Finalmente su enfermedad se ha agravado y le he dejado completamente
inmóvil. Como si hubiese perdido no solo las funciones cognitivas sino también su propósito vital. Aunque claro, como el propio Shyamalan acostumbra, esto es otro de sus trucos para sorprendernos con un giro que cambiará el curso de las cosas. ‘Glass’ comienza fuerte. Tras una breve presentación nos da lo que queremos: la lucha entre héroe y villano, o lo que es lo mismo, entre ‘El protegido’ y ‘la bestia’. Aunque solo será un pequeño tentempié de lo que está por venir, porque la policía logra detenerlos e ingresarlos en una institución psiquiátrica antes de que la batalla culmine. Así es como los superhéroes se convierten en pacientes y el escenario es el propio psquiátrico.