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Musicas Pentatonicas E N Sudamerica: Por Isabel Aretz
Musicas Pentatonicas E N Sudamerica: Por Isabel Aretz
(*) El musicólogo argentino Carlos Vega es el primero- según creo, que inter-
preta esta cita del Inca.
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musicólogos han convenido en dar este nombre a i; seala que nos ocu-
pa, y que constituye un sistema de dispersión nv idial. En Europa,
se encuentra en ciertos cantos españoles, en ot os escandinavos, ir-
landeses, gálicos y escoceses; y aparece tambi- u en cantos gregoria-
nos, tal como escribe Hugo Riemann en 1916 (18). En Africa apa-
rece profusamente en los cantos negros. En el extremo Oriente
resuena en el Asia meridional y oriental, al punto que la primera ex-
posición teórica del sistema se debe a China. En la Oceanía, en los
países situados al sudeste del Asia, según Robert Lachmann, aunque
no existe una teoría de escalas, por la observación práctica se des-
cubre la pentatonía en melodías y toques instrumentales javaneses y
siameses (13).
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En el Nuevo continente, la pentatonía f u é señalada en sus tres
Américas. En lo que respecta a la nuestra, fué circunscrita a la re-
gión de influencia incaica, primero por los esposos D'Harcourt y
luego por Carlos Vega, quien en su. libro "Panorama de la Música
Popular Argentina" traza un mapa de dispersión que abarca "no muy
ancha f r a n j a serrana de Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile" y
en lo que respecta a la Argentina, la sitúa "entre los paralelos 22»
y 24» (norte de J u j u y , de Salta y de la gobernación de los Andes)".
Estos últimos territorios ocupados por un "estrato arcaico" ( 2 1 ) .
El musicólogo argentino sienta las bases de un vasto "Cancio-
nero Pentatónico" en función de la música incaica, porque considera
que "situados en Sudamérica y hablando de la música argentina el
rótulo adoptado es inequívoco". Nuestros estudios realizados con
posteridad a dicha afirmación, nos permiten ampliar considerable-
mente el panorama sudamericano de la pentatonía y someter a la
consideración de los estudiosos de la música, la existencia de dife-
rentes agrupaciones musicales - cancioneros - que muestran la gama
pentatónica en gran número de composiciones vocales o instrumen-
tales. Por esta razón, en reciente publicación hablamos de música
Pentatónica incaica, cuando nos referíamos al cancionero Pentató-
nico descripto por Vega, ya que la música a que se refiere correspon-
de a los pueblos que estuvieron sujetos a la hegemonía incásica. Y
señalamos además la pentatonía en la música Andina primitiva y
en la Andina norteña, un grupo de formación posteolonial, lo mismo
que en la Europea antigua silábica. (2). Escapaba a los límites de
dicho trabajo el estudio de la música indígena de los pueblos no "ci-
vilizados", que aún resuena "en alejados rincones de Argentina y que
también usufructúan la pentatonía.
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(*•) P a r a facilitar su comparación hemos transportado todas las composicio-
nes a un tor.o uniforme, de acuerdo con las escalas presentadas en el ejem-
plo No. 1. La alteración entre paréntesis no tiene más objeto que dar la
referencia del tono europeo de Fa o de su relativo, para ubicar tonalmente
¡as escalas. !
(***) Ln nuestros trabajos musieológ-icos, las líneas divisorias enmarcan los pe-
queños pensamientos musicales en dos compases, uno capital, que contiene
e¡ cuerpo de la frase, y otro caudal, con la terminación o cauda. Estos
co mu ases pueden ser de ijrual o diferente medida. (20).
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.jx tensa zona de Boüvia y Perú, y muy especialmente entre los indio-i
avmaras, y regiones adyacentes a su zona de dispersión. Además,
-oseemos algún ejemplo similar tomado por nosotros entre los indios
araucanos de Chile.
Dentro de este mismo ritmo, pero con lincamientos musicales dis-
tintos, en cuanto proceden preferentemente por saltos de cuarta o de
tercera, hallamos ciertas composiciones, que en algún caso se sirven de
la gama pentatónica sin ser la suya exclusiva. Me refiero a cierta
música de los indios goajiros ( E j . N- 14) que guarda corresponden-
cia con la Marcha para Santos, que recogimos en Tucumán, Argen-
tina .y que ofrecemos también ( E j . No. 15). La canción No. 14, que
Canción "Imposibilidad de casarse con un
rrimo". Indios de la tribu El Torito, Pe-
nínsula Goajira, Colectores: Servicio de Cul-
tura Obrera del Ministerio del Trabajo.
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do cada nota y liga-do al mismo tiempo dos o más grados, lo que le:,
confiere un carácter anhelante, casi angustioso, ¿ü a ello se agreda
una voz robusta como la de dichos indios, y su percutir vigoroso y
constante con la maraca, se tendrá idea aproximada de la individua-
lidad de esta música. Cuatro de las cinco melodías que ofrecemos
aparecen en modo B y una, la No. 17 sobre el A. Pero los restantes
modos concurren en varias de las melodías que registramos a estos
indios, sobre todo el C, del cual poseemos diferentes ejemplos. En
C a n t o de c a z a . P u e r t o S a s t r e . C h a c o paraguayo.
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MÚSICAS nE N T A T Ó N I C A S EN SUDAMÉ.R1CA 21
Aira de Vloliu rúnico. Chaco asunceño. Vlolfn rústico: Mtapucó (Indio* maci).
Colectores: Isabel A reta y Carlos Vesr». i
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