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LEGISLACIÓN LABORAL-GRUPO A

Integrantes: Diana Carolina Calderón Oyola código: 1192020


Angie Ascanio Valenzuela código: 1192064
RESUMEN DE LA VISITA AL BANCO DE LA REPUBLICA
En la visita que se hizo el día 11 de marzo al banco de la
republica de Cúcuta, se expuso la cultura wayuu y los“putchipuu”,
y también dieron a conocer los beneficios que brindan por
afiliarse al banco de la republica lo cual se menciona más
adelante.
PUTCHIPUU
Entre el pueblo wayuu que habita tradicionalmente el desierto de
la península de La Guajira tanto en la parte colombiana como
venezolana, los pütchipü’ü o palabreros son el mecanismo
legítimo de intermediación reconocido por todos para dirimir los
conflictos y mantener la armonía social entre los clanes
matrilineales.
Todas las sociedades humanas requieren, para subsistir, de
mecanismos culturales que eviten el recurso a la violencia al
dirimir sus hostilidades y disputas. Además de leyes y
reglamentos, diseñan instancias como los tribunales y sanciones,
los jueces de paz, los centros de conciliación, los árbitros, etc. En
una sociedad indígena que no tiene un gobierno central, los
palabreros wayuu son personas normales de la comunidad, es
decir, pastores de cabras o de ganado vacuno, o bien
comerciantes, quienes han adquirido prestigio por su don de la
palabra y porque mediante una retórica eficaz han contribuido a
dirimir uno o más casos que afectaban la convivencia. Los hay –
incluso mujeres– que se especializan en problemas
intramatrimoniales, en cuyo caso actúan casi como sicólogos; los
hay de causas menores y los hay cuya fama hace que suelan ser
llamados para guerras y casos de sangre.
Es siempre el grupo ofendido quien debe buscar un palabrero –
necesariamente ajeno a su propia comunidad– para llevar un
mensaje al otro grupo. Él les dirá “Aquellos que me envían
consideran que fueron afectados por este comportamiento y por
eso es notorio que desde hace un tiempo han evitado el contacto,
incluso en la temporada de sequía cuando todos debemos residir
cerca de las aguas del río Ranchería; pero les gustaría llegar a un
arreglo que restablezca la convivencia, y sé que sus mujeres, al
igual que las tuyas, desean que de nuevo la vida pueda tejerse
sin problemas ni temores”. Si el mensaje es aceptado por la
persona que es cabeza del otro grupo –el pütchipara: un padre de
familia, un jefe de clan–, entonces el palabrero tendrá que ir y
venir múltiples veces “llevando la palabra”. No se trata de un
sistema de castigos o cárceles, no hay un juez sino un diálogo, y
no hay un culpable individual sino todo un grupo agresor que
mediante el “pago” al grupo ofendido de una compensación,
logrará el perdón que renovará para todos, la vida social. La
compensación tiene elementos económicos, como ganado y
cabras, pero principalmente simbólicos, que pueden ser una
pareja de mulas (un animal muy apreciado) o collares de ciertas
formas y colores. Una vez logra su objetivo, el pütchipü’ü que
todos respetaron y admiraron cuando ejercía su delicado oficio
regresa a su hogar y a sus funciones, al lado de su esposa y sus
hermanas tejedoras de mochilas y chinchorros. Pero ahora su
fama llega más allá de Manaure, de Uribia y de la Macuira, y sin
duda será llamado de nuevo cuando la sociedad lo requiera.
En un país con gran diversidad cultural, la Constitución y las
Cortes colombianas reconocen que la jurisdicción tradicional de
los grupos indígenas es un mecanismo válido para dirimir los
conflictos, como alternativa al sistema judicial nacional.
Centro Cultural de Cúcuta

El Centro Cultural del Banco de la República en Cúcuta es un


espacio para la investigación y el encuentro. Se enfoca en la
exploración de los saberes de esta diversa región fronteriza que
limita con las ciudades venezolanas de Ureña y San Antonio. Su
colección de materiales sobre la región se encuentra en
constante crecimiento y el espíritu de los espacios está enfocado
a la investigación, al diálogo de saberes y el disfrute de las
diversas manifestaciones culturales. Cuenta con un Centro de
Documentación Regional que tiene un importante acervo sobre el
Gran Santander y la frontera Colombo Venezolana, además de
acceso al catálogo de la Red de Bibliotecas del Banco de la
República; una Sala Múltiple habilitada para conciertos y
exposiciones con originales, una sala para exposiciones
didácticas y una Sala de Música. En cada uno de estos espacios
se brindan todos los servicios culturales de la Red del Banco de
la República.

La comunidad puede disfrutar de exposiciones temporales de arte


de la colección del Banco de la República, del Festival de Música
Ciudad de Cúcuta y otros conciertos de la temporada nacional de
conciertos en la Sala Múltiple y de toda la capacidad técnica y de
investigación de la Red Cultural del Banco de la República. Sus
programas y servicios han tenido permanencia en el tiempo y, de
acuerdo a la acogida del público, evidencian una contribución a la
transformación de la realidad regional. A través de este Centro
Cultural se busca motivar la reflexión en torno a los saberes y las
particularidades de los encuentros que se dan en esta ciudad
limítrofe, así como contribuir con el rescate, preservación,
análisis, estudio y difusión del patrimonio cultural a través de las
colecciones, los servicios y las actividades culturales que se
desarrollan en sus espacios.

La afiliación tiene un costo de $ 3.000 para personas que tengan


sisbén y para aquellas que no tengan sisbén el costo es de
$30.000, al afiliarse se le dan los beneficios mencionados
anteriormente, de esto se puede destacar que se puede solicitar
variedad de libros, documentos, artículos, etc, sin importar en que
ciudad se encuentren y sin cobrar el flete. Además, se pueden
hacer trabajos en este espacio, ya que cuentan con
computadores y servicio de Wifi.

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