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Pontificia Universidad Javeriana – Cali

Facultad de Humanidades
Departamento de Comunicación y Lenguaje
Profesor: Sergio Chacón Peña
ESCRITURA DE TEXTOS EXPOSITIVOS

Nombre: Maríía Camila Isaacs Acero Fecha: 07-03-2019

Con el ánimo de revisar y poner en práctica los saberes obtenidos a la fecha,


es necesario realizar un nuevo acercamiento a los componentes de todo texto
en función de su estructuración adecuada. De tal forma, que se repasarán
elementos como la introducción, el cuerpo y la conclusión, en función de la
explicación como forma textual.

1. La introducción:

Se trata de la puerta de entrada al texto y sus temaí ticas, se espera que sea ademaí s
de contundente, impactante y clara. El primer paso de la introduccioí n consiste en
generar ideas sobre una pregunta concreta y no sobre un tema muy amplio. Por lo
tanto, habraí que limitar el tema y enfocarlo, es decir, organizarlo de acuerdo con
una cierta perspectiva y mediante una serie de preguntas que el escritor se hace a
síí mismo. En ella, se presentan los hechos problemaí ticos que dieron pie a la
reflexioí n, o que contextualizan el tema a tratar o presenten el planteamiento
personal del autor.

1.1 Construya una introduccioí n ajustada al texto que se presenta luego del
siguiente espacio.

Chapinero y Usaquén son las localidades más infieles de Bogotá


Elespectador.com
Basado en una encuesta sobre los lugares maí s actuales y recurrentes para tener un
amoríío, el municipio de chapinero ocupa el primer lugar debido a que es el
epicentro de la rumba de los joí venes. Aquíí se pueden encontrar moteles de
diferentes precios y bares, que facilitan los encuentros amorosos.

“Seguí n datos de la encuesta, los usuarios afirman que gracias a que los bares de
esta localidad abren sus puertas desde las tres de la tarde y tienen todo a la mano,
es maí s faí cil concretar el “plan” completo con sus amantes sin que sus parejas
sospechen.

En cuanto al motivo que impulsa a un grupo de usuarios a elegir a Usaqueí n en el


segundo lugar es la discrecioí n que ofrece esta localidad, el romanticismo de la zona
colonial de Santa Baí rbara y la variedad de restaurantes que ofrecen privacidad
para pasar un rato placentero con su affair despueí s de una larga jornada laboral.

Por su parte, la localidad de Kennedy, ubicada en el sector suroccidental de la


ciudad hace alarde del tercer lugar en el ranking de las localidades maí s infieles.
Ademaí s de destacarse por ser la maí s poblada de Bogotaí con maí s de un milloí n de
habitantes, tambieí n sobresale por ser el foco del selecto grupo de infieles gracias a
que tienen muí ltiples escenarios culturales y deportivos puí blicos que se prestan
para compartir con sus amantes bajo la excusa de tener un compromiso con su
grupo de amigos maí s cercano.

Seguido por estas tres localidades se ubican en el ranking: Suba, Teusaquillo, San
Cristoí bal, Usme, Bosa, Fontiboí n y Barrios Unidos respectivamente”.

2. El cuerpo:

Es en este punto donde se comienzan a desarrollar las ideas principales del autor
con el fin de comprobar su hipoí tesis. Es importante recordar que un paí rrafo es
aquel que estaí compuesto por una idea central y tres o cuatro ideas secundarias.
Las ideas secundarias son aquellas que confirman la idea central, eí stas pueden ser
citas de autores expertos o referencias bibliograí ficas, estadíísticas, desarrollos de
ideas fundamentadas en diversas fuentes, ejemplos y contraejemplos, y preguntas
que inviten a la discusioí n o al debate.

2.1 Construya el cuerpo del siguiente texto que carece de eí l y desarrolle


adecuadamente las ideas planteadas en la introduccioí n y en la conclusioí n. Lea
atentamente las partes antes de desarrollar el ejercicio.

La adicción a Internet y al móvil: ¿moda o trastorno?


“Resulta obvio que comprar, jugar, trabajar y practicar el sexo son conductas
socialmente aceptadas pero como proveen un estado de gratificacioí n inmediata
(Marlatt y Gordon, 1985) la relacioí n que la persona establece con ellas puede llegar
a ser problemaí tica y considerarse una adiccioí n conductual (Alonso-Fernaí ndez,
2003; Echeburuí a, 1999; Gonzalez Duro, 2005; Holden, 2001; Lemon, 2002). Por lo
tanto, parece loí gico plantearse la forma en la que ciertas personas realizan estas
acciones, puesto que su conducta puede ser similar, al menos en parte, a los
comportamientos y vivencias de aquellos que son adictos a drogas.

Hoy en díía, los avances en la sociedad van paralelos a los de la comunicacioí n. Por
ejemplo, las Tecnologíías de la informacioí n y la Comunicacioí n (TIC) generan y
promueven estilos de vida que logran entablar relaciones. Una de las TIC es el
internet. En el caso del internet, este ha aportado a la creacioí n de un modelo
social de relacioí n, es decir, a un modelo en donde las personas construyen sus
redes a su gusto. Esto ha generado consecuencias en las estructuras normales de
relaciones como en la familia, o en el entorno del individuo, ya que ahora estas
relaciones estaí n basadas en intereses, y la distancia no seríía muy importante. Otro
claro ejemplo de TIC, es el celular, una tecnologíía personal que ha cambiado y se ha
convertido en un objeto social dominante. Se utiliza para hablar, enviar mensajes,
escuchar muí sica, grabar videos y voces, usar calculadoras, y demaí s utilidades.
Todo lo anterior nos lleva a pensar que las TIC, como lo es la internet y el celular,
son tecnologíías clave de cambios en la sociedad. Pero, ¿hasta queí punto son buenas
las TIC? Frecuentemente se puede escuchar o ver en redes sociales, cuan adictivas
son las TIC. Se les puede llamar adictivas porque, por ejemplo, internet facilita a las
personas la comunicacioí n, la capacidad de socializar con cualquier persona del
mundo, la inmediatez, y demaí s, mediante la escritura virtual. Por otro lado, el
celular brinda maneras de comunicacioí n, ya sea de manera oral o por víía de
mensajes, que ayudan a mantener en contacto y socializar, generando cierta
seguridad, y control hacia las personas cercanas, tambieí n a ahorrar tiempo y a
facilitar informacioí n.

Con base en lo expuesto anteriormente consideramos necesario contribuir a


determinar si el teí rmino adiccioí n se utiliza con propiedad, cuando se aplica a
Internet y al moí vil. Por ello, en este trabajo se pretende revisar de forma críítica los
aspectos que determinan la existencia de la adiccioí n a Internet y al moí vil: la
sintomatologíía, prevalencia y grupos de riesgo”.

3. La conclusión

Se trata de la recapitulacioí n en forma de un breve resumen que le ofrece al lector


una visioí n de conjunto de los resultados que Ud. ha obtenido a lo largo de su texto.
La idea final le permite proponer al lector una interpretacioí n de estos resultados;
con esto, Ud. le otorga un significado a su opinioí n en un contexto maí s general. Para
esto, existen de nuevo varias opciones: concluya con una restriccioí n de sus
resultados, por ejemplo si eí stos soí lo aplican bajo ciertas condiciones; concluya con
una comparacioí n de los resultados de su ensayo con resultados de otros debates o
investigaciones; concluya con una extensioí n de sus resultados hacia otros campos
de aplicacioí n; concluya con una proyeccioí n de sus resultados hacia el futuro;
concluya con una descripcioí n de posibles aplicaciones praí cticas de sus resultados.

3.1 Disenñ e la conclusioí n para el texto que se presenta a continuacioí n, atendiendo a


las temaí ticas expresadas por las dos partes dadas (introduccioí n y cuerpo). Lea
atentamente ambas antes de iniciar con el desarrollo del ejercicio.

El caso Castaño: segunda explicación a los lectores


Mario Jursich Durán
Elmalpensante.com

“Vivir para ver: luego de dos anñ os y medio sin decir esta boca es míía, el periodista
antioquenñ o Joseí Alejandro Castanñ o ha decidido no solo responder a las
imputaciones que esta revista le hizo en febrero de 2011, sino empezar una
campanñ a de gran calado en contra de quienes, seguí n eí l, lo acusan rencorosamente
“de fraude, de inventar las historias de mis croí nicas”. Castanñ o no estaí solo en esta
cruzada de reivindicacioí n tardíía. En ella lo secundan Maríía Antonia Pardo, una
barranquillera fanaí tica de las redes sociales; Laura Garcíía, una joven periodista
colombiana residente en Chile, y nada menos que la revista SoHo, herida seguí n
parece en su amor propio al constatar que uno de sus cronistas estrellas ha sido
puesto en duda.

Acaí no repetireí lo que ya dije con mucho detalle en febrero de 2011. Los lectores
interesados pueden buscar el Iceberg de nuestro nuí mero 116, disponible desde
tiempo atraí s en líínea, y formarse su propia opinioí n sobre una historia con
infinidad de meandros. Lo que síí hareí seraí esbozar con un laí piz bastante grueso los
motivos de nuestra disputa con Castanñ o.
Hecho nuí mero 1: A comienzos del anñ o 2010 la Casa de Ameí rica de Catalunñ a le pagoí
a Castanñ o 6.000 euros –esto es, unos dieciocho millones de pesos al cambio de la
eí poca– para escribir un libro sobre la pervivencia de los ideales independentistas
en las repuí blicas llamadas bolivarianas. Castanñ o jamaí s entregoí el libro.

Hecho nuí mero 2: En ese mismo anñ o, nosotros le dimos a Castanñ o otros nueve
millones de pesos con el fin de que, basado en el tomo de la institucioí n espanñ ola,
ensamblara una croí nica de largo aliento sobre coí mo se percibíía el legado de Simoí n
Bolíívar en tiempos del Bicentenario. Castanñ o, ademaí s de no cumplir con lo
acordado, metioí a El Malpensante en serias dificultades con la Casa de Ameí rica y el
Ministerio de Cultura de Colombia. (En la edicioí n 116 explico las razones.)[…]”.

En conclusioí n, nuestra disputa o disgusto con Castanñ o se ha generado a causa de


dos casos en los que no cumplioí , o mejor dicho no respondioí : primero, por el libro
que la casa de Ameí rica de Catalunñ a le habíía solicitado que escribiera; y segundo,
por la croí nica que nosotros le habííamos pedido, ocasionando graves problemas a
El Malpensante. Dos casos en los que Castanñ o recibioí dinero de por medio y de los
cuales no respondioí , y que aun asíí se hace la vííctima diciendo que la revista lo ha
acusado, sin razoí n, de fraude.

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