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Mesa Redonda 1.

El hospital universitario

Perfil del hospital universitario del siglo xxi


Felicidad Rodríguez Sánchez

En una sociedad marcada por el avance continuo próximos años, al tiempo que han introducido Exdecana de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Cádiz.
del conocimiento, al que no es ajeno el ámbito sani- cuestiones relevantes como ética, comunicación, Diputada nacional
tario, todo hospital, en el nivel referencial que le co- gestión o investigación. Su aplicación ha supuesto
rresponda, debe tener un cierto componente do- la inmersión temprana del alumno en clínica, prác- E-mail:
felicidad.rodriguez@uca.es
cente e investigador que incida sobre la calidad ticamente desde segundo curso, así como la reali-
asistencial que presta. Pero, aun cuando todos los zación de un rotatorio final de sexto que plantea la © 2013 FEM

centros asistenciales del sistema sanitario contem- filosofía de un residente 0, avanzándose así hacia
plen ese doble aspecto, y todos ellos estén disponi- ese continuum en la formación, en la que el hospital
bles para desarrollar actividades formativas, la fun- representa un entorno clave. En los nuevos currícu-
ción primordial de la mayoría de los centros del los cobra especial importancia la formación en in-
sistema sanitario está focalizada esencialmente ha- vestigación para alcanzar, de acuerdo con el Marco
cia la asistencia. Por ello, ante los retos actuales, co- Europeo de Cualificaciones, el nivel académico de
bra importancia la revalorización de centros asis- máster, que enlaza con el siguiente nivel, el de doc-
tenciales de excelencia, capaces de liderar la res- torado, para cuyo eficaz desarrollo es necesaria la
puesta a los desafíos sanitarios del siglo xxi, espe- colaboración estratégica entre el sistema universi-
cializados en formación e investigación, funciones tario y el sanitario. El que la formación del médico
que definen, precisamente, al hospital con denomi- responda, efectiva y eficazmente, a las necesidades
nación de universitario. planteadas exige un esfuerzo de colaboración entre
La formación del médico debe obedecer a un la universidad y el sistema sanitario, un modelo que
continuum, desde la enseñanza de grado/máster favorezca el continuum formativo y, en este contex-
(primer y segundo ciclo del Espacio Europeo de to, el hospital universitario debería tomar especial
Educación Superior) hasta la formación especiali- relieve como espacio de encuentro y colaboración
zada, incluyendo la formación continuada y de máxima entre las dos instituciones que tienen las
otros posgrados, y, especialmente, la formación en responsabilidades asistenciales y académicas de las
investigación avanzada, el doctorado o tercer ciclo que dependen la formación de los futuros profesio-
universitario. Durante los últimos años asistimos a nales de la asistencia, de la investigación y de la do-
la adaptación de los estudios de medicina a las pau- cencia médica.
tas de la Declaración de Bolonia, una adaptación Sin embargo, los nuevos planes han puesto de
que ha tenido como eje la continuidad de la forma- manifiesto diversos problemas que se venían arras-
ción médica. Los nuevos planes de estudios han su- trando de años atrás y que tienen que ver con difi-
puesto un avance en la adaptación a las nuevas exi- cultades en el desarrollo de la formación práctica
gencias de formación, con un gran trabajo colabo- de los estudiantes de medicina. A diferencia de lo
rativo entre las facultades de medicina españolas y que ocurre en la formación especializada, cuyos
un gran trabajo en red con otras facultades euro- objetivos y estructura están bien regulados en el
peas, como la Red Temática Europea Medine, para ámbito sanitario, en el caso de la formación de gra-
avanzar en la armonización de contenidos, compe- do/máster esos objetivos quedan en la práctica mu-
tencias y estructuras, o para impulsar la movilidad cho más desdibujados, con dificultades para la in-
y la investigación. Los nuevos planes de estudio po- corporación activa del estudiante en el proceso de
nen de relieve la necesidad de abordar aquellos as- enseñanza-aprendizaje en el entorno asistencial.
pectos que marcarán la práctica asistencial de los No es el único problema. Observamos otras dificul-

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tades, como las que afectan a la adecuación entre el cialistas. A raíz de ello, la colaboración entre las
número de estudiantes y la capacidad formativa de universidades y las instituciones sanitarias se plas-
los centros asistenciales, hasta las referentes a pla- mó en diversos convenios, que, con modalidades
nificación estratégica de recursos humanos o a la diferentes, han conducido a resultados diversos.
coordinación entre las actividades asistenciales, do- Tras el paso de los años, existen muchas cuestiones
centes e investigadoras de los profesionales sanita- de las señaladas que no han sido desarrolladas, o
rios. Para abordar estas cuestiones, conviene recor- han sido insuficientemente abordadas, en los con-
dar el contexto en el que se desarrolla la formación venios de colaboración (sujetos, a su vez, a diferen-
médica en nuestro país, y que tiene que ver con: tes normas de carácter autonómico), lo que, sin
– Los ámbitos competenciales sobre ese continuum duda, ha conducido a disfunciones con trascenden-
de la formación médica. cia efectiva en los aspectos docentes e investigado-
– El marco actual en el que se desenvuelven los res. En ello influye la dificultad de integrar, de ma-
hospitales denominados universitarios. nera adecuada y eficiente, la cultura académica con
la estrictamente asistencial. Algunos ejemplos son:
Mientras que lo que ha venido en llamarse forma- – Dificultades para la adecuada correspondencia y
ción pregraduada (formación de grado o de grado/ reconocimiento entre las funciones y responsa-
máster según su nivel en el Marco Europeo de Cua- bilidades docentes, investigadoras y asistenciales
lificaciones) tiene carácter universitario, la forma- del profesorado vinculado, y para el desarrollo
ción especializada depende únicamente del sistema armónico de una carrera asistencial y académica
sanitario. Mientras que la formación especializada entre el personal estatutario.
está claramente organizada en ese sistema, la for- – Dificultades para compatibilizar la formación
mación de grado/máster debe obedecer al resulta- especializada con la formación en docencia e in-
do de la colaboración entre dos instancias bien di- vestigación de los que, necesariamente, serán los
ferenciadas: la universidad y la institución sanitaria. futuros profesores universitarios clínicos.
Sin embargo, la formación de los estudiantes de – Dificultades para que la docencia y la investiga-
medicina en el sistema sanitario adolece, con de- ción ocupen un papel protagonista en los cen-
masiada frecuencia, de una organización y unas tros asistenciales. Con mucha frecuencia, se
pautas bien definidas que respondan a las necesida- constata una ausencia de objetivos claros en do-
des formativas y, a este respecto, hay que tener en cencia (especialmente de grado) que no suele
cuenta el marco normativo actual. Tras la incorpo- ocupar un papel relevante en la gestión del cen-
ración de los antiguos hospitales clínicos al sistema tro, como tampoco se contempla adecuadamen-
sanitario, la Ley General de Sanidad de 1986 esta- te en su estructura, en sus espacios, en su orga-
bleció las líneas generales de relación entre univer- nización o en sus resultados.
sidades e instituciones sanitarias. Establecía la ne- – Dificultades para la eficaz participación mutua,
cesidad de regular la dedicación a la investigación universidad e institución sanitaria, en los órga-
del personal docente, las bases de desarrollo de la nos de dirección respectivos.
carrera docente, investigadora y asistencial, así
como las pautas generales para una mayor interre- En el caso de muchos conciertos, el número de
lación entre el sistema sanitario y el universitario, profesores con plaza vinculada se ha reducido de ma-
contemplando la participación de las universidades nera considerable durante el tiempo transcurrido,
en los órganos de gobierno de los centros asisten- a la vez que se ha incrementado el número de alum-
ciales y la de los representantes sanitarios en las nos por encima de la capacidad docente de los cen-
juntas de facultad y de departamentos. El Real De- tros asistenciales, mientras que no se ha abordado
creto 1558/1986, en desarrollo de la Ley Orgánica en profundidad la regulación de la dedicación a la
de Reforma Universitaria de 1983 y de la Ley Gene- investigación del personal docente, el desarrollo de
ral de Sanidad, estableció las bases generales del ré- la carrera docente, investigadora y asistencial, ni
gimen de conciertos entre las universidades y las las figuras de coordinación y representación. Ob-
instituciones sanitarias, con el objetivo de garanti- viamente, no basta el haber concertado un hospital
zar esos objetivos, y creó la figura del profesor uni- en su totalidad ni disponer de una infraestructura
versitario con plaza vinculada, que debía responder suficiente para que un hospital, por obtener el cali-
a las actividades del cuerpo docente de las áreas de ficativo de universitario, se convierta realmente en
salud, la docente, la investigadora y la asistencial, y, un hospital universitario. Aun cuando toda la es-
asimismo, se recogían particularidades para el ac- tructura sanitaria esté disponible para la docencia,
ceso a la carrera universitaria de facultativos espe- los hospitales universitarios, por sus propias carac-

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terísticas como punto de encuentro de los objeti- tario, así como afrontar y superar las dificultades
vos estratégicos del sistema universitario y del sa- identificadas.
nitario, deben redefinirse considerando los nuevos
retos. Para ello es imprescindible poner en valor la
especialización docente, investigadora e innovado- En términos organizativos
ra del hospital universitario, lo que debe traducirse
en una excelencia en lo asistencial y en un motor El hospital universitario debe tener una estructura
de empuje y referencia para el conjunto del sistema que equilibre su triple función, incorporando la
sanitario; una especialización que debe impregnar cultura académica como algo propio. El carácter
toda la estructura del hospital y que implique una universitario precisa contemplar tanto la adquisi-
vocación de excelencia formativa e investigadora ción del conocimiento (investigación), como su
que debe iniciarse con la formación de calidad del transmisión (docencia) y su aplicación (asistencia),
médico de base y extenderse a la formación pos- con una correcta adecuación de las estructuras
graduada y de doctorado, a la formación especiali- asistenciales y académicas, un mayor nivel de inte-
zada y a la formación continuada. Además, la in- rrelación entre el sistema universitario y el asisten-
corporación de España al Espacio Europeo de Edu- cial, así como una mayor conciencia de la disponi-
cación Superior y al Espacio Europeo de Investiga- bilidad de recursos comunes, lo que es especial-
ción marca nuevos retos a ambas instituciones, en mente relevante en el caso de los recursos huma-
términos de competitividad docente e investigado- nos. Se necesita abordar la representación mutua
ra, y por consiguiente asistencial, tanto a nivel na- en los órganos de dirección, pero, también, el desa-
cional como internacional. Para los estudios de rrollo de fórmulas de coordinación más eficaces
grado/máster existen nuevos requerimientos que para el equilibrio armónico de la asistencia, la do-
persiguen una mejora de la calidad docente e in- cencia y la investigación, lo que debe suponer un
vestigadora, tomando relieve la garantía de la cali- mayor relieve de la responsabilidad conjunta, y pro-
dad de los nuevos títulos y de los contextos en los cedimientos que superen las limitaciones actuales y
que éstos se desarrollan, con especial hincapié en complementen la dinámica de comisiones mixtas
la calidad de los recursos humanos y materiales cuya mecánica de funcionamiento, en muchos ca-
dedicados a las actividades docentes e investigado- sos, no responde a las necesidades diarias. Para ello
ras. La acreditación del título está sujeta al cumpli- es necesario analizar la efectiva aplicación, y la co-
miento de sus directrices, a los recursos materiales rrespondiente actualización, de las disposiciones
en los contextos en los que se adquieren los cono- que regulan las relaciones universidad-sistema sa-
cimientos y competencias pertinentes, y a la dispo- nitario.
nibilidad de recursos humanos necesarios en el
número y en los niveles de acreditación necesarios.
Ese contexto es, fundamentalmente, el hospitala- Las misiones docentes e investigadoras
rio, por lo que se muestra imprescindible el esfuer-
zo conjunto de las instituciones universitaria y sa- Deben ser características del hospital universitario,
nitaria para lograr esos requisitos, y ello pasa por por lo que toda la estructura hospitalaria, sin ex-
el abordaje de cómo se desarrolla la formación mé- cepción, debe estar realmente asociada a esas mi-
dica en el entorno hospitalario y, más concreta- siones. La docencia se debe plantear en todos los
mente, por la actualización del perfil del hospital niveles, con especial atención a la colaboración en-
universitario. El hospital universitario del siglo xxi tre el sistema universitario y el sanitario en la inves-
debe ser un centro de la máxima calidad asisten- tigación, en el desarrollo de posgrados específicos y
cial, en el que las funciones académicas, docente e en el impulso del doctorado, incluyendo nuevos es-
investigadora, sean claramente definitorias y con cenarios de docencia que aúnen los intereses asis-
trascendencia real en su gestión, estructura, orga- tenciales e investigadores para propiciar la mayor y
nización y funcionamiento. La investigación e in- mejor formación investigadora de los profesionales
novación biomédica, la transferencia de conoci- sanitarios. Ello incluye la disposición de espacios de
miento y la formación, en todos sus niveles, deben investigación y educativos adecuados, con los re-
ser objetivos estratégicos para avanzar en una asis- cursos didácticos necesarios, así como el estableci-
tencia de la mayor excelencia, de manera que las miento de planes de docencia e investigación en las
tres funciones se desarrollen armónicamente con distintas unidades asistenciales, con la inclusión de
los mayores niveles de calidad. Para ello es impres- objetivos en los contratos-programa, así como la
cindible una puesta en valor del hospital universi- garantía de que el alumno tenga un papel claro en el

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ámbito hospitalario. Todo ello acompañado de me- rrollo de estas plazas en aras de la excelencia acadé-
canismos de garantía de calidad, con los correspon- mica y asistencial: estrategia de incorporación a la
dientes indicadores y procedimientos de evalua- actividad académica del personal asistencial; for-
ción, que deben extenderse a la investigación con mación en docencia e investigación de los residen-
indicadores propios de la consideración de hospital tes; desarrollo de nuevas fórmulas de vinculación
universitario: tesis doctorales, proyectos de investi- de profesionales; e incentivo del efectivo desarrollo
gación, publicaciones, factor de impacto, etc., cues- de una carrera docente-asistencial-investigadora re-
tiones todas ellas que deben plasmarse en la valori- conocida por ambas instituciones.
zación de los resultados, con los consecuentes in-
centivos, y que deberían contemplar actuaciones No son los anteriores los únicos aspectos que de-
conjuntas entre la universidad y la institución sani- ben abordarse en la redefinición del hospital uni-
taria en la identificación de fortalezas, la puesta en versitario. Un aspecto importante es, entre otros, el
común de recursos y el desarrollo de planes estraté- planteamiento de nuevos modelos de financiación
gicos. de unos centros que deben ser referentes en asis-
tencia, docencia e investigación ante los retos en
salud del nuevo siglo. Y, para ello, resulta crucial
Los recursos humanos que todas las instancias implicadas, políticas, uni-
versitarias y sanitarias, sean conscientes del valor
Merecen especial atención, ya que un hospital uni- estratégico de la docencia y la investigación para los
versitario debe garantizar que todo su personal ad- retos en salud del siglo xxi, y del papel que los hos-
quiere un compromiso con la docencia en los co- pitales universitarios pueden representar para afron-
rrespondientes niveles de responsabilidad, compro- tar esos retos.
miso extendido a la investigación, lo que implica
compatibilizar la triple función con el adecuado re- Bibliografía
conocimiento en el sistema sanitario y en el univer-
1. Comision Europa. El marco europeo de cualificaciones para
sitario, estimulando la carrera universitaria de los el aprendizaje permanente (EQF-MEC). Luxemburgo: Oficina
profesionales sanitarios. Esto incluye la formación de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas; 2009.
en docencia e investigación de los residentes, me- 2. Directiva 2005/36/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 7 de septiembre de 2005, relativa al reconocimiento de
diante planes colaborativos entre la institución sa- cualificaciones profesionales. Diario Oficial de la Unión
nitaria y los departamentos universitarios, ya que Europea L 255 de 30 de septiembre de 2005. p. 38.
los ‘mires’ representan la cantera de profesores e in- 3. Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad. Boletín
Oficial del Estado n.º 102, de 29 de abril de 1986. p. 15207-24.
vestigadores del futuro. Por otro lado, la docencia e 4. Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las
investigación de calidad hace imprescindible la pre- profesiones sanitarias. Boletín Oficial del Estado n.º 280,
sencia de profesores del máximo nivel, con una más de 22 de noviembre de 2003. p. 41442-58.
5. Medine 2 Thematic Network in Medical Education. European
clara definición de la doble dependencia del profe- Commision. Education and Culture DG. http://medine2.com.
sorado vinculado, de sus derechos y deberes, y por 6. Orden ECI/332/2008, de 13 de febrero, por la que se
el equilibrio entre su triple función con un esquema establecen los requisitos para la verificación de los títulos
universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de
de dedicación que redunde en la excelencia de am- la profesión de médico. Boletín Oficial del Estado n.º 40,
bas instituciones. Es necesario disponer de un mapa de 15 de febrero de 2008. p. 8351-5.
básico de plazas vinculadas de los cuerpos docen- 7. Real Decreto 1558/1986, de 28 de junio, por el que se
establecen las bases generales del régimen de conciertos
tes, que asegure la especialidad docente e investiga- entre las universidades y las instituciones sanitarias. Boletín
dora, así como una estrategia de atracción y desa- Oficial del Estado n.º 182, de 31 de julio de 1986. p. 27235-9.

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El hospital como centro de enseñanza de la medicina:


el alumno en el hospital
Felipe Rodríguez de Castro

En los años setenta, estudiar medicina suponía, bá- de un número significativo de facultades de medici- Catedrático de Medicina. Decano
de la Facultad de Ciencias de la
sicamente, realizar unos estudios teóricos. La ma- na hizo que muchas de éstas se pusieran en marcha Salud. Hospital Universitario de
yor parte de los alumnos podía terminar su carrera sin vinculación formal con ningún centro sanitario, Gran Canaria Dr. Negrín. Universidad
sin haber visto un enfermo ingresado y los hospita- de tal manera que, en general, los estudiantes ha- de Las Palmas de Gran Canaria.

les clínicos no servían tanto para realizar una ense- cían prácticas en los hospitales más próximos, pero E-mail:
ñanza práctica directa, como para, en el mejor de acogiéndose siempre a la buena voluntad de los dec_ccs@ulpgc.es

los supuestos, extraer casos concretos y mostrarlos médicos que allí trabajaban o a acuerdos institucio- © 2013 FEM
en la facultad. Para la mayor parte de los profeso- nales no demasiado formalizados. Finalmente, en
res, la actividad práctica por excelencia era la pre- los años ochenta, se fundaron facultades de medici-
sentación de problemas clínicos, a veces con la pre- na en algunos grandes hospitales, de tal modo que
sencia del paciente en el aula para dar al caso un en ellos se impartía tanto la formación teórica como
sentido práctico y concreto. El estudiante de medi- la práctica de los cursos clínicos.
cina no tenía la sensación de estar estudiando en un Esta era la situación en España hace 30 años.
hospital, sino en una facultad, incluso aunque ésta Una realidad preocupante por el escaso aprovecha-
estuviera adosada o incluida en el hospital universi- miento de los hospitales públicos para la docencia a
tario en cuestión. Esta situación era producto, por los numerosísimos estudiantes de medicina de
una parte, de una programación ineficaz y desequi- aquella época, y por la consolidación de dos tradi-
librada de los conocimientos a impartir y de las ha- ciones profesionales: la de los médicos vinculados a
bilidades técnicas a adquirir por los estudiantes de la universidad, con gran experiencia docente, pero,
medicina, y, por otra, del elevado número de alum- salvo excepciones, con escasa oportunidad de par-
nos y de la escasa dotación de profesorado. ticipar en la organización de los servicios asisten-
ciales; y la de los médicos hospitalarios, con una
gran formación clínica, con importante experiencia
Hospital universitario: en la organización y gestión de servicios en los
un repaso a la historia reciente grandes hospitales, pero sin la contrapartida acadé-
mica o docente.
En España no ha habido una auténtica tradición de La respuesta a estos problemas fueron los con-
hospital universitario. En las llamadas ‘facultades ciertos. En 1984, los hospitales clínicos se integra-
clásicas’, existían unos hospitales clínicos que eran ron en la red sanitaria pública, dependiendo inicial-
propiedad de la universidad y que estaban vincula- mente del Insalud y, posteriormente, de las distintas
dos a la facultad de medicina. Los profesores-médi- consejerías de sanidad de las comunidades autóno-
cos eran empleados de la universidad y participa- mas. Con la intención de armonizar ambas institu-
ban activamente en la docencia a los estudiantes de ciones, universitaria y sanitaria, surgió la necesidad
pregrado. Al margen de estos centros, en los años de dictar disposiciones legales y reglamentarias es-
sesenta-setenta del siglo pasado se construyó una pecíficas para las facultades de medicina. Estas dis-
red de hospitales de la Seguridad Social, entre los posiciones fueron, fundamentalmente, el Real De-
que se encontraban algunos de alto nivel técnico, creto (RD) de 28 de junio de 1986 [1] y sus posterio-
pero que no tenían ningún tipo de relación con la res modificaciones, en los que quedaron estableci-
universidad. La creación de nuevas universidades y das las bases generales del régimen de conciertos

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entre las universidades y las instituciones sanitarias; Sin embargo, en la actualidad las prácticas clíni-
y la Ley General de Sanidad de 1986, en la que las cas siguen careciendo, en la mayor parte de los ca-
administraciones educativa y sanitaria se obligaban sos, de una clara definición de los objetivos que de-
a garantizar unos adecuados recursos para la docen- ben alcanzar en su desarrollo; no están adecuada-
cia de la medicina a todos sus niveles (pre y posgra- mente sistematizadas; la participación del estudian-
do, formación de especialistas y formación conti- te es poco activa y, en general, no existe una evalua-
nuada). En consecuencia, y a partir de ese momento, ción objetiva y fiable de esta docencia práctica, que,
los mejores centros sanitarios de nuestro país se pu- habitualmente, se centra en el mero hecho de asistir.
dieron utilizar para la enseñanza, en un marco de Por otra parte, la misma Directiva europea mencio-
colaboración cuyos objetivos docentes, asistenciales nada anteriormente señala, en su artículo 29, que
y de investigación pretendían ser de excelencia. ‘los estados miembros condicionarán, […] el ejerci-
El planteamiento del RD 1558/86 [1], y de los cio de las actividades de médico general en el marco
conciertos que se enmarcan en él, iba en la línea de de su régimen general de seguridad social a la pose-
dar respuesta a los problemas ya comentados. Es sión de un título de formación…’, que en el caso de
evidente que el logro fundamental de todo este pro- España es el título de especialista en medicina fami-
ceso fue conseguir los recursos suficientes para la liar y comunitaria [3]. Así las cosas, cabría pregun-
docencia de las profesiones sanitarias, si bien tam- tarse si no sería el período de formación especializa-
bién quedó patente la falta de armonización entre da, una vez adquirido el bagaje teórico previsto en
la cultura académica y la estrictamente asistencial. los planes de estudios, el momento idóneo para la
El RD 1558/86 determinó para el hospital universi- adquisición de la experiencia clínica básica y de las
tario una doble dependencia, y para supervisar la habilidades prácticas necesarias para el ejercicio
buena marcha de los convenios establecidos entre profesional. De alguna manera, el concepto de tron-
la universidad y las instituciones sanitarias se crea- calidad en la formación de posgrado vendría a refor-
ron comisiones de seguimiento de carácter mixto. zar esta idea. En otras palabras, si nuestras faculta-
Si bien las situaciones varían en las diferentes uni- des no facultan, quizá el planteamiento de las prác-
versidades, en general, estas comisiones mixtas han ticas clínicas y el papel del hospital universitario en
sido inoperantes y el interés de las universidades (y la formación de grado podría reformularse.
de las administraciones de las que dependen) por la Finalmente, tampoco se puede olvidar la progre-
sanidad ha ido decreciendo paulatinamente, lo que siva diversificación asistencial y la creciente com-
ha favorecido una influencia cada vez más relevante plejidad organizativa del sistema sanitario. El hos-
de las instituciones sanitarias sobre la enseñanza pital es solamente una parte del proceso asistencial.
clínica de los estudiantes de medicina. Además, no Existe un nuevo paciente, hoy en día mayoritario,
se ha conseguido una estructura u operatividad en con enfermedades crónicas, para el que el modelo
la participación mutua en los órganos de dirección, de atención clásico –basado en encuentros cortos,
tal y como estaba previsto en el RD. Los convenios no planificados, para resolver fundamentalmente
tampoco se han desarrollado en algunos aspectos problemas agudos, con estancias hospitalarias muy
relevantes, como la investigación, o presentan defi- breves y tecnificadas y con una importante orienta-
ciencias en otros, como en todo lo relativo a la polí- ción diagnóstica– ya no da respuesta a sus necesi-
tica de profesorado, en la adecuada equiparación dades. La atención sanitaria actual se realiza en ám-
académico-asistencial de los profesores clínicos y bitos cada vez más heterogéneos y predominante-
en la gestión de las unidades docentes en los hospi- mente extrahospitalarios, con un énfasis evidente
tales [2]. en las medidas preventivas [4].

Práctica clínica y hospital universitario Valores del hospital universitario


Hoy en día, nadie pone en duda la importancia de El hospital universitario debe ser una institución
la formación práctica en la enseñanza de la medici- sanitaria con vocación de excelencia tanto en la ge-
na. La Directiva 2005/36/CE, relativa al reconoci- neración de conocimiento (investigación), como en
miento de cualificaciones profesionales, establece su aplicación (asistencia) y su transmisión (docen-
claramente en su artículo 24.3.d) que la ‘formación cia). La universidad, además de formar profesiona-
básica del médico garantizará que el interesado ha les, tiene la misión trascendental de la creación, el
adquirido una experiencia clínica adecuada en hos- desarrollo, la transmisión y la crítica de la ciencia
pitales bajo oportuna supervisión’ [3]. [4], lo cual es pertinente recordar en un momento

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en el que en España han proliferado de forma insó- médicos a lo largo de la vida. Esto, en nuestro
lita numerosas facultades de medicina en estos últi- país, requiere, entre otras cosas, una mayor co-
mos años. Desde este punto de vista, no se puede ordinación entre el Ministerio de Sanidad y el de
concebir una facultad de medicina sin un hospital Educación.
universitario en el que sean patentes las tres facetas 4. Hay que aprovechar lo mejor de todos los en-
de la gestión del conocimiento médico: asistencia, tornos educativos, no sólo el hospital universi-
docencia e investigación. tario, y establecer qué competencias se pueden y
Pero no basta con recibir estudiantes, con que deben adquirir en cada uno de ellos. Hay –debe
los alumnos hagan prácticas, para que un hospital haber– otros hospitales, asociados a la universi-
sea universitario. Por otra parte, tampoco se preci- dad, o centros de salud con funciones más espe-
sa un hospital universitario para la docencia de gra- cíficas en el entrenamiento del estudiante de
do. Lo que es necesario es disponer de hospitales grado.
generales, centros de salud, consultas de enferme- 5. Los estudiantes deben ser conscientes de que
ría, unidades de hospitalización domiciliaria, servi- tendrán que atender, cualquiera que sea su es-
cios de urgencias extrahospitalarias, centros geriá- pecialidad en el futuro, a un número de pacien-
tricos, unidades de cuidados paliativos, laboratorios tes crónicos cada vez mayor. En este sentido,
de simulaciones, etc., para la formación práctica de las facultades deben rediseñar el abordaje de la
nuestros estudiantes. formación práctica de forma que aseguren que
el alumno sabe afrontar el increíble reto que su-
pone el cuidado de pacientes a lo largo del
Diez propuestas para mejorar la tiempo (no sólo cuando está hospitalizado), y
formación práctica de nuestros estudiantes cómo las enfermedades crónicas afectan al
bienestar de los pacientes y sus familias. Tam-
Sin entrar a considerar cuestiones estructurales u bién se debe insistir en el papel de los determi-
organizativas de lo que debería ser un hospital uni- nantes no biológicos de la enfermedad, porque
versitario, y sin comentar aspectos políticos o ad- la medicina necesita realismo en cuanto a la ali-
ministrativos, como el desproporcionado número neación entre la educación médica y las necesi-
de alumnos admitidos en nuestras facultades –que dades de la sociedad. No comprender adecua-
está poniendo en peligro una docencia teórica y damente el contexto en el que se va a ejercer la
práctica de calidad alcanzada en las últimas dos dé- profesión es una fuente importante de insatis-
cadas–, a continuación se exponen algunas propues- facción. Estas lecciones críticas no pueden ser
tas o reflexiones respecto al estudiante y su forma- aprendidas durante las rotaciones tradicionales
ción práctica clínica: en el hospital universitario –habitualmente cen-
1. En los tiempos que vivimos, a veces no está de tros de tercer nivel–, en el que los pases de visi-
más recordar lo evidente –las verdades de Pero ta se centran en la toma de decisiones rápidas y
Grullo–, que nuestros alumnos, a veces alenta- eficientes, no siempre orientadas a la formación
dos por determinados profesores, olvidan con del principiante.
facilidad. Estudiar medicina exige muchas horas 6. Los estudiantes, durante su formación práctica,
de estudio. Unos fundamentos teóricos sólidos deben comprender los papeles que juegan otros
y rigurosos son imprescindibles para dar senti- miembros de los equipos de profesionales sani-
do a la formación práctica. Una mayor orienta- tarios y cómo afecta el trabajo en equipo a la
ción profesional de los estudios universitarios calidad de la prestación asistencial. Esto es cada
no puede ser la coartada que distraiga del obje- vez más trascendente por las evidentes ventajas
tivo final: formar médicos capaces de aplicar los que supone, especialmente para el cuidado del
conocimientos y el método y el razonamiento paciente crónico, la existencia de equipos in-
científico en el ejercicio de la medicina [5]. terdisciplinarios. Las facultades que albergan
2. Es preciso establecer unos objetivos prácticos más de una titulación deberían sacar provecho
claros, pertinentes, oportunos, adecuados a la a esta circunstancia para formar a nuestros es-
etapa formativa en que se encuentre el estu- tudiantes como futuros miembros de equipos
diante, precisos, realizables y evaluables. de salud [6].
3. No se puede olvidar la existencia de un continuum 7. La formación clínica que proporcionan la ma-
educativo, no sólo por razones administrativo- yoría de facultades sigue una pauta muy tradi-
legales, como se recordaba más arriba, sino por cional. Aunque discutible, los estudiantes pue-
la forma en que se organizan los conocimientos den aprender más con un esquema de prácticas

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clínicas estandarizado y que permita la rotación vestigar no sólo por la relevancia de su objetivo
por un gran número de servicios o unidades más inmediato, sino también para extender la
asistenciales. Este esquema de prácticas permi- lógica de la investigación científica –basada en
te a los alumnos hacer unas elecciones acerca el razonamiento deductivo (sacar consecuen-
de su futuro mucho mejor fundamentadas. Se cias de un principio, proposición o supuesto)– a
puede, no obstante, cuestionar la utilidad de la práctica clínica, fundamentalmente de carác-
este sistema, dado que el estudiante general- ter inductivo (extraer, a partir de determinadas
mente tiene una participación muy limitada y observaciones o experiencias particulares, el
los beneficios que obtiene se fundamentan, bá- principio general que en ellas está implícito).
sicamente, en la observación. Sin embargo, al Esto es un aspecto clave desde un punto de vista
incorporarse a la rutina asistencial de los profe- formativo tanto en el grado como en el posgra-
sores de prácticas clínicas, al acompañarles en do. El trabajo fin de título de los nuevos grados
su rutina diaria –lo que en definitiva constituye ofrece una magnífica oportunidad para consoli-
la filosofía del RD 1558/86–, los estudiantes ex- dar esta idea, y el hospital universitario un mag-
perimentan lo que constituye el trabajo cotidia- nífico entorno para llevarla a cabo.
no de un médico clínico; observan cómo fun-
cionan los equipos asistenciales; y adquieren
una idea mucho más ajustada a la realidad de Conclusión
los retos a los que se enfrentan cada día las dife-
rentes especialidades médicas [7]. Veintiséis años después de que se aprobase la nor-
8. En cualquier caso, sea cual sea el modelo y el ma que regula los conciertos entre la universidad
entorno, se debe insistir –como un elemento y las instituciones sanitarias, y tras una década de
clave en la formación práctica de los estudian- asunción de las competencias sanitarias por las
tes– en la utilización del sentido común y en el comunidades autónomas, la estructura, la organi-
desarrollo del razonamiento clínico. Muchos zación y el funcionamiento de los hospitales uni-
estudiantes y residentes sienten una profunda versitarios españoles no ha variado significativa-
aversión al riesgo y toleran la incertidumbre con mente. En las últimas décadas se ha asistido a una
dificultad. Se debe hacer hincapié en la impor- difuminación de su papel como centros exclusivos
tancia que en la práctica clínica tiene pensar, en la docencia práctica de los estudiantes. La re-
esperar y observar, y en la necesidad de redes- forma que ha propiciado el Espacio Europeo de
cubrir el razonamiento clínico como la base Educación Superior subraya la importancia de for-
fundamental de la práctica profesional. Los pro- mar a nuestros estudiantes en todos los entornos
fesores deben enseñar a los estudiantes cómo educativos posibles para asegurar una correcta
ejercer la medicina basada en las evidencias adquisición de las competencias. En cualquier
científicas, y de la forma menos invasiva y más caso, el hospital universitario continúa teniendo
prudente y económica posible [8]. un papel clave en la formación de los estudiantes
9. Durante las prácticas se aprenden más cosas de de medicina, aunque actualmente está sumido en
las que se enseñan. Los estudiantes adquieren la ambigüedad por dos razones principales: la ob-
su identidad profesional y las normas de com- solescencia de la norma que los regula (muy in-
portamiento no tanto mediante exhortaciones concreta y claramente superada por la evolución
en el aula como mediante la observación de sanitaria y por el desarrollo legislativo) y la ausen-
cómo interactúan sus modelos (profesores, tu- cia de una cultura, tanto dentro como fuera de es-
tores, etc.) con los pacientes, con los familiares tos hospitales, para verlos como lo que realmente
y con otros profesionales –sanitarios y no sani- son: centros asistenciales, sí, pero también docen-
tarios–, dentro y fuera del hospital. Demasiado tes e investigadores.
a menudo, lo que los estudiantes observan sirve
más para alimentar su cinismo que para refor-
Bibliografía
zar los valores del profesionalismo. La disonan-
cia cognitiva entre lo que decimos que creemos 1. Real Decreto 1558/1986, de 28 de junio, por el que se establecen
las bases generales del régimen de conciertos entre las
y lo que realmente hacemos es enormemente universidades y las instituciones sanitarias. BOE de 31
dañina para el médico en formación [9]. de julio de 1986.
10. La investigación forma parte del ejercicio profe- 2. Cuervas-Mons Martínez V. Facultad y hospital: una estructura
bipolar y específica para los estudios de medicina. Educ Med
sional del médico. Es importante transmitir a 2009; 12 (Supl 3): S13-4.
los alumnos que el médico asistencial debe in- 3. Directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo,

S10 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2013; 16 (Supl 3): S1-S70


Mesa Redonda 1. El hospital universitario

de 7 de septiembre de 2005, relativa al reconocimiento de Health professionals for a new century: transforming education
cualificaciones profesionales. to strengthen health systems in an interdependent world.
4. Civeira Murillo F. El hospital como centro nuclear para Lancet 2010; 376: 1923-58.
mejorar la enseñanza de la Medicina. Educ Med 2010; 13 7. Xu R. A differentiation diagnosis –specialization and the
(Supl 1): S33-5. medical student. N Engl J Med 2011; 365: 391-3.
5. Álvarez-Sala Walther JL, Nieto Barbero MA, Rodríguez 8. Palfrey S. Daring to practice low-cost mediciine in a high-tech
Trigo G. La formación clínica como piredra angular de los era. N Engl J Med 2011; 364: e21.
estudios de Medicina. Educ Med 2010; 13 (Supl 1): S25-31. 9. Rodríguez de Castro F. Proceso de Bolonia (V): el currículo
6. Frenk J, Chen L, Bhutta ZA, Cohen J, Crisp N, Evans T, et al. oculto. Educ Med 2012; 15: 13-22.

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Mesa Redonda 1. El hospital universitario

El hospital como centro de enseñanza de la medicina


Jesús Millán Núñez-Cortés

La enseñanza de la medicina se encuentra obligato- en un grupo concreto. Es necesario un entorno es- Catedrático de Medicina de la
Universidad Complutense de Madrid.
riamente ligada a la enseñanza en los hospitales. Por pecífico con una metodología específica para que Director de la Cátedra de Educación
tanto, frente a los desafíos sanitarios del futuro, es se encuentren el maestro y el alumno con el enfer- Médica Fundación Lilly-UCM
una obligación y una exigencia para la sociedad re- mo. Y este modelo de interacción ha de realizarse E-mail:
forzar la triple misión asistencial, docente e investi- en un hospital en el que el carácter universitario no jesus.millan.nunezcortes@
gadora de los hospitales universitarios como centros sea sólo un adjetivo, sino una cualidad. madrid.org

de excelencia profesional en estos tres aspectos. Los requerimientos definidos para llevar a cabo © 2013 FEM
El desarrollo de tales funciones se va a desarro- en un hospital labores ‘universitarias’ (docentes y de
llar cada vez en un ambiente de mayor exigencia, en investigación) resultan bastante imprecisos, y eso
el que el carácter ejemplar del hospital universitario no se percibe cuando se definen los requerimientos
puede ser determinante a la hora de aplicar las ma- asistenciales, que son claros y netos. Ocurre igual
yores y mejores evidencias científicas, la introduc- cuando se analizan los objetivos del hospital univer-
ción de nuevas tecnologías o la implementación sitario, que permiten identificar claramente cuáles
de las innovaciones en el terreno de la educación son los asistenciales, cosa que no ocurre con los ob-
médica. jetivos docentes o de investigación. Finalmente, la
Por tanto, parece pertinente actualizar el papel gestión del hospital universitario está centrada en
que el hospital universitario tiene en el seno del sis- la asistencia, pero no en la docencia o en la investi-
tema sanitario, su función en el –siempre cambian- gación, que quedan en un ‘segundo orden’ mucho
te– sistema sanitario, y –eventualmente– conside- menos regulado y, por ende, sin un protagonismo
rar la posible reubicación para dicha función, seña- claro. La docencia ni se tiene en cuenta en la estruc-
lando los principios generales que primen la coor- tura (espacios físicos, órganos de gobierno), ni en
dinación en el cumplimiento de sus misiones en un los procesos desarrollados (organización), ni en los
escenario de calidad. resultados (indicadores, incentivos).
El modelo clásico de hospital, hasta ahora el más En consecuencia, la docencia universitaria en los
utilizado en la enseñanza de la medicina, no siem- hospitales universitarios se percibe (y resulta ser),
pre satisface las demandas sanitarias de la sociedad, con frecuencia, como una función marginal, por-
ni tampoco un sistema de investigación competiti- que el modelo organizativo no la incorpora al mis-
va o de enseñanza avanzada. Este último aspecto mo nivel que la asistencial ni el presupuesto hospi-
puede ser tanto más notable si en las instituciones talario está repercutido por la docencia universita-
hospitalarias no se percibe con notoriedad la voca- ria; en otras palabras, la ‘cultura’ y el funcionamien-
ción docente de los profesionales, y de la propia to diario del hospital no están impregnados por la
institución en su conjunto, que ha de incorporar la función docente propia del hospital universitario.
cultura de formación a todos sus niveles. Parece, Por tanto, a veces, la función del profesorado no
por tanto, que resulta obligada una especialización está bien definida, y ello se debe a una insuficiente
en la docencia como uno de los rasgos distintivos definición de las relaciones funcionales y económi-
de un hospital universitario. cas, que pueden no ser ni siquiera uniformes (por
Para llevar a cabo una correcta enseñanza/apren- normas autonómicas distintas), lo que está agrava-
dizaje de la medicina, es necesaria la incorporación do por una cierta dificultad de interlocución (no
activa del alumno a un lugar concreto e integrado siempre se utiliza ‘el mismo lenguaje’).

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J. Millán Núñez-Cortés

Por lo tanto, es erróneo pensar que poseer infra- nitaria con vocación académica explícitamente re-
estructura, cumplir algunas necesidades y haber flejada en sus estructura, en sus procesos y en el
sido concertado pueda ser suficiente para que un análisis de sus resultados, organizada para dar res-
hospital se considere como universitario, cuando puesta a las necesidades sociales a través de una
–en realidad– eso sólo no garantiza que la docencia visión unitaria de la asistencia, docencia e investi-
que allí se realice alcance la excelencia que se pre- gación, y en un entorno que garantice la consecu-
tende, sin que se definan previamente numerosas ción de los objetivos en cada una de estas tres fun-
cuestiones que la realidad y la experiencia han ido ciones.
señalando: presencia de un número mínimo o críti-
co de profesores funcionarios en el hospital (los Visión
‘profesionales’ de la docencia), garantía de unos es-
pacios mínimos para realizar la docencia en condi- El hospital universitario es una institución orienta-
ciones adecuadas, salvaguarda de la dedicación do- da a mejorar la salud de la población, y cuya cultu-
cente del médico, establecimiento de objetivos do- ra académica le permite y le obliga a realizar una
centes y de investigación como incentivación para asistencia sanitaria de excelencia, una investiga-
el personal hacia tales funciones, consideración de ción competitiva y de calidad, y una formación com-
una financiación ad hoc, etc. pleta a profesionales y futuros profesionales, cum-
Estas carencias son tanto más acusadas cuando pliendo los estándares de calidad en cada uno de
consideramos la enseñanza de grado (hasta ahora sus niveles.
denominada de ‘pregrado’). En efecto, la enseñanza
de posgrado, y sobre todo la formación de especia- Valores
listas, se encuentra fuertemente regulada: las es-
tructuras de apoyo, los espacios necesarios, la orga- – El hospital universitario ha de ser una institución
nización del personal docente (jefe de estudios, tu- sanitaria:
tores, unidades docentes), el cumplimiento de los – Centrada en el ciudadano enfermo y en el alumno.
programas, las plazas docentes disponibles, etc. – Orientada a crear un entorno que garantice la
Casi todo lo relativo a la formación de especialistas satisfacción de los profesionales que realizan asis-
está predefinido y, por tanto, se puede auditar (y de tencia, docencia e investigación.
hecho se audita para corregir las desviaciones o las – Prestando asistencia sanitaria de excelencia.
carencias). Como ya se ha señalado, para la ense- – Ofreciendo una enseñanza de la medicina y de las
ñanza de grado todos estos prerrequisitos no se han profesiones sanitarias a todos sus niveles (grado,
definido más que de una forma genérica y, por lo posgrado, especialistas y formación continuada).
tanto, no se audita su cumplimiento. Podría suce- – Liderando activamente la investigación biomé-
der que algunos hospitales universitarios no cum- dica.
plieran sus obligaciones como tales, o que no dis- – Con una vocación firme como motor y gestor
pusieran de una infraestructura docente adecuada, del conocimiento científico a través de su adqui-
y al no ser auditados como tales no dejarían de ser sición (investigación), de su transmisión (docen-
‘universitarios’ (como sería lógico en ese caso). cia), y de su aplicación (asistencia).
– Con capacidad para adaptar su estructura y sus
procesos a la consecución de unos mejores re-
Misión, visión y valores sultados en los tres campos de actuación: asis-
del hospital universitario tencia, docencia e investigación.

Se precisa enfatizar en el papel trascendental que En consecuencia, y después del análisis de la situa-
tiene el hospital universitario para la enseñanza de ción actual y de cara a considerar el hospital autén-
las profesiones sanitarias, y muy especialmente ticamente como un centro de enseñanza de la me-
para la enseñanza de la medicina, proceso en el que dicina, se impone:
todas las recomendaciones emanadas de la educa- 1. Actualizar y generar normas generales que regu-
ción médica aconsejan nuclear alrededor de la ins- len la estructura y el funcionamiento de los hos-
titución hospitalaria. pitales universitarios.
2. Definir e incorporar estándares focalizados no
Misión sólo en la asistencia, sino también en la docencia
e investigación, para su correcto cumplimiento y
El hospital universitario ha de ser una institución sa- evaluación.

S14 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2013; 16 (Supl 3): S1-S70


Mesa Redonda 1. El hospital universitario

3. Incorporar al hospital universitario las funcio- vestigación), aplicación (asistencia) y transmisión


nes, la organización y la cultura propias de una (docencia).
organización que contemple la docencia y la in- 5. Optimizar la utilización de los recursos asisten-
vestigación como uno de sus rasgos distintivos. ciales para el cumplimiento de los principios que
4. Facilitar que el hospital universitario se transfor- se incorporan a los nuevos planes de estudio con
me en una institución en la que se gestione el co- el fin de garantizar las mejores prácticas en edu-
nocimiento en todas sus facetas: adquisición (in- cación médica.

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Mesa Redonda 1. El hospital universitario

Relaciones universidad-sistema sanitario


José Javier Castrodeza

– Principio básico. La estructura asistencial del Objetivos docentes Director general de Ordenación
Profesional. Ministerio de Sanidad,
sistema sanitario, tanto en sus recursos materia- Servicios Sociales e Igualdad .
les como humanos, debe poder utilizarse para la – Promover la máxima utilización de los recursos
docencia pregraduada, posgraduada y continua- sanitarios hospitalarios y extrahospitalarios, hu- E-mail:
sdgcai@msssi.es
da de los profesionales sanitarios, del mismo manos y materiales para la docencia.
modo que el sistema universitario debe servir – Cooperar en el mantenimiento de la cualificación © 2013 FEM

para su reciclaje (RD 1558/86). de los profesionales de la salud a su más alto nivel,
cuidando su actualización y reciclaje, y favorecien-
– Marco Normativo. Ley Orgánica 11/1983, de Re- do su incorporación a la docencia universitaria.
forma Universitaria. Ley 14/1986, General de
Sanidad. Real Decreto 1558/1986. Ley Orgánica Objetivos asistenciales
6/2001, de Universidades. Ley 44/2003, de Orde-
nación de Profesiones Sanitarias. Marco legisla- – Cooperar para que las investigaciones y ense-
tivo autonómico. ñanzas universitarias en medicina, enfermería,
farmacia y demás profesiones sanitarias puedan
– Finalidad. ser utilizadas para la mejora constante de la
• Formación de pregrado y máster. atención sanitaria.
• Formación de doctorado. – Prever que coincidan la mayor calidad asisten-
• Formación continuada y títulos propios (títu- cial con la consideración de hospital universita-
los de especialista universitario). rio o asociado a la universidad.
• Formación especializada en sus diversas op-
ciones y abordajes. Objetivos investigadores

↓ – Potenciar la investigación en las ciencias de la


EJERCICIO PROFESIONAL salud, coordinando las actividades de las univer-
sidades con las de las instituciones sanitarias,
Conciertos universidad-sistema sanitario para una mejor utilización de los recursos hu-
manos y materiales.
– Objetivos: docentes, asistenciales e investigadores. – Favorecer el desarrollo de los departamentos uni-
– Profesiones: medicina, farmacia, enfermería, fi- versitarios en las áreas de la salud, potenciando
sioterapia, otras. su coordinación con las unidades de investiga-
– Órganos de coordinación: comisiones mixtas. ción de los hospitales y estimulando las vocacio-
– Reconocimiento: máximo nivel institucional uni­ nes investigadoras.
versitario y sanitario.
– Personal docente: profesor vinculado, profesor Comisión mixta
asociado, otros.
– Reconocimiento institucional. Hospital y centro Es una comisión paritaria con funciones específi-
universitario. cas, sin perjuicio de las competencias propias de
– Colaboración. Recursos humanos, tecnológicos cada una de las instituciones:
y materiales. – Velar por la correcta aplicación del concierto.

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J.J. Castrodeza

Figura 1. Tendencia plazas titulación de medicina. Figura 2. Tendencia adjudicatarios MIR por género.

– Proponer la reducción, ampliación o transfor- – Los profesores que desempeñen plaza vinculada
mación del número de plazas vinculadas y de tendrán los derechos y deberes inherentes a su
profesores asociados. condición de cuerpos docentes de universidad y
– Establecer el plan de coordinación de la realiza- de personal estatutario del régimen correspon-
ción de las prácticas. diente de la Seguridad Social o de la institución
– Proponer las fórmulas de coordinación entre las concertada que corresponda cuando ésta no per-
actividades docentes. tenezca a aquélla.
– Proponer las fórmulas de participación con el fin
de garantizar la coordinación de la estructura Valor aportado por los convenios/conciertos.
departamental prevista en la Ley Orgánica de RD 1558/1986
Reforma Universitaria con la estructura funcio-
nal de la institución sanitaria. – En los años noventa se desarrollan estos acuerdos.
– Proponer fórmulas que permitan la valoración – Mayor nivel de desarrollo para los estudios de me-
de la condición de profesor con plaza vinculada en dicina.
la convocatoria para la provisión de puestos de – Actualizaciones en las comunidades autónomas
jefaturas. por asumir competencias.
– Cierta variabilidad y especificidad en función de
Personal docente la comunidad autónoma.
– Extensión a otras titulaciones de ciencias de la
– Los profesores que ocupen una plaza vinculada salud.
desarrollarán el conjunto de sus funciones do- – Escenario facilitador de una mejor investigación
centes, investigadoras y asistenciales en una mis- básica/clínica.
ma jornada. – Mayor implicación de los profesionales del siste-
– La dedicación horaria semanal de dicha jornada ma en la docencia.
está establecida. – Optimización de recursos investigadores, forma-
– La comisión mixta universidad-institución sani- tivos y estructurales.
taria establecerá las fórmulas de coordinación. – Este escenario integrado ha influido en la calidad
– La plaza vinculada podrá ser a tiempo completo y del Sistema Nacional de Salud.
a tiempo parcial. Se requerirá el reconocimiento.
– La duración de la jornada laboral será la legalmen- Nuevos escenarios que se deben considerar
te establecida para el personal con plaza exclusi- en los futuros convenios/conciertos
vamente asistencial en centros sanitarios públicos.
– Todas las retribuciones del personal que ocupe Algunas reflexiones:
plaza vinculada se abonarán en una única nómi- – Han transcurrido casi 30 años del modelo jurídi-
na por la universidad. co regulador de las relaciones.

S18 www.fundacioneducacionmedica.org  FEM 2013; 16 (Supl 3): S1-S70


Mesa Redonda 1. El hospital universitario

– Las comunidades autónomas han desarrollado – Diplomas de acreditación y diplomas de acredi-


nuevos marcos de colaboración entre sus insti- tación avanzada.
tuciones. – Ejercicio privado de las profesiones sanitarias.
– Se han modificado los planes de estudio (Bolonia).
– El peso de la investigación en el desarrollo profe- Algunos datos sobre
sional del ‘vinculado’ es condicionante. determinadas profesiones sanitarias
– Hay menos interés por el entorno docente uni-
versitario.
– El sistema sanitario posee experiencia y gran po- Convocatoria 2011/12 Plazas convocadas Aspirantes admitidos
tencial formativo.
Medicina 6.707 13.544
– La investigación tiene cada vez más un marcado
carácter ‘aplicativo’. Enfermería 1.002 17.828
– La gestión del conocimiento ha de ser más efi-
ciente y con valor de retorno. Farmacia 309 1.388
– El mundo sanitario ocupa un papel relevante co­
Psicología 171 3.693
mo generador de riqueza.
– La sociedad del bienestar y el conocimiento de
sus profesionales están relacionados.
Conclusión
Profesiones sanitarias
La relación universidades-sistema sanitario es de-
Ley 44/2003, de Ordenación de Profesiones Sanitarias: terminante en la sociedad del bienestar, debido a la
– Determina las profesiones sanitarias. importancia que desde todos sus campos tiene el
– Determina la estructura y formación en especia- sector salud. El respeto y reconocimiento que cada
lidades en ciencias de la salud. una de estas instituciones tiene no impide avanzar en
– Programas de formación. una relación sólida, coordinada e integrada en bene-
– Catálogos de especialidades y áreas de capacita- ficio de nuestro sistema educativo y nuestro Siste-
ción. ma Nacional de Salud, en beneficio de la sociedad.

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