Perseverancia intelectual: consiste en que las persona
tiene que tener constancia, firmeza, paciencia y continuidad en la búsqueda y logro de sus conocimientos y debiendo continuar en dicha búsqueda de más conocimientos, con entereza, porque el conocimiento jamás se agota. Confianza en la razón: consiste en que la persona en que la persona tiene que tener seguridad de sí mismo y de sus conocimientos para actuar y seguridad y certidumbre en base de sus conocimientos adquiridos. Integridad intelectual: consiste en que la persona tiene que actuar con honradez, rectitud y probidad para actuar, los mismo que son la base de certidumbre de los conocimientos que ha adquirido y que divulga. Empatía intelectual: consiste en la habilidad cognitiva para comprender el universo emoción en los demás, es el esfuerzo de carácter objetivo y racional para la interpretación correcta, y comprensión de los sentimientos de los demás y hacer lo posible para darle solución sin menospreciar el conocimiento de otros. Endereza intelectual: consiste en que las persona tiene que ser una recta, justa, ecuánime, firme y constante, con fortaleza espiritual, firmeza de ánimo en estricta observancia de todos los conocimientos adquiridos para actuar en principio de los valores y moral adquiridos en base de la pura verdad.
Imparcialidad: consiste en que la persona tiene que
actuar con una actitud recta, de forma neutral, sin prejuicio, ni favoritismo y comportarse de modo justo y equitativo dando la verdad de sus conocimientos La gran cantidad de divorcios en parejas jóvenes tiene una infinidad de causas que pueden ser económicos, morales, familiares, el alcohol, discriminación, falta de principios y valores morales, falta de personalidad y no tener confianza, integridad, empatía, perseverancia e imparcialidad en el hogar.