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● All-Options
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● Apoyo en tu Embarazo
Casa de La Madre y el Niño
Cl. 48 #28-30, Bogotá - Colombia
+57 1 2687400
https://la-casa.org/
● MAMI
Caldas
http://micrositios.mintic.gov.co/historias/mami-apoyo-tecnologico-para-las-mujeres-en
-estado-de-gestacion-2/
● Fundacion WWB
Av 5N No. 16-78
PBX: (57) (2) 3876860 Cali - Colombia.
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LEER RESUMIR Y MODIFICAR (Para que lean y por favor resuenan y saquen lo más
importante, lo demás lo pueden ir borrando)
“En el caso concreto del aborto, y de acuerdo con los datos actuales de la ciencia, la
realidad es que desde la concepción existe una vida humana y que el embrión –hasta
la octava semana– y el feto –a partir de la novena semana– es u n ser humano singular,
distinto e independiente de la madre, que necesita del claustro materno para su
desarrollo. Señalar, como se propende a proclamar, que el aborto es un ejercicio de
libertad porque la mujer es dueña de su propio cuerpo, es una falsedad, porque el aborto
afecta a una vida distinta a la de la mujer embazada, que es además la de su propio
hijo.“ (Nicolás Jouve de la Barreda. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad
Complutense de Madrid y Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá. Ha sido
presidente de la Sociedad Española de Genética y colaborador de la Cátedra de Bioética
UNESCO. Fuente: CiViCa)
“Así que incluso en un embrión de una semana, con esas nuevas técnicas, podemos decir
ya, “él es un hombre” o “ella es una mujer”, y por tanto sabemos que el embrión ya es, de
hecho, una persona humana. Y, si no estoy confundido con el Inglés; cuando se refiere al
embrión yo no diría “eso”, porque s abemos que ahí hay un ser humano. Como un
marinero sobre su barco, yo preferiría decir: ella está ahí. Recuerden que el pequeño
embrión humano posee ya las propiedades que nos permiten reconocer que ella es
una mujer, por ejemplo. Rebasa a mi imaginación como genetista que los legisladores,
sabiendo que este embrión de una semana es una niña, ¡no se dieran cuenta, al mismo
tiempo que es una persona humana!” (Jérôme Lejeune. Médico genetista francés,
descubridor de la anomalía cromosómica que provoca el síndrome de Down, y
considerado el padre de la genética moderna. Fue Profesor de Genética Fundamental en
la Facultad de Medicina de la Universidad de París, miembro de la Academia Pontificia de
las Ciencias, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia,
miembro de la Academia Nacional de Medicina de Francia, miembro de la Real Sociedad
de Medicina de Londres y Doctor Honoris Causa por numerosas universidades. Fuente:
Testimony before the Louisiana Legislature, publicado por la Fondation Lejeune).
“Los protagonistas originales de reformas para las leyes de abortos, han rebatido que una
gran proporción de los casos de abortos clandestinos hasta ahora tratados en
hospitales, y casi todas las muertes resultantes, fueron debidas a interferencia
criminal. Ellos postularon que la legislación del aborto eliminaría esto y esgrimieron
argumentos y evidencias en contra. Nuestras cifras nos indican… que a pesar de un
marcado aumento en el número de abortos terapéuticos (legales) desde 1968 a 1969,
desafortunadamente, no hubo un cambio significativo en el número de casos de abortos
clandestinos que requerían ingreso en un hospital. El hecho de que la legalización del
aborto no haya, hasta el momento, reducido materialmente el número de abortos, ni
de muertes producidas por abortos de todas clases, no es sorprendente. Esto
confirma la experiencia de la mayoría de las naciones y fue pronosticado por el Colegio en
su declaración de 1966.” (Informe del Real Colegio de Obstetricia y Ginecología del
Reino Unido, publicado por el British Medical Journal en mayo de 1970. Fuente: Hay
Alternativas).
● De las 133 mujeres que optaron por dar a luz, ninguna dijo estar arrepentida de
ello. Ni una sola dijo que preferiría haber abortado. El 80% de ellas expresó
felicidad por haber tenido a su hijo. “Los sentimientos de la mujer hacia el niño mejoran
durante el embarazo”, concluye el estudio, y “reconocen que el niño es una víctima
inocente igual que ellas”.
● De las 56 mujeres que abortaron, sólo una dijo no tener ningún remordimiento.
Seis de ellas no quisieron hablar del aborto. Una víctima de incesto dijo no estar
segura de lo que hizo. Cuatro afirmaron tener numerosos remordimientos por haber
abortado, y 44 de esas mujeres se arrepintieron de haber abortado. El 93% de las
mujeres que abortaron reconocieron que el aborto no solucionó sus problemas y que
no se lo recomendarían a otras mujeres en su situación.
● De las 55 personas concebidas por violación, ninguna dijo que preferiría haber
sido abortada. Muchos de ellos expresaron indignación e incluso rabia hacia la idea
de que fuesen “productos de maldad” o de que hijos concebidos por violación deban
ser abortados.
De aquí para adelante es otra temática a la anterior, aquí habla de la
salud.
A los cinco días de la fertilización el embrión llega a la fase de blastocisto, con 58 células.
El embrión se implanta en el endometrio a los seis días de la fertilización. En el día seis son 84
células, y en el día siete, 125 células. En los dos días siguientes el número de células
aumenta a 256 y 512, aproximadamente. Los tests de embarazo más habituales, que detectan
la hormona HCG en la sangre o la orina de la madre, son seguros a los 16 días después de la
fertilización, cuando ya se ha iniciado el desarrollo fetal. A los 18 días de la fertilización
aparece el corazón del embrión. A los 21 días el corazón empieza a latir. En esta etapa de
desarrollo es difícil contar las células del nuevo individuo humano, pero existe un método para
calcular su número aproximado.
Éstas son las cifras, pero algunos seguirán hablando del “puñado de células” con la misma
ligereza y el mismo desprecio por la ciencia con que niegan la condición humana de los seres
humanos en su etapa prenatal. Ya puestos, ¿podrían explicarnos en cuántos cientos, miles
o millones de células consideran que un ser humano empieza a serlo, y por qué? ¿O la
respuesta, como otros hechos científicos relacionados con el inicio de la vida humana,
simplemente les importa un pimiento?
Fuentes:
● Prenatal Form and Function – The Making of an Earth Suit / The Endowment for
Human Development
● Developmental Stages in Human Embryos / The Endowment for Human
Development
● The human blastocyst: cell number, death and allocation during late
preimplantation development in vitro / National Center for Biotechnology
Information, U.S. National Library of Medicine
● The Changing Number of Cells in the Human Fetal Forebrain and its
Subdivisions: A Stereological Analysis / Oxford University Press
● Growth chart: Fetal length and weight, week by week / BabyCenter, L.L.C.
● Desarrollo fetal / BabyCenter, L.L.C.
● Beta-HCG – Diagnóstico del embarazo / CCM Benchmark Group
● La gestación de un embarazo múltiple mes a mes / National Geographic
¿Qué entiende la Iglesia por aborto?
La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por cualquier
método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepción.
Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1988 por la Comisión para la Interpretación
Auténtica del Código de Derecho Canónico.
La cuestión del aborto provocado, ¿es sólo un problema científico, político o social?
Ciertamente, no. Esta cuestión es, desde luego, un problema científico, político y social
grave. Pero también es, y en gran medida, un serio problema moral para cualquiera, sea o
no creyente.
¿Tenemos los católicos obligaciones adicionales acerca de la cuestión del aborto,
respecto de los no católicos o no creyentes?
Todo hombre y toda mujer, si no quieren negar la realidad de las cosas y defienden la vida y
la dignidad humanas, han de procurar por todos los medios lícitos a su alcance que las
leyes no permitan la muerte violenta de seres inocentes e indefensos. Pero los cristianos,
entre los que nos contamos los católicos, sabemos que la dignidad de la persona humana
tiene su más profundo fundamento en el hecho de ser hijos de Dios y hermanos de
Jesucristo, que quiso ser hombre por amor a todos y cada uno de nosotros.
Cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires ya se mostró como un firme
antiabortista que se opuso, incluso, a su práctica en casos de violación. El 12 de septiembre
de 2012, seis meses antes de ser elegido Papa, criticó una sentencia de la Corte Suprema
argentina que, basándose en el caso de una niña de 15 años violada por su padrastro,
determinó que los abortos por violación no son punibles. “Las leyes configuran la cultura de
los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una 'cultura de la muerte”,
señaló tras sus críticas al Tribunal por haber "excedido sus competencias exhortando a
aprobar protocolos”.