El testimonio de la bibliotecaria:
Pero estas propuestas con las escuelas tenían comienzo y fin, nunca
habíamos logrado darles continuidad, tampoco que se generen
iniciativas desde las propias escuelas. La demanda era siempre de
asistencia y no de cooperación. Entonces, a la hora de pensar en
estas experiencias, específicas con escuelas, nos metimos en una
encrucijada.
Sabíamos, como dice Delia Lerner, que el desafío que hoy enfrenta la
escuela es "incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito,
lograr que todos los alumnos lleguen a ser miembros plenos de la
comunidad de lectores y escritores". La biblioteca, entonces,
comparte objetivos, aunque quizás no tanto el enfoque teórico, las
estrategias y la metodología.
Entonces vimos que este cruzarnos de una orilla a la otra, nos puso
en otro lugar: el del “trabajo compartido”.