consecuencias.
Según la tesis de Aubry et Rau, el patrimonio no es más que una consecuencia de la
personalidad jurídica, y está, por tanto, necesariamente unido a la persona. Es, dicen: "la
emanación de la personalidad y la expresión de la potestad de que una persona se encuentra
investida como tal". Por lo tanto, concluyen, según vimos, sólo una persona, por ser un sujeto a
quien el derecho atribuye una voluntad impredecible para ser titular de derechos, en la tesis
voluntarista, pueden unir derechos para formar una universalidad jurídica, como es el patrimonio.
De este segundo carácter atribuido al patrimonio deducen Aubry et Rau tres
consecuencias:
a) Sólo las personas pueden tener patrimonio.-
De acuerdo con la concepción de Aubry et Rau, no puede haber un patrimonio sin una
persona física o moral que lo posea. Ello se explica porque, siendo el patrimonio una universalidad
de bienes de derechos y deberes económicamente valiosos, necesariamente y fatalmente debe
encontrarse, ya que no se concibe derecho ni deber alguno jurídico sin un sujeto titular del derecho
o soporte del deber, que siempre, según vimos al analizar el sujeto de las relaciones jurídicas, es o
debe ser, una persona, esto es, un ente que según la tesis voluntarista sobre los derechos
subjetivos, tiene que estar naturalmente dotado de voluntad o poseer una que el derecho
intelectivamente le atribuya y tal cual se le reconoce capacidad jurídica.
Este principio de que solamente las personas pueden tener patrimonio, suscitó graves
dificultades en Francia con relación a las fundaciones que aparecen como masas de bienes (cosas o
derechos) afectados a un fin benéfico, que sólo adquieren el carácter de personas cuando se les
otorga por la autoridad competente del estado la correspondiente autorización que implica el
otorgamiento de capacidad jurídica y la atribución intelectiva como voluntad jurídica, la de sus
fundadores, que obra por medio de sus dispositivos humanos de administración previstos en los
estatutos. En efecto, siguiendo la tesis clásica de Aubry et Rau, se ha sostenido que los legados
hechos con fines de fundación o las donaciones con igual fin, eran nulas (o inexistentes), porque no
existía aún la persona del legatario en los unos o del donatario en las otras. Las dificultades, como
recuerdan los Mazeaud fueron salvadas por los tribunales administrativos franceses, quienes, ante
legados con fines de fundación o de donaciones, otorgaron personería jurídica, que por una
abstracción tiene efecto retroactivo al día de la muerte del testador autor del legado o del acto de
donación, que son los momentos en que los derechos deben pasar al patrimonio del legatario o
donatario en su caso.
En nuestro derecho, el Código Civil de Vélez, en el art. 1806 resuelve expresamente el caso
de donaciones con fines de fundación, por lo cual no se han planteado las dificultades apuntadas
como las de Francia, aun admitiendo la teoría de Aubry et Rau, es el sentido de que solamente las
personas pueden tener patrimonio.
b) Toda persona necesariamente tiene patrimonio.
El patrimonio según la concepción de Aubry et Rau, es un atributo necesario de la persona
y se identifica con la aptitud de ella para adquirir derechos y contraer deberes económicamente
valiosos. El patrimonio viene a ser, por consiguiente, de acuerdo con esta concepción, un
fragmento de la capacidad jurídica referido precisamente a la aptitud para adquirir esos derechos y
deberes susceptibles de apreciación pecuniaria. El patrimonio viene a ser, pues, el continente
indispensable de tales derechos y deberes que al ingresar forman una masa abstracta de valores
positivos o negativos.
De aquí que, de acuerdo con la teoría clásica de Aubry et Rau, toda persona, como sujeto
jurídico con aptitud para adquirir derechos y deberes y por tanto también los de valor económico,
tenga siempre continente con un contenido valioso o disvalido, pero siempre con algún valor,
aunque éste resulte cero, por la ausencia momentánea de derechos de valor positivo y de deudas
de valor negativo.
Como consecuencias lógica de este principio de las consubstanciación del patrimonio con la
persona, el mismo no puede ser cedido, pero esto causa de muerte, en razón de que para obviar
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a) Derechos reales.
3) Solo encierran derechos deberes de valor pecuniario
b) Derechos creditorios
persona y emanación de la personalidad jurídica de ella, es evidente, como lo señala Llambías, que
en el articulado del Código "no hay nada que obligue a adoptar en nuestro derecho la teoría de
aquellos" y en consecuencia el intérprete queda libre para escoger la concepción que le parezca
que mejor satisface los intereses del hombre.
Abelenda escoge la concepción clásica tal como la hemos explicado, con la única salvedad
que ya hemos formulado en cuanto al carácter de único e indivisible, que debe ser morigerado.
los derechos y deberes de valor pecuniario que por imperio de la ley forman una masa abstracta
que recibe un tratamiento unitario.
Abelenda sostiene que el contenido inmaterial está constituido por derechos subjetivos y
deberes jurídicos o cargas que se aprehenden como valores económicamente positivos y negativos.
Opina también que la regla Nemo plus iuris ad alium transferre potest quam ipse habet, acogida en
el art. 3270 del Cód. Civil da razón a nuestro aserto. En efecto, si algún citado precepto legal "nadie
puede transmitir a otro sobre un objeto un derecho mejor o más extenso que el que gozaba; y
recíprocamente, nadie puede adquirir sobre un objeto un derecho mejor y más extenso que el que
tenía aquel de quien lo adquiere", puede afirmarse sin temor a errar que según el régimen jurídico
de nuestro Cód. Civil, todo derecho subjetivo económicamente valioso puede tener restricciones,
limitaciones o cargas, que disminuyan su valor pecuniario y, por tanto el del contenido patrimonial
que integra como elemento positivo.
Según Vélez Sárfield, al reglamentar las sucesiones mortis causa, hizo aplicación de este
principio. Así el art. 3279 del Cód. Civil preceptúa: "Las sucesión es la transmisión de los
derechos activos y pasivos que componen la herencia de una persona muerta, a la
persona que sobrevive, a la cual la ley o el testador llama para recibirla. El llamado a
recibir la sucesión se llama heredero en este Código".
Por otra parte, en principio o regla de que el patrimonio del deudor es la garantía de los
acreedores quirografarios, o como dice, la prenda común de ellos, fue acogida por nuestro
codificador, quien hace aplicación particular de ella en los arts. 505, inc. 3º, 931; 3474 y 3922.
Este principio permite también asegurar que las cargas o deudas forman parte del
contenido del patrimonio. En efecto, en los juicios universales de concurso civil o quiebra comercial,
los acreedores quirografarios o comunes quedan, frente al patrimonio del deudor, a lo que resulte
el juego de los valores positivos (derechos económicamente valiosos) y negativos (cargas que lo
gravan).
Tales acreedores, que no tienen derechos reales de garantía sobre cosas, no privilegios
generales o especiales, sólo encuentran en esa masa abstracta de valores positivos y negativos que
constituyen el contenido (inmaterial) del patrimonio la posibilidad del cobro de sus créditos.
El deudor quebrado o concursado responde con su activo patrimonial, pero opone también
su pasivo y el derecho a excluir algunos bienes, verbigracia el referido al lote del hogar o el dominio
sobre ciertas cosas indispensables para la subsistencia personal y familiar.
hayan originado en causas ajenas a la gestión social, podrán agredir los bienes del patrimonio
general, pero no los del patrimonio “social”.
Caracteres.
De lo expuesto surge cuáles son las caracterísiticas de estos patrimonios especiales:
- Para su existencia es necesaria una autorización legal, pues se trata de una excepción al
principio general, ello no descarta que la autorización legal sea ejercida en razón de un acto de
voluntad privada, ejemplo, medainte la constitución de una empresa individual de
responsabilidad limitada en los países en que ella está admitida.
- Son independientes del patrimonio general
- Responden solo por determinadas deudas y no por otras.
Tanto el patrimonio general como los patrimonios especiales, provienen de la ley que trata
unitariamente a un conjunto de bienes individuales. Por esto es que uno y otros patrimonios son
universalidades de derecho
En cuanto a la suerte de los nuevos bienes que adquiera el titular, ellos ingresan al
patrimonio general y no a los patrimonios especiales, a no ser que: 1) la ley establezca esta últims
imputación, 2) o que provengan de inversiones de bienes de los patrimonios especiales (supuesto
de subrogación real por el cual el nuevo bien sigue la condición jurídica del bien reemplazado), 3) o
que se trate de furtos o productos de bienes del patrimonio especial.
El patrimonio especial solo tiene de común con el patrimonio general los caracteres de ser
una universalidad jurídica y de identico. Por consiguiente el patrimonio especial no es forzoso, no
es unico, pudiendo haber simultáneamente y es enajenable, como ocurre con la venta de fondos de
comercio.
Pero no obstante estas diferencias conceptuales, existen ciertas vinculacion entre ambas clases de
patrimonios. En efecto, los patrimonios especiales tienen de ordinario una existencia transitoria, por
lo que el saldo resultante de su extinción esta llamado a engorsar el patrimonio general de la
persona, como ocurre con la liquidación de la masa de la quiebra, de la herencia, y eventualmente
el fondo de comercio.
3. DERECHOS PATRIMONIALES.
CONCEPTO.
Los derechos subjetivos pueden ser clasificados en patrimoniales (los que tienen un
contenido economuco) y extrapatrimoniales (los que no son susceptibles de apreciación
pecuniaria). A su vez, los primeros se subdividen en: personales o creditorios (tratados en el Libro
II del Código), reales (tratados en el Libro III del Código Civil) e intelectuales (Constitución
Nacional, ley de propiedad intelectual 11.723 y 17. 648, de invención, ley 111 y decreto ley
12.025/57, marcas de fábricas, ley 22. 362 y decreto 558/81 y fondos de comercio, ley 11.867)
Los extrapatrimoniales comprenden los derechos de familia (potestades) y los derechos
personalisimos o individuales.
DERECHOS REALES:
Son los que conceden al titular un poder sobre la cosa, estableciéndose una relación directa
e inmediata que le permite su aprovechamiento o disposición. Sin embargo esta noción ha sido
contradicha, por la sencilla razón que no puede haber en una relación entre el sujeto y la cosa.
Por ello quienes mantienen esta posición afirman que la relación se establece entre el
titular del derecho y la comunidad, o sea que existe un sujeto determinado activo que es el titular;
y un sujeto pasivo indeterminado que es la comunidad, quien debe respetar ese derecho por tener
el mismo efecto erga ommes. (LLAMBIAS "Tratado de Derecho Civil Parte General").
Para la teoría de la institución, la relación surge de la regulación que el propio estado
establece; por lo que los particulares deben sujetarse al mismo a los efectos de acogerse al
régimen pertinente.
En los derechos reales al igual que los personalisimos (ambos se asemejaban en este
aspecto) la relación jurídica recién se establece cuando se ejercita el derecho; lo que pasa es que el
sujeto con quien se concreta la relación no está determinado como ocurre en los derechos
personales. Cuando el titular del derecho de propiedad transfiere (vende) su derecho, concreta la
relación del derecho del dominio con el comprador. Cuando un tercero causa un perjuicio en la
propiedad ajena, el titular de ese dominio accionará por daños en perjuicio de las cosa de su
propiedad, contra el que le causó el daño. Es decir que la obligación pasivamente universal, es una
justificación del orden que debe privar en una sociedad, para que tenga vigencia el derecho, o sea
que los miembros de la sociedad deben respetar el orden establecido, y este puede provenir del
Estado o de los particulares; pero lo que interesa es que impere ese orden como correlato de la
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organización jurídica. Por lo tanto no solamente en los derechos reales habría una obligación de
respeto de los demás miembros de la comunidad, sino en todos los derechos: como un principio
básico de existencia del derecho.
Otro de los aspectos que caracterizan al derecho real es el de ser de orden público y por lo
tanto deben surgir de la ley; o dicho de otra manera sus normas están vinculadas al plexo de
principio de orden superior, político, economicos, morales, algunas veces religiosos, a los cuales
una sociedad considera estrechamente la existencia y conservación de la organización social
establecida y que por eso mismo, no puede ser dejada de lado por convenciones privadas. Una
sociedad determinada organiza su esquema jurídico, conductas queridas, y sobre ellas establece
ciertos derechos (que los particulares para ejercerlos deben observar ciertas reglas). A este
esquema pertenece los derechos reales, en los que se asientan los siguientes: Derechos y no otros
(los particulares no pueden crearlos).
Partiendo de los Derechos Reales tenemos:
COSAS PROPIAS
DOMINIO
CONDOMINIO
A estos derechos Reales hay que agregar: La propiedad horizontal que esta creada y
regulada por la ley 13.512: y otros derechos reales de carácter comercial, como los Warrants,
Hipoteca Naval, Hipoteca Aeronautica, Debentures, y Prenda con Registro.
La clasificación antedicha, o sea los derechos reales sobre cosa propia o ajena, parten de la
idea que tales derechos se ejercen sobre cosas que le pertenecen al titular del derecho, o que no le
pertenecen.
Así los derechos sobre cosa propia: son el dominio y condominio, según que el titular
pueda gozar, usar o disponer de la cosa en forma exclusiva o compartn oottcon otros.
A esta categoría se debe agregar la propiedad horizontal, que es una combinación del
dominio y del condominio, porque ese es propietario del departamento o piso en que se subdivide
el inmueble y el condominio de las partes comunes (pasillos, entradas, muros estructurales, etc.).
En cuanto los derechos reales sobre la cosa ajena, implica para su titular la facultad de uso o goce
de la cosa ajena: el de servirse de la cosa ajena; o de servirse o morar en una casa de propiedad
de otro. Los derechos reales de garantía, son derechos que sirven para garantizar el cumplimiento
de una obligación. La hipoteca recae sobre una cosa inmueble al igual que anticresis; y la prenda
recae sobre una cosa mueble. La propiedad de estas también pueden ser del deudor o de un
tercero.
En cuanto a los Warrants y Prenda con Registro, son dos variantes del derecho real de
Prenda: la del Warrants es una prenda sobre las mercaderías depositadas en aduanas; la Prenda
con Registro es una prenda sin desplazamiento: la cosa prendada continua en poder del deudor;
los Debentures son títulos de créditos (títulos y valores), que responden a un préstamo concertado
por una sociedad anónima.
DERECHOS PERSONALES:
Son aquellos que establecen relaciones entre personas determinadas en razón de las cuales
el respectivo titular puede exigir de alguien la prestación debida. En ellos se distinguen tres
elementos: El titular o sujeto activo, llamado acreedor que es quien goza de la prerrogativa de
exigir de otro el cumplimiento de la prestación debida; El sujeto pasivo de la relación que el deudor
debe satisfacer a favor del acreedor. Puede consistir en la entrega de una cosa (obligación de dar);
en la realización de un hecho (obligación de hacer); o en la abstención de un hecho (obligación de
no hacer).
NATURALEZA JURIDICA:
Consiste en la realización entre dos personas determinadas; por lo tanto la prerrogativa del
titular la ejerce directamente sobre otra persona a fin de obtener a través de ella, el goce de la
cosa.
Sostiene Von Thur que los derechos personales se fundan en una disposición de orden
jurídico en virtud de la cual el deudor queda obligado a efectuar una prestación en favor del
acreedor. El poder del acreedor consiste en primer término, en poder exigir al deudor una actividad
o una abstención que en principio puede hacer valer mediante acción. La persona del deudor puede
considerarse objeto del crédito, bajo el aspecto de la pretensión. Detrás del deudor esta la
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DERECHOS INTELECTUALES:
En la doctrina moderna aparece una tercera clase de derechos, que la doctrina tradicional
no distinguía. Uno de los primeros problemas que tuvo que resolver fue el de su denominación, por
cuanto es dado en llamarse también propiedad intelectual, y así lo denomina la ley 11.723, que se
refiere a ella.
Santos Cifuentes los denomina de autor y de patente de invención, aunque no aclara de
donde proviene esa denominación. Sin embargo cabe por completar la información que la
denominación precedente se explicita en el sentido que se refiere al sujeto titular del derecho; en lo
que la denominación es positiva, porque incluye a aquellos inventores, que en la legislación vigente
no están incluidos en la ley 11.723, sino en la ley de marca de fábrica y patente de invención
número 111. Por ello la inteligencia de la denominación de derechos intelectuales, que es la más
aceptada, debe comprender no solamente todas aquellas obras o creaciones comprendidas por la
ley 11.723, sino también en la ley 111.
NATURALEZA JURIDICA:
Los derechos intelectuales, si bien participan de algunos caracteres de los derechos
personales y reales, tiene diferencia con ambos, constituyendo sin lugar a dudas una tercera
categoría distinta.
En primer lugar el objeto sobre el cual recae el derecho es totalmente diferente a los reales
y personales, porque mientras en los derechos intelectuales el objeto es inmaterial; en los reales es
la cosa, en los personales una prestación pero además no es cualquier bien, sino un bien creado
por su titular o sea que a la vez que es titular del derecho es autor de la creación: por eso se
afirma que entre los derechos intelectuales figura el derecho moral del autor, que es según opinión
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de Llambías un derecho personalisimo a la paternidad de la obra, que faculta al autor para velar
por la integridad de la creación obtenida, y por impedir su deformación o mutilación o reservarla
para sí u oponerse a su publicación o modificarla ad libitum, no obstante los compromisos
adquiridos frente a terceros, sin perjuicio de derechos de estos para obtener la indemnización
correspondiente. En fin el autor es el padre de la obra y puede disponer de ella en todo sentido.
En cuanto a sus semejanzas con el derecho real de dominio, es más aparente que
verdadera, porque no debe confundirse dominio con propiedad, si bien al derecho intelectual, no se
está refiriendose al derecho de dominio, porque la propiedad es el género y el dominio la especie.
Propiedad es todo derecho subjetivo de contenido patrimonial; de ahí que el codificador puede
hablar en el art. 732 de propiedad de la deuda. En cambio el dominio es el derecho real en virtud
de la cual una cosa se encuentra sometida a la voluntad y acción de una persona.
Con respecto al caracter absoluto, si bien comparte esta cualidad con los derechos reales,
porque es oponible a todos (erga ommes); lo que es en la medida que el derecho intelectual esta
inscripto en el registro de propiedad intelectual. En este aspecto también existen derechos
intelectuales que no pueden oponerse a todos, cuando los mismos sin estar registrados son
desconocidos por quien de alguna manera (mediando una relación jurídica) debía respetarlo.
En cuanto al caracter perpetuo que tiene el derecho real difiere del derecho intelectual que
es temporario porque caduca a los cincuenta años de la muerte del autor.
categóricamente la posibilidad de una relación jurídica entre una persona y una cosa. Afirma que
solamente una persona es susceptible de ser sujeto de derechos; no puedo serlo una cosa; no se
concibe una cosa deudora dice, y agrega que toda relación jurídica deben figurar sujetos activos y
pasivos, y por consiguiente un derecho (alude al subjetivo) no puede ser más que una relación
entre personas. Los derechos reales, según Planiol, no quedan fuera de esta regla. De todo ello
concluye que el "derecho real se descompone en una relación entre titular del derecho y todas las
demás personas obligadas a respetar ese derecho".
El derecho real, según esta concepción de Planiol, es un elemento activo en el patrimonio
del titular (acreedor de la obligación universal) y un elemento pasivo en el de cualquier otra
persona.
Admite Planiol, sin embargo, que no obstante su análisis, subsisten importantes diferencias
entre derecho real y el derecho personal, aunque en verdad, afirma, el primero es también un
derecho personal y no existe, por tanto, entre ambos derechos (real y personal) ninguna diferencia
de naturaleza. Esas diferencias subsistentes solo derivan del número ilimitado de deudores en el
derecho real opuesto al número restringido de deudores en una relación de derecho personal
(segunda tesis de Planiol).