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Causalidad y sujeto:

el problema del empirismo de Hume


Sebastián Alejandro González Montero*
Escuela de Ciencias Humanas, Universidad del Rosario
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de la Salle

Resumen
Deleuze muestra en Empirismo y Subjetividad que el problema del conocimiento se resuelve en la
historia de la filosofía en dos movimientos simultáneos, esto es, i) un análisis de las estructuras de la
conciencia y sus contenidos y ii) una crítica inmanente de la experiencia. Este ensayo se ocupa de la
reconstrucción de tal idea teniendo en cuenta los postulados de Hume en relación con el problema del
conocimiento y el concepto de subjetividad. El objetivo de esa reconstrucción es retomar el análisis de
Deleuze para mostrar cómo Hume construye a partir de una perspectiva inmanente una noción de
subjetividad a partir de ‘lo dado’. En la primera parte, se hace una síntesis de la teoría del conocimiento
de Hume para establecer los conceptos fundamentales para dar cuenta de la tesis. En la segunda, se
trata de mostrar el lazo entre la experiencia, el sujeto y la posibilidad del conocimiento desde el punto
de vista del empirismo de Hume. Finalmente, en las conclusiones se muestra que para Hume el
conocimiento consiste en unas determinaciones que no están justificadas en las relaciones formales del
conocimiento, sino que están radicalmente sostenidas en el orden de la naturaleza.
Palabras clave: Empirismo, subjetividad, teoría del conocimiento, experiencia.

Abstract
Deleuze make evidence in Empiricism and Subjectivity that the philosophy in general has attempted to
resolve the problem of knowledge starting from two simultaneous movements, this is, i) an analytic
plan that allows to establish the structures of the conscience and its contents to justify the totality of
knowledge and ii) a immanent critic of experience and the form in witch the comprehension can give
account of it. This essay its a reconstruction of that idea, taking in account Hume’s postulate in
relation whit the problem of knowledge and the concept of subjectivity. The objective of that
reconstruction is to stand up Deleuze´s effort to show how Hume’s empiric critic consisted in an
perspective of imminence from witch Hume constructs a particular notion of subject starting from
“the given”. The first part, its a synthesis of Hume´s theory of knowledge that allows to establish
the fundamental concepts to give account of the thesis. The second part, trays to show the link betuin
the experience, the subject and the possibility to overcome the empirically given. Finally, in the
conclusions we show the understanding for Hume it can only be understand like the place of nature
determinations and not like the determiner of its relations.
Keywords: Empiricism, subjectivity, theory of knowledge, experience.

* Profesional en Filosofía Universidad del Rosario. Actualmente en trabajo de Tesis de la Maestría en


Filosofía de la Universidad del Rosario. Miembro del Grupo de Investigaciones sobre Identidad (en medición
- categoria C). Universidad del Rosario. Escuela de Ciencias Humanas.
Correo: soren122@hotmail.com

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U
na vuelta a Hume por la vía de la sostiene en lo que la naturaleza da. De acu-
crítica o una defensa a su filosofía erdo con Deleuze, el reto que plantea la
no parece ser una tarea interesante, filosofía de Hume es la de sostener un siste-
sobretodo si se tiene en cuenta el número ma que trata de dar cuenta de la naturaleza
de interpretaciones posibles. En nuestro sin acudir a un plano trascendental de orga-
caso, se trata de encontrar la línea argumen- nización de los fenómenos, sino que parte
tativa de Hume según la cual el sujeto se del plano inmanente de la experiencia y se
constituye en el flujo de percepciones y en queda en él. Para Hume, todas las determi-
las impresiones de reflexión. Seguimos de naciones del sujeto sobre la experiencia de-
cerca la lectura de Deleuze por ser la que ben ser coherentes con los objetos propios
ahonda en esa línea y la que permite descu- del conocimiento, por lo que nociones
brir la organización del sistema de Hume como sustancia, causalidad, Yo, deben en-
en relación con ese problema. No hay que contrar su explicación en las impresiones
olvidar que Deleuze no se ocupa de una sensibles. Eso quiere decir que Hume debe
interpretación crítica de Hume, sino que su dar cuenta del conocimiento a partir de un
tarea se puede resumir en el intento de cifrar análisis de la forma en que el entendimien-
la relación entre el empirismo y la subjetiv- to es afectado por la experiencia. Es lo que
idad en términos de un sistema que se or- Deleuze llama, una psicología de las afec-
ganiza conceptualmente alrededor de los ciones. En ese sentido, nuestra tesis es que
conceptos de sujeto, experiencia y determi- para Hume aunque todo el conocimiento
nación. Dicho en otros términos, si tiene se reduce a las impresiones sensibles, el en-
sentido la lectura de Deleuze es porque no tendimiento puede superar la experiencia en
es enfática en encontrar en el argumento de la medida en que se constituye como suje-
Hume problemas lógicos o de estructura; to. En la primera parte, se trata de una sín-
por el contrario, permite encontrar el or- tesis de la teoría del conocimiento de Hume
den de los conceptos y los problemas con que permite establecer los conceptos fun-
los que Hume se compromete. damentales para dar cuenta de la tesis. En la
segunda, se trata de mostrar el vínculo en-
El problema del empirismo es el sujeto, dirá tre la experiencia, el sujeto y la posibilidad
Deleuze. No habría otra cosa en las investi- de superar la empíricamente dado. Final-
gaciones de Hume que un constante esfu- mente, en las conclusiones mostramos cómo
erzo para mostrar no sólo que el objeto el entendimiento para Hume sólo puede ser
único del entendimiento es la experiencia, entendido como el lugar de las determina-
sino que ella es la que hace posible el sujeto. ciones de la naturaleza y no como el deter-
Deleuze muestra que la filosofía de Hume minante de sus relaciones.
nace en un extremo de la posibilidad de
dar cuenta de la naturaleza a partir de lo 1. El problema del conocimiento.
único que ella ofrece: impresiones sensibles.
Y en el otro, en el intento de mostrar cómo En la Carta de un caballero a su amigo de Edim-
el sujeto puede ir más allá de la experiencia burgo, publicada en 1740, Hume expone de
sin abandonarla, sin pretender que ese ‘ir manera breve una serie de argumentos en
más allá’ sea, en efecto, algo que ya no se defensa del Tratado sobre la naturaleza huma-

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na de un sumario de cargos, que contiene explica también el sentido general del Trat-
seis puntos en contra de las ideas expuestas ado y de la Investigación sobre el entendimiento
en él. Uno de los argumentos de la Carta, humano.
se refiere a una de las tesis más importantes
del Tratado y en la Investigación sobre el enten- Para Hume, todas las percepciones de la
dimiento humano. En estas investigaciones mente están dividas en dos clases. Las pri-
Hume afirma que en general del universo y meras, son ideas o pensamientos; las seg-
del mundo sólo obtenemos percepciones. undas, son impresiones sensibles. Para
Es bien sabido que Hume ha pasado a la Hume, es claro que las primeras surgen de
historia como uno de los empiristas más las segundas, aunque se diferencian en el
radicales de la tradición moderna de la grado de afectividad sobre los sentidos. Con
filosofía. Eso no sólo quiere decir que se la palabra “impresiones”, Hume se refiere
toma en serio la máxima según la cual en el a todas aquellas percepciones producto de
entendimiento no hay nada que no haya lo que vemos, escuchamos, olemos, senti-
pasado previamente por los sentidos, sino mos, amamos, odiamos, queremos o
que su crítica a conceptos metafísicos clási- deseamos (1992: 26). Los pensamientos o
cos como causalidad o libertad sirve para ideas provienen de la imaginación, la cual
“sustituir una psicología del espíritu por una se sirve para revivir las impresiones de man-
psicología de las afecciones del espíritu” era menos vívida. Por ejemplo: al ingerir
(Deleuze, 2002: 1). algún alimento, recibimos por medio de
nuestros sentidos, todas las percepciones que
Para Hume, el proyecto de la ciencia y de la tenemos de él, esto es, el olor, el sabor, la
moral encuentra su principio de posibilidad textura, un cierto sonido cuando mordem-
en el hecho de que es preciso que el enten- os y un cierto color cuando se percibe a
dimiento sea afectado. De acuerdo con través de los ojos. Es distinto cuando re-
Deleuze, Hume es un moralista y un sociól- cordamos haber comido tal alimento: imag-
ogo antes que un psicólogo en la medida inamos su olor, su sabor, su textura, etc. En
en que muestra cómo el entendimiento es términos de Hume, eso significa que ‘senti-
afectado únicamente por lo sensible-pasional mos’ sus características sensibles de manera
y lo social de la realidad (2002: 11). Lo prim- menos fuerte; se nos hace agua a la boca al
ero significa que, para Hume, el entendimien- imaginar su sabor, pero en realidad si estu-
to tiene por objeto todo aquello que se viésemos en este momento comiendo, re-
manifiesta ante los sentidos como afección. conoceríamos la diferencia entre imaginar
Lo segundo, tiene que ver con la uniformi- un sabor y sentirlo.
dad de las acciones humanas a partir de las
cuales se espera una relación constante en- Hume también se ocupa de mostrar la dis-
tre móviles y fines. Los hechos sensibles y tinción entre las impresiones sensibles y las
las pasiones sociales son dos problemas sep- ideas. Para él, esa distinción se basa en que
arados, pero para Hume los segundos se toda idea o pensamiento proviene de im-
subordinan a los primeros. Eso explica presiones sensibles, siendo la idea una per-
porque las investigaciones de Hume tratan cepción menos vívida, de la que somos con-
los problemas independientemente, pero scientes en el momento de experimentar una

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impresión. Por esto, todo pensamiento que Hume insiste en el postulado según el cual
sea más complejo que la idea de sabor, por la idea está contenida en la imaginación. Para
ejemplo, imaginar un monstruo, es el resulta- él, la imaginación es un espacio en el que las
do de la combinación de todas las impre- percepciones ‘habitan’. Hay que entender
siones que obtenemos de la experiencia y que esa expresión no significa que la idea
que dieron lugar a esta idea. De acuerdo sea inherente al entendimiento. Por el con-
con esto, no tiene sentido cualquier inten- trario, las percepciones que se encuentran
ción de ir más allá de nuestras percepciones, en la imaginación circulan en el entendimien-
ya que lo único que encontraremos es otra to en la forma de flujo. Eso significa que la
suerte de percepciones. Los ejemplos de imaginación no es un agente determinante
Hume son más o menos obvios: la base sino un ‘lugar’. Para Hume, toda idea se
empírica de ideas como la de monstruo o produce en la imaginación y no por la imag-
dios es la experiencia sensible dada en los inación (cfr. Deleuze, 2002: 13). En efecto,
sentidos en la medida en que el entendimien- la imaginación es una colección de ideas en
to combina distintas ideas simples en una el sentido en el que constituye un conjunto
compuesta: las alas de un pájaro con el cu- amplio de percepciones sensibles. Por ello,
erpo de un caballo, por ejemplo. A su vez, la imaginación no remite a una facultad del
objetos compuestos como las alas o los entendimiento — como en el caso de
caballos provienen de la percepción de cier- Kant—, sino al conjunto de las percepciones
tas características físicas como el color, la sensibles. Para Hume la imaginación es “una
forma, etc. De ahí se sigue, que demostrar colección sin álbum, pieza sin teatro o flujo
la existencia de algo distinto de nuestras de percepciones”. Pero, “la comparación
percepciones carece de sentido, teniendo en con el teatro no debe hacernos extraviar [dirá
cuenta que nuestras percepciones del mun- Hume]. No tenemos el más remoto cono-
do son el resultado de ciertas afecciones. cimiento del lugar en que se representan estas
En ese sentido, nociones como extensión, escenas, ni de los materiales que lo consti-
alma, necesidad, causalidad deben ser ex- tuyen” (1981: 344).
plicadas a partir de esos objetos del enten-
dimiento en el más vago y amplio sentido Uno de los problemas clásicos de la filosofía
de la expresión. Los objetos del enten- es la causalidad y Hume no es ajeno a él.
dimiento son los datos de los sentidos, pero Intentos anteriores de la filosofía para tra-
también los objetos de la naturaleza y las tar de dar cuenta del nexo aparente entre
acciones humanas, a condición de que no los eventos de la naturaleza estaban ancla-
sobrepasen los límites que trazan las per- dos a una concepción según la cual entre
cepciones. Eso quiere decir que los objetos ellos existe una relación intrínseca que de-
del entendimiento se reducen, para Hume, termina el orden en el que aparecen. La
a un flujo de percepciones. A pesar de esa filosofía tómista es un ejemplo de esa con-
afirmación, Hume no desconoce el hecho cepción. Sin embargo, dada la naturaleza del
de que puedan existir objetos fuera del al- conocimiento para Hume, explicaciones ‘es-
cance del entendimiento. Sólo que, dirá él, encialistas’ remiten a un conjunto de en-
no es posible para los humanos dar cuenta tidades cuya existencia está por fuera de
de esos objetos. nuestro alcance perceptual. Cuando Hume

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afirma que el entendimiento opera con los la experiencia en la medida en que la deter-
materiales empíricos de la ciencia y que la mina a través de nociones ‘no vistas ni toca-
imaginación es el lugar en el que las ideas se das’. Sin embargo, para Hume el enten-
combinan, en el fondo está tratando de in- dimiento no es un determinante de la ex-
troducir a partir de la noción de percepción periencia; más bien, es un determinable en
como flujo de impresiones, la indetermi- el sentido en el que hay que cifrar la forma
nación de la esencia del mundo. Por eso, la en la que la experiencia se combina en él,
uniformidad es una manera de resolver la pues la idea nace por la reproducción de
imposibilidad del pensamiento de vincular las impresiones en la imaginación. Es-
necesariamente, en el sentido fuerte de la quemáticamente hablando, la actividad del
palabra, hechos en la naturaleza. Para el en- entendimiento es delirante y fantasiosa; no
tendimiento la relación entre los hechos de es más que el movimiento de las impre-
la naturaleza esta dada por la simple con- siones en la imaginación captadas por los
junción constante de percepciones. Hume sentidos de las acciones y reacciones de la
dirá que, dicha constancia responde a la naturaleza. De ese movimiento nacen drag-
conjunción que la mente hace de experien- ones de fuego, caballos alados, gigantes
cias repetidas. Es decir, la naturaleza se ex- monstruosos (cfr. Hume, 1981: 87-94). Por
presa de tal manera que el entendimiento sí misma la naturaleza es indiferente al cono-
parte de una relación en la que un fenó- cimiento: se da como mero flujo más o
meno X precedente a otro Y, permite un tipo menos uniforme. Por eso, las ideas que son
de inferencia definida en términos de ‘causa ligadas en la imaginación es una conjunción
de’. Por eso, la constancia y la uniformidad, artificiosa y depende íntimamente de la uni-
“no están en las ideas que tengo, como tam- formidad de la naturaleza. La generalidad
poco en la manera en que las ideas son ligadas y la particularidad no son una característica
por la imaginación: es una vinculación que se propia de la idea, sino el papel que juega en
efectúa al azar” (Deleuze, 2002: 13)1. el entendimiento guiada, dirá Hume, por
unos principios de contigüidad.
En ese sentido, la generalización de las ideas
es posible por la manera en que son reuni- Una vez que Hume ha mostrado que todo
das en el entendimiento por los principios conocimiento esta fundamentado en la ex-
de contigüidad, semejanza y asociación caus- periencia, trata de mostrar que existen dos
al (1992: 90-104). Es importante señalar que formas de razonamiento del entendimien-
para Hume, ninguno de estos principios es to: relaciones de Ideas y cuestiones de hecho.
inherente a las ideas mismas. El principio Para Hume, teniendo en cuenta que la imag-
general de la asociación de ideas encuentra inación puede separar las ideas en simples y
su definición en la regularidad con que cier- complejas en un procedimiento reciproco,
tos fenómenos afectan al entendimiento. resultaría absurdo que el entendimiento no
Kant entendió muy bien del análisis de fuera guiado por una serie de principios que
Hume, que el entendimiento es superior a regulan las operaciones de la imaginación
(cfr. 1981: 98-102). La constancia es una
1 En el siguiente aparte nos ocupamos de esa idea en asociación que supera a la imaginación, pues
detalle. opera a través de ciertos principios (con-

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tigüidad, semejanza y causalidad) que de- el entendimiento mismo. De allí la impor-
tienen el azar con el que la naturaleza se tancia de la noción de causalidad tal y como
manifiesta y permiten introducir una cierta la entiende Hume, pues todos los ra-
regularidad. En efecto, la asociación de ideas zonamientos acerca de la experiencia están
encuentra su lugar en la imaginación y no su fundamentados en las relaciones de causa/
explicación; la asociación de ideas es la efecto y además, sólo por medio de tales
posibilidad del entendimiento por reunir relaciones podemos ir más allá de nuestras
ideas y no una cualidad propia de las ideas. percepciones dadas por los sentidos en la
De esa manera, Hume define relaciones de imaginación. (Hume, 1992: 37). De acuer-
ideas como el conjunto de juicios necesari- do con Deleuze, allí “vemos el fondo úni-
os y universales que se definen a través de co del empirismo: es porque la naturaleza
una relación en la que la noción de predica- humana en sus principios supera al espíritu,
do esta implícita en la noción de sujeto. Es nada en éste supera a la naturaleza humana;
un problema de vieja data: todas las rela- nada es trascendental” (2002: 14).
ciones de ideas pueden ser descubiertas a
priori en la medida en que no dependen de De acuerdo con Hume, todas las relaciones
la experiencia para ser verdaderos o falsos. causales provienen únicamente de la expe-
riencia y no a priori. La experiencia es la
Por otro lado, el entendimiento es capaz de llamada a verificar esas relaciones causales
ordenar la experiencia a partir de cierto tipo como un proceso de aprendizaje que sirve
de juicios que provienen de la experiencia y para probar una y otra vez diferentes expe-
son verificados en la experiencia. Son los riencias que permiten averiguar los poderes
que Hume llama cuestiones de hecho. Las cues- secretos que guardan los eventos de la natu-
tiones de hecho están sostenidas bajo el fun- raleza. Todos los razonamientos del enten-
damento de la experiencia y sólo pueden dimiento en cuanto a lo fáctico son de la
ser verificados en ella. Para Hume, el enten- misma naturaleza: cuestiones de hecho que
dimiento supera lo dado organizando la se fundamentan en una muy particular rel-
experiencia empírica a través de principios ación de causa y efecto. Eso significa que lo
que le imponen cierta constancia que no tiene que Hume llama ‘cuestiones de hechos’ son
por sí misma. Gracias a esa ordenación de en el fondo juicios que versan sobre rela-
la naturaleza es posible atribuir vínculos en- ciones causales que surgen a partir de las
tre ideas más allá de sus referencias sensi- impresiones que tenemos de los ‘muebles
bles. En la creencia se despliega el pensamien- del mundo’. Dicho de otra manera, las
to como un privilegio que tiene el enten- juicios acerca del mundo son estímulos sen-
dimiento de agregar predicados a la idea sibles de la experiencia y que el pensamien-
de los objetos que no sólo se reducen a lo to usa para combinar y transponer impre-
‘tocado y lo visto’. Ese privilegio es el que siones para toda idea en la imaginación. La
permite que el entendimiento pueda afir- concepción de Hume sobre las relaciones
mar la existencia objetiva de los objetos de de causa y efecto está destinada a la crítica
la naturaleza, pero sobretodo preparan el de una concepción apodíctica de causali-
terreno de la investigación científica sobre dad. El hecho de que Hume diga que to-
la base de unos principios que no superan dos nuestros juicios acerca de la experien-

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cia están fundamentados en la relación de y efectos particulares dados previamente en
causa y efecto significa que la idea de la experiencia, el entendimiento infiere nue-
‘necesidad’ va más allá de los datos ‘reales’ vas relaciones causales sobre la base de que
que suministra la experiencia. Por ello, la idea en el mundo los fenómenos se asocian con
de tratar de predecir causas y efectos simi- cierta regularidad. En ese sentido, “la asoci-
lares en el pasado no está fundamentada en ación es una regla de la imaginación”
un proceso racional y argumentativo del (Deleuze, 2002: 15) dada por el ejercicio
entendimiento. libre del entendimiento sobre la experien-
cia: la asociación guía el entendimiento, hace
La regularidad del universo hace pensar que uniforme la experiencia para que él pueda
los eventos están conectados de tal manera referirse a la naturaleza (Hume, 1981: 98-
que no implica ninguna contradicción el 99). Por ello, la naturaleza es lo que la imag-
pensar que, por ejemplo, mañana, tal vez, inación ha producido como ideas comple-
no amanezca. Pero, a pesar de que implica jas en el entendimiento, pero a la que el prin-
no contradicción, se pregunta Hume, ¿ por cipio de asociación de ideas ha fijado y dado
qué seguimos pensando que mañana orden (entendiendo que ese orden se da en
amanecerá?. De una experiencia particular el entendimiento y no por él). La regular-
como que hace un mes amaneció, hace una idad de la naturaleza tiene su origen en la
semana amaneció, ayer amaneció, y hoy costumbre, dirá Hume, en la medida en que
amaneció al levantarme de la cama, surge hace de la experiencia información útil para
otra proposición general que predice que el futuro. Pero, ¿cómo es posible que la nat-
siempre amanecerá cuando salga de mi uraleza humana sea la capacidad del enten-
cama en la mañana. Tenemos así que, si en dimiento por dejarse afectar por una expe-
el pasado hemos visto ciertos eventos con riencia reglada en su devenir mismo? O sea,
propiedades sensibles en conjunción con ¿cómo es posible que el entendimiento sea
otros eventos con otra serie de propiedades capaz de ordenar la experiencia sin ser un
sensibles, presumimos que en situaciones principio activo de ese orden?
análogas, estos eventos estarán en el futuro
dados en conjunción con otros eventos. La respuesta para Hume es más o menos
Cualquier ser humano diría que “he encon- obvia. Los principios que se refieren a las
trado en todas las ocasiones pasadas tales formas en que el entendimiento capta la
propiedades sensibles en conjunción con realidad (relaciones de ideas y cuestiones de
tales poderes secretos, y afirma luego, las hechos) se refieren a la manera en que la
propiedades sensibles similares se hallarán experiencia afecta al entendimiento y el pa-
siempre en conjunción con tales poderes pel de la imaginación es la de producir ideas
secretos” (Hume, 1992: 51). nuevas a partir de esa experiencia. Dicho
de otra manera, la asociación de ideas es
Es importante observar que para Hume, el una ley de la naturaleza que capta el enten-
entendimiento infiere de experiencias par- dimiento bajo la forma de eventos que se
ticulares otras que aparentemente corrobo- unen periódicamente. Así se entiende la rad-
ran ciertas predicciones sobre los eventos icalidad de Hume en relación con el obje-
futuros. A partir de la conjunción de causas tivo de la ciencia, pues supone firmemente

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que la asociación es un efecto de la natu- es que al menos es indudable que todas las
raleza que la ciencia debe cifrar. No se trata nociones presentadas en su investigación son
de investigar acerca de las causas últimas de del todo inteligibles, ya que no rebasan las
los eventos de la naturaleza, sino de entender demarcaciones de la compresión del enten-
que el entendimiento sólo recibe de la natu- dimiento en términos de los fundamentos
raleza efectos. Hume no descarta el hecho de los juicios acerca de la experiencia.
de que los eventos se relacionen constante-
mente debido a una causa superior (Dios, 2. La construcción de subjetividad: ‘el
por ejemplo), sólo que se radicaliza en el Hume de Deleuze’.
postulado según el cual esa causa no puede
ser conocida en coherencia con datos de Deleuze resalta que para Hume, la causali-
los sentidos. El hecho de que para Hume el dad es una percepción del entendimiento.
principio de la causalidad se fundamente en O sea, la relación, comúnmente denomina-
la costumbre o al habito significa que donde da causalidad, que guarda unos hechos con
quiera que un fenómeno aparezca múltiples otros es ‘sentida’ por el entendimiento a
veces en experiencias pasadas en conjunción través de las impresiones sensibles. En térmi-
con otros, el entendimiento considera que nos de Hume, a la hora de examinar aque-
siempre que esa relación tiene un lazo casu- llo que cae bajo la definición de causa/efec-
al. Por eso, cuando Hume afirma que todas to, lo primero que sale a relucir es que no se
las inferencias de la experiencia son el re- apoya en ninguna impresión sensible. En-
sultado de la costumbre o el habito esta tendida de la manera en que lo hace Hume,
tratando de decir que la única conexión que eso quiere decir que la relación de causali-
se puede encontrar entre una causa y un efec- dad no se refiere a una cualidad propia de
to, en coherencia con los objetos del cono- los objetos, sino a la inferencia que hace el
cimiento, es la conjunción constante. Tratar entendimiento según sea la relación que se
de defender otra idea de necesidad seria da para él en la experiencia (cfr. Deleuze,
rebasar los límites del entendimiento. Por 1994: 36). De allí que, para él, “la idea de
eso para Hume, la finalidad de la ciencia y causalidad deberá, pues, derivarse de
el conocimiento es el acuerdo de los prin- alguna(s) relación(es) entre objetos” (1982:
cipios de la naturaleza con la Naturaleza 181). Hume insiste en que la causalidad es
misma. En términos de Hume, “así tenem- un tipo de inferencia, entre otras 2. Eso
os, pues, una especie de armonía preestable- quiere decir que sean considerados los ele-
cida entre el curso de la naturaleza y la suc- mentos de esta relación como causa o efecto,
esión de nuestras ideas” (1992, 101) que no lo que es absolutamente cierto, para Hume,
tiene nada que ver con las pretensiones de es que la forma en la que los objetos se dan
la filosofía de encontrar causas últimas. Se obedece a cierto orden y conexión que no
trata de mostrar como esa relación entre el esta dada por el entendimiento sino que se
entendimiento y la naturaleza se organiza de
cierta manera. Para Hume, es importante
reconocer los límites del entendimiento de 2 Para Hume el entendimiento procede por medio
de los principios de asociación, semejanza y con-
acuerdo con los objetos de la experiencia. tigüidad que se refieren, en general, a las caracterís-
Quizá, el argumento más fuerte de Hume ticas cualitativas y cuantitativas de los objetos.

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da para el entendimiento. Ese detalle era, la necesidad de las relaciones causales
aparentemente simple, constituye la inver- no puede extraerse de la forma en que los
sión más importante del empirismo de objetos se presentan en la experiencia: ni las
Hume en la medida en que pone todo el características cualitativas ni cuantitativas de
peso de las determinaciones de los hechos las cosas sirven de fundamento para la idea
empíricos en la naturaleza y no en un sujeto de necesidad. Para él, en ninguna de las rel-
como condición de esas determinaciones. aciones de los hechos de la experiencia está
ni implícita ni explícitamente la proposición
Basado en esa suposición, Hume examina de que es necesario, en el sentido fuerte del
la cuestión concerniente a la idea de la término, que todo objeto de la experiencia
necesidad. Con un tono irónico, comienza tiene una causa que explica su existencia. Por
trayendo a colación la formulación del prin- ello, no se puede sostener coherentemente
cipio de causalidad de Platón según el cual a partir de la conjunción de los hechos
“es necesario que todo lo engendrado lo empíricos, la noción de necesidad entendi-
sea por una causa” (1971, 26E). Esa afir- da como aquello que explica el lazo que une
mación es vulgarmente aceptada, dirá las causas y los efectos. Una de las razones
Hume, por el hecho de que parte de una que permite afirmar que esa proposición
intuición que no puede ser negada sin que no es intuitivamente cierta es que para mos-
ello implique no tanto un absurdo o una trar la necesidad de una causa cualquiera se
contradicción lógica, pero sí un contraejem- debe probar, al mismo tiempo, que no hay
plo de lo que la experiencia ofrece cotidi- la posibilidad de que algo pueda existir sin
anamente. Hume sostiene que la afirmación un principio generativo. En esa afirmación
de que todo tiene una causa proviene de la Hume insiste en que para acreditar la
forma en la que la naturaleza se expresa: en necesidad de las relaciones causales hay que
la experiencia los hechos se dan en orden probar que ‘todo tiene una causa’ sin la cual
de aparición y contigüidad. La idea según no podría existir.
la cual la existencia de los hechos de la ex-
periencia se explican por su conexión real Para Hume, la noción de causalidad encar-
con otros es, para él, la que lleva a grandes na un problema de fondo más difícil de
equívocos, entre otras razones porque no resolver. En el Tratado, su intento de con-
hay certeza de la naturaleza de esa conexión struir un teoría del conocimiento se puede
o de lo que significa ‘real’ (1981, 182). resumir en la idea de mostrar cómo el en-
tendimiento puede superar la experiencia sin
El argumento más fuerte que presenta optar por nociones que no pueden ser sos-
Hume en contra de la idea de necesidad de tenidas en la sola experiencia. Se puede decir
la causalidad es que no hay nada en la expe-
riencia que ofrezca una señal o de un indi-
cio certero de la conexión que establece esa reducen a las relaciones de semejanza, proporciones
idea entre los objetos3. Dicho de otra man- variadas de cantidad y número o grados de una cual-
idad y contrariedad no permiten sacar las conclu-
siones que se derivan de la noción de necesidad. Para
3 Para Hume, todas los vínculos que puede sostener la definición de las relaciones entre los objetos del
legítimamente el entendimiento entre los objetos se conocimiento, cfr. Hume, 1981: III, §I, 126ss.

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que Hume no es ingenuo en creer que la hechos empíricos precede a la inferencia
noción de causalidad es imprescindible para causal según la cual el entendimiento con-
la ciencia; por el contrario, entiende que ese sidera a unos como causas y a otros como
tipo de inferencias son las que constituyen efectos. En ese sentido, lo que resulta fun-
el objeto del entendimiento. Sin embargo, damental para Hume es que en ese acto
la lucha de Hume en el Tratado consiste en pasivo de percepción el entendimiento de-
mostrar que todas las inferencias que el su- viene sujeto. En el momento en el que en el
jeto hace sobre la naturaleza provienen de Tratado se afirma que un acto del enten-
la forma en que ella se expresa en la experi- dimiento se define por la pura contem-
encia. En ese sentido, Deleuze afirma acer- plación de la experiencia empírica, Hume
tadamente que la “paradoja coherente de la ha señalado que él es activado por las per-
filosofía de Hume consiste en presentar una cepciones y, en ese acto, se constituye como
subjetividad que se supera y que no por eso sujeto (Deleuze, 2002: 17).
es menos pasiva” (2002: 17). En el caso de
las relaciones causales, lo que le permite a Para sostener esa idea, en Hume se eviden-
Hume sostener que la subjetividad se da en cia el desarrollo de una ambigüedad entre
la ‘impresionabilidad’ del entendimiento es la psicología de las afecciones y la psicología
que las relaciones causales no son propias del espíritu. De acuerdo con Deleuze, “en
de la naturaleza —como ya hemos visto— el caso de Hume asistimos al desarrollo
sino que a partir de las percepciones es- desigual de dos inspiraciones muy diversas”
tablecen un orden causal en el entendimien- (2002, 18). Esas inspiraciones consisten, por
to. De tal manera, “las relaciones causales una parte, en lo que Deleuze llama el atom-
son necesarias en el sujeto en tanto que perc- ismo o la psicología de la idea que se define
ibe y no en los hechos de la experiencia” por el desarrollo de un análisis de los ele-
(Deleuze, 2002: 17). mentos que componen los juicios del en-
tendimiento, esto es, las impresiones y la
Hay que tomar en serio el lugar en el que, idea4. Por otra, dirá Deleuze, la psicología
para Hume, se da la necesidad de las rela-
ciones causales. Para él, la causalidad se dan
en el entendimiento como un juego de la 4 Aunque se puede decir fácilmente que las investi-
gaciones de Hume giran en torno a la distinción en-
imaginación a partir del cual se asocian fenó- tre la idea y las impresiones y las consecuencias epis-
menos empíricos y no para el entendimien- temológicas que tiene la concepción radical del em-
to como si las esas relaciones fueran pro- pirismo, en las secciones dedicadas al espacio y al
pias de la naturaleza. Lo que se da para el tiempo se ocupa de la doctrina de la divisibilidad de
la capacidad de compresión del entendimiento sobre
entendimiento es cierto orden en el que los
la idea de infinito. La tesis que sostiene Hume es que
hechos empíricos se dan: lo demás es sólo un examen exhaustivo de las nociones de espacio y
el libre ejercicio de la imaginación. Por eso, tiempo muestra que es erróneo el postulado según el
para Hume, la conexión entre las causas y cual “todo el mundo está conforme con que la ca-
los efectos está dada por la conjunción con- pacidad de la mente es limitada y no puede alcanzar
jamás una comprensión completa y adecuada del in-
stante: en las cosas no hay más que la regu- finito” (1981: 117). Para Hume, el entendimiento
laridad con que aparecen para el sujeto. Más puede hacerse una idea del infinito a través del ejer-
aún, es que la conjunción constante de los cicio de partición de las cosas hasta su sustrato más

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del espíritu se refiere a los actos morales en cimiento en los principios de asociación y
tanto que constituyen las tendencias generales contigüidad como los únicos que se pueden
de acción de los seres humanos. En ambas, sostener en la idea de las impresiones sensi-
lo esencial es que Hume procede por me- bles. En Hume ocurre lo contrario de la
dio de una crítica a la psicología en la medi- crítica kantiana: el sujeto no constituye el
da en que encuentra las determinaciones del determinante de la experiencia en la medi-
conocimiento y la moral por fuera de los da en que le impone unas estructuras que la
objetos que la componen, esto es, las im- ordenan. Para él, el sujeto se ‘deja afectar’
presiones sensibles. Deleuze es enfático en por la forma específica en la que la experi-
decir que eso no quiere decir acepte Hume encia se da y en ese flujo percibe el orden.
la psicología ‘sin mas’ en la medida en que Por esa razón, los principios de contigüidad,
supone la idea de un sujeto cuyas determi- semejanza y asociación no son principios
naciones sobre la experiencia corresponden trascendentales entendidos como unas
a nociones que no tienen fundamento estructuras a priori de ordenamiento y de-
empírico. Sin embargo, se puede sostener terminación de la experiencia, sino que se
en sus trabajos un tipo de ‘psicología de las refiere a las inferencias que hace el sujeto de
afecciones’ teniendo en cuenta que Hume a partir de los hechos que lo afectan. El
supone que las determinaciones de la natu- hecho de que el sujeto pueda decir que ‘hay
raleza no pueden ser de otra índole que las cosas junto con otras’ o ‘hay cosas que se
que se nacen a partir de lo dado para el parecen a otras’ es justamente porque la
entendimiento. experiencia se da de esa manera. La critica
a la psicología hecha por Hume se refiere a
Lo que resulta especialmente interesante de la mala identificación del sujeto con el cono-
Hume es que en su concepción radicalmente cimiento5. Es decir, para Hume no es el su-
empírica del conocimiento hay una fuerte jeto el que constituye el objeto de análisis
presunción de que la naturaleza objetiva del de una teoría del conocimiento sino que el
entendimiento, o sea la naturaleza humana, único objeto posible del entendimiento son las
debe ser entendida a partir de las afecciones impresiones sensibles y, por lo tanto, la nat-
que la experiencia produce. En términos de uraleza de los hechos empíricos son la
Deleuze, Hume se juega su análisis del cono-
5 Por esa razón, Deleuze afirma con certeza que, no
elemental. Eso quiere decir que por medio de sepa- se le puede reprochar a Hume haber “desatendido el
raciones y distinciones puede reducir la idea en sus importante problema de las condiciones de la cien-
partes inferiores, sólo que lo que encuentra en en- cia del hombre” (2002, 18). En esa dirección Deleuze
tendimiento no es más que las impresiones sensibles afirma que “hasta llegaremos a preguntarnos si lo
que dieron paso a la idea de un objeto o un hecho autores modernos no repiten el proyecto de la
empírico. En ese sentido, Deleuze afirma que “todo filosofía de Hume cuando hacen corresponder a cada
el tema de Hume, que concilia los defectos de los momento positivo de la ciencia del hombre una crítica
sentidos y la objetividad de lo dado, es el siguiente: asidua del atomismo, tratándolo, antes que como una
hay, sin duda, muchas cosas pequeñas que los más tesis histórica y localizada, como la idea en general
pequeños cuerpos que se presentan a nuestros senti- de lo que la psicología no puede ser, y condenándolo
dos; pero sigue en pie el hecho de que no hay más en nombre de los derechos concretos de la carec-
pequeño que la impresión que tenemos de tales cu- tología y de la sociología, de lo pasional o de lo
erpos” (2002, 98). social.

Causalidad y sujeto: el problema del empirismo en Hume P. 69-84 79


condición de la ciencia (cfr. Deleuze, 2002: damentan en impresiones o en ideas que
18). han sido engendradas a partir de ellas. El
problema es que una expresión que se refi-
A partir de esos postulados, dirá Deleuze, ere a hechos generales (mañana amanecerá)
“la subjetividad empírica se constituye en no se pueden expresar en la forma de una
espíritu bajo el efecto de los principios que idea que se encuentre legítimamente apoya-
le afectan a éste; el espíritu no tiene los car- da en una impresión sensible: no hay nada
acteres de un sujeto previo” (2002: 19). Lo en la experiencia que indique que una afir-
que señala Deleuze es que el sujeto se con- mación sobre el futuro se pueda dar efecti-
stituye en el proceso en el que el enten- vamente6.
dimiento es afectado de cierta manera. Y
esa ‘cierta manera’ se refiere a la regular- Hume se refiere a que lo dado tiene dos
idad, las semejanzas y las asociaciones que sentidos: el primero es que la experiencia y
se dan en la experiencia y que el enten- la idea se identifican, lo cual implica que nin-
dimiento percibe a través de las impresiones. guna de ellas la supera, ni siquiera el enten-
Para Hume, el papel del sujeto es pasivo dimiento puesto que es idéntico a la idea.
puesto que las relaciones en las que se da la El segundo es que el entendimiento supera
experiencia provienen de las impresiones la experiencia en el sentido en el que la idea
mismas. Cuando Deleuze dice que Hume es también impresión de reflexión. La para-
parte de ese postulado y no que llega a él doja del sistema de Hume es que sostiene
por una especie de discusión o diálogo con los dos sentidos a la vez, dirá Deleuze: uno
otras tradiciones y posturas de la filosofía, en el que el entendimiento no puede super-
está preponderando el hecho de que Hume ar lo dado y, otro, en el que supera la expe-
acepta el desafió de una teoría de cono- riencia por medio de las impresiones de
cimiento a partir de unos principios que reflexión. Sin embargo, para Hume los dos
remiten exclusivamente a la experiencia (cfr. sentidos no implican una contradicción. La
Deleuze, 2002, 20). forma en que la paradoja se resuelve es por
la vía de las llamadas impresiones de re-
Para dar cuenta de la cuestión así planteada flexión. En el Tratado se puede ver cómo
del sujeto, Hume pone el problema en otro las impresiones son de dos clases: “la prim-
plano: el acto de aprehensión de la experi- era clase surge originariamente en el alma a
encia. Para Hume, el asunto de la filosofía partir de causas desconocidas” (Hume,
atañe especialmente al momento en el que
el sujeto supera lo dado —y esa es la pre-
gunta que Kant entendió muy bien de Hume 6 En el Tratado, Hume muestra la contradicción que
surge cuando se trata de juntar el postulado empíri-
aunque lo resuelva de otra manera—. Hume co según el cual el fundamento del conocimiento es
se pregunta en qué se sostienen las afirma- la experiencia con otro que afirma que existen ‘algo
ciones en las que se pasa de un hecho cono- así’ como ideas generales o abstractas. Hay que en-
cido a uno que no lo es en el futuro (1981: tender que la discusión implícita que se plantea con
Locke y Berkeley nace del hecho de que Hume parte
98). Es bien sabido que para Hume, todos del supuesto de que tanto las ideas abstractas como
los postulados sobre la experiencia se fun- la idea de una conexión real son incompatibles con
los objetos del conocimiento.

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1981: 95). Cuando Hume plantea esa saria se da en el sujeto en la medida en que
definición de las impresiones no parece es- es afectado, lo cual quiere decir que es de-
tar muy preocupado de la naturaleza del terminado a pasar de la idea de un objeto a
proceso según el cual se dan las impresiones la de otro necesariamente. Ese es el sentido
en el entendimiento. Parece tener claro que de la noción de costumbre: el entendimien-
eso sería cosa de una ciencia de la mente. to supera los datos de las impresiones sen-
La segunda, “se deriva en gran medida de sibles en la medida en que el orden de la
nuestras ideas” (Hume, 1981: 95). Las im- naturaleza lo obliga a pensar que los hechos
presiones de reflexión son el resultado de guardan una relación intrínseca. Otro tanto
una copia tomada por el entendimiento de ocurre con los principios de contigüidad,
las impresiones sensibles que permanecen semejanza y asociación. Por un efecto de
en la memoria. En términos de Hume, del ordenamiento de los fenómenos el enten-
contacto de los sentidos con los objetos de dimiento es moldeado para pensar que la
la experiencia el entendimiento conserva la naturaleza tiene, por una parte, una cierta
sensación de placer o dolor que nace de ese disposición y, por otra, que los hechos y los
contacto, lo cual lleva a su vez, a las impre- objetos empíricos tienen propiedades co-
siones de deseo y aversión, esperanza y te- munes. De esa manera, a partir de los prin-
mor7. cipios de asociación el sujeto puede ir más
allá de la experiencia de las impresiones.
Pero cómo se resuelve Hume el hecho de Pero esa superación debe entenderse como
que el entendimiento va más allá de la ex- la creencia de que ‘todo ocurrirá de la mis-
periencia teniendo en cuenta que la super- ma manera en que mucho tiempo atrás todo
ación de la idea no se da en las impresiones ha ocurrido así’. Cuando el sujeto va más
sensibles sino en el entendimiento: de allí las allá de la idea esta afirmando la operación
ideas de existencia, necesidad, Yo, expre- en la que relaciona hechos después de que los
siones generales. La respuesta de Hume es ha percibido. La superación de la idea es
que la superación de la idea se da en la im- posible por una inferencia —llamada por
presión de reflexión. Cuando el enten- Hume impresión de reflexión— posterior
dimiento es afectado por los objetos de la a la experiencia.
experiencia es determinado por la forma
en la que esa afección se da. Luego, el en- La consecuencia más importante de ello, dirá
tendimiento reflexiona sobre el orden en la Deleuze, es que “lo propio de las impre-
que los objetos fueron percibidos y crea un siones de reflexión, efectos de los princip-
recuerdo de ese orden. La relación nece- ios, es cualificar diversamente al espíritu
como sujeto” (2002: 22). Lo que se revela
7 Lo que ocurre es que la memoria y la imaginación en la teoría de Hume, dice él, es que la con-
conservan una copia de las impresiones sensibles que stitución del sujeto obedece a la forma en
se convierten en ideas en el entendimiento, las cuales, que las afecciones se dan para el enten-
por su parte, pueden originar otras impresiones o dimiento: “la filosofía ha de ser la filosofía
ideas, afirma Hume. “De modo que las impresiones
de reflexión son previas solamente a sus ideas corre- de un sujeto constituido” (Deleuze, 2002:
spondientes, pero posteriores a las de sensación y 22). Eso es posible porque Hume sustituye
derivadas de ellas” (Hume, 1981: 95). las determinaciones racionales o innatas del

Causalidad y sujeto: el problema del empirismo en Hume P. 69-84 81


sujeto por otras que provienen de la expe- cipios de asociación. La experiencia enseña
riencia. Los términos de ‘universal’, ‘gener- al sujeto que ‘las cosas ocurren de una cierta
alidad’, ‘necesario’ adquieren un sentido pro- manera’ y que de no haber una buena razón
pio que se refiere a las afecciones del enten- que demuestre lo contrario , es correcto
dimiento. De hecho, dice Deleuze, “el es- pensar que así seguirán. Deleuze dirá que
píritu no es razón, la razón es una afección” “el espíritu no es sujeto, es sujetado. Y cuan-
y ese sería el sentido de las nociones de in- do el sujeto se constituye en el espíritu bajo
stinto, habito, naturaleza (2002: 22). La razón el efecto de los principios, el espíritu se capta
para Hume es una especie de ‘resultado de al mismo tiempo como un Yo porque es
la reflexión’ de lo que las impresiones ofre- calificado”.
cen como experiencia. En palabras de
Hume, la razón es una “determinación gen- 3. Conclusiones.
eral de las pasiones fundadas en una visión
distante o en la reflexión” (1981: 266). Por Hemos visto en las secciones anteriores que
ello, el escepticismo de Hume debe entend- según Deleuze, la clave del empirismo está
erse como una filosofía que pone todo el en la idea de que el sujeto se constituye a
peso del conocimiento no tanto en una partir de la experiencia. Lo que hay que tener
razón determinante sino en el sentimiento claro es que para Deleuze, Hume supone
producido por la naturaleza en el que ella que el entendimiento no es un principio ac-
tiene un lugar como ‘impresión de reflexión’. tivo de ordenamiento de los fenómenos,
sino que los fenómenos se dan con unas
Hume no se contenta con decir que el es- series causales y características cualitativas y
píritu se constituye por las sensaciones, sino cuantitativas que el sujeto percibe en su ex-
que las impresiones de reflexión lo califican periencia cotidiana. Los principios de aso-
para superar lo dado. No se trata solamente ciación, semejanza y contigüidad se refieren
de que toda idea se apoya en una impresión a la reflexión del entendimiento sobre esa
y que, por lo tanto, el conocimiento tiene su experiencia y la forma en que se le da. En el
origen en la experiencia. Lo que Hume momento en el que Hume plantea que la
muestra es que las impresiones de reflexión sola experiencia esa la cuestión fundamen-
son las que permiten que el entendimiento tal del entendimiento introduce un proble-
pueda pasar de unos fenómenos a otros, ma relacionado con la noción de Yo. Cuan-
siempre y cuando ese paso se entienda do Hume radicaliza su postura frente al
como una asociación previa que la naturaleza origen del conocimiento hace aparecer una
ha impreso en él. Por esa razón, Deleuze se contradicción entre dos principios a los
refiere a los dos sentidos de la impresión. cuales, él mismo advierte, no puede renun-
El primero tiene que ver con el origen de ciar: el flujo de percepciones y la unidad del
toda idea en el entendimiento: el sentimien- Yo. En ese sentido, Deleuze pregunta acer-
to de afección. El otro se refiere al efecto tadamente: “como la colección de ideas
del orden de la naturaleza en el entendimien- puede captarse a sí misma como un yo,
to: las impresiones de reflexión son el re- cómo puede decir ‘yo’, bajo el efecto de
sultado de la cualificación del entendimien- los mismos principios [que lo constituyen]?”
to a partir de la cual se constituyen los prin- (2002: 23).

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De acuerdo con eso, dirá Deleuze, en el
toda la actividad del entendimiento se re-
empirismo de Hume se encuentra la idea
sume en la constitución de la creencia a partir
de que el sujeto no es más que el resultado
de ciertos datos que la experiencia da. Por
de la reunión de dos principios, aparente-
ello los ejemplos predilectos de Hume son
mente incompatibles pero imprescindibles:
los que se refieren a un tipo de conocimien-
la unidad del Yo y el flujo de percepciones8.
to que va más allá de la experiencia particu-
Y en ese sentido, la tesis fuerte de Deleuze
lar: ‘Cesar ha muerto’, ‘Roma ha existido’,
es que el problema preciso del empirismo
‘mañana amanecerá’, etc.
es la subjetividad: en sus palabras, “el sujeto
se define por un movimiento y como un
Pero Hume se pregunta ¿cuál es la validez
movimiento, movimiento de desarrollarse
de las proposiciones que el sujeto hace y
a sí mismo”. ¿Pero se desarrolla respecto
que suponen un conocimiento que no está
de qué? ¿O con relación a qué? El único
fundamentado en sus impresiones sensibles?
sentido que se le puede dar, indica Deleuze,
En sus términos lo dirá de la siguiente man-
a la subjetividad es que el sujeto se desar-
era: “Cuando se produce un nuevo objeto
rolla como mediación o trascendencia
dotado de cualidades sensibles semejantes,
(2002: 91). Pero esa trascendencia no es un
aguardamos poderes y fuerzas semejantes
ámbito superior del entendimiento, como
y aguardamos un efecto análogo. De un
lo será en Kant, sino el movimiento de re-
cuerpo análogo al pan por el color y la con-
flexión en el que el sujeto supera los datos
sistencia esperamos un alimento y una sub-
de la experiencia. El sujeto se supera porque
sistencia análogos. Pero seguramente es éste
reflexiona sobre las impresiones sensibles y
un movimiento del espíritu que reclama una
todas las determinaciones que se encuent-
explicación” (1992: 53). Además el sujeto
ran allí. Hume sostiene su sistema, por un
se constituye en las reflexiones morales y
lado, en los principios de orden, semejanza
estéticas en la medida en que el sujeto re-
y asociación que no son más que un con-
flexiona por una doble vía: reflexiona so-
junto de inferencias que el sujeto hace y, por
bre lo que constituye su conocimiento y se
otro, las creencias y la simpatía9. Para Hume
reflexiona es relación con sus acciones. Eso
quiere decir que el sujeto es capaz de pon-
8 El problema que representa esa idea es que por una erse a sí mismo en juego en relación con su
extraña operación que Hume no aclara, el Yo se ad-
propio actuar y la evidencia que tiene del
quiere forma en el conjunto de las impresiones sen-
sibles. Al final del Tratado, Hume se ocupa de la actuar de los demás. “Tal es la doble po-
noción de Yo. Allí muestra la imposibilidad de dar tencia de la subjetividad: creer en inventar,
cuenta de ella en coherencia con su sistema de cono- presumir los poderes secretos, suponer
cimiento. Lo que Hume señala es que no hay una poderes abstractos, distintos”. El sujeto es
sola impresión sensible que apoye la idea de Yo y, sin
embargo, no podría ser sino allí en donde todas las normativo porque es capaz de descubrir
impresiones se dan (cfr, 1981). normas morales y reglas generales. Y para
9 En los dos extremos del sistema de Hume se en-
cuentra el acto cognoscitivo y el acto moral, sin que
eso signifique que uno no dependa del otro. Para sentido en que ‘cree’ que la regularidad de los actos
Hume, los principios de asociación (inferencias) per- de los hombres obedecen a las mismas regularidades
miten que el sujeto sea capaz de sentir simpatía en el que los hechos empíricos.

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Hume es fundamental explicar el proceso duce sobre ella. Por el contrario, la crítica
en el que esa normatividad se origina pues- de Hume proviene no de la duplicación de
to que el problema es que ‘los poderes secre- los planos para el análisis de la naturaleza,
tos’ escapan por mucho a la comprensión sino del plano en el que la naturaleza se da.
del entendimiento. De entrada Hume re- Deleuze dirá que “el mérito de Hume con-
nuncia a los juicios sobre esencias o ver- siste en haber deslindado este problema
dades fuera de lo que la percepción puede empírico en estado puro, manteniéndolo
sostener. Por ello, se pregunta, ¿con qué apartado de lo trascendental, pero también
derecho se pueden presumir conocimiento de lo psicológico” (2002: 93). El papel del
más allá de la experiencia empírica singular sujeto queda por ello situado en lo ‘pura-
de cosas que sólo son olores, sabores, tex- mente dado’. O sea, el flujo de percepciones
turas? Dicho de otra manera, hay que pon- como el movimiento de todo lo que
er a prueba el estatuto de las creencias que aparece. El entendimiento o el espíritu es-
nacen de las reflexiones del sujeto sobre su tán determinados no por un principio de
experiencia para dar cuenta de su validez. organización, sino como el lugar de lo que
Hume entendió bien que todas las deter- aparece.
minaciones del sujeto sobre la naturaleza no
provienen de ella. Al respecto Deleuze es Bibliografía.
enfático en decir que el mérito de Hume
fue haber logrado un sistema que trata de Deleuze, Gilles (2002). Empirismo y subjetiv-
responder a esa pregunta desde un radical- idad. Barcelona: Editorial Gedisa.
ismo teórico empirista. Esto es, la filosofía
Deleuze, Gilles (1994) Lógica del sentido. Bar-
en general, dirá Deleuze, se plantea los prob-
celona: Editorial Paidos.
lemas desde un plano a partir del cual puede
dar cuenta de los procesos de la conciencia Hume, David (1992). Investigación sobre el en-
y la forma en que el sujeto es determinado, tendimiento humano. Bogotá: Editorial Nor-
pero también es determinante, de la expe- ma, Colección Cara y Cruz.
riencia con la que cuenta para el conocimien- Hume, David (1981). Human nature and the
to. De allí que la filosofía opone dos planos understanding. New York: Collier Books.
de análisis: uno metodológico y otro que se Hume, David (1985). Mi vida. Cartas de un
refiere a los fenómenos mismos. El caso caballero a su amigo de Edimburgo. Madrid:
de Kant es uno de los más evidentes en ese Alianza Editorial.
sentido, pues construye una metodología Platón (1971). Parménides. Madrid: Editorial
desde la cual se pregunta por la experiencia Aguilar.
y todo aquello (juicios) que el sujeto pro-

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