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Cap2 Transferencia de Calor PDF
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C A P Í T U L O
2. Procesos físicos de
transferencia de calor
2.1 Introducción
familiaridad con cada uno de estos mecanismos y sus fundamentos, así como de sus interac-
ciones.
En este capítulo se consideran los principios básicos de la transmisión del calor y algunas
aplicaciones simples, para tratar a continuación con detalle los casos particulares y sus modelos
de análisis específicos, relacionados con situaciones reales de cerramientos de edificios.
Tal como se expuso en la introducción general, no serán objeto de este estudio los casos de
transmisión de calor relacionados con la transferencia de masa, tales como la permeabilidad al
aire de los cerramientos y las condensaciones, ni los casos de existencia de fuentes o sumideros de
calor en el interior de los cerramientos diferentes a la simple acumulación.
Superficie Superficie
exterior interior
Interior Aislamiento
cerramiento masa ≈ 0
En la transmisión del calor a través de los cerramientos, entre el ambiente exterior y el ambiente
interior de los edificios, se distinguen varios mecanismos de transferencia y regiones donde se
realizan:
• Superficies, en contacto con el ambiente exterior e interior, donde se intercambia calor por
radiación y convección entre el ambiente y el interior del cerramiento.
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 11
• Interior del cerramiento, donde se transmite calor por conducción entre ambas superficies a
través de varias capas, y se almacena calor por acumulación en su masa térmica.
• Aislamientos, que son regiones del interior del cerramiento con elevada resistencia térmica y
sin acumulación de calor. Los casos convencionales son las capas aislantes, de masa
despreciable, y las cámaras de aire, que si bien actúan por mecanismos de convección y
radiación, se asimilan a una resistencia térmica y por supuesto carecen de capacidad de
acumulación.
Conducción y acumulación
La conducción es el modo de transferencia térmica en el que el calor se mueve o viaja desde una
capa de temperatura elevada del cerramiento a otra capa de inferior temperatura debido al
contacto directo de las moléculas del material. La relación existente entre la velocidad de
transferencia térmica por conducción y la distribución de temperaturas en el cerramiento depende
de las características geométricas y las propiedades de los materiales que lo constituyen,
obedeciendo la denominada la Ley de Fourier.
∂T
Ec. 2.1 Q = −λ = λ ⋅ ∆T [W/m2]
∂x
Cuando no existe el anterior equilibrio, ya sea porque el cerramiento no ha tenido tiempo para
estabilizarse o debido a que las condiciones del entorno varían en el tiempo, el proceso de
denomina transmisión en régimen transitorio, caracterizado porque la temperatura en cada
punto del cerramiento varían en el tiempo. Una consecuencia de la variación de temperatura en el
interior del cerramiento es la acumulación del calor, debido a la propiedad de los materiales de
absorber o disipar energía cuando varía su temperatura denominada calor específico.
Convección
Cuando el aire de un ambiente se pone en contacto con la superficie de un cerramiento a una
temperatura distinta, el proceso resultante de intercambio de calor se denomina transmisión de
calor por convección. Este proceso es una experiencia común, pero una descripción detallada del
mecanismo es complicada dado que además de la conducción hay que considerar el movimiento
del aire en zonas próximas a la superficie.
En el caso que la fuerza motriz que mueve el aire proceda exclusivamente de la diferencia de
densidad en el aire que resulta del contacto con la superficie a diferente temperatura y que da
lugar a fuerzas ascensionales se producirá el proceso de transmisión denominado convección
libre o natural.
Cuando exista una fuerza motriz exterior, como el viento, que mueva al aire sobre una superficie
a diferente temperatura se producirá una convección forzada, que debido al incremento de la
velocidad del aire se transmitirá una mayor cantidad de calor que en la convección libre para una
determinada diferencia de temperatura. En el caso que se superpongan ambas fuerzas motrices,
12 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
por ser de magnitudes semejantes, el proceso se denomina convección mixta. En cualquiera de los
casos el fenómeno se puede evaluar mediante la Ley de Newton del enfriamiento.
Radiación
Se denomina transmisión de calor por radiación cuando la superficie del cerramiento intercambia
calor con el entorno mediante la absorción y emisión de energía por ondas electromagnéticas.
Mientras que en la conducción y la convección era preciso la existencia de un medio material
para transportar la energía, en la radiación el calor se transmite a través del vacío, o atravesando
un medio transparente como el aire.
Todas las superficies opacas emiten energía en forma de radiación en una magnitud proporcional
a la cuarta potencia su temperatura absoluta T, y en un rango de longitudes de onda inversamente
proporcional a su temperatura absoluta. Por consiguiente, los cerramientos emiten radiaciones de
onda larga, correspondiente al espectro infrarrojo lejano, procedente de sus superficies a
temperaturas típicas del ambiente, en función de una propiedad superficial denominada
emitancia, y de forma simultánea absorben radiaciones similares emitidas por las superficies
visibles de su entorno, en un proceso denominado irradiación.
En el intercambio de calor entre la superficie del cerramiento y el ambiente se solapan los flujos
debidos a la radiación y la convección, debiéndose considerar en el primero la contribución de la
absorción de onda corta, ya sea procedente del sol o del alumbrado, y la de onda larga,
procedentes de las superficies del entorno e incluso, en el caso de recintos cerrados, existirían
radiaciones infrarrojas emitidas por el cerramiento y reflejadas por el resto de los paramentos.
En la transmisión de calor por conducción a través de los cerramientos hay que considerar
generalmente que éste está constituido por varias capas con propiedades físicas diferentes,
debiéndose calcular su resistencia total como la suma de varias resistencias en serie, y que las
temperaturas interiores resultantes en régimen estacionario tendrá un gradiente diferente en cada
capa. En el caso de existir zonas adyacentes con diferentes conductividades, tales como puentes
térmicos, el coeficiente global de conductividad será la media ponderara de las conductividades
en paralelo. Por último, en el caso de conducción en régimen transitorio, se generarán sumideros
y fuentes de calor por acumulación en función de la variación temporal de las temperaturas en
cada punto de su interior.
Radiación:
Convección:
incidente
natural
absorbida
forzada
reflejada
Un caso particular sería la presencia de cámaras de aire en el interior del cerramiento, en las
cuales se generan mecanismos de transmisión de calor por convección y radiación, que
generalmente se pueden asimilar a una capa con resistencia térmica pero sin acumulación de
calor por carecer de masa apreciable.
Para poder realizar cálculos numéricos, cada dimensión debe cuantificarse mediante una unidad
definida y reproducible. Las unidades son los nombres arbitrarios que especifican la magnitud de
14 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
cada dimensión. Por ejemplo, el metro es una unidad para la dimensión de longitud. Otras
unidades de longitud usadas para cuantificar esta dimensión son el pie, la yarda, la milla, el
milímetro, el centímetro y el kilómetro.
Tabla 2.2 Algunas magnitudes físicas con sus símbolos y dimensiones asociadas
Magnitud Símbolo Dimensión prim. Dimensión SI Unidad
Longitud L,x L m metro
Tiempo t t s segundo
Masa M M Kg kilogramo
Temperatura T T ºK º Kelvin
Velocidad v L/t m/s m/s
Aceleración a L/t2 m/s2 m/s2
Fuerza F ML/t2 Kg•m/s2 Newton
Trabajo, energía ,Calor E,q ML2/t2 Kg•m2/s2 Julio
Potencia W ML2/t3 Kg•m2/s3 Watio
Flujo de calor Q M/t3 Kg /s3 Watio/m2
Presión P M/t2L Kg /s2•m N/m2
Densidad D M/L3 kg/m3 kg/m3
Calor especifico γ L2/t2T m2/s2•ºK J/Kg ºK
Conductividad térmica λ ML/t3T Kg•m/s3•ºK W/m ºK
Conductancia térmica k M/t3T kg/s3•ºK W/m2 ºK
Resistencia térmica R Tt3/ML s3•ºK/kg m2 ºK/W
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 15
La conducción puede aparecer en los sólidos, líquidos y gases. Sin embargo, en el caso de los
líquidos y gases que puedan estar en circulación, la conducción se encuentra normalmente en
combinación con la convección. Por consiguiente, la conducción pura tiene lugar funda-
mentalmente en los sólidos opacos, en donde el movimiento de masa se encuentra impedido. En el
ámbito del presente estudio se puede aplicar plenamente la conducción pura al interior de los
cerramientos, pero los principios que se desarrollarán pueden aplicarse asimismo a gases que
tengan limitado el movimiento convectivo, como es el casos de los aislamientos en los cuales
predomina el volumen ocupado por el gas, ya este se encuentra confinado por una estructura
fibrosa o celular.
El calor transmitido por conducción por unidad de tiempo y por unidad de superficie, es decir, el
flujo de calor Q, es proporcional al gradiente de temperatura dT/dx, siendo x la dirección del
flujo y el área normal a éste. El coeficiente de proporcionalidad del flujo de calor es una
propiedad física del medio, denominada conductividad térmica λ, de manera que
dT
Ec. 2.6 Q = −λ [W/m2]
dx
Esta ecuación expresa la Ley de conducción de Fourier, donde el signo negativo indica que para
existir un flujo de calor de dirección positiva se precisa un gradiente de temperatura negativo en
dicha dirección, es decir, que la temperatura disminuye en dicha dirección.
T
Gradiente dT/dx
Perfil de
dT temperatura
Flujo Q
dX X
Fig. 2.3 Dirección del flujo del calor por conducción y gradiente de temperatura
El caso mas simple sería un cerramiento plano de espesor e, con una conductividad térmica λ
uniforme, y cuya cara izquierda se encuentran a una temperatura T1 diferente a la temperatura de
la cara derecha T2. Si el muro se encuentra en equilibrio existirá un flujo de calor de la cara mas
caliente hacia la menos caliente de dirección perpendicular a la superficie, cuya magnitud se
puede calcular solucionando la ecuación diferencial de la Ley de Fourier y determinando las
constantes de integración por las condiciones de contorno:
λ λ
Ec. 2.7 Q=−
e
( T1 − T2 ) = ( T2 − T1 ) = k ⋅ ∆T
e
[W/m2]
T
λ = Cte
T2
∆T
Perfil de
temperatura
T1
Flujo de
calor
Espesor e X
λ 1 e
Ec. 2.8 k= → R= =
e k λ
∆T
Ec. 2.9 Q = k ⋅ ∆T = [W/m2]
R
Siendo:
λ conductividad [W/m ºK]
e espesor [m]
k conductancia [W/m2 ºK]
R resistencia [m2 ºK/W]
∆T diferencia de temperatura (T1-T2) [ºK]
Q flujo de calor (1→2) [W/m2]
∑ λii
e
Ec. 2.10 R T = R 1 + R 2 +K+ R n = [m2 ºK/W]
i =1
∆T ∆T
Ec. 2.11 Q= = [W/m2]
RT n
∑
ei
λi
i=1
Ec. 2.12 Q=
A 1k 1 ∆T A 2 k 2∆T
+ +K =
∑ A i k i ∆T → Km =
∑ Aik i
AT AT AT AT
Se hace la observación que si las superficies del cerramiento tienen una temperatura uniforme en
toda su superficie, el gradiente de temperatura de las diferente secciones en paralelo será igual y
18 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
no existirá flujos de calor paralelos a la superficie, de manera que no hay intercambios de energía
entre las diferentes secciones.
( T2 − T1 ) = ( Tx − T1 )
e x
Ec. 2.13 Q= [ºK]
λ λ
( T2 − T1 )
x
Ec. 2.14 TX = T1 + [ºK]
e
T
λ Cte.
T2
∆T Tx
Perfil de
∆Tx temperatura
T1
Espesor e X
Si el cerramiento tiene n capas, de manera que la primera capa tiene la temperatura superficial T1
a la izquierda y la temperatura T2 a la derecha, y así sucesivamente hasta la última capa con la
temperatura superficial Tn+1 a la derecha, se verifica que:
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 19
T − T1 T2 − T1 T3 − T2 T − Tn ∆TT ∆Ti
Q = n+1 = = =K = n + 1 → =
RT R1 R2 Rn RT Ri
Ri
Ec. 2.15 ∆Ti = ∆TT y Ti = Ti − 1 + ∆Ti [ºK]
RT
Es decir, que el salto térmico de cada capa i es proporcional al salto térmico total ∆ TT de todo el
cerramiento y a la proporción Ri/RT de su resistencia térmica respecto a la resistencia total. La
temperatura de la cara derecha de cada capa se halla sumándole sucesivamente su ∆ T a la
temperatura de la cara izquierda.
T
T3
∆T3
T2
∆TT ∆T2
T1
∆T1
T0
R1 R2 R3
Cerramientos heterogéneos
En el supuesto de un cerramiento heterogéneo, que combine transmisión de calor por capas en
serie y por secciones en paralelo, podrá ocurrir que las temperatura interiores de las diferentes
secciones a cierta profundidad difieran, generando transmisiones de calor bidireccionales que
complican enormemente su cálculo, siendo preciso recurrir a métodos numéricos de gran
complejidad, como los de elementos finitos, que exceden a este trabajo. Se llama especialmente
la atención al caso que se considere la capa límite de la convección como una capa en serie que
aporta su resistencia superficial a la resistencia total del cerramiento, originando en las áreas del
cerramiento con diferentes conductancias, también llamadas puentes térmicos, diferencias de
temperaturas superficiales que incluso puedan provocar condensaciones superficiales localizadas.
20 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
Otro caso es aquel en que el aire se mueve fundamentalmente debido a fuerzas exteriores, tales
como el viento, en cuyo caso el proceso de transferencia de calor se incrementa notablemente y se
denomina convección forzada, que es el que habitualmente se considera en superficies en
contacto con el ambiente exterior.
Existe un tercer caso, intermedio entre los anteriores, en que las fuerzas actuantes, debidas a la
variación de la densidad y las acciones exteriores (viento), son de magnitud parecida,
produciéndose una superposición de los efectos de la convección libre y la forzada, y que se
denomina convección mixta. Es el caso mas general porque en la práctica siempre hay variación
de densidad y además el aire no está en reposo absoluto.
Como objetivo en esta etapa inicial del trabajo se pretende determinar el valor del Coeficiente
superficial de transmisión del calor h tal como se emplea en cálculos simplificados, tales como
el cumplimiento de Normas Técnicas, en los que se considera la transmisión global de calor que
intercambia la superficie con el entorno mediante convección y radiación, considerando un
régimen estacionario sin soleamiento y con las superficies del entorno a la misma temperatura
del aire.
Los parámetros fundamentales que se utilizan para el cálculo simplificado del valor del
coeficiente h son la dirección del flujo de calor y la velocidad del aire, este último factor referido
únicamente a ambientes interiores con el aire casi en reposo y ambientes exteriores con viento con
una velocidad de proyecto típica de invierno, la cual se suele considerar en torno a 3 m/s (12
Km/h). No se consideran otros factores que influyen en el proceso físico de transmisión de calor
como la rugosidad de la superficie, la magnitud del salto térmico, el tamaño de la superficie, la
velocidad exacta del aire y la emitancia de la superficie, por tratarse de un cálculo aproximado.
Tabla 2.3: Valores de resistencia térmica superficial propuestos por [NBE-CT-79, Anexo 2]
En los cálculos de transmisión de calor entre ambientes (conducción aire-aire) los valores de la
resistencia superficial se incorporan a la resistencia del cerramiento, como una resistencia en serie
mas, mediante la expresión:
T − Taire,int
Ec. 2.1 Q = aire, ext [W/m2]
RT
∑ λii + Rsi
e
Ec. 2.1 R T = Rse + [m2 ºK/W]
De esta ecuación es sencillo deducir el salto térmico entre el aire y la superficie, de interés para
comprobar el riesgo de condensaciones superficiales en superficies interiores en invierno:
Ec. 2.1 (
Taire,int − Tsup,int = Taire,int − Taire, ext ) Rsi
RT
[ºK]
22 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
Para cámaras de aire continuas con aire en reposo construidas con materiales constructivos
corrientes (emitancia alta) la norma española NBE-CT-79 propones los siguientes valores:
Tabla 2.4: Valores de resistencia térmica de cámaras de aire según [NBE-CT-79, Anexo 2]
Estos valores se incorporan como una resistencia en serie mas para el cálculo de la resistencia
térmica total del cerramiento, y se aplica de manera similar a los casos anteriores. Se observa que
la resistencia térmica disminuye cuando el flujo es ascendente (convección natural), cuando el
espesor es muy pequeño (incremento de la conducción) o cuando el espesor es muy grande
(incremento de la convección libre), siendo el espesor optimo de unos 5 cm.
Cuando la cámara tiene un espesor variable o cuando el aire no está en reposo por tratarse de un
cámara ventilada, la estimación de su resistencia térmica es mucho mas compleja. La
introducción de un flujo de aire en la cámara, generalmente procedente del exterior, provoca
fenómenos de transferencia de calor arrastrado por el caudal de aire introducido, el cual sufre una
variación de temperatura en su recorrido, provocando además un incremento de la convección
forzada, e incluso diferencia locales de temperatura en la cámara según la proximidad a las tomas
de entrada del aire exterior, por lo que estos casos precisan de un estudio específico de excede al
campo del presente trabajo.
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 23
Tanto la teoría ondulatoria como la corpuscular son útiles para explicar el comportamiento de la
radiación térmica. La teoría ondulatoria asimila la radiación a una onda que oscila con una
frecuencia η [Seg-1] y a una longitud de onda λ [M], siendo la velocidad de la luz Vr:
La teoría corpuscular admite que la energía radiante se transporta en forma de paquetes llamados
fotones, que se propagan con distintos niveles energéticos E dados por:
Cp [J×Seg] es la Constante de Planck, por lo que la frecuencia es función del nivel de energía.
Cuando un cuerpo toma energía los electrones libres son excitados, saltando a niveles de mayor
energía, y cuando retornan al nivel de equilibrio devuelven dicha diferencia de energía en forma
de un fotón. En toda superficie existen continuamente electrones que cambian de diferentes
niveles, por lo que la energía radiante se emite en un abanico de frecuencias llamado espectro de
la radiación. Cuando el origen de la radiación es el calor, la energía se emite en función solo de
la temperatura y se denomina radiación térmica.
Cuando un cuerpo negro se calienta a una temperatura absoluta T, su superficie emite un flujo de
radiación térmica con una distribución espectral definida, que es determinable mediante la Ley de
Planck:
C1
Ec. 2.19 Q 0λ (T) = C 2 / λT
[W/m2]
λ (e
5
− 1)
Siendo:
24 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
2.898 × 10 −3
Ec. 2.20 λ max = [m]
T
El flujo total de energía radiante que emite un cuerpo negro a una temperatura absoluta T y en
todo el espectro se determina integrando la distribución de Planck para todas las longitudes de
onda, cuyo resultado se conoce como la Ley de Stefan-Boltzmann:
Ec. 2.21 Q 0 ( T) =
∫Q
0
0, λ dλ = σ ⋅ T4 [W/m2]
Siendo σ = 5.67×10-8 [W/m2 ºK4] la Constante de Stefan-Boltzmann. Esta última ley es de gran
utilidad, y de su análisis se deduce que si bien la contante σ es de muy pequeña magnitud, se
compensa por el valor que puede alcanzar el término de la temperatura por estar elevado a la 4ª
potencia. Así un cuerpo negro a 6250ºK (por ejemplo el Sol) emitiría 86×106 W/m2, e incluso a
una temperatura ambiental de 300ºK (27ºC) emitiría 460 W/m2, lo que constituye un flujo impor-
tante para las magnitudes de transferencia de calor usuales en cerramientos.
El espectro de las radiaciones térmicas tratadas es este trabajo contiene longitudes de ondas
comprendidas entre 0.2 y 50 ×10-6 m, y a efectos de la transmisión de calor por radiación en
cerramientos se pueden dividir en dos regiones:
• Radiación térmica de onda corta con longitudes entre 0,2 y 3 micrómetros, característica de
las fuentes de radiación de alta temperatura (T=6000 ºK) como el sol ó el alumbrado artificial,
y cuyo campo comprende parte del ultravioleta (λ<0.4 mm), todo el espectro visible
(0.4<λ<0.7 mm) y el infrarrojo cercano (0.7<λ<3 mm), en cuyo margen emiten el 98% de la
energía.
• Radiación térmica de onda larga, también llamada irradiación, con longitudes entre 3 y 50
mm, característica de fuentes de radiación a temperatura ambiente (T=300 ºK) como son las
superficies del entorno, y cuyo espectro comprende el infrarrojo lejano, donde emiten el 97%
de la energía.
En el primer caso, la energía que emite una superficie depende de la temperatura absoluta T de la
superficie y de la emitancia ε , que es la razón entre la energía Qe emitida por la superficie y la
energía Q0 que emitiría un cuerpo negro a la misma temperatura.
Ec. 2.22 ε = Qe / Q0
En el caso que una superficie sea receptora de una radiación térmica incidente Qi, parte de la
energía será reflejada, otra será absorbida y el resto será transmitida. Los coeficientes de dichas
fracciones se denominan respectivamente reflectancia ρ , absortancia α y transmitancia τ
verificándose:
En el caso que la superficie sea opaca, como es el caso de los cerramientos de edificios, ninguna
energía será transmitida, por lo que:
Se denominan propiedades radiantes de las superficies las relaciones constantes e intrínsecas que
describen cuantitativamente la forma en que la energía radiante interacciona con la superficie de
los materiales. Se clasifican en propiedades espectrales si describen el comportamiento de las
superficies en función de la longitud de onda y propiedades direccionales si dependen de la
inclinación de la radiación respecto a la superficie.
Hasta ahora se ha considerado la radiación total que emite o recibe una superficie en todas
direcciones, que se identifica con el flujo de radiación Q, y se define como la energía que pasa
por un plano imaginario por unidad de tiempo y de superficie y en todas las direcciones en un
lado del plano, equivalente a la radiación hemiesférica.
Fig. 2.7 Determinación del ángulo sólido subtendido por una hemiesfera.
26 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
2π π/2
Ec. 2.25 Q=
∫ ∫ I(θ, φ )sen θ cos θ dθ dφ
φ=0 θ=0
[W/m2]
Las superficies que emitan con intensidad constante en todas las direcciones, como es el caso de
un cuerpo negro, se denominan superficies difusas o Lambertianas, en cuyo caso la integral
anterior resulta:
Las superficies reales no suelen conservar sus propiedades de manera constante para todas las
longitudes de ondas y todas las direcciones, por lo que preciso analizar sus características con un
cierto detalle.
Ec. 2.28 ε λ (θ
θ ,φ
φ) = Iλ (θ
θ ,φ
φ) / I0λλ
Ec. 2.29 α λ (θ
θ ,φ
φ) = Iaλλ (θ
θ ,φ
φ) / Iiλλ (θ
θ ,φ
φ)
2π π /2
∫ ∫ε
Q 1
Ec. 2.30 ελ = λ = λ (θ , φ ) ⋅ sen θ ⋅ cos θ ⋅ dθ ⋅ dφ
Q0λ π
φ=0 θ=0
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 27
Superficies grises
Cuando una superficie conserva constantes sus propiedades cromáticas en todo el espectro se
denomina superficie gris. Este es un concepto teórico, pero que se puede aplicar con resultados
suficientemente exactos para superficies con propiedades relativamente uniformes.
Una propiedad espectral fundamental se deduce de la Ley de Kirchoff, que determina que si un
cuerpo está en equilibrio termodinámico con su entorno, su absortancia coincide con su
emitancia: α = ε . En su forma mas elemental es evidente que:
Ec. 2.32 ε λ (θ
θ ,φ
φ) = α λ (θ
θ ,φ
φ)
Ya que se trata de propiedades intrínsecas de las superficies. Esta identidad se puede extender en
casos particulares:
Superficies selectivas
En la realidad es frecuente que superficies reales varían sus coeficientes en función de la longitud
de onda. Así, por ejemplo, las superficies de cal o yeso pueden tener una absortancia y emitancia
de 0.1 para el espectro visible y de 0.9 para el infrarrojo lejano, por lo que se denominan superfi-
cies selectivas frías, ya que son poco absorbentes para la radiación de onda corta y muy buenos
radiadores para las de onda larga que emiten a temperatura ambiental, siendo este un fenómeno
común entre los materiales de acabado de cerramientos.
También existen otras superficies con una propiedades inversas, denominadas superficies
selectivas calientes, de utilidad para los colectores solares. Por último, cuando una superficie
tiene una absortancia siempre elevada se denomina superficie absorbente o negra, mientras que si
es reducida se denomina superficie reflectante.
∫ε
1
Ec. 2.35 α=ε= λ ⋅ Q0 λ ⋅ dλ
Q0
0
28 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
En el caso de las superficies selectivas es común fijar un valor promedio de la absortancia α para
la región de las radiaciones de onda corta de longitud de 0 a 3µ µ m, tomando como referencia la
radiación solar , equivalente a la de un cuerpo negro a 6000 ºK ,y en cuyo campo las superficies
de los cerramientos actúan siempre como absorbentes.
3 µm
Ec. 2.36 α=
∫ ε ⋅ Q (6000º K ) ⋅ dλ
0
λ 0λ
3 µm
∫ Q (6000º K ) ⋅ dλ
0
0λ
Ec. 2.37 ε=
∫ ε ⋅ Q ( 300º K ) ⋅ dλ
λ
3 µm
0λ
∫ Q (300º K ) ⋅ dλ
0λ
3µm
Por consiguiente será posible aplicar la Ley de Stefan-Boltzmann a superficies no-negras con
suficiente exactitud utilizando el coeficiente de emitancia ε antes definido para hallar el flujo
radiante emitido Qe por una superficie a temperaturas del ambiente:
De igual manera se puede hallar la energía absorbida Qa por una superficie que recibe una
radiación térmica incidente Qi, utilizándose la absortancia α o la emitancia ε correspondiente al
tipo de radiación incidente:
∞
Q(θφ )
∫ε
1
Ec. 2.41 ε (θ , φ ) = = λ ( θ, φ ) ⋅ I 0 λ ⋅ dλ
Q0 Q0
0
Ec. 2.42 α (θ
θ ,φ
φ) = Qa(θ
θ ,φ
φ) / Qi(θ
θ ,φ
φ)
Cuando una superficie conserva constantes sus propiedades direccionales se denomina superficie
difusa. al igual que una radiación que tenga igual intensidad en todas direcciones se denomina
radiación difusa, como las emitiría un cuerpo negro.
No obstante, es frecuente que superficies reales varían sus coeficientes en función de la dirección.
Así, por ejemplo, las superficies de materiales metálicos conductores aumentan su emisividad
para valores altos de θ. Por el contrario las superficies no metálicas, como las normales en los
cerramientos, suelen tener una emisividad direccional bastante constante, salvo para valores muy
elevados de θ en que se reduce.
No obstante hay que considerar en ambos casos que, si bien las intensidades para ángulos
rasantes se desvían del promedio, el flujo total queda poco afectado porque la ley del coseno
minimiza la radiaciones para ángulos polares próximos a 90º, por lo que en la práctica se suelen
considerar dichas superficies como emisoras difusas.
Conviene que se mencionen los tipos de distribución de la intensidad de la energía reflejada, que
depende del tratamiento de la superficie. Un caso límite son las superficies especulares, que
reflejan la radiación con igual inclinación que la radiación incidente, como ocurre con las super-
ficies pulidas. El otro caso límite son las superficies reflectoras difusas, que distribuyen de forma
homogénea la energía reflejada con independencia del ángulo de la radiación incidente.
Los casos reales suelen ser una combinación o variación de estos casos límites, siendo habitual en
las superficies no metálicas que para valores elevados de θ, al disminuir la emisividad y por tanto
la absortividad direccional, aumente la reflectancia direccional y por ello también la energía
reflejada, si bien para este estudio se consideren en general todas las superficies normales de los
cerramientos como reflectoras difusas por analogía y simplicidad.
Factor de forma
Para determinar el intercambio de calor por radiación entre superficies hay que determinar la
distribución de la radiación emitida por cada superficie y que llega a las otras, que se denomina
factor de forma, también llamado factor de configuración o de ángulo. El factor de forma desde
una superficie i a una superficie j, Fij, se define como la fracción de la radiación emitida por la
superficie i que incide sobre la superficie j, o en otras palabras, es interceptada por j.
30 Comportamiento térmico de cerramientos soleados
La fracción de la radiación que parte de cada punto de la superficie Ai y llega a cada punto de la
superficie Aj puede expresar mediante la siguiente integración, cuyo desarrollo completo se puede
hallar en la referencia [Kreith, p.304]:
∫ ∫ cos θ ⋅ cos θ ⋅ dA ⋅ dA
1
Ec. 2.43 Fij ⋅ A i = i j i j
πr 2
Ai A j
Siendo θ i el ángulo respecto a la normal de i de la dirección ij, siendo recíproca la definición para
el caso de θ j. En el caso que se intercambien los subíndices en la anterior ecuación, se deduce la
siguiente propiedad llamada relación de reciprocidad:
Si un recinto cerrado está formado por n superficies, la suma de los diferentes factores de forma
de la superficie i con respecto a las n superficies será la unidad, propiedad que se denomina
relación de recinto, haciéndose notar que si la superficie es plana o convexa no se verá a sí
misma, por lo que en dicho caso Fii = 0:
n
Ec. 2.45 ∑F
j= 1
ij =1
Fig. 2.8 Factor de forma de la radiación para rectángulos difusos opuestos directamente.
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 31
Fig. 2.9 Factor de forma de la radiación para rectángulos difusos perpendiculares con un lado común.
Si consideramos un recinto formado por n superficies grises isotermas de áreas Ai, emitancia ε i y
reflectancia ρ i = 1-εεi, podemos definir el brillo Bi como el flujo aparente de la radiación que
abandona la superficie. Este flujo Bi incluye tanto la radiación Qi emitida por la propia superficie
como la fracción reflejada de la radiación procedente de las otras superficies. La energía que
abandona la superficie i será:
Como Ai Fij = Aj Fji, por el principio de reciprocidad, si se substituye estos términos en la anterior
ecuación y se despeja Ai obtendremos:
n
Ec. 2.48 B i = Qi + ρi ∑B
j= 1
j ⋅ Fji [W/m²]
n
Ec. 2.49 Qni = Bi − ∑B ⋅F
j= 1
j ji [W/m²]
Ec. 2.50 Qa =
(
σ ⋅ Ta4 − Tb4 ) = − Qb [W/m2]
1 Aa 1
+ − 1
ε a Ab ε b
Ec. 2.51 Qa =
(
σ ⋅ Ta4 − Tb4 ) = −Q [W/m2]
b
1 1
+ −1
εa εb
En los casos habituales de superficies interiores de cerramientos se puede considerar a los locales
como recintos cúbicos, donde una de las caras, Aa, correspondería al cerramiento exterior y las
otras 5 caras en conjunto corresponderían a Ab, y que la emitancias típicas serían ε a=εεa=0.9.
Aplicando la ecuación (2.50) con estos valores obtendríamos:
Ec. 2.53 Qa =
(
σ ⋅ Ta4 − Tb4 ) ( ) (
= 0.882 ⋅ σ ⋅ Ta4 − Tb4 ≈ ε a ⋅ σ ⋅ Ta4 − Tb4 ) [W/m²]
1 1 1
+ − 1
0.9 5 0.9
Por consiguiente, para recintos en las anteriores condiciones se puede aplicar esta ecuación con
un error inferior al 2%, lo cual es una buena aproximación.
Capítulo 2: Procesos físicos de transferencia de calor 33
En el estudio del intercambio de radiación entre superficies opacas se considera que la radiación
no penetra mas allá de la superficie, por lo que el espesor del material no es relevante. En el caso
de los gases, por su relativa transparencia, los fenómenos de absorción y emisión se realiza en su
seno, siendo muy significativo el volumen considerado.
Una consecuencia de que el firmamento sea transparente en parte su espectro infrarrojo provoca
que parte de la radiación emitida por las superficies expuestas a el escape a través de la
atmósfera y que, simultáneamente, la atmósfera no refleje ni emita hacia la tierra una parte de la
radiación teórica de un cuerpo negro, correspondiente a la ventana transparente de 8 a 12
micrómetros. El resultado es un enfriamiento o flujo neto negativo de las superficies orientadas al
cielo, que puede alcanzar valores superiores a los 100 W/m2 en radiación de onda larga, con lo
cual el cielo parece estar mas frío que la temperatura del aire exterior.
En el caso mas general, las superficies exteriores de los cerramientos intercambian irradiación
con el entorno en función de las superficies que le sean visibles, es decir, en función del ángulo de
visión del firmamento y del terreno visible bajo el horizonte. Un estudio detallado deberá
considerar tanto los ángulos sólidos como el efecto de la ley del coseno, para ponderar la
magnitud del intercambio de calor.